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Reparando la vida por Rukia Matsuoka

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Notas del capitulo:

¡Hola!

Pues en verdad les debo una disculpa por haberme defasado una actulizacion, como saben que es una costumbre actualizar los viernes y no logre completar este capitulo pero, aqui esta.

Con la votacion del HashiMada y MadaHashi pues quedo (1-3) y pues el MadaHashi va XD para los que no les guste esta pareja pues no se preocupen  ya saben que se respetan las OTP :3 y no creo que hayan escenas tan fuertes... creo XD

Naruto y sus personajes son propiedad de Masashi Kishimoto

Se había arriesgado a hablar por celular con Itachi mientras conducía ya que estaba molesto por la impertinencia de los que cuidaban la celda de Madara y este se les escapara. Como si eso no fuera poco, Haku hablo con él sobre Gaara, había pasado de molesto a preocupado y temeroso. Aceptaba que se había molestado cuando Gaara toco el tema del embarazo pero, no porque no quisiese, en verdad quería formar una familia llena de niños con él, sin embargo había algo que se lo impedía.

Llego a la agencia preguntándole a Hinata sobre Gaara y lo que le dijo no le agrado para nada, el doncel había salido con uno de los modelos varones de la agencia como Haku le había dicho por celular. Preocupado, sin saber dónde buscar, se dirigió al apartamento de Gaara. Al llegar al edificio donde se encontraba el apartamento del de cabello rojo, dejo al auto en el estacionamiento y se dirigió con rapidez al piso donde vivía, sin embargo cuando salió del ascensor otra persona entro, una que si mal no recordaba, trabajaba en la agencia.

Desesperado llego a la puerta del apartamento y comenzó a tocar. Escucho unos pasos dentro del lugar que se detuvieron frente a la puerta y agradeció que esta no tuviera esos agujeritos por los cuales los habitantes podían ver quienes le visitaban.

—Gaa-Chan se que estas ahí, abre—Suplico. Sonrió aliviado al escuchar la puerta abrirse pero, esa sonrisa se borro al ver la mirada vacía que su doncel le brindaba. No había ni rastro de aquellos ojos brillosos, llenos de amor y alegría.

—Llamarme de esa manera es una falta de respeto ¿Lo sabe, verdad?... Uchiha-San—Sai se quedo estático al escucharle, había pasado tiempo desde que le llamo así…cuando apenas se estaban conociendo y Gaara no quería nada con él.

— ¿De qué hablas, Gaa-Chan…?

—Sabaku-San para usted, Uchiha-San—Gaara sentía ganas de llorar, el ver a Sai frente a él le hacía bajar la defensas que tanto había tratado de formar desde que salió del hospital, decidido buscar a alguien que le embarazara y que mejor que uno de los modelos de la agencia que antes le acosaba—Ahora si me permite, tengo cosas que hacer.

Sai le miro con intenciones de cerrar la puerta, así que puso su pie de por medio haciéndose paso dentro del apartamento, haciendo retroceder al de cabello rojo. Aprovecho la situación y le acorralo en la pared cercana.

— ¡Uchiha-San…!

—Gaa-Chan, dime que no lo hiciste con ese modelo…por favor—Sai le dijo suplicante tratando de acariciar una de sus mejillas pero, Gaara se rehusaba a su contacto— ¡Gaa-Chan! ¡Responde!

—Eso no le interesa, Uchiha-San—Gaara le envió la mirada más fría que podía ya que su cuerpo le rogaba por aferrarse al azabache—Ahora suélteme…

—Por supuesto que me interesa Gaa-Chan, eres mi novio.

Gaara soltó una carcajada fingida— ¿En serio? No me diga, soy su novio solo para estar en la cama y ¿Nada mas? —Sai iba a hablar pero no le dejo— Pues ¿Sabes? Puede que no me moleste estarlo pero, también quiero una familia y si la persona que amo no lo quiere, entonces buscare a alguien que esté dispuesto a dármelo.

