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Amor Oscuro por yaoistamoon

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Notas del capitulo:

si hay algo que no les gusto en mi fic que crean que lo hace poco atractivo como el resumen, haganmoelo saber porfavor! me esforce muchisimo para escribirlo pero sepan que estoy muy agradecida a los chicos que me escribieron y se tomaron su tiempo en decirme cuanto querian la conti que aqui mismo se las estoy dejandoo :D

y para las personas que me leen y no me escriben, no sean malitosss yo soy felizzz leyendo sus respuestas a mi obra jaja 

y para las personas que estan esperando las contis de mis otros fics, no desesperen, estoy trabajando en ello pero no soy flash, es bastante complicado escribir dos fics a la vez!!

jaja, y encima todavia tengo otro mas que tambien lo tengo a medias :P

ahora, a leer n.n

-como puedes decir una cosa como esa? –no soportaba la presión que sentía en ese momento –si no pagamos ese dinero podrían incluso quitarnos la casa –dijo con una voz cargada de odio –lo único que quieren es quitarnos lo que no tenemos.

-puedo ayudarte –dijo notando como el menor no tenía ni remota idea de quien era él.

-no, no puedes –le recalco la negativa –solo eres uno más de los bastardos que quieren dejarnos en la calle!

Como un impulso el azabache mayor se arrojó sobre Sasuke empotrándolo contra el lavamanos devorando sus labios de manera salvaje y no con el afecto con el que lo había hecho la vez anterior. Sus bocas ardían en llamas con el calor de lo prohibido, las fuertes manos habían comenzado a acariciar su cintura y colarse por debajo de la ropa del menor que buscaba separar ese contacto, y al no ver resultados positivos se limitó a dejarse hacer mientras tímidamente condujo sus manos al cuello del otro y enredar sus finos dedos en las morenas hebras de cabello.

El llamado a la puerta les hizo separarse entre jadeos cansinos, en breve el juicio volvería a dar inicio.

-voy enseguida –informo el mayor, mirando fijamente a quien tenía el rostro completamente sonrojado y molesto; sonrió perversamente –me gustan tus labios.

-eres un idiota –dijo intentando bajar del lavamanos donde no cabía en su vergüenza –déjame ir –ordeno notando como mayor tenia aferradas sus piernas.

-no hay mucho tiempo –dijo llamando la atención de Sasuke –te voy a proponer algo.

-no hago tratos con desconocidos –informo seriamente.

-no tienes más opción –le informo de manera soberbia –no te equivocas cuando dices que podría quitarte tu casa si no pagan lo estipulado, por eso… voy a retirar la demanda y no se quedaran en la calle, entonces tu padre no tendrá la necesidad de prostituirse con su jefe para poder darte de comer –la sonrisa que adornaba sus labios solo molestaba más a Sasuke.

-tu puedes hacer eso? –pregunto intentando guardar la compostura.

-puedo hacer lo que quiera, al fin y al cabo la empresa es mía –no podía creer lo que escuchaba, estaba ante el mismo hombre más rico de todo el continente y no lo sabía.

-pero… no entiendo –ahora si estaba más confundido que nunca, cosa que conmovió al peli largo.

-mi nombre es Itachi Uchiha –se presentó para sorpresa del menor, tenían el mismo apellido –soy el heredero de la empresa multinacional Sharingan corp. y retirare la demanda sobre tu padre, que es lo que no entiendes de todo eso? –perdía la paciencia.

-que quieres a cambio –aclaro su duda para conveniencia del mayor.

-lo que quiero lo sabrás si aceptas el trato –Sasuke desvió la mirada inconforme con todo eso –es mi trato o quedarse en la calle y sabes que tu querido padre haría lo que fuera por ti.

-acepto –dijo sin pensarlo más tiempo solo con la imagen de su padre pasando penurias en su cabeza –acepto tu trato, mi padre es lo único que tengo en este mundo y haría lo que estuviera a mi alcance por él –dijo pensando que lo que el sujeto quería era una tontería superficial solo para sentirse superior.

