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Salsa de Chocolate por StrongestPair

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Notas del fanfic:

HEEEEEMMMM he regresado del infierno :D Y pos me he atrevido con un fanfic de Kuroko no basket asjdlaskd

(Debería terminar primero el Rikkai del Zodiaco y luego escribir cosas nuevas...calla mente,calla..)

Etto.. bueno eso,como coloqué en el resúmen,escribí este fanfic por San Valentín, el año pasado fue un one-shot de la silver pair,y este año es un MidoTaka >w<

Es que, KYAAAAA! Son tan hermosos >u<

Midorima me quedó un poco OOC, pero será xd

DISCLAIMER: Los personajes y la serie no me pertenecen, si me pertenecieran, esta serie sería yaoi *u*

Notas del capitulo:

Etto... es mi primer fanfic de KNB, así que no sean duros TT^TT 

Pensaba hacerlo lemon,pero mejor no:D solo tiene una mención de que lo hacen asjdklas

En fin, Enjoy!~

-          ¿Eh? ¿Quieres que te acompañe a comprar?

-          Debo comprar chocolate, nanodayo

 

Eran las 5:00 P.M, se habían terminado las clases vespertinas, y Midorima se había subido a la tradicional bicicleta – carretilla junto con su amigo Takao.

Era además, el 13 de febrero, y el último día posible en el que se podían comprar chocolates para San Valentín.

 

-          ¿Prefieres ir al supermercado o a alguna tienda en especial? – musitó Takao poniendo sus pies en los pedales

-          Al supermercado, según el horóscopo de hoy, debo evitar lugares fuera de lo común – dijo ajustándose los lentes

-          Vale vale

 

Fueron hasta el supermercado más cercano, para poder cumplir el deseo del peliverde. Aparcaron la bicicleta en el único lugar disponible que había, y entraron llevándose sus mochilas con ellos.

Era un lugar con poca gente y abundantes artículos.

No sabían dónde encontrar los chocolates, así que tuvieron que acercarse a un guardia que tenía cara amigable.

 

-          Disculpe señor… -consultó Midorima - ¿Dónde puedo encontrar chocolates?

-          En el pasillo 7 joven – le respondió el guardia sonriéndole con unos dientes grandes y fuertes

-          Muchas gracias

 

Llegaron hasta el pasillo indicado anteriormente, el cual estaba repleto de dulces, pero a pesar de todos los chocolates que habían, ninguno le gustaba al lanzador de Shuutoku.

 

-          ¿Este? Hm… ¿Este? ¿Y qué tal este? – Shintarou rechazaba todos los chocolates que le mostraba el pelinegro - ¡Pero Shin-chan!

-          Es que en realidad busco salsa de chocolate

-          ¿Me estás jodiendo? – suspiró – Oh, acá hay – Takao señaló un pequeño rincón del cual Midorima no se había percatado - ¿Cuál llevarás?

-          ¿Cuál prefieres tú? – una sonrisa se formó en los labios de éste

-          ¿Yo? Hm… pues esta me gusta – agarra un frasco y se lo entrega a su compañero - ¡Vamos! – pronunció alegre

 

Fueron hasta la caja para cancelar el producto, y después de una fila corta, ambos se pudieron ir. Takao se había puesto en posición para pedalear, y Midorima estaba ajustándose los lentes, y observando las propiedades de la salsa. Empezaron a andar cuando de repente, algo llamó la atención de Takao.

 

-          Ne Shin-chan… - decía mientras pedaleaba - ¿Para qué quieres esa salsa? ¿Para comer helado? O… No me digas que…. ¿¡Se lo regalarás a la chica que te gusta!? – esto último lo dijo gritando

-          Sí, ¿Algún problema con eso?

-          ¡Qué gran idiota! ¿Qué clase de chica aceptaría eso? Espera… ¿Te gusta alguien Shin-chan? – le preguntó sorprendido (IMPAKTADO)

-          Sí – respondió secamente

-          ¡Woah! ¿Cómo es? ¿Cómo se llama? ¿En qué clase va? ¿Le gusta el basket? ¿Es tu fan? Dimeee, dimeee~

-          Mejor pedalea Takao

-          Está bien~ no preguntaré más

 

Takao siguió pedaleando, esta vez algo curioso y triste. “¿A Shin-chan le gusta una chica? ¿Y es que ese idiota aún no se da cuenta de lo que siento por él? Menudo idiota…” Pensaba.

Pero estaba claro, Kazunari Takao era un chico, un hombre, un varón… y también era, (por qué no) su mejor amigo, una relación con él, no estaba permitida, de ningún modo.

 

-          Rayos – chasqueó

-          ¿Qué murmuras, Takao?

-          Nada Shin-chan~ Ya llegamos – se detiene frente a la casa de Shintarou, y abre el portón del jardín para dejar la bicicleta – carretilla dentro

-          Lamento que me hayas tenido que acompañar – ya estaba en el umbral de la puerta de su casa y miraba al ojiplata algo arrepentido

-          ¡N-no para nada Shin-chan! – sonrió - ¡Después de todo somos amigos!

