Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Losing It (HUNHAN) por Layanie

[Reviews - 97]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Cap. corrregido xD C: Dejen reviews si quieren que la siga C:

Tomé una respiración profunda.

Eres impresionante. No lo creía, así que lo pensé de nuevo. Impresionante. Eres tan impresionante.

Si mi madre escuchara mis pensamientos, me diría que tenía que ser humilde, pero la humildad me había llevado a ninguna parte.

LuHan, eres un maldito capullo.

Entonces, ¿Cómo fue que terminé con veintidós años, y ser la única persona que conocía, que nunca había tenido relaciones sexuales? Y ahora me encontraba en mi habitación, lamentando haber reunido el coraje para admitirlo a mi amigo Baekhyun. Él reaccionó como si le hubiese dicho que estaba escondiendo una cola debajo de mis pantalones holgados. Y supe antes de que su mandíbula, incluso, acabara cayendo que se trataba de una idea terrible.

—¿EN SERIO? ¿Es por Jesús? ¿Estás, como, guardándote para él? —El sexo parecía sencillo para Baekhyun. Él tenía un cuerpo envidiable y el cerebro sexualmente cargado de un adolescente.

—No, Baekhyun —dije—. Sería un poco difícil guardarme para alguien que murió hace más de dos mil años.

Baekhyun se quitó la camisa y la tiró al suelo. Debo haber hecho una cara, porque me miró y se rió.

—Relájate, Princesa Pureza, sólo estoy cambiando camisetas. —Entró en mi armario y empezó a mover mi ropa a tirones.

—¿Por qué?

—Porque, Lulu, vamos a salir para conseguir que te jodan —dijo la palabra “jodan” curvando su lengua de tal forma, que me recordó a esos anuncios nocturnos de las líneas telefónicas para adultos.

—Jesús, Baekhyun.

Sacó una camisa que a mí me quedaba ajustada, por lo que sería francamente escandalosa en su estructura levemente curvilínea.

—¿Qué? Dijiste que no era sobre él.

Me resistí a la tentación de golpear mi mano en mi frente.

—No lo es, no creo... quiero decir, voy a la iglesia y todo, bueno, a veces. Yo sólo... no lo sé. Nunca he estado tan interesado.

Hizo una pausa con la camisa nueva a medio camino sobre su cabeza.

—¿Nunca interesado? ¿En chicas? ¿Eres gay?.

—No Baekhyun, no soy gay, creo pero da igual, tú sigue poniéndote la camisa. No hay necesidad de caer sobre tu espada sexual por mí.

—Si no eres gay y no se trata de Jesús, entonces es sólo una cuestión de encontrar a la persona correcta, o debería decir... el hoyo sexual correcto.

Rodé los ojos. —¿Caramba? ¿Eso es todo? Encontrar a la persona correcta? ¿Por qué nadie me lo dijo antes?

Se peinó el pelo rubio parando su copete, lo cual, de alguna manera, llamó la atención aún más a su perfecta figura. —No me refiero a la persona correcta para casarse, tonto. Me refiero a la persona correcta para tener tu sangre bombeando. Para hacerte apagar tu analítico, crítico e hiperactivo cerebro y pensar con el cuerpo en su lugar.

—Los cuerpos no pueden pensar.

—¡VES! —dijo—. Analítico. Crítico.

—¡Muy bien! Bien. ¿Qué bar esta noche?

—StumbleInn, por supuesto.

Gemí. —Con clase.

—¿Qué? —Baekhyun miró hacia mí como si me faltara la respuesta a una pregunta muy obvia—. Es un buen bar. Más importante aún, es un bar que a los chicos les gusta. Y desde que a nosotros a nosotros nos gusta, las chicas van por montones, es un bar que nos gusta.

Podría ser peor. Podría llevarme a un club.

—Está bien. Vamos. —Me paré, y me dirigí a la cortina que separaba mi dormitorio del resto de mi apartamento.

