Cap. 6
Hermione se había ganado el título de la mejor bruja de su edad, y lo había hecho a pulso.
Para ser una Gryffindor, la chica era muy observadora y bastante astuta, como los Slytherins.
Constantemente Harry le decía, que si no fuera por su temeridad, la chica seria una muy buena serpiente.
Por eso, y porque conocía muy bien al moreno de ojos verdes, supo que algo le sucedía. Y más aun luego de que él les contara, a ella y a Neville, que no era un mago totalmente.
Por lo tanto, durante los primeros días de clase no lo perdía de vista, ya sea en clases, el comedor o los pasillos.
Veía todas y cada unas de sus expresiones, con medida curiosidad y astucia.
El moreno actuaba extraño desde que había comenzado el año, y eso le preocupaba. Aunque seguía ganando puntos para su casa, por supuesto.
Durante sus clases de Pociones, dos semanas después, al Profesor Snape se le ocurrió ponerlos en parejas.
Terminando los hermanos Malfoys trabajando juntos y ella con Ronald.
Y mientras preparaba su poción se dio cuenta de varias cosas.
1-Harry estaba muy distraído, leyendo y releyendo una nota, sonrojándose cada vez que lo hacía. Y Draco lo observaba de reojo, apretando los labios.
2-Harry NO miraba a Draco, y no se dirigían la palabra más de lo necesario
3-Cuando la vista de Harry se alzaba (accidentalmente) de lo que leía o hacia, y se posaba en Draco, brillaba con una dulzura desmedida
4-Ronald a su lado, hacia exactamente lo mismo que Harry, se sonrojaba cuando veía a Draco y se quedaba embobado viendo sus gráciles movimientos.
No por nada era la mejor bruja de su clase, Hermione llego a dos conclusiones: sus dos amigos estaban colados por la rubia serpiente, y Harry y Draco estaban más peleados que en años anteriores.
Y con estas ideas en mente, cuando termino la clase, la chica decidió tener una charla con Harry y luego con Ron.
Cuando el morocho recogió todos sus útiles, ella se le acerco, tomo su brazo y lo arrastro fuera del aula, sin explicar nada.
-Hermione, ¿qué pasa?-pregunto preocupado, siguiéndola como podía
La chica no contesto, pero lo empujo dentro de un aula en desuso, coloco hechizos de protección y lo miro severa.
-Harry James Potter Malfoys, ¿estás enamorado de tu hermano?
-técnicamente, no es mi hermano-refuto el chico, sin negarlo
-¡Harry!-chillo, golpeándolo suavemente en la frente-técnicamente ES tu hermano
-solo fuimos criados juntos-se encogió de hombros-pero tranquila, el jamás me corresponderá
-oh, Harry-la chica se acerco y lo estrecho entre sus brazos
Quería decirle pero... Tal vez fue su imaginación, pero le pareció que Draco le observaba con el mismo amor con que Harry lo miraba.
Pero tal vez... Solo tal vez era su imaginación
-además, le di a Cedric Diggory una oportunidad de conquistarme-susurro, resignado
-¿y funciona?
Una sonrisa sincera afloro en los labios de su amigo.
-es muy lindo y simpático, y me gusta
-pero amas a Draco
Harry asintió. Como amaba a su amiga, esta siempre le comprendía y no le juzgaba.
-¿encontraste algo?
La chica rio y quito las protecciones de la puerta, feliz de que Harry hubiese cambiado de tema, salió y el moreno la siguió
-nada importante, alcancemos a Neville cerca del comedor para comentarles a ambos
El moreno asintió, sonriendo ampliamente.
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Neville leía distraídamente el libro que le encargo Hermione.
No le gustaba mucho lo que Hermione llamaba “lectura ligera” pero por ayudar a Harry...
Iba tan distraído que no se fijo en el camino y choco con alguien.
Cayo al suelo y el libro se deslizo de sus manos.
-lo siento-murmuro, alzando la vista, encontrándose con un par de fríos ojos negros
-fíjate por donde andas, Longbottom-escupió el chico moreno que se alzaba frente a él, el sedoso y corto cabello negro deslizándose ligeramente al frente
-pe... perdón Zabinni-murmuro, poniéndose en pie rápidamente
El Slytherin rodo los ojos y paso a su lado, golpeando su hombro.
Neville ni caso hizo y se agacho para recoger el libro y su mano choco con otra, pálida y delicada.
Alzo la vista intrigado y se sonrojo cuando sus ojos almendrados chocaron con un par verdes musgo, casi ocultos por una larga cabellera castaña oscuro.
-N... Nott-murmuro, tomando el libro y enderezándose-lo... lo siento
-¿estás bien?-pregunto el Slytherin, mirando con verdadera curiosidad los Braces del Gryffindor
-s... si-asintió y se puso en movimiento
-¿por qué lees un libro sobre criaturas mágicas?-cuestiono interesado, siguiéndole
-curiosidad-se encogió de hombros
-tengo algunos, si quieres te los presto-ofreció, sonriendo coquetamente
Neville se sonrojo hasta las orejas y lo miro, extrañado.
