Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Never grow up por BSBN

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡He vuelto con más MiXian! Alguien tiene que llenar el mundo del amor de esos dos... (?)

Titulo del fic: Never grow up.
Pareja(s): QMi/MiXian
Genero: Romance.
Clasificación: Todos los públicos.
Descripción: Desde que KyuHyun la cogió en sus brazos, supo que su vida dependería de ella. Su hija, en manos del hombre que amaba.
Notas: [Never Grow Up - Taylor Swift] Hace bastante tiempo que no pasaba por acá con un MiXian, así que este será como mi regreso triunfal (?) Igualmente pronto veréis por aquí actualización de Love Game así como dos nuevos proyectos en los que estoy trabajando. ¡Os quiero!

P.D. Lie, por fin te escribí un MiXian decente.

————————

KyuHyun siente que podría morir cuando ve al hombre regresar a la oficina con un bulto de mantas entre los brazos. Apenas es consciente del respingo de sorpresa de Zhou Mi y del momento en que suelta su mano para acercarse al hombre que sostiene el bulto para que lo deje cargarle él. Han esperado tres años por este momento y ahora parece todo tan irreal, como un sueño. Pero no lo es, porque el llanto de Zhou Mi es real así como el bebé que sostiene en sus delicados brazos.

Y es entonces cuando KyuHyun vuelve a la realidad. La simple visión del mayor sosteniendo a aquél pequeño ser le hace llenar los ojos de lágrimas, y de pronto se siente viejo aunque sólo tenga treinta y tres. Pero él también quiere sostener a su hijo -aunque la palabra siga sonando igual de irreal en sus pensamientos-, así que se levanta del monótono y elegante sofá de cuero negro en el que ha estado como una estatua y camina hacia los dos hombres y el pequeño ser que sigue en brazos de Zhou Mi.

-¿Puedo? -pregunta al chino que sigue llorando aún con la sonrisa en los labios. Es hermoso, piensa. La edad no parece haber pasado por él, que a pesar de ser mayor que el coreano sigue pareciendo más joven. En especial porque algunas arrugas tempranas ya adornan la frente de KyuHyun mientras que la de Zhou Mi sigue igual de tersa que años atrás, cuando ambos eran dos jóvenes ilusos en un grupo con demasiados integrantes.

-Por supuesto -es la respuesta que obtiene del mayor y al segundo siguiente sostiene al pequeño con sus propios brazos. Y es entonces cuando comprueba que no es su hijo sino su hija. No, nuestra hija, se corrige mirando como Zhou Mi sigue llorando sin dejar de sonreír.

Para KyuHyun todo sigue brillante e irreal, incluso el viaje en auto de cuarenta y cinco minutos de regreso a Seúl después de que hubiesen terminado el papeleo requerido para completar la adopción y el hombre supervisara que traían con ellos la silla especial para el bebé y que su traslado en auto era totalmente seguro para ella.

Los cuarenta y cinco minutos terminan sintiéndose como segundos. Antes de que ambos sean conscientes están de regreso en casa. Y entonces ya no son sólo Zhou Mi y él, ahora son Zhou Mi, MiYoung y él. Ahora son una familia.

-Bienvenida a casa, MiYoung -dice Zhou Mi mientras desata las correas de la sillita y coge a la pequeña en brazos. Ella está despierta, mirándoles curiosa, pero para sorpresa de KyuHyun no llora ni parece asustada-. Yo soy tu papá, y él también es tu papá -el coreano sonríe ante las presentaciones del mayor, pero igualmente se acerca y acaricia la mejilla de su hija.

-Desearía que se quedará así para siempre…

Pero, por supuesto, hay deseos que no pueden cumplirse. Es por eso que cuando cumple diez años, MiYoung ha cambiado. Ahora es una preciosa niña tan jovial y sonriente como Zhou Mi. Y hermosa, realmente hermosa. Y puede comprobar que sus compañeros de colegio piensan igual porque le miran con ojos soñadores. Tiene que detenerse un par de minutos a recordar que son sólo niños y que ninguno de ellos va a robarle a su hija porque él no se lo permitirá.

-Como sigas frunciendo así el ceño te arrugarás más -susurra una voz a su espalda dándole un susto de muerte.