Gaara tomo la poca fuerza que tenia y trato de empujar a Sai pero, este se abrazo a él repartiendo pequeños besos en la parte sensible de su cuello. Sai podía sentir el tembloroso cuerpo de su amorcito, aunque debía de estar preocupado y estresado por la fuga de Madara Uchiha, no estaba dispuesto a perder lo que más ama, sabía que debía de estar furioso por las acciones que había tomado Gaara pero, también sabía que esas acciones habían sido su culpa.

—Gaa-Chan, lo siento, no quería que me malinterpretaras—Sai se alejo un poco para acariciar el rostro atento de Gaara—No es que no quiera tener una familia contigo e incluso me siento feliz de decirlo…«Familia».

—Entonces, esta mañana… ¿Por qué? —Los ojos de Gaara empezaban a verse vidriosos.

Suspiro—Cuando era niño mis padres me abandonaron, mendigue un tiempo antes que me llevaran a un horrendo orfanato, luego los Uchiha me adoptaron, comencé a amarlos como mis verdaderos padres pero, Madara los asesino e intento matarme…—Gaara no se creía lo que escuchaba—Los padres de Itachi fueron mis tutores pero al final, Madara también los asesino.

Las lágrimas corrían de las mejillas del sorprendido Gaara, esa parte de la vida de Sai la desconocía y saberla le estrujaba el corazón, quería tomarlo en sus brazos, acurrucarlo en su pecho y dejar que se aferrara a él, cuidarlo.

Sorbió su nariz sonrosada, se abrazo al cuerpo de Sai—No sabía que, no eres un Uchiha legítimo…

Sai sonrió divertido—Gaa-Chan lo haces sonar como un crimen.

Gaara solo se dedico a aspirar el aroma de la colonia que portaba el traje del azabache, podía escuchar los leves y calmados latidos del corazón. Entonces entendió lo que sentía Sai con respecto a formar una familia. Rompió el abrazo y tomo entre sus manos aquel rostro pálido.

—Sai, no estoy enfermo por lo que estoy seguro que no abandonare a mi hijo como paso conmigo y tú…— Sai le miraba sereno mientras posaba sus manos sobre las que le sostenían—Sé que eres una buena persona y sé que no serias capaz de abandonarlos—le dio un pequeño beso en los labios y le sonrió—Y…En caso que tu inseguridad se haga realidad—Sai le miro atemorizado al ver la sonrisa siniestra que le mostraba—Me encargare de amarrarte y castrarte yo mismo.

Sai sintió un frio correrle la espalda y asintió automáticamente recibiendo una dulce sonrisa de Gaara. No sabía que su Gaa-Chan podía ser tan atemorizante y si hubiese sido así aquella mañana, de seguro no estarían ahí, arreglando la situación y estuviesen en la cama haciendo a su primer hijo.

—De acuerdo a mi calendario, solo tenemos unos pocos días para que…—Gaara tomo la mano de Sai para llevarlo a su habitación y sentarlo a las orillas de la cama, sentándose a piernas abiertas sobre su regazo y susurrarle al oído—Puedas fecundarme, Sai-Kun…

Sai trago grueso, todo el calor de su cuerpo se concentro en sus partes bajas. Tomo las menudas caderas de su Gaa-Chan frotándose contra él. En esos momentos debía de estar reunido con Itachi acerca de Madara Uchiha pero…atendería los deseos de su amorcito unas cuantas horas y luego, lo dejaría cansado y dormido en la cama.

~*~

Después de unas recomendaciones de la Doctora Haruno,  mientras Zabuza y Haku se encargaban de cuidar a los niños dormidos. Al salir del consultorio, Deidara respiro profundo antes de levantar a su hermanito, Itachi le había dicho todo lo que había pasado durante su desmayo y no le sorprendería que al mirarle, Naruto rompiera a llorar… y así lo hizo.

—Zabuza hablo con Orochimaru, la sesión de fotos será mañana—En el auto, Itachi manejaba mientras Deidara acurrucaba al pequeño Naruto durmiente mientras Sasuke les observaba.

Deidara asintió—Me pregunto ¿Qué habrá pasado con Sai y Gaara?

Itachi se encogió de hombros sin soltar el volante—Debe de estar bien—Deidara le miro confundido por el reflejo en el retrovisor—Si no, estuviese llamándome para hacerme bromas más pesadas que las que comúnmente me hace.