-si supieras –suspiro sin ser notado por le otro.

………………..

Volvieron donde los demás los esperaban, la Haruno y la Hyuga notaron que ambos venían juntos del baño pero no hicieron el menor comentario. Itachi llego con su abogada y le informo sobre su decisión cosa que no la sorprendió, Fugaku había notado la mirada tranquila de su hijo, él ignoraba que había vuelto con el poderoso magnate.

Luego que la jueza llego y se sentó en su respectivo asiento, ya planeaba poner su plan en marcha hasta que la Hyuga se levantó de su lugar y profeso.

-mi cliente desea levantar la demanda en contra del señor Uchiha –dijo dejando desencajados a los presentes.

-los motivos? –pregunto severa la rubia bastante decepcionada.

-personales –aclaro –pagara por daños y perjuicios si desean comenzar una contra demanda.

La jueza dio el tema por zanjado dejando a unos Uchihas y una abogada más que contentos, por supuesto que Fugaku no encontró motivos suficientes para quitarle dinero a la empresa más allá de la insistencia de su abogada. Ambos padre e hijo se sentían más que tranquilos y podrían respirar más calmadamente, aunque el moreno menor no olvidara que aún le tocaba cumplir su parte del trato.

………………….

Regresaron  a su casa, Sasuke se dedicó a preparar la cena mientras su padre se iba a tomar un baño relajante. Cuando acabo fue a llamarle y escucho que hablaba por teléfono, no pudo evitar soltar una risita cuando alcanzo a escuchar algo.

-no señor Namikaze –decía fastidiado Fugaku –retiraron la demanda no necesita preocuparse por mí –el menor reía, ese hombre sí que era algo molesto, siempre tras el azabache mayor –me gustaría mucho pero… no puedo mi hijo se quedara solo… señor –hablaba entrecortado ya que el insistente rubio lo interrumpía a cada rato –ya le dije que nuestra relación solo puede ser profesional jefe-empleado… señor… escúcheme… que ejemplo quiere que le dé a mi hijo? –el Uchiha mayor se frotaba las cienes, le estaba dando dolor de cabeza –señor… -comenzaba a perder la paciencia por lo que Sasuke entro de improvisto y le arrebato el teléfono a su padre.

-señor Namikaze, habla Sasuke Uchiha, descuide que mi padre acepta salir con usted esta noche –dijo para alegría del rubio y molestia por parte de su padre –bien, me encargare de que ahí este, adiós –se despidió y colgó la llamada ante la mirada reprobatoria del mayor –tú ya has hecho mucho por mí, ya es tiempo de que empieces a mirar un poco por ti.

-iré si? –dijo blanqueando los ojos –si eso te hace feliz, saldré con el molesto e impertinente de mi jefe –el menor bufo.

-el señor Namikaze no tiene nada que ver con su hijo, es más como Deidara, es un buen hombre –decía confiado.

-sabes sobre la maldita maldición de los Namikaze hijo –el recordó el pequeño problemita de infidelidad que corría en sus venas.

-solo prueba padre, puedo asegurártelo que él no va a jugar contigo, no me preguntes porque simplemente no puedo evitar creer que es bueno y honesto –el mayor suspiro.

-bien, lo intentare –dijo resignado –pero si intenta cualquier cosa voy a cortarle el pene con un cuchillo para mantequilla solo para verlo sufrir –un aura maligna alrededor del mayor fue lo que asusto un poco al azabache menor.

Bajaron a comer, la mesa ya estaba acomodada al igual que el almuerzo servido.

-no se te hace un poco extraño que hayan declinado de la demanda así como así? –pregunto Fugaku a su hijo, sabía que había algo extraño detrás de todo eso.

-bueno supongo… tal vez fue como tu dijiste y vieron que no iban a poder sacarnos nada –dijo nerviosamente –mejor alégrate y olvídalo, ya todo paso.

