Capítulo 1. Sólo un poco de amor está bien.
— ¡También te amo!— grité en un acto de desesperación.
Todos los vengadores a mí alrededor me dirigieron sus miradas completamente sorprendidos. Y no los culpo, pues este no es el momento para una confesión. La batalla estaba presente y el enemigo aún se encontraba en pie.
Loki dejó ver sus preciosas esmeraldas a más no poder, sus mejillas se tornaron rosadas y su piel se erizó en un intento de contener la felicidad por escuchar aquellas tres simples palabras.
Con una sola orden canceló todos aquellos ataques contra mis amigos y los que inútilmente mandaba hacía mí.
Sabía perfectamente en lo que me estaba metiendo, sin embargo, respiré hondo y creí fue la mejor opción para que Loki no causara más daño a Midgard: corresponder sus sentimientos aún que yo no sintiera de ninguna maldita manera lo mismo.
Meses atrás mi… a quien yo considero mi hermano menor me confesó sus sentimientos y a decir verdad el por qué invadió mis pensamientos. Cuestionaba cada parte de mis acciones, si alguna vez le di falsas esperanzas, pero no fue así.
Yo hijo de Odín padre de todo, no me permitiría ser homosexual, simplemente sería una completa decepción a mi futuro reino. Haría lo posible porque Loki no supiera aquello, mi corazón pertenecería a Jane y eso no cambiaría, aún que a decir verdad superficialmente cambió.
La luna en el cielo oscuro bañaba de plata el palacio. Por las noches Asgard se encontraba en pleno silencio a excepción de un cuarto en particular, el de Thor.
Los jadeos estaban presentes y los azotes de las fuertes embestidas rebotaban en ecos por las paredes de la habitación. Cada noche Thor tocaba con delicadeza cada rincón de la blanca piel de su hermano menor. Le besaba con pasión, con pasión que Loki creía sincera.
— ¡Ahh!... mm Thor… T-te amo— dijo con voz entre cortada.
El rubio apretó sus labios con fuerza para después contestarle un vacío “también te amo” aquellas tres palabras que en un principio le había constado pronunciar pero que ahora las dominaba perfectamente.
La simple expresión salir de los carnosos labios del rubio provocó un espasmo por todo su delgado cuerpo, aquella sensación tan placentera lo llevó al orgasmo, entre jadeos el líquido blanquecino manchó ambos pechos combinándose con aquel sudor signo del largo tiempo que habían estado teniendo sexo, y es que para Thor era simple sexo, por otro lado Loki le llamaba hacer el amor.
Inmediatamente en que Loki eyaculó, las embestidas aumentaron siendo mas profundas y placenteras, el rubio intentaba con ellos también llegar al orgasmo, pero a decir verdad optó por el mismo método de siempre: pensar en Jane.
Las caderas angostas que esa mujer meneaba al caminar refinadamente es lo que volvía al asgardiano hecho un manojo de nervios por dudar de su aguante. Thor aún no mantenía relaciones sexuales con ella y eso le frustraba, el hecho de esperar lo estaba matando y comenzaba a fastidiarse de la misma frase de siempre "no estoy lista", temía que aquel poderoso miembro le penetrara.
Recordó comparando, enojándose consigo mismo por hacerlo, su primera vez con Loki le era completamente inolvidable, no podía compara con perfección pues aún sabía cómo era el estar con Jane, pero estaba completamente seguro que la forma en como su hermano se abrió para él no sería la misma.
Entonces en ese instante lo recordó con perfección: las gotas de sudor lamian el rostro de su hermano, sus ojos verdes le miraban con ¿tristeza? No estaba muy seguro de ello. Fue aquel día en que Loki lo abrazó como nunca antes lo había hecho.
“Soy un estúpido” se dijo, el rostro de Jane apareció en un intento de olvidar lo que unos segundos atrás recordaba, no duró mucho pues la bella imagen de aquella mujer fue interrumpida cuando Loki contrajo deliciosamente su entrada, el príncipe soltó un gemido sorprendiéndose por ello, le había gustado y no solo eso, comenzaba a disfrutar de la sensación húmeda.
Profundizó aún más las penetraciones llegando a lo más interno, a ese punto donde Loki gemía mordiendo sus finos labios.
—Thor…— pronunció Loki casi en un susurro cerrando sus ojos con sufrimiento.
Esa última embestida logró por fin ese forzado orgasmo, llenando a Loki con su caliente semen. Sin piedad retiró su ahora flácido, pero para nada pequeño, miembro del interior del de ojos color esmeralda.
Loki mostró una expresión de dolor pero esto no le importó al rubio, comenzaba a sospechar que este era masoquista, siempre pedía, suplicaba por más, pero solo era una forma de decirle a Thor cuanto lo deseaba y lo amaba.
Loki contrajo su entrada nuevamente en busca de no manchar las pesadas sabanas revueltas de la cama. El rubio ignoró aquella exquisita vista y se dejó caer por un lado de su amante mientras ambos respiraban con agitación.
A Thor no le importaba nada más, ya había conseguido satisfacer su necesidad sexual y así concilió el sueño inmediatamente.
—En verdad no me amas...— susurró al borde de las lágrimas observando la fría espalda de Thor. Le lastimaba el solo sentirse usado, dos meses atrás de los tres que llevaban lo había notado, lloró preguntándose el por qué era tan estupido. Continuar amando a alguien que no siente lo mismo por ti. Aún conservaba la esperanza de que Thor le amara, que al menos sintiera un poco. Era lamentable su situación, se conformaba con sobras, solo quería un poco de afecto de Thor.
El tiempo estaba pasando, la resignación y la tristeza invadieron su pecho. La soledad era fría pero ser engañado lo era aún más.
Sonrió diciéndose a sí mismo: "sólo un poco de amor está bien".