Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Amor Oscuro por yaoistamoon

[Reviews - 104]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Muchisimas gracias por los mensajeeeeeeeeeesssss!!!!! Me hicieron sentir tan feliz y motivadaaaaaa para seguirrrr ♥ tambien a las personas que leen y espero me escriban para saber su opinion n.n sujerencias, y lo que sea :D

Iba a esperar hasta mañana para subir el capi pero no resistia mas xD salve un examen ayer y me fui al cine a ver "El destino de Jupiter" de la alegria que tenia, pelicula que me gusto, no la trama romantica pero bue, se a las personas normales si les debe gustar jajajaa xD

Edite las faltas de ortografia, si se me paso alguna disculpen por favor!!!!!

La semana que viene subo la contiiiiii :D

 

A leer...

Tres semanas habían transcurrido. Tres arduas y dificultosas semanas donde había tenido que soportar la insistencia de su padre que no paraba de preguntarle acerca de su novio, en cada detalle, quería saberlo todo acerca de ese hombre que había podido flechar a su pequeño trocito de hielo.

Pero algo había cambiado, después de aquel día, cuando fue con Itachi a presentarse al consejo de ancianos muchas cosas habían sido diferentes, sin mencionar que después de aquel momento en el auto del rubio cuando aquella pregunta había sido formulada, al día siguiente el mismo lo había comenzado a tratar de forma más fría y distante; ya no le hablaba, no cruzaban palabras, ya no lo molestaba, tampoco lo veía tan seguido, faltaba frecuentemente, los amigos del rubio tampoco se le acercaban y a pesar de eso las molestias en la escuela no cesaban cuando lo veían solo.

Por otra parte las cosas con Itachi  habían cambiado mucho, había descubierto en él un lado que logro prendarlo e intrigarlo, era fascinante en todos los aspectos, tan diferente a tantos otros hombres, tan especulativo y salvaje que aquello había logrado cautivarlo con más fuerza, despertando una sensación implacable que se manifestaba en cada detalle, cada noche que cenaban juntos, cuando salían cada tarde en las que le hacía compañía en la empresa descubriendo que ya no quería ser abogado, sino contador o quizá economista, era bueno en los números y con Itachi lo había descubierto; ese hombre, tan masculino y poderoso lo estaba enamorado.

Cuando le robaba besos hambrientos que lograban despertar el instinto humano, el hambre sexual solía llegar hasta el sillón con incontinencia y acariciarse sobre la ropa, claramente no lograban pasar de aquello. Sabía que eso hacia sufrir al mayor, ya que por su parte no le importaba demasiado, él jamás había llegado a nada más que aquello con nadie, podía seguir esperando un poco más.

Debía admitir que le gustaba, saber que aquel hombre era suyo lo deleitaba y removía, cuando oía las palabras sinceras de su boca su corazón estremecía y cuando le hablaba cálidamente al oído, su cuerpo se conmovía con delirio, aunque lo disimulaba, podía resistir, no alimentaria el ego del contrario confesándole que le causaba deseo.

También se había hecho amigo de las parejas de los socios de su amado, lo invitaban a salir, iban a bailar, al cine, incluso habían descubierto que era pobre y aun así no lo trataban diferente. Era muy agradable, la pasaban muy bien juntos.

Su vida iba viento en popa.

Además se había comenzado a llevar bien con Gaara, Shikamaru y Temari, con quienes ahora almorzaba en la cafetería de su instituto, teniendo en cuenta que los mismos se habían separado completamente de sus antiguos amigos para estar con él.

Pero algo que no ignoraba el morenito, era que ese día, todo cambiara de cierta forma.

¿Se había resignado? Bueno, había tenido un mes entero para aprender a resignarse y los días se volvían cansinos y torturantes mientras planeaba las palabras exactas con las que enfrentaría a su padre y le contaría la verdad.

Esa noche sucederían cosas, en primer lugar se celebraría la fiesta para conmemorar la unión de las empresas Uchiha y Namikaze hace ya tantos años; esa noche seria publico su compromiso, y debía advertirle a su padre antes de que la bomba estallara en la alta sociedad, delante de los socios de su amado, y delante de los padres de sus compañeros de escuela, además de varios compañeros de trabajo de su padre.

Ahora mismo estaba llegando a su casa junto con Gaara en el auto de Temari, en cuya casa las cosas habían mejorado muchísimo, Ino se veía más amable y menos rígida, ya que había vuelto a correr en F1, y abandonado su empleo de chofer.

-¡hey Sasuke! ¿Qué harás esta noche? –pregunto la rubia sobre su regalo de cumpleaños, un Lamborghini Veneno rojo.

-bueno… -vacilo –iré… a una fiesta.

-¿la de los Uchiha-Namikaze? –indago la rubia rodando los ojos, Sasuke asintió.

–también nosotros –hablo el pelirrojo alzando sus hombros.

-¿quieres que pasemos por ti? –ofreció amistosamente.

-descuida, si no voy con mi padre iré con mi novio –recordó pensando en vos alta con algo de fastidio al más puro estilo Shikamaru, sin recaer en que los chicos no sabían de aquel detalle.

-no sabíamos que tenías novio Sasuke –sugirió la rubia con voz juguetona haciendo reír al pelirrojo.

-¿es guapo? –le siguió el juego Gaara.

-lo conocerán esta noche –comento Sasuke haciendo un guiñe a sus amigos.

Se despidieron, Temari se fue en su auto y Gaara a casa de Deidara donde su hermano seguro estaría, el pelirrojo tampoco había vuelto a cruzar palabras con Naruto, lo evitaba, se ocultaba de él.

Entro a su casa, en ella se encontraba el señor Namikaze besando a su padre cariñosamente sobre el sofá de la sala, sabía que al rubio se le pasaban las manos de vez en cuando por lo que interrumpiría antes de que llegaran más lejos, adoraba interrumpir a aquel par de pervertidos.

-esta noche voy a tener que reprimirme para no decirle a todos que eres mío –decía el rubio apasionado, el moreno mayor reía.

-confío en tu fortaleza –hablo Fugaku para aproximarse a besar sus labios cuando…

-consíganse un cuarto –pronuncio secamente el menor haciendo que su padre saltara del regazo de su rubio para caer a un lado con la piel erizada cual gato.

-¡¿desde hace cuanto estas allí Sasuke?! –exclamo con una mano en el pecho respirando agitadamente, casi lo había oído maullar.

-si estás en ese estado es porque pensabas hacer algo indecente y no esperabas a que yo llegara –menciono maliciosamente con una mirada felina.

