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Un amor mas allá del dinero por ValenDF

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Notas del fanfic:

Bien. Este es un fic que hice en conjunto con Adriana. Otra amiga fujoshi de Perú.

No se si este bien o mal. Yo soy una novata en esto de los fics y Adri.. Bueno Adri no se . Pero las partes mas geniales son de ella.

Sin mas espero les guste :3

 

P.D: Si ven algun error o horror (que no sea yo) avisenme.

Uno de los clientes de Ian quiere la "experiencia de novio" y salen al cine antes de acostarse. En el cine se encuentra a Mauro, unas butacas adelante, con una chica que no conoce.

Ian al verlo lo insultó mentalmente, porque a pesar de que era gay, Mauro no tenia el derecho a serle infiel a una chica tan bonita como con la que estaba. Entonces junto todo su coraje y fue hacia a donde estaba a isultarlo en persona. Y cachetearlo un poco.

Bueno, quiso hacerlo. Pero un detalle lo hizo regresar a la realidad, no era nada de él. Se quedó parado en seco pensando en una explicación a su actual cliente por su repentino movimiento. Giro para regresar pero escucho "Ian" a sus espaldas. Lo dejó algo frío y no supo si debía voltear pero lo hizo inconscientemente y se encontró con la cara fascinada de Mauro, con su abrazo aún alrededor de la chica.

—Mauro, amigo, hola– lo saludo amablemente. —¿Haz venido con tu "novia" al ver la película?– recalco la palabra novia ya que Mauro sabia muy bien que a el no le gustaba que las personas le sean infieles a sus parejas.

–Ademas es una gran coincidencia ya que yo también he venido con mi novio– soltó sin pensar y tomo a su acompañante de la mano. Mauro le devolvió la sonrisa y inventa a su acompañante de donde lo conoce.

Luego Ian se despide amablemente y se dirige a su butaca. Al terminar la pésima película de terror, el cliente toma del brazo a Ian y salen de la sala, el rubio le dice que necesita orinar y que lo espere.

Aún pensando en ese encuentro, Ian se dirige a los servicios mientras que Mauro se da cuenta y le da la misma explicación a su cita para ir al baño.

-Nos encontramos de nuevo.- dijo Mauro Ian se sobresalto y le respondió en saludo.

-¿Y cómo te fue?- , preguntó Ian.

-Muy bien ¿y a ti?-

-Bien, bueno me están esperando... Adiós- Y Mauro le tomó del brazo... Ian se soltó rápida y bruscamente con junto una sonrisa algo falsa le dijo.

–¿Que es lo que deseas?– Mauro le acomodo un poco la chaqueta que llevaba puesto que se le habia arrugado un poco con el agarre.

—Yo... Yo... Esto...– balbuceaba incoherencias. En realidad no sabia porque había hecho eso. A pesar de que siempre en los momentos que iba a por los servicios de Ian era el dominante. En esos momentos se sentía como un pequeño y frágil sumiso. Todo indefenso y confundido.

Ian no se resistido a esa imagen que tenia ante sus ojos así que aprovechó la distracción del moreno y le planto un beso largo y sofocante.

La pasión los envolvió y se metieron a uno de los baños privados, se desabrocharon los pantalones, Mauro beso toda la piel de Ian, desde su cuello hasta su abdomen. Ian enredó sus dedos en el cabello ensortijado de Mauro, mientras esté hacia su trabajo. Mauro liberaba a Ian de sus pantalones cuando escucharon que alguien entraba.

—Ian... ¿Estas aquí?– se oyó la voz del acompañante de Ian a lo lejos.

—Si, si.– Respondió rápido algo agitado Ian.

–¡Vamos subete al váter y agachate un poco para que no te vea! – le susurro a Mauro mientras lo empujaba por el pecho ya que este no se había percatado de que lo llamaban y seguía besandolo. Mauro salio de su ensoñacion, en si era adicto al cuerpo de Ian, pero esta vez no podrían terminar. Así que acato las ordenes del rubio y se subió al váter. — Ve. Te esta esperando.– le dijo a Ian. Luego de eso le dio un corto beso en los labios prometiendole que lo vería en la noche, en el lugar donde siempre tenían sexo, y aclararian un par de cosas.