-tienes razón –dijo aun no convencido –pero no dejare de pensar que algo extraño está sucediendo.

Acabada la conversación siguieron almorzando como si nada, y después de dejar todo ordenado, Sasuke decidió ir a su habitación a comenzar a hacer su tarea hasta que el teléfono comenzó a sonar. No había nadie en casa, su padre había salido al centro a hacer un trámite por lo que debió bajar y atender la llamada. Jamás había esperado una llamada como esa a esa hora de la tarde.

-hola Sasuke –su piel se erizo como la de un gato.

-Itachi? –recordó el nombre de quien le hacía helar la sangre.

-espero que no olvides nuestro trato –el menor estaba mudo –pasare por ti esta noche como a las diez, así que ponte algo lindo.

Cuando iba a espetar algo debido a lo último el magnate finalizo la llamada. De inmediato la puerta, fue rápidamente y ahí estaba Deidara, tenía un semblante serio algo afligido.

-Deidara –dijo algo apenado por lo sucedido la noche anterior –lamento haberme ido de esa forma en la noche –se disculpó y luego vio la sonrisa cariñosa en los labios del rubio –quieres pasar?

-no está bien, me di una escapada del bar y solo será un momento –mira, en primer lugar el que debe disculparse soy yo –aclaro para sorpresa del moreno –lamento mucho el comportamiento de mi primo, si hubiera sabido lo que iba  a suceder le habría corrido junto con su noviecito –dijo pronunciando fastidiado lo último.

-escucha Dei… si me fui fue para no causarte más problemas, el dobe es tu familia y yo soy simplemente tu amigo –dijo tristemente –no quiero que haya conflictos entre tú y tu familia por mi causa –el mayor acaricio el pálido semblante tiernamente.

-sabes que si fuera por mi tu y yo seriamos algo mas –el azabache se sonrojo bastante cohibido –además, jamás me causarías problemas, y no me pidas que no te defienda si alguien está injuriándote de esa forma.

-Dei ya lo hemos hablado –dijo tomando la mano del rubio y haciéndola a un lado cuidadosamente –pero gracias… gracias por todo –se acercó y le planto un cálido beso en la tostada mejilla –eres la única persona que nos ha apoyado a mí y a mi padre con todo lo que nos ha pasado y eres como un hermano para mí, como el hermano que nunca tuve –sentía un nudo en la garganta y las lágrimas amenazaban con salir pero las retenía –lo lamento tanto.

-Sasuke –susurro y abrazo al pequeño azabache –comprendo que no quieras romper ese lazo y respeto cualquiera sea tu decisión –miro a los brillantes ojos oscuros y sonrió –aunque no correspondas mi amor, lo que tu sientes me hace inmensamente feliz –limpio la solitaria lagrima que resbalaba por la delicada mejilla y le dedico una radiante sonrisa –solo temo por lo que mi primo sea capaz.

-el dobe es un tonto –le restó importancia a las lujuriosas amenazas –solo habla porque tiene boca, yo no le tengo miedo –el rostro de Dei se veía algo preocupado –además, creo que solo dijo aquello para molestarnos, él no tiene motivos para hacerme nada de lo que dijo para eso tiene a Sabaku no –rio inocentemente.

-no es lo que piensas Sasuke –pero su celular sonó, era una mensaje urgente del bar –mira, ahora debo irme pero por favor prométeme que no te quedaras solo con Naruto nunca –rogo angustiosamente para temor del moreno.

-bien, bien… te lo prometo –dijo algo inseguro de que todo aquello fuese verdad.

-nos vemos Sasuke –dijo comenzando a marcharse –y cuídate.

……………….

Esa misma noche el moreno se encontraba nervioso, y que su padre diera miles de vueltas de un lado para otro inseguro de cómo se veía solo alteraba más su estado. Quería arrancarse los cabellos y no preocupar al Uchiha mayor, Fugaku estaba perfecto, estaba vestido entre elegante y casual, tampoco iba a usar un traje aún menos el único que tenía.

