Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Amor Oscuro por yaoistamoon

[Reviews - 104]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Es importante que lean las notas finales al acabar de leer.

 

Hola, omo estan? :D los extrañe taaaaaanto!!! yaoistamoon esta de vuelta con esta actualizacion n.n les deje este capi suuuper largo para que compence mi tardanza ademas de una sorpresa que veran al final del capi en las notas!! como agradecimiento a mis mas fieles lectores y en especial para quienes me dejan reviewss xD me motivan tanto para seguir adelante!!!

Este lunes tengo un examen asi que deseenme mucha fuerza, para ser sincera este capitulo me costo muchisimo debido a que la facultad consumio todo mi año u.u pero bue, me estoy esforzando mucho para seguir con los ptros fics que tengo momentaneamente pausados, yo los estoy escribiendo, las contis llegaran de eso no hay duda pero veran cual es mi intencion al final!!

 

Este capitulo tiene muchas emociones, mucha pasion y misterios que de a poco se van desenvolviendo X3

Se acercan los capis maaaas emocionantes!! QUE YA ESTAN ESCRITOOOS XD (no me aguante)

Asi que leeeeer!!!

El sol radiante daba inicio a un nuevo día, tan hermoso, tan extraño como otros; bueno, sí había algo diferente en esa mañana, en ese despertar tan frecuente. Había algo diferente en el aire que respiraba, en la calidez de su cama, ciertamente había algo diferente. No siempre amaneces en un lugar que no crees tu propia casa.

¿Cómo olvidarlo? El día anterior habían permanecido toda la tarde mirando películas y comiendo palomitas de maíz. Sintiéndose a gusto con la sola compañía que se transmitían, y… bueno, así habían terminado.

 

Flash back

-¿Sasuke? –hablo el moreno mayor.

El morenito que se encontraba recostado en el pecho de su moreno comenzaba a dormitar de vez en vez, mientras se acurrucaba inconscientemente en aquel torso privilegiado que le transmitía paz y calidez.

-¿Qué sucede? –murmuro antes de un pequeño y disimulado bostezo.

-te estás durmiendo, ¿quieres que apague el televisor? –pregunto para acariciar las finas hebras de cabello azabache.

-estoy bien –dijo frotándose los ojitos.

-pues no parece –refuto.

-es que ayer llegamos muy tarde y tuve que dormir en un sofá –le recordó a Itachi luego de que le conto lo que había sucedido realmente y el motivo del porqué había ido a dormir a la casa de Deidara.

-pues lo siento.

–descuida, la película es muy interesante –susurro dejándose sumir en las caricias de su amado, realmente no estaba prestando atención en la película.

-¿no quieres pasar la noche aquí conmigo? –pregunto juguetonamente entre risitas furtivas y coquetas.

-claro que no –respondió blanqueando los ojos –pervertido… -dijo haciendo reír al mayor.

-sabes que no puedo hacerte nada hasta después de la boda –corrigió sin detener su tarea de acariciar los sedosos cabellos –si es que aguanto –carcajeo.

-¿Itachi? –le llamo dudoso mientras se movía para mirarlo a los ojos.

-dime –incitó para pasar las caricias de su cabello hasta el aniñado y dulce rostro que contemplaba.

-¿Por qué yo? –pregunto habiendo reunido todo su valor -¿en verdad quieres casarte conmigo?

-por supuesto que quiero –y dulcemente beso la frente del menor –y creía habértelo dicho antes, te hable de mis sentimientos aquel día en el rosedal.

-pero ni siquiera me conoces –y poso su mano en la fuerte del mayor -¿en verdad soy el indicado para ser la pareja del líder del clan Uchiha?

-no lo sé… -susurro suavemente –dímelo tú.

-… -suspiro profundamente -explícame por favor esto que siento, entonces podre decírtelo con certeza.

-me temo que no puedo hacerlo.

-entonces repíteme lo que me dijiste ese día –pidió cerrando los ojos calmadamente recostando su cabeza sobre el pecho de su amado para apaciguarse con el latido de su corazón.

-… -lo abrazo un poco, y luego de un suspiro profundo pronuncio las tan anheladas palabras –estoy enamorado de ti.

Fin del Flash Back

 

Se había acabado de dar cuenta que en realidad durmió entre sus brazos y por ello un pequeño calor recorrió su cuerpo e hizo palpitar más fuerte su corazón; así mismo se encontraban, él tenía la cabeza apoyada en uno de sus musculosos brazos mientras sus rostros se veían muy de cerca.

“Él volvió a decir que estaba enamorado de mí”, recordó con entusiasmo, aun vacilante con respecto a sus propios sentimientos. Ciertamente no era un chico muy sentimental, porque de verdad rehuía del amor y esa clase de cuestiones; había crecido con la duda y el rencor de cómo reaccionar el día que tuviera al amor ante sus ojos, cómo actuar, cómo proceder.

Y ahora, ese sublime empresario, ese arrogante y presumido había logrado algo que nadie más había podido, darle confianza.

Se movió un poco intentando no despertarlo para poder ir al baño cuando sintió unos fuertes brazos impidiendo su andar.

-¿estabas despierto? –murmuro fingiendo enfado dejándose apresar por el mayor que emitía una escueta risita.

-no quería que te levantaras si sabias que estaba despierto –confeso para hacer sonrojar al menor.

-tonto -se sonrieron cariñosamente y se dieron un casto beso en los labios, antes de que el menor acabara por levantarse e ir donde tenía pensado.

No tardó demasiado, al salir, se vio completamente solo.

-muy buenos días señorito –dijo entrando una de las sirvientas en su clásico uniforme para hacer una respetuosa reverencia.

-buenos días… -saludo nerviosamente, la chica era muy bonita -¿Dónde está...?

-el señor Uchiha me ha pedido que lo conduzca a su habitación para que pueda darse una ducha si le place y pueda cambiarse de ropa –informo en un tono un tanto autómata –el señor está en su oficina atendiendo una llamada repentina, lo verá en el comedor para el desayuno.

-bien… -dijo para seguir a la chica que comenzó a marchar.

Ella lo llevo por un largo pasillo, prácticamente por donde había ido con Itachi cuando llegaron hasta la sala principal donde había una colosal escalera tapizada con un tapete de color vino con bordados imperiales, el barandal era de caoba tallado y en la parte superior de la escalera, había un inmenso cuadro de los antiguos señores de la casa donde se veían con unas expresiones algo serias y soberanas.

Siguieron su camino, las paredes eran de un exquisito color áureo con candelabros refulgentes y el piso de cerámica pulida tan resplandeciente que podías ver tu propio reflejo en ella; a lo largo del mismo corredor, se podían apreciar algunas puertas de fino roble y manecillas perfiladas que sacaban brillo y varios adornos antiguos como vasos y jarrones de porcelana además de varias esculturas, incluso uno que otro compuesto de flores recién cortadas dando vida a aquel espacio.

Finalmente, llegaron donde una gran puerta de madera tallada refinadamente que indicaba la ubicación de la habitación de su moreno; la chica abrió la puerta y dejo paso al morenito que entro maravillado.

Por dentro era casi como una suite presidencial, tal y como las veía en las películas, tan increíble, elegante y tan propia de Itachi.

Vio a la muchacha abrir un armario y sacar un conjunto de ropa muy fino y de su talla, ¿podría ser…?

-dime, ¿es esta la habitación de Itachi? –pregunto examinando el conjunto de ropa algo “pequeño” para poder ser de Itachi, sin mencionar que allí no había fotografías ni nada similar, solo hermosos y creativos cuadros que destacaban con la decoración del sitio, además de la gran insignia de su clan, el abanico de papel.

-no señor, es solamente suya –indico con la misma mirada sin brillo y el tono de voz pausado sin vida –todo lo que hay aquí es suyo –decía caminando donde había una puerta a un lado –aquí está el baño, hay toallas secas junto al lavabo, no dude en llamar si necesita alguna cosa por favor –menciono haciendo una reverencia final y marcharse dejando completamente solo al menor.

-que chica tan extraña –susurro para sí mismo y adentrarse al baño contemplando lo espectacular que era, pensó por sus adentros que muy seguramente así debía verse un spa de cinco estrellas, en el centro del mismo cuarto había una inmensa bañera que despedía agua caliente y poseía bordes grabados en oro.

