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Cambio por Zhena HiK

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Notas del capitulo:

Debo admitir que estoy bastante sorprendida... muy, muy sorprendida y al mismo tiempo halagada. Cuando inicié con éste proyecto en mi cabeza, lo hice por darme un gustito ya que comenzó a gustarme ver a Zoro con Law, y bueno, dije ¡Qué mas da, escribiré algo así para darme gusto! Lo publiqué porque mi querida amiga Isis me alentó, y en ese momento no imaginé que la pareja llegara a tener aunque fuera un solo voto. 

...Y sin embargo, van ganando, está muy reñida la votación, pero hasta hoy, Law va ganando por dos votos. Sigo sin creerlo. Advierto que NO significa que ellos queden juntos al final, porque para ser honesta con todos ustedes, pueden esperar una u otra cosa al final, ni yo misma lo sé, sólo tengo en mente la situación que me llevó a iniciar la historia, la cual la veremos en el siguiente capítulo y obvio tiene que ver con el título principal. 

Vuelvo a agradecer todo su apoyo, porque en verdad el que me dejen sus comentarios me hace querer apurarme para escribir y no hacerlos esperar mucho :) en verdad he estado nadando en tarea, pero prometo dar lo mejor de mí para actualizar rápido. 

No se pierdan la votación oficial, que IsisDoll nos hizo el favor de hacer... ella sí que está emocionada por la historia, ¡Gracias hermosa, me contagias tu emoción!

Encuesta oficial

Capítulo III
—X—

Chopper llevaba todo el día tras Zoro, no le daba respiro al espadachín que ya deseaba comenzar su entrenamiento, pues sentía los músculos casi entumidos, pero no quería ser grosero con el médico.

— Estoy bien, Chopper, lo que necesito es moverme. – reclamó algo desesperado, estaba sentado en el césped que había en la cubierta, uno de sus brazos recargado en su pierna y con el otro levantaba una pesa de proporciones descomunales.

— Pero Zoro, no te esfuerces demasiado… - regañaba el doctor.

— No lo haré, sólo ejercitaré un poco los brazos.

Cuando finalmente el reno se rindió, Usopp y Luffy le invitaron a pescar junto a ellos, así que ahora, los tres estaban sentados en la barandilla con una caña en mano, esperando por algún pez que mordiera el anzuelo. El tirador contaba sus clásicas historias de aventuras que sólo habían sucedido en su imaginación, pero que emocionaban a los otros dos crédulos.

— Tal vez una pelea cuerpo a cuerpo te ayude a desentumir esos músculos. -  mencionó Law, que cruzado de piernas estaba sentado en la especie de banca que rodeaba el mástil.

— ¿Te estás ofreciendo para que te golpee? – preguntó Zoro, girando un poco su vista hacia el médico recién llegado.

— Pareces muy confiado en que sería yo quien pierda… - Law no esperó otro comentario, se puso de pie dejando la espada que siempre traía con él, ahí mismo donde había estado sentado, abrió su abrigo negro que le cubría casi todo el cuerpo y se lo quitó, al igual que su camisa bajo éste quedándose sólo en pantalón, dejando al descubierto los tatuajes que tenía en sus brazos y el pecho.

Zoro que ya estaba únicamente en pantalón, se puso de pie y movió su cuello de un lado a otro logrando que sus huesos tronaran relajándose. Miró a Law hacer algo parecido con sus articulaciones y después acercarse hasta él, quedando a menos de un paso de distancia.

— ¿Qué apostaremos? – preguntó Law mordiendo de manera casi imperceptible su labio inferior queriendo contener una sonrisilla.

— Nunca hablamos de apostar. – se quejó Zoro.

— Pensé que podría ser más divertido… - Law se inclinó al frente cruzando su rostro con el de Zoro hasta dejar sus labios cerca del oído de este último. - Tengo muchas ideas divertidas que te involucran.

Zoro no fue consciente de la mirada de su capitán, que estaba sobre ellos dos, había dejado de escuchar las palabras del tirador, su vista estaba fija en la cercanía de Law hacia Zoro, quien colocó una mano sobre el pecho del más alto y le empujó un poco, pero sus rostros aún estaban cerca, muy cerca. Todo eso desconcertó al mugiwara, pues sintió una vez más ese extraño vacío que le golpeó de pronto en la boca del estómago, ¿Sería hambre? O eso es lo que había pensado una vez más.