-por milésima vez –dijo el menor sobándose el puente de la nariz –quieres por favor relajarte?

-creo que me puse demasiada colonia, él podría mal interpretarlo –caminaba de un lado para otro.

-ya te dije que no, apenas y se siente –intentaba convencerle.

-o sea que no se siente? Iré a ponerme más entonces –su hijo lo detuvo de inmediato.

-estas perfectamente bien –le calmo –el señor Namikaze ha estado tras de ti durante años y solamente te ha visto al auténtico y natural Fugaku Uchiha, no necesita nada mas –el mayor opto por hacerle caso, tenía razón –y recuerda que voy a salir esta noche yo también.

-si, si… ya me lo dijiste –hizo un gesto de poca importancia.

-bien –escucho la puerta de inmediato.

Miro por el ojo de la puerta y noto que era el jefe de su padre vestido elegantemente con su rubio cabello peinado hacia atrás. Tras él estaba estacionado su nuevo auto deportivo, tenía una increíble sonrisa.

-hola pequeño –saludo al morenito –mi bella cita ya está lista? –dijo guiñándole el ojo.

-a quien llama bella cita señor Namikaze? –decía en su tono severo de siempre el Uchiha llegando donde el rubio y su morenito.

-pues a ti belleza –aclaro con una coqueta expresión –y sabes que no me gusta que me llames de esa forma cariño –a Fugaku se le iban los colores de vergüenza –soy Minato, no tu jefe ni nada parecido, sino el sujeto que te invito a salir y tu hijo acepto por ti –el moreno menor rio por lo bajo.

-si, si… como sea, hijo no vuelvas tarde –dijo para comenzar a empujar al rubio e irse de ahí.

-lo mismo digo –dijo ganándose una fulminante mirada de su padre.

-descuida pequeño, tu padre está en buenas manos –dijo para abrirle la puerta al otro caballerosamente.

Luego de cerrar la puerta recordó que aún no estaba vestido, faltaba como una hora para las diez, el señor Namikaze había sido muy puntual. Luego de bañarse y ponerse lo más decente que encontró se dedicó a esperar nerviosamente a que llegaran por él. Estaba algo asustado pero por lo menos ahora su padre estaba bien y no tenía el asunto de la maldita demanda en la cabeza. Espero y ya comenzaba a pasar de la hora acordada, se estaba atrasando como por quince minutos y nadie llamaba a la puerta hasta que el tan esperado sonido hizo eco en su mente.

Verifico quien era y de él se trataba, no iba a quedarse atrás con respecto a la cita de su padre, aunque no supiera que quería ese hombre con él lo veía tan bien vestido que no lo podía creer, su atuendo se reducía a harapos comparado con lo que Itachi traía puesto. Abrió la puerta y la masculina fragancia lo embriago, el mayor traía el cabello igual que en la mañana, tras él había una limusina, algo que jamás había esperado, agradecía profundamente que no hubiera nadie en la calle de otro modo llamaría inmensamente la atención.

-y bien? –dijo cruzado de brazos el menor.

-y bien, QUE? –contesto con una expresión cansina.

-dijiste que a las diez –aclaro molesto.

-también dije que te pusieras algo lindo –le recordó con una mirada arrogante, él sabía muy bien la respuesta.

-no iba a vestirme de gala solo para que te mofaras que nadas en dinero y me lleves a presumirme tu limusina y tu mansión y al final me digas que simplemente necesitas un esclavo que sirva a sus empleados –el mayor rio por la forma de pensar del otro, era bastante orgulloso y presuntuoso.

-como digas –blanqueo los ojos –simplemente me hubieras dicho “no tengo ropa, esto es lo más lindo que tengo” –dijo con tono de burla.

-solo dime que es lo que quieres –decía con su rostro rojo de furia.

