Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cinco veces que Naruto se enamoró y una vez en la que no le rompieron el corazón por Natsu27

[Reviews - 10]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Todos los personajes le pertenecen a Masashi Kishimoto.

 

Notas del capitulo:

Lo sé, tengo otros fics que terminar.

Es que vi un reto en la página y no pude evitarlo. 

Espero que les guste. Serán solo seis capitulos mínimo, máximo seis y el epilogo, siete.

Será un Sasunaru, pero aún al final del fic.

Este es un tipo de historia que se le llama 5+1 en el cual después de varios intentos recien al final se consigue el indicado. En este caso para encontrar el amor. Hay otros tipos de 5+1 quizá me anime para hacer otro si me lo piden ;)

Espero sus comentarios.

 

Cinco veces que Naruto se enamoró y una vez en la que no le rompieron el corazón

 

oOo

 

Uno

 

Fue a los diez años, cuando por primera vez conoció a Sasuke, que también lo conoció a él. Estaba en el parque, la persona del orfanato que lo cuidaba lo había llevado a pasear ese día porque era un día especial para él. Un día especial que él no entendía, porque lo único especial que había ocurrido hasta ahora era salir al parque un viernes, cuando solían sacarlo a pasear usualmente los domingos. Naruto no entendía el significado de especial, menos el significado de ¨cumpleaños¨.

Su cuidadora se había sentado en una banca del parque con su celular en mano y su vista concentrada en la pequeña pantalla. Él estaba echado en el pasto viendo las nubes, esperando que ese algo especial que todos decían, pasara.

Y llegó.

Llegó en forma de un grito y un llanto, que llamó su atención de inmediato. Naruto se paró y buscó con la mirada el lugar de donde provenía, logrando ver a lo lejos a dos niños de su edad siendo acorralados por otros cinco mayores. Naruto de inmediato avanzó hasta el lugar sin pensarlo.

Al llegar vio cómo uno de los niños de su edad estaba llorando mientras el otro solo miraba molesto a sus atacantes, al parecer los otros cinco niños habían hecho algo que molestó al par de niños.

—¡¿Quién eres tú?! — Gritó uno de los niños grandes, Naruto recién se percató que estaba cerca y todos estaban que lo miraban fijamente. Parpadeó confundido, tratando de intentar lo que pasaba.—¡Si no tienes nada que decir, largo! — Gritó de nuevo el que parecía ser el líder de la banda. Naruto frunció. Nadie le levantaba la voz.

—¿Qué le has hecho? — Preguntó viendo al niño que controlaba su llanto al ver que Naruto lo veía fijamente. El grupo de cinco solo rió a carcajadas. El pequeño niño volvió a llorar asustado. El otro, un pelinegro, solo gruñó por lo bajo un ¨Solo vete de aquí.¨ Que Naruto pudo entender pero no hizo caso.

—Creo que este mocoso también quiere una lección. — Aportó uno de los secuaces. Naruto solo tuvo tiempo para parpadear cuando un golpe impactó en su estómago. Las risas de los abusivos cuando él sostuvo su abdomen adolorido y por falta de aire, solo hizo que se molestara más.

No solo esos niños estaban abusando de un pequeño, pese a que parecía de su edad era delgado y se veía débil, sino que también se atrevieron a golpearlo. Eso no se quedaría así.

La pelea no duró mucho, habrán sido cinco minutos, máximo, que estuvo dándose a golpes junto con el pelinegro que decidió ayudarlo contra el grupo de cinco niños grandes y abusivos. Pero para él fue la batalla más feroz en la cual había estado. Y cuando fue alzado sus puñitos seguían golpeando al aire. Vio cómo alguien se acercaba y también separaba a su amigo. Porque si habían peleado en la misma batalla con enemigos en común, aquel niño ahora era su amigo.

—Soy Naruto. — Dijo sonriente mientras alzaba la mano como había visto que los adultos hacían. El pelinegro solo lo vio unos segundos para corresponder el saludo.

—Sasuke Uchiha. —Dio su nombre. Ambos habían sido sentados en una de las bancas mientras sus niñeras conversaban amenamente, al parecer habían olvidado por completo la pelea en la cual sus cargas se habían metido.

—¿Y tu amigo? — preguntó al no ver al otro niño. Sasuke solo movió las piernas que colgaban del asiento.

—No es mi amigo. — Naruto frunció el ceño confundido. — Es el hijo de uno de los socios de papá, fue obligado a venir conmigo y mi hermano. — Naruto asintió, pese a que no entendía a lo que se refería. El otro niño había escapado justo en el momento que la pelea comenzó.

Ambos siguieron sentados, conversando de distintas cosas, riendo, hasta insultándose de tanto en tanto, nunca de forma maliciosa. Y sin darse cuenta ambos crearon un lazo de amistad.

—¡Sasuke! —Escuchó a lo lejos, su nuevo amigo se paró de un saltó mirando a la persona que se acercaba corriendo. Naruto también se paró tratando de ver quién se acercaba. — ¡¿Estás bien?! ¿Qué pasó? — Era un adolescente, catorce o quince años. Naruto pudo ver cómo se agachaba para revisar las heridas que tenía Sasuke en el rostro.

—Joven Itachi, fue una pequeña pelea no fue nada grav-

—¿Sasuke?¿Una pelea? —Interrogó a su hermanito,  Sasuke parecía incomodo frente a la mirada intensa de su hermano mayor.

—No fue nada. —El pelinegro vio de reojo a Naruto que los veía con asombro y curiosidad. — Además, Naruto me ayudó. — Dijo, al principio solo tratando de escapar de la intensa mirada de su hermano, que ahora veía al rubio.

—¿Naruto? — Sasuke sonrió al ver cómo su nuevo amigo se estremeció ante la voz de su hermano.

—Sí, es mi amigo. — Itachi parpadeó viendo a Sasuke, sorprendido que su hermanito llamara a alguien su amigo. Borró la sorpresa de su rostro y solo sonrió.

—Ya veo. — Itachi se levantó y caminó hasta llegar junto a Naruto. — Hola, gracias por cuidar de mi hermano. — A un lado Sasuke gruñó, pero no dijo nada más. Naruto solo se quedó viendo al mayor con sus ojos azules abiertos en sorpresa, asombro y algo que no podía entender.