— Zoro, Torao, vengan a pescar con nosotros. – gritó poniéndose de pie de un salto y caminando hasta ellos, dejando a Usopp con la palabra en la boca.

Law no pudo contener la sonrisa en su rostro ante la situación tan graciosa, pues era obvio que Luffy estaba celoso y trataba de llamar la atención de ellos. Lo único que no sabía Law era si el mugiwara estaba consciente de esto o sólo lo hacía como un acto reflejo.

— Zoro quería entrenar un poco, sólo pensaba ayudarle, ¿Quieres intentarlo también, mugiwara-ya? – invitó el doctor, mirando al menor parado junto a ellos. Luffy pensó que algo dentro de aquella frase estaba raro pero no supo qué era así que se limitó a contestar.

— Suena divertido. – exclamó Luffy con emoción, comenzando a darle rápidas vueltas a su hombro como parte de su calentamiento.

— Pero no podrás utilizar tu habilidad, Luffy. Lo mismo para ti, Trafalgar.

— Pensé que ya habíamos entrado en confianza, llámame Law. – pidió con voz melosa. Fue en ese momento que Luffy comprendió, a él le decía mugiwara-ya y a Zoro le decía simplemente por su nombre, aunque pensó que quizás era porque desde que habían zarpado de la última isla, Law siempre parecía estar con Zoro, cosa en la que al parecer nadie había reparado.

— Si rompemos algo, Nami nos golpeará. – les advirtió, ignorando el coqueteo de Law. Para suerte de Zoro, parecía ser que su capitán no había entendido las insinuaciones que había hecho el doctor cuando desayunaron el día anterior, y esperaba que esta simple petición fuese menos obvia para él.

— Shi shi shi, será divertido, yo quiero comenzar. – pidió Luffy entre risas.

— Hagámoslo así… - comenzó a explicar Zoro. – el primero en caer de lleno al suelo pierde y el que quede de pie pelea con el otro.

— ¡Sí, sí! – gritaba ya muy emocionado Luffy.

En pocos segundos ya tenían público debido a los gritos emocionados de Luffy. No era precisamente lo que Zoro esperaba, seguro Nami comenzaría con sus regaños como siempre. Para Law tampoco fue lo que esperó, ya que él deseaba un uno a uno con Zoro y de ser posible sin testigos y con menos ropa de la que traían puesta, pero, ya habría tiempo para eso…

Luffy se colocó su sombrero y se puso en posición de ataque, Zoro esperó a unos pasos de él mirándolo directo, las únicas veces que había peleado con su capitán, habían sido por algún malentendido y la situación no fue muy lejos, sin embargo ahora se trataba de un simple entretenimiento que les serviría para entrenar, lo que más le gustaba a Zoro era ver la sonrisa de su contento capitán, parecía un niño chiquito al que le habían ofrecido todos los juguetes que deseara, o en el caso de Luffy parecía como si Sanji le hubiera ofrecido un manjar lleno de carne, así de amplia era la sonrisa que su rostro ofrecía en esos momentos.

El primero en moverse fue Luffy que se acercó rápido a Zoro, atacando con su derecha directo hacia el estómago del espadachín, que contuvo el golpe con su mano y devolvió con la otra el mismo gancho, alcanzando a golpear el aire pues su capitán se desapareció de su vista, atacándole desde la espalda, pero eso no sería suficiente para ganarle, así que con la misma velocidad que el de cabello negro, Zoro se agachó y giró sintiendo que la mano izquierda de Luffy conectó con su estómago al mismo tiempo que la suya había alcanzado a golpearle el rostro.

Debido a la fuerza del impacto, ambos retrocedieron un poco, iniciando de nuevo una serie de rápidos golpes, mezclando algunas patadas con los puños, la pelea era pareja, la fuerza inhumana de Zoro contrastaba con la velocidad de su capitán, que se movía como si fuera un ser incorpóreo, apareciendo de pronto a su espalda. Pero la habilidad de ambos era tanta que el duelo se alargó por extensos minutos, quizás un poco más de media hora.