-¡¡MAURO!!- alzó un poco la voz y le separó tocandole los labios.

-Me esperan afuera- y antes de que Mauro dijera algo, Ian lo calló de un beso. Luego del beso se mordio el labio menor y salio del baño con una sonrisa de tonto enamorado.

–¿Nos vamos?– Le pregunto a su acompañante para luego tomarlo de la mano y llevarlo a rastras del lugar donde estaba.

Mauro, que aún seguía en el cubiculo , se apoyo en una de las paredes de este y suspiro. ¿Desde cuando la relacion cliente y trabajador, con Ian, había cambiado tanto? ¿Cuándo empezó a sentir algo mas que atracción sexual por ese rubio idiota, que lo ponia a mil con solo un beso? Oh, si. No se había dado cuenta pero tenía un gran problemilla ahí abajo, que deberia calmarlo con agua helada ya que cierto rubio que podía ayudarlo ya, desgraciadamente, se tuvo que ir.

Tenía que resolverlo rápido ya que su cita lo esperaba afuera. Se dirigió a las duchas y se relajó, se vistió rápido y salió corriendo.

Quería ver a Ian y planeó llamarlo en la noche, tenía su número. No prestó atención a su inseguridad y vio a Ian por última vez esa noche en el estacionamiento cuando este entraba al auto de su cliente, y sabía perfectamente qué iban a hacer, mientras que el entraba al suyo con la chica.

Recordó la primera noche que pasó con Ian, no oía las palabras de su acompañante más bien recordaba el sensual movimiento de Ian, su suave piel, la textura de su cabello y los sonidos que emitía en su encuentro.

No podía hacerlo.

Le entraron celos. Celos incontrolables. Ian, después de esos besos en el baño, había pasado a ser de su propiedad. Y nadie se metia con lo suyo.

Le dio algo de dinero a la chica con la que estaba y le dijo que llamase a un taxi ya que el tenia asuntos que resolver. De ahí se fue hacia el auto del acompañante de Ian y tomo al chico de las solapas de su camisa.

—Mira no importa quien seas ni de donde vengas, ese chiquillo de ahi – mirando a Ian.

–Es mio. No te le acerques– le dijo. Luego de eso soltó y empujo al chico para rapidamente tomar de la muñeca a Ian y llevarlo hacia su auto.

-¡¡Oye yo pagué por el LÁRGATE!!- reclamó el hombre.

-¡Mauro!- exclamó Ian, sobresaltado.

-Te pago el doble de lo que le diste y nos dejas solos- negoció Mauro. El hombre pareció pensarlo pero antes de reclamar Mauro le entregó el triple del tarifario de Ian. El hombre hizo una mueca y se fue.

-¿Qué haces? ¿Y tu novia?- preguntó Ian sorprendido.

-No era mi novia, era una cita a ciegas.- respiró y no supo que más decir.

-Ian... -le rozó la mejilla Y seguidamente le dio un beso en ella. Ian se dejo hacer, mientras giraba su cabeza para encontrarse con los labios de Mauro.

–Te amo – le dijo en un susurro mezclado con un suspiro, seguidamente lo atrajo hacia el y lo beso demostrandole todos sus sentimientos y mas que tenia hacia él.

Ian dudaba pero se dejó llevar ya que las grandes manos de Mauro explorando su cuerpo le impidieron pensar.

Mauro bajo el asiento para que ambos estuvieran cómodos, tenia a Ian debajo suyo cuando se deshizo de su polo y dejó su torso desnudo al completo deseo de Ian.

Otra vez. El rubio dudaba. Dudaba de hacerlo con él en el carro. Dudaba de los sentimientos de los sentimientos del hombre que sellaba besos en su cuerpo. Entonces lo detuvo...

