Cap. 11
Los dos días antes de Luna llena (entiéndase, el día antes y durante el día de la Luna Llena) Harry estuvo insufrible e irritable.
Durante los dos días insulto a sus amigos por cualquier nimiedad, pero casi de inmediato se disculpaba, avergonzado.
En las mañanas, en su habitación varios frascos de tinta estallaron (y los espejos), durante el desayuno gruñía y rumiaba contra su pobre plato.
En clase de pociones varios calderos a su alrededor estallaron, y en clases de DCAO su magia intento matar a Umbridge varias veces.
Aunque claro, esto sucedía tambien en el comedor o cuando se la encontraba por los pasillos.
Autodefensa, su parte Shittara presentía que las intenciones de esa mujer no eran ni remotamente buenas.
Por eso, desde media tarde, había preferido saltarse las clases y encerrarse en la Sala de los Menesteres. Entrenando y agotando su magia en todo lo que se le ocurría.
Pero esto no servía de mucho ya que, si se tomaba un solo descanso, su magia volvía a su caudal, haciendo estallar las decoraciones.
A media tarde, cerca de las 6, Harry, agotadísimo, volvió a las mazmorras, saltándose la cena.
Se dejo caer en su cama, cerró las cortinas y se dejo arrastrar por el cansancio.
A media noche, aproximadamente, Harry abrió los ojos luego de un inquietante sueño con su sexy hermano.
Se sentía... Extraño. Como si necesitara algo con desmedida urgencia... A alguien.
Se sentía extremadamente sensible, como si cualquier cosa pudiese inflamar su piel...
Se levanto, y, como guiado por una fuerza invisible, salió de su habitación.
Percibía todo más nítido, como aumentado mil veces más. Podía escuchar, aun a esa distancia, mientras subía las escaleras que lo separaban del pasillo principal, a los lobos aullándole a la luna y percibía el fresco aroma de los arboles.
Salió del castillo y camino por el patio, así, vestido con un pijama rojo vino tinto de mangas largas y totalmente descalzo.
El viento agito sus revueltos y largos cabellos, susurrándole cosas dulces al oído, llamándolo a entrar al bosque con sus congéneres.
Y a la luz de la luna, brillante, redonda y hermosa, la piel de Harry pareció brillar, en una exquisita combinación de plata y rojo y verde.
Su pelo pareció hacerse más largo y salvaje, sus orejas se alargaron tan solo un poco y sus ojos... Podría decirse que sus ojos fueron los que más cambio sufrieron.
Los pozos verdes tenían un halo dorado rodeándolo, que a cada instante parecía posesionarse de las lagunas verdosas. Sus pupilas, del negro más profundo jamás visto, se habían rasgado totalmente, parecidas a las de un gato o un dragón.
Pero nada que ver con su disfraz de Halloween. Sus ojos, de por si hermosos e hipnóticos, se veían más impresionantes si cabria.
En derredor, por las sienes, se podía apreciar perfectamente un gran grupo de escamas plateadas con bordes rojizos y verdosos.
Harry siguió caminando, inconsciente de los cambios efectuados en su propio cuerpo.
http://i59.tinypic.com/oigoy8.jpg (NA: no puedo hacer que el dibujo se vea D:)
De pronto, un enorme lobo, más grande que uno normal, salió del bosque y se acerco al moreno, gruñendo y olfateándolo desde lejos.
Y aun en su trance, Harry reconoció a Remus por sus característicos ojos dorados, que aun transformado en lobo, tenían un tinte que los hacía ver amielados y esa amabilidad que lo caracterizaba.
El lobo, o más bien hombre lobo, se acerco a Harry, olfateándolo aun más de cerca y, al reconocer a su cachorro, aulló fuertemente y dejo que el joven acariciara su cabeza con sus suaves manos.
Harry sonrio y tambien olfateo al lobo, como una forma de reconocimiento.
