El día de mi graduación me sentí un poco más cerca de mí mismo, es algo extraño de explicar, el colegio para mi fue una carrera, pequeños destellos en mi memoria, a veces siento que fueron sueños y algunas pesadillas, viví tan concentrado en querer irme por sentirme incómodo que no pude recolectar “momentos hermosos de mi vida” así que decidí no cometer los mismos errores en la universidad.
Pero ¿qué me garantizaba a mí que la gente podría por fin tratarme como merecía y darme mi lugar? ¿Qué tenía que hacer? La gente con la cual conviví en mi infancia era despectiva por naturaleza, le gustaba la mirada de terror, las caras pálidas y la destrucción moral que ocasionaban en sus víctimas.
Me gustaría pensar que tienen un motivo de ser, pero supongo que la maldad puede existir y ya. Estas vacaciones viajé al interior para visitar a mis abuelos antes de mudarme completamente a la residencia estudiantil, mi madre tiene miedo de como podré convivir con alguien bajo el mismo techo que no sea mi familia, le digo que estaré bien, aunque por dentro estoy peor que ella. No sé qué meter en las maletas, mi ropa es fea, por así decirlo, debí dejar que mi hermana me cambiara el armario hace años o al menos escucharla cuando me decía que me veía feo con tal ropa, yo prácticamente no salía, así que sólo usaba el uniforme del colegio, jamás pensé en este momento, grave error, -“sueno como una mujer”-.
El día llegó, colocándome los pantalones más “decentes” que tengo y la camisa de mi color favorito bajé a ver a mis padres desayunar, no pude pasar ni agua y mi hermana pequeña sigue dormida por estar de vacaciones aun, -“suertuda, debí nacer como el hermano menor, así ella tantearía el terreno para mí”-, nos montamos en el carro y nos pusimos en marcha, el camino fue super corto o yo lo sentí así, me despido de mis padres, no necesito un motivo de burla más (ya basta con mi ropa y mi aspecto en general). Al entrar intento alejarme de las grandes multitudes de gente que se saludan y parecen en su zona de confort –“mi única zona de confort es mi cama”- pienso en el momento cuando veo la cola para buscar mis papeles, es interminable -“creo que estudiar por correspondencia no es tan mala idea”-.
Luego de escuchar 34 canciones de mi ipod y resolver el sudoku del periódico universitario (el acertijo era imposible de resolver) llegó mi turno y la secretaria me miró de arriba abajo y me despachó con demasiada cortesía para poder quejarme de ella –“tal vez la gente cruel sea más fácil de tragar”-
Buscaba mi cuarto mientras me repetía –”no veas ningún mapa, no veas ningún mapa, no mires a nadie, no mires a nadie, no preguntes nada, no preguntes nada, no parezcas un idiota perdido, no parezcas un idiota perdido”- el mantra perfecto del primer día de clases. Por fin llegué a la puerta 206 rezando porque mi compañero no hubiera llegado aun, entré y escuché la risa de alguien allá arriba cuando choqué con un chico rubio que volteó a verme.
-oh, ¡hola! Mi nombre es Lu Han, seremos compañeros de cuarto este semestre-
-oh, sí, eso parece-
-…-
Me sonrojé y dije –perdón, soy Kim Minseok-
-jajajaja, un gusto, eres muy gracioso Minseok-ekeke-
-sí, créeme, ya me lo han dicho-
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Desperté un poco desorientado, sin reconocer donde me encontraba, pude observar mi horario pegado en la pared arriba de mi escritorio y recordé inmediatamente todo.
Estaba en la universidad y compartía el cuarto con alguien.
Escuché la ducha y pensé seriamente en no salir de mi cama, pero tenía matemática a primera hora y era mi asignatura predilecta, al menos en el colegio. Sin ganas me paré, busqué un precario cambio de ropa y abrí la puerta sin estar seguro de que esperar.
Bueno, no pude dar dos pasos cuando vi a “mi compañero de cuarto” ir en toalla desde el baño hacia su cuarto, con otro paño se secaba el pelo hasta que se percató de mi presencia.
-buenos días- y me sonrió.
Este tipo tiene que estar drogado, si me veía mal cuando me “arreglaba” para salir, luego de despertar cegaba a la gente y llega este….prospecto de presidente, amante de los niños y moja bragas a sonreírme con mi aspecto. –“Es todo un político”-.
-bue…buee- ¿podría llegar a ser más patético en la vida? –“respira Xiumin, exhala tu imbecilidad”- -buenos días, si puedo, usaré el baño ahora-
Y corrí, como Bolt en las olimpiadas, como cuando en el colegio me perseguían los matones para golpearme, como un idiota sin vida social. Obviamente no escuché la respuesta del sexy candidato a revienta ovarios del año, pero no hacía falta, ya con sus “buenos días” tenía suficiente para todo el día. –“o toda mi vida”-
Me duché y me acomodé como pude para luego salir del baño a buscar algo de comer, mi estado permanente en la vida es hambriento, mientras como el almuerzo pienso en la cena, repulsivo, lo se.
