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HARD LIFE por Blanwhide2

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Notas del capitulo:

<<...>>  contiene los pensamientos. ^^

 

 

Bueno, solo dire que de ahora en adelante es mas que probable que demore mas en actualizar ya que comienzo clases el dia de maniana.

 

En fin, disfruten el capitulo ~




-Concéntrate, Yuuri. Tienes que estar al pendiente de los movimientos de tu oponente pero no descuides los tuyos tampoco – asiento, separando las piernas, tomando la posición que me indicaron era la correcta, esto es divertido, según me han explicado se le conoce como esgrima, hasta donde entiendo es algo así como el kendo pero con espadas muy finas y unos trajes de protección especiales con un tipo de logo en el lugar del corazón, la meta para ganar es picar ahí con la punta de la espada. Estoy algo preocupado por el estado de Will, me dijo que estaba bien pero tengo mis dudas. Suspiro antes de oír el aviso de que volveremos a combatir, dan la señal y me apresuró en atacar pero de todos modos pierdo y termino en el piso al perder el equilibrio. Río, me sigue pareciendo entretenido. Seguimos con esto por unos 5 minutos más y al escuchar la voz de Will y la de su hermano todos volteamos a verlos, salen conversando un poco más, Will luce mucho más relajado, se ve tan bien. Sacudo mi cabeza, tengo que dejar de pensar de esta forma. Se acercan a nosotros y los chicos a mí alrededor le hacen una reverencia a Conrad, seguida de una a Will. -¿Han sido buenos con Yuuri, chicos?- pregunta el mayor a lo que todos asienten, incluyéndome y luego se acercan al rubio, - cuanto tiempo, maestro -, - hace mucho que no venía a vernos -, - hemos mejorado mucho desde la última vez que vino, maestro – todos hablan muy animosos, Will solo sonríe, disculpándose por no haber venido antes, - así que usted es el primer aprendiz del maestro Conrad – comenta un muchacho de cabellos castaños y ojos azul oscuro, saliendo de entre los demás y colocándose frente al rubio, tiene cierto parecido a Conrad, el ojiesmeralda solo asiente , - así es, ¿Quién es usted? – el aludido sonríe con arrogancia, - yo soy Umino Hayato, el estudiante estrella del maestro Conrad -, su tono altanero no me gusta para nada y por lo que noto a Will tampoco, - ¿es así, Conrad? – le pregunta el rubio a su hermano, - Hayato tiene un muy buen manejo de la espada – asiente el castaño, - ¿y crees que es mejor que yo? -, - me temo que no – Will sonríe, mirando de reojo la reacción del supuesto mejor estudiante, - p-pero maestro Conrad… - no se ve nada feliz, - ¡ya lo tengo!, estoy seguro de que puedo vencer a su hermano, maestro, déjeme intentarlo – señala a Will, - te reto a un duelo aquí y ahora -, Conrad y yo estamos por abrir la boca para negarnos pero…, - si eso quiere, no tengo ningún problema. Acepto su reto – Hayato sonríe, - no creo que sea una buena idea – comenta Conrad y le secundo, - no se preocupe, maestro, ni tú tampoco chico, seré lo menos rudo posible – el rubio sonríe, - en ese caso no me queda más que hacer lo mismo – el retador frunce el ceño, - ¿Qué esperas para ponerte el equipo? – Will niega con la cabeza, - prefiero enfrentarle así como estoy -, - ¿estás loco? – pregunto alarmado, las espadas son demasiado filosas, es muy peligroso, - veo que tienes confianza en ti mismo -, - como debe ser – Hayato asiente, - como quieras, pero yo no correré tus riesgos -, - es su decisión – se acerca y toma mi espada pero me niego a soltarla, - no puedes hacer esto, Will. No te lo permitiré – sonríe y con su mano libre me da un golpecito en la frente, haciendo que suelte la espada y él tomándola, - ¡William! – voltea a verme luego de que ha entrado al campo marcado, - ¡ni siquiera has calentado! – puedo sentir la mirada de fastidio del chico de ojos azules, - ¿no te parece que con la carrera de ida y vuelta fue suficiente? – me quedo callado, es cierto, Will salvó la vida de ese niño y luego me salvó a mí y yo… cierro las manos, frustrado, - ¡véncelo!- lo animo y él asiente. En verdad… me preocupa.