Las paredes estaban rodeadas de espejos ovalados que iban del techo al suelo y había inmensas plantas que hacían un toque caliginoso y quizá exótico, junto a la bañera había una estatua de tamaño adecuado de una especie de Venus de mármol vertiendo de un jarrón el agua como una cascada directa a la bañera dando un aspecto completamente artístico.

No dudo en desnudarse y meterse tan pronto como pudo, el agua era perfecta y estaba acondicionada con aceites de baño completamente relajantes despidiendo un delicioso aroma.

Todo era magnifico, aunque si bien recordaba aún no había notificado a su padre que había pasado la noche en casa de su novio; no importaba, su padre lo había acostumbrado a su propia forma de ser, Fugaku Uchiha aun en su juventud era un chico salvaje e independiente, completamente libre, y aunque si vamos al caso… su padre había sido muy irresponsable en ese entonces, confiaba en él, lo había criado bien, le avisaría que estaba ahí tan pronto acabara su tan gratificante baño…

Kami-sama, podría dormirse perfectamente en cualquier momento…

Se recostó en el respaldo de la bañera, era tan agradable sentir el frio del mosaico en su espalda. Casi cosquilleaba, cerro los ojitos y suspiro profundamente, lo único que podía pedir en ese increíble momento era…

Un momento… unos pasos, un aroma diferente. Estaba seguro que no podía ser esa extraña muchacha de nuevo, no, ese aroma podía reconocerlo perfectamente, había dormido toda la noche extasiado con el mismo.

Sonrió juguetonamente, se preguntaba cual podía ser su límite, después de todo era un ser humano y las hormonas se lo exigirían tarde o temprano, su sexo, el instinto.

Lo sintió cada vez más cerca, hasta el sonido de su respiración y su presencia atrevida acercándose a todo lo que podía cuando lo percibió arrodillado detrás de su cuerpo; escucho la leve risita traviesa de su amado y la mano rozando su hombro derecho desnudo y su boca besando el izquierdo, para acariciar con los labios la curvatura del delicado cuello blanquecino.

-¿me extrañaste? –interrogo con un tono de voz seductor.

-ya quisieras –dijo fingiendo un tono déspota y frio.

-¿es enserio? –pronuncio depositando otro beso en su cuello junto con una leve mordida que logro provocar un temblor ligero en la piel del menor -¿y si te acompaño en este baño, me disculparlas por haberte dejado solo?

-¿Quién me crees, un pervertido igual a ti? –pregunto girando para verlo seriamente sin necesidad de fruncir el ceño.

En respuesta a ello el mayor se paró ante la mirada de su novio y se dispuso a desprender cada botón de la blanca camisa dejando a la vista su imponente torso marcado. Ante el mismo Sasuke se concentró al máximo para no mostrar indicio alguno de cohibición y mantener la misma postura indiferente y firme.

Itachi lo percibió de inmediato, su Sasuke se hacia el duro. Lentamente se fue despojando de la misma camisa dejándola caer de sus hombros hasta el suelo y se desprendió el cinturón, acción que logro sacar una repentina expresión en su morenito que no se lo esperaba, desprendió el pantalón y lo dejo caer al suelo quedando únicamente en bóxers.

Al ver los fuertes muslos, firmes y rígidos sin un rastro de vello Sasuke no pudo evitar sonrojarse un poco corriendo la mirada al agua que despedía más y más vapor.

-¿eso responde tu pregunta? –hablo el mayor burlonamente.

-usuratonkachi –emitió algo tenso en un tono apenas audible.

Vio de reojo como su amado iba en dirección a uno de los armarios que allí había y tomaba algo entre manos, más bien parecido a un increíble jarrón de vidrio compuesto repleto de frescos pétalos de rosas rojas en su interior.

No pudo evitar contener el aliento, ese miserable era un insolente con todas las palabras; se sentó con su monumental fisionomía en uno de los bordes de la bañera y tomo un manojo de pétalos en su mano para consecutivamente arrojarlas con delicadeza y vileza disfrazada en dirección al menor que no salía de su condición alucinada, hechizada, con su dulce boquita entreabierta y las mejillas matizadas ligeramente.

-dime, Sasuke… ¿quieres que entre? –pregunto con calmada voz profunda que logro hacer reaccionar al otro.

-¡¿Cómo dices?! –dijo exaltado.

-en la bañera –corrigió la extraña confusión de su pequeño acomodando el jarrón de pétalos a un lado y acabando de arrojar otro manojo de los mismos para mecer el agua tentadoramente con movimientos oscilantes de su mano -¿Qué pensabas tonto?

-n.en nada… -intento remediar tratando de alejarse un poco del cuerpo del mayor que buscaba acercarse con movimientos elegantes hacia él –lo que quiero es bañarme de una vez para poder irme al instituto –buscaba volver a su postura fría y seria, no queriendo perder el control ante aquel glorioso semental que lo estaba volviendo loco.

-bien… si así lo quieres…

-ni siquiera lo intentes.

 

…………………………………………

 

Muy lejos de allí, en un hermoso jardín, a las afueras de una esplendorosa mansión, las mariposas revoloteaban graciosamente retozando entre la variada flora impuesta de la mano de un talentoso paisajista; acompañado del piar risueño de las avecillas que se posaban enamoradas en cada rama de los esplendorosos arboles imperiales que allí residían.

Todos ellos, testigos de lo que pronto acontecería.

Pues el repentino estallido de una alarma logro perturbar la paz y la magia del momento; se podía apreciar al personal de la mansión correteando alarmadas de un lado a otro mientras que los guardias comenzaban la búsqueda imperecedera del responsable de aquel caos que tenía nombre y apellido, además de un característico y largo cabello azabache.

Desde el techo de la mansión los guardias armados con rifles buscaban incansables con sus visores a la vista de algún movimiento que lo delatara, ya todos sabían que el mismo debía estar oculto esperando el momento preciso para poner en marcha su incansable plan.

Sin embargo, parecía que ese preciso momento contaba con muy poca paciencia y estuvo a punto de lograrlo.

De un momento a otro todo se volvió muy rápido y repentino para quienes lo habían visto, atravesando el enigmático y majestuoso jardín como alma que llevaba el diablo en dirección exacta a aquel punto ciego que lo conduciría muy pronto donde el bosque se encontraba.

Grave error, no contaba con la emboscada de los guardias que se encontraban en una esquina oculta del invernadero mientras que los francotiradores que aguardaban desde el techo apuntaban con sus precisas miras en dirección a su cuerpo.

Eso era respectivamente nuevo, los francotiradores presenciaban la huida del mismo individuo de cabellera negra de los guardias que le perseguían mientras esperaban la orden para disparar.

Un simple mensaje, una simple frase en el canal de comunicación del jefe a cargo y estaba por disparar del gatillo cuando vio a uno de sus compañeros arrojarse de lleno contra aquel que no había cumplido con su objetivo.

La alarma ceso el estruendoso sonido y los francotiradores bajaron sus armas a un costado de su cuerpo de forma mecánica.

Atrapado, inmóvil bajo una llave en el suelo aguardando al señor de aquel colosal imperio que no se hizo demorar en aparecer.

-¿pero que tenemos aquí? –oían su intensa y profunda voz varonil.

La inmensa sombra de aquel hombre cubría a aquel fugitivo frustrado que apenas lo podía mirar bien por el sol detrás de su cabeza, la misma sombra ocultaba su rostro, dejando resplandecer solo la soberbia maligna con la que sonreía.

-… -permanecía en silencio con la mirada clavada en el suelo; actitud que solo molestaba al amo y señor de aquella mansión.

-nuevo plan frustrado –pronuncio negando burlonamente.

-… -tampoco respondió, sabía que eso quería, jugar con su situación y alimentar su sadismo; solo soltó un quejido cuando uno de los guardias que allí se encontraba lo alzo bruscamente del cabello para que mirara a su señor.

- la dejas difícil Orochimaru Uchiha… -siseo admirando sus facciones como solo quería verlas, en ese claro gesto de dolor –llévenlo dentro, creo que va a necesitar pensar un rato en sus acciones –finalizo alzando otra demoniaca sonrisa para darle la espalda.

