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.::No diré que es amoR::. por sirenayaoi

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Notas del fanfic:

Estoy aburrida así que les traigo esto, sirenayaoi is back! (juejuejue eso se oyo patetico)

Sera un two-shot, 

la verdadera razon porque  lo subo --> aun no actualizan lo fics que sigo :/

NOTAS QUE TAL VEZ DEBERIAN TOMAR EN CUENTA TAL VEZ NO PERO EN TODO CASO:

1. ah... si, sera cursi, tratare de apegarme  a la idea de durarara! (eso significa que nadie se enamora por  obra y gracia de kami-sama)

2. Izaya sera algo tsundere :P

3. Shizuo posiblemente me quede muy sobreprotector

4. El titulo viene de una cancion para niños

 

Notas del capitulo:

como que ya puse todo :I

 

Más que su cabello negro y sus ojos caramelo con fuego sus palabras no alcanzaron sus oídos, abstraído por su imagen pulverizo  el lapicero de Shinra, que gimoteaba con caras bobaliconas recriminándose el haberle prestado algo a Shizuo.

“hay un lugar vacío allí”

Dijo sin interés el maestro, el joven  moreno sentía abiertamente  la mirada clavada sobre su persona, de arriba abajo Izaya también se puso a inspeccionar al rubio lucía curioso como un  niño pequeño con un juguete nuevo  y al mismo tiempo malicioso como un científico loco descubriendo la alquimia

-          Deja de mirarme  -   sentencio sin la menor discreción 

Retrocedió milímetros abriendo sutilmente los ojos, el estupor se le paso tan rápido que para cuando  su mente había planeado una ingeniosa respuesta sus manos ya lo sostenían por la el cuello de la camisa

“Ustedes dos! Dejen eso!”

Es innecesario decir que fueron castigados,   y así,  cuando ni un alma había, he incluso Shinra y Kadota se habían marchado esos dos seguían  ahí.  El sonido de sus respiraciones y  las uñas del menor martillando sobre el escritorio eso era todo lo que se escuchaba

-          Yo no creo que este esperando afuera o algo así -  había llegado a su límite  cuando le escucho chasquear la lengua,  y como había dicho, el maestro era la menor de sus preocupaciones  -     me voy

En un momento de  poca lucidez Heiwajima casi y se levantó de su sitio intentando detener al moreno, pero recapacito enseguida dándose cuenta de que el tampoco era algo así como un estudiante modelo, y a decir verdad, ese tonto castigo de no marcharse hasta hacer las paces era ingenuamente ridículo, primero porque nunca se disculparía por algo que  no era  su culpa y segundo porque evidentemente no tenía por qué hacerlo cuando su maestro se había marchado hace hora y media

Mucho antes que Izaya cruzo la puerta, aprovechando que su portero particular le había hecho el favor, pero al menor que la puerta se le cerrara en la cara no le hizo ninguna gracia;  con los ojos entrecerrados y una mirada de puñal tres pasos atrás del mayor caminaba  como si le echara una maldición gitana

-          No me sigas – gruño el pelí teñido, percatándose de  la presencia de ese bajito azabache

-          Solo hay una salida –respondió, con el mismo veneno

-          ¡busca tu propia salida!

-          ¿Eres estúpido? – en un arranque de ira le lanzo lo único que tenía, un embace de jugo- aparentemente si

Con el jugo de manzana escurriéndose entre sus cabellos, y la furia surcando sus venas corrió tras esa…. ¡¡maldita pulga!!!

La atraparía y después la mutilaría.   Con algo de suerte solo lo suspenderían por una semana; y antes de pensar otra cosa se detuvo en seco dándose cuenta que le  había perdido de vista, las escaleras eran la única forma de salir; y no ser que se tratara de un maniaco suicida, no pudo saltar por la ventana

-          No me  jodas… -balbuceo nervioso y sorprendido, viendo como de tantas solo había una ventana abierta- ese idiota… ¿realmente salto?

-          Eso quisieras –tras Shizuo estaba el pelí-negro, con un golpecito le hizo perder el equilibrio empujándolo por el umbral de la ventana, casi al borde de caer fue sujetado por la pulga de molesta risilla-  i-d-i-o-t-a!

