¿Qué es el destino?
La gente suele creer en el destino o no hacerlo, pero nadie puede saber si existe un destino en realidad; por lo que cuando algo malo sucede, la única pregunta lógica que nos hacemos es el ¿por qué?
-¿te gustaría verlo?
-no creo que deba
-Vamos no me tengas miedo, no soy el viejo amargado que todos creen
-No es eso, es solo…
-Ven, sígueme…-dio la vuelta y comenzó a andar, algo en mi me dijo que no lo siguiera, pero hice caso omiso a mi propia advertencia y lo seguí.
Caminamos por un largo rato, nos estábamos alegando demasiado yo comenzaba a ponerme nervioso y sin siquiera pensarlo, quería que kurogane estuviera ahí, aun sin saber ni porque; tal vez sería porque a su lado me sentía seguro.
-Es aquí…- me dijo al llegar a un sitio bastante apartado, había más árboles que en el resto del lugar, pero no sabía qué era lo que quería mostrarme.
-Perdóneme, pero no veo nada
-mira bien esta justo aquí- camine al lugar que me indico y vi en el suelo, había una puerta de madera casi invisible- ábrela-me dijo; en ese momento tuve ganas de salir corriendo pero creí que estaría mal hacer eso. No era un desconocido, había sido el profesor de mi mamá y era mi vecino, así que no lo hice; cielos fui tan tonto ¿por qué no lo hice? pero ahora ese tipo de preguntas son inutiles, no lo hice y punto.
Cuando lo abrí, en seguida pude observar una escalera hecha de cuerda
-Entra…- me dijo, y obedecí.
Debo admitirlo, era un lugar hermoso, estaba lleno de faroles fluorescentes que ´colgaban del techo por todo el lugar sostenidos por finos hilos, parecía un mini planetario; al fondo había una banca, en el lado derecho un estante y en el izquierdo una mesa, me llamó la atención el cuchillo sobre ella, pero también había fruta y supuse que era para cortarla.
-Es hermoso…- le dije
-Por qué no tomas asiento- me ofreció, había cambiado las facciones de su cara, y comenzaba a verme de un modo triunfante.
-Ya he perdido mucho tiempo, tengo que irme a la escuela…- le respondí, comenzaba a ponerme nervioso
-Rechazar una invitación es una falta de respeto ¿lo sabías? Se educado y toma asiento…- me ordenó mientras me daba una botella de refresco.
-Está bien, pero solo por un momento, después me iré…- tan solo asintió con la cabeza.
Yo miraba en dirección a la salida, estaba pequeña, no me había dado cuenta de lo difícil que era entrar y salir de ahí; en ese momento vino la imagen de kurogane a mi cabeza y sentí la necesidad de estar con él.
-Mire qué hora es, llegare tarde, será mejor que me baya ahora...-se paro en seguida
- ¿Todavía no te das cuenta de lo que pasa aquí?...- me dijo cambiando de personalidad. De pronto arrancó la escalera y la tiro en el suelo, para después ponerse frente a mi
-…- no podía decir nada, estaba asustado
-Dime fye; escuché por ahí que te gustan los hombres ¿es cierto?...- lo decía un poco más calmado
-…solo uno- le respondí
- Y ya te has entregado a él
-No…
-¿Me dejarías comprobarlo?...- esa no era una pregunta que se pudiera responder, había entendido el mensaje y mi primer impulso fue patearle su zona intima y tratar de escapar de ahí, así que tiré todas las cosas que estaban sobre la mesa al suelo y la use para intentar lograr salir; pero él se recupero y me lo impidió tirándome al suelo. Ese cuarto no era grande, apenas y cabían las cosas que mencioné, tampoco era muy alto, no debió medir más de dos metros; por lo que la caída solo me quitó el aire.
Cuando me recupere, me había amarrado y me estaba desvistiendo, al mismo tiempo que me besaba, en un impulso por defenderme le mordí, entonces me golpeo y me puso las medias en la boca (eso también me impediría gritar). Él era mucho más grande y era un adulto, era natural que fuera más fuerte que yo, así que me doblegó.