Quien se encontraba en el suelo abrió los ojos desmesuradamente y comenzó a forcejear, pero apenas podía mover un musculo, lo tenían muy bien sujeto contra el suelo.

 

…………………………………………

 

Ya en el comedor de la mansión Uchiha, Itachi se encontraba sentado en un extremo de la mesa con el labio partido. El ambiente se sentía algo fastidiado por parte de ambos, era pesado y sumido en un molesto silencio.

-¿hasta cuando piensas seguir así? –pregunto el morenito menor tomando su té; el pelilargo solo le lanzo una mirada fugaz y volvió a los papeles que leía –te dije mil veces que estabas pasando la raya.

-tú eres perfecto para cortar auras románticas.

-¿romántica? –carcajeo el morenito mordiendo su pan tostado –eres un cínico –acusaba entre risas.

-apenas te toque –mascullo restándole importancia y alzando los hombros.

-¡¿que apenas me…?! –se exalto enérgicamente al oír tamaña mentira –me estaba quedando sin oxigeno e ibas a tocar mi…

Pero sin poder acabar de formular, una de las sirvientas entro al comedor haciendo que Sasuke se sonrojara furiosamente y guardara su compostura.

-el teléfono que me pidió señor –le extendió el aparato a Itachi sin cambiar su expresión fría y vacía de siempre.

-es para Sasuke –indico con un gesto de cabeza.

La chica solo fue donde el morenito y le tendió el teléfono; Sasuke la miro curioso, tenía la misma expresión de la joven que le indico su habitación. Marco el número de su casa y espero a que sonara, aunque tardo un buen rato en ser atendido.

-¡¿Quién diablos es?! –escucho el morenito la voz molesta de su padre.

-lamento haber interrumpido tu sesión de sexo –hablo escuetamente con una vena palpitando en su frente, Itachi casi se atraganto con su café.

-sí que lo hiciste, ¿qué demonios quieres? –pregunto su padre, aunque en el fondo estaba realmente preocupado.

-era para avisarte que fui secuestrado y van a robar mis órganos para venderlos al mercado negro –dijo tranquilamente sin percibir como Itachi lo observaba.

-¿te quedaste en la casa de tu novio? –pregunto pícaramente -¿usaste preservativo?

-¡¡papá!! –grito poniéndose extremadamente colorado.

-¿no usaste preservativo? –pregunto solo para tomarle el pelo, ciertamente sabía que Sasuke estaría completamente sonrojado.

-¡¡tú usa los malditos preservativos maldición!! –le grito cortando la llamada de inmediato escupiendo fuego por la boca –maldito viejo pervertido –mascullo volviendo a su té.

Al alzar la mirada vio a Itachi observándolo con desconcierto y a la chica con la boca abierta.

-como sea… hoy no iras a la escuela –anuncio con su típica expresión estoica.

-claro que lo hare, y luego iré a almorzar con las chicas, se los prometí ayer –anuncio para ver el cambio en su amado moreno que lo veía con el ceño fruncido.

-esas rubias están locas, no lo harás –hablo firme y decisivamente.

-no me das ordenes –le desafío con la mirada.

-vas a salir conmigo –hablo con voz inquisidora y profunda –luego iremos a cenar y volveremos a casa.

-voy a ir al instituto, luego iré a cenar con las chicas y al final del día iré al partido del usuratonkachi de Naruto.

-¡no iras a ver a Namikaze, te lo prohíbo! –dijo alzando la voz haciendo enfadar al menor furiosamente.

-¡tú no me prohíbes nada! –le corto levantándose de la mesa y yendo a buscar sus cosas para marcharse.

Itachi se levanto presurosamente para ir tras su prometido, cuando logro alcanzarlo en la sala de estar para atravesar el pasillo que dirigía a la habitación escucho unas voces completamente características y sujeto al menor para esconderlo dentro de una estantería.

-querido sobrino –escucho el moreno mayor cuando se vio “solo” en ese sitio esa voz tan falsa que tanto detestaba.

-Tobyrama Senju –respondió secamente.

-¿ya viste los papeles que te envié?

-los vi por pura consideración con mi tío ya que él me lo ha pedido, pero ya te dije que no iba a hacer ninguna sociedad contigo –aclaro serio.

Desde su sitio oculto, Sasuke oía todo a la perfección.

-… -el peliblanco daba vueltas observando pensativamente los cuadros a su alrededor, además del decorado; solo sonrió de lado –eres muy considerado con mi esposo, piensa en él cuando recapacites.

-no hay nada que recapacitar, no hare ningún trato contigo.

-¿sabes, no eres el único que piensa en Izuna a la hora de hacer tratos conmigo?, yo también lo hago antes de hacerlos contigo –el moreno alzo una ceja, ese bastardo ya venía con un haz bajo su manga.

-¿de qué diablos estás hablando Senju? –pregunto cortante.

-no fuiste el único en mi lista de posibles socios muchacho –dijo destilando veneno, Sasuke solo estudiaba sus facciones soberbias y seguras –están… los Uzumaki por ejemplo.

Ante ello Itachi solo se mantuvo callado, casi podía sentirse un cambio en su estado de un segundo al otro; mientras que a Sasuke el nombre le comenzó a picar, pues de algún lado se le hacía conocido.

-no serias capaz –hablo finalmente –dijiste que pensabas en mi tío.

-y lo hago, por eso mismo he concurrido a ti antes que a ellos –dijo con una sonrisa de victoria –bueno, ya conoces a la hermana mayor del grupo –decía haciendo referencia a la jefa del clan.

-esa mujer…

-exacto… sé que la conoces, es ella muy generosa con sus contratos.

-no serias capaz –repetía aunque en el fondo sabia que ese hombre era más que capaz de hacer un trato con ella.

-oh, ¿no lo seria? –pronuncio tentadoramente.

-… -simplemente lo miro fijo –miserable escoria.

-piénsalo nuevamente, sería lo mejor –finalizo para poder marcharse con la satisfacción de dejar al otro con el cargo de conciencia.

Itachi solo lo vio marchar, cuando el Senju se desvaneció Sasuke salió del mueble mirando a su amado con aquella gran incógnita.

-¿de qué estaba hablando ese hombre Itachi? –pregunto sin reprimir una sola palabra.

-de… nada –emitió perdido en sí mismo -¿sabes? Creo que sí deberías ir a la escuela –finalizo la conversación aun perdido en sus pensamientos.

-¿Qué? –exclamo desencajado –ahora ya no quiero ir, quiero que me digas…

-lo dejaremos para después –anuncio tomando su teléfono en manos y marchándose velozmente.

Una vez solo, Sasuke frunció el ceño y se dirigió molesto hasta la sala donde estaban sus cosas, las tomo y se marcho firme saliendo de la mansión con gran molestia, esa relación con Itachi no le estaba gustando del todo, siempre con tantos secretos y esas cosas que ya le estaban comenzando a irritar. Seguramente sería mejor que lo dejaran todo por la paz.

Salió de la mansión, no esperaba tampoco un auto que lo llevara a su casa, nadie estaba ahí para servirle a él; camino hasta el portón y los guardias le abrieron la puerta tranquilamente, como si vieran a un sirviente mas. Camino lejos rezando para no perderse, mirando hacia todos lados intentando recordar el recorrido del auto que tantas veces había visto, por las calles las personas lo miraban de arriba abajo como si vieran un pobre cualquiera vistiendo ropa de rico, quizá algún presente de algún viejo multimillonario del vecindario.

Miraba las tiendas, había cientos de ellas, las clásicas que despiden un aroma dulce cuando pasas por la puerta de entrada, al ver los precios solo pudo reír por lo bajo, cada prenda podía costar más que su propia casa.

Los clásicos riquillos que le pasaban por al lado cuchicheaban entre ellos y se reían de su aspecto y su forma de caminar humilde, no pudo evitar cruzarse con algunos compañeros de clase que simplemente le estrellaban el hombro a propósito pasando muy cerca de él, otros, los más atrevidos le silbaban y se detenían en la mitad de la calle formando un estrecho corredor con sus cuerpos solo para dejarlo pasar entre ellos mientras le decían cosas vulgares y groserías.