—Ey, dobe, despierta. —Sasuke llamó su atención, sonaba burlón y algo irritado.

—Que no me digas así. — Dijo por lo bajo, mirando a Sasuke con molestia. Itachi solo rió divertido.

—Hey, ¿por qué no vienes con nosotros? Por ayudar a mi hermanito te invitaremos algo.

—¿A mí? — Preguntó sorprendido otra vez viendo al mayor con sorpresa. Itachi sonrió, aquellos ojos azules mirándolo fijamente con ese infantil asombro le daba una sensación de ser admirado por aquel niño.

—Claro que  a ti. — Respondió con molestia Sasuke, algo irritado por la lentitud del rubio. Naruto solo miró a Sasuke, luego a Itachi. Para nada molesto por el tono de Sasuke.

—Es que no suelen invitarme cosas.

Ambos hermanos se quedaron en silencio. Sasuke solo sabía que Naruto era huérfano y que una de sus cuidadoras lo había traído aquí, por lo que vio, más que para cuidarlo era para poder conversar con sus amigas por teléfono sin ser molestada.

—Naruto, qué tal si le preguntas a tu niñera si puedes venir con nosotros. Luego te acompañamos a tu casa. — Naruto estaba dudoso, pero… pero todos habían dicho que hoy era su día especial, así que quizá esto era lo especial. Quizá Sasuke e Itachi eran lo especial. Naruto asintió.

Corrió hasta donde estaba su cuidadora del día y le dijo lo que Itachi le había dicho. Ella frunció el ceño, preocupada, pero la otra niñera, la de Sasuke, le confirmó que el par de hermanos eran amables y que la familia era de fiar.  Su cuidadora asintió no antes sin acercarse a Itachi, sonreírle extrañamente, según Naruto, y darle un papelito.

Itachi suspiró, guardó el papel en su bolsillo y giró a ver a su hermano y al pequeño Naruto.

—Bien, vamos por un helado.

 

oOo

 

 

Sasuke le caía muy bien, era su amigo, mucho más amigo que cualquier otro niño, posiblemente su mejor amigo. Y eso que lo había conocido por solo unas horas. Itachi era diferente. No era como Sasuke con el cual se sentía cómodo y podía decir lo que sea, o se molestaba cuando lo insultaba o respondía los insultos con otros. Con Itachi se avergonzaba, con Itachi era respetuoso, con Itachi era diferente.

 Es porque es un hermano mayor.

Decidió pensar, porque no conocía a ninguna otra persona que fuera hermano mayor. Y ver a Itachi y Sasuke interactuar le hacía sentir una especie de celos, de querer lo mismo, de una familia, de un Itachi.

Los tres estaban sentados en una heladería, Itachi para tener solo quince años era tratado como un adulto. Su altura y su presencia lo hacían ser escuchado y obedecido, y eso a Naruto le parecía asombroso; considerando que para sus diez años nadie lo escuchaba ni lo tomaba en serio.

—¿En dónde estudias, Naruto? — preguntó Itachi.

—El colegio queda a tres cuadras del orfanato. —Una cucharada de la copa de helado fue a su boca, sus mejillas sonrojadas por la diferencia de temperaturas. Sasuke rió, Itachi solo sonrió.

—¿Sueles ir los viernes al parque? Sasuke y yo venimos los viernes, no te hemos visto antes.

—No. Nana nos lleva al parque los domingos. Hoy fue distinto. — Ambos Uchihas se quedaron en silencio viendo cómo el rubio volvía a meterse otra cucharada. Parecía feliz, como si no hubiera comido helado antes. —¡El chocolate es lo mejor! —Dijo, cuando probó una de las bolas de helado que era de fresa combinado con fudge de chocolate. Itachi rió.

—¿Por qué fue diferente hoy? — preguntó Sasuke queriendo saber más de su amigo.

—Hm, porque es mi día especial. — Naruto volvió a meterse helado a la boca, cada vez cerraba sus ojitos disfrutando el sabor, para después abrirlos como si fuera algo reflejo, él no se daba cuenta que lo hacía y eso le parecía tierno a Itachi.

—¿Día especial? — preguntó Sasuke, él también comiendo su copa de helado de vainilla, menta y fudge.

—Sí. Recién entiendo el porqué. Bueno, creo entender el porqué, los otros años no había pasado nada. —Los hermanos intercambiaron miradas intentando saber si alguno había entendido. Al parecer no.

—¿Nada?

—Pues, — Naruto alzó la cuchara, su mango largo y la parte curva apuntándolos a los dos. — hoy los conocí. Eso es especial, ¿no? — Dijo como si fuera lo más normal y volvió a poner la larga cucharita en la copa. Itachi pudo ver cómo su hermanito se avergonzaba y de cierto modo él también pudo sentir ese salto de su corazón. Este niño era muy tierno.

—Cállate, dobe. — Dijo tratando de aparentar molestia, su sonrojo le daba toda la contra.

—Que nmu mbe divas así. — Dijo con una galleta en la boca. Itachi no pudo evitar reír, Sasuke lo siguió, Naruto parpadeó y escuchando las risas de sus amigos también rió después de pasar lo que tenía en la boca.

Cuando los tres terminaron ya eran las cinco de la tarde, helado no fue lo único que comieron. Sasuke descubrió que Naruto tenía realmente una obsesión por el chocolate y las cosas dulces. Y a Itachi no le pareció una molestia pagar todo lo que los niños pedían.

Saliendo del local, los hermanos decidieron que acompañarían a Naruto hasta donde vivía, a pie, de ese modo recordarían el camino y lo visitarían como le habían prometido. Naruto estaba más que feliz.

Cuando los tres llegaron al orfanato, Sasuke e Itachi sentían que el día no podía haber terminado, no querían dejar a Naruto ahí. No es que el lugar fuera malo, podían ver todos los juegos, los colores, los niños corriendo, de la edad de Naruto, de la de Itachi y hasta mayores y menores. Fue el hecho que cuando Naruto llegó ninguno detuvo de hacer lo que hacía o si quiera se dignó a reconocer a Naruto como recién llegado. Estuvieron parados en la entrada como diez minutos y nadie venía a abrir la puerta. Todos los del patio parecían ignorarlos. Itachi estaba por llamar a la chica que le había dado su número cuando la puerta de madera se abrió.