Cuando se voltea descubre que es Zhou Mi quien le mira con esa sonrisa que siempre ha sido sólo para él, esa misma que ahora mismo acentúa las arrugas que han ido apareciendo con el tiempo alrededor de los ojos y en las comisuras de sus labios. También la frente ha ido perdiendo elasticidad, pero aún así el chino luce al menos cinco años más joven de lo que es, contrario a él, que parece gritara su edad con el rostro. De saber que el perenne acné sería suplantado con el tiempo por aquellas marcas de edad…

-Te ves muy guapo hoy -es lo que responde antes de darle un inocente beso en los labios, apenas un roce que no es suficiente para ninguno, pero deben controlarse porque su casa está llena de niños y los que fueron sus compañeros de grupo también están por ahí, esperando alguna oportunidad para burlarse como en los viejos tiempos.

-Usted también, productor Cho -dice él arreglando el nudo de la corbata y alisando la camisa. KyuHyun sonríe, porque ama su trabajo y porque Zhou Mi sigue siendo tan obsesivo con la ropa. Ninguno se alejo del todo del medio artístico, pero ninguno decidió seguir como solistas después del vencimiento de su contrato con Super Junior como algunos de sus compañeros, en especial porque ahora tenían una hija y no podían darse el lujo de estar meses de gira. Por ello KyuHyun se convirtió en productor y Zhou Mi en compositor-. Vamos, es hora del pastel.

Y entonces el coreano sigue al mayor hasta la mesa que está puesta en el jardín y que ya está rodeada de niños contemplando el pastel horneado y adornado por Zhou Mi y RyeoWook, quien está ahí con su esposa y su hijo menor, que es unos tres años más pequeño que MiYoung.

Así, cuando la pequeña ha apagado las velas, la sensación de que se está haciendo viejo regresa, pero la olvida cuando MiYoung los abraza a ambos y les da un beso en la mejilla a cada uno.

-Los quiero, papás.

-También te queremos -responde él, besando su cabeza con cariño antes de dejarle ir  a coger un pedazo de pastel y jugar con sus amigos.

Y KyuHyun desea que el tiempo se detenga en ese instante y pueda ver a su hija con la nariz manchada de betún y sonriendo a sus amigos, pero antes de que lo note otros siete años han pasado y su hija ha pasado de ser una niña preciosa a una mujer hermosa. Sabe que su hija tiene pretendientes por montones y que él no debe entrometerse porque a su edad él ya había tenido dos novias, pero es que no puede manejar la idea de que alguien le haga daño a su pequeña.

-¡Pero papá, que sólo es una fiesta! -replica MiYoung con una voz melodiosa al tiempo que hace un puchero bien aprendido de Zhou Mi mientras le pica un hombro-. Todo el colegio estará ahí, incluso MinAh. Te prometo que estaré con ella todo el rato, ¿vale? -insiste acentuando el puchero.

-MinAh es hija de SungMin, ¿cierto? -pregunta al aire recibiendo un sonido de confirmación desde la cocina, a espaldas de su hija-. Ella es menor que tú, MiYoung, ¿cómo esperas que eso me tranquilice?

Ella suelta un sonido exasperado y se da la vuelta, en dirección a la cocina, si no funciona con uno funcionará con otro, ¿no?

-Ni lo intentes, Cho MiYoung -le adelanta Zhou Mi desde la misma sacando del horno lo que supone será la cena y ella vuelve a hacer el puchero ensayado que siempre ha funcionado con el chino-. Esta vez estoy con tu padre. Y no es porque no quiera dejarte ir a la fiesta, cariño, simplemente no puedes esperar que te dejemos ir y volver sola sin siquiera saber a dónde y con quién.

MiYoung mira a su padre y asiente con la cabeza. Lo entiende, sabe que no es más que preocupación por ella, así que rápidamente ofrece una solución-: Ya, ¿y si me llevan ustedes? Tío SungMin me traerá de regreso.

Zhou Mi mira a KyuHyun por encima del hombro de su hija. El coreano parece meditarlo un segundo pero al final se rinde ante la mirada de su pareja.

-Te quiero de regreso antes de media noche, ¿de acuerdo?

-¡De acuerdo! -la muchacha le da un beso en la mejilla y corre a su habitación a arreglarse para la fiesta.

KyuHyun suelta un suspiro y le regresa la mirada al chino.

A las siete de la noche Zhou Mi y MiYoung están en el auto de éste circulando por las calles de Seúl en camino a la fiesta. El chino sonríe ante la emoción de su hija, recuerda cuando era una pequeña de siete y la llevó a su primera pijamada con las hijas de SungMin y Siwon. Cuando llegan a la dirección indicada se alivia de ver que no es un club sino una casa.