No tenía fuerzas, y estaba muriendo de asco al tener aquel hombre jadeando y sudando encima de mí. Yo sabía que iba a morir, en ese momento tenía mucho miedo y no podía hacer otra cosa que no fuera llorar, pensé en mamá, en papá, en yuui y en kurgane. Entonces recordé la ves en que había besado a kurogane, y me alivie y el miedo por un momento se escondió; lo que había sido un juego de niños, me estaba dando una luz en medio de esa obscuridad y temor, el recuerdo de kurgane de algún modo me estaba salvando un vez mas como siempre lo hacía…
Aquel día estaba en la guardería, ya que mis padres habían ido al hospital porque yuui tenía un fuerte resfriado
-¡Dámelo es mío!- gritaba ya qué otros niños me quitaron un muñeco de peluche
-Los muñecos son para las niñas, dime ¿acaso eres una niña?- decía uno de los chicos
-Ya lo sabía si su cara es el de una niña…- respondía su compañero a la pregunta que me había hecho
-¡Nenita! ¡Nenita! ¡Nenita!...-gritaban al unisonó, eso me molestaba
-¡No soy una nenita!
-¡Dejen de molestarle! ¿No les da vergüenza, meterse con alguien más pequeño que ustedes?- apareció de la nada kurogane
-¡No te metas!¿ o es que eres su novio?
-no tengo la costumbre de responder preguntas estúpidas de niños estúpidos…-respondió kurogane haciendo que estos se molestaran e intentaran golpearle.Kurogane era menor que aquellos chicos y sin embargo pudo vencerlos, haciendo que estos salieran corriendo como los cobardes que eran
Después se acercó y levanto el muñeco que habían hecho caer al suelo y me lo dio.
-Ahora debes darme mi recompensa…- me dijo estirando la mano
-Pero no tengo dinero…- le respondí
-Mmm, bueno como eres una niña me conformo con un gracias…- que haya dicho eso me molesto un poco, me estaba llamando nenita también; así que me pare en la punta de mis pies y le di un beso en la boca, por lo que él se sonrojó, y luego le rebele el secreto…
-No soy una niña- vi como su cara cambio a una azul.
Así fue como conocí a kurogane, cuando él tenía 8 años y yo 6, aunque en ese momento no sabíamos el destino cruel que nos esperaba ¿Qué haría kurogane cuando supiera de todo esto? Pues se la respuesta, ahora mismo está llorando en mi tumba, ¡cielos! nunca creí verle llorar, siempre lo vi tan fuerte; pero ahora incluso me pide perdón aun cuando no tiene la culpa de nada. Quisiera decirle que no me fui, que sigo aquí; y que en realidad no estoy muerto. Porque el hecho de seguir queriéndole es la prueba de que estoy vivo; aunque ya no tenga mi cuerpo físico, yo sigo vivo.
Entre la obscuridad de la noche, estando en medio de un cementerio, puedo oír el ruido de un coche acercándose; seguramente se dieron cuenta de la ausencia de kurogane y vienen a buscarlo. Puedo divisar dos figuras, una de ellas es mi hermano yuui ¿y la otra? Creo que se trata de touya el hijo mayor del señor kinomoto ¿Qué hará aquí?
-¡¡kurogane!!...- se escucha la voz de yuui mientras se acerca corriendo - ¿Qué haces aquí a esta hora? Tus padres llamaron están muy preocupados por ti, y como no estarlo si son las 2 de la mañana.
-Fue mi culpa…-respondió kurogane de forma inaudible
-¿ehh?... deja de decir estupideces; además no le paso nada a fye, tan solo está desaparecido
-¿Por eso no viniste hoy al entierro? ¿Por qué no aceptas su muerte?...- la voz de kurogane suena molesta
- No hay cuerpo ¿o sí? Mientras no haya cuerpo la posibilidad de que este vivo existe, por eso solamente estoy preocupado; espero que fye esté bien
-Deja… deja eso ya. Encontramos sangre, su ropa y algunas extremidades de su cuerpo, es más que obvio lo que le pasó, y tú ¡ni siquiera tuviste el valor de venir a su despedida! ¡¡Era tu hermano y lo dejaste solo!!...-kurogane se puso furioso y su personalidad cambió, agarro a yuui del cuello con clara intención de golpearlo.
-¡¡Basta kurogane!! ¡Yuui no tiene la culpa de lo ocurrido!...- interrumpió toya, que estaba en silencio desde que llegó e hizo que soltara a yuui- puedo entender el dolor que sientes ahora ya que pase por lo mismo por la muerte de mi hermana, pero culpar inocentes no hará que regrese.