El mayor lo tomo del brazo y lo condujo a la limusina, abrió la puerta para que entrara y luego fue por el otro lado. Se sentó a su lado, y no hablaron por el resto del camino; el menor notaba nerviosamente como el peli largo lo miraba de reojo de vez en cuando, pero él se limitaba a mirar hacia afuera, el barrio en el que comenzaban a transitar era realmente fino y exclusivo, hasta que el vehículo se detuvo ante un gran edificio.

Al bajar Sasuke quedo perplejo, era el restaurante más elegante y costoso de la cuidad. Ni en sus sueños más remotos ni bizarros hubiera imaginado que estaría en un lugar como ese, el mayor le tendió su brazo y tímidamente éste le dejo conducirlo al interior del establecimiento. Parecían una pareja, se veían tan adorables enganchados del brazo, ambos guapos y llamativos, uno pobre y otro rico, como en una novela de la tarde.

-tengo una reservación –el mesero miro al mayor y no dudo en conducir al empresario a su mesa exclusiva.

Una vez en sus asientos cada uno tenía su menú en mano, Sasuke casi se vuelve hacia atrás al contemplar los excesivos precios hasta de los platillos más sencillos. Itachi lo miraba divertido, cuando al abrir la carta el menor no evito abrir desmesuradamente los ojos, fue inevitable no soltar una risita.

-ya te decidiste? –casi leía la mente del otro.

-la verdad es que no tengo hambre –decía apenado sabiendo que el otro no era tan tonto como para creerle.

-que van a ordenar? –pregunto el mesero.

-denos dos órdenes de lo más costoso que tenga en el menú –miraba desafiantemente al azabache menor.

-estás loco? –le planto en la cara una vez que el anciano se retiró –que pretendes con todo esto?

-no puedo invitarte a salir a mi futuro prometido? –el menor estaba helado.

-disculpa? –decía creyendo que todo debía ser una broma de mal gusto –me trajiste aquí para jugar conmigo? La verdad es que tienes un pésimo sentido del humor, seguramente no te lo hayan dicho antes –ironizo lo último.

-les salvo el trasero a ti y a tu padre y solo puedes mofarte de mí? –dijo algo harto –ni siquiera me conoces.

-tampoco tu a mí y bienes y te burlas? –pregunto encolerizado.

-no estoy burlándome –aclaro bebiendo algo del vino que acababan de servir en su copa –tenemos un trato y yo ya he decidido que quiero a cambio por mi tan buena acción del día –decía con malicia escrita en la frente –por cierto como lo ha tomado tu padre el hecho de que hallas “aceptado salir conmigo”? –el menor corrió el rostro desviando la mirada –no se lo has dicho no es así?

-le dije que iba a salir con Deidara –aclaro sonrojado.

-ha si, el que no es tu novio –decía con una mueca de rabia –pero no importa lo primero que suceda cuando vivamos juntos será el hecho de que dejaras de verlo –Sasuke lo miro rápidamente.

-a que quieres llegar con toda esta farsa?

-no se trata de ninguna farsa –el mesero llego con los pedidos y luego se retiró –yo cumplí con mi parte de lo acordado –bebió otro trago de vino –ahora es tu turno –Sasuke bajo la cabeza derrotado –descuida… sé que tienes miedo, y te prometo que no voy a hacerte ningún daño –levanta los ojitos brillantes –lo comprenderás todo a su tiempo.

-dime que tengo que hacer –su voz se oía neutra.

-irte a mi mansión en lo que dura el horario escolar –le dijo decididamente.

-imposible!

-ya me encargue del asunto de tu beca, ya no la tienes, pagare tus estudios y tengo comprados a tus profesores –dijo prendiendo un cigarrillo –hasta que yo lo disponga dejaras de entrar a clases solo para verte conmigo, luego le dirás a tu padre que has conocido a alguien y te has enamorado perdidamente, haremos publica nuestra relación y tu padre se ahorrara el dolor de cabeza que será tener que entregar su casa e irse con su amado hijo a la calle.