La enorme y esponjosa lengua de Remus acaricio la mano de Harry antes de dar media vuelta y desaparecer por los lindes del bosque.
Harry dio un paso dispuesto a entrar tambien.
-¡alto ahí!-una voz, demasiado conocida para él, le detuvo
Las aletas de su nariz se agitaron, aspirando el dulce aroma del Veela, que era arrastrado por el viento justo hasta el, torturándolo.
Sin poder evitarlo, de la garganta de Harry salió un profundo gemido, parecido más a un ronroneo que a otra cosa.
-Draco...-susurro, y su voz sonó suave como la seda, como el viento de otoño arrastrando las errantes hojas de los arboles
-¿Harry?-el rubio reconoció la voz de su hermano, a pesar de lo extraña que sonaba.
El moreno se giro y observo a su hermano.
Draco se veía muy... apetitoso con su uniforme algo desarreglado y la insignia de prefecto brillando a la luna. Sus largos cabellos platinos danzando con la brisa y sus ojos plateados...
La perfecta imagen de su, ya confirmada, pareja encendió algo en sus venas y sin pensarlo se lanzo hacia su hermano, buscando algo de desesperado contacto. Sin pensar siquiera en lo extraño que era que su hermano estuviese desarreglado.
Draco, por su parte, se quedo impactado ante la imagen de Harry. Se veía... Hermoso.
Simplemente hermoso.
El pelo visiblemente más largo danzando con la brisa, su delicada y a la vez fuerte figura delineada por el pijama, la brillante piel (al menos la que quedaba expuesta), los ojos...
Los ojos de un verde mezclados con dorado y de pupilas rasgadas que lo miraron cargados de deseo.
Todo el paquete encendió algo dentro de él.
De pronto Harry se lanzo sobre él y Draco alzo la varita sin pensarlo.
Pero el moreno se detuvo y gruño.
Olfateo el aire y el gruñido que escapo de sus labios se asemejo mucho al de un gran puma o tigre bastante molesto.
Sus ojos brillaron, oscureciéndose, y Draco pudo sentir la ira de Harry crecer rápidamente. Podía verlo en la mueca de desagrado en sus labios o en el extraño y anormal crecimiento de sus colmillos.
-¡Desmaius!-dijo, sin pensarlo dos veces
Pero el hechizo pareció rebotar contra la piel de su hermano, que parecía recubierta con un escudo intangible e invisible.
Harry se acerco peligrosamente a su hermano, oliendo el aire a su alrededor, oliendo su piel y su pelo...
Un gemido lastimero escapo de sus labios esta vez, y sus ojos se llenaron de lágrimas.
La ira fue reemplazada rápidamente por el sentimiento de traición. Retrocedió unos pasos, gruesas lágrimas cayendo de sus ojos.
Draco, agitado por la impresión, levanto la varita nuevamente y lanzo un nuevo Desmaius, que si impacto en Harry.
Al joven se le doblaron las piernas mientras cerraba los ojos. Draco sin pensarlo lo sostuvo antes de que cayera.
Se sorprendió de lo liviano que era pero, sin pensarlo más, lo cargo y corrió lo más rápido que pudo al castillo.
En pocos minutos llego frente a la puerta de la habitación privada de Severus, dio la contraseña y entro sin importarle el ruido que podría provocar.
Severus, que envolvía protectoramente a un extrañamente aun dormido Sirius, se sentó de golpe en la cama, apuntando con la varita al rubio.
-¡Draco!-bramo, taladrándolo con la mirada
Ante el ruido Sirius se revolvió y despertó, se desperezo y se sentó, mirando molesto a su esposo y a su primo.
-¿qué...?-pero sus palabras se cortaron al ver a Harry en brazos del rubio-¡Harry!
Se levanto de un salto de la cama y se acerco a su ahijado.
Recién Severus se percato de la presencia del moreno. Igualmente preocupado se levanto y camino hasta posarse junto a Sirius.