-Y aquí vive…

-YoungJae -responde rápidamente su hija con una sonrisa en los labios y Zhou Mi entiende a qué se debe tanta emoción.

MiYoung se apresura a abrir la portezuela del auto, pero es detenida por el mayor que la mira con una sonrisa. Con cariño le acaricia el cabello y la mejilla derecha.

-Ten cuidado, ¿vale? -pide sin dejar de sonreír. Y cuando la chica esta por replicar, Zhou Mi vuelve a interrumpirla-: Hey, ya sé que no eres una niña pequeña, pero quiero que entiendas a KyuHyun. Eres nuestra hija, LiQian, y tienes que entender que a Kyu le cuesta dejarte ir. No hagas que se enoje de más, ¿entendido?

-Ya no recordaba mi nombre chino -responde riendo antes de asentir con la cabeza-. Te lo prometo. Intentaré que papá Kyu quite esa cara de amargado que se carga siempre -dice haciendo reír a su padre.

-Ya, ya, anda a con ese chico YoungJae.

Zhou Mi se muere de ternura al ver como el rostro de su hija se colorea completamente. No quiere recordar cuando tenía su edad porque entonces se sentirá viejo, pero no puede evitar sonreír porque se comporta exactamente igual que él. Cuando la chica baja del auto y Zhou Mi conduce de regreso a casa se pone a pensar en como será mejor que no le diga a KyuHyun sobre ese chico.

Y el tiempo sigue pasando, porque nadie puede detenerlo, y otros tres años han pasado demasiado rápido como para poder notarlos. O eso piensa MiYoung mientras envuelve una fotografía de sus padres en plástico de burbujas para después meterla a una de las cajas de cartón que están esparcidas por el piso de su habitación. Esta mudándose, intentando empezar una vida nueva, pero KyuHyun no deja de pensar que les está abandonando a pesar de que él era mucho menor cuando dejó la casa de sus padres para mudarse al departamento que compartía con los otros chicos de Super Junior. Zhou Mi por su parte está orgulloso de ver como su hija se ha convertido en una hermosa mujer capaz de tomar sus propias decisiones.

-¿No son esas muchas cajas? -pregunta el chino desde el marco de la puerta.

-Demasiadas -responde ella sentándose al borde de la cama frente al armario abierto-. Si por mí fuera me llevaba toda la habitación, papá.

-Entonces a Kui Xian le daría un ataque -bromea él tomando asiento a su lado y pasando su brazo por los hombros de la chica-. No tienes porqué empacarlo todo, cariño, esta siempre será tu habitación.

MiYoung asiente y vuelve a seleccionar qué ropa es indispensable y cuál puede recoger después mientras que Zhou Mi da una mirada al cuarto. Las fotografías y los peluches ya han sido metidos en cajas, pero en las repisas siguen los recuerdos de las vacaciones en China y los reconocimientos de la escuela. El ordenador y los libros de la Universidad siguen sobre el escritorio igual que el equipo de sonido. Entonces se da cuenta que hay una fotografía que no ha sido envuelta y va hacía ella. Es de su segundo cumpleaños, y probablemente sea la única foto que hay de KyuHyun sosteniéndola, siempre temeroso de dejarla caer.

-Te has olvidado de una -dice levantando la fotografía y observando como ella niega con la cabeza.

-He pensado en dársela a papá Kyu, tal vez así se le quite la cara que tiene desde que dije que iba a mudarme.

Zhou Mi asiente y vuelve a ponerla sobre el escritorio antes de ir con su hija y ayudarle a decidir qué falta por guardar y que puede dejar. Y tres horas después todo está empaquetado, etiquetado y metido en el maletero y el asiento trasero del auto de MiYoung. KyuHyun aún luce como si estuviera dispuesto a matar a alguien y a la chica le parece que realmente es así, menos mal que Zhou Mi lo tiene bien sujeto de los hombros.

-¿Y ese sujeto no debería estar aquí o algo? -pregunta rodando los ojos queriendo fingir indiferencia y fallando en el intento.

-¡Pero si no me estoy mudando con él, papá!

El chino se ríe quedamente y suelta a su pareja para acercarse a su hija y darle un abrazo caluroso, va a ser difícil no ver a su pequeña todos los días en la mesa del desayuno o discutiendo con KyuHyun porque no le deja salir con su novio y le mira mal cada que este va a su casa. Se separa de ella con una sonrisa en los labios y los ojos ahogados en lágrimas. MiYoung se queda ahí, esperando a que su otro padre se acerque a abrazarle, pero es terco, así que termina siendo ella quien lo abraza a él con fuerza.