-¡¡mocoso pervertido!! –exclamo el moreno mayor ante su rubio que reía debido a la situación y por su moreno furiosamente sonrojado –creía que estarías con tu chico misterioso, o con tus amigos.

-¡¡ustedes son los pervertidos!! –refuto también sonrojado -¿y si quería traer a mis amigos a la casa y los encontrábamos copulando?

-tienes razón Sasuke-kun –calmo la situación en rubio con una gentil sonrisa, ese chico era algo cómico con sus palabras tan sutiles –solo nos estamos comportando como unos adolescentes, discúlpanos por favor.

-descuide Minato-san –dijo ahora un poco avergonzado.

-apuesto a que aun no lo has hecho con tu novio, de otra forma estarías con él en este momento –comento ahora el rubio maliciosamente como venganza por haber cortado su momento romántico cuando estaba a punto de devorar a su amado quien reía a carcajadas.

-¡eso no les incumbe en absoluto! –respondió completamente abochornado por la zorruna expresión del rubio.

-¿lo conoceremos algún día? –pregunto ahora el moreno mayor burlonamente.

Ahora Sasuke se había puesto más serio, llamando fuertemente la atención de los mayores. Parecía pensativo, sabía que debía hacerlo, había estado todas esas semanas ensayando lo que iba a decirle a su padre y nada podía salir mal.

Fugaku y Minato se miraron extrañados, ahora más serios y solo vieron al menor aproximarse al sillón de enfrente y sentarse respirando algo profundo recordando lo que diría:

“-Padre, mi novio es el líder del Clan Uchiha, de quien estoy profundamente enamorado y con quien me voy a casar mediante la aprobación de los ancianos del clan y con quien algún día tendremos hijos” –era perfecto eso diría. ¡Estaba listo, lo diría!

-padre… -comenzó –me voy a casar con un anciano del clan que me hará muchos hijos.

-¡¡¿Qué?!! - los adultos tenían los ojos como platos, Fugaku estaba a punto de desmayarse y Minato de saltar de su asiento en busca de esos malditos ancianos enviciados cuando el menor trato de corregir torpemente.

-¡¡no, no!! –se apresuro a corregir -¡fue un error, fue un error!

-¡¿acaso estás loco?! –exclamo Fugaku a punto de levantarse para zarandear a su niño cuando Minato lo detuvo de inmediato.

-¡¡lo ensaye tanto para nada!! –exclamo Sasuke cubriéndose protectoramente la cabeza con sus delgados brazos.

-¡tranquilo Fugaku, deja a Sasuke-kun explicarse! –proclamaba el rubio apaciguando los instintos asesinos de su moreno.

Luego de que Fugaku se hubo calmado, Sasuke vio con infinita gratitud a Minato y se acomodo mejor para explicarse.

-n.no fue lo que quise decir… -trato de corregir el menor viendo el infierno en los ojos ónix de su padre.

-por favor Sasuke-kun, explícate mejor –pidió con un tono completamente paternal y preocupado.

-tienes un minuto –sentencio el Uchiha mayor emanando odio al pensar que uno de esos odiosos y miserables ancianos podría estar pretendiendo a su niño.

-fue una confusión, me pusieron nervioso –aclaro en seguida –etto… él… es alguien que los dos conocen.

Ahora los mayores estaban completamente confundidos, Sasuke solo espero a que su padre se calmara y luego pensó en seguir.

-¿es alguien de la escuela? –pregunto apresuradamente Minato tratando de hacer más liviano el ambiente, aun sentía tensión entre ambos morenos.

-descuida amor –le calmo Fugaku a Minato al percibir sus intenciones –ya estoy calmado.

Fugaku se dio cuenta al instante que si Sasuke se lo decía estando Minato ahí era porque seguramente la identidad de aquel misterioso hombre lo iba a volver loco.

-bien… -continuo el moreno menor viendo a los mayores que lo veían atentamente, seria ahora o nunca, expondría toda la verdad de una vez por todas –es alguien que… en un principio no creí querer jamás, él y yo somos completamente diferentes pero… me ha demostrado que es una buena persona, jamás había conocido a alguien como él… -intentaba continuar.

-sin rodeos Sasuke –le corto el discurso Fugaku.

-¿dices que yo lo conozco? –indago Minato ansioso y algo tensionado.

-es Itachi… Uchiha…

Sasuke solo vio a su padre ponerse de pie más blanco que un papel, Minato estaba en shock. El aire estaba estático, el menor aterrado y los adultos no cabían en su asombro.

-… debí imaginarlo, todo esto es mi culpa, si tan solo hubieras tenido un mejor ejemplo… -musitaba Fugaku que desvió la mirada y marcho a su habitación, no tenia deseos de ver a su hijo ahora, solo quería pensar.

Fue cuestión de un segundo para que a Sasuke comenzaran a resbalársele las lágrimas de los ojos, esperaba un grito, un regaño, deseo incluso que lo hubiera golpeado por insensato pero nunca una reacción así.

Sentía que lo había decepcionado.

Lo siguiente que sintió fue un peso extra en el sillón donde estaba y una mano que se posaba sobre su hombro, al girar la cabeza en la misma dirección, vio al Namikaze que no había corrido tras su amado, sino que se encontraba ahí para darle fortaleza.

No lo resistió mas, se apoyo en el pecho del rubio y comenzó a desahogar toda esa tensión con la que había cargado durante esas últimas tres semanas.

-tranquilo –susurro el rubio acariciando suavemente aquellas morenas hebras de cabello.

Solo podía sentir las lágrimas que no dejaban de fluir, y de cierta forma sentía que se había deshecho de un gran peso que cargaba encima y que ya no soportaría más, ahora no sentía esa opresión en el pecho que laceraba con fuerza, ahora era diferente.

-M.Mina…to-san… -sollozo haciendo que el rubio solo lo estrechara con las fuerza entre sus fuertes brazos.

-hablare con él –anticipo la inquietud del menor.

-no quiero que mi padre me odie… -se lamento ocultando su rostro en el pecho de aquel hombre.

-él no te odiaría jamás –le dijo gentilmente tratando de calmarlo –solo está preocupado por ti.

Dejo al menor llorar hasta que sus lágrimas se apaciguaron, trayendo como consecuencia inverosímiles hipidos mientras se separaba descubriendo su sonrojado rostro empapado en llanto.

El rubio tomo un pañuelo en manos y limpio sus ojos como si fuera un niño pequeño, así lo veía, como si fuera su propio hijo, ya que con Naruto jamás había tenido la oportunidad de tratarlo tan dulcemente.