-el muerto de hambre quiere estar a nuestra altura –hablo una de las chicas que paseaba con un perrito caro en su bolso mientras iba enganchada al brazo de otra estirada.

-¿no me digas que ahora tendremos que ver tu horrible cara por aquí también? –pregunto otra de las chicas que iba lentamente en su deportivo rojo descapotable con todas sus amigas.

-¡Uchiha! –le grito uno de los del equipo de futbol -¿ahora ofreces tus servicios a domicilio?

Era el colmo, iba a darse vuelta para responderle cuando un impresionante auto se estaciono ante él un Citroën Survolt con acabados en rosa y la ventanilla de atrás baja, era Temari que asomaba su rostro por la misma.

-sube –dijo de inmediato abriendo la puerta y haciéndose a un lado.

El moreno no se hizo amago en pensarlo dos veces, se subió sin decir una sola palabra y la chofer arranco de inmediato.

-te lo agradezco –dijo algo avergonzado.

-no es nada Sasuke-kun –oyó Sasuke la voz de Ino desde el volante; levanto el rostro de inmediato sorprendiéndose enormemente.

-¿Ino-san? –su voz se oía algo sorprendida -¿señora Hyuga? –hablo al percatarse que  en el asiento del copiloto una morena de fieros ojos perla miraba hacia un costado.

-hoy es mi día libre –respondió la rubia mayor.

-deberíamos hacerles una demanda a esos bastardos hijos de perra –hablo la morena en tono severo -¿Cómo pueden sus padres permitir semejante barbarie?

Sasuke pudo ver como Ino miraba seria y disimuladamente a su hija por el vidrio del retrovisor, mientras la joven escondía su mirada con su propio flequillo rubio, ocultando su vergüenza.

-descuide señora Hyuga –hablo sintiéndose algo intimidado por aquella destemplada abogada que miraba con indignación a los compañeros de su única hija –es algo completamente normal.

-¡¿Cómo dices que esto es algo completamente normal?! –dijo alterada mirando hacia atrás causando algo de temor en aquel moreno y en su hija que salto de repente –la discriminación es ilegal, ¿cómo puede mi hija mezclarse con esa clase de gentuza? –repetía con indignación.

-es desconcertante –completaba Ino mirando a su hija por el espejo retrovisor –pero estoy muy segura que nuestra hija no es como sus compañeros, ¿no es verdad Temari? –decía mirándola seriamente, viendo como la rubia menor miraba con arrepentimiento a Sasuke y un gran dolor en su corazón.

-no madre… -musito recordando la reprimenda que la misma le había dado cuando se entero lo que le hacía a Sasuke, solo que su madre Hinata no lo sabía.

-por supuesto que no –reafirmo la Hyuga cruzada de brazos –así que ya lo sabes Sasuke-kun, si esto sigue así no dudes un segundo en llamarme que les pondremos una buena demanda a todos y cada uno de ellos.

-lo recordare señora Hyuga –dijo para tranquilidad de la morena con una sonrisita nerviosa –es usted muy amable.

-ni hablar –respondió restándole importancia con un ademan, vieron como llegaba al trabajo de la morena y la misma se preparaba para bajar, por lo que primero se dio media vuelta para saludar a los dos más jóvenes y a su esposa antes de bajar dejarlos a los tres sumidos en un silencio de verdad incomodo.

Llegaron al instituto y Temari se bajo luego de recibir la rotunda indiferencia de su madre que ni siquiera le dirigió una mirada o se preocupo por saludarla dejando a ambos solos.

-hasta luego Ino-san, y de nuevo gracias –dijo dedicándole una genuina sonrisa, es decir, él no estaba acostumbrado a ese tipo de tratos.

-hasta luego Sasuke-kun –le hablo cariñosamente mientras despeinaba sus cabellos –aprende mucho.

El morenito solo asintió para salir finalmente, Temari lo esperaba, sus compañeros afuera los miraban con algo de desconcierto, sabían que con Temari no podían meterse, principalmente por temor más que por respeto ya que la misma no solo era la capitana del equipo de porristas, sino porque una de sus madres era la mejor abogada graduada de Harvard y la otra, heredera de una reconocida industria automotriz y había sido corredora de F1 aunque nunca nadie la había visto, ni sabían cómo era o la conocían por obvias razones; es decir, verlos caminando juntos era por demás inesperado, ambos iban a la par, Sasuke solo la miraba cada tanto ignorando las miradas de todos los curiosos.

-no tienes que hacer esto –le susurro por lo bajo sin que nadie escuchara.

La rubia ni siquiera lo miro, con lo que su madre Ino le había dicho le había dejado bien en claro la clase de basura que era y lo decepcionada que estaba por su actitud y esa forma de ser, eso le había dado los medios para recapacitar sobre los hechos y por suerte del destino, cambiar cuanto antes.

Entro siendo ignorado por todos, al parecer había algo más importante desde cierto punto del salón; a solo unos pasos de su banco pudieron percibir como el rubio lo ignoraba olímpicamente mientras hablaba con sus compañeros de equipo.

-hoy venceremos a esos maricas hermano –hablaba Kiba eufóricamente mientras el resto del salón se veía conmocionado y ansioso.

El rubio parecía una estrella de cine con su típica postura de “hombre perfección” por el cual las chicas y otros chicos morían; tenía una sonrisa de lado bastante altanera.

-y lo mejor de todo es que tendremos un admirador en primera fila –hablo el Kankuro dirigiendo sus afilados ojos maliciosos en dirección a cierto azabache.

El salón entero lo miro de repente, las chicas lo fulminaron con la mirada y otros chicos lo miraron con burla y un deje de lujuria.

-será divertido, ¿no Sasuke? –dijo la rubia mirando seriamente al resto del salón, el Namikaze especialmente no le prestó atención.

-… -no sabía que responder, no quería estar ni un centímetro cerca de Naruto.

-que sea un amuleto de la suerte en ese entonces –carcajeo Kiba y le guiño el ojo al Uchiha, Temari solo frunció el ceño, pues el castaño no se intimidaba, su padre y Hinata Hyuga eran grandes colegas de trabajo y poseían cierta rivalidad entre ellos –¡nuestra mascota! –presento señalando teatralmente al moreno ante el salón.

Los demás chicos del equipo de futbol comenzaron a reír, solo Naruto se veía imparcial sonriendo a las chicas que suspiraban por él.

-todos sentados –ordeno llegando Asuma-sensei, el profesor de historia.

-todos menos mis muchachos –indico llegando el entrenador tras el profesor.

Los jugadores exclamaron un alarido de victoria mientras el profesor Asuma rodaba los ojos.

-necesito un permiso firmado por el director si quieres… -iba a refutar cuando Gai-sensei saco un papel como de debajo de la manga, lo tenía perfectamente preparado.

-todo en orden –dijo tranquilamente el entrenador mientras le tendía el dichoso papel que Asuma tomo en manos y se dedico a ojear con sumo cuidado –considera que esto es completamente necesario si queremos conseguir la victoria esta noche, ¡aunque en ellos resplandece la llama de la juventud, por lo que la victoria está completamente garantizada! –exclamo apasionadamente haciendo una pose exagerada y ridícula ganándose el consecutivo aplauso y silbidos de los demás alumnos del salón.

-como digas –asumió dándose por vencido mientras se situaba en su asiento.

Los jugadores se marcharon por fin, pero al pasar por su lado no pudo faltar lo evidente, el Namikaze le arrojo un pequeño papelito al moreno que cayó sobre su regazo, una evidente nota que el profesor no percibió.

Simplemente la guardo en su bolsillo, ni siquiera tenía ganas de leerla, ¡Que el rubio se fuera al diablo!

Comenzó a prestar atención, sentía que ese sería un largo día, aun no acababa, ahora ni siquiera quería ir a ese dizque partido de porquería, si fuera por él que todos perdieran y se fueran al carajo.

Habían pasado las horas y el receso había comenzado, Sasuke recordó que apenas si había desayunado correctamente por lo que escucho rugir su estomago de repente un individuo se poso enfrente de su escritorio.

