Llévame al paraíso.
La música fuerte, las luces titilantes, cuerpos pegados unos a otros moviéndose al ritmo de la música sugestiva.
Si, ese era un perfecto lugar para pasar un viernes por la noche, pero ¿por qué no lo disfruto?
Pidio otra copa al barman que me la sirvió inmediatamente, mi 6° copa de alcohol esta noche, miro, a la pista de baile, donde pudo observar a su prima Rosse y a mi hermano Albus, disfrutando de lo lindo de la música. Miro, al resto del lugar donde puedo observar a muchas parejas disfrutando del ambiente, ¿Qué lo ase distinto?... Pues es un antro gay.
A un me pregunto cómo fue que llegue aqui.
Pues todo comenzó con la noticia de mi prima Rosse de que una amiga la había invitado a ella y a Albus a una fiesta y al pedirle a mi padre permiso para llevar a mi hermano este se negó, diciendo que solo el daría permiso, si yo lo acompañaba y mi tía Hermione al escuchar eso tan bien puso esta condición que yo los acompañara para poder dejar ir a mi prima.
Así comenzó casi hora y media de ruegos por parte de mi hermano.
-oh vamos James por favor, por favor, por favor, por favor, por favor, por favor, Sii?
He de decir que soy débil ante su mirada de cachorro bajo la lluvia a la potencia de 3, y si le agregamos el hecho de que mi pelirroja prima me amenazo con decirle a mis padres, que no solo me había quedado a dormir en la casa de un amigo la semana pasada, sino que nos fuimos de parranda toda la noche y que tuve la borrachera de mi vida. Como se entero de eso aun no lose, pero fue clave para que yo accediera a acompañarlos a la dichosa fiesta.
Y así después de casi 2 horas de esperar a que mi prima terminara de arreglarse y de ver la cara de felicidad infinita de mi hermano menor, que parecía que le acabaran de decir que había ganado la copa de Quidditch.
Nos encamamos a la susodicha fiesta, mi padre nos presto el auto volador para ir, grande fue mi sorpresa al descubrir que “la fiesta” era en un barrio muggle y más al detenernos en la que parecía ser un establecimiento lleno de gente bastante extraña, y en la parte superior se leía “El Closet”, voltee a ver a mi prima como diciéndole “no es cierto ¿verdad?” ella solo me sonrió y me explico que era un lugar frecuentado por un amigo suyo, que le contaron que el ambiente se poner muy bueno, pero como no podía decirle a su madre que iba a ir a un antro gay, se inventó eso y Albus tenía ganas de ir a un lugar a si, mire a mi hermano y este solo me sonrió con un ligero sonrojo en el rostro. Sin más entramos, grande, sería mi vergüenza si alguien de Hogwarts se enterara de esto, pero Rosse insisto que eso no pasaría.
Al entra el lugar, nos encaminamos a la barra donde tomamos unos tragos, en donde jure y perjure que no me levantaría hasta la hora de irnos, 2 cervezas después mi prima y mi hermano se encamaron a la pista de baile, no sin antes pedirles que se mantuvieran en mi campo de visión por si algo se presentaba.
Seis cervezas después, mire mi reloj 2 AM, pido otra, volteo a la pista de baile, donde puedo ver a mi hermano y prima, muy divertidos bailando, la gente a su alrededor parecía muy feliz, el ambiente del lugar era bueno, aun que no fuera mi favorito, pido otra Cervera más dispuesto a dejar que se divirtieran un poco.
4 cervezas, un tornillo, 2 whiskys, y un vampiro después…
Real mente no necesito gastar mucho dinero, después de la 3 cerveza muchos, le fueron invitando tragos, claro que él no dejo que lo tocaran, no es que sea homofóbico pero no le iban los chicos, estaba por terminar su bebida cuando el barman, le entrego un “parís de noche”, una de las bebidas más caras del lugar.
- De parte del atractivo joven de aquella mesa- le dijo el barman, mientras señalaba con la cabeza una de las mesas de la derecha, un chico ¿que si era atractivo?, si, se veía que era de dinero, que levanto su copa, para que brindara y notara quien era, y el como buen chico que era no desperdiciara dicha bebida, le hiso una seña con su copa y bebió un poco- realmente estás ahorrando esta noche- le dijo el mesero mientras limpiaba uno vasos y le sonreía.
El solo sonrió y prosiguió a seguir bebiendo, se sentía un poco ebrio pero lo suficientemente lucido como para llegar a casa, miro su reloj, 3:46 ya era tarde y lo mejor es que se fueran, no quería terminar lo suficiente mente ebrio como para que alguno de sus “pretendiente” de esa noche quisieran pasarse de listos, miro la pista, solo vio un montón de gente bailando y disfrutando, pero no vio ni a su prima o su hermano, bebió el resto de su trago y se encamino de mala gana a la pista con la misión de encontrar a eso dos.