—¡Espera! Espera. —Agarró mi codo y me empujó tan fuerte que me caí de nuevo en mi cama—. No puedes ir así.

Miré a mi atuendo, un pantalón holgado y un top simple en forma de V que mostraba buena parte de mi pecho. Se veía lindo. Podría totalmente recoger una chica en esto... tal vez.

—No veo el problema —dije.

Rodó los ojos, y me sentí como un niño. Odiaba sentirme como un niño, y casi siempre lo hacía cuando la conversación era de SEXO.

Baekhyun dijo: —Lulu, ahora mismo te ves como el adorable hermano de alguien. Ninguna mujer quiere follar con su hermanito. Y si lo hace, no quieres estar cerca de ella.

Sí, definitivamente me sentía como un niño. —Buen punto.

—Mmm... Suena como si estuvieras practicando apagar ese hiperactivo cerebro tuyo. Buen trabajo. Ahora párate ahí y déjame hacer mi magia.

Y por magia, se refería a tortura.

Después de vetar tres camisas que me hicieron sentir como una prostituta, unos pantalones que eran más como faldones, y un pitillo TAN apretado amenazó con mostrar al mundo mi paquete del amor en caso de que una brisa suave se cruce en mi camino, nos acomodamos en un pantalón de cuero no tan ajustado, y una camisa negra en V que destacaba, en contraste, con mi piel blanca pálida.

—¿Paquete cómodo?

Asentí con la cabeza.

—¿Afeitado?

—Tanto como alguna vez van a estar, sí, ahora vamos. —Ahí era donde dibujaba una línea en esta conversación.

Él sonrió, pero no dijo nada. —Está bien. Bien. ¿Condones?

—En mi bolsillo trasero.

—¿Cerebro?

—Apagado. O bien... disminuido, de todos modos.

—Excelente. Creo que estamos listos.-Chilló.

Yo no estaba preparado. No, en absoluto.

Había una razón por la que no había tenido sexo todavía, y ahora lo sabía. Yo era un fanático del control. Era por eso que lo había hecho tan bien en la escuela toda mi vida. Me hizo un gran director de escenario, nadie podría dirigir un ensayo de teatro como yo. Y cuando me dio el valor para actuar, siempre estuve más preparado que cualquier otro actor en la clase. Pero el sexo... eso era lo contrario de control. Había emociones y atracción, y esa persona molesta que otro debía estar involucrada. No es mi idea de diversión.

—Estás pensando demasiado —dijo Baekhyun.

—Mejor que no pensar lo suficiente.

—No, esta noche, no lo es —dijo él.

Subí el volumen del IPod de Baekhyun, tan pronto como llegamos al coche, así podía pensar en paz.

Podía hacer esto. Era un problema que había que resolver, un tema que había que comprobar fuera de mi lista de tareas pendientes.

Era así de simple.

Simple.

Mantenlo simple.

Nos detuvimos frente al bar unos minutos más tarde, y la noche se sentía todo, menos simple. Mis pantalones se sentían demasiado apretados, mi camisa demasiado baja, y mi cerebro demasiado nublado. Quería vomitar.

No quería ser casto. Eso ya lo sabía. No quería sentirme como el inmaduro mojigato que no sabía nada sobre el sexo. Odiaba no saber las cosas. El problema era... tanto como no quería ser casto, tampoco quería tener relaciones sexuales. El enigma de los enigmas. Era como uno de esos cuadrados que parecen rectángulos, pero al final te preguntas si es un rectángulo que parece un cuadrado.

Baekhyun estaba de pie frente a mi puerta, con los botines de militar golpeando el piso al tiempo que sus dedos, mientras sacaba el coche. Me cuadré de hombros, arreglé mi pelo (a medias), y seguí a Baekhyun hacia el bar.

Hice una línea recta hacia la barra, sentándome en un taburete, e hice señas a la camarera.

Ella era una posibilidad. Pelo rubio, estatura media, cara bonita. Nada especial, pero no ciertamente fuera de lugar. Podría ser bueno para simple.

