-Usagi-san y..yo.../Takano-san n..no es lo q..que...- Intentaban justificarce los jovenes, pero tanto el peliplata como el pelinegro no querian escuchar nunguna explicación.
Ambos semes tomaron con fuerza los brazos de sus respectivos ukes. Usagi-san aventó a Misaki contra un sillón, mientras que Takano-san tiró a Ritsu en la cama.
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Usagi-san comenzo por sacarle bruscamente la ropa a Misaki, sin dejar que este se moviera.
-U..usagi-san q..que haces...- Protestaba el menor. -¡¡Ya pára!!- Intentando safarse de los brazos de escritor, pero no lo lograba, éste era mucho mas fuerte.
Por parte del escritor no se oía nada, estaba tan enojado que no pensaba en nada más que castigar al pequeño, para que conociera su lugar y comprendiera que le pertenecía a él y a nadie más.
Recorrió bruscamente el cuerpo del menor, rosando con fuerza la piel de éste, como intentando borrar hasta la más minima esencia que el otro castaño pudiera haber dejado en SU Misaki.
-¡¡Basta Usagi-san Basta!!- Era todo lo que repetia el menor, mientras sentía la brusquedad con la que era tocado por su compañero.
El escritor dio media vuelta al menor dejandolo boca abajo, con una de sus manos tomaba con fuerza ambas muñecas del pequeño, mientras que lamía tres dedos de su otra mano.
-¿Q..qué ha..haces? D..de..detente...- Fue lo unico que alcanzó a decir cuando sintio un inmenso dolor en su entrada. -Aah...aah...- Gimió de dolor, arqueando la espalda. Usagi-san había metido los tres dedos ensalibados de una sola vez.
El escritor hizo caso omiso al hecho de que el menor estubiera sufriendo, solo queria que él sintiera lo celoso y furioso que se encontraba por lo antes sucedido. Luego de abrir un poco la entrada del menor, quitó sus dedos de Misaki y comenzo a desvestirse.
Misaki sin poder moverse del dolor sintió como era invadido nuevamente, pero esta vez no eran esos tres dedos que recién le habían hecho sentir dolor, sino que se trataba del miembro del mayor. Que entro de una sola estocada, arrancando un fuerte gemido de dolor por parte del menor.
-¡¡D..du...due..duele!! U..usa..usagi-san, Du..due...aaah...- Se quejaba el menor, mientras unas lagrimas de dolor se escapaban de sus hermosos ojos verdes.
El mayor no dio importancia al sufrimiento del menor, comenzando a envestirlo fuerte y rapido arrebatando fuertes gemidos de dolor uno tras otro al ritmo de las estocadas. Cuando el escritor sintió el orgasmo llegar aceleró las envestidas hasta llegar finalmente al clímax y venirse dentro del menor.
Cuando acabó, se dió cuenta que Misaki había dejado de forcejear, esto se debía a que en algún momento el pequeño había caído inconciente por el dolor.
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Al mismo tiempo, esto sucedía con Takano-san y Ritsu...
Takano-san tomo con fuerza a Ritsu, colocando sus manos sobre su cabeza y sosteniendolas con una de las suyas. Mientras con la otra desvestia al joven castaño.
-Takano-san n..no es lo q..que tu crees...-Decía el joven, aunque no era escuchado por el otro.
Ritsu forsejeó todo lo que pudo, pero fue en-vano, no lo lograba. Al terminar con las ropas del castaño, comenzó a sacarse las propias, y de una sola estocada envistío al ojiverde.
-¡¡Aahaa..haa!!- Gemía del inmenso dolor que sentía.
El editor sin esperar a que el menor se acostumbrara comenzó a moverse, primero lento pero al momento comenzo a envestirlo mas fuerte y rapido, al termino de unos minutos sintiendo el orgasmo llegar, mantuvo el ritmo por unos minutos más y luego se entrego a éste, viniendose dentro del castaño. Que ya había caído inconciente con la primera estocada.