-¿por qué un Slytherin se comporta amable conmigo?-cuestiono, sin poder evitarlo
-yo...
-no me mal entiendas-sonrió ampliamente-es que es... raro, el único que lo hace es Harry
-cierto-asintió-aun así, ¿quieres los libros? ¿O te molesta que un Slytherin se comporte amable contigo?-esto último lo comento con mas molestia de la esperada
Neville le observo unos segundos y soltó una sonora carcajada.
Theodore le miro, embobado. Los rayos del sol que se colaban en el pasillo arrancaron un brillo plateado de sus braces, sin contar con el sonrojo de sus mejillas o el brillo de sus ojos.
El castaño se esforzó por no dejar escapar un suspiro.
-perdona-le miro con una relajada sonrisa-me gustaría lo de los libros, te lo agradecería mucho
-te los entrego en el comedor-y guiado por un impulso, revolvió las castañas hebras
Dio media vuelta y se perdió por un pasillo, dejando a Neville más que desconcertado.
Y porque no decirlo, sonrojado.
A la hora de la cena, harto de leer el volumen que le había dado Hermione esa mañana, entro al Gran Comedor y se dirigió directo a su asiento junto a la bruja, que leía uno de los libros que habían encontrado en la Sección Prohibida (el Profesor Lupin les había firmado un permiso, consciente de porque Harry lo necesitaba).
Un par de minutos después, entraron Draco y su grupo, y tras estos estaba Harry, leyendo ensimismado uno de los volúmenes de los sacados de la Sección Prohibida.
Al verlo, Theodore Nott le sonrio y se desvió hacia la mesa de los leones. El castaño lo miro sorprendido, pero su sorpresa fue mayor cuando dejo un no muy grueso libro, de gruesas tapas negras y letras plateadas, frente a él.
-espero te sirva de algo-dijo, guiñándole un ojo
Neville se sonrojo y sonrio tímidamente, tomando el libro.
-gracias
El otro asintió, dio media vuelta y camino con fría elegancia a su mesa. Nadie se atrevió a decir absolutamente nada. Más bien varias chicas (y chicos) suspiraron por Nott.
Neville miro el libro y lo abrió en una página al azar. Se enfrasco en la lectura, ignorando por completo su cena.
Estuvo leyendo por largo rato hasta que llego a una página muy peculiar.
La hoja era totalmente negra, para su sorpresa, y las letras eran plateadas y doradas. Pero lo que llamo su atención no fue eso, sino el hecho de que a cada palabra leía mas se esa Criatura Mágica parecía a lo dicho por Harry.
-¡Mione!-llamo a la chica, poniéndose en pie
Esta le imito, entendiendo la mirada que le lanzo el oji café.
Neville cruzo el Gran Comedor, ignorando por completo las miradas extrañadas de los de su casa.
Llego a la mesa de las serpientes y, pasando por alto las miradas venenosas, se acerco a Harry, lo tomo del brazo y le insto a levantarse.
Cosa que el moreno hizo sin chistar, imaginándose lo que Neville tenía que decir.
El Gryffindor casi lo arrastro fuera del Gran Comedor y Hermione los seguía, murmurando algo que sonó como “he creado un monstruo”.
Por supuesto, no se percataron de los tres pares de ojos que les seguían con insistencia. Dos de ellos posados en Harry.
-debo mostrarles algo-declaro Neville, caminando apresuradamente-¿a dónde?
-La Sala de los Menesteres-dijo Harry sin pensarlo
-eso es una leyenda, Harry-dijo Mione, pero aun así los siguió por las escaleras y pasillos que llevaban al 7mo piso
-hemos comprobado que con Harry, una simple leyenda puede ser cierta-puntualizo Neville, refiriéndose a la Cámara de los Secretos, aun sellada.
Harry rio y los guio hasta un muro. No les había dicho que quien le informo de la existencia del lugar fue el mismísimo Ministro Riddle. No por nada el hombre era el heredero de Slytherin, o más bien uno de ellos.
Se quedo de pie unos segundos y una puerta empezó a materializarse.
Hermione jadeo. Ciertamente, con Harry todo podía suceder.
El chico les dedico una sonrisa marca Malfoy y entro en la Sala, siendo seguido por ellos.
Dentro, la sala se parecía mucho a una Sala Común: la chimenea encendida, unos sofás bien cómodos, un par de mesas...
La diferencia radicaba en los colores. Negro y rojo. Por todas partes.
Nada de verde ni plata, o rojo y dorado.
Ambos leones alzaron las cejas, sorprendidos. Harry tenía muy buen gusto, a pesar de los colores.
-bien, Nev, ¿qué querías decirnos?-Harry dirigió su paso, ligero y elegante, sin un rastro de su usual torpeza, a uno de los sofás
Ambos chicos le miraron embobados. El moreno solo se comportaba así con ellos, ni siquiera con su hermano el chico dejaba ver toda la elegancia que, no solo había aprendido de los Malfoys, tambien había heredado de sus padres.
Y ese paso casi felino, sutil y estudiado, había aumentado desde que había recibido su herencia.
Cosa que el moreno parecía no notar. O ignoraba adrede.
Espabilándose, ambos se sentaron frente a él.