Se podía ver a Law sentado cerca del lugar de la pelea, apreciando la buena vista que tenía, aunque se inquietó un poco cuando miró el rostro por demás pálido de Zoro y su pecho respirando cansado, no conocía bien la fuerza del espadachín, pero estaba seguro que ese cansancio no era normal con la condición que se notaba que tenía. Se puso de pie y caminó hasta ellos, esquivando varios golpes en el proceso, convirtiendo aquella batalla que dio inicio con dos personas, en tres.

Al entrar su objetivo era detenerlos y sacar a Zoro pues por lo visto aún no estaba listo para una pelea de cuerpo a cuerpo tan intensa, ya que era obvio que Luffy a pesar de su físico no era un oponente sencillo, aunque eso cualquiera de los que estaba presente lo sabía, pero se vio enredado en la emoción del momento y al esquivar varios golpes que cortaron el aire directo hacia su rostro, se agachó golpeando las piernas de Luffy que perdió el equilibrio pero saltó hacia atrás parándose en sus manos cual malabarista y se puso de pie rápido corriendo hasta Law para devolver el ataque.

Zoro no pensaba quedarse afuera de la contienda, por lo que de un golpe con el que apenas rozó un costado del shichibukai lo obligó a retroceder por el impulso de la fuerza ejercida, dirigiéndose rápido contra Luffy para alejarlo del mismo modo, logrando que sus pasos trastabillaran pero sin caer.

Se detuvieron un segundo a respirar, los tres formaban una especie de círculo en el que lograban mirarse directamente. Zoro limpió con el dorso de su mano una línea de sangre que corrió de su boca hacia su barbilla, siendo sustituida por otra igual que no limpió pues la herida aún continuaría sangrando.

Y la contienda continuó por un largo rato más para sorpresa de los presentes, que de alguna manera disfrutaban viendo la situación tan pareja.

Law que había olvidado su principal objetivo cuando se puso de pie, miró de nuevo al espadachín, notando que su cansancio era mucho mayor al de Luffy, que había comenzado a combatir al mismo tiempo, así que se las ingenió para de alguna manera adivinar los movimientos de Zoro y coordinar los suyos, sorprendiendo al capitán de los sombrero de paja por la precisión con la que ambos le habían emboscado y mandado directo al suelo.

Y contrario a todo pronóstico, Luffy estaba tirado con ambos brazos estirados hacia los costados, respiraba con fuerza y se reía feliz.

— ¡Otra vez! – pidió sentándose. - ¿Qué sucede? – preguntó Luffy acercándose hasta Zoro que estaba sentado a unos pasos de él con Law a su lado tendiéndole la mano.

— Ya te dije que estoy bien, Law. – se quejó Zoro.

— No me hagas utilizar la fuerza. – amenazó el dueño de esos agresivos ojos grises.

— Quiero verte intentarlo…

Law estiró su mano y tomó la del espadachín, desapareciendo de pronto después de escuchar al mayor murmurar un simple room.

Luffy se permitió fruncir el ceño al no comprender lo que sucedió, ¿Zoro estaba bien? ¿Qué pasó? Se levantó dispuesto a buscarlos, tenían que estar en el barco, no había lugar a donde hubiera podido irse.

Zoro apareció en la bodega que resguardada tras un candado por fuera, impedía a cualquiera que no tuviera la llave entrar. Era ahí donde guardaban los alimentos no perecederos para evitar que su capitán los consumiera todos.

— ¿Por qué hiciste esto? – reclamó Zoro recargado contra la pared, viendo a Law frente a él.

— Para estar a solas contigo, por supuesto. – mintió, pues aún cuando sí quería estar así con el espadachín, lo había hecho por otros motivos.

— Deja de jugar. – regañó empujándolo y caminando a la salida.

— ¿Quieres que te vean así como estás?

— ¿De qué hablas?

— ¿Ahora vas a fingir que no te sientes mal?. Te comprendo, un espadachín orgulloso no podría aceptar algo así, ¿Cierto? Zo.ro. – separó en sílabas aquel nombre que tanto le gustaba repetir. – Volveremos a la cubierta, pero en menos de lo que piensas tendrás a tu doctor cuidándote y a mugiwara-ya sintiéndose mal por lo que te hizo.

— Luffy no me hizo nada. – corrigió Zoro devolviendo sus pasos enojado por el comentario de Law, a quien dejó entre la espada y su cuerpo, no importando que el otro fuera mayor en estatura, sus miradas conectaban.

— Yo lo sé. ¿Pero estás seguro que él piensa igual?

