Cap. 12
Una semana.
Noviembre ya cumplía con una semana y las cosas en Hogwarts parecían empeorar.
3 días después de que Tom partiera a Alemania el vice Ministro, Cornelius Fudge, declaro a Dumbledore incapacitado para ser director de Hogwarts, todo con unas supuestas pruebas presentadas por Dolores.
Y el mismo día que el director fue forzado a marcharse, la vieja pomposa fue declarada directora del colegio.
Y las cosas habían cambiado bastante en 4 días.
A Remus lo despidieron, pues un hombre lobo no estaba capacitado para impartir clases. Las clases de DCAO fueron abolidas, y con ellas las de AO, pues impulsaban a los estudiantes a “practicarlas más a fondo”.
Estúpido, la verdad. No se tenían registros de magos oscuros desde que Dumbledore había vencido a Gellert.
Y ahora... Esto.
Harry, Ron, Hermione y Neville observaban sorprendidos como Filch colgaba una especie de cuadro sobre las puertas del Gran Comedor. Con demasiado entuciasmo.
Al terminar, bajo rápidamente y todos los estudiantes que allí se habían reunido pudieron leer perplejos lo que decía.
“Proclamación
Decreto Ministerial
No. 01
La Directora Dolores Umbridge es declarada Suma Inquisidora del Colegio de Magia y Hechicería, Hogwarts.''*
Y debajo de esto estaba la firma del Ministerio junto al sello oficial.
-¿qué es eso?-susurro Ron, fastidiado
Hermione negó, sin comprender.
-será mejor entrar.
Los demás asintieron y todos los estudiantes empezaron a entrar en el Gran Comedor.
Harry fue directo a su mesa, mirando de reojo la mesa de profesores donde faltaba Remus.
Sabía que lo vería esa noche en la Sala de los Menesteres pero aun así... Era extraño no ver su cálida sonrisa toda las mañanas.
Prácticamente no probo de su desayuno y fue casi corriendo a su primera clase.
Draco observo a su hermano en clases. A pesar de apenas y si estar comiendo Harry se veía realmente saludable, y tal vez el era el único, pero podía ver las brillantes escamas plateadas que lo hacían ver aun más hermoso.
Suspiro y volvió la vista a su trabajo de Transformaciones. Desde el incidente de Luna Llena Harry, que antes intentaba hacer las paces con él, ni siquiera le miraba.
Y cuando lo hacía por accidente sus ojos perdían todo brillo y alegría.
Sacudió la cabeza.
Mejor no pensar en eso.
---------------------------------
Luego de la primera “Proclamación” siguieron unas cuantas más.
Para finales de noviembre había al menos unas 15 mal contadas, y para la semana de exámenes había unas 28 más o menos.
Cuada una más ridícula que la otra, y a Harry le parecía una pérdida de tiempo.
Y para colmo de males, Umbridge había creado la Brigada Inquisidora, un grupo de jóvenes que tenían mayor poder que los prefectos. Y entre ellos estaba su hermano.
No sabía, ni quería saber, porque el rubio estaba en la Brigada, pero mejor evitarse problemas.
Harry entro en las habitaciones de Snape, como ya era costumbre, luego de correr por medio castillo al finalizar su última clase.
Se acerco a la pequeña salita y se encontró con Sirius, que tarareaba alguna cancioncilla (algo atípico de él) mientras leía un libro frente a la chimenea (aun más atípico)
-padrino-saludo, sentándose a su lado, sonriéndole
Sirius le devolvió la sonrisa abrazándolo.
Harry lo observo. Aunque el embarazo masculino era extraño y peligroso, a su padrino parecía sentarle de maravilla.
Sus traviesos ojos brillaban aun mas y, aunque su pancita aun no se notaba, los 3 meses que se cargaba encima lo hacían ver muy bien.
-Severus vendrá en un momento, Reg lo mando a llamar para unas pociones-dijo Sirius, revolviendo la melena negruzca de Harry
-bien, ¿cómo te sientes?
-como una ballena-admitió
-ni siquiera se te nota-sonrio
-lo sé, pero siento que peso más aun-Sirius hizo un infantil puchero
Harry rio y rodo los ojos ante lo infantil que sonaba su padrino. Recostó su cabeza en el hombro de su padrino. Si se sentía así con tan solo 3 meses, no quería ni imaginarse cuando tuviera más.
-tus escamas son suaves-dijo Sirius, acariciando los brazos de Harry.
