Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cosmonauta por Takaptilia

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:



Para YumeRyusaki, con amor, una vía láctea 



╰*╮

Notas del capitulo:





Mantuvieron unos minutos más de descanso reunidos en el salón de reuniones. Cerca de los sillones y el respiro; una conversación amena y divertida. Reita narraba con bastante fluidez, una tal que lograba sentarle bastante bien, incluso manteniendo un aura de ánimo alrededor de él. Uruha, como nunca, se alejó del letargo y compartió con intenciones de participar del tema en conversación propuesto por Reita.  Aoi y Kai simplemente escuchaban, agregando a ratos.

Lejos de aquel grupo de entusiastas conversadores, Ruki se mantenía sumergido en la blanca luz de la pantalla de su ordenador. Lucia sumamente concentrado, con el ceño fruncido, cansado de cambiar nuevamente uno de los tantos diseños en mente, de los próximos productos de BLACKMORAL.
Ladeo el rostro, alejando su vista de la pantalla, y rascó con el pulgar su sien derecha un momento, observando hacia la nada. Tras darse por vencido, desistió de la tediosa tarea estirando el cuello, masajeándolo con agotada insistencia. El dolor se iría una vez terminado el trabajo y el día.

Por un momento Kai perdió el interés en el monologo del bajista al no escuchar la tímida risa de Ruki unírseles. Giró el rostro desenfocando todo el espacio, buscando en una fracción de segundo, que fue bastante corto, hasta ser capturada su atención por completo. Ruki lucia realmente agotado y desmotivado.

Con una sonrisa apenada se disculpó del grupo, este se le quedó mirando en silencio, sin ninguna mínima pisca de idea a lo que se refería con aquel gesto. Avanzó en silencio, con suma tranquilidad y se detuvo una vez estuviera detrás de Ruki. Colocó sus grandes manos sobre los tensos hombros de este. Se inclinó levemente, acercando su rostro unos cuantos centímetros del ajeno, con un gesto de asentamiento. Inmediatamente, sin chistar ni articular palabra alguna, Ruki bajaba la pantalla, tomaba su abrigo y le acompañaba hacia la puerta, no sin antes despedirse con un gesto tranquilo del resto, o ellos lo entendieron de dicha manera.


“¿Nuevamente?” Aoi, con disimulo, cuchicheó una vez la pareja abandonara el salón.
“¿Acaso no lo viste? Parecía piedra de lo tenso que estaba” Uruha se cruzó de brazos y respondió a las palabras del segundo guitarrista.
“Vaya hombre, hasta ciego se está quedando” Rascando su nuca, Reita suspiró sonriendo con pesar.
“Todos vamos hacia el mismo camino” Comentó, con leve melancolía, el segundo en la línea de la mayoría de edad. 
“Nos falta un Kai ¿No les parece?”
El comentario inocente de Aoi le valió toda una tarde de burlas de sus compañeros. Había sonado demasiado gay.


Hombro a hombro caminaron por el pasillo y esperaron por el ascensor. Todo en silencio, todo con un aura de delicadeza y complicidad. Ruki no lucia absolutamente incómodo o Kai nervioso, lucían como si siempre hubieran caminado y estado de dicha manera.

La misma típica música del ascensor, una relajante canción de bossa nova. Ruki Acomodó su abrigo abotonando cada botón hasta acomodar por completo el alto cuello. Kai simplemente aclaró su garganta y escondió sus manos en los grandes bolsillos de su chaqueta de cuero negro.

Atravesaron el estacionamiento y el más alto retiró la alarma de seguridad de su vehículo. Abrió la puerta del conductor y comenzó a buscar sus lentes con tranquilidad sin aun cerrarla, manteniendo una pierna afuera, sirviendo de equilibrio. Ruki rodeó el automóvil y abrió la puerta del copiloto. Se sentó y ayudó torpemente a buscar los lentes.
Se encontraban en el mismo lugar.

Una vez el vocalista se colocara el cinturón de seguridad, Kai cerraba la puerta y colocaba el suyo. Acomodó el espejo retrovisor un poco, introdujo la llave y encendió el motor. Cambió velocidad y apoyó el antebrazo sobre su asiento. Cuidadosamente retrocedió un poco evitando chocar con el automóvil estacionado tras de él. Partió poco después con suavidad.

Ambos mantenían la vista en el camino. Ruki se dedicó a contemplar el paisaje sin mayor importancia. Observó, por un breve momento, de reojos a Kai. Kai estuvo consciente de las pupilas negras sobre él, pero prefirió ignorarlas, solo por lo que restará de aquel viaje por la carretera principal.