-gracias Minato-san… -hipo viéndose bastante dulce sonriendo a aquel hombre que amaba con locura a su padre, y que ahora lo ayudaba tanto.

-¿estás enamorado de ese hombre? –pregunto el rubio con algo de seriedad, sin parecer duro, mas aquellas palabras hicieron a Sasuke recordar aquel día en el auto de Naruto.

Si era amor o no… no lo sabía, no podía asegurar algo que él desconocía tanto. Pero no tenía más opción debido al trato, y a sus propios sentimientos en conflicto, pero si lo quería, lo ilusionaba, lo apasionaba, lo tenía prendado y eso no podía negarlo, aquel moreno le gustaba y mucho; adoraba sus besos, sus caricias, sus abrazos, le enamoraban sus manos, sus ojos negros, su cabello largo, su intensa voz y esa manera tan estúpida que tenia de ser, arrogante, ególatra, egoísta, fuerte y temerario.

-… si –pronuncio de repente, con un tono que al rubio no logro convencer.

-eso espero… -respondió desviando la mirada pensativo.

-¿usted lo conoce bien? –pregunto buscando mas referencias de su amado, era su oportunidad para desahogar aquella duda que lo torturaba.

-¿me preguntas si conozco bien al hombre que dices amar? –interrogo con desconfianza, percibiendo una mentira oculta tras todo aquello, ese “algo” que sabia a Fugaku preocupaba, eso que lo hacía desconfiar.

-usted dijo que conocía a sus padres… -recordó desviando la mirada, recordando aquellos cuadros -… a él no le gusta hablar de ello… no sé explicarlo, es algo que me inquieta un poco.

-… -Minato enmudeció de repente -… los conocía, su padre y yo habíamos ido al mismo instituto cuando éramos jóvenes, incluso a la misma universidad, era un hombre como ya no los hay, honesto, responsable, sacrificado.

-¿y… su madre…? –recordó la mayor de sus intrigas, entonces vio el rostro moreno del rubio algo pálido, y sus ojos algo apartada de su mirada.

-¿su madre Sasuke? –se apresuro nerviosamente, tragando pesado.

-se ponía muy molesto cuando se lo mencionaba, usted sabe que yo nunca tuve una madre Minato-san… –confeso con algo de dolor en su pecho.

-no debería ser algo que te abrume tanto… -menciono incomprensible, era evidente que él no podía sentir esa clase de malestar –no todas son como piensas, ni como las muestran en los cuentos de hadas.

Ese comentario hizo que Sasuke se sintiera un poco contrariado e invadido, no le había gustado como había sonado aquello, era obvio que aquel hombre no comprendía su tristeza, su madre había destruido la relación de su abuelo con el abuelo de Naruto, Tsunade Senju, aquella jueza de ojos ambiciosos.

-solo fue una pregunta discreta –informo algo molesto -… no sé cómo esa señora puede poner tan nerviosos a todos –dijo con el ceño fruncido, ¿había sido tan mala persona la madre de Itachi?

-si tanto te inquieta debería ser algo que le corresponda decirte, ¿no lo crees? –dijo ahora con una postura algo severa, levantándose del sillón dirigiéndose a la habitación de su moreno; el menor se veía con una actitud poco razonable.

Sasuke vio al Namikaze ir tras su padre, seguramente creyendo que él solo era un chiquillo malcriado que no sabía lo que hacía. Se levanto algo frustrado y decidió salir de su casa, tomo su celular en manos y pensó en llamar a Itachi, cancelar todo, ya estaba algo harto; se sentó en las escaleras de su casa y veía a las personas pasar, contemplando aquellos rostros despreocupados y tranquilos.

-¿quieres dar una vuelta? –escucho Sasuke aquella voz.

Al girar su rostro vio aquella aparición que le hizo sentir un fuerte deja vu. Era su amado, tal y como lo había visto aquella primera vez, en aquella precisa noche donde su vida torno aquel giro inesperado como jamás imagino.

Su cabello estaba suelto, así lo adoraba el menor, su ropa era sumamente casual y su expresión era tan natural como siempre, notando lo hinchado de aquellos dulces ojos que veneraba, advirtiendo que Sasuke había llorado.

-Itachi -susurro casi desorientado, se veía más guapo que de costumbre, con aquella chaqueta de cuero negra y su playera blanca, su colgante con la insignia de su clan y aquello gens desgastados –mi padre…

-lo sé -menciono con aquel tono neutral –vine a hablar con él.

El menor estaba mudo, las manos le temblaban, temía por lo que podía pasar, Itachi se veía tranquilo e impasible, con el cuerpo recostado calmadamente contra la pared y las piernas cruzadas despreocupadamente.

-él… él no…

De inmediato la puerta fue abierta del golpe sobresaltando a la pareja, era Fugaku quien tenía el ceño fruncido y fulminaba con la mirada al moreno pelilargo allí presente; tras él se encontraba Minato de brazos cruzados contra el barandal de las escaleras y la mirada seria.

-entra –hablo el mayor de los Uchiha con entonación austera.

Los enamorados se vieron entre ellos y luego Sasuke indago en la mirada del rubio Namikaze que iba tras su moreno a la sala; Itachi solo movió su cuerpo, paso por su lado y le envió una mirada despreocupada, provocando que el mismo fuera tras él.

-… -el clima era de completa tensión.

-toma asiento –indico el moreno mayor.

Itachi así lo hizo, con Sasuke a su lado temiendo lo peor, tomando la mano de aquel y apretándola fuertemente, sintiendo que las lagrimas se le saldrían mientras su amado se veía tan natural.

-yo quisiera… -pensó en comenzar a defender Sasuke cuando vio la expresión de su padre, como si lo hubiera descubierto absolutamente todo.

-silencio Sasuke –le cayó de inmediato, reconociendo que estaba siendo algo severo con su niño, quien seguramente sería totalmente ignorante a toda aquella oscura verdad -…ustedes no pueden estar juntos –decreto tajante, de pie ante la chimenea donde se encontraba aquella hilera de fotografías.

-claro que podemos –refuto Itachi con su típica postura arrogante, con neutralidad en su voz –estoy profundamente enamorado de su hijo, y pienso poner el mundo entero a sus pies con tal de hacerlo feliz –siguió su relato con profunda naturalidad.

-¿Qué pretenden de todo esto? –pregunto de inmediato Fugaku sin concebir lo que acababa de oír -¿Qué clase de farsa es esta?