-vamos a la cafetería –le invito Shikamaru despreocupadamente viendo como Temari les aguardaba desde la puerta con los brazos cruzados ignorando a sus supuestas amigas que la miraban interrogantes.

-no es preciso –aseguro con una nerviosa sonrisita, lo que menos quería era que aquellos que comenzaban a demostrarle amabilidad salieran perjudicados por verlos juntarse con alguien como él.

-insistimos –hablo finalmente Temari con aquella inusual voz tranquila y natural.

-de verdad –reafirmo recordando cómo no traía un solo centavo encima –estoy algo mal del estomago, no me apetece nada de comer –mintió viendo al moreno alzar los hombros.

-como gustes –comentó marchándose junto con la rubia.

Se quedo allí completamente solo leyendo un libro intentando ignorar el sonido de su estomago cuando su celular comenzó a sonar de repente, era un número desconocido, aunque como era lógico debía estar relacionado con Itachi ya que nadie más tenía su contacto, ni siquiera él lo sabia; era un mensaje: // dijiste que iríamos a almorzar teme-ttebane, te estamos esperando afuera//

Es decir… ¿ttebane? Solo había escuchado a una persona empleando esa muletilla y además el característico diminutivo “teme”, muy obviamente seria Neruko, él les había prometido ir a almorzar, quizá estaría Dariana también.

Necesitaba un consejo y seguramente con esas chicas podía hablar, ellas eran muy buenas con él. Se levanto algo presuroso, de cualquier forma no tenía la más mínima gana de seguir allí, luego de la espectacular presentación de Kiba y Kankuro lo único que podía esperar era que lo intimidaran en el baño y lo acorralaran en algún corredor, además aun no le habían insinuado nada por haberlo visto en aquel barrio de ricos y seguramente sus compañeros se estarían quedando con las ganas.

Al llegar afuera, se alegro de que no hubiera nadie que pudiera verlo, aunque en el pasillo muchos chicos le hayan arrojado papeles y lo hubieran insultado logro llegar sin ninguna secuela; las chicas se encontraban ahí, estaban vestidas con su típica ropa de trabajo por lo que llamaban mucho la atención de las personas que circulaban en la vía pública.

-¡¡Sasuke-kun!! –exclamo Dariana alargando la ultima silaba con mucha dulzura extendiendo sus brazos para estrecharlo en ellas y volver a asfixiarlo con sus voluminosos pechos.

Al detenerse ante ellas el moreno se mantuvo algo recatado temiendo ser ahogado, la otra lo interpreto por lo cual decidió interceder ante él.

-Dari-chan, recuerda lo que te dije –hablo Neruko, la otra solo hizo un puchero ante la sonrisa zorruna de su prima.

-te prometí que lo controlaría –le recordó con ambas manos en la cintura.

-entonces bien.

Dariana se acerco al morenito y lo abrazo cariñosamente llenando sus mejillas de besos, desde el día anterior había practicado mucho con almohadones para poder abrazar a Sasuke sin recibir reprimendas de los demás.

-te extrañamos mucho Sasu –dijo comenzando a excederse de a poquito con el gran cariño que sentía por él –Susaki y Gaath-chan también querían verte pero Neruko no las dejo –anuncio disculpando a las otras que no podían estar ahí, sin percibir que comenzaba a estrujar un poco mas fuerte al menor.

-alguien tenía que cubrirnos –justifico rodando los ojos.

-n.no hay… problema –formulaba comenzando a forcejear para liberarse.

Al percibirlo la rubia lo soltó y le tomo de la mano acción ante la cual Sasuke se puso bastante nervioso e incomodo.

-eh.. prima… –advirtió Neruko mascando chicle con la boca abierta como acostumbraba para causar fastidio en los otros.

-oh, lo siento Sasuke-kun –se disculpo con una risita nerviosa mientras lo soltaba.

-¿A dónde vamos? –pregunto curioso.

-descuida, será una sorpresa.

-lo único que pido es… -iba a hablar cuando Dariana coloco el dedo índice en su boca para hacerlo callar.

-es una invitación Sasuke-kun –inquirió la misma con una expresión que advertía no aceptar reproches.

-jamás he salido con una chica a comer… jamás –ratifico.

-pues nosotras jamás hemos salido con un chico tan lindo –revalido Neruko guiñándole el ojo haciéndolo sonrojar, mientras carcajeaba victoriosamente -… jamás –repitió como burla.

-además Neruko tiene vales por platillos gratis –afirmo Dariana con una expresión invicta haciendo que Sasuke y Neruko casi se fueran de espalda.

Sasuke suspiro profundamente viendo el local al cual entrarían, era bastante simple y tenía un aspecto bastante tradicional, que para su sorpresa era un restaurante de ramen. Neruko por su parte parecía ver brillar sus ojos, estaba completamente feliz, por lo cual Sasuke no dijo absolutamente nada.

-pero miren nada más, si son mis dos clientes favoritas –alago el hombre detrás del mostrador.

-Teuchi, Ayame, preparen sus mejores platillos que esta vez venimos acompañadas –anuncio Neruko dejándose caer cómodamente en una de las sillas de una mesa vacía.

No habían muchas personas, pero los que allí se encontraban miraban a las chicas con mucho interés, en especial a la rubia de cabello mas oscuro que no paraba de sonreír como si posara para las cámaras; Sasuke lo percibió, sabiendo aun así que ellas los ignoraban se dedico a sentarse y sonreír al hombre tras el mostrador quien le sonreía amistosamente.

-es un placer muchacho –pronuncio el hombre haciendo una respetuosa seña con la cabeza.

-igualmente –respondió imitando la cortesía.

-¿hoy también vienes con vales Neruko-chan? –pregunto el hombre graciosamente viendo como la chica comenzaba a desesperarse mientras buscaba locamente dichos papelitos.

-sí, sí, solo espera un segundo –buscaba con una expresión exasperada.

-descuida, los platillos se están preparando –hablo el hombre con una gotita de sudor resbalando por la comisura de su frente.

Sasuke y Dariana reían al ver como Neruko se despojaba de su chaqueta de tela y abanicaba como si no hubiera nadie allí viéndolos, la situación era demasiado cómica.

-¡¡estúpidos papelitos, quiero ramen!! –exclamaba furiosamente.

-Dariana-san –le llamo Sasuke a la rubia mientras la otra seguía con su intensa búsqueda.

-dime Sasuke-kun –respondió con su clásica dulzura, algo torpe.

-¿alguna vez has estado confundida…? -intentaba buscar las palabras adecuadas para expresar su situación; la chica lo miraba curiosa -bueno… con respecto a… un chico –preguntaba con un ligero sonrojo en sus mejillas.

Ella supo de inmediato a lo que iba, por lo que su expresión cambio drásticamente a una más seria y centrada sin abandonar su sonrisa amable.

-entiendo a lo que te refieres –respondió suavemente -¿quieres un consejo?

-así es… -afirmo con timidez.

-de hecho, no soy la persona indicada para darte un consejo… -indico algo apenada –pero si sugerencias, dime que te inquieta pequeño.

-veras… Itachi me ha confesado que está enamorado de mí –confeso sintiendo como su corazón palpitaba con gran fuerza.

-eso es muy lindo –expreso con un tono bastante agudo y emocionado tomando sus blancas manos.

Por su parte Neruko había procedido a quitarse los zapatos de tacón altos y golpearlos contra el suelo completamente ajena a aquella situación.

-¡quiero ramen! –exclamaba iracunda por su propia y desgraciada situación.

-dime Sasuke-kun, ¿Qué es lo que atormenta de todo esto? –pregunto con mucho interés y algo de desconcierto.

-¿aparte de que Neruko-san acabara quitándose toda la ropa en público? –murmuro sarcástico antes de volver al tema -es que… -hablaba pensativo -… tengo miedo.

-entiendo… -musito -¿sabes?, quizá lo hayas escuchado muchas veces pero, cuando cosas así suceden a veces en bueno enfrentar nuestros temores, nunca sabrás si será bueno o malo si permites que ese miedo solo te domine, quizá pueda volverse una gran aventura –hablaba con un tono bastante comprensivo.