Una anciana salió sonriendo hacia Naruto. Y la expresión de Naruto cambió al instante, de seria e incómoda, a tranquila y hasta feliz.

—Naruto, llegaste. Nana me dijo que habías ido a jugas con tus amigos. — la anciana dijo con dulzura.

—Sí. Él es Sasuke, es mi mejor amigo. Y él es Itachi, su hermano mayor. — Dijo el rubio sin darse cuenta de la sonrisa del par de hermanos. Feliz y orgulloso presentándolos a su cuidadora.

—Que bien. Un gusto jovencitos. — el par respondió al saludo. —Naruto se estaba sintiendo solo, y hoy que es su cumpleaños. No podíamos permitirlo, ¿o sí? — dijo sonriendo tristemente.

Naruto pareció no darse cuenta, al contrario parecía más feliz.

—Abuelita, al fin logré entender lo de especial, veras-

Y así, Naruto le comentaba a ¨la abuelita¨ su teoría de lo especial que había sido el día de hoy por el solo hecho de conocer a Sasuke e Itachi. El par de hermanos solo se quedó escuchando en silencio asombrados de que era hoy el cumpleaños de Naruto, y que lo mejor que pudieron pensar para celebrarlo ¡era llevarlo al parque!

—Señora, — interrumpió Itachi para el asombro de todos incluyendo Naruto que hablaba. — vinimos para pedirle permiso para que Naruto pase el día en nuestra casa.

Tanto Naruto, la dueña del orfanato, como Sasuke veían a Itachi asombrados. En el fondo Itachi también se sentía extrañado por atreverse a pedir algo así. La anciana lo pensó un rato, vio a Naruto para ver su expresión y sonrió.

—Muy bien. Pero pórtate bien, Naruto.

—¡Sí!

—Bien, ve por una mochila y te puedes ir.

—¡Ok!¡Sasuke, ven conmigo! — Sin que el pelinegro pudiera responder, Naruto estaba jalándolo del brazo y llevándolo hasta seguramente el sitio que era su cuarto.

Itachi se quedó solo con la anciana. Mirando el vacío por el que momentos atrás Naruto y Sasuke se habían ido.

—Naruto es un niño especial. — Dijo la anciana de la nada llamando la atención de Itachi. — Es una chispa de energía y confía muy rápido en las personas. Ya ha tenido muchas decepciones pese a sus cortos diez años. Espero que no tenga más.

Itachi no dijo nada, no tuvo ni tiempo, la anciana ya se había ido cuando pudo procesar la información.

No, él no dejaría que tuviera más.

 

oOo

 

Los años pasaron. Naruto y Sasuke ya tenían diecisiete años, siempre juntos desde el día que se conocieron. Naruto iba a visitar a Sasuke a su colegio o era Sasuke que iba a verlo al orfanato.  El orfanato, Naruto ya ni podía recordar qué hacía antes de Sasuke e Itachi, porque después de conocerlos pasaba más tiempo en la casa de los hermanos que en el lugar donde vivía.

Después de todos estos años siguieron siendo amigos, Sasuke siempre sería su mejor amigo, era algo que no dudaba, lo quería como un hermano y estaba seguro que para Sasuke era lo mismo. Itachi, en cambio, es su primer amor. Sí. Al fin había podido identificar aquel sentimiento que le atraía hacía Itachi. Aquel sentimiento que lo hacía verlo con otros ojos, no era solo admiración, no solo cariño, no solo amistad. Era ese algo más que hacía que su corazón se acelerara y que todo el ramen que había comido se volviera un remolino en su estómago cada vez que lo veía.

Estaba enamorado del hermano de su mejor amigo.

Y quizá era esa razón por la que trataba de ocultarlo, además, Itachi tenía enamoradas, no se fijaría en un torpe mocoso como él. Suspiró.

—Son solo cinco años. —La voz de Sasuke lo sacó de sus pensamientos. Alzó la cabeza y vio hacia el escritorio donde Sasuke estaba avanzando con un trabajo.

—¿Qué? — estaba confundido.

—Aish, dobe. Si vas a estar pensando en voz alta asegúrate de hacerlo solo cuando este yo. Dudo que otros sean tan comprensivos. — Naruto abrió los ojos en sorpresa y temor. Sasuke lo había escuchado. Sasuke, sabía. — Claro que sé, idiota. — Dijo lanzándole el borrador a su frente. Naruto parpadeó con sorpresa y se levantó de un salto de donde estaba sentado sobre la cama.

—¡¿Lo sabes?!

—Que estas embobado por mi hermano, Sí. Hace tiempo. —Respondió como si nada mientras volvía a enfocar su atención hacia su libro.

—¿Y no estas molesto? —Naruto volvió a caer sentado sobre la cama de Sasuke. Su amigo suspiró, dejó el lapicero que tenía sobre su escritorio y giró su silla hasta quedar cara a cara con Naruto.

—Dob- Naruto, si me molestara o no, eso no importaría. No es como si decirte que te prohíbo que te enamores de mi hermano fuera a detener a tu tonto corazón de pollo. Además, creo que me di cuenta desde el comienzo. Actuabas tan diferente frente a Itachi, que no creí que recién lo reconocieras cuando lo encontramos con esa chica en su cuarto.

Sasuke pudo notar el cambio en la expresión de Naruto al solo recordar ese momento. Itachi había aceptado a esa chica, solo porque no tenía nada mejor que hacer, Sasuke lo sabía. Además, era el cumpleaños número dieciocho de Itachi y estaba algo subido de copas por culpa de sus amigos. Cuando Sasuke abrió la puerta de su cuarto para gritarle por haber dejado la refrigeradora abierta lo encontraron en la cama con una chica encima. Naruto fue el primero en reaccionar, salió corriendo del cuarto, hasta de la casa. Sasuke solo suspiró, miro con molestia a su hermano, le dijo algo como ¨La próxima vez hecha llave.¨, y cerró la puerta tras él.

Cuando encontró a Naruto estaba en el parque donde se conocieron, Sasuke solo se sentó junto a él en los columpios y le habló de otras cosas para distraerlo. En el camino a casa se dieron cuenta que Itachi había salido, Sasuke decidió que Naruto pasara la noche con él. Cuando Naruto al fin se quedó dormido sobre la cama de Sasuke, mientras él terminaba de preparar las tareas tanto suyas como las de Naruto. Pudo escuchar cómo murmuraba entre sueños. Las palabras ¨Itachi¨,  ¨gustas¨ y hasta ¨amor¨ fueron las únicas que diferenció, pero era claro que el dobe recién se había dado cuenta de sus sentimientos. Siempre tan lento.