 

Callaron. Hubo un lapsus de tiempo en el cuál ambos se miraron algo tristes, y el aire se sintió pesado. Se sintieron  incómodos, la última frase de Takao les había llegado como mil pelotas de basketball en el estómago. ¿Amigos, eh?

5 segundos después de quedar en silencio, el ojigris reaccionó.

-          Me tengo que ir… - dijo evitando la situación - ¡Nos vemos mañana!

-          Nos vemos – cerró la puerta tras él

 

El pelinegro se fue algo confundido. ¿Por qué Midorima tenía esa expresión? ¿Por qué se disculpó por haberlo acompañado a comprar? Eso no lo hacía nunca, era fuera de lo común. ¿Qué le sucedía? Sin duda alguna, andaba extraño.

 

En la madrugada del día siguiente, (como ya era habitual), se fueron juntos hasta la academia.

Y es que a pesar de todo lo que sucedió antes, debían continuar con normalidad, y olvidar toda aquella situación incómoda.

Camino al salón de clases, una multitud de chicas gritaban y los seguían para darles chocolates, y era de esperarse; al ser deportistas eran bastante populares, y las chicas no podían resistir el físico en el cual arduamente trabajaban ellos.

Tuvieron que correr, la masa los seguía correteando, y ellos no querían saber nada de chocolates, ni de chicas.

Llegaron velozmente al salón de clases, y sin dudarlo, cerraron la puerta tras ellos fuertemente. Gracias al cielo que no había casi nadie, y los que habían, eran hombres.

Soltaron un suspiro de alivio, y unos minutos después, la clase había comenzado.

 

 

Unas horas más tarde, estaban en el receso antes de que comenzara la última clase. Takao se le acercó a Midorima diciéndole que iba a ir al baño.

Midorima lo dudó un poco, tenía la cabeza llena de las típicas preguntas: ¿Y si no le gusto…?

Pero no podía dudarlo, lo que había sucedido el día anterior, lo dejó con algo de esperanzas, al parecer a Takao también le gustaba él, y era mejor arriesgarse por una ilusión que luego arrepentirse de no haberlo hecho.

Era el momento, el N°6 de Shuutoku se levantó con determinación de su pupitre ,y asegurándose de que nadie lo viera, se acercó al casillero de su compañero, dejando un pequeño paquete antes de que el otro volviera.

 

 

Las clases habían terminado, y Midorima se fue rápidamente de ahí. Takao ni siquiera se percató de que el otro había desaparecido.

“Seguramente quiere ir con la chica” pensó.

Pero estaba equivocado.

 

Takao abrió su casillero, y lo que vio lo dejó completamente sorprendido. Había un pequeño paquete junto a sus libros, y un pequeño papel que decía:

“Feliz san Valentín, nanodayo”

No pudo evitar esbozar una sonrisa.

Abrió el paquete, y efectivamente como él pensaba, estaba la salsa de chocolate, la que habían comprado juntos el día anterior.

“Si será…idiota…”

 

Se emocionó, su amado Midorima había correspondido a sus sentimientos, estaba tan emocionado que incluso una lágrima brotó por uno de sus ojos…

Miró el obsequio de nuevo.

 

No se aguantó, y lloró de felicidad, no había nadie, y si hubiera alguien tampoco le importaba. Estaba demasiado feliz para poder soportarlo.

 

“Ahora entiendo porqué Shin-chan se fue rápido… estaba avergonzado… - ríe - maldito tsundere”

 

Pero lo pensó bien, ¿A dónde había ido? ¿Se habría ido a su casa? …o…

 

Fue hasta el club, era la mejor opción.

 

No había entrenamiento ese día, y ese lugar, era el mejor para que pudiera tranquilizarse, conociendo a Midorima, hubiera esperado ahí, y luego se hubiera ido a su casa.

 

Iba llegando hasta los camarines del club, y se detuvo. Una chica estaba junto a un chico de lentes. Esta, tenía unos chocolates en la mano, y se estaba parando de puntitas para poder besarlo.

 

Tragó en seco, no esperaba ver esa escena, ¿Y si en realidad la salsa de chocolate había sido en modo de amistad?

Se quedó quieto, con ganas de irse, e incluso le dieron ganas de llorar nuevamente.

Pero lo amaba, lo amaba demasiado como para dejárselo a otra persona, debía jugárselo todo para ese momento, era ahora o nunca, y si no hacía nada, la chica se iba a salir con la suya.

 

No lo iba a permitir.

 

-          ¡Shin-chan! ¡Qué bueno que te encuentro aquí! – Takao se acercó hasta el dúo, y miró fijamente a la chica, lanzándole una breve mirada de furia – Oh, ¿Interrumpo algo?