La agresividad de Zoro disminuyó, dio un paso hacia atrás, pensando en lo que el otro acababa de insinuar.

— Eres igual de despistado que mugiwara-ya, deberías hablar con él, pero antes… - Law invirtió de nuevo los papeles, mandando a Zoro a chocar con la pared y atraparlo ahí con su cuerpo de manera descarada, dejando su pierna en medio de las de Zoro y sus manos deteniendo el cuerpo del menor empujándole por los hombros. – Ya que estamos aquí, deberíamos aprovecharlo.

Zoro miró fijo los ojos grises que se habían acercado a su rostro. Y para sorpresa de Law el espadachín inclinó un poco su rostro hasta dejarlo a unos centímetros de distancia de los labios ajenos.

— No me trates como una chica... – la mano de Zoro subió al cabello de Law y lo apretó entre sus dedos. - …porque no lo soy. Así que tendrás que hacer mucho más que esto. – aclaró.

Law no esperaba otra respuesta por parte de Zoro, y cabía mencionar que sólo lo había hecho que se interesara más.

— Sigues débil por el veneno aunque te hagas el fuerte, Roronoa-ya – dijo regresando un momento a las formalidades a las que estaba acostumbrado. – Así que vas a tomar lo que te dé.

Y tras esa advertencia aparecieron ahora en la enfermería, en la cual iba entrando Luffy y Chopper, que ya buscaban a Zoro. Encontrando a ese par en una posición muy incómoda, pues Law se había permitido abrazar a Zoro, que molesto estaba a punto de empujarlo cuando los otros entraron.

— Despídete de tus manos la próxima vez que me abraces así. – murmuró Zoro acercando el rostro al otro para que los recién llegados no escucharan.

— Zoro, Torao – llamó Luffy acercándose a los dos. - ¿Qué pasa, Torao? ¿Zoro está bien?

— Zoro quiere hablar contigo, mugiwara-ya. Los dejaré. – dijo separándose y mirando a Chopper que entendió y salió también tras el mayor.

Zoro fulminó con la mirada a Law antes de que éste se fuera, pues había forzado una conversación con Luffy de la cual él no se sentía seguro aún, pues no sabía ni qué decirle. No solía ser bueno con las palabras.

— ¿Por qué te dice Zoro? – preguntó Luffy curioso.

— Yo se lo pedí, me fastidia tanta formalidad. – aseguró refiriéndose a las personas que le llamaban por su apellido, como aún en ocasiones lo hacía el shichibukai.

— ¿Qué ibas a decirme? – la sonrisa de Luffy no se hizo esperar, iluminando su rostro.

— Yo, pues… - Zoro se recargó en la camilla y subió una de sus manos hasta rascar su cabeza sin saber qué decir o preguntarle a su capitán. – Lo que me pasó… yo, estoy bien. – dijo.

— ¿Estás bien?

— Lo estoy, y lo que pasó ese día fue mi culpa, fui descuidado y cuando me fui a bañar noté la herida y un suave ardor en ella pero, no le di importancia. Así que es mi culpa lo que pasó. ¿Entendido?

Luffy lo miró serio, sus cejas estaban más juntas de lo acostumbrado.

— No fue culpa de Zoro, fui yo… - corrigió Luffy.

Zoro se permitió elevar su mano y tocar la mejilla de su capitán con extremo cuidado, evitando que el otro le fuese a rechazar. Conectó sus ojos con los de Luffy por segundos que le parecieron suficientes para alegrarle, pues no recordaba un momento antes donde hubieran estado así de cerca y disfrutando ese contacto.

— ¡Dije que fue mi culpa! – los ojos verdes de Zoro eran fieros, casi los de un felino depredador mirando a su víctima. - Lo que pasó ya no tiene importancia, ya estoy mejor y voy a salir de esto, pero si tú te sientes mal… eso me… me hace… ¡Estaré bien, Luffy! – declaró.

La sonrisa de Luffy fue entonces genuina y eso el espadachín rápido lo reconoció, subiendo su otra mano y atrapando así con ambas, el rostro de su capitán. Los ojos negros miraban fijamente los de Zoro manteniendo un contacto visual por largos segundos.

— ¿Por qué Torao desapareció contigo? ¿Pasa algo? – la pregunta de Luffy le tomó por sorpresa, y más al sentir una mano del menor sobre la suya, el contacto le hizo sentir un suave toque eléctrico.