Deidara solo rio divertido al pensar que su amigo había arreglado las cosas con Sai. Además debía de pensar como decirle a su hermanito que sería un joven tío.

Al llegar, el pequeño Naruto se entero que sería un tío muy joven, aunque no sabía que significaba la palabra «Tío» se sintió alegre, ahogando a su hermano mayor con las preguntas que cualquier adulto evita contestar a un niño, la manera en la que el bebe se metió en su pancita.

Después de evitar al pequeño rubio, Itachi desespero a Deidara con su acoso de sobreprotector, tratando de ayudar en cualquier nausea o antojo que el rubio tuviese. Sin embargo, el aludido no sufría algún síntoma, cosa que alarmo al Itachi y trato de llevárselo de nuevo al hospital como si fuese una anormalidad.

Deidara solo sonrió enternecido por la preocupación exagerada del azabache, aunque solo le tranquilizo cuando le comento que apenas sentía leves mareos pero nada más, tal vez los síntomas más fuertes llegarían en unos días.

—Deidara… ¿Por qué Naruto y tu, se mudan con nosotros? —Le dijo Itachi acostado en la cama acariciando los rubios cabellos del cuerpo que estaba sobre su pecho. Ya habían cenado y la hora de dormir había llegado, enfrentando aun a Naruto quien seguía con sus dudas sobre el bebe.

Suspiro—Itachi…ya hemos hablado de eso.

—Pero aun no mes has dicho… ¿Por qué?

Silencio. Deidara medido un momento si decirle o no su motivo por el cual se negaba a vivir con él. Confiaba en el azabache y este en él, incluso le había comentado como sus padres habían sido asesinados y como su hermano menor había sido afectado. Así que lo decidió.

—Mis padres están enterrados en el patio trasero de mi casa.

Itachi se quedo en silencio anonadado por lo que el rubio le acaba de decir. Estuvo a punto de preguntarle el por qué los había enterrado ahí, hasta que el rubio le comento lo costoso que era conseguir un terreno en el cementerio y peor aun si hablaban de conseguir un ataúd.

Deidara solo sufrió el terrible silencio de la habitación, esperando alguna palabra de desagrado por parte de Itachi. Pero no fue así…en lugar de eso escucho el nuevo plan que tenia, remodelar esa casa, tal vez agregarle un piso y mas habitaciones, después de todo el vivía en un apartamento que pagaba mensualmente, el tener un hogar fijo le sonaba mucho mejor.

—Gracias…—le susurro abrazándose más al azabache, se sentía muy bien en sus brazos y había tocado la fibra sensible al decirle aquello sobre su hogar.

—Bueno, puedes agradecérmelo de otra manera—Itachi se coloco encima del rubio, acariciando aquellas piernas sobre el pijama.

—No seas pervertido, Itachi—le dijo sugerente, acariciando aquel torso desnudo que le era ofrecido.

El azabache sonrió al ver lo dispuesto que estaba. Comenzó a desabotonarle la camisa del pijama, y bajarle los pantalones hasta dejarle desnudo a su merced deleitándose con aquel menudo cuerpo. Mientras Deidara hacia sus intentos de bajarle el pantalón, también dejándole igual que él.

Comenzó a regarle el cuello de besos y mordidas hasta llegar a aquellos dulces botones rosas, sabía que su rubio era muy sensible en sus lindas tetillas. Deidara solo se  dedicaba a acariciar los largos cabellos azabaches tratando de soltar aquella coleta roja. Itachi desatendió sus tetillas para besarle estirando uno de sus brazos en busca del envase de lubricante que guardaba en los cajones de la mesilla comenzando a introducir uno de sus dedos en la entrada de su rubio.

—Itachi…hazlo ya…—Deidara comenzó a mover sus caderas en busca de mas contacto. Itachi sonrió por la ansiedad de su amado.

—Eres tan hermoso…—Itachi antes de abrazarle y cambiar de lugar en la cama, dejando a Deidara sentado encima de él.

Deidara se sonrojo aun más al entender lo que Itachi quería. Nervioso tomo el miembro erecto de su amante colocándolo en su entrada bajando suavemente, sintiendo como se abría paso en su interior. Itachi no quería esperar más y tomo de las caderas al rubio bajándole de un solo tajo.

