Eran las 06:45 p.m. y Misaki no daba señales de vida, Usagi-san estaba que mataría a alguien si tenía la oportunidad...
-¿Qué estará haciendo? ¿Donde estará?- Se repetía constantemente el escritor, dando vueltas y vueltas en la oficina de su apartamento.
-Misaki hace lo mismo todos los malditos días, se va a quien sabe donde y no me dice nada. Esto ya exaspera, se desaparece por dos o tres horas cada día. ¿En que esta pensando? ¿Qué quiere? ¿Qué me decida por encerrarle y nunca dejarle salir? Porque de verdad lo esta logrando- Se murmuraba a sí mismo el escritor, pateando todo lo que encontraba a su paso, libros, manuscritos, juguetes, entre otros.
Aunque hervía de celos, decidió que sería mejor si solo esperaba un poco más y averiguaba en que andaba su pequeño.
----- -----
Mientras tanto en un café...
Se encontraban dos muchachos, ambos de cabellos castaños y ojos verdes, tomando unos batidos de fresa y vainilla. Mientras hablaban de cosas triviales, hasta que comenzaron a hablar de sus respectivas parejas.
-Usagi-san es tan frío conmigo, además siempre se esta burlando de mi- Se quejaba el que parecía ser el menor de los muchachos, Takahashi Misaki.
-Si vieras como es Takano-san, agradecerías mil veces el estar con Usami-sensei...- Respondió algo deprimido el otro joven, Onodera Ritsu -...Él no sale de encima mio, siempre esta molestando.
Continuaron hablando los castaños, quejándose de sus compañeros y advirtiendo lo que estaban “sufriendo” cada uno por su lado.
----- -----
En otro apartamento, al igual que Usagi-san. Se encontraba a un hombre mayor, con un aura de ira rondando a su alrededor. Por una situación no muy diferente a la que estaba pasando nuestro escritor.
-¡¡Ritsu!! ¿En donde diablos te has metido?- Era todo lo que el editor decía.
-Ya van 5 meces que viene haciendo esto...- Decia enojado el pelinegro, mientras tiraba todo lo que se encontraba sobre su escritorio. -...Se va todos los dias, por dos o tres horas y nadie save donde anda.
Sumamente enojado el editor opto por calmarse y decidió que lo mejor seria descubrir en que andaba su lindo uke que le llevaba a abandonar el apartamento de esa manera.
----- -----
Tres días despues...
Entra al apartamento de nuestro escritor, Aikawa, su editora. Dando unos buenos gritos para llamar la atención de un Usagi-san completamente desconectado del mundo real, con un aura de ira a su alrededor, puesto que Misaki otra vez se habia desaparecido.
-¡¡Usami-sensei!! Ya cambie esa cara, hoy tiene la reunión con Takano-san el editor en jefe del departamento Esmeralda de la editorial Marukawa Shoten.- Le regañaba su editora.
-No quiero ir...- Replicaba Usagi-san. -...El Shojo no es lo mio.
-¡¡Ah no!!- Dijo de inmediato Aikawa. -No se va a escapar esta vez, irá y hablara con Takano-san, además solo es como prueba- Repetia esto ultimo como por decima vez en lo que iba de la semana.
Solo les llevo media hora en el deportivo rojo de Usagi-san, el llegar a la editorial en la que se encontraba Takano-san esperandoles.
Entraron a la oficina en la que se encontraba el editor con una aura de ira igual o peor que la del escritor.
-Bien les dejo para que puedan hablar.- Apenas dicho esto Aikawa ya había desaparecido de lugar.
-¿Donde diablos estas Misaki?- Murmuraba el peliplata, pues habia estado llamandole al celular pero no le conectaba, siempre lo mismo, esa maldita contestadora que repetia: “El celular 09XXXXXXX esta apagado o fuera del area de covertura”
-¿Usami-sensei verdad?- Una pregunta mas que obvia por parte del pelinegro, pero necesaria para lo que seguiria despues. -¿Quien es ese tal Misaki por el que pareces estar enojado?
