Cap. 3
Su primer año en Hogwarts estuvo lleno de altas y bajas.
Luego de que a Sirius casi le diera un ataque por saber que su amado ahijado estaba en la casa de las serpientes, se apareció por Hogwarts y abrazo al chico frente a todo el Gran Comedor. Y si para él fue vergonzoso, para Severus lo fue aun mas, cuando su arrebolado marido camino hasta la mesa de los profesores, le planto un beso de película y desapareció antes de que Severus lo hechizara.
Traumático, en cierta forma.
Gracias a Harry y su hermano, Slytherin se mantuvo arriba en cuanto a los puntos, solo rivalizado por Gryffindor, pero esta perdía puntos a menudo por la impulsividad de Ron.
Por culpa de este (aunque debía agradecerle) Harry se convirtió en el buscador de Slytherin, cosa que alegro y molesto a Draco a partes iguales. Su hermano era el buscador más joven en la historia; “lo llevas en la sangre” había asegurado Remus, mostrándole fotos de James jugando como buscador.
Algo que si tuvo a su hermano rojo de furia fueron sus amistades: Hermione-la-come-libros-Granger y Neville-explota-calderos-Longbottom, un par de Gryffindors con los cuales le encantaba hablar.
Harry no comprendía porque Draco se ponía furioso cuando los mencionaba o estaba con ellos, pues este se pasaba el día de arriba abajo con los lambiscones de Crabbe y Goyle, la sanguijuela de Parkinson, el extraño Nott y el extrovertido Zabinni (estos últimos tres amigos de la infancia de ambos). A pesar de haberle prometido que no lo cambiaría por ellos.
Las cosas parecieron caldearse mas cuando, por accidente, descubrió que el profesor de DCAO de 6to y 7mo año, Quirrell, quería robar la legendaria Piedra Filosofal. El profesor tambien fue uno de las mentes intelectuales tras la muerte de sus padres.
Al tratar de detenerlo, quedo muy mal parado y su popularidad subió como espuma.
Draco dejo de hablarle por una semana (luego de comprobar que estaba bien y no moriría en la enfermería).
En el verano, el moreno lo siguió por toda la mansión, hasta que, harto del chico, Draco lo “perdono”.
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En su segundo año, les permitieron tomar clase de duelo y Harry fue uno de los mejores (como era de esperar, pensaba con amargura su hermano).
Tambien, para su desgracia, la hermana menor de Ronald Weasley se obsesiono con el moreno, importándole muy poco que este estuviera en la casa de las serpientes.
Su obsesión llego hasta el grado en que, haciendo acopio de una vieja leyenda, pinto por todas las paredes algo con respecto a Salazar Slytherin, y varios jóvenes quedaron petrificados por la libración de un “basilisco”.
Al final descubrieron que la chica era la culpable de todo, pero esta se hizo la desentendida y se salvo por los pelos.
Pero claro, Harry Malfoy –que sabía que si existía la Cámara de los Secretos (aunque no se atrevió a abrirla)-, quedo como el heredero de Slytherin, luego de que en una de sus clases de duelo Ronald lanzara un Serpensortia (a saber cómo supo conjurarlo) y se descubrió que Harry era un hablante de Parsél (cosa que intrigo bastante al Ministro) y todos, en vez de temerle, lo respetaban. Respeto que tambien se gano Draco, no solo por ser su hermano, sino tambien por ser el Príncipe de Hielo de su casa.
Harry ese año jamás entendió porque su hermano se comportaba con indiferencia con todo el mundo, incluyéndolo a él.
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El tercer año fue aun más extraño y confuso para Harry.
Cada vez que estaba cerca de su hermano (que volvió a dirigirle la palabra, aunque seguía habiendo un poco de frialdad en su voz) se sonrojaba sin poder evitarlo, y sentía el imperioso deseo de acariciar su pelo, o su piel... o sus labios...
Tartamudeaba con más frecuencia que antes y de su boca a veces solo salían tonterías.
Hermione lo miraba con ojos entrecerrados, casi como si supiera que le sucedía, pero no se atrevía a preguntarle. Por su parte, Ronald era más hosco con él y con su hermano que antes.
Las cosas se pusieron aun más raras cuando, Sirius y otros aurores se apostaron en el colegio... y los dementores, sin explicación alguna.
El aire se condensaba casi siempre y los ánimos de todos estaban por los suelos.