-no se trata de ninguna farsa –se apresuro a decir el menor causando aun mayor desconfianza en los mayores.

-¿Cómo fue que conociste a este hombre Sasuke, me dices? –interrogo Fugaku con los ojos entrecerrados dirigidos a Itachi –nada de esto me cuadra, quiero saber toda la verdad.

-Fugaku –le freno Minato, advirtiéndole que se estaba pasando, que Sasuke aun no comprendía el verdadero motivo de su malestar y su desaprobación.

-de hecho… -comenzaba a blandir el moreno empresario –no hay mucho detrás de todo esto, cuando conocí a su hijo no pude simplemente sacarlo de mi cabeza, me volvía loco de solo pensar en los impedimentos que existían y no nos permitían estar juntos, por lo que no tarde demasiado en pedirle que saliera conmigo, nos conocimos, nos enamoramos… aquí estamos –relato sin una pizca de romanticismo sino bastante metodología.

-¿aseguras acaso no conocer a mi hijo de antes? –continuo Fugaku con una sonrisa completamente maliciosa, no iba a permitir que aquel mocoso le ganara –no me agradas, no me gusta tu rostro, ni confío en tus intenciones –advirtió con desconfianza -¿sabes que mi hijo es un Uchiha tatuado de raza?

-yo se lo dije padre –mintió Sasuke recordando que Itachi lo había descubierto cuando lo filmaba –¿Por qué no apruebas nuestra relación? Cuando supiste que estaba saliendo con alguien no te opusiste -emitió yendo donde el mayor y viéndolo de frente.

-sabes que no confío en este sujeto –confeso haciendo el ambiente aun más tenso –apuesto a que declino de la demanda porque ya estaba interesado en ti desde antes –emitió desconfiado el moreno.

-Fugaku –le calmo el rubio con precaución en su voz, su amado no tenía como comprobar aquellas palabras.

-es la verdad Minato –afirmo colérico –es lo que pienso.

-bueno… -comenzó a hablar Itachi –puedo garantizarle que mi relación con su hijo es real, a diferencia de sus dramáticas conjeturas, es más, esta noche será presentado ante toda la sociedad y lo nuestro será publico… Sasuke Uchiha, novio del líder del clan Uchiha, ¿Cómo se vería eso en la primera plana?

Fugaku estaba desconcertado, Minato por su parte se lo había esperado. Sasuke vio a su padre voltear en dirección a los retratos familiares y luego alzar la mirada al símbolo de su clan que reposaba sobre la chimenea.

-¿entonces es eso –musito el Uchiha mayor pensativo –es eso lo que sucederá hijo?

-… -Sasuke se mantuvo algo cauto –lo es.

-bien, pueden marcharse entonces –sentencio sin la menor intención de mirar a su hijo a los ojos.

-no puedo comprender porque reaccionas de esta forma –hablo Sasuke con preocupación, sabía que Fugaku no solo estaba desconforme, sino en contra, y de cierta forma los estaba echando de la casa –no eres razonable.

-Sasuke… -hablo Minato calmando la situación –quizá sea mejor que nos veamos mas tarde.

-… -no lo creía -¿estoy siendo echado de mi propia casa? –indago con dolor en su pecho, y la angustia en su garganta donde se creaban los confinados lamentos.

-no –respondió su padre algo áspero –solo no tengo deseos de verte por ahora.

-antes quiero que me digas si te estoy decepcionando –pidió apretando su corazón en la mano.

-… -lo pensó –si estoy decepcionado de alguien es de mi mismo –hablo con completa sinceridad haciendo que su hijo se sintiera inmensamente culpable –soy el único culpable del mal ejemplo que ahora sigues… -Minato bajo la cabeza.

Sasuke solo lo vio como si la historia se repitiera pero ahora él era el bastardo que lo abandonaba, ¿estaría cometiendo ahora lo mismo que su madre?

¿Hasta dónde apretaría el zapato? Se mordió el labio inferior, él no podía faltar a su palabra, adoraba a su padre y por ello no podía olvidar su trato con Itachi, aunque ese mismo lo obligara a cometer aquella falla imperdonable.

Se dio media vuelta, esperaría a que las aguas se calmasen, así no podía resolver las cosas, Itachi le esperaba en la puerta de entrada y su padre ya le había dicho que se marchara, dándole a entender que no tenia deseos de verlo en ese mismo instante.

Sabía que si forzaba la situación las cosas saldrían mal, no podía tratar de solucionar todo cuando las cosas estaban tan calientes; y reconoció al instante que aun no sabía toda la verdad.

Camino tras Itachi, lo dejaría todo por la paz mientras podía.

………….

No tardaron en llegar a la mansión Uchiha, solo tomaron un taxi, ninguno tenía deseos de caminar o hablar nada al respecto, las cosas se harían como lo tenían planeado y nada podía salir mal, aunque ahora todo estaba resultando más complicado de lo esperado.

-traigan el traje de Sasuke –ordeno de inmediato.

El menor estaba decaído, ya no le importaba que Itachi lo vistiera a pesar de que era algo que odiaba, se sentía mal por lo sucedido con su padre por lo que fue calmadamente al sillón blanco estilo Luis XV.

Enseguida los empleados comenzaron a llegar con diversidades de prendas todas de marca de diseñador.

-Armani –indico una mujer enseñándole el traje extremadamente formal con corbata –y en blanco –indico señalando el otro que no tenia corbata.

¿Qué diablos le importaba a él la jodida marca? Era estúpido suponerlo, pero Sasuke, esa chica estaba cumpliendo su trabajo, ella no tenía nada que ver en aquel problema.

-sin corbata –indico Itachi con una mano en su barbilla –… no son lo tuyo –hablo solo para provocarle molestia, ya que de una forma inexplicable él adoraba provocarlo –y el blanco… mi novio no usara algo como eso… -sonreía con malicia.

Los empleados descartaron los que si tenían, además del blanco y la variedad se redujo a dos.

-Carolina Herrera –indico otra enseñándole uno que constaba de una chaleco con un saco negro azulado con un pantalón del mismo color y una camisa debajo en color azul Francia -… y sin chaleco –indico uno que constaba simplemente del saco y el pantalón negro azulado y debajo una remera escote V del mismo color azul que la camisa del anterior -… ¿señor? –le llamo al ver que el menor la ignoraba.

-… -apenas los miro de reojo –no me importa.

-¿Cómo que no te importa Sasuke? –pregunto hastiado de la actitud difícil de su morenito, sentía que podía golpearlo por ser tan caprichoso.

