Thor llego una tarde a mi casa, los relámpagos y rayos no se detenían, y él parecía sumamente intranquilo. Suponía la razón, ya que solo hay una persona que podría causarte una reacción así. ¿Qué habría hecho Loki ahora? Me lo pregunté constantemente, claro que no podría preguntártelo, ni menos ir a averiguarlo. Yo no podía, puedo y podre hacer nada con algo que tenga referencia a ese tema.
Me había dado cuanta desde la primera vez que Thor vino a la tierra cuanto le importaba Loki, ya que de vez en cuando parecía que podrías hablar de él por horas y horas. Cuando descubriste que te mintió sobre tu padre y que quiso quedarse con el trono, creí que te encontrarías furioso, que no querrías volver a verlo, o hablar con él, pero sucedió lo contrario, tú deseabas arreglar las cosas con él, que todo fuera como antes, y sé que de ser posible, tu actuarias como si nada hubiera pasado.
¿Por qué actuabas de esa forma? ¿Por qué solo con él? Tu propio hermano que daba la imagen de odiarte y no te daba nada, y tú tratabas de darle todo ¿por qué? Me lo pregunte por mucho tiempo… ¿Por qué él y yo no? Yo que te acompañe mientras te encontrabas aquí en la tierra, la que te ofreció todo el amor y apoyo que podías llegar a necesitar. Yo la que creyó que teníamos algo verdadero, la que pensó que al fin había encontrado el amor, sin saber que ya tenías a alguien, que yo jamás podrías superar, a pesar de ser un amor prohibido nunca lo dejarías ir.
Trate de hacer tantas cosas en el pasado para llamar tu atención para que al menos una vez yo fuera la única en tus pensamiento, claro que en ese momento no sabías que aquello es imposible, porque nunca dejaría de pensar en Loki.
Actualmente sigo cuestionándome el porqué seguimos juntos, ya que tu no me quieres de esta forma en la que yo lo hago y no lo harás jamás.
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Un estruendo en medio de la noche hace que me despierte de golpe, asomo la cabeza un poco y me encuentro con que Thor ha botado una lámpara de una mesita, estas agachado viéndola mientras maldices tu suerte, enciendes la luz y comienzas a recoger los vidrios del suelo, puedo lograr ver que tus ojos estas levemente rojos ¿Cuánto tiempo habrás estado llorando? Miro el reloj y me doy cuenta que son las dos de la mañana ¿será que no has dormido ni un poco? Quisiera levantarme de aquí y ayudarte pero siento que no es momento, entretanto pienso en ello tu terminas y te levantas, dejas los vidrios en la mesa y simplemente tomas el mjolnir del perchero de pared, sé a donde vas a esta hora y a pesar de que ansió levantarme y detenerte para que te quedes, yo me quedo quieta fingiendo que estoy dormida y deseo en mi mente que todo vaya bien.