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Camino hacia la Felicidad por nathyrini

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Notas del fanfic:

La verdad el título y el resumen, no me convencen del todo y creo que tampoco van tan de la mano con la historia, bueno eso es lo YO creo, ustedes que dicen??...

Notas del capitulo:

Konnichi wa!!

Bueno , pues, le vengo a publicar mí, digamos, primer fic, espero sea de su agrado y me digan lo que piensan

Les pido que le den una oportunidad a esta no muy común pareja que tanto " amo" *¬*..

Y sin mas que agregar..

Pueden leer n//n...

 

 

El viento corría con algo de intensidad llevándose consigo hojas secas de árboles preparándose para la llegada del invierno al igual que otros animales. Si, era una época donde comenzaba el frio y en la que los seres vivos se preparaban para el cambio de clima.

Otoño, una época triste y memorial para algunos, en especial para un azabache. Había pasado ya un año desde que ocurrió aquel acontecimiento, del cual él no se olvidaría, y no lo hará. El perder a su amado, aquel quién fue lo único importante que tuvo y que lo perdió un día de otoño, un día en donde se demostraron amor por última vez, antes de que sea arrebatado por el destino.

~~~~~~~Flash Back~~~~~~~

Un par de ninjas pertenecientes a la organización de akatsuki, se encontraban en el bosque dirigiéndose a una pequeña aldea en busca de información.

— ¿Por qué tenemos que ir a cumplir una estúpida misión como esta, uhn? —Dijo un ojiazul algo irritado.

—Ah…pues el Líder-sama dijo que toda misión es importante, deidara-senpai —Respondió el enmascarado—incluso una como esta.

Era molesto, si, escuchar esa chillona y fingida voz, no había necesidad de fingir, estaban solos, sin ningún integrante de la organización, a la que pertenecen, en su alrededor.

— Deja de hablar así, uhn — Dijo más irritado que antes intentando, a la vez, calmarse.

— ¿Cómo Deidara-senpai?, si Tobi es un buen chico — Fingió no entender.

Sonrió tras la máscara, el sí que sabía como irritar al rubio.

— ¡Maldito! ¡Deja de fingir, uhn! — Grito con una venita en la frente — No te hagas el idiota, Madara…uhn — susurrando su nombre al final.

Deidara sabía el secreto de Tobi, secreto que le costo mucho saberlo, quién era el verdadero Líder de Akatsuki y porque hacia todo esto.

— Está bien, Deidara — Dijo con una voz grave junto con un tono seductor — Pero… ¿Qué es lo que obtengo a cambió? — Habló calmadamente sin ningún tipo de pudor. Su sonrisa se ensancho, dándole un toque de arrogancia, que obviamente no pudo ver el rubio, por la máscara que usaba el mayor, pero si lo imagino.

Deidara sintió arder sus mejillas, conocía ese tono de voz y esas palabras, dichas por el Uchiha, hacía que se percatara de sus verdaderas intenciones.

— C-cállate, no tendrás nada, uhn — Tartamudeando al principio.

— Mmm... ¿Estás seguro, Dei-chan? — Dijo pícaramente el pelinegro para luego acercarse lentamente, pero con seguridad en sus acciones, hacia el rubio. Separo los labios para responder defensivamente sin lograr articular nada al final, ante la proximidad del mayor, quien violaba el espacio personal del rubio.

Hace ya un tiempo que Deidara sabía todo sobre Tobi y mantenía una relación sentimental con él, enterados esto último algunos miembros de aquella peligrosa organización a la que integraban.

El enmascarado retiro sin ninguna prisa la máscara de su rostro, a la vez que su otra mano, la izquierda, pasaba por la espalda del ojiazul, para luego situar el brazo en la estrecha cintura en un posesivo abrazo. Una vez que removió la máscara la dejo caer al suelo pastoso provocando un golpe seco.

Deidara reacciono tardíamente ante esto intentando librase del agarre, fracasando por la diferencia de fuerza entre el mayor, sin contar con la altura de ambos.

