~5 años después~
Harry se paseaba de un lado al otro, su negro cabello, largo hasta media espalda, perfectamente peinado (por una vez en su vida) y sostenido por una fina diadema (matara a Hermione por ello) contrastaba de forma maravillosa con la túnica gris plomizo que llevaba.
Sus ojos verdes se deslizaban nerviosamente por toda la habitación, recayendo de vez en cuando en el espejo.
Demian, sentado en la cama al fondo de la habitación, bufó molesto y rodó los ojos. Miró de forma desinteresada su túnica azul metálico y se preguntó vagamente si acaso combinaba con sus ojos, o con los de Tom.
No es que fuese vanidoso (solo un poco, era un príncipe después de todo) pero de verdad, era un color horrible a su parecer.
-Harry, vas a marearme-bufó, negando suavemente
Harry se detuvo y lo miro, mordiendo sus labios nerviosamente. Se acercó nuevamente al espejo y repaso su apariencia.
Tenía ligeras ojeras bajo los ojos, culpa de sus estudios, nada que no pudiera ocultar con un Glammour (otro más bien), pero estos brillaban intensamente, como llevaban haciéndolo desde hacía meses.
La túnica tenía un corte exquisito, el cuello en forma de V con brocados dorados, dejando ver la camisa blanca que llevaba debajo. Las mangas ocultaban sus manos y también tenían brocados, cayendo algo acampanadas.
En la cintura la túnica se ajustaba y luego caía lisa y algo holgada, hasta el final, dejando detrás una cola medianamente larga.
-¿no es muy femenina?-pregunto, frunciendo el ceño
-es la tradición-respondió Demian, poniéndose en pie y acercándose a él
-la tuya no era así-acusó el menor, angostando los ojos
Demian le sonrió y se detuvo a su espalda. Seguían siendo casi de la misma estatura, a pesar de que Harry había echado otro estirón en esos años.
-porque la que yo use, Harry, fue la que iba a usar de ser el dominante en nuestra relación
Harry se sonrojo y desvió la vista. No es que se avergonzase, pero ciertamente se sentía algo mal al ver como Tom se desvivía (muy a su manera) por Demian.
-¿tengo que llevar esto?-pregunto, tratando de desviar el tema, señalando la diadema
-eres un príncipe, aunque tu reino sea un Ducado-respondió, sonriendo pícaramente
Harry bufo y observo con aversión la diadema que mantenía los mechones rebeldes de su cabello en su lugar. No lo diría, pero prefería eso a la corona de flores que Hermione pretendía ponerle.
Los toques en la puerta impidieron que Harry se quejara sobre algo nuevo (como el color de su túnica o el que era demasiado femenina).
Demian se deslizo hasta ella y la abrió. Un pequeño niño entro corriendo, seguido por la imponente figura de Lucius Malfoy.
El niño, de sedosos cabellos castaños y brillante mirada gris, con ligeros toques rojizos, vestido con una lindísima túnica blanco perla corrió hasta Harry y lo abrazo con fuerza.
-tío-grito, casi saltando de emoción
Harry sonrió y revolvió el cabello del pequeño. Lucius bufó y Demian frunció el ceño.
-Tristan, ensuciaras la túnica de Harry-regaño, acercándose al pequeño y cargándolo
-lo siento papi-dijo, haciendo un encantador puchero
-Harry-Lucius se acercó al moreno-tu madre dijo...
Se interrumpió y sus ojos perdieron cierto brillo. Era difícil acostumbrarse al hecho de que Harry ya no era su hijo. Pero Harry le sonrió y tomo sus manos entre las suyas.
-¿mamá dijo qué...?
Lucius lo miró y sonrió.
-dijo que ya es momento de que bajes, Tristan llevara la cola-Lucius suspiró y acarició la mejilla de Harry-estas hermoso
El moreno se sonrojo y sonrió levemente. Abrazo a su padre y beso su mejilla.
-gracias-susurró, los ojos llenos de lágrimas
-no llores-Lucius beso su frente-no puedes llorar el día de tu boda
Harry rió, sus ojos brillando intensamente. Asintió y enredo su brazo al de Lucius.
Sonaba bien.
Su boda.
--------------------------------
Draco apretó los labios, luchando por no mordérselos. Los Malfoy no hacen eso. Suspiró pesadamente y miró nuevamente hacía la puerta por donde, se suponía, Harry debía de salir. ¿Por qué se tardaba tanto?
Trató de distraer su mente en, por ejemplo, la excelente decoración.
Si su madre se había esforzado hacía 5 años en la boda de Demian y Harry (que se transformó en la boda de Tom y Demian), esta vez se había lucido.
