Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Love Machine. por Kumasshi

[Reviews - 27]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

¡Hola! como dice en la descripción, este fic es una traducción de la autora NavyBlueWings la cual me dio su autorización para traducirlo y subirlo acá siempre y cuando le de los créditos.

Originalmente, esto era un three shot de capítulos impresionantemente largos, por lo que los diviré conforme los vaya traduciendo. No sé cuántos capítulos saldrán, unos cinco o seis, quizás.

Espero que les guste tanto como a mi:3

Notas del capitulo:

Disclaimer: Todos los personajes presentados pertenecen a Masashi Kishimoto-sama y la historia es total y absolutamente propia de NavyBlueWings.

Capítulo  1: Love Machine


Me arrepiento de una sola cosa de la universidad. No, no me importó que Tsunade me gritara por poner alcohol en la fuente de agua que está frente a la escuela. Kiba y yo planeamos esa maldita cosa durante semanas. Y no, no hay forma en que me arrepienta de haber salido con aquella chica que tomaba clases de yoga. Me mostró formas de doblarme las cuales ni me habría imaginado. A pesar de que ahora me doy cuenta de lo torpe que fui con ella, sus trucos fueron los que me hicieron acabar con la relación definitiva mente, se los aseguro.  Y arrancar las cejas de Lee mientras dormía fue probablemente la única razón por la que Sakura comenzó a salir con él, así que no, tampoco me arrepiento de eso. Nada en los últimos dos años me ha molestado, y amaría hacer todas eso de nuevo.

Excepto por una cosa.

—¡Maldición, Uchiha! ¡Me has vuelto a dejar sin agua caliente en la ducha!— Me froté la humedad de mi naturalmente puntiagudo cabello, que ahora caía sobre mis ojos por el peso que ejercía el agua sobre él. Miré al aburrido chico que estaba sentado delante de mí, y sólo pude gruñir. Uchiha Sasuke, diecinueve años. Cabello negro, ojos negros, corazón negro. Ah, y por alguna razón, el rompecorazones más grande de los alrededores. Demonios. Conocía al chico desde hacía seis años, y déjenme decirles que no hay nada atractivo en él por las mañanas. Sólo debí haber tomado una foto de ese momento  haberla publicado por toda la escuela, eso habría enloquecido a su club de fans.

—Arréglatelas como puedas— Esa fue la tan fantástica respuesta de mi compañero de habitación. Debí haberlo estrangulado ahí mismo, eso habría hecho las próximas tres semanas muchísimo más simples, pero en vez de eso simplemente le tiré mi toalla en la cara y me concentré en mi bolsa de Doritos que había traído de la fiesta de la noche anterior. Me sorprendí por el hecho de que ambos estábamos despiertos antes del medio día, siendo que la fiesta no había terminado sino a las tres. Pensando en aquello, mi cuerpo dolió debido a la pelea en que Kiba y yo nos habíamos metido. La única cosa que lo hizo valer la pena, fue que Kiba quedó con un ojo morado al final del combate. No es como si hubiese sido intencional o algo, hehe.

—La próxima vez, yo me ducharé primero. ¡Tú te pasas demasiado tiempo allí dentro, como si fueras una chica! Si hubiese querido compartir cuarto con una chica, me habría inscrito en los dormitorios mixtos— Pero como el idiota que soy, cometí el primer error en mi carrera universitaria, decidí compartir habitación con Uchiha Sasuke. Había tres razones principales por las que quise vivir con ese idiota.

La primera, Kiba ya estaba compartiendo cuarto con ese culo-flojo de Shikamaru. Ellos se conocen desde que son pequeños, antes de que Kiba llegara a la ciudad. El genio menos motivado que he conocido, Nara Shikamaru, era conocido por su coeficiente intelectual de 200 y sus paseos aleatorios por el campus. Nos conocimos en nuestro primer año de universidad. Pude ver desde cerca qué tan inteligente era y le pregunté por qué no había ido a universidades como Harvard o Yale, a lo que me contesto que este colegio era el cual tenía el mejor suelo para acostarse en él. La gente no sabía si llamarle un hippie o un prodigio. Yo sólo lo llamo vago, el parece responder a ese apodo.

La segunda, el espacio. Ya que Sasuke y yo estamos aquí gracias a una beca, vivimos en algo así como un apartamento en vez de sólo un dormitorio. Kiba estaba bastante molesto acerca de eso hasta que descubrió que Shikamaru había conseguido una habitación a dos pisos abajo nuestro. Me puse feliz al saber que no tendría que compartir habitación con Sasuke, claro que hemos dormido en las casas de otros en alguna ocasión, pero no todas las noches, eso sería extraño.