— ¡Suéltame, Madara! ¡Uhn! — Grito mientras dejaba de moverse tan frenético.

— No lo hare… — Respondió cortante. Mientras se miraban directamente, el rojo contra el azul, este último con reproche por su actitud. — Primero… Te quiero follar — le susurro cerca del oído, causando desconcierto en el menor, por la forma tan directa al decirlo, que de inmediato creció el sonrojo en él. Era cierto, conocía ya lo directo que podía ser el otro, pero no estaba acostumbrado, aun causaba ciertas reacciones en él.

Aprovechando la inmovilidad del rubio, lo tomo del mentón acercándolo y juntando los labios de ambos en un demandante beso.­­

En un principio, intento profundizar el beso pidiendo con su lengua entrar en la boca del menor delineando sus labios en proceso y en la que el menor accedió, separando aquellos suaves labios y permitiendo libre acceso al interior de su boca.

Madara sabía claramente que no era tan fácil seducir al rubio, pero eso no quería decir que fuera imposible, siempre ponía alguna resistencia ya sea complicada o no y que el sabia como desmoronarla.

Deidara tembló ante la invasión en su boca, que casi de inmediato comenzó a corresponder a los movimientos que hacia la lengua del mayor, levantando los brazos , agarrando con sus manos  la tela del traje negro con nubes rojas por el hombro del otro , quien soltó el mentón y dirigió su mano libre a la nuca del rubio empujándolo hacia él , profundizando mas el beso al tiempo que con su mano izquierda dejaba el posesivo agarre en la cintura  para, traviesamente y sin pudor alguno, recorrer el cuerpo del rubio por encima de la ropa, arrancando gemidos que morían en la boca del pelinegro, a causa del beso.

Decidió no resistirse esta vez, por alguna extraña razón tomo esa decisión, además, el mayor siempre obtenía lo que quería y esta no sería la excepción.

Rompieron el beso, dejándose a ambos respirar el tan necesitado aire. Con un poco de agitación, el rubio sintió  como el otro comenzó a dar cortos besos por su mentón llegando a su cuello donde se entretuvo besando, succionando y una que otra ligera mordida que dejaban leves marcas rojizas por donde realizaba la acción mientras las manos enguantadas se dirigían al hombro del rubio para dejar caer la gabardina de este. En un rápido movimiento, Madara se quitó los guantes para poder sentir la piel del otro directamente.

— Ahh~… — Gimió Deidara cuando paso un ligero escalofrió por su cuerpo al sentir las manos, algo frías, del otro ingresar por debajo de sus ropas y recorrer su espalda, quien buscaba más contacto con la tibia piel del menor y este último dejaba escapar de sus labios leves gemidos y jadeos, delicioso sonidos para el pelinegro.

Deidara fue despojado de su playera de red junto con su camisa, ambas negras, dejando más piel al descubierto para el mayor quien besaba su dorso desnudo y dirigía su lengua haciendo un camino desordenado que a la vez ensalivaba por donde pasaba, hasta llegar a uno de los pequeños pezones, que se endurecían al tener el mismo trato que en cuello, causando aún más placer en el rubio, quien era acostado en el pastoso suelo por el otro.

Madara se situó encima del rubio buscando una posición más cómoda para seguir con su labor, besaba su pecho bajando a su abdomen mientras sus manos se dirigían al borde del pantalón desajustándolo y sacándolos sin apuros junto con las sandalias, volvió a subir a la altura del rostro del otro para besarlo mientras comenzaba a quitarse su propia ropa siendo ayudado por el rubio, se quitó su gabardina característica de su organización, después su ropa superior dejando al descubierto su bien formado  dorso y espalda que de inmediato fueron explorados por las suaves y pálida piel, y lenguas de las manos del rubio. Ambas manos se dirigieron al pantalón del pelinegro para quitárselos  llegando solo su cometido hasta las rodillas, por que el otro se separó un poco de él sacándose las sandalias y el pantalón quedando en igual condición al rubio. Tocó la masculinidad de Deidara por  encima de la prenda que aún le cubría, provocándole corrientes eléctricas en el cuerpo y gemidos por la tortura, necesitaba ser atendido, su cuerpo se lo pedía.