 

El duelo comienza y de inmediato veo al castaño correr a atacar al rubio; el corazón me late a mil por hora, abro mucho los ojos en el momento en que lo esquiva y como el otro por poco y se cae; gira e intenta atacar por segunda vez, fallando de nuevo, Will esquiva cada uno de sus ataques, parece que no se está esforzando en lo más mínimo e incluso le sonríe a Hayato tras su octavo intento fallido, - ¿sabe?, no tiene por qué reprimirse tanto. Vamos, deme su mejor ataque – el ojiazul hace un sonido de enfado e intenta una vez más, tratando de golpearlo con el brazo que tiene libre, el ojiesmeralda retrocede un par de pasos luego de esquivarlo y suelta un bostezo que solo logra enojar aún más a su oponente, - por favor, estoy empezando a aburrirme -, - oh, ¿enserio? – pregunta con ironía Hayato, - perdóneme, su ´excelencia´ si lo estoy aburriendo. Cambiare eso ahora mismo – corre para atacarlo haciendo un movimiento en zigzag que parece va a funcionar pero no lo hace y todos vemos como si fuera cámara lenta como Will le rodea en el preciso momento en que Hayato estira la mano, levantando la espada, picando su pecho, exactamente en medio del logo que curiosamente es uno de esos de tiro al blanco. – He ganado – declara el rubio, ante la mirada sorprendida de todo mundo, y en especial la de su contrincante, quien solo atina a dar un paso hacia atrás y bajar la cabeza, aparentemente aceptando su derrota. Will se gira hacia nosotros y hace una pequeña reverencia, los alumnos de Conrad celebran su victoria, mientras que el castaño mayor sonríe orgulloso. El rubio se vuelve a girar con intenciones de felicitar a su vez al castaño pero para nuestra sorpresa, este ya se encuentra a escasos centímetros del ojiesmeralda y él mismo levanta la pierna derecha, pateándolo de lleno en el estómago. – Acepta tu derrota. Es mejor que actuar de forma cobarde y atacar por la espalda – Hayato cae de rodillas abrazando su estómago con sus dos brazos. Tengo la boca abierta, ¡enserio que Will es genial! 

 En lo que me acerco a Will, él se arrodilla frente a Hayato y se le acerca, susurrándole algo al oído. Se separa y pone de pie, - ¿te ha quedado claro? – le pregunto a lo que el castaño asiente y el rubio le extiende la mano derecha, ayudándolo a levantarse.

-Perdóneme, por favor -,- no te disculpes solo conmigo – dice, mirando de reojo a Conrad, Hayato asiente y camina hacia él, yo por mi parte llego al lado del oji esmeralda, - ¡eso fue asombroso! – exclamo, emocionado, Will sonríe, - ¿lo ves? no tenías que preocuparte por mí, sé cuidarme solo – asiento, - me he dado cuenta pero nunca está demás – le veo suspirar y niega con la cabeza, - hablo enserio, Yuuri. No quiero que te preocupes por mí, ¿entendido?-,- ah… pero…! -, - no sirve de nada que un debilucho me tenga al pendiente-, acaba de usar el mismo tono confiado con el que le habló a Hayato en su duelo, suspiro, - no soy un debilucho – me quejo a los segundos, - claro que sí – asegura, entregándome la espada, - no es justo – digo, tomándola, - tú entrenas y esas cosas. Por eso tienes tan buena condición física -, - eso es cierto – responde, riendo, - pero aún así lo eres – hago puchero y Will vuelve a reír, - no te burles, Will. No es divertido.

 


-Vale, entonces los estaremos esperando a ambos mañana en la mañana – los dos asentimos, saliendo del lugar, - por favor, explícales a madre y a Gwendal-aniwe solo lo necesario – ahora es Conrad quien asiente, - tengan cuidado – nos aconseja, despidiéndose con la mano, junto con sus estudiantes.

 

 

-Ne, Will – le llamo, - ¿qué sucede? – pregunta sin dejar de caminar ni dirigirme la mirada, - tengo curiosidad de saber que fue lo que le dijiste a ese chico – comento, - ¿quieres que te lo diga? – pregunta y asiento algo avergonzado, - solo si no te molesta – niega con la cabeza, - lo que le dije fue: No olvides que es con las derrotas y fracasos con los que se gana experiencia – me le quedo viendo, - ¿tengo algo en el rostro? – pregunta a lo que río, - no, no es eso. Solo me preguntaba como puedes tener una mentalidad tan abierta y hablar como si tuvieras gran experiencia a nuestra edad – me mira de reojo y sonríe, - esa es tu forma de ver las cosas. En lo personal, no lo considero como gran cosa. Todo lo que hago es dar mis opiniones usando el sentido común; no hablo solo por hablar -, - ya veo. Eres muy solidario -, - para nada. Ese eres tú. Te sorprendería lo egoísta que en verdad puedo llegar a ser-, - no puedo creerte –expreso, - ¿puedo saber la razón? -, - salvaste a ese niñito y también a mí -, - ese pequeño no me interesaba en lo más mínimo. Si tú no hubieras salido corriendo hacía él, yo no habría hecho nada… Y con respecto a ti, bueno, aún estoy en deuda contigo – suspiro, - digas lo que digas sigo pensando que tienes un gran corazón – se encoge de hombros, le sonrío, no me cabe duda.