Con una fuerza que no aparentaba Orihara  halo del uniforme del más alto, para después arrojarlo contra el piso

-          Oye, ameba sobrealimentada… -Unos pasos en el pasillo le distrajeron, agarrándose del marco de la ventana chasqueo la lengua al ver imposible  terminar su magnífico discurso,  observo nuevamente a Shizuo antes de lanzarse por la ventana

Sorprendentemente nadie reporto el incidente, y como si nada al día siguiente Shizuo asistió sin falta a clases, Shinra le seguía de cerca preguntándole hasta el mínimo  detalle de lo sucedido pero solo recibió una mirada fría como respuesta. Más molesto que nunca  intentaba por todos   los medios conservar la calma aunque eso era prácticamente imposible con la gran distracción sentándose junto a él, como una pulga podría ser tan molesta.

A modo de practica aplasto todas las lapiceras que tenía imaginando que eran los brazos o las piernas  del moreno, quería escucharlo gritar, esa voz suplicando que se detuviese, dicen que los seres humanos pasan toda su vida intentando encontrarle un propósito, pues para Shizuo Heiwajima todo ese conflicto existencial se solucionó al conocer a Izaya, su propósito en la vida era claro. Matarlo

-          ¿Tienes pensamientos sucios conmigo? –nuevamente en su segundo día de castigo el pelí-negro abrió la boca, se había cansado de navegar con su celular, pero no le despego la vista a la pantalla mientras hacía la indiscreta pregunta

-          Tu sí que estas enfermo –susurro volviendo a enfocarse en su hoja llena de garabatos, luego del leve sobresalto que le causo la indiscreción

-          Solo bromeaba, como si creerá que eres virgen….

-          CIERRA –que estúpida pregunta era esa, maldecía a esa cucaracha-   LA –pero la última afirmación le dejaba en claro que era un bastardo maniático, si creía que no lo malaria solo por estar en la escuela estaba muy equivocado- BOCA!

-          Entonces solo ignórame, ameba x

-           ¡¡¡ES SHIZUO!!! –se acercó al pupitre del menor y golpeando su escritorio volvió a decir- HEIWAJIMA SHIZUO!!! APRENDETELO BIEN

-          Me gustas Shizu-chan

El rubio retrocedió unos pasos, debía reconocerlo, esa no la venia venir. Pero antes que supiera como responder el otro se mataba de risa mirando divertido la expresión de ese por completo ingenuo

-          Parece que si eres virgen…. Pero en serio, ¿Cómo puedes caer en algo como eso? –decía aun entre risas- dime Izaya si quieres

-          Izaya-kun –tomándolo por el mentón le acariciaba el rostro  acortando más y más la distancia, tanto que podían sentir la respiración uno del otro- Porque no solo te mueres

Soltó con brusquedad el rostro del moreno y volvió a salir primero,  por el momento era su victoria, pronto vendría la revancha, por el momento se conformaba con el recuerdo de esa expresión, más  tarde torturaría a Izaya le bastaba con haberle dejado en ridículo.

-          ¡Maldito ameba estúpida!!!!

Gritaba aun dentro del salón

-          Eso fue asqueroso

Reflexionaba con un escalofrío en la espina, recordando a que punto le había llevado esa pulga.

No pensó más en eso, o mejor dicho no quiso hacerlo, pero solo recordar que debía verlo al día siguiente le revolvía el estómago como si hubiese comido algo descompuesto, por primera vez en mucho tiempo se fue directo  a casa  para derrumbarse contra la cama, las luces estaban apagadas y no se molestó en cambiarse o buscar un cobertor, como nunca durmió profundamente hasta el momento en que los intrusos rayos de sol entraron por la ventana chocando contra su rostro.

“Espero hayan estudiado para el examen”

A Shizuo no pareció importarle las recomendaciones del maestro, que en ese momento pasaba las hojas con la prueba de cálculo. Claro que empezó a mostrarse nervioso cuando tan solo le restaban cinco minutos para terminar el examen. 

-          Esta vez seguro que repruebo!! –lloriqueo  Shinra sentado dos puestos delante del rubio-  Shizuo no sabes lo que se siente estar bajo tanta presión!!!

-          Seguro que no –contesto indiferente dirigiendo su mirada a la ventana- tenemos deportes… donde se abra metido

-          ¿Quién?