La gente bailaba suavemente y sensual, sintió, como unos le manoseaban, tratando de convencerlo de ser su pareja en esa pieza, pero el seguía adelante buscando en ese montón de personas a sus familiares, se encamino mas al centro, empujando a uno que otro en el proceso.
La música cambio a una más rítmica y el juego de luces se movían con más intensidad recorriendo la pista, todo se movía rápido, y de repente lo vio.
En medio de la pista bailando de una manera muy seductora un chico delgado, pantalones pegado de cuero negro que reflejaban las luces de colores, y camisa de tela tranparente pegada a su cuerdo, lo cual hacia lucir su figura de excelentes proporciones, y cabello de un color rubio muy claro, se movía lento, le ventaba las manos, se acariciaba el cabello. Como si fuera un imán se fue acercando, sin apartar su vista de él, sus miradas se conectaron, no vio el color de sus ojo por que las luces y la oscuridad jugando con el entorno, pero si noto un brillo en ellos, el chico siguió bailando pero esta vez solo para él, no corto el contacto visual, le invito a acercarse con un movimiento de sus dedos, y él lo hiso, siguió avanzando, tropezó, una mano se acercó para ayudarlo en cuanto se levando del suelo, un cuerpo se acercó quedando de frente suyo, era el, el chico de rubios cabellos. Empezó a moverse de tan manera que pudieran rosar sus cuerpos, no salía de su estupor, era como si estuviera hechizado, empezó a moverse también, moviendo sus caderas y le resto de su cuerpo como la música lo marcaba, entonces le vio sonreír y tomar su manos para conducirlas a su propia cadera, siguiendo un camino lento, hasta su pecho donde ubico cada mano en uno de sus pezones, el moreno se sonrojo, esto hiso solo que el otro sonriera de medio lado, y condujo lenta y suavemente sus manos hacia abajo donde las puso ahora en su trasero, donde ahí las dejo, el solo capto el mensaje y apretó el trasero que ahora estaba entre sus manos, provocando que el otro se acercara mas, el rubio puso sus mando alrededor de su cuello y sin perder tiempo, presiono sus labio contra los suyos. En un beso apasionado y demandante…
Las ropas volaban de un lado a otro, mientras el sonido a besos húmedos llenaba el lugar junto a jadeos y gemidos contenidos.
¿Cómo había llegado ahí? No lo recordaba y en se momento era lo último de lo que se preocupaba.
El rubio se posición encima de él, sentándose en su cadera, sonrío divertido cuando, sintió algo duro contra él, restregándose más intencionalmente. Beso su cuello, bajando lentamente, tomándose su tiempo para explorar el cuerpo que tenia bajo el, dando besos y lamidas por su pecho, hasta toparse con una molestia de mezclilla, que hiso al rubio desaparecer en un instante, dejando en libertad lo que tanto había estado deseando, sin pudor tomo el miembro del moreno masturbándolo enérgicamente.
James, sentía que todo a su alrededor, se desvanecía, sin mas sintió algo húmedo y caliente alrededor de él, bajando y subiendo, deteniéndose en la punta, jugando con ella, fijo la vista en su parte inferior encontrándose con cabellos rubios que no dudo en sujetar marcando el ritmo que más le complacía, pero poco después todo ese placer paro.
-¿Qué?
-Aun falta mucho que disfrutar- dijo el chico en su oído sexymente, pasando su lengua húmeda alrededor de el- Seria una lástima que acabaras ahora
Vio como el chico se baja de encima suyo para quedar frente a la cama, a la cual no recordaba en que momento llegó allí, se quitó la camisa dejando a la vista su blanco pecho adornado con 2 hermosos y suculentos botones rosados, no pudo evitar relamerse los labios, acción que el otro observo , haciéndolo sonreír, de una manera muy sensual, se acarició el pecho bajando lentamente hasta la tela del pantalón de cuero, acaricio su propia entrepierna la cual lucia incomoda atrapada en esa prisión de ropa, se desabrocho el pantalón y bajo el cierre, bajando un poco el pantalón, enorme fue su sorpresa al notar la falta de ropa interior, pudo ver unos dorados vellos asomarse, el rubio al ver que no apartaban la vista de su persona de un tirón se bajó, el pantalón, se subió a la cama avanzando hacia el moreno de forma gatuna, se posicionó ahorcadillas encima suyo, llevando unos de sus dedos a su boca para lamerlos de la manera más provocadora que hubiera imaginado, cuando estuvieron bien húmedos, los llevo a la parte posterío de su cuerpo, en cualquier otro momento eso le hubiera parecido de lo más asqueroso, pero en ese momento sentía su miembro hincharse con la sola idea que pronto el remplazaría esos dedos.