-Voy a llamar una vez por semana, lo prometo -dice apenas se separa del coreano.

KyuHyun asiente y se limpia las lágrimas que han caído por sus mejillas. Acompaña a su hija hasta su automóvil y le da un beso en la frente, convenciéndose de que debe dejarla volar con sus propias alas y que, además, tampoco se  está yendo a otro país, simplemente ha rentado un departamento que le quede más cerca de la Universidad.

-Papá Kyu, papá Mi, los quiero -dice antes de encender el auto y alejarse de su casa, dejando atrás a ambos.

KyuHyun deja escapar un suspiro y se abraza a la cintura del chino. Se sentía cada vez más viejo, incluso el pensamiento de ser el maknae de Super Junior había dejado de ser consuelo un par de años atrás. Las arrugas eran evidentes al igual que las canas que habían terminado por apoderarse de su cabello. Al igual que Zhou Mi, cuyas arrugas ya no se disfrazaban bajo el maquillaje y que insistía en mantener el cabello artificialmente de negro, escondiendo las canas.

-El tiempo pasa demasiado rápido…

Y Zhou Mi no sabe cuán en serio deben tomarse sus palabras hasta que se encuentra frente al espejo de cuerpo completo de su habitación buscando una corbata que combine con su camisa y zapatos como si a alguien además de él mismo le importara qué diantres combina con qué. KyuHyun por su parte parece estar peleado con la ropa de gala, que apenas termine de vestirse le saldrá salpullido.

-Kui Xian, como no termines de abrocharte la camisa y te pongas el saco y la corbata vamos a llegar tarde -dice Zhou Mi quien finalmente se ha decidido por una corbata color vino que no combina ni con la camisa ni con los zapatos.

-Es sólo que me he puesto a pensar en algo.

-¿En qué te has puesto a pensar?

-Mi, ¿cómo es que nosotros nunca nos casamos?

Y entonces Zhou Mi voltea. KyuHyun tiene el ceño fruncido y mira la corbata que tiene en su mano izquierda como si tuviera veneno o pudiera morderle.

-Veamos: podría ser porque éramos idols, porque la SM prohibía relaciones entre sus artistas, porque somos dos hombres y entonces que dos hombres estuvieran juntos no era bien visto en Corea, o quizá porque cuando legalizaron el matrimonio homosexual los dos éramos demasiado viejos como para pensar en eso -responde quitándole la corbata de la mano y anudándola él mismo-. ¿Cuál razón te gusta más?

KyuHyun se deja vestir por el chino pero con el ceño aún fruncido, la verdad es que no le gusta ninguna de esas razones.

-Entonces, ¿quieres casarte conmigo?

-Es claro que no eres el romántico en esta relación -es la respuesta que obtiene de Zhou Mi, que parece más interesado en acomodarle el saco.

-Tú mismo lo has dicho, ambos somos demasiado viejos ahora, ¿quieres que pierda tiempo organizando una cita, comprando un anillo y esas cosas cursis?

-¿Te molestaría hacerlo? Tal vez si consigues un anillo me lo piense.

El menor está a punto de replicar cuando un par de golpes en la puerta se lo impiden. Frente a él está su única hija vestida como un ángel: el cabello castaño está recogido en un tocado sostenido por la peineta del velo, el maquillaje es suave y natural, acentuando su belleza natural y esos ojos soñadores; pero el vestido, es blanco, largo y le queda de maravilla.

-Estás hermosa, cariño -es Zhou Mi el que habla y se apresura a abrazar a su hija.

-Más que hermosa -dice KyuHyun siendo ahora él quien la abraza.

-Menos mal porque faltan cuarenta minutos y MinAh me ha dicho que hay mucho tráfico, no quiero llegar tarde. ¿Ustedes han terminado de arreglarse ya?

-Tranquila, hija, no vas a llegar tarde a tu boda, te lo prometo.

Y es verdad, porque llegan diez minutos antes a la capilla donde ya espera al que a partir de ese día será su esposo y trescientos invitados más en lo que KyuHyun cree es una boda exagerada.

-Bien, ahora yo entraré, me aseguraré de que el novio esté en el altar y le daré las instrucciones a los músicos, ¿de acuerdo? -dice Zhou Mi antes de abrir la portezuela del auto y caminar a la capilla.