El chico rio, pues estaba restregando inconscientemente su mejilla en el hombro desnudo de Sirius.
-gracias
-¿cómo van las cosas con la cara de sapo?-cuestiono
-horrible-bufo, fastidiado-faltan unos días para las vacaciones de navidad, pero esta semana es pesada
-me lo imagino, Sevy llega con cara de amargado por tener que soportarla
Harry asintió.
-castigo a un alumno de 1er año por una nimiedad
-¿que hizo?
-tropezó en medio del gran comedor, cuando ella iba entrando, y pues llevaba un vaso de jugo de calabaza en la mano y se lo echo todo encima
-vaya, ¿casa?
-Hufflepuff
-pobre chico-Sirius bostezo-¿te importa si me duermo?
Harry negó y dejo que Sirius se acomodara mejor en el sofá.
Cerró los ojos unos segundos, agotado, pero al momento cayo rendido.
Y así los encontró Severus, media hora después.
Su esposo recostado en el reposa brazos, envolviendo protectoramente el cuerpo de Harry.
Se permitió sonreír de medio lado, cargo a Sirius y lo llevo a su habitación, recostándolo en la cama.
Volvió y, sin corazón para despertar a Harry, pues sabía lo agotador que era para él ocultar su verdadera forma y a la vez hacer magia, lo acomodo mejor en el sofá, con un Accio llamo una manta y lo cubrió.
----------------------------------------
Y las ansiadas vacaciones de navidad llegaron, luego de una cansada semana de exámenes.
Una vez dentro de las protecciones de Malfoy Manor, Harry suspiro y dejo caer su “Glammour” (uno especial que creo gracias al libro de Flamel, pues los normales no lograron nada), ignorando la mirada hambrienta que le dirigió su hermano.
-¡Draco, Harry!-Narcissa Malfoy salió a recibir a sus hijos y se quedo impresionada al ver a Harry-¿Harry?
-hola mama-saludo, sonriendo tímidamente
La rubia se acerco y toco el rostro del joven, estremeciéndose ante la calidez y suavidad de las escamas, contrario a las de un dragón.
Se sorprendió aun mas por el hermoso contraste de rojo y verde, sobre las escamas que parecían más bien dibujos sobre la pálida piel del chico
-vaya, Reg no mentía cuando dijo que era impresionante
-aun trabajo en ocultarlas-admitió el chico, sonrojándose
La mujer asintió y paso a abrazar a Draco.
Lucius, que bajaba las escaleras, observo consternado al moreno.
Harry le sonrio y agito su mano.
El rubio simplemente sonrio de medio lado, estremeciéndose levemente ante las pequeñas e inofensivas hondas de magia que Harry parecía exudar sin darse cuenta.
“Vaya que es poderoso” pensó. Recorrió de arriba abajo a su hijo y detuvo sus grises ojos en el relicario que colgaba de su cuello.
Alzo una ceja pero no dijo nada. Ya sabía que Harry era descendiente de Slytherin... Pero ver que el Ministro le concediera precisamente eso era extraño.
-------------------------------------
La 2da Luna llena de Harry fue más tranquila.
El chico (con prácticas constantes y uno que otro hechizo especial aplicado en La Sala de los Menesteres) había aprendido a dominar su instinto primario: estar cerca de su pareja.
Aun le dolía recordar que cabía la remota posibilidad de que el no fuese la pareja del Veela.
Y casualmente esa Luna Llena había caído el 24 de diciembre, por lo que, cuando bajo a cenar (la hermosa luz plateada que se colaba por su habitación había deshecho su Glammour, como si de un contra hechizo se tratara), sus escamas brillaron bajo la luz de los candelabros y sus ojos se asemejaban más a los de un dragón que a los de un humano.
Su madre, que se había sentado ya, se le quedo mirando impresionando, haciéndole sonrojar. Su padre había fruncido el ceño y Draco lo miraba... De una forma extraña.
Harry vestía un pantalón negro, una camisa roja y una túnica que iba del rojo negruzco al verde de igual color, abierta y dejando ver su ropa, contrastando con su piel.
Apenado, se sentó en la mesa, sintiéndose incomodo ante las miradas de sus padres.
-así que así te vez como Shittara-comento Narcissa, recorriendo cada rincón de la piel expuesta de su hijo, deteniéndose en las escamas de sus sienes-Lily debió de verse hermosa
Harry asintió.