“No me importaría vivir en la calle mientras mi padre no me odie”, pensó con amargura.

-con chaleco –indico Itachi con el ceño fruncido.

Tomo al menor de la mano y manoteo el traje para llevarlo a rastras a la habitación que era de Sasuke, el otro solo se dejaba conducir, ignorando el camino hasta que estuvo dentro del mismo cuarto que recordaba le había sido cedido.

Lentamente el mayor comenzó a despojarlo de su ropa con una expresión de ira, fue entonces cuando reacciono de golpe alarmándose completamente.

-¡¿estás loco?! –exclamo furiosamente alejándose del mayor.

-no estás cooperando –justifico sus acciones de inmediato fulminándolo con una mirada amenazante y dándole un empujón, haciéndolo caer sobre la cama -¡pareces un maldito niño consentido!

-yo no quería dejar a mi padre en aquellas condiciones –explico con amargura en su voz -… no me lo perdonaría si…

-¿si te odiase? –pregunto con ira en su voz hablándole a escasos centímetros -¿no debería ser ese amor entre padre e hijo algo incorruptible? –pregunto arrojando el traje encima.

-no puedes comprender lo que sucede –refuto irascible.

-¡¿Por qué?! –exclamo irritado -¿Por qué no tengo padres?

-… -estaba mudo, olvidando de repente ese pequeño detalle que lo hizo sentir miserable.

–vístete, nosotros tenemos un trato… no creo que quieras que tu amado padre termine en las calles por esa tontería.

Itachi había dado por zanjada la conversación dejando al menor con las palabras en la boca y marchándose de allí a paso irascible, azotando la puerta al salir. Se sentía devastado, todo el mundo tenía razón… todos, en cada cosa, en el más mínimo detalle.

Tomo el traje entre manos y lo observo, no recordaba antes haber tenido algo tan caro entre manos, conocía la marca, las chicas en su instituto solo alardeaban por tener cosas provenientes de ese diseñador, bolsos, perfumes, ropa y esa vez le tocaba a él vestir con aquellas prendas.

Fue despojándose de su ropa tranquilamente revisando los bolsillos para evitar que las cosas se cayeran y perdieran, allí encontró la notita que el rubio le había escrito, el dizque papel estaba aun doblado, lo abrió finalmente:

f6;f6;“no permitiré que seas de otro hombre, será mejor que cuides tu espalda”f7;f7;

No le dio importancia, el rubio era idiota, además, ya no le había vuelto a hablar después de aquella noche en el auto, y esa nota le había sido entregada muchísimo antes.

Se dio un baño ligero, se vistió y coloco un poco del perfume que había sobre el tocador, peino su cabello y simplemente se redujo a salir calmadamente de allí.

Esa noche seria agotadora…

 

;*:;*:;*:;*:;*:;*:;*:;*:;*:;*:;*

 

. .,. .Noche que cubre con su manto de sombra y perdición la vida de sus mártires aquejados. Noche de lamento, noche de penumbras abrumadas. .,. .

 

Todo se reducía a una esplendorosa y magnifica velada donde los mayores medios de comunicación comenzaban a soterrar sus raíces en lugares específicos, declarándose dueños de los mejores ángulos donde tomar las mejores tomas, los presentadores engalanados con sus mejores etiquetas, para presentarse ante la estampa de las mayores organizaciones, socios, accionistas y empresarios reconocidas a nivel mundial; también habían concurrido varios de los trabajadores de las respectivas empresas celebradas.

El lugar estaba más que peripuesto con la mejor presentación, digna de aquellos multimillonarios encaprichados con tanto lujo, pero bien, no todos los días se celebraba la unión de las empresas que se encontraban en la cumbre de la conquista financiera, y solo los mejores invitados estaban ahí.

Apenas habían llegado uno de los anfitriones, Minato Namikaze llamando inmensamente la atención de todos los presentes a quien las cámaras se le habían encimado como moscas sobre un charco de almíbar; dejando atrás a ciertos individuos quizá no tan llamativos para la prensa, los cuales eran Deidara y Fugaku.

Las personas comentaban, algunos con malicia, otros no tanto; los trabajadores de la empresa Namikaze simplemente no pudieron decir nada, respetaban demasiado a aquel moreno que conocían tan bien. Por otra parte, los multimillonarios solo podían sentir envidia por aquel rubio a quien seguramente pertenecía aquel bellísimo y radiante moreno; despampanante, todos lo deseaban, mas aquel solo permanecía con aquel porte serio y frio alejando a todos los pervertidos que lo codiciaban en silencio.

-este lugar está repleto de pirañas –hablo Fugaku a Deidara que respondió con una risita cómplice.

-así parece –alegó viendo alrededor.

Al notar a Minato comprendieron que el mismo se veía bastante entusiasmado prestando breves declaraciones a los periodistas por lo que no los necesitarían allí, se dieron la vuelta dispuestos a marcharse cuando oyeron de repente como un magnifico auto llegaba a la gala y todos volteaban las miradas en dirección al mismo.

-¡ha llegado Itachi Uchiha! –exclamo una de las corresponsales con emoción.

Vieron el vehículo abrirse y efectivamente allí había llegado el tan esperado joven heredero y se detenía a la espera de alguien que no se animaba a bajar; las personas miraban atentas, el Uchiha las ignoraba esperando a que su acompañante se dignara a acompañarlo, pero no parecía poder hacerlo lo cual creó gran expectativa y cuchicheos.

En seguida se acomodo el traje, pronuncio unas pocas palabras y tendió una mano que fue correspondida por otra más fina y alba, entonces los murmullos y los estallidos de los flashes comenzaron a hacerse presentes.

Al ver la hermosura de aquel joven que bajaba con la celebridad del momento los periodistas no tardaron en indiscretamente aproximarse a la joven y perfecta pareja que parecía no querer hablar, fueron apartados por los guardaespaldas mientras Minato acababa de prestar declaraciones y disculpar la poca amabilidad de su socio.

Fugaku vio como su hijo se veía más que hermoso, mientras que por su parte Deidara no cavia en su asombro, se sentía de cierta forma traicionado, como mejor amigo, y como eterno enamorado del moreno menor.

Cuando ya estuvieron todos dentro, vieron como Itachi se iba con un sujeto de cabello blanco dejando a Sasuke con un grupo de jóvenes demasiado bien vestidos y elegantes.

Claro que ese grupo eran las parejas de los socios de Itachi, el grupo de Haku, Karin, Sai, Rin y Neji, mientras tanto el magnate iba a hablar con el marido de su tío, Tobyrama Senju.