— ¡Ah!—gimió al sentir como en esa posición Itachi llegaba aun más profundo.

Así pasaron consumando los minutos hasta que a Deidara le tocara prepararse para llegar a la agencia. Preparo solo a Naruto ya que Sasuke había perdido un día de clases y debía de tomar apuntes. Itachi aprovecho llevo a su hermano al jardín de niños y de paso llevo a los rubios a la agencia.

— ¿Seguro que estarás bien?— por enésima vez Itachi le hacia esa pregunta desde que dejaron al pequeño Sasuke en el jardín de niños.

—Ya te he dicho que si—le sonrió antes de salir del auto y abrir la puerta trasera y tomar de las manos a Naruto—Además, Gaara y Haku están ahí para ayudarme.

Eso último no le gusto para nada. Solo se dedico a ver a los rubios cruzar la calle. Suspiro, había algo que le incomodaba pero aun así, confiaría en Deidara y entro a la empresa.

Deidara noto el aire muy denso cuando cruzo la entrada de la agencia, todas las personas que trabajaban ahí le miraban extraño y era de esperarse al verse salir del auto del guapo jefe de la empresa de enfrente, Itachi Uchiha.

Como siempre, Hinata le indico en que piso seria la sesión de fotos y subió por las escaleras cargando a Naruto. Al llegar se sorprendió por la cantidad de modelos varones que había hasta Haku y Gaara.

—No sé si esto te vaya afectar como en la playa pero, la sesión de fotos tiene el tema de las bodas de donceles—le dijo Gaara al acercarse.

Deidara se quedo estático por un momento, luego reacciono al pensar que sería más ropas de lo que había usado, así que una radiante sonrisa se formo en su rostro. Haku y Gaara le miraron incrédulos, sabían que pronto esa sonrisa se borraría, y así sucedió. Deidara estaba más que pálido al enterarse que posaría con un varón muy cerca de él, como si fuesen una pareja de recién casados.

—Ahora ¿Qué hago?—decía desesperado el rubio.

El encargado le dijo a los donceles que el diseñador de los traje era el grandioso Orochimaru quien al enterarse que el rubio que hizo un éxito su traje de lolita trabajaba en esa agencia, no dudo en publicar sus siguientes diseños.

Ahora solo debían de esperar a Orochimaru, quien minutos después apareció junto con el mismo doncel que se encontró en la entrada de aquel auditorio de aquel casting, que al parecer estaba embarazado al verle la redonda barriga.

Deidara solo podía ver lo feliz que se veía aquel doncel de cabello blanco al abrazar con cariño su barriga, eso significaba que en algunos meses Haku y él estarían igual de redondos pero felices.

Orochimaru al verle no dudo un segundo en saludarlo, esperando mucha profesionalidad de él, además de sentirse avergonzado al presentarle a su esposo embarazado Kabuto, modelaría dos trajes y uno de ellos el principal de sus diseños…de nuevo.

—No…ninguno de estos me agradan—dijo Orochimaru al ver a los modelos varones—quiero a alguien masculino, si fuera doncel no me querría casar con ellos.

Todos los encargados asintieron, sabía lo que les esperaba con aquel diseñador, no se sorprenderían que la sesión se suspendiera hasta encontrar tres modelos varones.

—Si quiere yo puedo modelar con el rubio—se escucho a un recién llegado. A Deidara le recorrió un escalofrió.

Orochimaru solo le miro de arriba abajo, luego llegaron con dos posibles modelos. El diseñador solo hizo una mueca con la boca, así que asintió pero con la condición que serian de prueba.

Así comenzaron a peinar y a vestir a los modelos, Deidara cada vez se avergonzaba mas ya que al verse al espejo y ver que por primera vez su cabello estaba hecho rizos. El primer traje que modelaría era de dos piezas, al contrario del traje de Haku en su boda tanto el pantalón y camisa eran más confeccionadas y encajes en el primer botón del cuello, los pantalones eran parecidos con la diferencia del estilo de las bolsas de este. Haku lucia la camisa manga larga, Gaara la manga tres cuarto y Deidara una camisa sin mangas que resaltaba el cuello del traje.