—Ya veo. — Naruto estaba procesando la información, siempre creyó que quizá a Sasuke le parecería asqueroso o estúpido o irracional.

—Deberías dejar de hablar en voz alta, en serio. — La voz de Sasuke sonaba irritada pero con algo de gracia. Naruto solo se llevó una mano a sus labios evitando que cualquier otra palabra saliera de su boca sin querer.—No me parece asqueroso, eres mi amigo, la persona que te guste no me afecta. — El ¨mientras no te lastime¨ no fue dicho, pero Sasuke lo tenía muy presente. —Que sea Itachi quizá si me parezca algo…— Sasuke puso una expresión extraña, al parecer tratando de imaginar a Itachi y a su mejor amigo, juntos. — Pero me acostumbraría, si no dices nada por culpa mía, no te detengas. Aunque, gracias por tomarme en cuenta. — Las sonrisas de Sasuke eran escasas, pero cada vez que sonreía así, Naruto no podía evitar sentirse tranquilo y mucho más seguro de sus sentimientos.

—Gracias, —agachó su cabeza, no sabía que al fin decírselo a Sasuke le libraría de un peso tan grande, sentía la estrechez de su pecho, sentía el ardor en sus ojos, y pudo sentir la mano de Sasuke frotando sus cabellos.

Y quizá fue ese acto de confianza, de amistad, ese acto tan íntimo que le dio la fuerza para al fin confesarse. Había pasado años queriendo a Itachi, años de un amor no correspondido, años viendo cómo Itachi tenía novia y él no iba a casa de Sasuke solo por el hecho de que quizá esa chica estaría ahí; años que Sasuke lo consolaba sin darse cuenta que Sasuke realmente sabía el motivo de sus pesares. Años ocultándole algo así a su mejor amigo.

 

oOo

 

El día que se declaró fue rechazado.

Era su cumpleaños número dieciocho, Sasuke lo había invitado a pasarla en su casa porque el día siguiente tenían una presentación en el instituto. Era un jueves, después de haber alistado todo para la presentación Sasuke sacó dos botellas de debajo de su cama, un vino y tequila. Naruto sonrió de oreja a oreja. Sasuke ya tenía dieciocho, en Julio los cumplió. Así que celebrarían que ya ambos era mayores de edad.

Fueron varios tragos de tequila cuando ambos cayeron al suelo riendo y recordando sus mejores y peores momentos, hasta que Naruto comenzó a llorar. Sasuke se levantó con pesadez de la alfombra, preocupado por su amigo y gateó hasta llegar a él. Sin pensarlo acarició la cabeza de Naruto como solía hacer cada vez que quería consolarlo, al parecer era algo que hacía por instinto, y a Naruto parecía calmarlo acercando su cabeza hasta quedar echado sobre las piernas de Sasuke, su rostro sobre sus muslos, sus lágrimas secándose en el pantalón de su amigo. Era algo tan íntimo pero fraternal que ambos compartían y tan profundo, que cuando la puerta se abrió ninguno se dio cuenta hasta que esta se cerró de un golpe.

Naruto alzó la cabeza, sorprendido, sus lágrimas aún en su rostro, confundido hasta que escuchó el insulto que lanzó Sasuke. Itachi los había visto. Sin escuchar el gruñido de dolor de Sasuke por haberlo pisado salió corriendo del cuarto hacia el cuarto de Itachi.

¿Por qué se fue así de la nada? ¿Por qué azotó la puerta? ¿Por qué?

Cuando llegó la puerta estaba cerrada pero no con seguro, la abrió. Itachi estaba sentado en su cama, su rostro hacia un punto lejano en la pared.

—No quise interrumpir. — Dijo después de un largo silencio, Naruto retrocedió apoyándose sobre la puerta que no se había dado cuenta que había cerrado después de entrar. Aún sentía la lentitud de su cerebro, la sensación de sus piernas como gelatina, y el calor en su abdomen.

—No interrumpiste nada, Sasuke y yo, —no sabía cómo continuar, no habían estado haciendo nada. No es como si Itachi hubiera visto algo malo, o como si ambos hubieras estado en una situación comprometedora. — somos solo amigos. — Decidió decir, su voz sonaba áspera por el licor. Pero no tanto como para no ser entendido.

Itachi rió, no era una risa, era una mueca de molestia y sarcasmo que había visto muchas veces en Sasuke, nunca fue dirigida a él y escucharla de Itachi le dolía.

—No tienes por qué explicarme nada. — Dijo dándose cuenta de lo que había hecho, su voz sonaba culpable y recién desde que llegó se dignaba a verlo a los ojos. —¿Por qué venir hasta acá a decirme eso?

Naruto apretó los puños con fuerza, Itachi era el mayor, el  más maduro, el responsable, el que debía hacer esto; no él. No él, cuando no podía ni siquiera verlo sin pensar en lo mucho que quería besarlo y ser besado, ser abrazado por esos brazos, ser visto por esos ojos de un profundo negro que lo hacían sentir flotando en la oscuridad de la noche. No él, cuando su lengua se hacía nudos cada vez que quería decir algo relacionado a sus sentimientos, no cuando cada vez que intentó declarársele lo único que salía eran tonterías y cosas vergonzosas. No él.

—Me gustas…

Fue un susurro, fue tan bajo que si no fuera por el silencio de la noche Itachi no lo hubiera oído. Naruto sabía que Itachi lo había oído, sabía que había procesado esas palabras, su expresión lo decía todo. Y fue como si su lengua se destrabara y soltara todo de un porrazo.

—Me gustas. Realmente me gustas. Mucho. Mucho. Estoy enamorado de ti. Enamorado desde que te conozco. No sabes cuánto. Cuánto me duele verte con otras personas, verte sonriéndoles, abrazándolas, viéndote cada vez más lejos. Más lejos de mí. — Las lágrimas volvieron a salir, sus ojos más rojos  e hinchados. Itachi solo se quedó en silencio. Naruto sollozando apoyado contra la puerta de su cuarto.