Ambos se quedaron mudos al observar a Harry.
-¿qué paso?-preguntaron, a la vez
-su primera transformación-dijo una voz desde la puerta.
Draco se giro un poco y observo a Remus que, con los ojos aun dorados y vestigios de su reciente transformación, entraba cerrando la puerta y colocando hechizos de privacidad y silencio.
-ponlo en la cama-dijo Sirius a Draco, acercándose a su amigo
Draco asintió y puso a Harry en la cama de su padrino, sentándose a su lado y retirando algunos mechones de pelo de su rostro.
Se sorprendió al sentir la piel de Harry ardiendo, suave como el pelaje de un gato a pesar de las pequeñas escamas que rodeaban sus ojos.
-Severus...
El morocho se acerco y observo lo que observaba el rubio.
-llamen a Regulus
Remus se acerco a la chimenea que había en la habitación, tomo polvos Flú y los lanzo en ella.
Sirius se acerco a su ahijado y acaricio el durmiente rostro.
Ignoro el crepitar de las llamas y los pasos que se acercaban apresurados a Harry.
-¿qué paso?-pregunto Regulus, agitado, alejando a su hermano
-su primera transformación-dijo nuevamente Remus, alejando a Draco lo más posible
-intento atacarme-murmuro el rubio, mirando sin ver al moreno-intento...
-no lo hizo-negó Remus, olfateando los rubios cabellos del chico
-Draco, tu eres...-empezó Sirius, revolviéndose en los brazos de su marido
-mejor sal-gruño Remus-hueles a sexo, Draco, a sexo y a otra persona y eso alterara a Harry
-¿por qué?-pregunto el rubio, ignorando la vergüenza de que su profesor supiera que el...
-porque eres su pareja-respondió una nueva voz desde la chimenea, y por ella salió el Ministro Riddle-que huelas a otra persona le indica a Harry que su pareja no solo le rechaza sino que no está en lo más mínimo interesada en el
El rubio se quedo mudo.... ¿Su pareja? ¿El era la pareja de Harry? ¿Ósea que él...?
-por favor, sal Draco-dijo Regulus, desabotonando rápidamente los botones de la camisa del pijama de Harry y quitándoselo-si te ve, y te huele, su magia podría salirse de control y lastimarlos a ambos
El rubio, embobado ante la visión del lampiño pecho de Harry, cubierto por finas escamas plateadas con bordes rojos y verdes, simplemente asintió y salió de la habitación sin protestar.
Cuando la puerta se cerró, se recostó en ella, apoyo la cabeza en sus rodillas y dejo que las lagrimas bañaran su rostro.
Había hablado con su madre, y esta le había confirmado lo que ya sospechaba: Harry era su pareja destinada, pero al parecer él lo amaba de mucho antes de saber que era un Veela.
Estaba tan frustrado y mosqueado que había decidido sacarse de la cabeza eso y demostrar que todo debía ser falso, desfogando sus revueltas hormonas con uno de los tantos chicos que estaban enamorados de él.
Nunca se le paso por la cabeza que tal vez Harry pudiera corresponderle.
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Con un quejido, Harry abrió los ojos, confundido. ¿Dónde estaba?
Lo último que recordaba era haber salido de las mazmorras... Haber visto por primera vez a Remus como lobo... Haber casi atacado a...
-¡Draco!-grito, sentándose de golpe
Pero de pronto, sintió una sensación de vacio apoderarse de su pecho y la irremediable necesidad de... Llorar.
Se sentía extraño, le faltaba algo... Algo que no supo identificar.
Se llevo una mano al pecho y observo el lugar.
Estaba en las mazmorras... Y viendo la sobria decoración la reconoció como la habitación de Snape.
Luego de registrar eso se dio cuenta de que no llevaba la parte de arriba de su pijama y que su piel se sentía... Diferente.