-encontré unas fotos...-comento, haciendo un vago gesto con su mano
Y en realidad había sido así. Al final del diario de su madre se encontró una foto de ella, como Shittara, cargándolo a él, vestida con un sencillísimo vestido strapless azul celeste.
Y se veía hermosa. Su pelo mas rojo que en las fotos que le había regalado Sirius, sus ojos verdes más profundos con vetas doradas y pupilas rasgadas, sus orejas algo puntiagudas, la piel de sus sienes, sus hombros y parte de sus brazos estaba cubierta por unas hermosas escamas plateadas, con las orillas azul y verde, haciendo un hermoso contraste parecido a un verde acuoso.
Contrario a las suyas rojas y verdes.
Suspiro nostálgico y sacudió la cabeza, atraído por el aroma de la cena.
Cenaron tranquilamente, contando algunas de sus experiencias en la escuela ese año. Harry no había podido evitar despotricar contra Umbridge, pero se reservo una que otra cosa con respecto a la actitud de Draco.
Draco por su parte, había rebatido todos los comentarios de Harry hacia la directora, haciéndole enojar cada vez, hasta que...
-si no andarás con la sangre sucia y con el torpe del huérfano Longbottom, tal vez apreciarías mas las acciones de la directora-seseo Draco, mirándolo de forma venenosa sin evitarlo
No es que el pensara que Umbridge era un encanto, claro.
Harry lo miro incrédulo y herido, sintiendo la ira bullendo en sus venas.
Sus escamas se tornaron mas rojas, nada que ver con un sonrojo; sus ojos se volvieron aun mas dorados y de su garganta escapo un gruñido, muy parecido a la amenaza de un felino enorme.
El candelabro empezó a titilar y la magia de Harry, invisible para los presentes, ondulo alrededor de ellos, lamiendo su piel como fieras lenguas de hielo, estremeciéndolos.
-te recuerdo, Draco-su voz sonó profunda y ronca, un profundo ronroneo amenazador-que yo tambien soy huérfano y no tienes ningún derecho para hablar así de ellos
-oh, por favor Harry-Draco se puso en pie, molesto, ignorando la obvia amenaza en los largos colmillos, o en que de repente el aire a su alrededor empezó a condensarse, el aire frio y la temperatura bajo cero-no deberías juntarte con ellos, Umbridge...
-¡quiere matar a Remus!-estallo Harry, y con el varios vasos y ventanas-quiere matar a Fleur y a ti, me quiere matar a mí y a toda criatura mágica-y a pesar del estallido de magia, la voz de Harry no paso de ser un simple seseo-a Firenze, a Hagrid...
Lucius y Narcissa no pudieron evitar estremecerse, recordando vagamente haber sentido un estallido similar, hacia años, en el Gran Comedor donde una furiosa Lily le había gritado a James hasta de lo que se hiba a morir. Aunque claro, aquella era unasimple honda comparada con esta.
-eso es ridículo, Harry-Draco se acerco a él, molesto, apretando sus manos fuertemente
Las aletas de la nariz de Harry se agitaban violentamente, su respiración errática, sus ojos refulgiendo en oro y esmeralda, las pupilas mas rasgadas si cabe, los colmillos resaltando de forma amenazadora en una mueca de desprecio.
Y aunque el enojo de Harry era palpable, a Draco no dejo de parecerle... Hermoso.
Simplemente hermoso.
-no sabes lo que hablas-continuo el rubio, tratando de controlar sus ganas de lanzarse sobre Harry y devorarlo a besos
Harry, en cambio, sentía como la furia, ardiente como la lava, se convertía poco a poco en una ira fría, calculadora, helada, mezclada con la decepción.
Decepción que se convirtió en desolación y dolor cuando a sus fosas nasales llego el aroma de Draco.
El aroma de SU Draco mezclado con el de otra persona. Y no precisamente porque la hubiese abrazado.
Sus ojos se llenaron de lagrimas y de su garganta escapo un débil gemido, las vibraciones de su magia mas erráticas, aunque menos agresivas. El ambiente caldeándose y su piel volviéndose mortalmente pálida.
El rojo incandescente y el verde refulgente de sus escamas se apagaron como por arte de magia, perdiendo su brillo y dando paso al plata, que pareció cubrirlo todo.
Draco lo miro confundido; pero cuando los ojos de Harry se oscurecieron como aquella vez en su primera Luna lo entendió.