La tercera y última razón, eran las chicas. Ya que Sasuke era un imán de chicas es la preparatoria,  pensé que sería una buena forma de atraer chicas a mi habitación. Mi plan era que, cuando se dieran cuenta de qué tan hijo de puta  podía ser el teme, ellas me verían como una especie de caballero en una brillante armadura e irían corriendo a mi cama. Solía tener mis ojos puestos en Haruno Sakura durante la preparatoria, pero ella me mandó directamente a la sección de “te quiero como a un hermano” la primera semana de nuestra experiencia universitaria. Sí, eso hirió mi orgullo más de lo que me gustaría admitir. Pero después de reconsiderarlo varias veces (y de una charla con Sasuke hasta las tres de la mañana), me las arreglé para superarlo. Y ahora, un año más tarde, estoy completamente feliz de que el cejas encrespadas  esté saliendo con mi quiero-ser-tu-hermana-pequeña. Además, sé que el no iba a hacer ningún tipo de movimiento extraño por el momento, ya que está demasiado ocupado con la obra de nuestra escuela, ‘Romeo y Julieta’. Y a que jamás adivinarán quiénes son los personajes principales.

Yamanaka Ino y yo. Sí, lo sé, no podrían haberlo adivinado nunca ¿eh? Ino y yo hemos estado juntos en el club de teatro hace más o menos un año, y por alguna razón, a la gente le agrada vernos juntos. No importa si es una obra de Shakespeare o alguna comedia de Lee (aunque creo que intentaba hacerlas románticas), nosotros parecíamos conectarnos. Y volví loco a Shikamaru, principalmente porque él no podría interpretar un papel más importante que una bolsa de papel, así que el simplemente miraba a la chica por la que se volvía tarado, gastar todo su tiempo junto a mi. No es como si en algún momento yo hubiera intentado acercarme a Ino de alguna forma no-amistosa, conozco el código de hombres, pero desde que sé cuan desesperadamente ella quiere que Shikamaru la invite a salir, siempre ensayo la obra cada vez que él está cerca. ¿Y ustedes pensaban que Uzumaki Naruto era tonto, no?

—Dobe— Sobretodo un molesto compañero. El compañero que jamás me ayudaba porque a sus fanáticas les calentaba su estupidez. Sí, tuve que hacérmelas con una palabra para describirlo.

—¡Teme!— Le grité, enojado por la sonrisa que encajaba tan bien con su rostro. Esas imágenes estaban como para convertirlas en posters gigantes.

—Si querías una ducha caliente, podrías haberte esperado. No es como si hubiera clases los sábados—

—Lo sé, pero no soy como otros, yo tengo que ir a ensayar mientras tú te sientas sobre tu culo todo el día y no haces nada— Le dije, mientras masticaba mis Doritos. Esas cosas sabían bastante bien considerando el asqueroso sabor que había en mi boca. Sabía que debía haberme lavado los dientes antes de acostarme. Así que una vez me terminé la bolsa, me dirigí al baño para limpiarme la boca. Aún podría escuchar a Sasuke decir algo desde la otra habitación.

—Claro, porque estudiar para mantener mi beca no es nada, estúpido— No como yo, las notas de Sasuke en la Universidad de Konoha eran un poco más… académicas. Él era bastante inteligente, algo así como un genio legal. Sinceramente no me importa, ya que tengo la beca completa por mis talentos artísticos. Y ya que mi meta es convertirme en un profesor de teatro, el dinero estaba siendo invertido en algo bueno.

No sólo era mi tercera obra en la universidad, sino que también era el primer estudiante hombre de segundo año que interpretaba a un personaje principal. Creo que a pesar de mi personalidad medio distraída y mi encantador aspecto, también puedo interpretar personajes realmente feos.

—Da igual, diviértete estudiando— Murmuré, colocándome mi abrigo mientras salía del baño. Abrí la puerta de la habitación, mirándolo por sobre mi hombre. Me sobresalté un poco y me entretuve mirando sus cejas algo fruncidas debido a la concentración que mantenía en sus estudios. La única cosa que realmente Sasuke y yo teníamos en común, era nuestra forma de vestir, los cuales mayormente eran unos jeans y una sudadera. Aún así, sus colores siempre eran oscuros y apagados, mientras los míos eran brillantes y coloridos, por lo que no me causo sorpresa que el chico emo estuviera usando una sudadera negra y unos jeans. Su estilo.

