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Candys & Cigarrettes por Fruit-Punch-Samurai

[Reviews - 21]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del capitulo:

Hiii~! (^o^)/ He vuelto!

Mil disculpas por la tardanza :c tuve problemas con mi cuenta anterior y pues hasta ahora he podido subir el capitulo u.u 

Nya~ les agradezco sus reviews ♥ sakei_19 , Lina~ y Abineko21 ♥ >u<

Oh! tengo un fan!! ;u; arigato Lina-san! ♥ 

sakei_19 gracias por el apoyo! ^^ debo decir que si me has animado a continuarlo :'3

Y bueno, a peticion de Abineko21 aqui estan los links de los mangas! *3* Son solo 3 los que he traducido u.u pero tengo más en espera D: me dare un tiempo para editarlos y compartirselos! :33

http://www.4shared.com/rar/X46wvAYN/Fureranai_karada.html?

http://www.4shared.com/rar/bm1UockJce/Natsusame.html?

http://www.4shared.com/rar/AiRbGVU3ce/Tejou_de_Dakishimete__hijigin_.html?

Y ahora... A disfrutar del capitulo! C:

El sol había salido ya, y como era cosa de todos los días los miembros del Shinsengumi despertaban a temprana hora para hacerse cargo de sus deberes, sin embargo había uno de ellos que estaba despierto desde antes.


Llevaba varias horas ya postrado frente el lavabo sin dejar de ver su espeluznante cara marcada por oscuras ojeras, resultado de su noche en vela lavando la nívea prenda del samurái.


-Soy un desastre…-bisbiseó apoyando ambas manos en el filo del lavamanos.-¿Él estará bien? ¿Seguirá en el motel? ¿Debería ir?.- pensaba mientras abría de apoco la llave del agua y la recopilaba entre ambas palmas para después mojar su rostro.-Da igual…no creo que quiera verme…-dijo con tono bajo mientras que con el agua restante en sus manos peinaba sus cabellos hacia atrás sin evitar que se le saliese un largo suspiro hasta regresar su vista al espejo, se sorprendió como habían cambiado sus facciones con un simple reacomodo de cabellos. Sonrió con un poco de esperanza, como si una brisa fresca le pegara en la cara después de sufrir por calor.


Se miró de nuevo en el espejo y decidió que no había opción más que ir, reacomodó lo demás de su uniforme y se dirigió a su habitación para tomar su katana y el kimono para partir de vuelta al motel. Varios curiosos le miraron salir algo apresurado del cuartel y tomar una patrulla, pero en vista de que Kondo no se veía alterado todos pasaron por alto aquello, pensando que se trataba de una misión cualquiera.


Ya dentro del vehículo, Hijikata comenzó a ponerse más y más nervioso, sabía que tenía que entrar de nuevo a aquella zona lujuriosa, dirigirse a la habitación de ayer y…


-¿Qué debería hacer?... ¿Qué debería decir?.- se preguntó por dentro después de detener el coche frente a la fachada del motel. Miro al asiento de al lado donde yacía el adorado kimono.- Yorozu... quiero decir, Gintoki debe estar aun adolorido, no hay opción, debo ir…-dijo internamente dándose valor para salir.


-Disculpe señor, debe pagar antes de entrar.- dijo la recepcionista al ver la intención del moreno de entrar directamente a las habitaciones.


-Ya pague. Solo vengo por alguien.- respondió Toshiro con una pizca de molestia, la cara de aquella recepcionista seguía siendo la misma, horriblemente irritante.


-Disculpe, pero todas las habitaciones han sido desalojadas ya, si quiere entrar gratis invente una excusa mejor.


-¿Qué?.- espetó regresando sus pasos rápidamente hacia la recepcionista quien se encogió de hombros esperando un regaño por lo menos.- ¿Las habitaciones fueron desalojadas?.- exclamó abatido a lo que la recepcionista abrió de apoco los ojos aliviada de no ser castigada.


-S-si señor.- respondió asustada.


Hijikata corrió incrédulo hacia la habitación esperando a que las palabras de aquella mujer fueran mentira. Llego a la habitación azotando la puerta escurridiza para darse cuenta que había sido verdad. La habitación estaba sola, limpia y lista para la siguiente noche. Su cuerpo temblaba, parado en la entrada de la habitación, asustado de lo que le estuviera pasando el peli plateado y de donde se encontraría, y si estuviese sano y salvo.


Apretó fuertemente los dientes conteniendo aquellos malos sentimientos que le llenaron el cuerpo, salió rápidamente del lugar y volvió a subir a la patrulla para partir al único lugar que había pensado, era obvio. Dentro del distrito Kabuki, una pequeña casa rentada por un descuidado samurái, “Yorozuya de Gin-chan”.


Bajó nuevamente del auto cuando había llegado, subió con prisa las escaleras y toco el timbre, intentando con esmero el no notarse exaltado.


-Buenos días.- Saludó el pequeño Shinpachi aun con la pijama puesta.- ¿V-vice-comandante?.- dijo extrañado al divisarlo en la entrada.- ¿Qué lo trae de nuevo por aquí?


-A-ah…yo…-farfulló nervioso, no sabía cómo preguntar aquello que le aquejaba.


-¿Quién es?.- preguntó Kagura desde la sala mientas tallaba on flojera uno de sus ojos.