Naruto podría jurar que pasaron horas, pero fueron solo minutos cuando dejó de llorar para ver a Itachi, realmente verlo, justo cuando estaba abriendo los labios para hablar.

—Yo, yo no-

Y no pudo más. Estaba siendo rechazado. Sin querer escuchar más se impulsó para dejar de estar apoyado en la puerta que abrió rápidamente y salió corriendo, corrió y corrió hasta quedarse sin aire.

Había sido rechazado.

Había sido rechazado.

Rechazado.

Sasuke fue quién lo cogió del brazo y lo llevó de regreso a la casa desde el parque. Itachi no estaba ahí. Sasuke no le dijo el porqué, no dijo nada. Solo lo metió al cuarto le ordenó que durmiera y se fue. Esa noche lloró hasta que cayó dormido.

 

oOo

 

La presentación fue postergada, Sasuke le dio la noticia cuando estaba por salir de la cama. Naruto solo le sonrió. Sabía que era mentira. No tenía el valor de salir del cuarto de Sasuke, no después de todas esas cosas que había dicho. Itachi no tenía la culpa de estar molesto, de sentirse incomodo, de lo que sea que estuviera en ese momento, no se sorprendería si fuera asco.

Cuando le preguntó a su amigo, el solo se frotó la cabeza con molestia y le dio una pastilla para la resaca. Duerme. Fue lo último que dijo al salir y dejarlo nuevamente solo.

Fueron días después cuando sintió que ya estaba listo para ir a la casa de Sasuke, obviamente no lo estaba. No cuando caminaba como si alguien lo estuviera siguiendo, esperando que Itachi saliera de la nada y correr si era necesario. Pero tenía que ir a decirle a Sasuke que había conseguido que el profesor les diera otra fecha de presentación, el tonto ese había dejado su celular descargado como siempre.

Entró a la casa como ya estaba acostumbrado, con la llave que la señora Uchiha le había dado y el señor Uchiha había dicho que ya era hora, era parte de la familia después de todo. Después de que cerró la puerta pudo escuchar gritos del segundo piso, donde estaban los cuartos, precisamente desde el cuarto de Itachi. Naruto pasó saliva. Eran Sasuke e Itachi. ¿Debía ir?

—¡Eres imposible! ¡Que solo somos amigos!

—¡No creas que no-

Ambos se quedaron en silencio cuando Naruto abrió la puerta del cuarto e introdujo su cabeza, sus estúpidas piernas lo habían llevado hasta ahí, no podía odiarlas más. Solo tuvo el valor de mirar a Sasuke y susurrar.

—El señor Tanaka nos ha dado otra fecha… L-la próxima semana. Viernes. Misma hora. —Se llamó la atención a si mismo por tartamudear. — Eso es todo. — y volvió a sacar su cabeza, pero no pudo irse porque Sasuke estaba a su lado jalándolo de regreso al cuarto de Itachi.

—Naruto, explícale al estúpido de mi hermano que cree que tenemos algo que no es así.

—¿Eh?

—Sí, al parecer el tonto este tiene la estúpida idea que nosotros tenemos algo y que no quiere arruinar.

—¿Eh?

—¡No te pierdas! ¡Ay, qué difícil es lidiar con ustedes cuando están embobados el uno por el otro! — gritó Sasuke soltando de una vez el brazo de Naruto que al parecer era lo único que lo mantenía aún en el cuarto.

Ambos se quedaron en silencio. Al fin mirándose fijamente. Itachi mirando esos ojos azules que lo veían asombrados y confundidos.

—Tu-

Dijeron al unísono, Sasuke gruñó.

—Me voy, no tengo paciencia para ustedes. — Y sin decir más abrió la puerta y salió del cuarto. Una sonrisa orgullosa en su rostro que ninguno pudo ver.

Después de varios intentos en los cuales ambos se interrumpieron, Itachi rió y cayó sentado sobre su cama. Naruto seguía viéndolo sorprendido, no creyendo lo que Sasuke había dicho.

—Dios, que mal estoy. — Dijo frotándose los ojos con una mano, la sonrisa en su rostro parecía contradecir sus palabras. — Naruto, — esta vez lo miró directamente a los ojos— lo que dijiste esa noche… ¿era cierto?

Naruto no lo podía creer.

—¡Claro que sí! ¡No mentiría con algo así!

—Lo siento. — ¿Acaso estaba siendo rechazado de nuevo? — No, no me malinterpretes. Lamento haber sido tan cerrado, realmente pensé que tú y… pensé que estaba metiéndome en algo que no debía. Sabes que mi hermano siempre es lo primero para mí. — Naruto asintió, era una de las cosas que más adoraba de Itachi, el amor a su familia. Itachi sonrió.

—Realmente me gustas Itachi. No quiero que me veas más como un niño. Ya no lo soy.

Itachi rió, su sonrisa no era burlona, era divertida, era una que sabía que lo que decía Naruto era verdad, que él sabía, que él lo sabía desde hace mucho.

—No, ya no eres un niño.

Itachi se levantó. Y como esa noche que fue rechazado Naruto estaba apoyado en la puerta del cuarto de la persona  de la que estaba enamorado. Ahora, Itachi no tenía esa expresión de sorpresa en su rostro, no tenía otra cosa más que esa sonrisa tierna y llena de dulzura mientras avanzaba hacia él. Cada vez más cerca, cada paso que daba su corazón daba un salto. Hasta que llegó, llegó a unos centímetros de su cuerpo. Itachi agachó su rostro limitando la diferencia de tallas a lo mínimo hasta que sus respiraciones se volvían una. Los ojos de Naruto hipnotizados en aquellos profundos ojos negros.

El espacio desapareció.

Su primer beso, su primer beso que contaba. Aquel accidente con Sasuke era eso, un accidente. Esto, los labios de Itachi sobre los suyos, la tensión en los suyos cuando la lengua de Itachi los lamía pidiéndole acceso, la calidez y humedad de la lengua de Itachi irrumpiendo su cavidad, la impotencia de sus rodillas, la necesidad de rodear el cuello de Itachi con sus brazos para sostenerse, el cómo se derretía bajo sus labios, eso, eso era un beso.

 

oOo

 

Todo era perfecto.