Tal parecía que un mago extremadamente peligroso había escapado, pero eso no les explicaba el porqué los dementores debían de estar en Hogwarts.
Su tío Remus les enseño a él y a Draco (a pesar de que Severus le advirtió de no hacerlo) el encantamiento Patronus, que les seria de mucha ayuda con los dementores.
El Patronus del rubio, resulto ser un encantador y feroz dragón. La de Harry no tenía una forma definida, pero resulto ser increíblemente poderoso.
Y a finales de clases, Harry se lo agradeció bastante, después de que él y Draco casi son besados por una de las criaturas. Les era confuso, pero habían sido atacados sin razón aparente.
Aun se estremecía al recordar eso.
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Su cuarto año, fue el peor, sin lugar a dudas.
Además de que tenían un nuevo y extraño profesor de DCAO (ese año habían colocado a Remus como profesor de Artes Oscuras, debido a que la antigua profesora se había retirado), ese año se celebro el Torneo de los Tres Magos en Hogwarts, donde el colegio de Durmstrang y Beauxbatons fueron invitados.
Las cosas estuvieron bien hasta el momento de la elección de los concursantes.
Para sorpresa de todos, incluyendo al moreno, este fue seleccionado junto a Ceddric Digory, un Hufflepuff 3 años mayor que él, para participar en el torneo.
Nadie le creyó que él no había puesto su nombre en el Cáliz de Fuego, ¿como podría haber violado la línea de edad puesta por Dumbledore?
Pero ya no había vuelta atrás, ni aunque Remus y Sirius intentaron convencer a Riddle: no podían hacer nada.
La primera prueba, en la que le toco enfrentarse a un Colacuerno Húngaro, la paso por pura casualidad, ganándose el respeto perdido de los de su casa y las demás casas (lo que no quito la desconfianza que aun provocaba las extrañas circunstancias en la que entro al Torneo).
El único que no se alegro de su triunfo fue Draco, aunque secretamente agradecía que el dragón no se hubiera zampado a su hermano.
La segunda prueba los dejo muy mal parados a ambos. Se habían llevado a Draco (mientras él era ayudado por Neville a resolver el acertijo de la segunda prueba) y había terminado en el fondo del Lago Negro, custodiado por sirenas, algo que no lo hizo muy feliz (aunque jamás admitiría en voz alta que le hacía muy feliz saber que era lo más importante en la vida de Harry).
El baile de navidad, antes de la tercera prueba, fue... complicado. Los concursantes debieron estar allí obligatoriamente. De no ser porque Harry era un Malfoy, hubiera hecho el ridículo por su torpeza.
Al baile invito a una chica Ravenclaw, un año menor que él, Luna (Lunática para todas sus compañeras de clases) Lovegood. Aunque sus intenciones iníciales fueron llevar a su hermano (por extraño que a todos le hubiera parecido), la chica le caía bastante bien, y su mente divagadora contrastaba a la perfección con su acelerada imaginación.
Y la tercera prueba fue estresante y traumático.
Esta consistía en cruzar un laberinto y tomar el trofeo de los Tres Magos. Pero al final resulto ser una trampa.
Barty Crounch Jr. (quien se había hecho pasar por el profesor de DCAO, Alastor Moody) y Peter Petegrew (este último ex-amigo de sus padres) intentaron asesinarlo, pero en su lugar torturaron a Digory, que había intentado salvarle, casi lo matan.
De inmediato en el lugar aparecieron su padrino y otros dos aurores, que segaron la vida de Crounch, pues Petegrew salió huyendo.
Tal eran los nervios y la preocupación de Harry por su compañero, que debieron aplicarle un Desmaius y llevarlo a la enfermería, de lo contrario, su magia se hubiera salido de control.
Cuando despertó, dos días después, no tenía muchos recuerdos de lo sucedido, pero lo que si no olvidaría fue la tremenda discusión con su hermano.
-Draco-llamo al rubio, que descansaba sentado a su lado
De inmediato, el joven Malfoy se sentó y lo miro, primero confundido, y luego aliviado
-¿qué sucedió?-pregunto, confuso
-¿no lo recuerdas?
-recuerdo-frunció el ceño-que estábamos en el laberinto, Cedric y yo llegamos a la vez... ¿Lo mataron?-pregunto
-no-respondió, frunciendo el ceño-¿en qué momento se convirtió en Cedric? ¿Debo recordarte que casi todos le apoyaban a él y no a ti?