No llegaron muy lejos, ya que aquel no era el plan, pero si el detenerse en un lugar apartado. Una pequeña arboleda que daba frente un mirador.

Kai apagó el vehículo y mantuvo sus manos sobre el volante. Ruki observó el lugar y volteó a mirar a Kai. Un gesto de cortesía y, nuevamente sin chistar ni gesticular palabra alguna, Ruki se retiró del cinturón de seguridad y abrió la puerta. Bajó del vehículo con calma, cerró la puerta y dio tres pasos, lejos de este, observando la vista.

La fría brisa jugó con algunos claros cabellos desordenándolos mimosamente.


“Aun no llegaba a aquel punto”
Sonrió con terneza, cruzándose de brazos.
Las estrellas brillaban ya puesto el sol.
Dio un leve vistazo a su IPhone y leyó con claridad “19:56 .pm.” Guardó el dispositivo móvil nuevamente.

“Pero ibas directo allí”
Kai abandonó el vehículo. Rodeó este y se apoyó en la puerta del copiloto. Observó a Ruki de espaldas, resaltando su contorno contra el maravilloso cielo.

Se cruzó de brazos con una sonrisa llena de sentimientos indescriptibles. La melancolía del anochecer y mantener aquella atmosfera de silencio cómplice.  Por poco pensó que Ruki le pediría volver, como algunas veces en el pasado, pero no se trató de esta vez. Ruki se veía sumergido en el espeso brillo sobre su cabeza.

“¿Estabas pendiente de eso? ¿Sabes que es de mala educación el no escuchar cuando otros te hablan? Reita parecía bastante animado hablando…”
Ruki volteó para mirarle, con seductor reproche, unos segundos. Sonrió con gracia y sin asombro de aquel actuar del batero.
Recordó, mientras lo observaba en aquella fracción de segundos, demasiadas cosas que tenían que ver con él. Recuerdos preciados.
Volvió su vista al frente y con diversión comparó cada estrella con los recuerdos que mantenía de Kai.
“Faltan estrellas” Agregó para sus adentros.

En su lugar, guardó silencio. Observó a Ruki avanzar unos pasos, y detenerse frente a la baranda de metal.

“Siempre estoy pendiente de ello” Rio levemente, resguardando su cuello entre sus hombros.

“¿Hace cuánto fue?”
El grave tono de pregunta de Ruki logró despabilarle.  Se acomodó mejor evitando resbalar de espalda contra el vehículo. En un leve respigó se puso de pie y caminó unos pasos hasta quedar a unos dos metros de distancia del rubio.

“Hace algún tiempo ya. No me preguntes fechas, sabes que de no ser por todas esas cartas no tendría ni idea que trabajo en una banda”
Kai se encogió de hombros con una bonachona sonrisa. Cambió de pierna, para apoyarse mejor y resguardó sus manos en los tibios bolsillos.
El sonido de las ramas y piedrillas bajo las suelas de sus zapatos alertaron a Ruki que estaba cerca. 

“Exageras. Yo si recuerdo. Inclusive lo que me dijiste. Ahora puedo escucharlo claramente”
Ruki sonrió con terneza, logrando captar el brillo de las estrellas en sus oscuros ojos.


***

Terrible. Peor día no pudo caer en el calendario para él. Tras una breve discusión en medio de una reunión que no llegó a nada; “Choques de interés” y el que no fuera comprendido su punto de vista con respecto a las planificaciones del próximo Tour nacional.
Se había concentrado simplemente en el diseño de GOODS y mandó al mismo demonio a todos. En parte estaba avergonzado con su actitud, pero no podía entender porque les era tan difícil simplemente el no criticar, pero si ayudarle a mejorar dichas ideas.

Los ojos se le empañaron de infantil impotencia y, aunque no lo quiso aceptar, no tenía ni idea de cómo empezar.

Ruki estaba realmente colapsado frente a la pantalla de su MAC, completamente solo en la sala de grabación.


“¿A dónde se fue?”
La pregunta reiterada de Kai solo conseguía como respuesta hombros encogidos y miradas de desentendimiento. Se estaba cabreando que nadie supiera en donde se encontraba su vocalista. La visión de Aoi, su obstinación por lo tradicional y la indiferencia del resto habían afectado negativamente una reunión como nunca. Estaba consiente de aquello, por ello, apenas Ruki se levantó del asiento y se marchó, él mismo había convencido al resto de que los puntos a tratar eran más sencillos de lo que habían sido entendidos. Ruki en ningún momento había abolido una idea, pero si todas las suyas lo habían sido.