A pesar de cuánto me burlo de él, me doy cuenta de por qué las chicas se enloquecen y se interesan en su humanidad. No es horrible, supongo. Se ha ido volviendo más atractivo por el paso del tiempo. Todos lo hicimos. Y no, no lo estaba examinando, simplemente le estaba haciendo una observación amistosa a mi mejor amigo. Tiene una piel pálida, como la leche. La única parte que tiene color en su cara es su boca. Él tiene un cuerpo delgado, como el mío. Ambos pesamos 51 kilos. No tiene nada de extraño o fuera de lo común, como yo, que tengo estas malditas marcas que pareces bigotes ¡Luzco como un zorro o algo! Pero mis amigos dicen que me queda.

Pero sus ojos… sus ojos siempre han lucido peligrosos, profundos, como si pudiera matarte en un segundo. Muy pocas veces nos enfrentamos cuerpo a cuerpo, porque Sasuke no se detiene a ‘ser tan infantil’ . Pero una vez lo hicimos, peleamos, y no fue bonito. Sasuke había perdido a su padre un invierno en un accidente automovilístico, se había salido del camino debido al hielo que se encontraba en el camino y cayó a un lago congelado. Los días siguientes, Sasuke dejó de ir a clases, y cuando fui a su casa después del funeral, su madre me dijo que no había estado en casa. Sakura estaba desesperada por él, y como yo le era leal a ella en ese entonces (y no porque me interesara el teme) me las arreglé para saber que estaba en un viejo campo de baseball.

Me asustó lo tranquilo que estaba. Si no fuera un idiota, probablemente lo hubiese dejado solo, pero en vez de eso, me senté junto a él e intenté de convencerlo de que volviera a casa. No parecía escucharme, así que lo tomé del hombro. Ese fue mi primer error. El segundo fue pensar que Sasuke no me golpearía, incluso cuando su puño ya se dirigía hacia mi cara. Terminamos  sacándonos la mierda entre nosotros, usando ropa bonita y elegante mientras nos arrastrábamos entre la lluvia y el lodo. Me rompió el tobillo y me ayudó a llegar a casa después de hacer lo que estábamos haciendo. Yo le abrí un poco la cara, algo así como un corte, y le llevé al hospital ignorando el dolor de mi tobillo. Y no fue hasta que lo obligaron a hacerse puntos que recordé mi dolor. Incluso ahora, si mueve su cabello, la cicatriz sigue ahí y mi tobillo aún me duele si hago mucha fuerza.

—¿Necesitas algo? — Ni siquiera había levantado la vista de su maldito libro. Siempre me ha molestado que Sasuke sea capaz de quién y desde dónde lo están mirando, incluso sin levantar la vista, como si pudiera leer mis acciones. Debe traerlo desde su vida anterior.

—Ya que es mi turno de traer la cena, pensaba preguntarte que querías— Aunque yo era más el más creativo entre los dos, había una sola cosa en la que Sasuke me superaba. Cocinar.  Con solo una mirada mía a una olla o un sartén con comida, este explotaba en llamas. Así que nos turnábamos los fines de semana. Sasuke cocinaba los sábados y yo traía comida chatarra los domingos, de esa forma , yo no quemaba todo el dormitorio y tampoco íbamos a comprar comida cada noche. El único momento en el que comíamos juntos eran los fines de semana. En otros momentos íbamos de lado a lado, yo trabajando como repartidos de pizza o yendo a los ensayos, mientras Sasuke trabajaba  como cajero en la tienda de libros. Es fácil adivinar que el gusano de los libros trabaja ahí.

—No ramen— Mierda. Sabía que no debía preguntarle. Es difícil hacerle comer McDonalds tanto como a mi me gusta. No importa a qué lugar vaya a comprar, Sasuke siempre escoge la ensalada más saludable, con tomate extra. Ew. Él tolera la sabrosa (y para él grasosa) comida chatarra cuando debe hacerlo, pero por alguna razón, odia el ramen, ni siquiera le importa el sabor. Dijo algo así como que era comida echa para matar o qué sé yo, aún así, yo estoy bastante bien, muy lejos de morir. Tal vez haya afectado en algo a mi estatura, dado que soy el más pequeño del grupo ¿pero qué es la altura, después de todo? Sólo sirve para andar chochando con los techos.

—Está bien, idiota. Te llamaré antes de llegar a casa— Agarré mi bolso de teatro y cerré la puerta. El por qué me molestaba en pagar su parte de la comida era un misterio. La única razón a la que pude forzarme a recordar fue que cuando el cocina, la comida es deliciosa.

Notas finales:

Lamento haberlo dejado en esa parte de la historia, pero el capítulo se me haría demasiado largo):
Espero me disculpen por eso jj
¡Gracias por leer!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).