Luhan no estaba por ningún lado al salir, primero pensé que lo había ahuyentado y me dije que este era mi nuevo record personal en “espantar a alguien”, pero luego agradecí su ausencia. -“necesito mis neuronas para las clases de hoy”-.
-“ya voy tarde, que bien, no se si me de tiempo a desayunar siquiera”-
Salí corriendo mientras me ponía difícilmente el zapato derecho y pasó lo que en toda película de comedia pasa en un momento así, choqué con alguien y como dos pesos muertos caímos al piso.
-¡lo siento mucho!- grité mientras me paraba lo más rápido que pude.
-tranquilo, iba muy distraído- y me sonrió igual que el rubio de mi compañero –“¿las drogas en este lugar son legales?”- -soy Kim Jongdae, pero todos me llaman Chen-
-eh hola Chen, yo soy Kim Minseok, pero siempre mi hermana me ha llamado Xiumin-
Su risa me hizo dar cuenta de lo estúpido de mi comentario, -“estoy rompiendo todos mis records”-
-DEBO IRME- y volví a ganarle a Bolt mientras me alejaba lo más rápido que mis piernas me dejaban de los dormitorios de la facultad.
-“mi vida está en un estado permanente de imbecilidad”-
Logré llegar a clases, con el estómago vacío y sudado, rematando mi aspecto de caballero de ensueño. Me senté en el primer asiento libre que vi al final del salón, sentí una mirada sobre mi y vi a mi lindo compañero de cuarto; me saludó y yo le respondí torciendo la boca, -“¿tendré algún momento de soledad y paz mental en este jodido lugar? Lo que me falta es que el rubio esté en TODOS lados”-
-¿Alguien sabe la respuesta a esta ecuación?-
-970-
-“¿es en serio? Cállate Xiumin tú y yo sabemos como terminará esto si abres la boca, SILENCIO”-
-dos raíz de tres- dije –“maldito impulso de idiotez”-
Todo el salón volteó a verme, como al propio rarito con algo de asco en sus rostros. El idiota de la primera fila empezó a reírse de mi.
-Eso es correcto señor…-
-Kim Minseok-
-Gracias señor Minseok- y empezaron los cuchicheos –“Xiumin, tú jamás aprendes”-
Al terminar la clase me fui con más que mi morral en la espalda, el petulante #1 me estaba atravesando la columna con la mirada, pero que gente tan competitiva. -“no voltees Xiumin, se invisible”-
Luego de una aburrida clase de historia –“en ingeniería deben dar los peores profesores de historia en toda la jodida universidad”- en la cual casi me desmayo del hambre, llegó la deseada hora de almuerzo, caminando al comedor me encontré con mi nuevo amigo Chen.
-Oye, escuché que callaste al “cerebrito” en la clase, bien hecho-
-Pero Dios, ¿estamos en la preparatoria acaso?-
-Tranquilo amigo, todos conocen al niñito mimado Kim Joonmyun-
-Ya va, espera, para el carro, ¡acabas de nombrar al hijo del dueño de medio país!-
-Exactamente, él se cree muy listo, perfecto y tal, pero todos sabemos que todos le dan lo que quiere porque le temen a su padre-
-Dios mío, no puede ser, yo debí nacer maldito o demasiado imbécil- Literalmente estaba por el piso.
-Relájate, no creo que le de mayor importancia, si te sirve de consuelo, eres mi héroe- me pasó un brazo por los hombros mientras seguíamos caminando al comedor.
Pensé que al ser un niño rico no comería en el comedor público de la universidad, pero como siempre me pasa (menos cuando corrijo a un tipo multimillonario que podría destruirme con sólo desearlo de cumpleaños en frente de una clase con más de 50 alumnos) me equivoqué y Kim Joonmyun (o Suho como me contó Chen que lo llamaban) estaba sentado, rodeado de gente que obviamente lo alababa sólo por estar respirando su mismo aire.
-Oh Minseok aquí estás, estaba buscándote…¿qué demonios haces con este tipo?-
Chen y yo nos volteamos para ver a la belleza de mi compañero junto a un rubio super alto.
-Pero mira quien está aquí, ¿vienes a intoxicarnos con la cantidad de laca que emane de tu cabello?- le respondió Chen.
-Hola Kim Minseok - dijo Suho, venga sólo faltabas tú, príncipe, que maravilla.
Ahí estaba yo, entre mi nuevo amigo rompe pelotas, mi compañero de cuarto explota ovarios y el príncipe de la universidad/país/mundo/universo y dueño de hasta mi alma.
Que buen primer día.