Capítulo 10. Trato.
Su cuerpo era ligero, sentía como flotaba en el vacío, en la plena oscuridad ¿Eso era estar muerto? Probablemente para alguien como él, quien estaba destinado a pagar por todo lo que había hecho. Recordó la mejor parte de su vida…
—Tú eres mi hermano… y a pesar de lo que seas yo te querré como siempre lo he hecho, no permitiré que mi padre te toque— prometió el rubio con una cálida sonrisa que sólo curveó sus carnosos labios.
Loki sintió por primera vez como su corazón se aceleraba, no, no porque la rabia y el rencor lo agitaran, podía sentir como su corazón apretaba su pecho y esas simples palabras erizaban su piel. El inicio de un profundo amor por Thor comenzó aquel día.
El Jotun volvió a la realidad, apretando su cuerpo desnudo en un abrazo donde posaba sus manos cubriendo los hombros.
—5 Horas y medía atrás. —
—Hola Loki— habló una voz chillona en la mente del Jotun.
Sabía muy bien de quien se trataba, soltó un pesado suspiro.
— ¿Qué es lo que quieres?— respondió Loki a la nada, mientras continuaba leyendo su libro.
—Huelo tu muerte Jotun, morirás— aquellas palabras retumbaron en su cabeza, pero el de ojos color esmeralda continuó inexpresivo.
— ¿Dime por qué has irrumpido en mi mente? si has dicho que moriré entonces...es por algo que has decidido hablarme con tu repugnante voz, tu deseas mi alma... ¿No es así?— preguntó con tranquilidad.
—Así es, sabes lo bien que se verá en mi colección… pero sé que no será nada fácil el que aceptes— dijo con una risilla que Loki pudo escuchar con claridad.
—Si es verdad lo que dices... te la daré... a cambio de algo...
Aquella voz sonrió victoriosa.
—Presente—
Acarició con ternura el rostro de su pequeño hermano, se aferraba a ese cuerpo sin vida de tal manera que ninguno de los demás podía acercarse.
— ¿Qué sucedió aquí?— preguntó Chris mientras se acercaba hasta Banner y comenzaba a revisarlo.
Ninguno quiso responder, todo estaba en un silencio ensordecedor. Lo único que se escuchaba en la habitación eran los lamentables sollozos que Thor emitía cerca del oído de Loki. La sangre se esparcía en el blanco piso del hospital. Natasha miraba por el rabillo del ojo a Clint, sus manos temblaban inerte ante lo que había hecho por un impulso.
Chris se acercó hasta Thor para tomar con suavidad su hombro, tratando de transmitirle calma pero este sólo tensó los músculos de la espalda.
—Has algo… ¿Eres un doctor no es así?— sugirió el príncipe con voz baja pero en la cual podía notarse la exasperación.
Chris encogió sus hombros, sabía que Loki estaba muerto, podía notar que su pecho no se movía, ya era demasiado tarde para hacer algo.
—Thor… yo no sabía lo que estaba haciendo con Banner… nunca imaginé que lo curaría— se escuchó hablar a Clint desde la esquina, sus puños se cerraban con fuerza y su voz temblaba.
—Ya no puedo hacer nada por él— susurró Chris mientras se incorporaba.
— ¡¿Qué fácil es decirlo no es así!? Dime Barton ¿Tú te rendiste ante la idea de que era posible que Banner no despertara?— Clint sólo bajó el semblante.
Thor no lo estaba entendiendo, las situaciones eran completamente diferentes. El cuerpo que ahora sostenía en sus brazos se encontraba ya sin vida, era imposible regresarlo. Pero un terco corazón le daba una esperanza.
El príncipe se levantó del suelo cargando en sus brazos el ensangrentado cuerpo de su hermano, caminó cruzando toda la habitación dispuesto a irse pero una mano lo detuvo por unos segundos.
— ¿Qué haces Thor?— preguntó preocupada Natasha ya harta de cualquier estupidez que pudiera pretender el rubio.
—Loki tiene que escuchar lo que siento por él— respondió esbozando una adolorida sonrisa para después salir de la habitación.
—Él me salvó— dijo Banner enseguida para que el príncipe pudiera escucharlo, y así fue.
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Trataba que sus pasos fueran cada vez más grandes, pero podía sentir con claridad como sus piernas flaqueaban, se negaban a seguir con el desenfrenado recorrido hacia la torre Stark, querían detenerse y no moverse. Quedarse ahí para sólo llorar y no despegarse nunca más de su lado, eso era lo que quería su cuerpo, con sólo eso se conformaba. Pero su corazón quería su complemento, quería que ambos latieran al unisón y formaran una melodía que sólo ambos conocían. Un debate interno lo llevaron con dificultad a la torre Stark la cual estaba vacía, seguramente Steve había sido arrastrado por Tony a un hotel elegante de la ciudad lo cual creyó conveniente. No quería hablar de lo sucedido, no quería escuchar las estúpidas palabras de consuelo, Loki aún seguía vivo para él.
—Heimdallr lleva me hasta Asgard— ordenó tratando de que su voz se escuchara demandante y con la mirada hasta el oscuro cielo en el cual podía verse la creciente luna llena.