Con una media sonrisa, producto de su sadismo, ante la desesperación del otro, removía  la última prenda lentamente disfrutando de su sufrimiento, una vez que los retiró, Deidara ya no aguanto más, empujo a Madara, quedando este de espaldas en el suelo y de inmediato el rubio se situó encima de sus caderas rosando su entrada con el miembro ya erecto del otro, por encima de la prenda que aún mantenía, moviendo su cadera lentamente simulando penetraciones que los volvía locos a ambos, ahora le tocaba torturar al mayor por no atenderlo como quería, sin importarle sufrir en el proceso.

Buscó con sus manos con sus manos las del otro para entrelazar los dedos y aprisionarlos contra el suelo a la altura de los hombros del mayor para apoyarse, se inclinó acercando su rostro con el contrario para besarlo, sin dejar de moverse, al terminar el beso, Deidara levantó un poco su cadera, suficiente como para dejar espacio entre ambos…

­— Sera mejor que...dejes de jugar… Deidara — Dijo entre jadeos — O te irá muy…Ahh~ — No pudo terminar de hablar por el improvisado movimiento del menor al sentarse nuevamente, de una manera rápida en él, teniendo su miembro un contacto más profundo con la tan deseosa entrada, arrancando gemidos llenos de placer a ambos.

— ¿Qué decías? — Dijo en un casi gemido muy sensual.

Madara le miro profundamente sin decir nada y al ver que iba a repetir la acción, sabiendo que ya no podría soportar otra vez sin hacer nada, lo empujo quedando ahora el arriba y entre los muslos del rubio, que lo estaba enloqueciendo y quien mantenía las piernas flexionadas, como quien espera el tan deseado acto, siendo esto último verdad, todo sin dejar de tener los dedos de las manos entrelazados.

— ¡Agh…no seas bruto!, uhn — Se quejó por el dolor que tuvo al chocar con el suelo a causa del empuje.

— Te lo había advertido, Deidara — Dijo con una media sonrisa sádica.

Lo beso con pasión y rudeza mientras se soltaba una mano dirigiendo dos dedos, al romper el beso, en la húmeda boca del rubio, quien estaba agitado, con los ojos entrecerrados mirando vaga y fijamente los contrarios rojos, las mejillas sonrojadas y la boca entreabierta de donde escapa jadeos y gemidos.

Los suaves labios se juntaron al sentir los dígitos invadir su boca, succionándolos y humedeciéndolos, prediciendo lo que sucedería después.

Aquella imagen, que le era regalado, lo hacía excitarse aún mas, sacó los dígitos ensalivados unidos por un hilo de saliva con la boca, de la que recién habían sido retirados, y rompiendo la unión para dirigirse a la entrada del menor separándole un poco mas las piernas, acarició el borde para después ambos dedos hundirlos completamente de una sola, provocando un gemido de dolor y placer  en el rubio. Tenían  un tiempo en la que no se entregaban al deseo carnal y la entrada del menor se estaba desacostumbrando a esa clase de atenciones. Comenzó a moverlos en el interior haciéndolos entrar y salir, y moviéndolos en forma circular durante varios segundos, solo para lubricar las paredes de la estrecha entrada.

Al sacarlos, Deidara se percató de algo, el muy “bastardo” solo había lubricado su entrada, pero no la dilató, eso de la advertencia era cierta, aunque a decir verdad, todo lo que Madara dice es eso, cierto.