 

 

 

 

-Espero que no estén molestos – le miro extrañado y enarco una ceja, - ¿por qué lo estarían? Dejaste una nota de aviso antes de salir, ¿no es así? – ríe y se rasca la parte occipital de la cabeza, ahora tiene mi mirada sorprendida sobre él, - ¿Cómo lo pudiste haber olvidado? – le reprocho enfadado, cruzándome de brazos, - ejejeje… es que yo… bueno…- , - te estuve esperando afuera mientras te cambiabas. Demoraste bastante por lo que asumí que la razón era que estabas buscando las palabras adecuadas para escribir. ¿Qué estuviste haciendo por tanto tiempo? Para cambiarse bastan minutos – estrecho mi mirada, escrutándolo, - a menos que… - , - ¿eh?, ¿a- a menos que qué, Will? –, está nervioso, - Yuuri, ¿acaso te dio por masturbarte antes de salir? – abre mucho la boca, sonrojándose y suelto un suspiro, - vaya, me sorprende que seas de los que hacen eso -, - ¿q-qué? ¡N-no! Espera, ¡no pienses cosas que no son! Yo no soy así. E-ese no fue el motivo de que tardara – no me convencen sus palabras, - ¡ha-hablo enserio, Will! -, - muy bien, ¿entonces cuál fue? -, - amh… bueno… verás, yo… - me le quedo viendo, lo noto muy nervioso, rehuye a mi mirada y está balbuceando, suspiró por segunda vez, - está bien, Yuuri. No tienes que decírmelo si te hace sentir incómodo – le sonrío, acabamos de llegar a la entrada de su casa, - en verdad yo no… -, - descuida – le interrumpo, - de cualquier forma no me incumbe – ingresa a la casa y le sigo; somos recibidos por un fuerte abrazo, cortesía de Miko – san, seguido de las palabras a manera de regaño: -¿en donde se habían metido ustedes dos? Me tenían muy preocupada. Yuu – chan, Will – chan – me disculpo de la manera más educada posible, - ¡Yuu – chan, ¡¿Por qué no llevaste tu móvil?! ¡Tienes que tenerlo siempre contigo! – el pelinegro pide perdón a su vez.  

 

-¿Lo ves, cariño? Te dije que no había nada de qué preocuparse – giro la cabeza, sorprendiéndome al descubrir al dueño de la voz, que se acerca a nosotros; me mira, - ¡Oh! Tú debes ser el nuevo amigo de mi hijo – piensa unos momentos, llevando su mano izquierda a su barbilla, - William Von Bielefeld, ¿cierto? – estoy por asentir pero, - William no es su verdadero nombre, padre – asiente, - ya lo sé, Yuu – chan, mamá me lo comentó – me le quedo viendo, hay algo más, estoy seguro. – Me gustaría hablar contigo a solas, William, ¿tienes algún problema con eso? – niego con la cabeza y le sigo, dejando a Yuuri ocupado con su madre.

 