-¿Mauro, por qué haces esto?- espero un respuesta pero no la obtuvo y continuó -¿Todas las veces que has venido a mí, nos hemos acostabamos y te ibas, y ahora dices qué me amas? No te entiendo.-Terminó con falta de aire.

Mauro reposaba sus manos en el abdomen semidesnudo de Ian, se demoró en pensar pero por la repentina e inesperada pregunta pero finalmente rompió el silencio.

-Ian, siempre me gustaste, y creo que tu también lo sabes. Si No te dije nada antes fue porque estaba confundido... Lo siento. Quiero que me creas. Estoy enamorado de ti.-

Le clavó los ojos y sus pechos se inflaban al mismo compás de su respiración. Ian poso una sonrisa juguetona en sus labios y dijo.

–No se si creerte. ¿Por que no me lo demuestras?– seguidamente se acerco a los labios de Mauro y tan solo los rozo un poco con los suyos. Mauro estuvo confundido con lo que le dijo hasta que sintió la reacción del chico ahí comprendió todo.

Se sentó y atrajo el cuerpo de Ian hacia el dejando lo sentado sobre su entrepierna. Lo atrajo de la nuca hacia su cabeza y empezó sin permiso un beso con lengua con el cual recorria toda la cavidad bucal del rubio.

Ian, de a poco, fue respondiendo el beso, el cual correspondia metiendo también su lengua en la boca de Mauro. Pero, no era suficiente. Necesitaba mas. Necesitaba enfriar todo ese calor que sentía en su cuerpo así que como buen conocedor del tema que era empezó a refregarse sobre el miembro, ya conocido por el, del mayor. Subio las lunas de la camioneta hasta dejarla sin cerrarla completamente. Tomó el rostro de Mauro y apoyó sus labios en su barbilla. Los labios de Mauro bajaron a su encuentro y su lengua volvió a entrar y se reencontro con la lengua del rubio.

-Te amo...- susurró Mauro a su oído mientras besaba sus sienes con pasión.

Ian desabrocho los pantalones de Mauro y liberó su miembro de su aprovisionamiento. Siguió besando al morocho mientras le daba placer. Entre los besos se escuchaban jadeos.

La pasión y el calor iban reinando el ambiente por lo cual Mauro agarro y termino de desvestirlos a ambos tan solo quedando se en ropa interior.

Ian no soportaba mas. Quería sentir el miembro de Mauro fuera como fuese por lo que le quito la ropa interior de un tirón y se posiciono para que su boca le llegara a la altura del pubis. Mauro jugaba con los cabellos rubios de Ian mientras este, como experto que era, le daba placer y le provocaba unos gemidos que le costaba contener.

No era la primera vez pero esa noche fue aun mas especial.

Las manos de Ian recorrian su abdomen bien formado, una mano se detuvo a jugar en sus pectorales mientras la otra subia y entro hacia su boca. Mauro paso de besar y lamer sus dedos a morderlos. Los labios de Ian encerraban y lamian más el miembro de Mauro que ya sentía que llegaba a su límite.

–No te correras ahora. Lo haras luego.– Dijo Ian y luego le dio una ultima lamida al miembro de Mauro. Siguiente a eso se dio la vuelta mostrandole su trasero, lamio tres de sus dedos y los llevo hacia su entrada la cual fue lubricando poco a poco.

–Ma.. ¡¡¡MAURO!!!- Gritaba el nombre de el otro mientras se preparaba para lo que venia.

Mauro entró despacio, tampoco era la primera vez ahí pero -de nuevo- ahora era especial.

Ambos siguieron un suave vaivén que se fue intensicando. Otra vez el movimiento sensual de Ian. Otra vez tocaba su tersa piel. Se sentó y ambos quedaron en un mismo asiento, Mauro posó su rostro en el hombro de Ian, le mordia la oreja y susurraba palabras que el esbelto rubio no entendía por su falta de aire.