Una luz iluminó una considerada parte del cielo que absorbió ambos cuerpos de inmediato.
Thor pudo sentir como la fuerte luz chocaba contra sus hinchados ojos, los entrecerró tratando de acostumbrarse a la iluminación, divisó la figura de Heimdallr y pudo jurar al instante que una sonrisa estaba en sus labios. Cuando sus ojos ya no se molestaban por la ardiente luz, los abrió con totalidad para encontrarse con el rostro serio del moreno.
Aún así estaba seguro de lo que había visto.
— ¿Lo sabías verdad?— preguntó el príncipe, temía la respuesta pues Heimdallr tenía su respeto desde que era pequeño.
—Era lo mejor... todo mal debe terminar— exclamó el de ojos dorados desde arriba mientras sostenía firme la gran espada.
—Lo sabías maldita sea!— gritó Thor exasperado mientras sujetaba con fuerza el cuerpo inerte de Loki— Tú sabías que era una farsa, que sólo querían la presencia de mi hermano para vengarse de él!— La fuerza de sus palabras desgarraba su garganta, pero eso le importaba una mierda comparado con él vacío que sentía en su pecho.
—Usted debe casarse con esa mujer es lo mejor para el reino.
— ¿Pues sabes lo que has hecho? Después de visitar Midgard me he dado cuenta que a quien amo es al hombre que sostengo en mis brazos, el cual yo considero mi hermano— no le vio más importancia continuar hablando con Heimdallr, había regresado a Asgard con un sólo propósito.
La servidumbre del castillo se movía de un lado para otro cuando fueron conscientes de la llegada de Thor y del estado en el que se encontraba, podían notar la sangre en los brazos del príncipe, eso las asustaba, pasaban de la presencia de Loki.
—Hijo...— se escuchó la voz de Frigga que salía de la enorme habitación principal— ¿Qué ha sucedido? — preguntó preocupada. Su hermoso rostro se descompuso cuando por fin notó el cuerpo que descansaba en el cuerpo de Thor.
—Es Loki madre... él... él está— La reina cubrió su boca con ambas manos ante tal confesión, su querido hijo estaba muerto y no sabía el por qué.
—Al parecer fue más fácil de lo que creí— Una segunda voz se escuchó salir de la habitación, pero esta era grave y poderosa. Odín padre de todo dirigió su mirada hasta Loki.
—Madre…necesito que lleven a Loki con los sanadores… quiero que conserven su cuerpo, reúne los mejores… no dejes que nadie más excepto ellos toquen su cuerpo…— Frigga podía escuchar dolor en la voz de su hijo, la forma en cómo se dirigía a él era distinta.
—Entiendo hijo— la reina besó la frente ensangrentada de su hijo mayor con ternura. Ordenó a dos guardias que sujetaran el cuerpo de Loki para después caminar por el largo pasillo y dirigirse a la gran sala donde se encontraban los sanadores.
Thor volvió su mirada hasta su padre, este sólo levantó el semblante y se adentró al salón, el príncipe lo siguió y cerró la puerta tras de sí. Odín ordenó a los guardias que se encontraban dentro que se retiraran los cuales con una reverencia lo hicieron dejándolos solos.
—Necesito llevarme a los mejores guerreros conmigo— pidió Thor con voz fuerte. La sangre que estaba en sus brazos le recordaba que la insistencia era la mejor opción, le daban fuerzas para enfrentarse a su padre en el mejor de los casos.
— ¿A dónde pretendes llevártelos?— preguntó Odín sin responder favorablemente la propuesta que le hacía su hijo.
—Quiero recuperar a Loki.
—No lo harás, él ya está muerto, no debe interesarte la vida de alguien como él.
— ¿Cómo él? ¿Cómo se supone que es alguien como él? ¿Al menos le conociste? Puede que estuviera viviendo años en este castillo padre… pero tú nunca le conociste como yo… él cambió, no se merecía que lo mataran.
—Así que lo mataron… ¿Quién fue ese valiente guerrero al que debo felicitar?— preguntó con un rostro sereno.
Thor sintió como la sangre le hervía por dentro, sabía que no conseguiría nada de su padre.
—No estoy dispuesto a ayudarte con eso Thor…
—Pues bien… iré yo solo—el príncipe dio la espalda a su padre quien le miraba con el ceño fruncido.
— ¡Ni tú lo harás! Detengan a Thor…— ordenó con voz fuerte.
Los guardias que estaban fuera abrieron la gran puerta en su totalidad dispuestos a cumplir la orden de padre de todo. El par sujetó a Thor por cada lado, el rubio no se rendiría tan fácilmente. No mientras la sangre de su hermano aún manchaba su cuerpo.
Cuanto extrañaba la sensación de poder, el Mjǫlnir llegó hasta su muñeca el cual sujetó con fuerza. Tan sólo basto impactarlo un par de veces contra los guardias para que estos se tendieran inertes en el duro piso de mármol.
— ¿Por qué haces todo esto por salvarlo… tanto como para desobedecer mis órdenes?— Preguntó Odín quien había presenciado por primera vez una rebeldía de parte de su hijo, parecía no estar dispuesto a ceder.
