Jake caminaba a un paso alentado tratando de mantenerse a distancia y oculto pero sin perder de vista al muchacho que había llamado su atención debido a su peculiar manera de vestir y su manera algo grosera de hablar, además de su extraño comportamiento en el aula.
Algo peculiar que le pareció a Jake era que la dirección a donde al parecer iba aquel joven era parecida a la de su casa, pero este había tomado algunas calles hacia la derecha, y en ese momento en específico, iban pasando frente a una gran bodega de calzado que ocupaba toda la cuadra.
El chico de cabello negro caminaba tranquilamente sintiendo que estaba solo cuando un auto se acercó a la acera, lo que le hizo apresurar el paso, y también causó que Jake se detuviera un momento.
-hey-dijo un hombre de mediana edad desde adentro del auto.
-piérdete…-respondió molesto e incomodado James continuando con su camino.
-¡vamos!-el hombre insistía en algo.
-¡maldición! ¡No soy un jodido prostituto!-gritó James en extremo molesto.
Jake se confundió un poco con aquello.
-pero siempre estás aquí a la misma hora del día, en un lugar tan solitario como este.
-¿ves la estúpida mochila? ¡Soy un maldito estudiante!
Jake se dio cuenta de que el tipo era seguramente un acosador o algo así, por lo que decidió intervenir.
-¡hey James!-dijo Jake llegando y abrazando de medio lado a James, notando como este se sobresaltaba un poco.
-¿eh? ¿Quién eres tú?-preguntó el hombre algo confundido.
-hey… Jake…-respondió ligeramente crispado James.
-una mejor pregunta sería ¿Quién es usted? ¿Te está molestando cariño?-habló el castaño melosamente tomando de la barbilla al otro muchacho.
-n-no…-su ojo derecho comenzó a cerrarse y abrirse como en un tic mientras trataba de responder-de hecho, ya se iba.
El hombre, rindiéndose por fin, arrancó y se fue.
Al momento de que el hombre se alejó, James bruscamente aventó al otro y le dio la espalda.
-¿quién era?-pregunto Jake.
-¿Qué hacías allí?-James estaba molesto y confundido.
-bueno… yo… estaba siguiéndote…-dijo Jake sin saber cómo justificarse.
-me bastaba con uno, ¿pero ahora tú? Maldición, que mala suerte tengo…-dijo mientras sacaba algo del bolsillo de su pantalón.
-¿uno?
-¡un maldito acosador! Cielos, de verdad eres estúpido…
-¿ese hombre te acosaba?
-no en el sentido de la palabra, sino que cada vez que paso por este lugar suele detenerse a hacerme proposiciones vulgares por dinero, pero, no sé porque te cuento esto…-estaba realmente molesto.
-y bueno, yo no te estaba acosando, solamente me dio algo de curiosidad.
-¿sabes qué? No me importa lárgate…-James sacó una caja de cigarrillos y un encendedor de su bolsillo, abriendo la caja, llevando uno a sus labios, y después cubriendo la llama del encendedor mientras prendía su cigarrillo.
-no deberías fumar, eres menor de edad.
-¿algún problema?
-¿tus padres lo saben?
-no tiene por qué…-dijo en singular-además, son mis jodidos pulmones, no los tuyos…-aspiro el humo del cigarrillo y luego lo dejo salir retirando el tubo de papel de su labios con su mano derecha-ahora, si me permites…-se recargó en la pared de la gran bodega.
-¿no piensas ir a tu casa?
-tengo que terminar esto antes de llegar.
-llegarás con el olor en tu ropa.
-mi madre piensa que fuman mucho en la escuela, es mejor que lo siga pensando…-ciñó el entrecejo y volvió a aspirar el humo.
-morirás joven.
-¿me interesa por qué…?
Jake se sorprendió, y decidió hacerle caso, dándose vuelta, y caminando lejos de él, pero antes, volteó y dijo:
-por cierto, de nada por lo de hace rato-sonrió refiriéndose al hombre.