-o un gran infierno.

-no sabrás si no lo intentas –respondió al instante, sin vacilaciones –dudo que quieras pasar el resto de tu vida preguntándote el clásico “qué seria”.

-he pasado toda mi vida cerrando mi corazón a las personas, no quiero bajar la guardia y que en la mas mínima oportunidad alguien vuelva a abandonarme –dijo perdido en sí, en un mar de pensamientos –le temo al sufrimiento.

-si te aferras a estancarte en un charco, jamás conocerás el mar –dijo apretando aun mas su blanca y delicada mano, haciendo alusión a aquel dicho popular.

-¡¡lo encontré!! –exclamo Neruko completamente despeinada alzando los vales por ramen gratis mientras los presentes la veían y Teuchi reía amistosamente.

-eso estuvo cerca Neruko-chan –decía recibiendo los tan esperados papelitos mientras su hija llegaba con los platillos recién preparados.

-los había ocultado en mi sostén porque tenía miedo de perderlos, ttebane –carcajeaba con una mano detrás de su cabeza algo avergonzada por haberlos olvidado.

Dariana reía simuladamente mientras Sasuke tenía sus ojos como platos y la boca desencajada, no creían que ella hubiera sido capaz de revelarlo a los cuatro vientos tan deliberadamente.

-buen provecho –decía la mesera colocando los tres platos ante cada comensal.

-bien Sasuke-kun, ¿Qué decías? –hablo de repente Neruko viendo como a ambos les resbalaba una gota de sudor por la comisura de la frente.

-solo me platicaba sobre Itachi-san –disimulo Dariana viendo como Sasuke comía su plato algo forzadamente.

-oh si, Itachi-san –hablo con un tono sugerente Neruko mirando a Sasuke con una expresión zorruna –apuesto a que es muy celoso.

Esa expresión solo le había podido recordar a Naruto, Sasuke casi se ahoga de repente al recordarlo.

-ah.. si, lo es –recordó.

-¿Qué harás esta noche Sasuke-teme? –pregunto Neruko mientras devoraba de manera poco femenina su adorado ramen.

-iré al partido de mi instituto –musito con fastidio –los idiotas me nombraron su amuleto de la suerte, si pierden porque no estoy dirán que es mi culpa y harán de mi vida un calvario, además el dobe dijo que esperaría encontrarme allí, no quiero que piensen que no cumplo.

-¿iras solo? –preguntaron algo preocupadas.

-espero que no, quizá invite a Deidara –dijo pensativo.

-¿el Dobe, Deidara? –hablo sugestivamente Neruko con inofensiva perversidad, de a poco comenzaba a volverse fastidiosa.

-Deidara es como mi hermano –aclaro tranquilamente –siempre ha estado ahí para mí –de repente su expresión cambio –al contrario del dobe que es el idiota número uno en el mundo.

-si es un idiota, ¿Por qué te preocupa lo que piense? –volvió a preguntar Neruko ahora con curiosidad.

-… -lo pensó un momento –no lo sé…

-mucha suerte Sasuke-kun, aunque me preocupa un poco si llegasen a perder.

-descuida, por lo que sé nunca pierden.

 

…w29;•*a02;O●•w29;.•w29;჻•w29;.•Oa02;w29;.჻w29;•●•*a02;w29;…

 

Esa noche…

 Ciertamente lo había pasado muy bien con las chicas, sin embargo se había entretenido más de lo esperado, fue a casa de Deidara y el que abrió fue Sasori.

-buenos días Sasuke-kun –saludo el pelirrojo.

-querrás decir buenas noches –corrigió entrando sin ser invitado, no hacía falta.

-Dei no está –hablo de inmediato el pelirrojo cerrando la puerta.

-¡¿Qué?! –se exalto de inmediato –oh no… -se lamento -¿ahora quien ira conmigo al partido?

-bueno, esta noche Dei tenía entrenamiento hasta muy tarde por lo que volverá como en la madrugada, recuerda que tiene una importante pelea…

-lo sé, lo sé –musito de repente desplomándose en el sillón de la sala –lo había olvidado, soy un idiota.

-¿vas  aun partido? –le pregunto aproximándose aun mas y poniéndose en una posición de completo interés.

-mi instituto jugara contra una institución pública –decía con fastidio y cansancio –no tenía ganas de ir solo.

-¡oye!, ¿Por qué no vas con mi hermanito? –sugirió de repente –debo confesarte que estoy muy preocupado, él está algo decaído y deprimido, no tengo ni idea de por qué, no ha querido decírmelo.

-bueno… Sasori-san –titubeaba el moreno –sabes que Gaara y yo no somos buenos amigos –le recordó con algo de obviedad.

-lo sé… -susurro –solo creo que tu amistad podría hacerle bien Sasuke-kun, Gaara es mi hermanito y solo quiero que este bien, no me gusta verlo así.

-lo invitare si eso quieres, pero no te garantizo buenos resultados.

-entonces suerte –le guiño el ojo viendo como el moreno se levantaba y subía las escaleras a la planta alta donde la habitación del menor.

Al llegar ante la puerta de la recamara toco prudentemente.

-¡ya te dije que estoy bien Sasori, solo estoy cansado! –escucho el moreno aquel exasperado grito.

-soy Sasuke –dijo escuchando del otro lado como el pelirrojo menor se levantaba veloz y abría la puerta un poco.

-¿estás aquí? –pronuncio extrañado.

-eso parece –respondió burlonamente viendo como el otro abría del todo la puerta y caminaba al interior esperando que el moreno fuera tras él.

-¿Cómo has estado? –dijo metiéndose nuevamente en la cama.

-¿Cómo estás tú? Sasori-san está preocupado por ti –informo sentándose en el borde de la misma viendo como el otro solo se cubría hasta el cuello con las sabanas.

-sé que lo está –murmuro con tristeza en su mirada -es mi hermano pero no tengo el valor para mirarlo a la cara después de lo que sucedió.

-lo que sucedió no fue tu culpa –trato de levantarle el animo a pesar de no llevarse bien, solo podía sentir compasión por aquel chico.

-… -al oír aquello trago pesado recordando la verdad –Uchiha, aun no te he agradecido lo que has hecho por mí, ¿Cómo podría compensártelo? Te debo mucho.

-ve conmigo al partido de esta noche –propuso con algo de seriedad, ciertamente él no era así, jamás le cobraría nada a nadie porque las cosas las hacía con el corazón pero simplemente la situación era más que propicia –no iré solo, y Sasori-san me lo pidió.

-… -lo miro fijamente y un temor le abordo -… no puedo –corrió la mirada al suelo.

-te lo estoy pidiendo, no lo hagas por mí, sino por tu hermano –murmuro conservando la misma postura fría.

-… -lo pensó detenidamente, iba a responder que no cuando vio al moreno levantarse sin darle importancia y comenzar a marcharse -¡está bien! –exclamo alzándose un poco sobre sus piernas deteniendo el andar del moreno -… solo no quiero estar con nadie más –expuso lo cual llamo mucho la atención del Uchiha.

-tus amigos estarán ahí… -le recordó, ellos querrían estar con Gaara -tu novio –dijo haciendo alusión a Naruto.

-no me interesa nadie, y en cuanto a Naruto… -dijo con la mirada al suelo –solo olvídalo…

-como quieras, te espero abajo.

 

…………

 

Al cabo de unos minutos, Gaara y Sasuke estaban listos, el pelirrojo simplemente se puso ropa más discreta para no llamar la atención de nadie y una gorra negra para ocultar un poco el flamante color de su cabello, simplemente llevaba su típico maquillaje con sobra negra en los ojos, algunos aros y pendientes para no perder el estilo y ropa oscura, como era evidente de marca. Sasuke iba vestido algo parecido, solo que un poco mas ataviado con algunas prendas que Sasori le insistió que vistiera combinando perfectamente los colores azul y negro.

En el camino fueron conversando, permitiéndole así a Sasuke descubrir que aquella persona no eran tan mala como parecía, que incluso Shikamaru no había sido quien escribió aquello sobre Sasuke en el baño de varones y que había sido incriminado por alguien cuya identidad fue omitida, Gaara lo sabía, él estaba con Naruto el día que el mismo rubio escribió eso.