Trago saliva y sintió como, inconscientemente, la mente de Harry se introducía en la propia, buscando, tanteando... Hasta encontrar lo que ansiaba no hallar.
La ira que aun era palpable se desvaneció totalmente, dejando en su lugar un dolor profundo, de esos que desgarran tu alma y destrozan tu espíritu, haciendo añicos a tu corazón.
-te odio-escupió el moreno sin pensarlo, pronunciando aquellas palabras que antaño habría dicho Draco, con el mismo tono despectivo, solo que por diferentes motivos-te odio, Draco, con todo mi ser
-Harry...-Draco retrocedió un paso, su corazón erráticamente acelerado
-y tenias razón-a ese punto de la conversación las lagrimas ya corrían por las mejillas del moreno-tu y yo nunca debimos de haber sido hermanos
Y con estas palabras, Harry dio media vuelta y se salió de la estancia, sollozando silenciosamente, pero con la frente siempre en alto, como todo un Malfoy.
Draco, que se había quedado de piedra ante esas palabras, se dejo caer de rodillas, sintiendo que algo dentro de él se moría.
¿Eso había sentido Harry cuando, hacia meses a finales de su 4to año, le había dicho esas mismas palabras?
De haber sido así, no le gustaba nada.
Lucius paso a su lado, sin decir una palabra, debía controlar a un hormonal y dolido Shittara, antes de que destrozara la mansión o se lastimara.
Narcissa en cambio, se arrodillo a su lado y abrazo a su hijo, besando su cabeza.
-el me... El me...
-si-asintió Narcissa, comprendiendo-tal vez no textualmente, pero te ha rechazado
-yo no...
-tranquilo-Narcissa limpio sus lagrimas, que en ningún momento el rubio había notado que derramaba-cuando se calme, pídele disculpas y habla con el
-mama-sollozo-yo aun no recibo mi herencia Veela
-lo sé-asintió-pero eso no impide el hecho de que, en el fondo, sabes que tu pareja te rechazo
Draco se aferro a su madre, sollozando.
Había lastimado a Harry, a su Harry. Al que había jurado proteger y querer a su hermano, sobre todo.
Había jurado... Se lo había jurado... Y ahora... Ahora el había roto esa promesa,lastimándolo el mismo
Lucius encontró a Harry en la biblioteca, ensimismado en un libro, pero aun sollozando suavemente.
Se acerco silenciosamente, aunque sabía que Harry ya había notado su presencia. Se sentó a su lado y observo el libro.
Era un álbum de fotos.
Todas de él y Draco... Todas desde que eran bebes hasta su 3er año de Hogwarts.
-lo siento, papa-dijo suavemente Harry, cerrando el álbum-yo no...
-ya lo sé-Lucius asintió, se sentía extraño siendo tan... Condescendiente, pero Harry lo necesitaba-debe ser difícil ser rechazado por tu pareja destinada, y más aun oler el aroma de otro en ella
Harry cerró los ojos, sintiendo su corazón hacerse pedazos una vez más. Una cosa era saberlo, y otra decirlo en voz alta.
-ha... Hable con... Con Sirius y... Y él no tiene problema en que... En que...
-será lo mejor para ti-asintió Lucius-espero verte en año nuevo, hijo
Harry sonrio y lo abrazo.
-te quiero papá
-lo se
-y amo a Draco-susurro, sonrojándose
Lucius, que acariciaba los desnudos brazos de Harry (que se había deshecho de su túnica) detuvo el movimiento, más por sentir la piel fría que por lo dicho.
-tambien lo sé-admitió-y el te...
Pero el sonido del crepitar de las llamas lo detuvieron. Ambos miraron y vieron a Sirius salir de la chimenea, limpiándose el hollín y sonriéndole a su ahijado.
-buenas noches Luc-saludo alegremente
-buenas noches, Sirius-le devolvió el saludo, algo molesto por el apodo
-¿Harry?
El moreno se soltó del abrazo de su padre y se puso en pie, dejando el álbum en el sillón que ocupaba.
-nos vemos-se despidió-despídeme de mama
Lucius asintió
Harry se acerco a Sirius y ambos desaparecieron por la chimenea, luego de que el mayor gritara la dirección.
Lucius suspiro y miro la puerta, donde Draco observaba ausentemente la chimenea.
En su cabeza repitiéndose una y otra vez las palabras del moreno: “Y amo a Draco“
Continuara...
*no estoy segura de que diga así, y como no me se las proclamaciones, no las mencionare