James pareció haberlo ignorado siguiendo con el cigarrillo en sus labios.
¿Qué pasaba con ese chico? ¿Por qué lo había seguido? se preguntaba James, pues apenas había hablado una vez con el tipo, y este de la nada había esperado hasta después de la escuela para ir tras él.
A James no le gustaba el hecho de tener que salir en medio de la multitud de alumnos además de él cuándo ya era final de clases, así que solía esperar a que todos se fueran para abandonar al menos el aula, y a veces hasta se quedaba un rato más.
Estuvo pensando un momento, y cuando el cigarrillo se terminó, siguió con su camino regreso a casa.
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-¡no, no no!-dijo frustrado James mientras apretaba furiosamente el botón de borrar-¡Marcus no puede simplemente quedarse con Genevíve, la tipa es una perra!-dijo mientras ideaba como continuar aquel capítulo de la historia que escribía.
Uno de los numerosos pasatiempos de James era escribir novelas de género sobrenatural, normalmente de magos, debido a cierta influencia específica de un personaje de ficción.
En ese momento, estaba escribiendo una de las muchas que ya tenía, y que solo eran para su disfrute, pues solía imprimirlas y tenerlas en su librero, llegando ya a un total de diecisiete volúmenes.
-que debería hacer… si no agregó a esta historia al menos un poco de romance, será demasiado aburrida debido a los acontecimientos…-cerró los ojos mientras pensaba, recargándose en su silla.
-la única persona además de Genevíve que ha compartido tantas cosas con Marcus es su amigo Salem… pero simplemente no puedo…-se detuvo de repente.
Borró un poco más de texto y comenzó a escribir de nuevo por unos minutos más, y de nuevo se detuvo, comenzando a leer lo recién escrito.
Medio sonrió de manera maliciosa, pensando en lo que recién había plasmado.
-eres un genio James…-estaba satisfecho por aquello.
“Marcus seguía pensando; las clases comenzarían pronto, y después de aquel fuerte conflicto con su amiga Genevíve no se sentía con ánimos de presentarse, fue entonces cuando Salem se acercó y se sentó junto a él en aquel pabellón tan elegante y en el momento silencioso, de la escuela.
-Hey Marc…-dijo Salem con cierta melancolía hacía su mejor y estimado amigo.
-Salem, hola…
-Me enteré sobre lo de Genevíve, ¿qué paso?
-no lo entenderías… simplemente, a veces pienso que no me aprecia…
-¿qué te hace pensar eso…?
-muchas cosas…-suspiró fuertemente mientras se cubría el rostro con las manos.
-sabes… me parece que es una idiota…-Salem volteó su mirada al elegante candelabro de araña que adornaba aquel lugar y que era muy distintivo de aquel colegio de hechicería.
-¿eh?
-sí, eres un gran chico, no entiendo porque alguien no querría estar contigo…-sonrió con timidez mientras bajaba su mirada.
-je, siempre me pones de buen humor…-volteó hacia él y le sonrió también, cerrando sus ojos.
Salem, observo con cierto rubor en sus mejillas el rostro de su amigo, se acercó con tiento hasta besarle.
Necesitaba decírselo, decirlo lo mucho que llevaba guardando aquellos sentimientos de amor por él.”
-joder James, eres un maldito genio…-medio sonrió para sí mismo.
Un gato negro caminó hasta llegar a la silla, y de un ágil salto, se subió en el regazo del joven peli-negro.
-hola vodka-dijo el chico acariciando al felino-sabes, hoy fue un día realmente frustrante, pero supongo que algo de escritura me reconforta.
El felino negro comenzó a ronronear.
-y bueno, el día fue en especial molesto por un estúpido castaño…
El gato maulló para después seguir con su ronroneo.