Llegaron al estadio, la cantidad de gente que allí había era algo nunca antes visto, la secundaria contra la que jugarían era de una secundaria pública con reputación de poseer los mejores jugadores y tantos estudiantes que las aulas estaban sobrepobladas, entre ellos varios vándalos y personas de mala reputación; personas de muy bajos recursos acudían a esa institución mientras que por parte de la suya, la escuela era por demás prestigiosa y solo los hijos de los más adinerados acudían ahí, y bueno… él era una pequeña excepción.

En resumen: seguridad absoluta.

Los millonarios no estaban dispuestos a poner en riesgo la integridad de sus hijos y herederos por un simple partido de futbol americano colegial, por lo cual se habían tomado las máximas medidas de seguridad posibles.

Ambos se cruzaron con varios grupos de chicos que solo se limitaron a silbarles y gritarles groserías y vulgaridades, mas siguieron con su camino como si nada hubiera sucedido.

Al llegar a la boletería el mismo sujeto le hizo una seña a otro que se aproximo a los muchachos en la fila y se disculpo con el pelirrojo que ya tenía su boleto en mano.

-te esperare del otro lado –le dijo Gaara al moreno que lo veía extrañado.

-está bien, ya te alcanzo.

-¿Sasuke Uchiha? –pregunto el hombre cuando lo tubo apartado de la demás muchedumbre.

-soy yo –respondió con timidez, el hombre se veía de importante fisionomía, era alto y musculoso, casi parecía un guardaespaldas, pero más temible.

-soy un guardia de la familia Namikaze, el señor me ordeno que lo dejara pasar, que su entrada esta paga –le hizo saber con un tono neutro ante la mirada desconcertada del joven.

-no aceptare nada de ese usuratonkachi –exclamo ofendido.

-él dijo que si se ponía difícil que no lo dejara entrar, y que si no lo veía en los asientos que reservo para usted que luego lo lamentaría –dio el mensaje manteniendo el mismo tono de voz.

-… -el moreno lo vio con un amargo sabor –está bien, gracias por avisar.

-también pregunto si leyó la nota que le dio esta mañana –dijo ahora formulando una expresión que Sasuke no supo identificar.

-n.no… -recordó -¿era importante?

-no lo sé señor, no me lo ha dicho –dijo comenzando a marchar donde la entrada –además me pidió que le avisara que lo espere al final del juego, que él lo llevara a su casa –recordó notando el escueto asentimiento por parte del menor.

Sasuke lo siguió, y luego de que el sujeto le diera el numero de los respectivos asientos paso sin necesidad de pagar entrada lo cual hizo que el bullicio allí comenzara, tanto por parte de sus compañeros de instituto como por los del contrario, quienes se veían aun mas furiosos proclamando amenazas malsanas lo cuales de inmediato fueron expulsados de allí por los resguardos. Por su parte Gaara no dijo nada, simplemente se hizo el desentendido y siguió su camino buscando sus lugares.

Como era evidente se habían ganado las miradas de muchos varones allí dentro, y como era tan tarde decidieron no pedir nada de comer.

Se sentaron, a la vista de muchos de sus compañeros que se extrañaron enormemente al ver al moreno con un chico tan bello que solo algunos pudieron reconocer como Gaara, mas al sentir de lejos su extraña aura optaron por no acercársele.

Enseguida había comenzado toda la ceremonia anterior al partido, las animadoras se veían muy entusiasmadas, así como las del equipo contrincante, las mascotas, y así hasta que entraron los jugadores.

Las chicas del instituto se volvieron completamente locas al ver allí dicha cabellera rubia, refulgentes ojos azules y aquella matadora sonrisa que casi las desmaya. El mariscal de campo, o mejor conocido como Naruto Namikaze.

El mismo entro al campo como todo un héroe mitológico, parecía un gladiador, quien con mucho interés dirigió su mirada al público y le envió una sonrisa conquistadora a su precioso neko y zorrito que habían ido a verlo; se sentía como un dios, con sus respectivas concubinas allí apoyándolo. Las chicas que estaban alrededor creyendo que aquello había sido para ellas se alzaron de sus asientos clamando un grito de emoción.

Al rato el partido dio inicio, claramente Sasuke no conocía muy bien el juego por lo que simplemente se dedicaba a ver hacia todos lados, y en especial a la estrella del momento quien lo sorprendía con sus increíbles habilidades y destrezas, al punto de sentir una nimia chispa de envidia.

Veía a Gaara decaído, seguramente no tenía muchas ganas de estar ahí porque posiblemente se había peleado con Naruto, pero al ver el gesto que el rubio les envió solo pudo pensar que eran para el mismo y seguramente se reconciliarían. Quería decirle algo, algo como lo que Dariana le había dicho a él pero no sería lo mismo, no tendría sentido. Sería ridículo aconsejar a alguien que lo torturo durante la mitad de sus años en aquel instituto.

Veía al publico a su alrededor entusiasmado, gritando y animando así como las porristas y la mascota del campo, la muchedumbre estaba eufórica; jamás había asistido a un partido de esos, solo a los que iba con Deidara cuando lo invitaba, los cuales quizá hayan sido dos o tres y en los mismos estaba el maldito Naruto con ellos, por lo que ciertamente prefería que Deidara lo llevara a ver boxeo.

Veía a la gente levantarse de sus asientos y gritar enloquecidos, seguramente por el enorme aparato que marcaba los puntos y el tiempo, Sasuke pensó de inmediato que seguramente su equipo estaría anotando muchos más puntos que el equipo contrario.

Sabía que al final ganarían, de inmediato comenzó a aplaudir cuando la gente saltaba de la emoción dejando en claro la poca costumbre que tenia de ir a los partidos y ser tan ajeno a dicho deporte, o de otra forma, demasiado aburrido como para elevarse del asiento y vociferar a los vientos lo feliz que se encontraba por estar allí.

Gaara comenzó a reír de inmediato, haciendo que Sasuke se sintiera realizado de cierta forma.

-eres un tonto Uchiha –bromeo amistosamente entre risas sinceras, sin una pizca de maldad que acostumbraba y el moreno pudo presenciar una sonrisa más hermosa que las que aquel idiota solía aparentar.

-al menos ya no tienes esa cara de adstringido –respondió de la misma forma comenzando a hacer más animado el clima entre ellos.

Todo se volvió mejor de inmediato, haciendo que el tiempo pasara más aprisa mientras aquellos dos en quienes comenzó a florecer una clase de amistad se unieran al gentío y festejaran con cada anotación, haciendo que el pelirrojo se liberara y olvidara por un momento todas sus preocupaciones y desgracias.

Sasuke se sentía vivo, alegre, jamás creyó una situación parecida con aquel chico que casi llego a odiar y con quien ahora gritaba por el regocijo y enajenación del momento. Sintió como en un instante su mente se tele transporto al interior del campo de juego, donde podía incorporarse en las pieles de cada jugador que reñía con ímpetu para conseguir la victoria, saboreando esa adrenalina que fluía como una droga por su sangre, transitando sus venas, llenando su corazón.

Hubo un claro de curso en el cual el rubio se detuvo a mirar al público y allí vio con deleite como su hermoso moreno le arrojo un beso alentador al mismo tiempo, cosa que debió interpretar de otra forma a lo que sonrió triunfante y extasiado.

Solo eso necesitaba para finalizar ese partido de la manera que todos esperaban, quizá sus rivales era buenos, pero él era mejor.

……

Paso el tiempo todo había concluido con la evidente victoria de la institución privada de Konoha, y cuando todo parecería terminar bien, un altercado entre los jugadores de ambos equipo comenzó a disputarse acabando disuelta  por parte de la policía republicana y los guaridas de seguridad, así también con algunos de los espectadores que formaron grupos para iniciar una querella que fue evitada ágilmente.

-¿tomamos un taxi? –pregunto alegremente Gaara a Sasuke.

-de hecho Naruto me pidió que lo esperara, supongo que él nos llevara a casa –dijo con resignación.

-¿nos? –recalco con algo de temor -… y.yo… no tengo deseos de ver a Naruto… -titubeo desviando la mirada viendo como el mismo se encontraba a lo lejos con sus compañeros de equipo con los que bromeaban y celebraban.