Sabía que el resto del jardín de Malfoy Manor debía de verse hermoso, decorado con las más exóticas y finas flores, una que otra hada y las mesas perfectamente dispuestas para los invitados, pero el mini altar que habían dispuesto para el enlace estaba hermoso.
Una alfombra verde esmeralda de seda desde las puertas de cristal hasta donde él estaba decorada con pétalos de rosas, plateadas para su sorpresa. A los lados los asientos de los invitados, que no sobre pasaban los 500 (a petición -exigencia- de Harry).
Las sillas entrelazadas por una guirnalda de lirios blancos y narcisos teñidos de un suave verde jade gracias a un hechizo. En los primeros asientos, a su derecha, su madre, un asiento vacío para Lucius, Tom, Hazel, Ámel, los padres de Demian y su hermano, Dominique.
Detrás estaban Sirius y Severus, Sebastian y Eileen entre ambos, a su lado Regulus, Remus, Orión y Antón (que según tenía entendido, ninguno heredo la licantropía de Remus -para alivio de ambos padres-). Le sonrió ligeramente a sus primos favoritos (si Sebastian se enteraba iba a hacer tremendo berrinche) y los gemelos le devolvieron la sonrisa.
Al otro lado, en primera fila, Neville, Theo, Hermione y su prometido (Abel creía se llamaba el Shittara), Ron, Luna, su esposo y su pequeño hijo de 4 años.
Luego, los demás invitados no podían importarle menos.
Sintió a Blaise, a su espalda, tocar su hombro. Lo miró unos segundos y luego capto la tonada de la marcha nupcial.
De inmediato fijo su vista al frente.
Demian se acercaba, caminando elegantemente. A su espalda, diviso a una niña rubia, lanzando más flores al aire, totalmente fascinada con todo a su alrededor. Si mal no recordaba era la hermana menor de Demian.
Espero ansioso a que Demian se posicionara en su lugar y que la niña se sentara en las piernas de su madre. Miró fijamente al frente y el aire de sus pulmones se escapó casi con violencia.
Harry, su Harry, se veía realmente espectacular con la preciosa túnica hecha a la medida, su largo cabello moviéndose suavemente con sus pasos, y su sonrisa...
Su sonrisa podría competir con el sol y ganarle. Enorme y brillante en su delicado rostro...
Draco pestañeo, saliendo de sus pensamientos. De seguir por ese rumbo terminaría arrastrando al novio y adelantar la Luna de Miel antes de concretar la boda.
Harry se detuvo frente a él. Lucius coloco su mano en la de Draco y les sonrió, para proceder a tomar asiento junto a Narcissa.
Ambos se sonrieron con amor y se giraron hacia el hombre del Ministerio que oficiaría la boda. Y pronto, estarían unidos ante los ojos de todo el mundo, para siempre.
-------------------
-Draco no-mascullo Harry, sofocando la risa en el cuello de su, ahora, esposo-me haces cosquillas...
Sus palabras se vieron cortadas por un jadeo, seguido por un quedo gemido.
Draco sonrió con malicia, moviendo sus manos por debajo de la túnica matrimonial de Harry. Mordió sus labios sofocando una risa traviesa, su lengua picando por molestarle, debido al corte casi femenino.
-Draco...-la voz de Harry no era más que un suspiro, que envió una descarga eléctrica por todo el cuerpo del rubio.
Su Veela se agito y con un gruñido gutural empujo a Harry a la cama king size. El moreno jadeo, sonrojándose hasta la raíz del cabello. Su Shittara se revolvió ansioso, deseoso de por fin marcar a su pareja, de dejarse marcar.
Casi podía sentirlo dentro suyo, reclamándole por haber esperado tanto tiempo. Aunque muy en el fondo, ambos querían castigar a Draco por todas las penurias vividas. Y vaya que lo lograron.
-Draco-un nuevo suspiro y su cuerpo haciéndose gelatina bajo las atenciones de su pareja.
Eso era el cielo y un poco más!
Draco repartió besos y mordidas por el cuello desnudo de su Harry, sus manos jaloneando la tela. Sería una lástima desgarrar la túnica, la verdad, podría usarse en el futuro para otra cosa.
Con éxito, y sin dañar la túnica, logró sacarla, dejando el delicioso cuerpo de Harry al descubierto. En parte.
Frunció el ceño y sin preámbulos desgarro la camisa que llevaba puesta.
-oye!-reclamo el moreno.
Pero sus protestas se vieron acalladas por un largo lengüetazo por todo su cuerpo. ¡Oh Morgana!
Draco no se entretuvo con el cuerpo de marfil de su esposo (hmm sonaba tan delicioso...). Bajo más al sur del, aun, pequeño y delicado cuerpo, mordiendo suavemente aquí y allá.
Los gemidos y jadeos de su Harry eran música para sus oídos. Una sinfonía que había soñado con escuchar.