—¿Qué puedo hacer por ustedes, señoritas?

Acento sureño. Sin duda una clase de chica de cosecha propia.

—Necesitamos dos tragos de tequila para empezar.

—Que sean cuatro —grazné.

Silbó, y sus ojos se encontraron con los míos. —Ese tipo de noche, ¿Eh?

No estaba dispuesto a poner en palabras qué tipo de noche era. Así que dije: —Estoy buscando un poco de coraje líquido.

—Y yo estaría encantada de ayudar. —Me guiñó un ojo, y estaba apenas fuera del alcance del oído antes de que Baekhyun rebotara en su asiento, diciendo—: ¡Ella es la indicado! ¡Ella es la indicada!

Sus palabras me hicieron sentir como si estuviera en una montaña rusa, al igual que el mundo acababa de dejar de girar y todos mis órganos estaban jugando a ponerse al día. Sólo necesitaba más tiempo para adaptarme. Eso es todo. Agarré el hombro de Baekhyun, y lo obligué a tranquilizarse. —Calma, Byun. Eres como un maldito Chihuahua.

—¿Qué? Es una buena opción. Linda. Agradable. Y, totalmente, la vi mirar tu paquete... dos veces.

Él no estaba equivocada. Pero todavía no estaba tan interesado en dormir con ella, por lo que supongo que no tenía que descartarla, pero, seguro que sería un infierno mucho más fácil, si supiera en qué estoy interesado realmente. Dije: —No estoy seguro... simplemente no hay chispa. —Pude ver venir el poner los ojos en blanco, así que dije de una forma rápida—, todavía.

Cuando la Chica Camarera regresó con las bebidas, Baekhyun pagó, y me llevé mis dos tragos antes de que él entregara su tarjeta. Se quedó por un momento, sonriéndome, antes de pasar a otro cliente. Robé uno de los tragos restantes de Baekhyun.

—Tienes suerte de que esta es una gran noche para ti, Luhan. Normalmente, nadie se interpone entre mi tequila y yo.

Tendí mi mano y dije: —Bueno, nadie va a conseguir que meta mi espada en un hoyo barato a menos que esté bien borracho, así que pásame el último.

Baekhyun sacudió la cabeza, pero estaba sonriendo. Después de unos segundos, se rindió, y con cuatro tragos de tequila en mi sistema, la perspectiva de sexo parecía un poco menos tenebrosa.

Otro camarero se acercó, éste era un chico, y pedí un Jack y coca cola para beber mientras me confundía en medio de todo este lío.

Estaba la Chica Camarera, pero no se desocuparía hasta bien después de las 2am. Era un manojo de nervios ya, así que si esto se prolongaba hasta altas horas de la mañana, estaría completamente psicótico. Sólo podía imaginar... directamente, con camisa de fuerza debido al sexo.

Había un hombre de pie junto a mí, que parecía moverse unos centímetros más cerca con cada trago que tomé, pero tenía que tener por lo menos cuarenta años. No, gracias.

Tomé un trago más de mi copa, dando gracias al camarero que fue pesado con el Jack, y examiné el bar.

—¿Qué pasa con ella? —preguntó Baekhyun, señalando a una chica en una mesa cercana.

—Demasiado fácil.

—¿Ella?

—Demasiado Hipster.

—¿Por ahí?

—Ew. Demasiado peluda.

La lista continuó hasta que estaba bastante seguro de que esta noche era un fracaso. Baekhyun sugirió ir a otro bar, que era lo último que quería hacer. Le dije que tenía que ir al baño, y esperaba que alguien atrapara su atención mientras no estaba para así poder escapar sin drama. El baño estaba al fondo, más allá de la zona de piscina y dardos, detrás de una sección con algunas mesas redondas y pequeñas.

Fue entonces cuando me fijé en él. Sí, él.

Bueno, técnicamente, noté primero el libro.

Y, simplemente, no puede mantener la boca cerrada. —Si eso se supone que es una manera de conseguir a los chicos, debo decir que me gusta.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).