Suave como el pelaje de un gato angora, pero a la vez caliente y escamosa.
Se miro y se sorprendió al encontrarse con que su piel estaba cubierta por varias escamas plateadas, rojas y verdes, en una hermosa amalgama que en vez de hacerlo sentir acongojado, lo hizo sentir... Cómodo.
La puerta se abrió y por ella entro Tom, que al verlo despierto, sonrío.
-buenos días, Harry-saludo-me alegra que estés despierto, Severus te excusara con todos los profesores
-¿qué paso?-pregunto, extrañado
Si Tom estaba allí, quería decir que algo había pasado.
-anoche tuviste tu primera transformación a tu verdadera naturaleza-informo el mayor, sentándose a su lado
-paso algo más, ¿verdad?-pregunto, atemorizado
El mayor suspiro y acaricio los largos cabellos del chico
-te quedaras aquí un par de días, hasta que las escamas más visibles en tu cuerpo desaparezcan-empezó-luego te pondrás al día...
-Tom-corto-¿qué paso?
El oji café suspiro y lo miro, preocupado.
-tu... Parte Shittara confirmo que, al parecer, Draco no te corresponderá
Y Harry lo recordó de pronto.
El olor... El olor a coito, el olor a otro... La traición... El dolor... El vacio.
Su mirada se oscureció y entendió que era eso que sentía.
Sonrio tristemente y asintió. Todo tiene sentido.
-¿me estas escuchando, Harry?-pregunto el mayor
-¿perdón?-pregunto, mirándolo confundido.
-te decía que tengo que salir urgente a Alemania, y tu entrenamiento estará a cargo de Severus, Sirius, Regulus y Remus-Harry asintió-y Flamel te envío esto
Saco un libro de su túnica y se lo entrego. Era pequeño, de pasta dura rojo vino tinto y sin letras.
-¿qué es?
-le comente sobre tu transformación-acaricio las escamas del hombro de Harry-y dijo que tenía una forma rápida para que las ocultes sin tener que esperar
Harry abrió el libro y lo hojeo.
-gracias-le sonrio
Tom asintió y se dispuso a salir. Pero se giro y volvió a acercarse. Saco una cajita de su túnica, envuelta en un hermoso papel de regalo negro con una preciosa moña roja.
-como no estaré, no podre darte un regalo decente para navidad-le entrego la cajita
Harry pestañeo, se sonrojo y sonrio apenado.
Retiro el papel y abrió la cajita. Jadeo sorprendido.
Dentro, sobre un pañuelo de seda negro, había un pequeño relicario.
Era octagonal, de plata envejecida con labrados en las orillas, como serpientes entrelazadas.
En el centro, dentro del cristal ambarino, había un circulo y dentro de este una S en forma de serpiente, con esmeraldas incrustadas y runas escritas a su alrededor, que según pudo entender decían “Ambición y Astucia”.
Tomo el relicario con mano temblorosa, jalando suavemente la larga cadenilla y lo giro.
Detrás tenía grabada las iníciales S. S y de inmediato Harry lo reconoció.
Alzo la vista de golpe y coloco nuevamente el relicario en la caja.
-Tom, yo no...
-tambien eres descendiente de Slytherin, Harry-dijo suavemente el Ministro-quédate con él, yo ya tengo muchas cosas de mi antepasado
Harry asintió, apenado.
-gracias, supongo
-cuídate, Harry-revolvió su pelo y sonrio-ya nos veremos
Y dicho esto, dio media vuelta y salió.
Harry miro nuevamente el Relicario de Slytherin, suspiro y se lo coloco, se dejo caer en la cama y se dejo llevar nuevamente por el sueño.
La noche anterior había sido muy agotadora.
Continuara...
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Otra parte del dibujo, realizado por R.B.S
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http://i59.tinypic.com/24enwg9.jpg
y este, fue hecho por Gema Talerico (autora de Volte di Luna)
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