—Porque lo amo… — Odín no pudo evitar mostrar sorpresa ante tal confesión.
Thor agitó el Mjǫlnir por encima de su cabeza y voló lejos de ahí sin esperar respuesta. Entre más rápido llegara a su destino mejor. No pensaba en más, ni siquiera en las consecuencias por lo que le había dicho a su padre. No temía dejando el cuerpo de Loki en manos de su madre, pues sabía que ella haría lo posible porque estuviera a salvo. El amor que Frigga le tenía a Loki era el mismo que para Thor.
Todo había sucedido tan rápido, tanto que no le había dado tiempo para decirle a Loki cuanto lo amaba, cuanto sentía por él. ¿Estaba dispuesto a dar todo por tener a Loki una vez más a su lado?
Y el bebé… el pequeño que crecía en el interior de Loki.
Sintió como sus ojos volvían a ser víctimas de las lágrimas, no podía pasar por alto el embarazo. ¿Desde cuándo? ¿Por qué no se lo había dicho?
El forcejeo de aquella noche se hizo presente en su mente, prácticamente lo había violado aquella última vez. Como rogaba Loki para que lo dejara en paz, pero él como una bestia poseyó su cuerpo, embistiéndolo una y otra vez a pesar de que él lloraba bajo suyo. Esa era la respuesta, la respuesta a aquella pregunta que una vez se hizo, cuando poco a poco se daba cuenta que Loki evitaba que tuvieran sexo, pero no, no evitaba que tuvieran sexo si no evitaba que mirara la marca bajo su ombligo.
¿Cuántas veces se había dicho ya que era un completo estúpido por no darse cuenta que Loki lo amaba de verdad?
Lo había dejado ir con una idea errónea, lo había hecho sufrir más que todos.
El tiempo en que el Mjǫlnir lo llevó a su destino fue corto pues estaba más que hundido en sus pensamientos.
Hacía frío, mucho frío y la neblina que había ahí era muy densa. Horribles sollozos podían escucharse por todos lados, un ambiente totalmente terrorífico. Sabía que ir solo era más que un suicidio, pero estaba decidido a conseguirlo todo por Loki.
— ¿Qué te ha traído hasta aquí hijo de Odín?— preguntó una voz la cual retumbó por todo el lugar.
Thor giró su cabeza buscando el lugar donde se encontraba aquella odiosa mujer, al parecer no tenía la intención de aparecer.
—He venido a pedirte algo… más bien… estaré dispuesto a todo lo que me pidas por ello…— Si, estaba completamente seguro que era capaz de todo. Sólo pedía estar de nuevo con Loki una vez más, una oportunidad para poder tenerlo entre sus brazos y apreciar cada segundo junto a él lo que le restase de vida.
—Suena interesante Asgardiano— Thor pudo escuchar con claridad la risueña voz— ¿Qué es aquello que pides?
—Quiero a Loki devuelta conmigo— respondió con rapidez. El príncipe apretó los puños nervioso tratando de contener las lágrimas. Su última esperanza era Hela.
—No.
La respuesta fue completamente inmediata, Thor sintió como las lágrimas se desbordaron siendo incapaz de detenerlas. ¿Qué más podía hacer si no sólo rogar? Ante el último pensamiento y sin dudarlo dos veces se arrodillo en el sucio suelo. Su frente ensangrentada se combinó con la suciedad.
—Por favor… puedo ofrecerte lo que quieras…— suplicó una vez más, no quería rendirse tan fácilmente.
—Yo he pagado un precio por su alma ¿Por qué crees que te la daría tal fácil?
— ¿É-Él te dio su alma? ¿Pagar por ella? De que hablas…
—Eso no es asunto tuyo… ahora me pertenece.
—Sólo… sólo pídeme lo que quieras…— insistió con voz temblorosa.
La pequeña risa de Hela volvió a escucharse.
—Si tan dispuesto estas de ofrecerme algo… mata a los culpables de la muerte del Jotun… quiero las almas de los que fueron capaces de terminar con su vida…
Thor quedó inerte ante tales palabras ¿Matar a Clint y…Jane?
No… no podía ser capaz de ello… ¿O sí?
El sentimiento de inseguridad e impotencia se apoderó de todo su ser. Momentos antes se decía estar dispuesto a todo por recuperar a Loki… pero… matarlos…
Hela por fin hizo aparición frente a él, gozando de como Thor se arrodillaba suplicando.
—Yo...
—Tienes una semana Asgardiano— sonrió la mujer para luego desaparecer nuevamente de la vista de Thor.
— ¡¿Hela!?— llamó a la mujer pero esta ya no estaba, sólo el eco de sus palabras se escuchó en el lugar. Dejó caer su frente en el suelo.
Todo esto estaba pasando por su estupidez, pagaba por hacer sufrir a Loki, por no haber correspondido con sinceridad sus sentimientos, por haber jugado con su corazón y decirle palabras ingenuas. Lo peor de todo era que su hermano estaba consciente de todo y a pesar de eso continuó a su lado.
¿Por qué era tan débil? ¿Por qué no sólo había aceptado sin importarle lo demás?