Desperté con los rayos del sol directo en mi cara esa luz era tan molesta que decidí en vez de despertarme volver a cubrirme otra vez con las mantas de aquella cama pero…esperen un momento, acabo de caer en cuenta de algo. Esta cama no tiene el aroma que debería (ósea para decirlo mejor no tiene MI aroma); abrí los ojos como platos y me senté de golpe en la cama observando todo a mi alrededor.
Nada me era conocido por más que buscaba con la mirada algo que me diera indicios de donde yo estaba pero nada. Era obvio otra vez me había quedado a dormir en la casa de un cliente.
-oh veo que has despertado precioso- se asomó por la puerta un chico que traía solamente una toalla al parecer recién se había terminado de bañar. Era obvio que no recordaba nada porque quizás me dio algo pero bueno eso era algo típico
-…- me quede en silencio aun no me acostumbraba a ser un “caballero de compañía” y mucho menos me acostumbraba a despertar con uno y con otro.
-bien… ¿Cuánto te debo amor?- se acercó a mi peligrosamente con su cartera en las manos.
-okey, son 50,000 won- se sonreí y le quite la cartera de las manos y saque yo mismo la cantidad.
Guarde el dinero y le pedí prestada la ducha; me bañe y luego me vestí para poder irme de vuelta a mi casa a descansar y a esperar que otro cliente me solicitara.
Me puse el abrigo y mire de reojo a ese chico, el noto mi mirada y solo se limitó a sonreírme. Abrí la puerta y simplemente me fui.
No hace mucho yo era el mejor de mi clase; mejor dicho el mejor en todo. Tenía dinero, inteligencia do sobra, seguridad en mí mismo, y también tenía talento. Pero de un momento a otro cambio todo.
Antes mi nombre era pronunciado con respeto y admiración, era acompañado de una sonrisa cuando decían “Lu han” y yo me sentía único eh inalcanzable. Mis padres eran empresarios ricos y famosos y yo su niño consentido. De esos que tronaban los dedos y sus padres eran capaces de darles la luna.
Pero de pronto todo se fue de mal en peor la empresa de mis padres se fue a la ruina, mi padre se suicidó por no poder soportarlo, y mi madre debido a la pena dejo de ser la misma. Y yo cansado de todo eso decidí dejar el respeto que me tenían, deje de ser el mejor y el envidiado para irme a Gwangju y tratar de sobrevivir. Quería entrar a la universidad y ganar dinero fácil y que fuera mucho dinero (ya que yo era de gustos caros) y termine haciendo todo lo contrario a lo que yo era. En este trabajo no había dignidad, no tomaban en cuenta la inteligencia ni el talento, no era respetado por nadie ni tampoco consentido . Solo era un muñeco con el cual podían satisfacerse sin amarrarse ni tener ningún tipo de compromiso.
Y ahora allí estaba en una plaza fumándome un cigarrillo sintiéndome vacío y sucio, Luhan en que estuviste cuando te metiste en esto.
Yo solo espero el final feliz con el príncipe azul y el “y vivieron felices para siempre” pero yo sé que esa es pura basura que les dicen a las niñas para que cuando encuentren a alguien se decepcionen por que ese no era el príncipe del cuento que imaginaron. Y en vez de eso era una persona de carne y hueso con virtudes y muchos defectos
Sinceramente yo estaba viviendo la realidad, el lado malo y desagradable del mundo. Es triste pensar que ya nadie se pondrá a mis pies ni me ofrecerá la luna.