Avergonzados, prefirieron quedarse en el salón esperando a que él le trajera de vuelta.

Pudo ser por el fuerte aroma a sándalo o incluso la torpeza de Ruki por dejar la puerta completamente abierta, pero allí le encontró. De espaldas sumido en la pantalla de LCD. Notó inmediatamente la postura de su espalda, lo tenso que lucían sus hombros y como, a cada tanto, llevaba sus manos hacia su boca, con ansiedad.

Sin decir nada, caminó hasta él. Colocó sus grandes manos sobre los ajenos hombros ocasionando que el hombre diera un respingo de susto. Ruki parecía desorientado por algunos momentos hasta enfocar el rostro de Kai y sentirse estúpido. Vaya show había ocasionado solo por haber sido tomado de los hombros.

“¿Q-Qué pasa?”
“Ven”

Parpadeó, bajando la pantalla del equipo con suavidad y volteó completamente, con silla y todo.

“¿Qué? ¿A dónde? Estoy ocupado, Kai”
Sonó tan falso todo. Realmente no estaba ocupado y veía, por como Kai lo miraba, que claramente no era creíble. Suspiró rindiéndose y parpadeó cambiando el gesto en su rostro. El labio inferior se encontraba levemente sobresalido en muestra de descontento. Kai cerró los ojos y se encogió de hombros.

“Ven. Daremos una vuelta”
Guardó sus manos en los bolsillos superiores de su pantalón negro y caminó con dirección a la puerta. Ruki alzó una ceja, pero con la misma curiosidad que mataría a un pequeño gato, le siguió.

No entendió porque no se rehusó a aceptar subirse al auto y dejarse llevar por su baterista.
Fuera a donde fuera que Kai le llevara, a aquellas horas de la tarde, no lograría quitarle ese sabor de descontento consigo mismo y con el grupo.

Media hora y se encontró frente a un lugar tan particular. Verificó con cautela por la ventana si había alguna persona en aquel lugar, pero nada; vacío.

“Espera. ¿Por qué estamos aquí?”
“No tiene gracia alguna si te lo digo. Seré un idiota, pero no arruinaré esto”
“Arruinas todo, todo el tiempo. No me sorprendería que esto no fuera la excepción. ¿Y en donde quedó ‘Hay que ser tradicional’? No veo nada tradicional en no ser idiota esta vez. Quiero volver, tengo trabajo que terminar”

Kai resopló ante la negativa de Ruki. Apretó fuerte el volante y se tranquilizó. Ruki había tenido un día terrible, era normal  que actuara así. De hecho, Ruki siempre actuaba de aquella manera cuando algo no andaba bien, siempre desquitándose con él.

“Solo será unos minutos, pero antes debemos esperar”
“¿Esperar? ¿Qué se supone-- Kai, disfruté el paseo, enserio, pero no creo que se tomen muy bien el que no estemos allí”
“Solo un momento, prometo que conlleva a algo importante”
“Tan importante como el que nos asalten”
Y tras un silencio, agregó.
“¿Esta clase de miradores no son para parejas?”

Con lo último logró la completa atención de Kai. Se miraron  en un silencio incómodo por unos segundos.
Ruki agachó la mirada y suspiró. Las manos le sudaban levemente y giró su rostro mirando por la ventana.
La tarde caía con lentitud. Distintas franjas de azul oscuro, celeste, amarillo, naranja y rojo surcaban el cielo. Poco a poco las luces de la ciudad abrían las claras pestañas observando los colores. Para Ruki, todo aquello fue romántico.

Anocheció poco después el sol se escondiera.

“Kai. Ya es tarde”
“Cierto. ¿Qué tan tarde será?”
“Tarde”

Kai asintió y abrió por medio del panel, la puerta del copiloto. Ruki dió un leve respingo cuando esto sucedió.

“¿Por qué abriste la puerta?”
“Ve. Hemos estado aquí hace bastante y ni siquiera has salido a contemplar la vista”
“¿A esta hora? Kai--“
Y nuevamente, sin chistar ni articular queja alguna, salió con leve desconfianza.

El ambiente era cálido, por lo que el cambio de temperatura no le afectó una vez pusiera un pie afuera. Cerró la puerta mirando a Kai. Su sonrisa, inexplicablemente, interpretaba como un “Ve, yo estaré mirándote de aquí”

Volteó observando con rapidez las luces y para cuando su humor fue cediendo dio con algo bastante llamativo; el cielo.