Ian gemia como si no hubiera mañana. Y para Mauro los gemidos de el rubio eran musica. Musica que lo ponian a mil. Tanto que por ellos el fin de tan cansadora accion se aproximaba. Por ello empezó a masturbarlo.

Apretaba la punta de su miembro de vez en cuando y eso volvia loco a Ian. Tanto que no tardo en correrse. Manchando mano y parte del torso de Mauro.

Ambos finalizaron al mismo tiempo, Mauro giró su rostro, que reposaba en el hombre de Ian, hasta darle un beso en la mejilla. Ian hecho la cabeza para atrás mientras recibía más besos del morocho.

Luego de un rato de recibir besos de Mauro, Ian, lo separo de su torso por los hombros, después le agarro la cara con ambas manos y le dio un largo beso en los labios. De ahí quitó el pene de Mauro de su interior y se sentó sobre las piernas del nombrado mientras lo abrazaba.

-¿Y qué haremos ahora?- Dijo Ian.

-Quisiera estar contigo- Mauro le plantó un beso -¿No quieres que estemos juntos?-

Ian sonrió mientras lo acariciaba, no habría mucho que pensar si no fuera porque recordó la manera en que se gana la vida, renunciar a ello no era una tragedia pero no veía de qué otra manera podría mantenerse.

-Mauro, me gustas pero...- comenzó dubitativo- Tu sabes de mi, no puedo cambiar de estilo de vida tan fácilmente y...-

Mauro puso un dedo en sus labios y lo calló.

-Mudate conmigo-

-Qué?- se sorprendió-...- fue callado nuevamente.

-¿Por qué no? ¡¡Es una idea genial! Vivo sólo, mi departamento es enorme, si quieres buscamos otro, quiero estar contigo y no te voy a juzgar-

Enredó con más fuerza sus brazos en la cintura de Ian y le besó el hombro. Ian se quedó algo perplejo.

-Qué dices?- insistió Mauro.

Ian pensó que la idea era loca, de hecho lo era, también pensó en todas las locuras que hizo en su corta vida y cómo no tenia que hacerse el que nunca tomaba riesgos, porque lo hacía.

Le encantaba Mauro, sabía que no iba a ser un típico cliente desde que lo vio por primera vez, recordó como se puso medio nervioso en su primer encuentro, y ilusión de amantes lo embriago de deseo, aventura y amor.

Sin pensarlo más, finalmente, dijo que si. Mauro le respondió con otro beso -para variar- lo tomó de la cabeza y se inclinó hasta que la espalda de Ian de apoyaba contra el volante.

Ahí, después de apoyarlo, acerco sus labios a los de Ian y sin besarlo le declaro todos sus sentimientos y la felicidad que le daba que haya aceptado su oferta.

Luego de susurrarle todos sus sentimientos que profesaba hacia el le dio un rápido y dulce beso, para después levantar lo por su cadera y sentarlo en el asiento del copiloto. Ian se dejo hacer. Y luego de ser depositado en el lugar empezó a buscar su ropa y la de Mauro esparcida por todo el auto. Ya vestidos ambos se acomodaron para emprender marcha hacia su nuevo hogar.

Notas finales:

Si han llegado hasta aquí es

1- O porque les gustoel fic

2- O porque querian terminarlo de leer para criticar mas.

(Esperemos sea la 1)

Es, quizas el unico fic que suba. Ya que no se me da para nada bien esto del escribir. Aunque si alguna vez en mi vida hago algún escrito mas (que seguramente sera De Mauro e Ian) dudare en subirlo. Ah no. Asi no era x3

Si tienen algo para decir, criticar o decir que les gusto. Dejarlo en un review, reviev, rewiew, rewiev ¡o como sea que es escriba!

Bueno. Eso es todo. Y si quieren que nos veamos alguna vez rezar por ello. Y si no quieren.. Pes recen por ello tambien (?

Orgua~ :3


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