Adicción.
Para Tom Kaulitz su pequeño hermano era todo un espectáculo digno de admirar... Verle caminar, susurrar, hablar, andar... En fin, el solo hecho de que Bill se moviera le provocaba, le incitaba, le animaba a seguir todos y cada uno de sus elegantes y gráciles movimientos por el resto de la eternidad... Tom sonríe con suficiencia ante sus pensamientos porque sabe que así será, ya que aun después de muertos ellos seguirán unidos porque son almas gemelas y así debe ser.
Tom sabe muy bien que podría pasarse el resto de su vida observando y memorizando todos y cada uno de los gestos y pequeñas muecas de su reflejo. Como, cuando en medio de alguna charla rueda los ojos perezosamente en señal de aburrimiento porque no la considera lo suficientemente entretenida, o el candensioso movimiento de sus caderas a la hora de andar sobre el escenario, o en la delicada y sutil forma en la que sonríe, casi, casi imperceptible a la hora de tener que decir lo que piensa, oh ¿por que no? También a la hora de torturar al staff con hacer cumplir lo que ha pedido sea capricho o no.
Tom conoce muy bien a su Bill, tanto como a si mismo no por nada son gemelos... o mejor aun, un alma dividida en dos cuerpos.
Tom a sus veinticuatro años de vida podría apostar sus adoradas rastras sin temor a perderlas que el es el único que conoce al verdadero Bill, no al joven que a conquistado al mundo con su carisma y encanto sobre los escenarios y frente a las cámaras... si no al Bill que ríe con verdadera alegría al ser apresado sorpresivamente por unos fuertes brazos o al Bill decidido que lucha día a día por seguir cumpliendo todos y cada uno de sus sueños, o al apasionado que se entrega sin reservas al amor que le profesa el mayor cada noche que le ama sin restricción alguna. Tom sabe que el menor es como una adicción, una muy dulce adicción que no esta dispuesto a dejar nunca porque el conoce al verdadero e incluso se atrevería a decir que mucho mejor que el mismo.
Qué porque lo dice o esta tan seguro? Pues porque le mira a cada segundo de su existencia, le observa y le graba a fuego en lo mas profundo de su corazón, oh si, claro que Thomas Kaulitz el mas que obviamente atractivo bajista de Tokio Hotel tiene corazón aunque todo el mundo piense lo contrario debido a su fuerte imagen de player rompe corazones, no le toma relevancia alguna puesto que al bajista le importa un carajo lo que los demás piensen de el... excepto el menor, a Tom solo le importa lo que piense su Bill y eso le es mas que suficiente.
El mayor de los gemelos ama con locura todos y cada uno de los pequeños gestos de su hermano, ama cuando sonríe pícaramente al pasar a su lado o cuando roza casualmente la punta de sus finos dedos al pasar a su lado con camino a la pieza que ambos comparten desde hace tiempo.
¿Que porque la comparten? Pues por el pequeño detalle de que son hermanos, hermanos gemelos, un capricho, un bendito y adorado capricho de la naturaleza.
En un principio la mente del mayor de los Kaulitz era todo un caos, un terrible y asfixiante caos. Thomas se sentía miserable porque tenia esos tóxicos y asfixiantes sentimientos que quemaban cada rincón de su ser. Con dolorosa intensidad ardía cada pedasito de su alma cada que "sentía ese algo mas" que el amor fraternal que debería tener hacia su pequeño hermano.
Pero un día Bill llego con ímpetu y despejo la mente del bajista con un corto y casto beso que se fue tornando tan cálido y lleno de amor que inundo cada milímetro de su ser y cada rincón de su alma con suma rapidez que le aturdió por un breve segundo. El vocalista de separo rápidamente del mayor ante la falta de respuesta y con temor anunciado en sus orbes avellanas musitó un bajito —lo siento— pero para el bajista fue suficientemente audible para sacarlo de su ensoñación y poder tomar entre sus manos el delicado rostro de su contrario y besarle con todo el amor que tenia reservado solo para el.
En ese momento el beso se torno apasionado e intenso, lleno de significado y realismo ante la nueva situación, esos besos fueron los primeros de muchos que se han dado y que seguirán dándose el resto de su vidas y si es posible aun mas allá de la eternidad.
Y claro que después de ese primer beso Tom se hizo adicto a los finos, suaves, aterciopelados y rojizos labios del menor,a su nívea piel que se estremece al contacto, al sabor de lo prohibido endulzado con ternura y amor y a esa desbordante pasión de la cual solo el menor era dueño, con cada movimiento que Bill ejercía Tom caía indiscutiblemente rendido a sus pies.
Porque lo mejor de la tentación era caer en ella... y Thomas Kaulitz lo sabia muy bien.
Bill Kaulitz, fue, es y sera la mejor droga para Tom por el resto de su eternidad.
Y claro Quien es Thomas para negarle algo a su paraíso personal? Oh si, era Thomas Kaulitz, su hermano gemelo... la otra mitad de su alma.
Y claro que en toda la existencia del bajista nunca le negara nada al menor, por que le amaba y no podría vivir sin verle feliz... por que Bill era su mas hermosa adicción.
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