— Es doctor, es igual de paranoico que Chopper, pero ya estoy bien.

— Zoro es muy fuerte. Shi shi shi. – la risilla de Luffy llenó la habitación.

Zoro le soltó y dejó que sus labios dibujasen una sonrisa sincera, le gustaba mucho ver a Luffy sonreír como lo hacía justo en ese momento. Su sonrisa siempre le había parecido contagiosa.

— Quiero pelear con Zoro otra vez. – pidió emocionado.

— Cuando lleguemos a alguna isla lo haremos, así tendremos más espacio y libertad. – explicó, aunque era más que nada un pretexto pues admitía que se había sentido muy cansado, mucho más de lo que sería normal en él durante su pelea con su capitán, y cuando Law se había metido había sido peor, pues ahora eran dos oponentes a los que debía atacar y de los cuales defenderse.

—XI—

Ese día pasó normal, Luffy había vuelto a su estado de ánimo natural y despreocupado, jugando con Usopp y Chopper, que también había decidido darle un respiro a su paciente el cual había asegurado que ese día no haría más ejercicio.

— A ti te estaba buscando. – dijo Zoro enojado caminando en dirección a Law que estaba sentado leyendo en la habitación donde estaba el acuario.

— Me da gusto escuchar eso. ¿En qué puedo ayudarte? – preguntó mirando al espadachín llegar hasta él y tomarle con ambas manos del cuello de su abrigo.

— ¿Qué estabas pensando? – regañó por haberle hecho hablar a la fuerza con Luffy. – No te vuelvas a meter en mis asuntos. – amenazó.

Law por primera vez en ese momento conectó sus ojos directo con los de Zoro, que sin haberse dado cuenta, tenía a Law preso contra el sillón en el que estaba, pues al tomarle por la ropa se inclinó hacia enfrente y sus rostros quedaron cerca debido a ese impulso.

— Te estaba haciendo un favor, Roronoa-ya. – dejando el libro a su lado, subió sus manos y con fuerza jaló las de Zoro que aún le mantenían sujeto por la ropa, dejando sus rostros a escasos centímetros. -…Pero no vuelvo a cometer ese error. –aseguró.

— No estabas ayudando, tratas de burlarte de mí. – renegó. Law se cansó de la situación y cambió posiciones, sentando a Zoro y colocando su pierna entre las del espadachín. Sus rostros se mantuvieron peligrosamente cerca. Zoro mantenía el ceño fruncido en molestia, ignorando la cercanía a causa de ello.

— Hay muchas cosas que haría contigo, y burlarme no es una de ellas. – Law acortó la distancia más de lo debido, apenas rozando los labios de Zoro pero sin llegar a tocarlos se desvió hasta su oído en el cual murmuró. - ¿Qué dices?

Zoro subió sus manos y tomó a Law de la cintura, sentándolo sobre él de un movimiento, después aprovechó la cercanía de sus rostros para hablarle al oído.

— Digo que tendrías que tener mucha suerte. Deja de jugar conmigo, ya te dije que no soy una chica impresionable.

Law aprovechó el movimiento y dejó caer su peso sobre Zoro. Una de sus manos se aferró al respaldo del sillón y la otra tomó de la barbilla el rostro del espadachín que trató de zafarse sin éxito.

— Me gusta que te hagas el difícil. – confesó. – Pero recuerda que no siempre viajaré con ustedes, deberías apresurarte en cambiar de opinión, te aseguro que sería divertido.

— Tengo curiosidad por saber algo… - la mano de Zoro subió y retiró la de Law que aún le apresaba por la barbilla. - ¿Qué intentas en realidad con éste jueguito? ¿Ganarte mi confianza? – preguntó entrecerrando los ojos un poco.

— Me gustaría ganar algo más que tu confianza. – Law aprovechó la cercanía restregando un poco su cuerpo con el otro. – Tus espadas parecen no estar muy celosas, ¿Qué dices si aprovechamos su aceptación?

Fue el turno de Zoro para reír. Law era insistente y debía admitir que ahora él había sido el causante de aquella posición en donde el espacio personal se había perdido, pero no por ello significaba que tener al mayor insinuándole cosas los últimos días le hubiera hecho cambiar de opinión.