Se quitó la última prenda que le quedaba  y que ahora no era mas que un estorbo, se los retiró con rapidez, sin soportar mas el dolor en su entrepierna, causado por la excitación que sentía, volvió a  posicionarse entre los muslos del menor quien se preparaba  para lo que vendría.

Dolería, si lo sabía, no iba hacer tanto pero igual iba a sentir dolor, todo esto por no ser preparado como debería y sumándolo con lo brusco que iba ser el mayor, era inevitable.

Sujetó la cadera del menor, presionándolo con poca fuerza, y comenzó a ingresar en el lentamente, sintiendo como su masculinidad se abría paso en las entrañas del otro y lo cálido que era mientras Deidara cerraba los ojos, una de sus manos se aferraba en el pasto y la otra en el hombro izquierdo del mayor, entonces, sin previo aviso, lo embistió con fuerza, ingresando completamente y escuchando un gemido ahogado de dolor, que no dio importancia, porque sabía que el dolor solo durará un rato, e iniciando sus movimientos a un ritmo no lento sino normal, causando que de los labios del menor salieran gemidos mas de dolor que del placer que debería sentir.

Pasado casi unos minutos, Deidara comenzó a sentir más placer y sus gemidos aumentaron el tono, para satisfacción del Uchiha quien también aumentaba el ritmo mientras buscaba aquel punto que hacia jadear, gemir y gritar a Deidara hasta el éxtasis. Cuando lo tocó Deidara dio un gemido mientras se retorcía  de puro placer y al volver a tocar ese punto dulce, embistiéndolo con un poco mas de fuerza, el cuerpo bajo suyo se retorció aún mas y de sus labios salió un gemido casi grito. Si, al fin lo había encontrado.

Siguió embistiéndolo mientras Deidara se aferraba a su espalda, gemía fuertemente cerca de su oído y sus piernas le rodeaban la cintura, dando mayor facilidad al embestirlo e ingresar más profundo en él. Lo beso sin dejar de moverse, no podían tener un beso largo, cada vez que lo intentaban los jadeos y gemidos los interrumpían.   

Le era muy satisfactorio tener a Deidara muy sumiso, pidiendo y suplicando por más, hacerlo vibrar hasta cada célula de su cuerpo, sentir su calor y  escuchar su nombre salido de aquellos hermosos labios, ya sean en formas de gemidos o gritos, que eran causados por todo el placer que le era posible entregarle.

Agarrando, con sus dos manos, la cadera de Deidara, se giró para quedar esta vez el abajo e hizo que el rubio se sentara encima de él, todo esto sin salir del cálido interior del menor. Deidara, envuelto en una nube de placer, era casi inconsciente de lo que sucedía a su alrededor, al sentir las manos, en su cadera, moverse, por instinto comenzó hacer un vaivén, de arriba hacia abajo, una y otra vez,  algo lento que de a poco se iba haciendo más rápido y salvaje mientras buscaba las manos contrarias para, otra vez, entrelazar los dedos con la intensión de sostenerse y poder agacharse para besarlo en la boca.

El placer ya los había envuelto por completo a ambos, lo sentían en cada parte de su cuerpo, llenos de calor y sudor, y sabían claramente que pronto llegaría el final de aquella actividad carnal, que los amantes realizaban, mayormente, en busca de transmitir su amor que sentían y, a la vez, dar placer a su ser amado.

— Ah Madara — Jadeo — Ya..ah~..ya no..puedo..mas ah — Dijo apenas, su cuerpo ya comenzaba a sentir con más fuerza las torrentadas de placer que comenzaban a acumularse en su vientre bajo. Madara al percatarse de esto, invirtió los papeles, lo empujo, sin lastimarlo, para quedar otra vez arriba y comenzar a embestirlo con salvajismo, queriendo llegar a lo más profundo que podía, sabiendo que ya llegaría el final.

Deidara al no poder contenerse más su vista se nublo del placer, fundiéndose en el éxtasis total y que a la vez se corría entre ambos y daba un gemido que se asemejaba mas a un grito, causado por las sensaciones que sentía en ese momento. El mayor al sentir  como las paredes oprimían deliciosamente su miembro, tampoco pudo aguantar más y lleno con su esencia el interior de menor.

