Aka-chin nunca me dijo que era un torpe. Las personas a veces me insultaban creyendo que no lo notaría pero a veces sus ojos decían cosas que me dolían. Aka-chin nunca me miró con odio, a veces me veía como alguien más pequeño que él aunque yo soy más alto... pero él mira así a todos.
Aka-chin un día me miró diferente, incluso me trató diferente. Era amable, paciente, me sonreía y se sentaba a comer a mí lado siempre. Se sentía muy bien estar cerca de él y sentir como ponía su cabecita pegada a mi hombro. Ninguno de los chicos decían nada pero nos miraban raros y sentía que él estaba un poco intranquilo por eso. Después de eso muchos días pasaron y Aka-chin no me miraba. En ese momento deseaba que él me viera aunque sea con odio; quería sentir su cabecita recargada otra vez en mi hombro, darle de mis dulces y platicar de las cosas que pasan en la televisión. Tal vez no me miraba porque yo estaba muy alto y entonces desee ser tan bajo como Aka-chin para que me viera.
Un día al salir del entrenamiento yo seguí a Aka-chin y tal vez estoy loco pero creí que sus mejillas combinaban con su cabello y sus ojos. Quería saber que pasaba y pareció que se sorprendió porque le pregunté; tal vez creyó que nunca lo haría pero tenía que hacerlo porque me estaba sintiendo muy triste. …l me dijo que no lo entendería, se soltó de mí y se fue… entonces me enojé mucho porque la gente siempre decía que yo no lo entendía y yo no quería que él fuera como toda la gente.
Una noche que salimos al karaoke los chicos y yo; y él extrañamente fue. Cantamos mucho, él no cantaba pero nos miraba sentado y serio como siempre. Los que más hacían ruido eran Kise-chin y Aomine-chin mientras que Mido-chin les decía que bajaran la voz. Así estuvimos tonteando un rato hasta que era hora de irse. Aka-chin me jaló de la camisa cuando todos se fueron. Fue muy gracioso en mi mente porque tuve que agacharme mucho para ver su rostro de cerca pero la boca de Aka-shin estaba pegada a la mía. Creí que quería morderme o algo así pero se sintió muy bien.
Después de ese día Aka-chin siempre parecía que quería morderme pero solo ponía su boca pegada a la mía y entonces yo también empecé a hacerlo. Muchas cosas pasaron, a veces me sentía raro y cálido, siempre que me sonreía mi corazón latía con mucha fuerza que creí que me estaba muriendo o que estaba enfermo; cuando entrenábamos y él me pasaba el balón me sentía tan feliz que le sonreía por largo rato y sentía que otra vez él se ponía rojo como su cabello. Incluso se lo dije a Mido-shin pero él dijo que no quería hablar al respecto.
Aka-chin nunca me dijo que era un torpe. De hecho Aka-chin dice muchas cosas inteligentes porque él es MUY inteligente… pero lo que más me gustó escuchar decir de él fue 'Acepto' frente a todos. Ahí estaban Kise-chin, Mido-chin, Kuro-chin, Aomine-chin ...todos. Y él sonreía y yo estaba feliz. Aprendí tanto de él que me dijo que cuando poníamos nuestras bocas juntas era un ‘beso’. Desde entonces todas las mañanas despierto y beso a Aka-chin. El me mira y me dice 'Buenos días'.
Aka-chin nunca me miró con odio, a veces me veía como alguien más pequeño que él...pero desde hace años me mira diferente a todos... tal vez no lo entiendo todo pero sus ojos brillan muy bonito y cuando me sonríe todo se ve mejor.