-Es mi supuesta maldita pareja, que volvio a desaparecer...- Respondió entre gruñidos el escritor.
-¿Volvio?- Dijo el editor preguntandose si al peliplata le pasaria con ese tal Misaki, lo mismo que a él con Ritsu.
-Todos los días desaparece dos o tres horas y no se donde se mete, lleva así...- No temino de hablar, que el editor lo interrumpió.
-Lleva así casi 6 semanas ¿verdad?- Dijo Takano-san. -...Ritsu esta igual, exactamente igual.- Agrego al final.
Usagi-san miro confundido al editor. ¿Podía ser que su Misaki se estuviera encontrando con el Ritsu ese?
Al mismo tiempo Takano-san pensaba: ¿Mi Ritsu y Misaki juntos?
Tanto el escritor como el editor estaban que no daban más de la rabia que tenían. Decidieron salir a buscar a los ukes desaparecidos.
----- -----
Mientras Takano-san y Usagi-san salian de la editorial y subian al deportivo del escritor.
No muy lejos de donde este hecho se estaba realizando, se podía ver a los dos susodichos jovenes tan ansiosamente buscados.
-Venga conozco un lugar muy comodo.- Le decía Ritsu al menor mientras lo jalaba del brazo.
-N..no lo se Ritsu, ¿Estás seguro?- Repetía algo timido el pequeño.
-Que sí, vamos...- Y jalo a Misaki hasta la entrada de un Motel.
En el momento en que entraban a éste, pasan por ahí los dos seme en el auto. Al reconocerlos quedaron en shock, no podían creer lo que veían, sus ukes entrando juntos a un motel, no podía ser, tenía que ser una broma.
Sin darse cuenta los dos seme estacionaron el auto y de inmediato se diriguieron a la resepción de dicho motel. Fueron hasta la resepcionista...
-Los dos jovenes que acaban de entrar.- Fue lo unico que dijo Usagi-san.
-Ambos castaños y ojiverdes.- Agregó Takano-san.
-Si. ¿Qué sucede con ellos?- Pregunto la resepcionista.
-¿En que habitación estan?- Dijeron al unisono.
-Lo siento, no puedo dales esa información.- Respondio la joven.
Usagi-san y Takano-san estaban que no aguantaban más, en cualquier momento explotarían de la rabia. Luego de incistir un poco más lograron que la joven resepcionista les diera el numero de habitación en la que estaban ambos ukes.
-Habitación 203, habitación 203...Esta es.- Dijo Usagi-san
Cuando ambos semes estaban por entrar a la habitación, escuchan la vos de Ritsu al otro lado de la puerta:
-Vamos Misaki, no seas timido.- Decía el mayor de los jovenes.
-E..es que y..yo no se c..como se ha..hace.- Respondió timidamente el pequeño.
-Bueno dejamelo a mi.- Dijo el mayor aproximandose al otro.
Se escucho un fuerte ruido, los jovenes habían caido, encontrandose Ritsu sobre Misaki tendidos en el suelo.
-B..basta eso hace cosquillas.- Se escuchaban las risas de Misaki al otro lado de la puerta.
-Entonces dejame hacerlo.- Le respondio el mayor, casi como en una suplica.
Al oir esto ultimo, Usagi-san cegado de ira tiró la puerta de un solo golpe, y de inmediato ambos semes entraron a la habitación, quedando paralizados al ver la posición en la que se encontraban ambos castaños.
Misaki tendido sobre el suelo con la playera recogida hacia arriba y Ritsu casi sobre él haciendole cosquillas.
-¿Qué creen que estan haciendo?- Gritaron furiosamente ambos semes.
Los castaños quedaron en shock, sus parejas estaban ahí en la habitación y sumamente enojados, para empeorar las cosas ellos se enconraban en esa pose tan comprometedora.
-Usagi-san y..yo.../Takano-san n..no es lo q..que...- Intentaban justificarce los jovenes, pero tanto el peliplata como el pelinegro no querian escuchar ninguna explicación.
...continuara...