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Love can make a miracle por SHINee Doll

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Notas del fanfic:

Parte de "El Baúl de los Recuerdos"

Notas del capitulo:

Escrito: 17 de febrero de 2013.

                Negó, agitando la cabeza de un lado a otro, tantas veces que al final se sintió mareado. Frente a él se encontraba uno de los mejores médicos del lugar, aunque se permitió dudar del hombre cuando le hizo aquella propuesta que lo tenía así.

 

 

 

— Debe entenderlo, joven Choi. — siguió hablando, persuadiéndolo de algo que no pensaba hacer así fuese su última opción en la vida; y claramente no lo era. — Señor Kim, es su hermano de quien nos encontramos hablando, ¿podría ser tan amable de tomar una decisión tan importante como es ésta? El joven parece no ser capaz de ello, así que solicito a usted que…

 

 

 

— Lo siento. — le interrumpió el más bajo de los presentes, sonriendo con tristeza. — Minho es el novio de mi hermano y sabe mejor que nadie lo que es mejor para él, así que la decisión es suya y de nadie más.

 

 

 

— Están siendo muy egoístas, muchachos. — lanzó un suspiro, moviendo un poco sus gafas con el bolígrafo. — Sólo están engañándose a ustedes mismos, hijos.

 

 

 

— Fue usted quien dijo que existía la posibilidad de que despertase. — el menor dio un paso hacia él, con sus cabellos rubios alborotados por todas las veces que pasó la mano por ellos. — ¿Mintió?

 

 

 

— No lo hice, joven Lee. — los ojos castaños del mayor de los chicos se posaron en él con intensidad, como si tratasen de leerle la mente. — Han pasado cuatro años desde que el chico se encuentra en coma, ¿no es prueba suficiente?, ¿cuánto más desean prolongar su partida?, ¿cuánto daño más quieren hacerse ustedes mismos?

 

 

 

— ¿Lo que usted propone es que renunciemos a nuestra esperanza y desconectemos a Kibum? — el médico asintió, luego negó. Era así, aunque en una forma menos dura de decir. — Lo que usted ve como compasión, yo lo veo como ignorancia. Usted no lo conoce, no sabe nada de él y tampoco de nosotros, así que no se crea con derecho de decirnos que…

 

 

 

— Jinki. — lo llamó Jonghyun, sujetándole el hombro con firmeza. — Estás asustando a Taemin.

 

 

 

                El médico se disculpó con todos y salió de la habitación, dándoles tiempo a los cuatro para pensar acerca del delicado tema que habían abordado hacía ya varios minutos. Para ellos, perder la fe representaba perder a Kibum también. Si él aún era capaz de despertar, si algún día habría de recuperar la conciencia, si volverían a verle sonreír, si regresaba…

 

 

 

                Si existía una oportunidad para Kibum, ellos no se la quitarían.

 

 

 

— Han pasado cuatro años, ¿por qué aún no despierta? — el menor se sentó en el piso, con la espalda pegada a la pared y las rodillas a la altura del pecho. — Ellos dijeron que sólo sería unos días y…

 

 

 

— Tal vez Key realmente no desea hacerlo. — un suspiro dejó sus labios, mientras cabizbajo cruzaba la habitación para reunirse con el alto. — ¿Estaremos haciendo lo correcto?

 

 

 

— Jonghyun, ¿cómo puedes preguntártelo? — el castaño frunció el ceño, ocupando un lugar a lado del rubio.

 

 

 

— Es mi culpa, siempre lo ha sido. — la voz rota de Minho obligó a todos a volver la mirada hacia él. — Discutimos el día del accidente y por eso se fue con Dongwoon. No sabía que…

 

 

 

— No es tu culpa — dijeron los tres a la vez. — Los accidentes ocurren, son algo que no puede evitarse. — continuó Jinki, sonriéndole suavemente. — No eras tú quien conducía alguno de los coches implicados, tampoco les dijiste que bebieran tanto como lo hicieron. Dime, ¿por qué habrías de ser responsable?

 

 

 

— Le dije a Kibum que no quería saber más de él.

 

 

 

                Minho recordaba la acalorada discusión que sostuvieron una tarde de viernes. La paciencia tiene límites, y ellos los alcanzaron apenas llegar al apartamento. Los rumores de la aventura del de orbes felinos se extendía por la empresa donde ambos trabajaban con rapidez. Choi se fingía indiferente a ellos, pero luego de dos semanas de ser señalado y de presenciar una escena cariñosa entre su novio y uno de sus compañeros, decidió hacer frente al problema.