Observo como se auto complacía el muchacho, empezando a ver como esos dedos entraban y salían, mientras este gemía con pudor, James no podía dar crédito a lo que veía, pero pronto se detuvo, tomo su pene y lo coloco de tal manera que pudiera sentir su entrada latir ante su tacto, se fue sentando encima de él, poco a poco de una manera tan tortuosa que no pudo evitar tomar sus caderas para terminar de encajarse en él, pudo escuchar un grito de placer-dolor del rubio, mientras echaba su cabeza hacia atrás. Era una sensación enloquecedora, tan apretada y caliente.
Espero un momento para no lastimar al chico, hasta que sintió como este empezó a moverse por su cuenta, cabalgándolo, de manera lenta al principio, para ir aumentado el ritmo de las penetraciones, se sentó en la cama para poder de esa forma alcanzar eso hermoso botones rosas y al fin poder probarlos, mordió y succiono hasta dejar los morados, lo cual no pareció molestar al rubio que sujeto su cabeza para poder sostenerse, con un movimiento algo brusco se separó de él y lo empujo contra la cama poniéndolo de cara a esta, el chico entendiendo, se apoyó en manos y rodillas, James acaricio, con sus manos, la espalda del chico hasta ver llegar a la parte baja de la espalda donde observo al tatuaje de un escorpión con la cola en alto, se acero y beso el área para después pasar su cálida lengua por la zona mientras que con sus manos acariciaba sus piernas con una piel tan suave como nunca lo imagino subió lentamente tratado de grabar esa sensación en sus dedos, cuando llego a su miembro lo tomo y empezó a acariciarlo lentamente, y con la otra mano recorrió una de sus nalgas para luego sostenerla fuertemente.
-Ya por favor… te quiero dentro de mí ahora- suplico el muchacho con la cabeza enterrada en la almohada.
El castaño sonrió con arrogancia, se puso de rodillas y tomo su pene para poder ponerlo en posición en la entrada del otro, de una solo estocada entro en él, sintiendo como el rubio arqueaba la espalda por el brusco movimiento.
-Eres un bruto- le dijo con lágrimas en los ojos, el otro se acercó volteando su cara para poder tenerlo a su alcance, beso ambos ojos para luego, besar esos rojo e hinchados labios, para iniciar un tierno pero apasionado beso, mientras tanto empezó a moverse lentamente, para seguir con un ritmo más acelerado, el sonido húmedo del choque de caderas inundo la habitación así como los gemidos de ambos, no paso mucho hasta que el orgasmo del rubio se hiciera presente, corriéndose en la mano del otro que no había parado de masturbarlo, un par de minutos después lo acompaño el otro con un gemino profundo y ronco.
Ambos se recostaron en la cama, agotados por la intensa actividad física, se besaron por última vez antes de caer rendidos ante los brazos de Morfeo.
Cuando despertó se encontraba solo, en la cama de esa habitación de lo que parecía ser un motel, la cuenta ya había sido pagada. Cuando regreso a su casa se encontró solo con sus hermanos, ya que sus padres habían salido desde la noche anterior y aparecer no habían regresado, su prima y su hermanos se disculparon con él por haberle dejado solo, y Rosse dijo que al verlo con tan buena compañía no había querido interrumpir, le pidió que no le contara a nadie ese incidente.
Y su última semana de vacaciones antes de regresar al colegio transcurrió muy tranquila preguntándose por ese misterioso rubio del tatuaje, debía de admitir que se le hiso increíblemente sexy, se preguntó si tal vez podría verlo de nuevo.
El tiempo trascurrido rápido, y antes de que se diera cuanta ya se encontraba en Hogwarts,cumpliendo su séptimo y último año.
En uno de los pasillos de la escuela se encontraba una pelirroja saliendo de la biblioteca, mientras en sus manos sostenía un gran y pesado libro de runas antiguas, pero a ella no parecía importarle ya que llevaba una gran sonrisa en su rostro, vio entonces como un chico de chaleco verde doblaba por una esquina y lo siguió rápida mente hasta posicionarse a su lado.
-Hola, Scorpius –saludo cordial.
-Rosse no te había visto- dijo sosteniendo su pecho algo asustado.
- ¿Y que no me vas a contar como estuvo?-pregunto con una sonrisa pícara.
- No tengo palabras- sonrió de la misma manera – Gracias Rosse –esta vez lo hiso con sinceridad.
-Lo que sea por ti cariño y para molestar a James-
Rieron por unos minutos, y se perdieron por los largos pasillo del castillo.
¿Continuara?...