-Matare al culpable, lo descuartizaré vivo; eso es un juramento…- respondió kurogane para irse solo después
-Espe…- yuui fue interrumpido por touya quien había sujetado su brazo
-Déjale, necesita tiempo para reflexionar lo que hará a partir de ahora… y tu también. Seguir negándote no te ayudara…- la cara de yuui se puso seria ante las palabras de touya.
Yuui realmente no aceptaba que haya muerto y lo comprendo, porque yo tampoco lo acepto.
Ahora mismo tengo un deseo y es que mi acecinó este muerto y yo esté vivo; pero desear eso es perder el tiempo, la historia está escrita y no puede ser borrada, no pude escapar aquel día y ni siquiera me di cuenta del momento exacto en el que morí.
Había terminado su labor conmigo y sacio uno de sus más bajos instintos, me desato y de inmediato aun con mucho dolor en mi cuerpo comencé a vestirme. Quise creer que la pesadilla había terminado, quería irme lo más pronto de ahí.
-… yo… no le diré a nadie de esto… así… que por favor… déjeme ir…- sabía cuál sería su respuesta, pero valía la pena intentarlo.
-Te contare un secreto…- me dijo en respuesta a mi petición- no eres mi primera víctima y no serás la ultima. Te estado observando desde hace mucho tiempo y se acerca de tus sentimientos por ese chico llamado kurogane.
-¿Como lo sabe?...- le pregunté
-Se te nota en toda la cara cuando estas con él y, yo no soporto que otras personas tengan la felicidad que yo no tuve…- lo dijo de un modo serio y bastante molesto- esa es la razón por la que voy a matarte, te di una prueba y fallaste.
No entendí lo último pero no iba a quedarme a averiguar. En un reflejo vi el cuchillo que se encontraba tirado en el suelo; no podía alcanzarlo así que hice un movimiento rápido para cogerlo y sin pensarlo dos veces se lo clave en la pierna. Gritó y cayó al piso, yo inmediatamente me subí a la mesa y logre salir.
Todo estaba obscuro ¿Cuánto tiempo habría estado ahí adentro? No parecía que fuera mucho, pero no me puse a analizar el detalle, seguí corriendo, entonces escuché disparos, no hice caso y seguí alejándome de ahí lo mas rápido que podía.
Llegue a casa, pero no había nadie. Pude ver las decoraciones de la fiesta de cumpleaños; le había dicho a mamá que no quería que fuera una de niños, pero al parecer no me hiso caso, había globos, pastel y hasta un traje de payaso. La verdad a mi me gustaban ese tipo de cosas, pero quería parecer más maduro para gustarle a kurogane; pero si en realidad hubiera sido maduro, habría sabido que kurogane me aceptaba tal y como era.
Mi cuerpo aun temblaba, tenía mucho miedo, y entonces comencé a escuchar las voces de mamá, papá, yuui, y kurogane, y como si se tratara de magia aparecieron frente a mí.
Había policías en la puerta, papá hablaba con ellos
-Ya se lo dije, salió en la mañana a la escuela, pero nunca llegó ahí…- se oía angustiado, mientras mamá solo lloraba junto a yuui. Kurogane estaba muy serio.
-Estoy aquí…- dije con temor a que no pudieran oírme
-Es necesario esperar 72 horas para dar a una persona como desaparecida…- respondió el policía confirmando mis sospechas, no podían oírme.
-¡Como 72 horas! ¡Es un niño y esta solo ahí afuera!...- mi padre se altero
-papá estoy aquí…- le dije tratando de calmarlo, pero no me oía, trate de tocarlo y entonces me di cuenta que tampoco eso podía hacer. Comencé a asustarme aun más de lo que ya estaba; en ese momento apareció una puerta delante de mí, sin pensarlo dos veces entre.
Vi a mi acecino, estaba bañándose en mi sangre mientras partía mi cuerpo como si se tratara de un pollo (estaba en el sótano de su casa). Entonces pude comprender que estaba muerto… y lo único que hice fue gritar de dolor, impotencia y todos los sentimientos relacionados a estos. Pero aun cuando gritara no podía hacer que me devuelva la vida, y lo escuchaba reírse sabiéndose victorioso. Aunque yo sabía que en realidad no era una victoria, porque había algo con lo que él no contaba, y era el amor de unos padres por sus hijos, el amor de un hermano por su hermano y el más importante, el amor de una persona por otra sin tener algún lazo sanguíneo o algo de por medio, el amor que se da sin condiciones, el amor que kurogane tiene por mí.