-¿Está todo bien en tu hogar? – le miro con desconfianza, - perdone mi rudeza, señor, pero no hablo acerca de mi familia con desconocidos – asiente, en un ademán de entendimiento, - y haces bien, pero sucede que yo conozco a tu madre – <<con decirme eso no será suficiente para que hable>> - ¿cómo? – cuestiono, - trabajo en el banco central, vengo asistiendo a Cecile Von Spitzberg desde hace 4 años si no me equivoco. Tengo pleno conocimiento de sus movimientos financieros y de los altas y bajas en sus negocios; así como de sus deudas – hace énfasis en la última palabra, - eso quiero decir que usted… -, - así es, tu madre me ha hablado en numerosas ocasiones sobre lo maravillosos que son sus tres hijos, en especial tú, Wolfram – doy un paso hacia atrás y él coloca su mano derecha en mi hombro derecho mirándome fijamente a los ojos - escúchame, tu madre y yo somos amigos, quiero ayudarlos -  quito su mano de donde está, - se lo agradezco mucho, señor Shibuya pero no puedo permitirme confiar en usted – suspira, negando con la cabeza, - no estoy tratando de perjudicarlos de ninguna manera -, le sonrío como es mi costumbre, - podría decirme… ¿por qué? Usted no nos conoce a fondo, no sabe si mi progenitora es en realidad una buena persona. No tiene ni idea sobre como soy yo verdaderamente, tampoco. ¿Qué le garantiza que no soy un psicópata con una doble personalidad que se oculta tras la máscara que tiene ante usted? ¿Qué le asegura que en el momento menos pensado no podría intentar asesinarlo, o a alguno de los miembros de su familia? El hombre ríe, - sin duda tú… eres tal y como dijo Cecile. Desconfiado en extremo. Siempre intentando alejar a todo aquel que te parezca un posible peligro u estorbo de un modo u otro, aun sin que la persona se dé cuenta. No tienes por qué seguir tratando, no podrás intimidarme – bajo la cabeza, dando dos pasos más hacía atrás, - ¿Qué tan alta es la deuda actualmente, señor Shibuya? ¿Le importaría decirme el plazo aproximado de tiempo que nos tomará saldarla? -, sonríe, - pensé que no confiabas en mí -, - no lo hago – confirmo, levantando la cabeza y mirándolo a los ojos - pero me creo con el absoluto derecho de conocer esa información. Si es cierto lo que me dijo sobre trabajar en el banco al que mi madre siempre ha ido, entonces debe ser capaz de brindármela, ¿me equivoco? – niega con la cabeza, sin dejar de sonreír, - veo que eres un joven decidido y con un habla elocuente, llegarás muy lejos en el caso de que quieras postular a la política o seguir la carrera de abogacía con esas grandes cualidades – le devuelvo la sonrisa, - responda a mis interrogantes, por favor – suspira, negando ligeramente con la cabeza, - no me está permitido -, enarco una ceja, - ¿Qué quiere decir? Usted está en el deber de conferirme esos datos, se trata de mi familia -, - estás en lo cierto, muchacho, pero me temo que tu madre…-, - mi madre no se enterará nunca de que me lo dijo, así que, por favor, hágalo – me mira con pesar, - no puedo, lo siento – aprieto los dientes, - ¿por qué? – pregunto directamente, - eres demasiado joven, los asuntos económicos no deberían importarte por el momento. Tú y tu familia tienen estabilidad, no te preocupes – intenta acercarse a mí pero me hago a un lado, - le haré saber que sí debe importarme, señor. Debe y mucho – formo puños con mis manos, apretándolos con fuerza, -  pero…-, - aunque esté intentando ayudarnos en esto, lo cual le agradezco en nombre de mis hermanos también, tiene más que claro que es un problema que solo nos concierne a nosotros, solo le concierne a mi familia y, yo como parte de ella, le pido, no, le exijo, que me  diga a detalle el estado actual de esa única deuda – el hombre me observa bastante asombrado, endurezco mi mirada, - ahora – sale de su aparente estado de mini shock momentáneo y sonríe, - vaya, vaya. Si que eres bueno, chico; por poco y me convences – gruño, lo que hace que él ría, - entonces asumo que no me dirá lo que quiero saber – dice que ´no´ con un tono casual, casi juguetón. Frunzo el ceño, me le quedo mirando y termino por suavizarlo, - por lo menos, le pediré que no revela a nadie de su familia quien soy en realidad -, - no te preocupes, no planeaba hacerlo – asiento, serio, << ¿Qué ganaría con eso, después de todo?>>, camino, pasando a su lado de largo, - oh, por cierto, señor Shibuya – volteo a verlo, él hace lo mismo, - espero no tenga problemas con que su hijo pase un par de días en mi residencia, con mi familia y conmigo; así como yo estoy haciendo con ustedes – niega con la cabeza, - en absoluto – indica, - solo te pido que lo cuides para que no se meta en problemas con tus hermanos – asiento, sonriendo y retomo mi camino, - espera – giro el rostro hacía el hombre una vez más, - ¿cómo supiste que Yuuri olvidó comentarle eso a su madre y a mí? – sonrío de medio lado, - lo adiviné – es todo lo que digo, dirigiéndome a buscar al pelinegro menor. <<sentido común, intuición, llámelo como mejor le parezca.>>

 

<<Seriamente necesito saber… por cuánto tiempo más durará esa endemoniada deuda.>>

Notas finales:

Hasta otra actualizacion nwn


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