-          No… ya me iba… lo siento, Midorima-kun, hasta luego  - la chica se fue triste, y algo enfurecida con el otro chico por haber interrumpido aquel momento

-          Io, Shin-chan

Se miraron, profundamente, como el día anterior. Con solo mirarse, podían transmitir todo lo que sentían el uno por el otro, luego Takao se acercó a él, con la intención de besarlo, pero…

 

-          Debemos irnos – musitó Midorima

-          Shin-chan…

-          No lloriquees, ya es tarde

 

Midorima tenía una expresión seria, como si nunca hubiese pasado algo. Avanzó, cogiendo su bolso que estaba en el suelo, y había empezado a caminar para irse. Sin embargo, en un impulso, Takao lo agarró del brazo, y lo giró hacia él haciendo que quedaran abrazados.

 

-          Te amo, idiota

 

 Kazunari se paró de puntitas como lo hizo la chica antes, y le dio un corto beso en los labios, luego le quitó los lentes, y le besó un ojo, que justamente Midorima había cerrado en ese momento, como si el destino hubiera deseado que pasara así. Takao sonrojado, se soltó de Midorima, y este, lo miraba mucho más sonrojado.

-          Takao – se acercó a él y lo agarró del mentón besándolo apasionadamente, dejándolo sin aire, unos segundos después lo soltó y lo miraba sonrojado – Idiota, no puedo ver nada sin mis lentes

-          Ah, cierto – le entregó los lentes y le besó dulcemente la nariz

-          Desvió la mirada, y con dificultad dijo – T-te amo Takao

-          Shin-chan… - lo observó feliz - Adoro tu tsunderismo~ - se acercó de nuevo dándole otro beso corto en los labios

 

Midorima Shintarou observó la hora en su reloj, alzó la vista y le indicó a su novio con un ademán que debían irse.

 

Era día viernes, los padres de Midorima estaban de viaje, y curiosamente los de Takao también.

-          ¿Quieres entrar? Estoy solo

-          E-está bien…

La casa de Midorima era espaciosa, y con muebles de buena calidad. Takao se sentó en un sillón y abrió su mochila. Buscó en el fondo, y sacó el frasco con Salsa de chocolate que le habían regalado.

 

-          Aún me sigo preguntando porqué me regalaste salsa de chocolate y no chocolate – se acostó en el sillón ya que estaba algo cansado

-          Para esto – Midorima se colocó encima de él, agarró el frasco, lo abrió, y le echó en los labios a Takao para después lamerlo suavemente

-          ¿Q-qué haces…? – estaba rojo como un tomate, se había sentido muy bien al sentir la lengua de Midorima frotando sus labios

-          ¿No quieres intentar esto? – sonrió pervertidamente

-          ¿Qué…? – desvió la mirada, no había pensado en eso todavía

-          Aunque no quieras te obligaré

 

Lo cargó, y lo llevó hasta la habitación de sus padres. Luego lo lanzó bruscamente encima de la cama, se colocó encima de él, y levantándole la polera le preguntó por última vez.

 

-          ¿Quieres o no?

-          Si quiero Shin-chan… - dijo aún más sonrojado que antes – por favor, hazme tuyo…

 

Perdió la cordura, la perdió completamente. No pudo resistirse a esa petición, y emocionado le bajó el pantalón junto con el bóxer. Tenía el miembro erecto, y aprovechando que aún sostenía la salsa de chocolate en la mano, le echó todo lo que pudo, en esa zona, luego le quitó la polera, y le echó salsa en todo el cuerpo.

-          Shin-chan…pervertido…ngh…

-          Me encanta la salsa de chocolate, ¿Sabes? – continuó con su tarea de seguir lamiendo y succionando el miembro erecto de Takao, lo que hacía que el otro gimiera constantemente

-          Hmm…ngh…aaah….¡Shin-chan! P-por ahí n-no…

-          Paró – Sé lo que es bueno para tu cuerpo

-          ¿Sabes? P-prefiero la salsa de chocolate que cualquier o-otra cosa…

Midorima abrió con fuerza la boca de Takao, y le echó mucha salsa sin piedad, infiltró su lengua en los labios ajenos, llegando profundamente. Pararon para poder respirar, y un hilo de saliva quedó colgando entre ellos.

 

-          Te amo, Takao, te amo demasiado, no suelo decirlo, pero necesito transmitirte todo lo que siento

-          Shin-chan… a pesar de que seas un tsundere con gafas, te amo también... - miró hacia otro lado - F-feliz san valentín...

-Feliz San Valentín Takao

 

Se besaron, y las caricias persistieron durante toda la noche…

 

Y en realidad, para toda la eternidad…

Notas finales:

KYAAAAAAAAAAA! Simplemente adoro lo tsundere que puede llegar a ser Midorima, y lo tierno y sensible que puede llegar a ser Takao :'D

Lo hice llorar uvú péguenme QAQ pero eso demuestra que realmente amaba a ese "Idiota tsundere" jajá

Midorima se puso posesivo también :0 puede llegar a ponerse muy excitado (? okya ajsdkasd

En fin,espero lo hayan disfrutado:3 quizás debí haberlo evitado,pero no aguantaba las ganas de subirlo :I

Reviews :D?

¡Feliz San Valentín y día de la amistad a todos!

 


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