-          Shinra!!! Como llegaste aquí!!!! –el maldito loco le había sorprendido, al parecer se movía silencioso como la muerte, porque no se dio cuenta en qué momento se acercó tanto a él

-          Ya confiesa –agrego curioso-  ¿a quien esperas???

Ignorándolo nuevamente le dejo hablando solo, de todos modos debía cambiarse para la clase de deportes, pero siendo sincero consigo mismo había notado la ausencia del peli-negro durante el primer periodo,  sintió que era normal darse cuenta de algo así de trivial, después de todo no se olvida fácilmente al sujeto que te anda lanzando papelitos durante toda la clase, al tipo de persona que hace un montón de gestos para llamar tu atención y provocar una tercera guerra mundial. Por supuesto que simplemente no se puede olvidar algo así.

Esto lo tuvo pensando bastante tiempo,  tanto así que iba de ultimo en las carreras, el profesor que había notado aquel detalle prefirió callar y es que tenía pensado conservar todos sus huesos intactos, además solo era una clase, por lo general Heiwajima era bastante atlético y eso no iba a afectar en nada.

-          Siempre eres tan lento –de la nada Izaya  se escurrió en la pista de carreras-   pero si cuando me persigues eres muy rápido   hjumn… extraño

-          ¡¿a quién llamas extraño!? – todo lo que había estado en su mente se borró en un instante, estúpido Izaya! -     y que crees que nadie se dio  cuenta de que faltaste

-          Y eso a quien le importa –se adelantó, creando polvareda tras suyo y enseguida con una velocidad increíble Shizuo le siguió el paso

Era cierto que el moreno no tenía cientos de amigos, tal vez el único fuera Shinra, aun así era imposible que nadie hubiese notado su ausencia, o al menos eso  era  lo que creía el rubio, no volvió a verlo sino hasta después, cuando lo encontró bebiendo una botella de agua, no muchos le reconocerían por la toalla sobre su cabello cubriendo parte de su cara, sin embargo tratándose de él no tardo ni cinco segundos

-          Apestas, ve a las duchas  -fue lo primero que dijo Heiwajima

-          Iré cuando todos se vayan

-          ¿Qué eres una niña?  -no entendía muy bien porque razón era el quien le hablaba-  ¿o acaso no es lo suficiente bueno para ti?

-          Nos vemos –le había hecho enfadar, se puso de pie alcanzándole la botella de agua- Shizu-chan

 

“Esto es….??”


“Un beso indirecto”

 

“En realidad está loco!!!”

 

“Izaya  es un  enfermo”

-          ¿Qué es eso? –cuestiono sin despegar la vista del celular

-          Tu agua  -se escuchaba tenso y lo estaba poco más y hacia añicos el envase de plástico

-          No la quiero  -agrego al ver que el rubio seguía extendiéndole la mano con la  botella en ella- tira eso a la basura

-          No soy tu sirviente

-          Que eres un niño –contesto sin dejar de prestar atención a ese aparato

-          IiiI z a y a !!! –había aplastado contra su escritorio la botella

El moreno también golpeo a la pobre mesa, era todo, su paciencia se había ido a la mierda, se abalanzo contra el mayor tumbándolo contra el fría cerámica apuntando su navaja contra la garganta del rubio, era mucho más alto por su puesto, y por lo mismo para inmovilizarlo se vio obligado a sentarse sobre el dorso de Shizuo

-          Estuviste todo el maldito día molestando –bajo la navaja y en su forma más inocente hizo un berrinche moviéndose bruscamente sobre Heiwajima, golpeando débilmente su pecho- Shizu-chan!!!! Eres lo peor!!!

