Capítulo 5. Cuenta pendiente.
Thor despojó a Loki de sus prendas a excepción de su ajustado bóxer. Le observó, lo contempló, recorrió sus zafiros por toda la blanca piel de su hermano. Loki también le miraba, respiraba pausadamente, su aliento caliente chocaba contra el cuello de Thor.
— ¿Sabes que te amo Thor?...— susurró. Pequeñas lagrimas comenzaban a inundar sus ojos los cuales cerró con fuerza, no quería llorar— Por eso… no sería capaz de mentir con algo así…
Thor abrió los ojos sorprendido, se volvió para mirarle. El tono de su voz había sido tan dolido, tan… sincero. ¿Podía confiar en él? Claro que si… Loki le amaba. Estaba comportándose como un completo idiota, si todo se descubría no sólo Jane sufriría, también él.
—Yo… lo siento Loki… aún… aún no sé en qué pensar…
— ¿Recuerdas lo que te he dicho Thor? Si aún no sabes en que pensar no me tomes… de esta forma…
—No Loki… lo necesito en este momento— respondió el rubio mientras con la yema de sus dedos tocaba el miembro de Loki por sobre la tela.
Esa sensación que ya conocía, diferente a la de Jane. Delineaba toda la zona. La erección comenzaba a hacerse presente provocando que la tela se humedeciera. Sujetó ambos extremos para bajarla por completo. Besaba y lamía con desesperación el cuello de Loki. Pasó a sus labios los cuales besó, se apoderó de ellos, chupaba su lengua, mordía con delicia su delgado labio inferior.
Loki no gemía, acallaba su voz, cosa que Thor decidió ignorar en ese momento. La verdad es que estaba enojado consigo mismo, amaba el cuerpo de Loki… sin darse cuenta se había vuelto adicto a la delicadeza de su piel, su voz jadeante y a su rostro que le demostraba cuanto lo disfrutaba.
¿Por qué no dejarlo entrar en su corazón? La verdad es que no había necesidad, Loki ya estaba dentro, no sabía si era amor o una simple calentura, pero justo cuando besó los labios de Jane lo entendió por completo.
Negó la cabeza volviendo a lo que estaba haciendo, no lo iba a admitir, Loki era un hombre… además lo consideraba un hermano… ¿Eso era en verdad un obstáculo? Creo que ambos ya estaban bastante comprometidos para que esas preguntas estúpidas rondaran su mente.
Humedeció dos dedos con el líquido pre-seminal de su poderoso miembro para introducirlos en la entrada de Loki. Nada, el Jotun cerró con fuerza sus labios evitando que algún ruido saliera de su garganta. Continuó una simulación de penetraciones con esos dos gruesos dedos formando una tijera la cual le ayudaba a prepararlo con más rapidez.
Observó a Loki mientras lo hacía, él se mordía su muñeca observando el techo ¿Por qué no gemía? Comenzaba a preocuparse.
Sacó sus dedos con brusquedad, estaba enojado, ¿No lo estaba disfrutando Loki?
Abrió ambas piernas del Jotun posicionándose entre sus nalgas.
—No lo hagas Thor…— dijo por fin, dejando de morder su muñeca la cual había sido marcada con sus dientes. Su voz quebrada lo delataba.
¿Por qué tenía que sentir algo por Loki? Introdujo de una estocada su miembro en el interior del Jotun, logrando por fin que este gimiera. No era placer, Loki sentía una sensación desgarradora ante la intromisión.
Thor estaba deseoso, escuchar aquel glorioso gemido lo engrandeció por completo. Amaba la sensación de Loki, deseaba ser el único capaz de provocar aquellos sonidos en él. Sólo suyo.
Ahora lo entendía todo ¿Qué haría con Jane?
El dolor aún permanecía en el interior de Loki, no quería ser su juguete, no quería ser sólo aquella vieja almohada en la cual podía regresar y llorar sobre ella después de sus errores.
Thor había cometido un gran error al probar el cuerpo de Loki. Estaba atrapado en nuevos sentimientos, el orgullo y la presión. La situación en la que se encontraba lo obligaba a ocultar lo que en verdad sentía.
“Las cosas nunca se piensan antes de actuar” pensó Loki cerrando sus ojos con fuerza.