— Sigo sin confiar en ti, y lo que sea que desees con mi capitán, primero tendrás que enfrentarte a mí. – la voz de Zoro se puso seria, su expresión también. Después empujó al otro que no opuso resistencia.

— Quizás debería tratar de consumar mi alianza con mugiwara-ya, no he hablado mucho con él… - Zoro detuvo su camino y giró a ver a Law, sabía perfecto que estaba diciendo esas cosas para provocarle, y aún así le molestaba la forma en que hablaba de Luffy. - …Una alianza requiere cierto grado de intimidad entre los capitanes, ya sabes, para ponerse de acuerdo en muchas cosas.

— Lo estás haciendo bien. – Zoro regresó sus pasos de forma lenta, el chico de ojos grises ya se esperaba alguna clase de ataque por parte del espadachín, pero sólo sintió el filo de una espada sobre su cuello. – No vuelvas a insinuar eso porque…

— Hola, mugiwara-ya.

Zoro giró la vista y sólo pudo mirar a Luffy entrando.

— Zoro, dijiste que hasta que estuviéramos en una isla, ¿Van a jugar sin mí? – preguntó haciendo pucheros y acercándose. Zoro guardó de mala gana su espada, dejando su amenaza para otro momento.

— Si Zoro no quiere jugar contigo yo podría hacerlo… - Law se ofreció, recibiendo una mirada asesina por parte del espadachín. – Roronoa-ya tampoco quiere jugar conmigo. – dijo serio, dirigiendo su mirada hacia Luffy.

— ¡Sí, yo quiero jugar! – la voz contenta de Luffy se escuchó por toda la sala del acuario.

— ¿Jugamos antes de dormir? – indagó el más alto.

— ¡No! – Zoro fue más rápido en responder antes que su capitán. – Tú vas a dormir conmi… hacer guardia conmigo. – corrigió refiriéndose a Law quien le miró serio. – Luffy tú, ve a dormir. – Zoro debía tener vigilado al ojigris, de otro modo se sentiría muy inquieto.

— Zoro no quiere jugar conmigo.

El aludido se acercó a su capitán y colocó su mano sobre el sombrero que Luffy llevaba puesto, sonriéndole y buscando la mirada del menor hasta encontrarla.

— Claro que jugaremos, pero ya te dije cuando… ¿Está bien, capitán?

Luffy rió y brincó emocionado enredando su cuerpo en su espadachín que no esperaba esa acción y menos esa cercanía, por lo que su reacción inmediata fue llevar sus manos hasta la cintura del otro.

— Yo también quiero dormir con Zoro. – dijo un inocente Luffy aún enredado en el cuerpo del espadachín, sus brazos rodeaban el cuello de Zoro y sus piernas la cintura de éste. – Será divertido. – afirmó.

— Yo también creo que sería divertido dormir con él. – secundó Law. Zoro le daba la espalda y por eso no pudo dirigir su mirada asesina hacia el mayor. Law y sus comentarios. Luffy bajó de Zoro quedando aún de pie frente a él, le miró serio y después soltó la pregunta.

— ¿Ustedes no han dormido juntos?

Zoro sintió de pronto que algo se le había atorado en la garganta y le provocó tos, Law quería reír pero pensó que quizás sería muy grosero de su parte así que se limitó a reprimir la sonrisa en su rostro para no perder la credibilidad.

— Hoy lo haremos.

— No es así, Luffy… yo… él, bueno, cuando estamos arriba…

— …En lo último que Zoro piensa es en dormir… - completó Law, parándose tan cerca de Zoro que éste le golpeó con el codo.

— Luffy, ¿Cómo pudiste hacer una alianza con éste tipo? – preguntó desesperado Zoro.

— Porque él me lo pidió. – respondió tan natural y honesto como siempre.

— Arrgh, Luffy, ¿Qué clase de respuesta es esa? – podía estar enamorado de su capitán desde hacía mucho tiempo, pero nunca terminaría de entender esa confianza ciega que le tenía a las personas, aunque sin duda era una de las características más significativas de su capitán y parte de lo que él amaba, pero en ocasiones como ésta preferiría que eligiera mejor a sus aliados.

— Acéptalo, Roronoa-ya, estaré con ustedes un buen tiempo… - advirtió pasando su brazo por los hombros de Zoro y acercándolo hacia él. Zoro cruzado de brazos negó un poco con su cabeza. Luffy mantenía su sonrisa ingenua.