 

 

 

                “No deberías ser tan inseguro”, le cortó en algún momento Kibum, enfadado. “¡No deberías dudar de lo que siento por ti!”. ¿Cómo no quería que lo hiciera si todos hablaban de ellos, si todos decían que tenía algo con Woohyun? “Bien, Minho, me parece perfecto. Cree lo que desees, haz lo que te plazca”, tomó su celular y un juego de llaves. “¿Quieres que te diga si me acosté con él? Si lo digo te quedarás tranquilo, ¿verdad? Porque así sabrás que tu novio es exactamente como dicen los demás. Pues bien, si eso es lo que quieres escuchar, eso diré: me acosté con Woohyun, ¿feliz?”.

 

 

 

                ¡Claro que no! Kibum mentía, una parte de él se dio cuenta, pero estaba tan molesto que habló sin pensar, que le acusó de otras muchas cosas y pronunció un “no quiero saber más de ti” antes de encerrase en la habitación. Fue estúpido y cayó en el error al escuchar el portazo. Se asomó por la ventana y vio el coche de Dongwoon, uno de los amigos de Key estacionado fuera, su novio salió secándose las lágrimas y se marchó con el muchacho.

 

 

 

                No pensó que las cosas serían así. Jamás imaginó que Dongwoon perdería el control del coche, que ambos terminarían luchando por sus vidas, que Kibum quedaría en estado de coma.

 

 

 

— Todos nos equivocamos alguna vez. — el más bajo le dio un par de golpecitos en la espalda, reconfortándolo. — Él te conoce, Minho, sabe que no eres tan idiota. Y tú lo conoces a él, ¿no es así?

 

 

 

                Era tarde cuando Jinki y Taemin se fueron, dejándolos solos. Hablaron un poco más acerca del día del accidente y el menor agradeció el que le dejase tomar todas las decisiones en cuanto al futuro de Kibum. Jonghyun sabía que sólo Minho merecía ese derecho, pues nadie -además de él- se había preocupado tanto antes por el menor de los Kim.

 

 

 

                Tuvo que pasar una semana más para que los padres de Kibum visitaran a su hijo en el hospital. Desde que estaba ahí, le habían visto en dos ocasiones. La primera: poco después de su ingreso; la segunda: esa vez.

 

 

 

                Los señores Kim veían innecesario el mantener a su hijo menor en una cama y con miles de aparatos monitoreándolo. Poco importaba a ellos lo que Minho pensase, porque nunca le aceptaron como amigo y mucho menos como novio del muchacho. Algo similar ocurría con Jinki y Taemin. El señor Kim consideraba a los tres demasiado inútiles. La señora Kim seguía molesta con Jonghyun por involucrarse con gente de clase inferior y no advertirle de la relación del otro con un “Don Nadie”.

 

 

 

— Lo que tratas de decirme… — comenzó la mujer, fulminando con sus ojos excesivamente maquillados al alto. — es que mantendrás a mi hijo de esta forma hasta que te canses, ¿no?

 

 

 

— Kibum despertará. — respondió a cambio, tomando la mano del muchacho y entrelazando sus dedos suavemente. — Sé que lo hará y…

 

 

 

— Eres joven y tonto. — le interrumpió. — ¿Por qué te aferras a él? Acaso, ¿no puedes darte cuenta que él no va a despertar, que sólo estás siendo un idiota egoísta que se esfuerza por mantener a su lado algo que está muerto?

 

 

 

                Kibum no estaba muerto. Eso Minho lo sabía, y así se lo hizo conocer a ella también. Fue una charla larga donde la mujer dijo todo lo que pensaba, mientras su esposo se mantenía al margen. Al final decidieron desconectar al muchacho a pesar de las súplicas de Choi y la intervención del mismo Jonghyun apenas llegar.

 

 

 

                La fecha se fijó para el 18 de enero, al día siguiente, y a Minho no pudo parecerle un peor día. Cumplían siete años de novios ese día, aunque eso no tenían por qué saberlo los mayores.

 

 

 

— ¿Lo has oído, Kibum? — le preguntó cuando les dejaron solos. — Tus padres han decidido no esperar más. — suspiró y tomó las manos del chico entre las suyas. — He estado aquí los últimos cuatro años, igual que el resto. Nosotros creemos que aún hay esperanza, Kibummie, pero tus padres y el doctor no. Es injusto, ¿verdad? Dime, ¿qué ganan ellos con esto?, ¿por qué no darte una oportunidad más?