-Gaara, ¿está todo bien? –pregunto algo preocupado al ver el repentino cambio de actitud del pelirrojo.

-yo me iré –dijo de inmediato con la voz algo tímida tratando de disimula temor notando como el rubio lo miraba con ojos depredadores desde lejos –nos veremos luego.

Vio a Gaara marcharse velozmente en el primer taxi que paro ante ellos, pero cuando iba a detenerlo para que no se fuera sólo sintió una presencia a su lado.

-¿te gusto el juego? –fue la voz de Naruto que hablaba profundamente a su lado, con una sonrisa altiva de Casanova.

-estuvo bien –respondió escuetamente mirando firmemente a esos ojos gélidos de zafiros afilados –solo quería decirte que no tienes ningún derecho de pagar mi entrada, y aun menos de amenazarme –pronuncio molesto recordando los ofensas, indirectas e impertinencias que escucho de las demás personas que estaban en la fila.

-… -el rubio solo sonrió forzadamente –vamos al auto –respondió como una petición.

El moreno solo se dejo llevar al estacionamiento donde vio a un grupo de idiotas del equipo contrario que pasaron metiéndose con ellos, solo que no había guardias cerca.

-¡esa fue la perrita que paso gratis! –exclamo uno de los sujetos, eran cinco, Naruto lo fulmino con la mirada, esos tipos parecían pandilleros.

-y para colmo es la prostituta del bastardo que nos hizo perder –exclamo otro.

-no te vez tan rudo ahora, ¿o no bastardo? –siseo malignamente el líder de aquel grupito que parecía ebrio -¿Por qué no nos dejas jugar con tu putita?

Como respuesta el sujeto solo recibió un puñetazo en su horrible rostro que lo hizo escupir algo de sangre, sus amigos vieron con bastante temor el infierno en los ojos de aquel sujeto, Sasuke solo se aferro de su brazo para evitar que se fuera sobre los demás como parecía procurar.

-¡¡déjalos Naruto!! –exclamo suplicante aferrándose de su brazo –solo son unos idiotas –justifico desesperadamente, recordando lo que había sucedido con Itachi en aquel baile y lo que había sucedido con Mangetsu.

De inmediato los demás tomaron a su amigo de los brazos y huyeron rápidamente, Sasuke tenía razón, solo eran un grupo de idiotas que quizá no tendrían nada mejor que hacer y se sentían frustrados, pero la mirada de Naruto lo asustaba. Podía jurar que veía una tonalidad rojiza en aquellos iris, no… no podía ser, seguro era el cansancio pero era imposible, eran casi rojos y estaban inyectados en malicia pura.

Noto de repente aquellos ojos sobre él y se estremeció, sintió como su muñeca fue apresada y arrinconado contra la camioneta del blondo.

-¡¿es verdad lo que dicen?! –exclamo fuera de sí, como si su actitud hubiera cambiado de un instante al otro aun con aquel tono en sus ojos.

-¿d.de que estás hablando Naruto…? –pronuncio temblando levemente por el temor causado en ese momento.

-¡¡dime que no es cierto!! –escucho la demandante e iracunda voz que le hablaba muy cerca de la cara, con aquel amargo aliento a tabaco chocando contra su boca y nariz.

Sus muñecas eran aprehendidas fuertemente a cada lado de su cabeza, casi podía sentir su circulación cortarse por la fuerza con la que era sujeto.

-n.no se de qué me hablas Naruto –balbuceaba algo tembloroso, se veía sorprendido, su respiración se agitaba.

-¡mi padre me ha dicho que eres de alguien más!, ¡no me mientas que no lo sabes! –hablaba iracundo. Por el fuego que ardía en sus venas, encolerizado, lleno de ímpetu atestando el corazón de su Uchiha con gran terror.

-me estas lastimando Naruto –decía con una expresión de sufrimiento intentando librarse del agarre en sus muñecas.

-lo hare si me mientes –amenazo con los dientes apretados haciendo más presión sobre las finas articulaciones.

-es verdad –confeso objetivamente –Naruto me duele –se quejaba para ser soltado y sujetado con nueva violencia de la solapa de su camiseta.

Cara a cara, el rubio aspiro el dulce aroma a tentación de su azabache condenado, su manzana prohibida y se dedico a devorar sus labios bajo la pequeña lucha que intentaba librar el otro.

La saliva fugitiva se escapaba por la comisura del moreno que luchaba vanamente mientras su aliento era sustraído por aquella bestia poderosa y rubia de ojos peligrosos y fieros, que intentaba succionar su alma a través de su inofensiva boca.

El aire faltaba, el semental desesperado corrompía sus labios con exaspero y sin paciencia, enterrando su lengua fresca con el más puro gusto y el soplo fuerte de macho en su inocente cavidad bucal, sondeando con recelo intentando a toda costa dejar su marca en la boca mas carnosa y jugosa de su moreno hasta que se detuvo.

-no tienes ningún derecho –hablo entre jadeos cansinos el Uchiha.

Sin responder siquiera el blondo lo sujeto con fuerza de la muñeca que aun sostenía y lo metió en la camioneta mientras el moreno intentaba contener su culpabilidad, mentalizándose que no había sido su culpa, sin darse cuenta de lo que ahora sucedía ni que era obligado a sentarse en el asiento del copiloto. Agitadamente seguía respirando, recordando inquietamente como sintió tan vivaz ese fuego en el blondo, esa llama lacerante y oscura que solo despide el veneno pérfido de un depredador voraz; quien acecha su territorio, y marca cada presea desdichada a su paso. Cual conquistador que no admite derrotas.

¿Cómo vería ahora a Itachi a los ojos?, ¿Cómo lo había visto en todo ese tiempo que el rubio le robaba besos?

Solo se dio cuenta cuando Namikaze se sentó en su asiento y prendió el motor, tenía miedo, ni siquiera podía preguntar si lo llevaría a casa o lo asesinaría por algún lugar en el camino, porque con esa aura era lo que le daba a entender.

El otro solo comenzó a emprender marcha sobre el camino sin pronunciar la más mínima palabra.

Al cabo de unos minutos habían llegado a la casa del moreno, Sasuke no dijo nada, solo se mantuvo cayado, lo único que debía hacer era abrir la puerta y entrar a su casa para arrojarse en su cama y no pensar en nada. Solo tenía que mover su cuerpo, su hogar estaba ahí.

-¿… Naruto? –deseaba reclamarle, deseaba insultarlo, deseaba que le dijera algo; odiaba ese silencio agónico en el que se había sumido el desengaño y la insidia.

-¿estás enamorado de ese hombre? –indago el adonis fríamente con la mirada al frente y sus ojos ocultos por el flequillo dorado.

-… -retuvo el aire con expectativa –…si.

 

 

Continuara…

Notas finales:

Antes que nada, lei como 300 veces el capitulo antes de subirlo xD jajajajaja, tengo las neuronas fritas de tanta bioquimica e histologia asi que esto me reconforta!! amo escribir para ustedes.. A LO IMPORTANTE:

Como habran leido en la primera nota (si lo hicieron) comente que los siguientes capitulos estan escritos :D bueno, los siguientes dos, pero en fin, sepan que sigo pendiente de los otros fics en lo que la facultad me lo permite y para mi fic de El Pago por la Liberta de mi Hijo y el de Armas, Traiciones y Pasiones estan llegando a los capis desicivos xD pero quiero asegurarme bien antes de subirlos, temo muchisimo desepcionarlos asi que los subire cuando pueda y este segura!!!

Por favorrrrrr dejen reviewwwwws!!! saben que son mi motor cuando escriboooo, adoro entrar a mi cuenta y saber que me escribieron y asi porder contestarles.

LA SEMANA QUE VIENE ESTARE SUBIENDO LA CONTINUACION!!

jeje, es que tengo dos examenes, asi que levanten sus brazos y manenme mucha fuerzaaaa ♥

que pasen hermoso *o*

y que el yaoi este con ustedes...

HASTA LA SEMANA QUE VIENE n.n (que hermoso suena)

REVIEWWWWWWSSSSS!!!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).