Todo parecía salido de sus más hermosos sueños, tan idílico. Itachi y Naruto ya estaban en una relación formal. Las cosas no habían cambiado tanto en su relación. Seguían haciendo las mismas cosas de antes, solo habían más abrazos, más caricias, más besos, más Sasuke renegando diciéndoles que busquen un cuarto. Pero aparte, todo estaba bien. Los pequeños cambios que hubo no le resultaban un problema.

 Al menos no hasta que un día se equivocó de cuarto.

Antes, siempre se quedaba a dormir en el cuarto de Sasuke, hacían las tareas juntos, conversaban, veían alguna película, a veces invitaban a Itachi por pedidos de Naruto, y así, sus noches era de amigos como en una pijamada. Cuando Itachi y Naruto comenzaron una relación, evitó en lo posible tener que quedarse en la casa Uchiha.

El día que fue imposible no quedarse hasta tarde y Sasuke diciéndole que se quede, él renuentemente, aceptó. Estaba con Sasuke terminado los últimos retoques al trabajo que iban a presentar juntos. Felizmente ambos estaban aún en cursos básicos antes de escoger una universidad, así que estaban en los mismos salones y se elegían entre ellos para hacer los trabajos.

Esa noche, cuando eran ya las dos de la mañana y ambos se pusieron a ver una serie que les gustaba, Itachi tocó la puerta y sin que ninguno dijera nada entró. Naruto se levantó animado de verlo y le dio un beso. Itachi tenía un trabajo de medio tiempo y solía llegar tarde. Así que pese a la molestia de Sasuke por la interrupción dejó que su hermano se sentara junto a Naruto.

El tiempo pasaba y ninguno se movía. Sasuke ya estaba con sueño, y quería que su hermano se fuera para poder dormir. Pero cuando Itachi estaba por irse, al parecer no quería, giró y le dijo a Naruto que fuera con él. No era necesario ver el rostro rojo de Naruto para entender lo que eso significaba. Sasuke solo los botó de su cuarto gruñendo algo como ¨No quiero saber la vida privada de mi hermano, gracias.¨

Desde ese día, cada vez que Naruto se quedaba a dormir era en el cuarto de Itachi. No importaba si Itachi había ido primero a la cama, Naruto entraba despacio y se acostaba a su lado. Porque a veces se quedaba con Sasuke haciendo trabajos o estudiando para un examen.

Pero ese día, ese día que estaba tan cansado y algo de mal humor porque había discutido con Sasuke por una tontería que ya ni recordaba, se equivocó de cuarto.

Hizo lo de siempre, caminó adormilado saliendo del baño del pasillo hasta ir al cuarto, abrió la puerta, las luces ya estaban apagadas y caminó hasta llegar a la cama. Sin pensarlo más se metió debajo de las sabanas y abrazó el cuerpo que estaba a su lado un beso en la nuca. Lo único que hizo click en su mente fue un ¨Se siente diferente.¨ Antes de que el cuerpo a su lado se estremeciera y él lo soltara.

Sasuke y Naruto saben que exageraron un poco al gritar de sorpresa y levantar a todos en la casa. Afortunadamente todos en la casa era solo Itachi, o quizá no tan afortunados. Porque Itachi entró al cuarto, su rostro amable contorsionado en una expresión de molestia mientras prendía la luz, cogía a Naruto del brazo y se lo llevaba a su cuarto. El azote de la puerta lo único que retumbaba en la casa.

Itachi estaba molesto, furioso, iracundo. Su rostro era una mezcla de molestia, tristeza, horror, incredulidad, que Naruto no entendía mientras el mayor se paseaba en el cuarto murmurando cosas que no entendía. El rubio sentado en la cama arrepentido por haber caminado medio sonámbulo hasta la cama de su amigo (?) No sabía que había hecho algo tan malo. Solo se confundió.

—Vivamos juntos, con lo que gano de mi trabajo podemos alquilar un departamento. Podemos- — Itachi suspiró. — Rayos, ¿qué estoy pensando?

Fue en ese momento que Naruto recién se dio cuenta de todos los cambios y de esa tontería por la que había discutido con Sasuke. Itachi estaba celoso. Itachi no dejaba que Naruto durmiera en el cuarto de Sasuke no solo por querer tenerlo cerca, claro que era la razón más importante, pero era también por el hecho de que dudaba de Naruto, de Sasuke, de la relación entre ellos. No solo eso, ahora recién se daba cuenta que ya no veía tanto a Sasuke, ni paraba mucho con él. Algo que no parecía molestarle a su amigo, entendía perfectamente que Naruto quisiera pasar tiempo con su enamorado.

Pero era mucho control. Y Naruto se sentía culpable de no haberse dado cuenta antes.

—Itachi, — dijo en un susurró mientras se levantaba de la cama y tomaba la mano de Itachi hasta guiarlo a su cama y se siente— te amo. Solo a ti, créeme. No dudes de mis sentimientos, porque no hay nadie más que tú para mí.

Aquel beso fue el más dulce y apasionado que se dieron, Naruto no sabía de las dudas de Itachi, de que aquel hombre que era tan maduro, tan respetado, tan admirable y fuerte, también tuviera esas debilidades, que estúpido de su parte.

Esa noche hicieron el amor. No como la primera vez que estuvieron juntos, no como hace meses atrás cuando era torpe y nuevo en eso. Esta vez ambos ya estaban acostumbrados al cuerpo del otro, y pese a eso Itachi disfrutaba cada vez que Naruto se estremecía en sus brazos, cada vez que besaba esa parte de su cuello que hacía vibrar al cuerpo que tenía prisionero entre la cama y su cuerpo. Ambos sudando deliciosamente entre abrazos y besos.

Itachi amaba verlo estremecerse con cada embestida, adoraba el temblar de sus labios cuando estaban contra los suyos diciendo te amo una y otra vez. Adoraba recorrer a besos aquel cuerpo y marcarlo como solo suyo, embistiendo y mordiendo posesivamente la piel que encontraba en su camino. Susurrando Naruto una y otra vez, la palabra amor se derretía entre los labios de ambos, y la palabra mío se convertía en parte del cuerpo del rubio.¨

Aquellos ojos azules llenos de deseo hundiéndose en aquellos pozos negros posesivos y lujuriosos que eran los ojos de Itachi. Esos gritos de placer que daba cuando Itachi lo mordía, y le pedía que dijera su nombre, que dijera su nombre cuando se viniera, que le decía que por favor solo sea suyo, que de nadie más, solo suyo. Y Naruto asentía, y gritaba sí, sí, sí, una y otra y otra vez. Dejándose poseer, dejándose marcar, dejando ser controlado por el cuerpo sobre él. Gritando Itachi cuando llegó al orgasmo para luego no escuchar su nombre que salía de los labios de Itachi cuando también se venía, solo por el adormecimiento que le daba tanto placer.