Al pensar en eso, mordió con algo más de saña el hueso de su cadera, arrancándole un jadeo sorprendido y algo adolorido.
Harry le devolvió la “caricia” con un pequeño pellizco en la espalda.
Con un resoplido de risa, Draco abandono la entretenida tarea de proporcionarle placer a su pareja y se enfrascaron en una pequeña y, muy, excitante pelea de mordidas y pellizcos.
La risa de Harry combinada con leves gemidos y jadeos lleno la habitación, y representaban una droga por la cual, con gusto, Draco se haría adicto.
Y la noche apenas comenzaba.
-----------------
Harry alzo la vista de los papeles repartidos frente a él. Abrió los ojos, algo sorprendido, al ver a Demian en el resquicio de la puerta de su oficina en San Mungo. Especialmente porque llevaba a un dormido Tristan en brazos.
-pelee con Tom-informó entrando y cerrando tras él y se sentó frente al joven Shittara
-¿y eso cómo por qué?-pregunto el moreno frunciendo el ceño.
El otro suspiro, desvió la vista y se sonrojo.
-estoy embarazado-informó, en un susurro que, de no ser porque Harry era un Shittara, casi se pierde en las paredes de la oficina-mi madre quiere que vaya a Dalarëf, que tenga a mi segundo hijo allí y que Tristan conozca sus raíces
Ambos miraron al castaño, que descansaba cómodamente en los brazos de su padre, ignorante de la conversación.
-¿Cuál es el problema?
-Tom no quiere que vaya-Demian suspiró y cerró los ojos-sus deberes como Ministro lo atan aquí y no puede acompañarme. Pero no quiere que vaya solo.
-y nosotros somos los posesivos-Harry resoplo una risa, agitando la cabeza.
Draco también estaba algo... Alterado. No quería que Harry se arriesgase a trabajar en San Mungo, y menos desde que tenían ciertas sospechas.
-si quieres, puedes quedarte en la mansión hasta que Tom entre en razón-cosa que ambos dudaban sucediera en un futuro cercano-hablare con él, si lo deseas.
Demian apretó los labios.
-es inútil, es un cabeza dura y...-los hermosos ojos de Shittara se llenaron de lágrimas-oh, Harry.
Un débil sollozo abandonó sus labios y Harry sintió sus tripas removerse. Demian era algo así como el hermano que nunca tuvo (Draco no contaba, porque era su actual esposo), era horrible verlo de esa forma.
-hablare con él, sabe que no puedes, ni debes, estresarte-Harry se detuvo unos segundos y sonrió con suavidad-¿cuántos meses?
Demian pestañeo, alejando las lágrimas de sus ojos. Sonrió tiernamente y llevó una mano a su vientre.
-tres la próxima semana
-felicidades-rió suavemente y acarició su propio vientre-yo creo qué...
-¿tan rápido?-la sorpresa en la voz de Demian era hilarante
-Draco no me dejó salir en la Luna de Miel-respondió divertido
-demasiada información
Ambos rieron, el ambiente más liviano.
Permanecieron en silencio por largos minutos. Cada uno en sus pensamientos.
-¿vendrás?-pregunto de pronto Harry, mirando atentamente al otro Shittara
-no quiero molestar...
-hare entrar en razón a Tom en poco tiempo, tranquilo
Demian suspiro, rogando porque Harry tuviese suerte.
-¿ya confirmaron si de verdad estás esperando?-preguntó
Harry negó y ambos volvieron a suspirar.
-----------------
Tom fulminó con la mirada a Harry, frunciendo los labios y desviando la vista. Harry rodó los ojos, fastidiado. Tom parecía, y sabía que le cruciaría si lo dijera, un niño grande.
-Tom, Dem te necesita, además, él podría irse solo cuando el pequeño o la pequeña vaya a nacer-trató de razonar, casi gruñéndole al Ministro.
Tom no lo miró, pero sus hombros se relajaron. Merlín lo crucie, pero Harry juraría haber visto lágrimas en sus ojos.
Alucinante.
-pero...
-oh, Tom, no seas infantil-gruño.
Harry no estaba de humor para aguantar las pataletas del Ministro. Ya tenía suficiente con el berrinche de Draco (cosa que no creyó volver a ver jamás en el Veela) cuando le informo que Demian se quedaría con ellos un par de días.
-escucha Tom, y escucha bien-los ojos de Harry se tornaron dorados y sus filosos colmillos se desplegaron, un aura oscura envolviéndolo-Demian se quedara conmigo hasta que tu cabeza dura entienda que no se ira por siempre
Harry se cruzó de brazos y alzo el mentón, en un claro desafío-y si tu hijo o hija nacen en la mansión, no tendrás derecho a verlo hasta que le pidas disculpas a Demian de rodillas.