Deidara se sentó en una de las bancas del lugar a esperar su turno, era el tercero en fotografías así que, acompaño un rato al pequeño Naruto quien jugaba con una secadora de cabello simulando una pistola.

—Naruto, no creo que haya sido buena idea tomar eso—Le quito la secadora de las manos sonriendo al ver el puchero que hacia el pequeño.

— ¿Qué tiene? Tu estas usando esa ropa rara que estaba en las cajas y no te dicen nada.

Deidara le miro enternecido—Es porque me pidieron usarlos.

Ambos rubios jugaban con las manos atrapando sus pulgares mientras que el chico que había pedido modelar con él, observaba aquella escena hasta que fue interrumpido por uno de los encargados, ya era su turno.

Deidara dejo sentado a Naruto en la banca con la esperanza que estuviese quieto y no tocara nada. En cuanto su hermano mayor le dio la espalda, el pequeño Naruto corrió hacia el lugar donde su hermano coloco la secadora, la tomo y se volvió a sentar en la banca jugando con el objeto. Deidara se paro en el lugar que había sido elaborado para que pareciese una terraza junto a aquel modelo.

—Es bueno verte de nuevo Deidara—le dijo el de cabello rojizo.

—Estamos trabajando, Sasori—le dijo incomodo por la cercanía del aludido y brinco del susto al sentir aquellos brazos rodearle la cintura.

—Estamos haciendo nuestro trabajo—le sonrió sínicamente—esto hacen los recién casados.

Orochimaru solo miraba irritado las poses que hacían aquel par, si pensaba que las anteriores fotos estaban terribles, aquellas estaban pésimas.

—No sé qué le pasa a Deidara…—susurro Orochimaru.

—No creo que sea él—se acerco su embarazado esposo—si fuese él, estaría de la misma manera, su «esposo» parece un maniaco que lo matara en su noche de bodas.

Orochimaru solo asintió. Le habían recomendado a aquellos dos donceles compañeros del rubio para sus cuatro diseños y había exigido que se agregara a Deidara a la sesión, lo único que faltaban eran los modelos varones de calidad.

—Esto no sirve…—Se escucho en todo el set, detenido el curso de las fotos. Deidara aprovecho y se separo de Sasori.

Kakashi se acerco a Orochimaru—Entonces ¿Suspendemos la sesión? o ¿Tiene a alguien más en mente que sirva?

Orochimaru lo pensó un momento mientras que Haku y Gaara miraban atentos al diseñador mientras Deidara de nuevo le quitaba la secadora a Naruto.

—Había un chico que antes trabajaba aquí, tenia ojos rojos…

— ¡¿Ojos rojos?!—gritaron los dos donceles que habían estado atentos.

— Se dé quien habla y de hecho tenemos a los otros dos modelos, permítanos un momento—dijo Gaara antes de llevar del brazo a Haku y hacer unas llamadas.

A los cuantos minutos entraron Zabuza y Sai, quienes traían a empujones a un Itachi que tenia ganar de largarse de ahí.

— ¡Es él!—Orochimaru se emociono al ver al modelo perfecto para esa sesión.

— ¡No!—Itachi se desesperaba por salir de aquella agencia.

— ¿Itachi? ¿Qué haces aquí?—Deidara cargo a Naruto quien no le hacía caso de dejar de tocar la secadora, al parecer estar sin Sasuke le ponía mas hiperactivo.

— ¡Deidara!—Itachi dejo de forcejear la ver a su rubio y a verle vestido de aquella manera. Corrió hacia su amor—Te ves hermoso.

—Esto esta mas que genial, preparen a Itachi y para el siguiente traje preparen al niño, llevara los anillos.

Deidara e Itachi se quedaron estáticos mientras que Naruto solo observaba la secadora de cabello en la banca. Cuando obligaron de nuevo a Itachi para prepararle, Zabuza le dijo al rubio que Itachi había trabajo por un tiempo en la agencia para ganar dinero antes que sus padres murieran y por eso se conocían. Deidara no sabía si burlarse o sentirse mal, ya que era posible que Itachi haya posado con otros donceles cuando trabajaba ahí. Se dio un golpe mental al saber  el momento de celos que sufría.