-Es el vice-comandante Hijikata-san.- respondió rápidamente el de anteojos.


-¿He?.- cuchicheó la chica abriendo grandes sus ojos color azul.- Espera, le hablare a Gin-chan.- avisó de inmediato mientras iba hacia la habitación del susodicho.  El corazón de Hijikata se regocijo al escuchar aquel nombre, que no reparó en que había entrado hasta la sala del lugar.


-¿P-podría ser yo…quien le hable?.- espetó Toshiro deteniendo a Kagura antes de que deslizase la puerta. La pequeña Yato entendió y se apartó sin decir nada, así, Hijikata tomó la rejilla y deslizó con suavidad la puerta. Ni siquiera había abierto la mitad de esta cuando se detuvo, lo podía ver, él estaba ahí durmiendo. Sintió a su corazón detenerse por un momento y como la sangre se le acumulaba en el rostro.


-Shinpachi~ tengo hambre, prepara algo para comer-aru.- canturreó Kagura mientras, simultáneamente el moreno entraba a la habitación con pasos suaves. El pobre Shimura que apenas estaba asimilando el misterio con respecto a la relación entre esos dos adultos pudo ser desconcentrado por la chillante suplica de la Yato que no paró hasta conseguir que este saciara su gran apetito.


 


Después de cerrar la puerta detrás de sí, Hijikata buscaba acercarse al samurái sin intención de despertarlo pero reparó en el suelo de la habitación, había manchas rojizas cerca del futón en donde el samurái aun dormía. Toshiro no pudo calmar su angustia, dejo caer su katana junto con el kimono y fue rápidamente al costado del peli plata, a quien descobijo inevitablemente despertándolo.


-Que molest…- murmuró molesto, pero en cuanto vio de quien se trataba su boca guardo el resto. Miraba aun sin ser notado, como Toshi observaba su cuerpo.- ¿Qué estás haciendo aquí?.- espetó el samurái atrayendo aquellos orbes índigo a su par de rubíes.


-G-Gintoki…- mustió paralizado. Dos grandes sentimientos estaban luchando dentro de él. La culpa le inundaba la conciencia, pero el gran deseo de protegerlo llenaba su corazón hasta el límite.


-Oi, vice-comandante.-dijo mientras se erguía lentamente.- ¿Qué le ha pasado a tu cara? ¿Podría ser que te creció la frente?.- agregó con una pizca de burla.


El pobre moreno que continuaba en shock dejo que el menor tomara sus cabellos y los desordenara sutilmente.


-Gintoki…


-¿Uh? Estoy bien, Oogushi-kun.- adivinó con una ligera sonrisa los pensamientos del moreno, quien se sorprendió de aquel gesto.


-Masaka…¿É-Él…no está enojado? ¿Por qué me sonríe de esa manera? ¿Por qué?.- pensó Hijikata visualizando lentamente como Sakata volvía a recostarse en el futon.- Espera, Gintoki….-susurró atrayéndolo hasta sus brazos.


-¿Q-Qué haces?- cuestiono algo nervioso ante el repentino abrazo.


-Con todo lo que ha pasado, yo…- cerró los ojos apapachándolo más entre sus fornidos brazos.-Quisiera saber…Gintoki, tu…¿Qué piensas de mi?... ¿Qué es lo que sientes por mi?


Sin previo aviso sonó su celular en el bolsillo, interponiéndose a las palabras que iban a salir de los labios de Sakata.


-¿Do shita no, Yamazaki?.- contestó Hijikata sin deshacer el abrazo.


-Hijikata-san, te necesitamos. Hemos espiado a los piratas espaciales y parece que están traficando armas, pero no sa….


-Oi! Toshi!.


 Interrumpió una tercera voz por la bocina, era la de Kondo.


- Date prisa y ven al cuartel, organizaremos una emboscada.


Ordenó sin esperar mucho por la aceptación del vice-comandante, éste se puso de pie lentamente abandonando el cálido contacto con Gintoki. Se dirigió por el kimono y su katana, volviendo únicamente para devolver la prenda a su dueño y luego salir del lugar.


-Sakata-shi.- inquirió conectando la mirada con el menor que le veía desde el futón.-¿De quién estás enamorado?.


-De un tonto…- respondió tras unos segundos de mirar la revoltura que eran los cabellos del moreno.- ¿Y tu?


-¿Yo?.- espetó justo antes de cerrar la puerta.- yo estoy enamorado de un samurái plateado. 


Tras la partida de Toshiro, Gin volvió a recostarse y trató de dormir inhalando profundo el olor del kimono entre sus dedos que parecía tener un aroma ajeno pero tan excitante, como lo es el del tabaco que fumaba Hijikata.


 


Las calles de Edo comenzaron a nublarse de a poco hasta dejar a la ciudad cubierta por una gruesa capa de nube negra que no tardo en precipitarse en forma de lluvia sobre todos y cada uno de los techos, coches y personas, Hijikata aun se dirigía al cuartel.

Notas finales:

la imagen de este capitulo es esta! n3n

http://data1.whicdn.com/images/96265602/large.png

Oh! por cierto! D: con eso de que hice cuenta nueva, aproveche el subir de nuevo los capitulos para agregarles imagen n.n si gustan pasen a verlas :33

Gracias por leer! ♥ 


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