El brillante cielo estrellado. Poco a poco siendo adornado por las pequeñas luces plateadas.
Regocijo. Experimentó aquel sentimiento tan igual a como un niño experimentaría con un acto de magia.

Dio dos pasos más, tan cerca de la baranda metálica, y se quedó observando cómo, desde allí, el cielo tomaba algunos toques de violeta, entremezclado con leves explosiones azulinas.
Era maravilloso e inspirador.
La brisa cálida acarició sus manos y arrugó la nariz cuando todo aquello se tornó tan irreal para él.
Luego de la tormenta que había vivido, venia la calma que estaba experimentando en aquel momento.

Al poco rato Kai se bajó del vehículo para unirse a él.

“¿Sabes cuánto tiempo le tomó a cada una aparecer?”
La presencia tan cercana de Kai. Su pregunta logró inquietarle levemente.
Unos tres pasos separaban a ambos hombres. Hombro a hombro observando, no la vista de la ciudad, sino el nocturno cielo.

“Supongo que bastante ¿No?”
Enrojeció levemente sintiéndose estúpido. Giró con prudencia hacia Kai y le observó rápidamente. Lucia pensativo, cómodo y seguro. Se sintió levemente disminuido por su porte. La potente imagen masculina contemplada por él. Como nunca Kai lucia tan seguro y fuerte. La mirada que siempre veía en él a la hora de organizar una reunión antes y después de un live.

“Bastante. Cada una a su tiempo. Con esto digo, que no aparecieron de la noche a la mañana. Hubo un proceso para que fueran lo que son… Puede que esté hablando como un tonto, e incluso trate de lucir genial a propósito”
Kai rio levemente avergonzado, con las manos en los bolsillos. Ruki simplemente negó con calidez, volviendo a centrar su vista en el paisaje, cruzándose de brazos.

“¿Tenias planeado traerme aquí desde hacía mucho, verdad?”
“Estaba buscando la oportunidad perfecta para tener el valor, supongo”
“Gracias”
“Tómalo con calma, Ruki”

Ruki asintió a sus palabras sin despegar sus ojos del brillo nocturno.
Una pausa amena y breve. Kai aclaró su garganta, volteando levemente a Ruki.

“Quiero pensar, de alguna forma, que es como nosotros”
Kai obtuvo toda la atención de su acompañante. Ambos se miraron.

“Algunas veces mi forma de ver las cosas es un tanto opaca en contraste al brillo de tu forma de verlas. Muchas veces no puedo evitar pensar que, aunque tengamos desacuerdos, de alguna manera logramos entendernos”
“No logro comprenderte del todo, pero no significa que no quiera intentarlo. Ahora mismo puedo entenderte muy bien”
“¿Realmente?”
“Realmente”

Sonrieron mutuamente, mirándose. Las opacas iris reflejando el brillo de las contrarias. Ruki sintió el pecho hincharse de felicidad y paz. Mirando de aquella manera a Kai, sonriéndole con una sinceridad tan profunda y cálida como jamás creyó poder tener el valor de hacerlo.
Todo era tan perfecto y único.

“Es hora de irnos. Ya es bastante tarde y presiento que nos abandonaron sin piedad alguna”
Kai rompió el cálido contacto visual y giró en dirección al vehículo. Poco después se le uniría Ruki.



***

“Tomaste mi mano y pensé que no podía ser real. ¿Era la primera vez, cierto?”
“La primera vez. No me rechazaste ni sentí miedo de que ello pudiera pasar. Ahora que lo pienso debí observarte mejor”
“¿Tenias miedo?”
“Tanto como el miedo que tenías de llevarme aquí en primer lugar”

Kai suspiró con melancolía. Ruki volteó levemente para verle.

“Empate”
Se encogió de hombros y acabó con la distancia en unos cuantos sonoros pasos. Ruki no retiró sus brillantes ojos de él y una vez Kai estuvo a su lado, se acercó para apoyar la cabeza en su hombro.

“¿Cuántas veces piensas alejarme del trabajo y llevarme aquí?”
“Todas las veces en que sea necesario”
“Me gusta saber eso”

Deslizó su brazo tras la pequeña espalda y descanso su mano sobre el hombro ajeno. Atrajo con calidez a Ruki y esbozó una sonrisa al escucharle.

El nocturno cielo, más brillante que nunca aquella noche de entrado otoño, se mantuvo con ellos un poco más, hasta que ambos acordaran regresar.

Kai guio a Ruki de camino a la compañía sin soltar su mano.


╰*╮


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).