Harry le miro confundido, y se vio tentado a decirle que si él llamaba a Cedric por su nombre era cosa de él, pero un recuerdo paso por su mente como un fogonazo, haciéndole sonrojar.
Se llevo la mano a los labios y los acaricio inconscientemente. ¡Cedric lo había besado!
-¡Harry!
Ambos alzaron la vista, para ver como un castaño de ojos acaramelados, alto y pálido, se acercaba a ellos a paso apresurado.
Cedric ignoro a Draco y abrazo fuertemente a Harry.
-me alegro que estés bien-susurro en su oído
Draco apretó los puños, furioso.
-Diggory-escupió con frialdad-necesito hablar con Harry, a solas
El castaño le miro confundido pero asintió. Beso la frente de Harry y salió.
El moreno le siguió con la mirada hasta que salió de la enfermería, desvió su vista a Draco y alzo una ceja, intrigado por la mirada fúrica que este le dirigía.
-¿Draco qué...?
-¿sabes Harry? Estoy harto-le interrumpió, rojo de rabia-siempre estas llamando la atención, siempre te haces el héroe, todos en la escuela te aman
-Draco, YO NO hago nada para llamar la atención-increpo-estoy harto de eso, no me hago el héroe y no toda la escuela me ama
-¡por supuesto que si Harry!
-¿y se puede saber cuál es la razón por la que me estas gritando?
Frunció el ceño.
-además-continuo-te juntas con la... la sangre sucia esa-frunció el ceño y arrugo la nariz, como si oliera algo repugnante
-no vuelvas a llamarle así-gruño, apretando los dientes
-los sangre puras no debemos mezclarnos con ellos
-soy un mestizo-le recordó, respirando hondo
-¿ves? ¡Siempre en defensa de todo!
-Draco, estás diciendo incongruencias-le señalo, rodando los ojos
-debí habértelo dicho antes...-Draco desvió la vista-te odio, Harry, con todo mi ser
Harry pestañeo, confundido.
-te odio, por haberme quitado el amor de mis padres, por creerte mejor que todos, por haberte metido en mi familia
-Draco...-los ojos de Harry se llenaron de lágrimas, la ira siendo sustituida por el dolor
-sinceramente-el rubio le regalo una mirada gélida-debiste haber muerto ese día, y antes de que lo digas-corto, viendo que abría los labios para contestarle-tu y yo nosomos hermanos, y nunca debimos haberlo sido.
Draco dio media vuelta, algo confundido por su actitud, y sin comprender porque Harry lloraba. El ya sabía que no eran familia.
Una vez solo, Harry dejo escapar un débil sollozo, abrazándose a sí mismo.
Le dolía, mucho, la actitud de su hermano... De Draco.
Y no era la primera vez que Draco soltaba un comentario así, pero antes no entendía porque le dolía tanto.
Y ahora lo sabia
Draco no lo sabía, pero Harry ya estaba completamente seguro. Draco no debía saberlo, por mucho que él se muriera por decirla. Se dio cuenta cuando Cedric lo beso.
Harry estaba enamorado de su hermano (porque a pesar de saber que no compartían lazos sanguíneos, el sentía que si lo eran), y eso le aterraba, y le dolía a partes iguales.
No.
Le dolía mucho más que aterrarlo.
Le espantaba el hecho de que su hermano le odiara.
Llorando silenciosamente le encontró Severus, cuando (por pedido de Sirius) fue a verlo.
Se acerco a él en silencio.
Harry, al sentirle, abrazo su cintura, aferrándole con fuerza, sin importarle quien fuese.
Severus se sorprendió, pero le dejo desahogarse. Instintivamente paso su mano por sus cabellos. Era el ahijado de su esposo, y lo quería, aunque no lo dijese. Después de todo era el hijo de su primer, única y mejor amiga.
Esto pareció un detonante porque fuertes sollozos escaparon de los trémulos labios del moreno, sacudiendo todo su cuerpo de forma violenta.
Entre hipidos y balbuceos le explico a Severus lo que sentía, y lo dicho por Draco.
El adusto profesor suspiro y lo abrazo, susurrándole que todo estaría bien.
Poco tiempo después Harry se quedo dormido en el regazo del esposo de su padrino, con el rostro bañado en lágrimas y el corazón atormentado.
Continuara...