MiYoung está a punto de hiperventilar ante la idea de que su novio no esté en el altar o algo salga mal. Ha estado planeando ese día por casi siete meses y está realmente ansiosa por lo que pueda pasar, después de todo es el día más importante de su vida, ¿no es así?

-Vas a arruinarte el maquillaje como sigas sudando así -dice KyuHyun sosteniendo su mano-. No va a huir, MiYoung, relájate.

Su hija asiente pero no le hace caso en los más mínimo, sino que a cada segundo que pasa se pone más ansiosa.

-Bien, han pasado casi seis minutos y Zhou Mi no ha vuelto, así que supongo que todo está bien ahí dentro, ¿estás lista para entrar?

Y antes de que KyuHyun lo sienta ya está caminando hacia el altar junto a su hija. Todo el mundo está ahí, los quince se las han arreglado para estar ahí ese día. RyeoWook, SiWon, Henry y YoungWoon están acompañados sólo por sus esposas. DongHae y KiBum van solos después de que sus respectivos matrimonios fracasaran. Han Geng y HeeChul están ahí juntos después de todo lo que tuvieron que pasar acompañados de la hija del chino y su ex-esposa, aunque ciertamente llevan tanto tiempo viviendo con el coreano que es ella la viva imagen de él. JungSoo y HyukJae van con su familia completa, las esposas y los tres hijos de cada quién. Pero SungMin está hasta al frente, en la banca de la capilla dedicada a la familia del novio, y justo frente a él está esperando el hombre que está a punto de robarle a su pequeña. Caminan hasta donde está él, vestido con un smoking negro y perfectamente peinado. Tiene los ojos de su padre, puede constatar KyuHyun cuando se han acercado todo lo que se le permite llegar. Ahora es el momento en que la deja ir.

Le deja un beso en la mejilla y con su mano toma la siniestra de su hija, misma que deposita sobre la mano del hombre que ya espera extendida y abierta.

-Si me entero que haces sufrir a mi hija, juro que te mataré, Lee MinHyuk. No me importa quién sea tu padre -susurra con el ceño fruncido ganándose una risa divertida de su hija.

-Me arriesgaré, tío KyuHyun.

Y entonces él se dirige a su asiento, donde ya le esperan su hermana, el mayor de sus sobrinos y el hombre que ama. La sonrisa de Zhou Mi está adornada por una pequeña lágrima temprana que corre por su mejilla, misma que él se encarga de enjugar con la manga del saco antes de que la ceremonia comience. Y KyuHyun está ansioso porque termine cuanto antes, porque le parece que está durando más que los veintitrés años de vida de su hija, así que cuando termina sólo puede suspirar y seguir a su hija a la entrada de la capilla.

-Kui Xian -le llama Zhou Mi cuando todo el mundo se acerca a la pareja para felicitarles por su unión-. Sí me quiero casar contigo.

Ante esas palabras el mundo del menor parece detenerse. O ir en centrífuga, porque de nuevo el tiempo pasa demasiado deprisa. Han pasado muchas cosas en los últimos dos años, puede constatar Zhou Mi mientras sostiene en sus brazos al pequeño bebé que duerme plácido. Veinticinco años atrás esos mismo brazos arrullaban a su hija, ahora arrullan a su nieta.

-Ahora sí que me siento viejo, MiMi -susurra KyuHyun a sus espaldas y extiende los brazos para que le deje coger a la pequeña.

-¡Pero si eres menor que yo! -exclama el chino en voz baja para evitar despertar al bebé que ahora reposa en los brazos de su, por fin después de tanto tiempo, esposo.

El coreano está a punto de replicar pero se guarda su comentario porque su yerno acaba de entrar por la puerta y reclama la atención de su primogénita.

-MiYoung se acaba de quedar dormida y tengo que llevar a HyeMin a los cuneros.

Ambos asienten y Kyu deja que el hombre se lleve a su nieta. Con el tiempo ha aprendido a quererlo, después de todo es hijo de SungMin.

Apenas se ha ido el otro, los brazos de Zhou Mi lo acunan en su pecho y le da un pequeño beso en el hombro izquierdo.

-Ahora le toca a él ser el papá posesivo, Kui Xian -susurra el chino y el menor suelta una risa divertida, es verdad, ahora le toca a él sentir el paso del tiempo.

Notas finales:

¡Yey! Si os ha gustado recordad dejar un review, que eso de leer sin dejar comentarios es como cogerme una teta y salir corriendo... (?) ¡Os quiero! 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).