Ambos exhaustos, dejándose caer levemente el mayor encima del otro, sintiendo los latidos acelerados y sus cálidas respiraciones chocar en uno de sus hombros mientras poco a poco se les volvía la consciencia, que habían perdido durante unos segundos.

Una vez que todo se calmó lo suficiente como para poder moverse, salió del interior y  se acostó lentamente a un lado del menor, quien aún no se recuperaba ni la mitad de lo que ya estaba el mayor, a la vez que atraía con sus brazos el cuerpo del ultimo hacia él.

Lo beso tiernamente en sus labios, que se encontraban en un tono más cercano al rojo, siendo correspondido  y se separó ligeramente para susurrarle.

— Deidara.. Te amo — dijo y se quedó en silencio para escuchar la respuesta a una pregunta no formulada.

Se removió entre los brazos del mayor a causa de la calidez que le provocaba en su cuerpo y alma esa cortas, pero muy significativas, palabras que eran dirigidas, especialmente, hacia él.

— Mmm~.. yo también..te amo, Madara, uhn — Le dijo levantando la mirada para dirigir sus azules ojos a los rojos, pertenecientes a su amante.

Ahora fue el menor el que lo beso para, después, acomodarse entre sus brazos y quedarse profundamente dormido.

Madara al verlo calmado, feliz y, aun, con las mejillas sonrosadas, sonrió, mostrando levemente sus dientes en la acción. Esta sonrisa era de pura dicha, no había ninguna clase de malicia en ella, solo había sinceridad combinada con todo lo que sentía en su interior, algo que nunca pensó llegar vivir.

Busco con una de sus manos una de las gabardinas, cogió la más cercana  y cubrió sus cuerpos desnudos con ella, para finalmente abrazarlo aún mas y quedarse dormido, al igual que el menor.

 

Continuara…

Notas finales:

Bueno , que les pareció??..

Les voy a decir una parte de mi autocrítica: A mi parecer el lemon debió ir mas adelante y no ahora porque es muy pronto, pero cuando me di cuenta ya estaba empezando el segundo capítulo y, pues, no quería desperdiciar lo que ya había escrito jeje, la próxima evitare cometer ese error n.n ( y como se habran dado cuenta  Soy muy pervertida n//n)… o ustedes que dicen??

Ahora díganme si les gusto o no??, en que falle, en que puedo mejorar o si estaba  muy cursi :3

Pero recuerden sean amables en sus comentario, no solo digan lo negativo, porque me imagino que hubieron cosas que si hice bien o eso creo xD

Solo espero volver a tener su compañía en el próximo capítulo, aunque creo que demorare en actualizar :(..

Por favor sean lo más paciente que puedan, se los agradecería un montón ^-^…

Y no se olviden reviews, concédanme la experiencia de como se siente recibir un review :3

Bueno, sin más me despido y se cuidan mucho…

Matta ne!!!

*¬*~MadaDei~*¬*

*¬*~¡¡El verdadero arte es efímero, Katsu!!~*¬*

Pd: Mi firma la decidí cambiar. La anterior me la base en una escritora a la que admiro mucho y lo use después de un buen tiempo de no leer sus fics porque ya los había leídos todos y, entonces, cuando vi uno nuevo me di cuenta que la firma era, prácticamente, casi igual al de ella y decidí dejarlo, porque no me gustaría que me vieran mal u.u. Además, de que pensé que el hecho de pertenecer al foro” MadaDei Rlz” podías usar esa firma y, al parecer, me equivoque :( .

Así que cree otro jeje, creo que la primera parte se parece, pero me fue inevitable n.nUu y si mi nueva firma se parece mucho al de alguien, pues, no lo sé, no lo he visto y lo siento u.u…

Bueno, cambiando de tema :3, se me está pegando la ideología de Deidara( como lo podrán ver en mi firma).


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