-¿Qué dice el cielo?- agudicé mi vista mirando hacia el cielo, tapándome los ojos con la mano derecha, la luz no me deja ver bien.
-No lo sé, ¿tú que entiendes, Changjo?- le pregunté jalando la correa de Thunder para que caminara conmigo hacía un árbol, ese tiene sombra y se ve elegante para que lo use.
-Dime loco pero leo tu nombre.- se acercó a mí secándose el sudor de la frente, hoy es un día muy soleado, seguro le dio insolación.
-¿Cómo crees que va a decir mi nombre?- le pregunté dándole la correa de Thunder, cuando la tomó salí de la sombra para mirar de nuevo hacia el cielo.
-Ni…el.- leí. Sonreí emocionado. –¡Alguien escribió mi nombre en el cielo!- le grité a Changjo además de que lo invitaba a salir para que contemplara la belleza conmigo.
-Me pregunto quién fue.- dijo con un tono meramente sarcástico y al mismo tiempo fastidiado.
-Yo también.- le seguí el juego. De la nada apareció una avioneta en el cielo y a unos centímetros para mí, se giró para escribir otras cosas, obviamente para el piloto serán metros de distancia.
-¿Qué dice?- me preguntó jalando a Thunder para ponernos bajo el sol. –Unos lentes para el sol no nos vendrían mal.- me dijo cubriéndose la frente para hacer sombra.
-Si hubiera sabido que pasaría esto, créeme que traía lentes para todo Seúl con tal de que leyeran eso.- le dije mirando ahora el rastro de humo que dejó la avioneta.
-Dice Niel feliz.- dijo Changjo sin despegar sus ojos del cielo.
-¿Niel feliz?- susurré.
-Espera, sigue escribiendo.- asentí rápido, mirando de nuevo el cielo. Me preguntó cómo se sentirá la persona que está maniobrando la avioneta. Lo que es más, me pregunto de quién fue la idea si de L.Joe o de mi adorado y pervertido suegro.
-Niel feliz día.- leyó Changjo. –¿Si nos vamos a sentar a alguna banca con vista al cielo? Me estoy quemando.- miré sus brazos ya se veían rojitos.
-Bien vamos.- contesté jalando la correa de Thunder. Caminamos hacia una banca que estaba cerca al árbol, nos sentamos mirando la avioneta que aun escribía más cosas en el cielo. –¿Te pusiste bloqueador solar?- le pregunté.
-Sí pero aun así mira cómo está mi cuerpo.- se quejó mostrándome sus clavículas que también estaban rojas. –Mañana me va a doler. Tendré que tomar el sol semidesnudo en la azotea para emparejar el color.-
-Jajaja sí cómo no, solo relájate, regresarás a tu color natural en unas horas.- él sonrió también jalando a Thunder par que se sentara en la banca, no en el pasto. Miré hacia el cielo para ver cómo iba el asunto de la avioneta.
-Niel, feliz día. L. Joe.- leí sonriendo. Chillé emocionado, moví mis piernas para contenerme, incluso me mordí el labio inferior de la felicidad.
-¿Te gustó?- me quedé inmóvil al oír su voz.
-Aquí sobro.- se levantó Changjo –De nada.- le dijo a L. Joe.
-¿Fue tu idea?-pregunté. Me sonrió.