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—Oh, hoy también has venido…
—Buenas noches— respondió Hawkeye a la recepcionista del hospital— ¿Puedo pasar?- Preguntó mirándola a los ojos.
—Ah…— suspiró resignada mientras correspondía su mirada— en verdad que no necesitas venir todos los días… su recuperación… es incierta…
—Disculpe, ¿Puedo pasar o no?— dijo serio mientras tomaba con ambas manos el escritorio de la mujer.
—No te rindes…— afirmó mientras una sonrisa lastimera se dibujaba en sus labios— no ha sido cambiado de habitación.
—Gracias— agradeció con un tono de voz frío mientras se alejaba de ahí.
Estaba cansado de las mismas palabras cada que iba al maldito hospital ¿Qué les importaba a ellos? Era su problema. Él siempre estaría esperándolo todo el tiempo que fuera necesario.
Caminó por los pasillos rodeados de las blancas paredes, recorrió un par de puertas más hasta que una indicó el “99” la cual tenía una ventana de cristal en el medio superior. Se acercó y observó tras ella.
Giró la perilla con firmeza cerrando la puerta a su paso.
Banner dormía, sus parpados y las espesas pestañas aprisionaban sus orbes avellana en un placentero y profundo sueño. Lo extrañaba ¿Cuándo despertaría? Cuanto daría por la respuesta a aquella pregunta. Ya tres meses en los que había entrado en coma, tres meses de aquel accidente.
Banner brincaba por los edificios, siendo la mayor amenaza para Loki quien flotaba por los aires lanzando hechizos a todos los vengadores, Hulk dio un gran salto con la esperanza de golpear al Jotun, pero eso nunca sucedió, Loki lanzó un hechizo de una brillante luz verde que chocó contra el enorme cuerpo, sólo bastaron unos segundos para que Banner recuperara su forma normal. Bruce sintió el vacío bajo su cuerpo, sintiendo como este descendía a alta velocidad. Tan ligero como una pluma hasta que chocó fuertemente contra la acera dejando toda su mente en un oscuro color negro.
El amargo recuerdo contrajo el estómago de Clint. Aún había esperanza en que Bruce se recuperara, de que despertara, pero sería un largo proceso que incluso podía demorar años. Y ahí no acababa, Bruce no recordaría nada. La pérdida de memoria era algo en lo que por más que quisiera no podría evitar.
Clint insistía, sabía que Bruce no se rendiría tan rápido. Así él no le recordara estaría a su lado.
Se acercó hasta Banner para tomar su mano, se encontraba fría por el aire acondicionado de la habitación.
—Ya estoy aquí— dijo en voz baja—¿Cr…creías que lo iba a olvidar?... claro que no olvidaría algo tan importante— cerró sus labios con fuerza mientras le observaba con sus ojos llorosos— ¿Tú… lo has olvidado cierto?... Porque esta vez no… esta vez no tienes el norme ramo de rosas rojas para regalarme…— pequeñas lagrimas recorrían las mejillas de Clint. Sujetó con más fuerza la mano de Banner y la llevó hasta su boca para depositar un suave beso— Feliz tercer aniversario amor…— alcanzó a decir antes de que su voz no pudiera contener el llanto.
La muñeca de Bruce fue manchada de pequeñas lagrimas que cayeron deslizándose por todo su antebrazo. Los sollozos inundaban aquel silencio. Clint acarició la mejilla de Banner, recordando su enorme sonrisa, como aquel segundo aniversario, cuando al quitarse la venda de los ojos un enorme ramo de rosas rojas se encontraba a centímetros de su rostro, el ramo poco a poco descendió para dejar ver al hombre que amaba, que le había dado un nuevo significado a su vida oculta en las sombras que un espía debía tener.
—B-Banner… te juro que vengare la forma en la que te encuentras…— susurró recordando el rostro del hombre al que aborrecía— Loki está aquí y estoy dispuesto a hacerlo pagar— terminó de decir mientras depositaba un beso en los resecos labios de Bruce.
No podía esperar demasiado tiempo, sacó su celular con desesperación para marcar unos números en el y colocarlo cerca de su oído.
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El semen de Thor salía con delicia del interior de Loki. Su bronceado y marcado cuerpo respiraba agitadamente, esta vez, observó cada rincón de la piel de su hermano, las gotas de sudor recorrían su pecho.