-          No  te distraigas –Shizuo sonrió al sostener el cuello del peli-negro podía sentir claramente como su garganta se cerraba lentamente privándole del aire, que fácil sería acabar con su vida

Una débil presión en su pecho hicieron que dejara vivir a la pulga un día más, ¿cargo de consciencia? Para nada! Literalmente las manos del menor ponían resistencia intentando apartarse del mayor y por milagro de  los santos patronos de las pulgas ladinas funciono.  Nadie humillaba así a Orihara Izaya, ni siquiera esa bestia y aunque  no era lo suyo, un puñetazo en la  nariz callo al presumido de Shizuo

-          La próxima vez, te matare –su mirada canela estaba molesta, más bien lucía decepcionada, no tardo en ponerse de pie

En completo silencio la mano de Shizuo sujeto con fuerza la de Izaya impidiendo que se fuera

-          Te lo advertí! –saco su navaja intentado penetrar la piel del rubio, su muñeca sangraba pero no parecía importarle, como si nada atrajo el cuerpo del moreno para tenerlo frente a frente ahí mismo de rodillas en el piso

-          Que me advertiste…? –sus alientos chocaban, y se podía respirar la tensión- maldita pulga

-          ¿vas a besarme?

Como en un acto reflejo el rubio libero de inmediato al menor, sus palabras le habían tomado por sorpresa, y no era solo eso, comenzaba a sospechar de la sexualidad de Orihara, porque insinuaba siempre ese tipo  de cosas, que su retorcida mente no podía idear algo mejor para salirse con la suya, seguramente era eso.  Pero si disipaba un poco la niebla era cierto que nunca lo había visto con alguna chica, y de hecho era bastante lindo para ser un muchacho, ¿sería transformista?

-          Izaya… tu? … eh?...  –miro a su alrededor y se vio solo-   Cuándo demonios se fue…?

Aunque no verlo ahí fue lo mejor,  porque de estar allí, quien sabe que estupidez le hubiese preguntado el mayor. Ante su descubrimiento de que le sangraba la muñeca decidió limpiarse, mientras caminaba  por los corredores en dirección al baño volvió a repasar todo lo que había sucedido hasta el momento, ¿y si Izaya era una chica? ¿Estaba bien golpearla? Como fuese no podría sacarse eso de la cabeza hasta que lo confirmara o refutara pero  debía ser lo antes posible o terminaría hecho un manojo  de nervios

-          ¿Qué eres un perro? –Izaya estaba ahí, mojándose el cabello- Parece que me seguirías por mi olor

-          ¿Hay alguien más?

-          Son como las once  -casi media noche y esos dos  seguían ahí- ¿tú qué crees?

-          Qué bueno

Como en su diccionario no existía la palabra “delicadeza”  bruscamente sujeto por los hombros al menor, lo primero que hizo fue acariciar su cabello, tímidamente por supuesto ruborizándose un  poco por la vergüenza que sentía; confirmado era lacio y realmente  suave al tacto, bajo su mano  para pasarla por  su rostro; su piel era aún más suave, tanto así  que incluso acaricio sus mejillas, y noto algo más, Izaya le miraba fijamente, no como si estuviese sorprendido solo estaba ahí, parado sin oponer resistencia como si su alma no estuviese dentro, y solo fuera un contenedor vacío; pero gracias a eso pudo observar el color particular en sus ojos, enigmáticos como el mismo.

Desgraciadamente  eso no le decía nada,  trago saliva  para lo que estaba por hacer, el lucía incluso más nervioso que el mismo peli-negro que no mostraba señales de vida; aun así  se atrevió a subir lentamente  la camisa de  Izaya para después meter una mano por debajo.

-          ¿Qué alivio que sea hombre?  ¿verdad? –dijo despidiéndose del semi traumado Shizu-chan que golpeaba su cabeza contra la pared-   Ahora si puedes golpearme

Eran exactamente las once cincuenta y nueva cuando el pelí-negro cruzaba las puertas de su hogar provisional, Shinra Lucía preocupado de verlo llegar tan tarde, de todos los días de ese castigo era la primera vez que llegaba a esas horas

-          Parece que hoy su control fue más estricto, ¿paso algo? ¿te sientes mal?

-          Nada interesante, solo me manosearon, nada interesante

-          ¡¡¡¿¿¿TE MANOSEARON!!!??? ¡¡¡¿¿PERO…???¡¡¡ ¿CÓMO??? ¿¿CUÁNDO??? ¿DÓNDE???

-          Buenas noches –le dijo al entrar a su habitación cerrándole  la puerta en la cara

Notas finales:

eue...  posiblemente ponga lemon, por lo menos leve tal vez quizas... aunque la idea de este fic es solo un romance tierno y puro. Hasta aqui, hasta  otra ._./


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