Todo estaría bien. Deseaba con toda su alma que todo estuviera bien. Aquella presión en su pecho cuando vio a itachi aferrarse a él y la sensación que le dieron todas esas marcas moradas recorriendo su piel no significaban nada.

oOo

 

Fue Naruto quien los presentó. Era su primer día en la universidad y él la primera persona que conoció.

Después de que Sasuke y él terminaron los cursos básicos ambos estaban casi seguros de la carrera que seguirían, la universidad que Sasuke tenía en mente era diferente a la de Itachi. Naruto fue a la de Itachi. Conoció a Deidara es su curso de arte que decidió llevar porque pese a que no tenía que ver con la carrera que había escogido le gustaba.

Todo el día había estado nervioso, era nuevo y no solo eso. Ese día Itachi y él irían a buscar departamento. Él ya tenía la edad para irse del orfanato, solo se estaba quedando porque la abuelita necesitaba ayuda. Pero ya no tenía razón porque quedarse cuando falleció unos meses atrás. Itachi le dijo para vivir juntos, ya tenían casi un año saliendo y Naruto aceptó.

Así que cuando conoció a aquel rubio engreído, divertido y totalmente rebelde fue como vera su mejor amigo en otra piel, claro que Sasuke se molestaría si lo escuchara. Ambos se llevaron bien desde que se presentaron y decidieron que harían el primer proyecto juntos.

Fue cuando ambos salieron de clase y fueron a comer algo cuando Naruto reconoció a Itachi a lo lejos. Naruto sin pensarlo corrió a saludar a su novio, su compañero de clase siguiéndolo justo detrás. Justo cuando estaba por abrazar a Itachi, giró a ver a Deidara que trataba de alcanzarlo y gritó su nombre.

Naruto rió y volvió a ver a Itachi dispuesto a abrazarlo y besarlo. No pudo.

—Naruto, no corras de la nada. — Dijo el otro rubio mientras recuperaba el aliento. Su cabeza agachada debido a que sus manos estaban apoyadas sobre sus rodillas. Cuando alzó el rostro no vio a Naruto, vio a Itachi.

La tensión era evidente, Itachi y Deidara se veían fijamente, intensamente, como si no fuera la primera vez. Y quizá dijo algo aunque no lo recuerda, porque ambos giraron a verlo. Y lo que más dolió fue que al parecer ambos recién se acordaban de su presencia.

—¿No me presentaras, Naruto? — Dijo Deidara tratando de recuperar la compostura. Naruto dejó los malos pensamientos y sentimientos atrás.

—Sí, Itachi, él es Deidara. Llevamos el mismo curso juntos. — Quería acercarse a Itachi, quería abrazarlo y besarlo y hacer lo que sea para demostrar que era suyo, que—Deidara, Itachi, mi-

—Su novio. —Itachi alzó la mano y Deidara demoró unos segundos recomponiéndose por la información, viendo a Naruto y a Itachi antes de aceptar el saludo.

—Ah, — Deidara parecía avergonzado, nervioso— un gusto. —Naruto estaba seguro que estaba viendo cosas, no se habían demorado en soltarse más de lo normal, no apartaron sus manos como si hubiera pasado corriente entre ellos, no se pusieron nerviosos. — Sí, bueno. Mejor los dejos solos. — Deidara sonrió y despidiéndose con un ademán de muñeca se alejó. Susurrando hasta luego. Naruto no sabía si era para él o para-

—¿Vamos? — Itachi lo sacó de sus pensamientos. — Debes tener hambre, vamos, te invito algo.

Itachi sonrió, como siempre, como si nada hubiera pasado.

 

oOo

 

—Solo estás celoso. — dijo Sasuke cuando lo escuchó. — Estas exagerando, mi hermano solo piensa en ti. En serio. Aquellas marcas nunca parecen desvanecerse.

Dijo burlón mientras señalaba aquel punto morado en su cuello, Naruto solo acarició su piel queriendo recordar la vez que Itachi le hizo aquella marca, queriendo creer las palabras de Sasuke.

—Sí, quizá son solo cosas mías.

No era así.

Itachi estaba en su último ciclo. Deidara era un estudiante dos ciclos más avanzado que Naruto, pero siempre entraba a las clases de arte básicas porque le ayudaba estar siempre enfocado en su carrera, además conocía gente interesante, según él. Era cierto que Deidara e Itachi no habían hablado antes, no hasta que él los presentó. Pero ya se habían visto antes. Ambos llevaron cursos juntos, y concurrían en la biblioteca seguido. Se veían. Él lo supo el día que acompañó a Itachi a la biblioteca y la encargada sonrió a Itachi y vio con extrañeza a Naruto. Como diciendo él no es.

Cuando supo que ambos llevaban francés juntos, Itachi porque en negocios necesitaba un idioma más y Deidara porque necesita en idioma para su carrera de artes, Naruto no sabía que pensar. Los veía hablar del curso, comparar notas, eran amigos, se habían hecho amigos rápidamente, muy rápidamente.

—Son como tú y yo. Ya basta, solo, confía en él.

Sasuke ya parecía incomodo de hablar del tema, y Naruto lo sabía, sabía que el tema era cosa de todos los días, ¿desde cuándo ver a Deidara era cosa de todos los días? Se suponía que Naruto solo lo veía los lunes e Itachi los jueves. No todos los días. Pero no se lo volvió a mencionar a Sasuke.

—Sí, confío en él. Debes tener razón.

—La tengo. —Sasuke se quedó mirándolo y quizá vio algo en su rostro que hizo que dijera las siguientes palabras. — Mejor habla con él de lo que sientes, si sigues así su relación sufrirá las consecuencias.

Naruto asintió. Eso haría.

 

oOo

 

La charla no terminó bien.

Itachi lo creyó tonto e irracional, que eran solo amigos. Y por algún motivo volvió a traer lo de Sasuke cuando eso ya era cosa del pasado. Esa noche se quedó a dormir con Itachi, Itachi lo abrazó y le dio un beso en la cabeza, no hicieron el amor, no nada. Y el cuerpo a su lado no parecía el mismo que hace solo unos meses lo sostenía con dulzura.