-¿y bien?
Neville sonrio y coloco el libro sobre la mesa que estaba frente a ellos, poniéndolo de tal forma que ambos lo vieran.
-Shittara-soltó, ampliando su sonrisa-es una raza extinta y solo una persona, aparte de tus antecedentes, ha escrito de ellas, y ni siquiera está en ingles
Harry se inclino y leyó rápidamente las páginas. No comprendía como, ni porque, pero entendía lo más importante de lo que ahí decía.
-¿qué dice?-pregunto Hermione, confundida
-es Latín-dijo Neville, orgulloso-antes del accidente, mis padres me lo enseñaron-explico rápidamente-dice, lo que ya Harry nos conto que sabía, y el autor la denomino Shittara
-¿como él supo que era así?-cuestiono Harry, pasando sus dedos por un grabado que había allí, un dibujo
-se lo dijo el Shittara con el que entro en contacto y del que se enamoro-se encogió de hombros-no dice cosas nuevas, solo que se asemejan mucho físicamente a los felinos, pero cada uno depende de su alma
-¿como los animagos?-pregunto, sus ojos brillando emocionados
-algo así, aunque no tan complicado, los Muggles, indígenas creo que le llamaban, solían decir que al morir, encarnábamos en nuestro animal del alma y lo representaban con un tótem
Harry asintió, había leído de eso en el diario de los Miracle-Elfen.
-los Shittaras, según leí, siempre se identificaran con un felino, lo que no quiere decir que, en tu caso, al ser animagos fuese un felino-Neville suspiro-tambien decía algo con respecto a sus parejas
Harry alzo una ceja. Su amigo se estaba pareciendo demasiado a Hermione. Se pregunto porque en clases no se comportaba de esta forma: tan seguro de sus palabras.
-¿qué decía?
-como Veelas, solo tienen una destinada, pero si no la encuentran pueden relacionarse con alguien más, pero solo con su pareja pueden reproducirse... los hombres-se sonrojo ligeramente-no entendí bien como, pero pueden tener hijos
La boca de Harry formo una perfecta “O”. Eso no lo decía el diario.
-¿algo más que deba saber?
-cuando es rechazado por su pareja, es como si una parte de si muriese, lo que a veces descontrola su magia
Harry frunció el ceño. Sera que...
-es bueno ya saber cómo llamarte-rio Hermione, cortando sus pensamientos-¿no deberíamos decirle al Ministro Riddle sobre esto?
-le enviare una lechuza-Harry suspiro y sonrio-gracias chicos
-¿para qué están los amigos?-Neville se levanto y lo abrazo
Hermione hizo lo mismo.
Se quedaron abrazados por unos minutos, para luego separarse.
-creo que nos da tiempo a volver antes del toque de queda-anuncio Harry, tomo el libro y suspiro-si lo deseas, se lo devuelvo a Theo
Neville se sonrojo y negó.
-me gustaría leer otras cosas
El moreno alzo una ceja pero no dijo nada. Mejor no hacer comentarios.
Los tres salieron y se despidieron.
“Shittara” pensó Harry, considerando si agregarlo al diario o no.
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Hermione taladro a su amigo pelirojo con la mirada, los ojos más oscuros debido a la determinación.
Seamus Finnigan y Dean Thomas, los compañeros de Ron, dormían a pata suelta y Neville estaba en la Sala Común, leyendo el libro de Nott.
-Ronald Bilius Weasley-seseo, cruzándose de brazos, amenazante-me vas a contestar solo con la verdad, y si me doy cuenta de que mientes, te ira mal
El peli rojo trago. Cuando la castaña se ponía así, era casi tan intimidante como Harry.
-¿te gusta Malfoy?-soltó
-¡asco no!-chillo, sentándose-¿por qué me fijaría en el insípido de Potter?
-no hablo de ese Malfoy-recalco, exasperada, ignorando el insulto a su amigo
Realmente estaba agotada, pero no quería dejar eso a medias.
-yo... pues-se sonrojo hasta las orejas, apartando la vista
Hermione suspiro y lo miro con tristeza.
-no te corresponderá-susurro
-ya lo sé, le repugno
-no lo digo por eso-se sentó junto a él y acaricio el pelo ensortijado-es que el ya esta enamorado de otra persona
-¿cómo? ¿De quién?-chillo
-no puedo decirte, porque no estoy segura-mintió, mirando con preocupación a los demás-pero lo se
Ron suspiro y sus ojos se llenaron de lágrimas.
-no es justo-rezongo, abrazándose a ella
Hermione acaricio su pelo, consolándole, mientras algo se rompía dentro de ella.
Se sentía... diferente. Ese sentimiento, quería decir.
Ella jamás había amado y perdido (Viktor Krum no contaba). Y ciertamente, había perdido su oportunidad de salir con el peli rojo.
Bueno.
No moriría por eso. Lamentaba más el verlo sufrir.
Estaba totalmente segura de que Draco Malfoy estaba loco por los huesos de Harry.
Solo esperaba, que no se lastimaran entre ellos. Y en caso de que se equivocara, deseaba que Harry fuese feliz con Diggory.
Continuara...
Amor Yaoi
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