Con estas palabras, Harry abandonó la oficina del Ministro, dejándolo con la boca abierta.
-oh, el pequeño cachorro está en espera, compadezco al dragón-seseo Naguini, complacida, antes de girar la vista molesta hacía su amo-espero que vuelvas pronto con Demian, extraño a mi Tristan-molesta, Naguini dio media vuelta y se deslizo por una ratonera.
Tom se dejó caer en su sitio con un suspiro pesado.
Lo que le faltaba.
Harry y Naguini en su contra. Pero en cierta forma, ambos tenían razón.
“Diablos”.
-------------------------
Draco abrió la boca, irritado y mucho que muy dispuesto a quejarse. Harry lo hizo callar con una mirada. Draco se preguntó si de verdad Harry no estaba en estado. Últimamente había estado más irritado que de costumbre.
Demian retuerce sus manos y se sonroja un poco al recibir la mirada enamorada y suplicante de Tom.
Luego de 7 semanas en la Mansión Malfoy Tom al fin daba señales de vida y a Demian le costó mucho no lanzarse a su esposo al ver el estado demacrado en el que estaba. Como si no hubiera dormido en esas semanas.
-Oh Tom-dijo y Tom sonrió con pesar.
-Lo siento Dem, tú tienes razón. No te pasara nada si vas a pasar unas semanas para cuando nazca el niño pero...
Harry, Draco y Demian se sorprenden al ver las lágrimas brillar en los ojos del Ministro. Ay, si tan solo alguien tuviera una cámara seria fantástico.
-Vuelve Dem-dijo en un suspiro y Demian no aguanto más
Se hecho a sus brazos y lo beso, hipando un poco. Ambos se besaron y Harry suspiro, enternecido.
-Por cierto, estoy embarazado-dice, feliz.
Draco parpadea y no sabe si saltar de felicidad o secuestrar a Harry y demostrarle a su manera lo feliz que le hacia esa noticia.
-Con su permiso-toma a Harry y desaparece por un pasillo.
Harry ríe y ronronea en los brazos de Draco, feliz por la reconciliación de Tom y Dem y de que Draco aceptara tan bien el embarazo.
----------------------------
-Años después-
Harry suspiro nerviosamente, miro el enorme tren alejarse y abraza un poco más fuerte a la pequeña niña que descansaba en sus brazos. Los años habían pasado demasiado rápido para su gusto. Ahora su hijo mayor, Dante y su segundo hijo, Lucan, habían partido a Hogwarts.
Otra vez.
Miro a Demian a su lado, que parecía igual de molesto por la falta de su hija. Tristán, que acompaño a su padre a despedir a la pequeña, ya no tan pequeña, Tiara, miraba divertido a ambos Shittaras. Por supuesto, jamás diría que la situación le parece hilarante. Respetaba su integridad física a manos de su tío Harry.
-Es interesante la forma en que Lucan mira a Tiara, no?-pregunto Tristán, tratando de distraer a ambos hombres.
Demian y Harry lo miraron y pestañearon. Una sonrisa pícara surco sus labios y Tristán se maldijo por haber hablado.
-De la misma interesante manera en que tu miras a Kaela, la hija de Hermione.
Tristán se sonrojo y carraspeo, incomodo. ¿Como su padre y su tío podían ser tan crueles?
Si Hermione se enteraba de que él estaba, aunque fuese mínimamente, interesante en su hija de 15 años, le arrancaría las escamas. Una a una. Con un cincel. Sin anestesia.
-Pero creo que sería lindo que Lucan y Tiara quedaran juntos-agrego Demian, pasando un brazo por el brazo libre de Harry, empezando a alejarse.
-Cierto, pero no quisiera que Tom salga en caza de la cabeza de mi hijo-dijo Harry, divertido.
-Nah, tranquilo, yo pondré a Tom en cintura si intenta algo así-Demian sonrió y ambos rieron.
Tristán se preguntó si ambos se volvieron locos. O solo era cosa de Shittaras.
Bueno, Harry era un Malfoy, no directamente pero lo era, y su padre estaba algo loco de por sí. No que lo fuese a decir, su padre Tom lo destrozaría por ello, sin importar que fuera su hijo.
-¿Ya le dijiste a Tom que tendrás otro hijo?-pregunto Harry y Tristán palideció.
Lo que faltaba, más de su hormonal padre por la casa.
-Uh, aún no. Deberíamos decirles en la cena del Ministerio-Demian sonrió con alegría-. Aprovechas y le dices a Draco.
Ugh, Tristán compadecía a ambos hombres. Por otro lado tendría un hermanito o hermanita y primo o prima nuevos.
Solo esperaba que esta vez los embarazos de ambos Shittaras no fueran tan caóticos como los últimos.
-Fin-