-causaste un revuelo, todos te veían –hablaba emocionado Haku quien vestía un bellísimo y costoso kimono hecho a medida al más puro estilo tradicional, al igual que Neji.

-te ves genial –exclamo histéricamente Karin tomando las manos del mismo.

Sasuke solo les sonrió forzadamente y vio como desde cierto punto de la fiesta su padre lo veía con una expresión que no pudo reconocer, mientras que Deidara lo observaba con desilusión y seguramente, el corazón hecho pedazos.

-oye, ¿estás bien? –pregunto Rin viendo al azabache con una faz angustiada y triste.

-si… solo estoy nervioso –mintió volviendo la mirada a sus amigos.

Es verdad que a su alrededor las personas lo observaban con bastante curiosidad, además de cierto detalle no menor, lo cual era la presencia de varios de sus compañeros de clase que se trataban ni más ni menos que de los hijos de muchos millonarios de allí, casi todos sus compañeros que lo odiaban, lo veían con saña y burla, además de algo de envidia y deseo; sin embargo lo de su padre y Deidara aun daba vueltas en su cabeza, no sabía cuánto aguataría con todo aquello.

-pero miren nada mas –escucho el pequeño grupo de amigos aquella voz que solo Sasuke reconocía.

-Temari –dijo con sorpresa fingida al ver ahí a la rubia junto a Gaara y Shikamaru vistiendo elegantemente.

-te ves genial Sasuke –comento la rubia.

-también ustedes –agradeció forzadamente, la verdad se sentía algo incomodo y desubicado ahí.

-¿y bien… -comento Gaara traviesamente -… donde esta ese famoso novio tuyo?

-¿no los vieron entrar? –interrogo incrédulo Haku –parecían dos estrellas de cine.

-lo lamento estábamos con nuestros padres –comento la rubia –ya saben, protocolo.

-así parece –carcajeo Sai devorando con la mirada al provocativo Gaara que no le era indiferente.

-oigan, ¿nadie ha visto a Naruto? –interrogo Shikamaru mirando hacia todos lados -me resulta extraño que no esté por aquí, la fiesta es de la empresa de su familia –Gaara se puso algo tenso al oír su nombre.

-¿Naruto Namikaze? –vacilo Karin –a decir verdad a todos les resulta extraño, las personas ya están comenzando a cuchichear sobre su ausencia.

-es probable que se retrase, lo ha hecho otros años –hablo Sai haciendo un ademan de poca importancia.

-damas y caballeros –llamo la atención Itachi desde la tarima con un gran micrófono en manos, las cámaras lo enfocaron de repente y todos prestaron especial atención –se que con mi llegada no he podido darles el recibimiento que todos merecían, había un asunto que debía atender –hablo –quería darles la bien venida a la celebración por las dos décadas de la unión de la empresas Uchiha-Namikaze –los presentes aplaudieron eufóricamente –también quiero disculparme, supongo ya habrán dialogado con mi socio el señor Namikaze –los mencionados rieron comprensivamente –como todos sabrán no es mi primera vez ante la dirección de las empresas Sharingan pero si mi primera vez como anfitrión de esta fiesta debido a la reciente falta de mis padres, y con ello mi asunción como líder del clan… -todos guardaron un respetuoso silencio -… pero también como habrán notado no he venido solo, lo que hace aun mas especial esta velada –entonces todos sonrieron con complicidad y afianzaron las miradas sobre el morenito que estaba completamente abochornado y nervioso –esta noche me veo con el agrado y complacencia de presentarles  a esa gloriosa presencia de la que tengo el placer de presentarles… como mi novio.

Los compañeros de Sasuke no pudieron abrir más la boca de sorpresa, un poco más y sus mandíbulas podían dislocarse del asombro.

De repente los aplausos comenzaron a estallar estruendosamente, las felicitaciones y las expresiones de sorpresa de quienes creían el morenito estaba allí como un acompañante, sumiendo de repente lo inmensamente equivocados que estaban.

Los nuevos amigos de Sasuke estaban igual que el resto de sus compañeros de instituto, con las palabras atoradas en la garganta sabiendo el inmenso error que habían cometido al meterse con aquel moreno.

Sasuke sonrió tímidamente a las cámaras y a los socios de Itachi que dirigían los aplausos en su dirección; miro hacia todos lados y vio el inmenso reflector iluminarlo de repente… toda esa atención… se sentía incluso agradable, asentía con gratitud por los aplausos y entre aquellas personas pudo divisar a su padre que aplaudía forzadamente a un lado de Minato que hacia exactamente lo mismo con una muy forzada sonrisa.

Todos presenciaron el momento exacto en el cual Itachi le hizo una seña para que se aproximara a la tarima para besarlo ante las codiciosas, falsas y aduladoras miradas de los presentes, motivo que incito más aplausos y silbidos de presunta alegría por los enamorados.

Lo cierto, era que nadie creía ver al tan afamado Itachi Uchiha, conocido en el mundo entero por su armadura de indiferencia y frialdad, metodología y egoísmo en aquella condición tan antagónica por algo que no fuera poder o dinero, las únicas dos palabras con las que se lo podía relacionar con algo humano.

-ahora… -continuo con el micrófono en manos, todos se veían atentos –esta velada no es únicamente para celebrar el motivo que creen, y antes que nada yo quisiera con todas estas personas como testigos agradecerte que me hagas el hombre más afortunado de este planeta –continuo ante la presencia atónita del menor y sus invitados que no cabían en su asombro, estaban desconcertados –sin ti aun continuaría en ese desolado mundo, metódico e insubstancial en el que estaba sumergido, como heredero del clan Uchiha y de las industrias Sharingan, en un mundo donde vasta el dinero y carece lo que verdaderamente importa… pero… entonces te vi, y esa pureza y vida que irradia tu sonrisa lograron colmar consumadamente mi alma… cautivando cada uno de mis sentidos, adormeciendo mi codicia, nutriendo mi raciocinio y haciéndome comprender que no necesitaba nada más para vivir… -sonrió de una forma que al menor casi se le detiene el corazón, se arrodillo en el suelo ante el mismo morenito, y saco una linda cajita de terciopelo azul que abrió ante las miradas de todos –a pesar de que sea algo pronto no concibo el mundo si no es a tu lado, por ello…Sasuke Uchiha ¿aceptarías convertirte en mi esposo?

-… -contuvo el aliento… no podía creerlo, cuando de repente las lagrimas comenzaron a brotar de sus ojos estáticos como faros-… si… -asintió conmocionado para ver que su amado colocaba el anillo en su dedo y lo tomaba en brazos para besarlo ante los aplausos y el ajetreo.