—XII—

— ¡Sanji, Sanji! – esa tarde Zoro se había despertado al son de varios gritos por parte de su capitán, que había estado repitiendo a todo pulmón el nombre del cocinero. No fue precisamente de su agrado despertar de ese modo.

Zoro se estiró aún sentado en el suelo del puesto del vigía, miró a su lado sus espadas y se puso de pie acomodándolas en su lugar sobre la cintura. Después bajó de un brinco hasta cubierta, en donde miró a Luffy sentado sobre un animal enorme mientras reía feliz.

— ¡Zoro, mira lo que pude pescar! – sus brazos extendidos hacia el cielo en señal de triunfo, mientras la sonrisa iluminaba su expresión. La risa de Luffy era contagiosa así que se permitió sonreír.

— ¿Qué quieres, Luffy? – la voz del rubio se escuchó apenas atravesando la puerta. Cuando miró la escena, retiró su cigarrillo de la boca y sonrió. – Eso servirá para una buena cena, tráiganlo a la cocina. – aún cuando el animal eran grande para ocupar un buen espacio en la cubierta, el rubio conocía lo mucho que comían sus nakamas, sobre todo el capitán.

Zoro se sentó cerca del mástil frente a la habitación de los chicos y desde ahí miró divertido lo contento que estaba Luffy, riendo ruidoso ahora de pie sobre el animal, Usopp —al que apenas había notado ahí, le gritaba que bajara del animal para que le ayudara a quitarlo de ahí, pero el capitán le ignoraba como siempre debido a su felicidad.

— Zoro, ayúdanos. – pidió Usopp, pero antes de levantarse sintió una mano sobre su hombro detenerle, cuando se giró pudo ver a Law sentado junto a él. No permitió que su sorpresa se reflejara pero debía admitir que el tipo le había tomado por sorpresa al aparecerse ahí.

— ¿Quieren que lo lleve a la cocina? – preguntó el recién aparecido.

— Sí. – pidió Usopp, Law elevó una de sus manos y sin necesidad de decir nada el animal desapareció, dejando caer a Luffy al suelo donde cayó de sentón.

— ¡Eso fue genial! – gritó emocionado acercándose. - ¡Hazlo otra vez, anda, hazlo conmigo! – pidió Luffy parado frente a Law y Zoro, a éste último no le hacía ninguna gracia.

— ¿Quieres que lo haga contigo? – preguntó Law en cierto tono. – Yo pensaba hacerlo con Zoro pero si prefieres…

— ¿Quieres dejar tus comentarios para después? – fue el turno de Zoro de hablar, viendo a los ojos de Law, quien devolvió la mirada divertido del poco espacio que quedó entre sus rostros. Fue en ese momento en que el espadachín notó la cercanía del otro, sintiendo el brazo y la pierna de Law pegadas a sus extremidades.

— Mejor Zoro y yo juntos. – dijo Luffy tomándolo del brazo y parándolo junto a él. Law no pudo evitar la sonrisa divertida en su rostro. ¿Eran celos lo que acababa de ver?

— Como prefieran. ¿A dónde quieren ir? – preguntó cruzándose de piernas.

Luffy se permitió tomar la mano de Zoro, ante el nerviosismo del espadachín que no comprendió la acción de su capitán, pero era obvio que no le disgustaba así que no hizo nada por retirar su mano del agarre.

— Vamos a… el almacén. – pidió levantando su mano libre. Ahí era donde guardaban los alimentos, así que sería muy conveniente para el capitán aparecer dentro de ese lugar.

Y fueron unos cuantos segundos los que tardaron en aparecer tirados dentro del almacén, en donde Luffy estaba sentado en el estómago de Zoro que estaba tendido por completo en el suelo, murmurando maldiciones hacia el mayor de los doctores.

Apenas abrió los ojos después del golpe, Zoro se trató de incorporar, sintiendo un peso extra en su estómago, Luffy apenas se enderezaba, mirando alrededor pues ahí estaban guardadas muchas cosas que podía consumir, así que poco le importaba seguir sentado en el espadachín, cuando intentó ponerse de pie Zoro le tomó del brazo y le detuvo sentándose también, logrando que Luffy quedara sentado en el piso, pero sus piernas aún parecían enredadas en la cintura del mayor.