Era doloroso.

 

oOo

 

Pasaron los meses y estaba por terminar el primer ciclo, faltaba solo una semana. Itachi se graduaría. Nada estaba bien. O solo él no estaba bien. Tenía dudas, desconfianza, celos, dolor. No era una relación. Cada vez que traía el tema, Itachi rodaba los ojos con molestia y luego le pedía que confiara en él, que no lo engañaría.

Que no lo engañaría.

No necesitaba saber eso, no necesitaba saber que no tocaría a otra persona, necesitaba saber que no quería tocar a otra persona, que no deseaba a otra persona, que solo era él.

No tuvo la fuerza de decírselo.

 

—Tenemos que terminar. —Fue más doloroso que cuando lo pensó. Fue horrible y sintió que le sacaban el corazón y lo pisoteaban, sentía que dejaban su pecho abierto y vacío. Itachi solo lo vio con sorpresa.

—¿De qué hablas? Naruto, ¿qué-?

—N-no… no podemos seguir así Itachi, yo no puedo seguir así. —No lloraría, no enfrente suyo, no cuando lloró tantas veces a su lado en la cama y el no lo notó. Tampoco lo culparía, porque era cierto, nunca lo engañó.

—Naruto, por favor, piénsalo. Yo te amo. — Y Naruto quería reírse porque no quería creerlo, aunque sabía que era verdad, Itachi lo amaba, lo sabía. Pero no el mismo amor con el que comenzaron la relación y no esperaría a ver cómo ese amor le era arrebatado, no cuando sabía que ya estaba pasando.

—Sé que no lo entiendes ahora, pero lo harás. No estamos hecho el uno para el otro. — Y que eso fuera verdad era el peor tormento, porque Naruto veía cómo ambos se veían, cómo Deidara veía a Itachi con cariño, cómo había dejado sus noches de locura para pasarla estudiando junto a él en la biblioteca. Cómo Itachi lo veía, a veces sin darse cuenta que Naruto lo observaba, cómo veía a Deidara como si su cabellera rubia fuera más brillante, como si sus ojos azules fueran más intensos, como si su sonrisa fuera mejor.

No soportaba más el dolor.

—¡¿Por qué dices eso?! ¡Naruto, te amo!

Naruto sonrió tristemente y se acercó a Itachi. Era de noche, estaban rodeados por la oscuridad del parque donde se conocieron. Abrazó el cuerpo de la persona que fue su primer amor, abrazó con toda su alma el cuerpo de aquel hombre que le robó su corazón, que tuvo su primer beso, su primera vez, todas sus primeras veces y que lo hacían especiales. Porque él fue su regalo de cumpleaños. Porque conocerlo y que llegara a su vida fue no solo el conocer el amor, fue tener una familia, fue el valor que lo hizo salir adelante, fue esperanza. Y lo atesoraría por siempre.

Pero no sería egoísta. No cuando lo amaba tanto y él al parecer ya no lo haría más. Mejor ahora, no esperaría a que el dolor creciera y ambos se odiaran. Mejor ahora cuando aún podía decirle que lo amaba.

—Yo también, también te amo. Pero lo entenderás después. Verás que tuve razón, que esto es lo mejor.

El beso que le dio fue en su mejilla, no soportaría besarlo en los labios, no cuando sabía que no los volvería a besar. Y se alejó. Se alejó y caminó hasta la casa de Sasuke, porque Itachi iría al departamento que estaban compartiendo.

Sasuke estaba despierto, chocolate caliente y todos los tipos de pasteles de chocolate que conociera. Naruto rió al ver tantos dulces en el cuarto de la persona que los odiaba con pasión, rió y rió hasta que sus risas se volvieron en lágrimas y llanto desgarrador. Sasuke solo lo abrazaba, acariciando sus cabellos como hace mucho no lo hacía.

Sasuke no dijo nada, ni siquiera cuando su camisa fue ensuciada por culpa de su llanto, solo se quedó sosteniéndolo hasta que quedará dormido.

 

oOo

 

Sasuke decidió acompañarlo para recoger sus cosas del departamento. No se quedaría ahí.  Buscaría otro lugar. Y le dolió que no le hubiera sorprendido el no encontrar el apartamento vacío. Itachi estaba ahí, no estaba solo.

Se quedó viendo fijamente al par, recién saliendo de su ensoñación cuando Sasuke se lanzó para golpear a su hermano. Antes de que Naruto o alguno de los presentes dijera algo, cogió el brazo de Naruto y salieron del edificio.

Ambos en silencio, Sasuke guiando a Naruto sin rumbo alguno. Jalándolo del brazo.

—No debiste golpearlo. — Susurró.

—Estaba besándolo.

—No me estaba engañando. Ya hemos terminado.

—¡Hace unas malditas horas! ¡No ha pasado ni un día y el imb-!— Sasuke se detuvo, respiró profundamente y frotó su sien con molestia.

—Sasuke... Gracias.

Fueron las últimas palabras que le dijo a su amigo antes de abrazarlo, las lágrimas no saldrían más. Ya no, Sasuke seguía molesto pero no hizo ademán de querer volver a usar la violencia.

Sasuke y Naruto recorrieron toda la ciudad buscando un lugar donde Naruto podría mudarse. Todo el día riendo, hablando de otras cosas, metiéndose a calles desconocidas y corriendo cada vez que entraban a alguna calle llena de prostíbulos o delincuentes; para luego reír por lo perdidos que estaban y que ese lugar no era bueno para vivir.

Naruto estaría bien, aún tenía a su mejor amigo, y tenía otras cosas por las que vivir y seguir adelante. Su corazón estaba roto pero se recuperaría, sanaría las heridas y quizá volvería amar, solo que aún no.

Sí, definitivamente volvería a amar. Solo necesitaba tiempo, y quizá cambiarse de universidad.

 

-

 

 

Notas finales:

Las parejas que he elgido son:

1. Itachi

2. Shikamaru

3. Neji

4. Kurama

5. Kakashi

+1 Sasuke

Cinco de ellos no terminarán con Naruto, uno de ellos sí, ya saben cual ;)

Pero aún así espero que disfruten la historia, espero sus comentarios.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).