-el estúpido ese superficial de la clase… realmente es un tonto, pero… debo decir que me alivió un poco el hecho de haber interrumpido a ese viejo raro.
La creatura de pelaje negro comenzó a dormirse en el regazo del joven.
James lo tomó y lo dejó en su cama, mientras se acostaba junto a él. Seguiría el ejemplo de su peludo amigo y trataría de calmar un poco su estrés con una confortante siesta.
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-Jake-llegó Cody junto al castaño que caminaba camino a la escuela.
-Cody, hola.
-¿Qué hacías ayer durante el almuerzo? Martin y yo te estuvimos esperando, y nunca llegaste.
-digamos que estuve entretenido con algo.
-¿muy bien…? Bueno, olvídalo, ¿terminaste los ejercicios de ciencias?
-por supuesto, ¿y tú?
-sí, pero también tuve que terminar el trabajo extra, y me dormí tarde…
-deberías ser más responsable.
-¡lo intentaré!
-siempre dices lo mismo-Jake se burló de su desobligado amigo.
Junto a ellos, ligeramente lejos, iba James, caminando bajo la sombra de los árboles que circundaban la calle.
-¿Jake?-el de ojos grises había volteado a verle.
-oye, ¿tú lo habías visto?-dijo apuntando discretamente a James.
-a quién, ¿a ese chico? No, ¿por qué?
-cielos…-Jake bajo su mirada y cerró sus ojos moviendo su cabeza de un lado al otro.
-¿Qué pasa? ¿Lo conoces?
-bueno, más o menos…
La campana del día había sonado y mientras James se agachaba para recoger su almuerzo de adentro de su mochila, detrás de él, alguien saludo.
-hola.
Esa voz ya le había irritado, y únicamente le había dicho una sola palabra.
-largo…-se levantó y caminó lejos de Jake, cuando se aseguró de que nadie más estaba en el aula, incluso el profesor ya había salido.
-hey, tranquilo, solo saludaba.
-lo sé, eso me molesta.
-bueno, entonces, ¿a dónde vas?
-a Egipto, para eso llevo mi almuerzo.
-¿puedo ir contigo?-le mostró que también llevaba almuerzo.
-no-siguió caminando.
-¿Por qué no?
-porque te detesto.
-¿Por qué me detestas?
-¡por el simple hecho de ser una persona!-le miró con odio y aumentó el paso.
James siguió caminando y tomó el pequeño sendero detrás de los arbustos para ir al lugar donde solía comer, pero era seguido aun por Jake.
Siguió caminando hasta rodear el edificio y se detuvo pegado contra la esquina, y cerró los ojos un momento.
-imbécil…-susurró James.
-¿quién es un imbécil?-preguntó Jake girando la esquina.
-¡ah!-gritó james asustándose-¡estúpido, me asustaste!
-entonces, ¿comemos juntos?-insistió Jake.
-dime, ¿Cuál es tu jodida intención de querer comer conmigo?-se relajó un poco
-bueno, es que, tu dijiste que no tenías amigos, y pues…
-espera, ¿haces esto por lastima?-eso pareció haberle ofendido realmente.
-¡no! ¡No me malinterpretes!
-no necesito tu lastima, lárgate…
-oye, es enserio, yo solo trato de-fue interrumpido.
-¡lárgate!-le grito con verdadera furia.
-oye, yo…-se acercó a tocarle la espalda.
-¡no me toques!-le empujó bruscamente como el día anterior.
Jake comenzó a retroceder lentamente, al ver la cara de enojo y cierta tristeza del chico tan marcada en su fino rostro.
Poco a poco, salió de los arbustos y dejo al chico solo.
James se comenzó a deslizar por la pared hasta quedar sentado en el piso.
Comenzaron a salir algunas lágrimas de sus ojos.
-no necesitas la compasión de nadie, te las puedes arreglar solo… no necesitas a nadie tan estúpido como amigo…
CONTINUARA…