Itachi acepto derrotado pero luego sonrió triunfante al ver que no era el único al que habían metido a la sesión, Zabuza y Sai eran preparados con el típico traje negro ya que sus adorables donceles le obligaron a participar ya que habían sido aceptados por Orochimaru.

Orochimaru estaba encantado, ahora sí, los donceles mostraban comodidad además de ese amor y ternura que se ve por parte de los recién casados. Deidara le demostro lo que quería para aquellos dos trajes, la inocencia de un doncel virgen en una boda, aunque se debatía si el rubio era virgen ya que había escuchado que era el novio del Uchiha.

— ¿Alguien puede decirle al niño que deje de moverse?—dijo al ver que el niño llevaba la almohadilla con los anillos pero no dejaba de ver para todos lados.

La escena había cambiado y ahora era la parte central de la iglesia viendo de frente al fotógrafo con Naruto en medio de ellos con un pequeño trajecito que habían conseguido de improvisto, por supuesto con la aprobación de Orochimaru.

—Ha estado así de hiperactivo desde que comenzamos, creo que quiere jugar con alguien—le susurro Deidara quien aun no salía de su sonrojo al estar luciendo un vestido blanco con una larga cola y un velo sobre su cabeza.

Itachi le miro comprensivo, era un niño en crecimiento que debía jugar—Naruto…—llamo la atención del pequeño rubio—si terminamos rápido, podemos ir los tres juntos a traer a Sasuke y luego comer unos tazones de ramen ¿Qué te parece?

El niño asintió emocionado, le encantaba esa comida y podía jugar con Sasuke. Al que no le parecía buena idea era a Deidara, con recoger a Sasuke del jardín de niño no tenia ningún problema pero, no podía dejar que su hermanito comiera aquella sopa con fideos, era demasiado grasosa y podía hacerle daño.

Itachi solo le dijo que sería solo hoy, además de insistirle en cada pose  que ya había ilusionado a pequeño y no quería defraudarle. Así que solo suspiro derrotado.

—Esto ha sido genial—dijo Orochimaru realmente satisfecho tomando de la cadera a su esposo acercándose a Deidara quien estaba con Itachi—Te felicito y espero trabajar contigo de nuevo—el rubio solo asintió—y contigo también—refiriéndose a Itachi.

—Por supuesto—«Si claro, ni en mis sueños más lejanos» sonrió.

Después de eso, los donceles se fueron por sus lados con sus parejas. Seguro Sai y Gaara irían a «trabajar» para hacer a su bebe, Zabuza procuraría cubrir las necesidades de su esposo embarazado e Itachi también pero debía cumplir con el pequeño Naruto.

Recogieron a Sasuke y Naruto no espero más cuando subió al auto y lo ataco a puras palabras sobre lo que había pasado en la agencia. Luego en el restaurante le sirvieron el tazón al pequeño Naruto mientras que los demás comían algo de su gusto. Itachi se ofreció a llevarlos al apartamento pero en el camino había notado lo pálido que estaba Deidara.

— ¿Te pasa algo, Deidara?

—Solo llega rápido al apartamento.

Itachi solo acelero y llego al apartamento. A penas se había detenido, Deidara corrió hacia las escaleras y subir hasta al apartamento de Itachi y entrar al baño a expulsar todo lo que había comido. Unos brazos le sostenían mientras abrazaba la taza del inodoro.

—Por fin, nauseas—sonrió Itachi al levantarle y acercarlo al lavabo.

—Deberías de estar preocupado, no feliz—dijo Deidara, se sentía terrible y se dispuso a lavar los dientes.

Itachi solo sonreía, ahora si podía cuidar y mimar a su lindo rubio e hijo.

Notas finales:

¡Hola! De nuevo XD

¿Que les parecio el capitulo? ¿Mucho Naruto con la secadora? XD ¿Mucho acoso por parte de Sasori?

Jajaja Gaara es encantadoramente aterrador(?) y pues ya tenemos a Orochimaru obsecionado con Itachi...pobre XD

Les agradeceria un Review? Eso haria que Haku y Deidara esten redondos y felices XD

Nos vemos (n.n)/


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