-te amo Sasuke –susurro en su oído para que fuera escuchado únicamente por su niño.

Cuando Temari, Shikamaru y Gaara salieron de su transe quisieron acercarse a Sasuke pero el mismo era alejado por su novio a recibir las inmensas felicitaciones de todos los invitados.

-descuiden –hablo Haku a los amigos de Sasuke –esto es completamente normal.

Entre ellos se miraron de mala manera, eran como grupos contrincantes, no se llevaban y solo respiraban el mismo aire por causa del chico que ahora recibía absolutamente toda la atención de los millonarios y demás gente de influencia.

Ahora comenzaba a pasar de ser el chico marginado de la sociedad a causa de su condición económica a ser el chico más elogiado, deseado y ambicionado del mundo; la primicia se estaba repartiendo a todos los medios de comunicación, las declaraciones, el discurso del moreno y las imágenes de la nueva y polémica pareja.

Como era de esperarse Minato debió de unirse a la situación actual, así se esperaba de aquella velada por lo que se acerco a la pareja y les felicito delante de las cámaras para comenzar a sacarse fotos que serian impresas al día siguiente en todos los periódicos de la nación.

Sasuke jamás creyó recibir tanta atención, se sentía cegado de tanto cuidado, fascinación e interés por su persona.

Con algo de disgusto vio las expresiones falsas de sus compañeros de instituto que se dirigían con sus progenitores a saludarlos, sintió vergüenza ajena de aquellos hipócritas enajenados que carecían de completa moral, ahora ya no lo miraban por encima del hombro, sino desde abajo, MUY abajo.

Jamás se creyó un chico vengativo, no le gustaban ese tipo de cuestiones, sabía que nada bueno surgía del rencor y el recelo pero… ese momento era algo que sabía a satisfacción, picaba con algo de placer en el paladar y… se sentía bien.

-he escuchado que este magnífico joven estudia en la misma institución que mi hija –hablo teatralmente Ino acercándose a la pareja junto a su esposa.

-señora Yamanaka –le saludo Itachi en presencia y admiración de los presentes –le aseguro que mi prometido es el estudiante número uno en toda la institución –alago mientras era fotografiado por varias cámaras.

Entonces el gran cuchicheo comenzó a sonar en toda la sala, los empresarios escucharon con fascinación aquello que les hizo brillar los ojos, comenzando a ordenar a sus hijos  que se acercaran al moreno con pretendidas amistades para así obtener beneficios.

Evidentemente así sucedió, los hijos de las subjetivas meretrices que los alumbraron comenzaron a acercársele a Sasuke con halagos que seguramente estarían pateando sus orgullos de niños ricos, la rubia lo había pensado bien, si Sasuke no quería venganza entonces ella misma la incitaría, solo una pequeña maldad con respecto a la atrocidad que sabia ese chico había sufrido.

En toda la noche Itachi no se había apartado de él, no pretendía dejarlo a merced de aquellos lobos hambrientos en interés; veía como los compañeros de su Sasuke no dejaban de alagar su cabello, la ropa y lo bien que lucía con falsedad y envidia.

-Itachi –le hablo Sasuke al oído mientras sentía las miradas sobre él, en especial varias que lo inquietaban –quiero tomar aire, me siento sofocado –pidió suavemente sin ser oído por los invitados.

-ve amor –respondió soltándolo un momento mientras su morenito se iba al balcón.

Abrió paso disculpándose con quienes querían atosigarlo con charlas burdas y sonsas, pero la finalidad de Sasuke era una, encontrarse con su padre y Minato que estaban conversando muy amenamente.

Al verlo ahí Minato no evito seguir con el teatro y sonreír, mientras su padre se mostro algo serio.

-¿disfrutas la velada? –pregunto el Uchiha mayor –creo que aun no he tenido la oportunidad de felicitarte –hablo con un tono que el menor no supo interpretar.

No había personas a su alrededor, las mismas habían sido alejadas con un gesto del Namikaze que supieron comprender, pidiendo así privacidad.

-los dejare solos –indico yendo a hablar con el grupo que se dirigía en su dirección.

-te pido que no me juzgues –suplico Sasuke con dolor en su voz cuando se vieron solos.

Aquellas palabras, habían traído a las memorias de Fugaku el momento exacto en el que su padre lo vio con su bebe en brazos el día que fue abandonado por la madre del infante. Aquel exacto momento hace tan solo dieciocho años, cuando Sasuke bebe lloraba en la cuna de sus brazos y él se veía sumido en la desesperación.

-no lo haría jamás –hablo con voz sincera –te quiero demasiado, y no hablo con ironía.

-¿Qué estás diciendo? –se veía confundido.

-estuve pensando las cosas –comenzó a justificar, sabía que no tendrían demasiado tiempo –solo quiero que seas feliz, y si tu felicidad esta con ese hombre, entonces tratare de lidiar con la situación.

-… gracias por comprender –sonrió con completa alegría.

-lamento haber sido tan duro –se disculpo –pero eres mi hijo, y… solo estoy algo… preocupado.

-descuida, no tienes por qué.

-ten cuidado Sasuke… -suplico –ese hombre es muy poderoso, no te confíes de la falsedad de las personas que lo rodean… personas que solo buscan amistades interesadas, aquí no existe la lealtad, solo el burdo interés.

-lo sé muy bien… -respondió abrazando al mayor –gracias… por todo…

De inmediato se vieron interrumpidos por Itachi que se disculpo con los invitados por la ausencia repentina de su prometido, y se exalto al verlo hablando con su ahora aquel hombre.

-¿nos disculpa Fugaku-san? –pidió con seriedad en su voz.

-claro –respondió escueto pasando por el lado de su yerno con la cabeza bien erguida –hasta luego hijo.

Itachi sujeto a Sasuke de la mano y los condujo a un punto ciego, lejos de las miradas curiosas.

Allí procedió a devorar los turgentes labios de su prometido, con esos besos que a Sasuke complacía, con esos labios que Sasuke anhelaba, que adoraba probar; y tomando la blanca mano donde yacía el anillo de compromiso beso el dorso de la misma con devoción.

-lamento lo que sucedió hoy, me comporte como un verdadero idiota… –se disculpo con culpabilidad en su corazón –Sasuke, dime qué piensas de todo esto, ¿es esto lo que quieres realmente? –pregunto con completa sinceridad –porque si te hago infeliz, al final solo seré el un ser miserable y desdichado.