Loki contraía su adolorida entrada, estaba completamente seguro que no sólo el semen de Thor estaba ahí, su sangre se encontraba mezclada con el líquido blanquecino.
—Thor… te he dicho que no te vinieras dentro— dijo con voz entre cortada.
El príncipe sonrió satisfecho. Pero aquella sonrisa altanera se borró cuando Loki soltó un gemido envuelto de un completo dolor que dejó pasmado a Thor.
—D-duele… duele tanto…— exclamó el Jotun mientras llevaba su mano hasta su entrada y la tocaba con delicadeza.
Thor siguió con la mirada las manos de Loki, esta vez pudo ver con claridad aquel líquido rojizo que escurría de su interior.
—Yo…— Thor comenzaba a entrar en pánico. ¿Qué es lo que pasaba por su mente? ¿A caso lo único que podía hacer era causar dolor en Loki? Rápido se levantó de la cama vistiendo unas simples prendas, no le importó cuales fueran, sólo salió de la habitación dejando a Loki gimiendo por el dolor.
Bajó las escaleras hasta el piso de Jane, la buscó con la mirada. Recorrió la espaciosa sala hasta encontrar la habitación de Jane. La voz de la mujer se alcanzaba a escuchar en susurros, Thor extrañado se acercó a la puerta entreabierta donde pudo verla sentada en la cama hablando por teléfono.
— ¿Una semana? Aunque me agrada la idea es demasiado rápido…— reclamó Jane a la otra persona tras el auricular— E-entiendo yo… yo haré eso— respondió antes de que su mirada se cruzara con Thor quien abría la puerta poco a poco—Ah… Lo siento tengo que colgar— dijo nerviosa antes de cortar la llamada y volver su mirada hasta Thor.
—Perdón por interrumpir…pensé que dormías… ¿Con quién hablabas?
—Con alguien de la oficina del turno de la noche… necesitaba ayuda con algunas señales, nada importante. También he pensado que dormías Thor. ¿Sucede algo?— contestó rápido tratando de ocultar sus nervios.
—Nada en especial… sólo no he podido dormir…
— ¿Quieres compañía?— preguntó mientras posaba su mano a un lado de donde se encontraba sentada.
—Supongo… supongo que si…— respondió mientras que se acercaba hasta ella y se sentaba en la cama muy cerca de ella.
¿Era posible querer a ambos?
Ninguno pronunció palabra alguna, ambos se miraron por largo tiempo. Jane observaba los hermosos zafiros de Thor, perdiéndose en ellos, recordando cuanto le amaba. Tenía tanto miedo de perderlo por lo que estaba haciendo…
—Thor… ¿A pesar de todo me seguirías amando?— cuestionó mientras acariciaba la mejilla del rubio para después darle un suave beso.
Los labios de Thor temblaron, pasó saliva para disimularlo. Los ojos de Jane le miraban con profundidad y ternura. Ella… era tan pura, alguien que lo hacía sentir tranquilo. Un par de horas atrás estaba completamente seguro de sus sentimientos, creyó que Loki lo era todo para él… pero ahora, ahora Jane estaba a su lado provocando algo en su interior.
¿Por qué la vida era tan cruel? ¿Por qué tener que elegir entre los dos?
—Yo…
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El agua fría se deslizaba por toda la piel de Loki. Sintió como la baja temperatura relajaba su adolorido cuerpo. Sujetó el jabón para pasarlo suavemente por su abdomen bajando su mirada hasta él. Observó aquellas marcas rojizas, marcas que Thor había dejado en su piel.
Loki continuó mirando todas aquellas pequeñas marcas hasta que vio “eso”. El dibujo de un pequeño árbol se encontraba dibujado en su abdomen cuyas nueve ramas deshojadas se retorcían alrededor de su ombligo.
EL cuerpo de un Jotun actuaba con rapidez, abrió sus ojos por completo tocando con su dedo índice aquel dibujo. Rápido miró por la ventana del baño y ahí se encontraba; La luna llena estaba en lo alto.
Las lágrimas que tanto trabajo le había costado contener se desbordaban por sus mejillas perdiéndose de entre toda el agua que caía desde la regadera.
— ¿Por qué así?— dijo con dolor mientras se deslizaba por la pared de mármol.