 

 

 

                Rompió en llanto, aferrándose a él con desesperación. El sólo imaginarse un día sin ver el rostro bonito de su novio, sin acariciarle los sedosos cabellos o besarle las mejillas, le pareció el peor castigo. Amaba a Kibum desde la primera vez que le vio, diez años atrás, cuando recién ingresó al colegio al que él asistía. Le costó acercarse, volverse su amigo y aún más el robarle el corazón. Kim siempre fue frío con él, también con Jinki. Sólo Taemin logró derretirle el alma helada, y porque el pequeño era endemoniadamente lindo. Y a pesar de todo eso Choi no se dio por vencido y terminó enamorándolo, volviéndolo su novio y le convenció incluso de vivir juntos. ¿Dónde iba a pensar que dudaría por unos minutos de Kibum y arruinaría la vida de ambos?

 

 

 

                Se quedó dormido entrada la noche, con medio cuerpo sobre la cama, con las mejillas pegajosas y el pecho inundado en dolor. Y sólo despertó cuando sintió que le rozaban con torpeza la mejilla derecha. Abrió los ojos y se incorporó de golpe, mirando a Kibum con el corazón pendiendo de un hilo.

 

 

 

— Lo siento. — susurró, y volvió a llorar, besando las palmas pálidas del mayor. — Fui un idiota.

 

 

 

                Los ojos de Kibum le miraron con confusión, y lentamente fueron regresando a él los recuerdos de la discusión y el accidente. Curvó levemente los labios y se removió inquieto, llamándolo en voz baja. Minho obedeció, apoyando su frente en la contraria, suspirando.

 

 

 

— Te amo. — el alto sonrió al oírle, aliviado. — Siempre te escuché, Minho. Los escuché a todos, pero no podía responder. Tenía mucho miedo y… — sollozó, desviando la mirada. — Te extrañaba mucho, Minho. A veces sentí deseos de abandonarlo todo… y luego estabas tú ahí, en alguna parte, pidiéndome que despertara. No sabía a dónde ir, así que buscaba el origen de tu voz o la del resto, y no lo encontré. De repente, un camino cristalino apareció ante mí y lo seguí. Escuché a mis padres, así que pensé que podría ser esa oportunidad de la que tanto hablaban. Lo seguí y luego te vi aquí y…

 

 

 

— Kibum. — lo llamó, tomando el rostro delicado entre sus manos. — Te amo, así que no vuelvas a dejarme, no me asustes de esta forma, Kibummie. No te alejes, porque no sé qué hacer cuando no estás conmigo.

 

 

 

— Tonto. — sonrió, lagrimeando. — Gracias por esperarme.

 

 

 

                Minho rozó sus labios lentamente, recibiendo una respuesta igual de suave y dulce.

 

 

 

                Fue así como les encontró Taemin, el primero en ingresar a la habitación, pues Jinki trataba de convencer al médico y Jonghyun a sus padres. Vio a los dos girarse a mirarle y salió corriendo, gritando por el pasillo que Kibum estaba despierto. Minho sonrió al oírle, acariciando los cabellos de su novio con aire infantil y amoroso.

 

 

 

— Es una verdadera sorpresa. — habló Jinki cuando les hicieron salir a los cuatro de la alcoba. — ¿Cómo es que despertó tan de repente?, ¿por qué se ve tan él? — Taemin se rio, abrazándolo.

 

 

 

— Ay, Jinki… — suspiró Jonghyun, rodeándole los hombros con su brazo y tirando de Minho hacia un abrazo grupal. — Ya lo has escuchado antes: “el amor puede hacer milagros”.

 

 

 

                Cuando el doctor salió de revisar a Kibum, les permitió entrar a verle de nuevo. Los señores Kim se marcharon a mitad del examen médico por petición de su hijo.

 

 

 

                Fue un reencuentro emotivo, repleto de lágrimas y sonrisas. Le contaron a Kibum todo lo sucedido en esos cuatro años, prometiéndole que habría tiempo para nuevas aventuras cada que se quejaba de no haber estado presente en determinados momentos.

 

 

 

                “El amor puede hacer milagros”, dijo Jonghyun, y Minho no pudo dudar de las palabras luego de escuchar el relato de Kibum. Para él, su novio siempre sería el “milagro” que le cambió la vida.

Notas finales:

Estaré publicando acá todo aquello que nunca subí. No diré que lo esperen con ansias (?) xD


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