-… -sonrió y lo abrazo deleitándose con el calor de su amado, con su exquisito aroma -¿todo lo que dijiste allá era verdad? –pregunto con los ojitos aguados.

-¿lo que dije en casa? Estaba nervioso, contrariado, y me desquite contigo –confeso arrepentido –luego comprendí, luego de dejarte solo en la habitación, que si me odias nada mas tendrá sentido para mi...

-no tonto, hace un momento –carcajeo tomando el rostro del mayor en manos y acercando sus labios.

-nunca he pronunciado palabras tan sinceras en mi vida –confeso sin pena ni sin titubeos, deleitándose con el calor de las manos de su tesoro –quiero vivir el resto de mi vida contigo.

-entonces soy feliz… -dijo con una inmensa sonrisa –te quiero Itachi –confeso haciendo que el corazón de su amado latiera con las intensidad y poder –y… aunque tarde en darme cuenta de ello, se que te quiero desde ese primer momento, desde la primera mirada, desde aquel inolvidable primer beso.

-¿me quieres Sasuke? –se veía algo desencajado, nunca había sido tan feliz al escuchar palabras tan dulces, lo alzo en brazos sin notar que desde abajo varias cámaras correspondientes a los noticieros los fotografiaban.

-… -se sentía más que regocijado, al fin lo había comprendido –estoy completamente dispuesto a arriesgarme contigo Itachi, así que no rompas mi frágil corazón –advirtió ocultando su rostro abochornado en el cuello de su amado cuando se sumieron en un abrazo.

-no lo hare jamás –aseguro con completa seguridad –me esforzare al máximo para ganarme tu corazón completamente.

-¿te llevaras bien con mi padre? –pregunto depositando un casto beso en los labios de su prometido que sonreía altivamente –el prometió esforzarse contigo.

-bien… supongo que también lo hare –prometió besando apasionadamente esos labios que sabían a gloria.

-Itachi –trataba de cortarlo –Itachi –mas el otro seguía besándolo entusiasmado –Itachi –lo separo al fin poniendo una barrera con sus brazos para frenarlo.

-dime –insto con adoración abrazándolo por la cintura -¿ya te dije que ese traje te queda exquisito?

-no, pero… -hablo pensativo –primero que nada, quería decirte que volveré a casa esta noche, mañana iré directamente a verte ¿sí? Solo quiero asegurarme que las cosas con mi padre están completamente bien –dijo notando el rostro desganado de su amado.

-hmn –bufo con hastió –mañana a primera hora, habrá una limusina esperando por ti para llevarte a nuestra casa mi amor, tenemos que preparar la boda.

-está bien… -aseguro –ahora vuelve a la fiesta, yo saldré a tomar algo de aire, lejos de las miradas de todos tus invitados.

-está bien –respondió para depositar un último beso en los labios de su amado.

Había salido del establecimiento, bajo la oscura noche de la cuidad el sentir la calma y plenitud lo hacía sentirse más tranquilo. Francamente lo prefería al bullicio que en ese local había; con todas esas personas rodeándolo y haciendo amago de lo lindo que era, o lo bien que esa ropa le sentaba o lo gracioso que era. Cosas como ese tipo, que te harían pensar lo buenos farsantes y celestinos que muchos de ellos eran.

Estaba debajo de la luz de un alumbrado público, las estrellas no llegaban a verse. La calle estaba desolada, se sentó al borde de la vereda y trato de alejar todo pensamiento confuso de su mente, quería relajarse de todo lo que estaba sucediendo.

Se sentía en paz consigo mismo por reconocer finalmente sus sentimientos hacia Itachi, realmente lo quería y estaba seguro que si las cosas seguían de aquella forma al final acabaría convirtiéndose en amor como ambos esperaban.

Nada podía salir mal, era feliz, completamente feliz.

Al cabo de unos minutos, un auto se detuvo a unos pocos metros de él, una anciana bajo y fue al maletero donde lo abrió y permaneció forcejeando con algo que parecía pesado.

Le había parecido algo extraño, esa anciana tan deshecha y débil intentando bajar algo que parecía tan pesado de un maletero. Era una tontería si lo pensaba, ¿Cómo lo había subido ahí?

Se levantó decidido, y fue donde la pobre mujer en su ayuda.

-¿señora, necesita ayuda?

-oh, jovencito eres tan amable –decía la anciana con su extraño rostro contorsionando una mueca de dulzura y calma –yo solo soy una pobre anciana y no pudo bajar esta bolsa de aquí –decía la señora señalando el interior del maletero a lo que Sasuke veía extrañado -¿serias tan amable de sacarlo por mí?

-claro, no hay problema –dijo con una sonrisa amable e inclinándose hacia adelante, metiendo la cuarta parte de su cuerpo en el mismo.

¿Quién iba a pensar que todo acabara de esa forma?

¿Quién lo hubiera pensado de esa manera?

Tomo el objeto que correspondía a una bolsa negra muy grande e intento hace fuerza, pesaba realmente bastante.

Maldición, no hubiera esperado lo que ahí se venía.

Aquel pinchazo en su nalga izquierda que dolió bastante, ¿Qué estaba sucediendo?

Pero no fue el dolor del pinchazo lo que lacero más sobre la tierna piel sino el líquido que no tardo en abordar su cuerpo.

No había tenido tiempo de reaccionar. El movimiento fue tan certero y poco esperado que en el momento mismo que la aguja se enterraba en el musculo firme de la pulposa nalga y depositaba su contenido, ya no podía hacer nada.

¿Qué cruel destino era ese? Se acerca a ayudar a una anciana y le terminan inyectando algo extraño que logra arrojarlo al suelo aturdido, con la mirada borrosa, con los iodos abombados de nada, haciendo los sonidos poco audibles y la sola imagen de una figura borrosa que no supo reconocer más allá de un solo indicio.

Una figura alta e imponente.

Grande, amplio de torso.

-te dije que cuidaras tu espalda.

 

 

Continuara…

 

 

Notas finales:

REVIEWWWWWWWWWSSSSS PLISSSSSSSS...

No teman, no sean timidos... xD

Asi que... ¿Eque creen que sucedera ahora? O.o

¿Seran reveladas todas las verdades?, ¿Aparecera alguien de gran relevancia de ahora en mas? Muchas cosas sucederan.

Nos veremos la semana que vieneeeee!!!! ♥

Asi que Reviewwwsssssssss :D amo tener contacto con ustedes

Todos seran respondidos n3n

Nos vemos.... Que la fuerza del yaoi los acompañe!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).