— Espera Luffy, no lo hagas… - le dijo.

Luffy sintió algo extraño, una vez más estaba esa sensación tan fuerte en su estómago, pero ahora se había expandido hasta su pecho y aceleraba su corazón. Él nunca era observador, nunca se fijaba en los pequeños detalles porque así era su naturaleza despistada y despreocupada, pero en ese momento su vista bajó hasta la mano del espadachín que le retenía del brazo, pudo entonces notar que también estaba sentado frente a Zoro y la cercanía de sus pechos era abrumadora.

Zoro notó la mirada de su capitán que examinaba sus posiciones, sus ojos un poco más abiertos de lo normal, en ese momento sintió pánico y soltó el brazo que tenía preso, recorriendo su cuerpo hacia atrás para ponerse de pie. ¿Qué era lo que había en la mirada de Luffy? ¿Por qué parecía sorprendido con sus posiciones?

Él nunca se había fijado en ese tipo de cosas, él podía abrazar o enredarse con los demás violando su espacio personal cuando deseaba algo o cuando estaba alegre, y el hecho de que se viese algo afectado por eso le aterró. Zoro se puso de pie y ya mejorando su postura, estiró la mano hacia su capitán.

— Vamos a salir de aquí, Luffy, si estamos mucho tiempo y nos descubren, el cocinero pervertido nos querrá matar.

— Pero Zoro, ¡Hay comida! – se quejó con voz de niño regañado.

Zoro miró a su capitán parado frente a él y con una expresión inconforme en el rostro. Se acercó a él y acomodó el sombrero de paja que ahora estaba mal puesto por el movimiento, se agachó para que sus ojos conectaran directamente con los del menor y sólo entonces habló.

— ¿Recuerdas el animal que acabas de pescar? – preguntó ante el movimiento de cabeza positivo del otro. – Sanji debe estarlo cocinando…

Y eso fue todo lo que necesitó escuchar Luffy para que su mente se llenara con ese pensamiento, carne cocinada por Sanji. Pero antes de que saliera corriendo hacia la cocina, volvieron a aparecer en cubierta frente a Law.

— ¡Comidaaaaa! – gritó Luffy corriendo hacia la cocina.

— Roronoa-ya...

Law apenas había hablado, dirigiéndose a Zoro como era su costumbre por el apellido y con su muletilla pues no se acostumbraba del todo a llamarle por su nombre. Cuando se puso de pie para acercarse al espadachín, ambos quedaron sorprendidos al ver el brazo de Luffy estirarse hasta envolver la cintura de Zoro y llevárselo hasta las escaleras que daban hacia la cocina. Lugar donde Luffy estaba de pie sonriendo.

— ¡Maldición, Luffy!, ¡¿Por qué hiciste eso?! – preguntó Zoro sobándose la cabeza donde se había golpeado contra el barandal de la escalera. Se puso de pie mirando a Luffy que no retiraba su vista de Law aún con una sonrisa impresa en el rostro, después de unos segundos giró la vista hacia el espadachín y agrandando la sonrisa se acomodó el sombrero y habló.

— ¡Es hora de comer, vamos a comer! – exclamó emocionado corriendo hasta la cocina y dejando a Zoro confundido.

No se podía decir que Law estuviera sorprendido, porque había visto algunas acciones de Luffy que le dejaban ver que aunque no era consciente de sus celos, lo estaba. Luffy estaba celoso de él y sus acercamientos a Zoro.

…La situación no podía ponerse más divertida. Y no podían culparle, después de todo el viaje a dressrosa sería bastante largo e incluso quizás tuvieran que llegar antes a alguna isla por víveres, aunque eso sería en un caso muy remoto. Sin embargo, a bordo de esa tripulación, todo podía suceder.

.: Continúa :.

—¤ Žhenα HîK ¤—

"Las locuras que más se lamentan en la vida de un hombre son las que no se cometieron cuando se tuvo la oportunidad." 
Helen Rowland

 

 

Notas finales:

Gracias nuevamente por el apoyo, es un poco más corto de lo que quería, pero no quería hacerlos esperar más. 

Espero poder recibir sus comentarios, y ahora sí, el siguiente capítulo será más emocionante, éste fue más de transición.

De antemano gracias por leer y también por comentar


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