Sasuke solo corrió la mirada, ocultando sus ojos con el flequillo para comenzar a derramar lágrimas. El azabache mayor seguía fumando, con su penetrante mirada clavada en la tierna imagen de Sasuke llorando en silencio.

-de acuerdo –dijo como en un susurro.

-bien –exclamo como si no importara –ahora come.

-no tengo hambre –dijo nuevamente en voz baja.

-el trato ha comenzado desde que yo cumplí mi parte –dijo con impaciencia en su voz –y tú, vas a obedecerme –el menor se limpió las lágrimas  con la larga manga de su blusa y se dispuso a comer forzadamente sin la menor de las intenciones.

Itachi se dedicaba a mirarlo mientras fumaba, cosa que inquietaba aún más al otro, tampoco podía evitar sonrojarse. Cuando acabo, se sentía completamente lleno, el peli largo tomo la botella de vino y vertió en ambas copas bajo la atenta mirada del menor         que moría de sed.

-no me gusta el vino –anuncio aun sin mirarlo.

-bebe –ordeno antes de vaciar su copa, mientras que en silencio Sasuke bebía un poco también.

-quiero ir a casa –pidió cuando supo que ya no podía más.

-vamos entonces amor –dijo con mucha malicia lo último apagando su cigarrillo en el blanco mantel, le hizo una seña al mesero y éste cargo el recibo a la cuenta de siempre del Uchiha. Una vez en el auto, Sasuke no dejaba de mirar hacia afuera preocupado por el que seria, tenía miedo y se sentía inseguro –un auto ira a recogerte mañana –dijo mirándolo fijamente –y el resto de la semana sucederá lo mismo.

No contesto, ni siquiera le dirigió la mirada, simplemente se dedicó a asentir de manera resignada. Llegaron donde la humilde casa, cuando el menor intento abrir la puerta no lo consiguió y miro al otro.

-no puedo… –dijo algo apenado.

-no pensaras que vas a irte sin darme un beso primero, o si? –dijo con una pícara sonrisa de lado.

-nunca dijiste que… -balbuceaba no encontrando las palabras.

Sin perder más tiempo el empresario lo jalo del brazo hasta donde él estaba y devoro sus labios con ardida pasión, lo jalo de tal manera que el mismo estuviera sobre su regazo y así poder colar sus manos donde no debía por encima de la ropa, haciendo que el menor comenzara a forcejear desesperadamente. Lo sujetaba fuertemente para acariciar de manera ruda sus piernas y su espalda, pero en un arranque de furia que ya no pudo contener más, se separó bruscamente y le planto una sonora bofetada que lo dejo con una expresión desquiciada.

Ahora si estaba comenzando a asustarse, volvió a intentar abrir la puerta y la misma cedió, corrió rápidamente hasta la entrada y luego de ingresar aseguro con dos vueltas de llave. Escucho el auto partir, se sintió más relajado y se dejó deslizar hasta el piso, lo único que quería en ese momento era un baño y a la cama; se levantó con pesar yendo a las escaleras y al pasar por el umbral del comedor vio dos figuras que sin importarles nadie en ese mundo se besaban de la misma manera que Itachi había hecho con él.

-ahhh –jadeaba el moreno debajo del rubio –hhh, Minato mi hijo llegara en cualquier momento –decía preocupado intentando regular su respiración para hablar correctamente.

-no va  a importarle cariño –decía buscando el cuello de moreno de manera ansiosa –anda… vamos a hacerle un hermanito –pedía descaradamente conduciendo sus manos por debajo de la camisa del moreno y besando su cuello.

-ahhh, no hhha –intentaba detenerlo –que idioteces dices hmn… no podemos… -intentaba no imaginar lo que sería estar embarazado, algo completamente imposible.

-pero no nos cuesta nada intentar –decía sin cuidado mientras retomaba su tarea.

No planeaba ver más que eso, miro la hora y noto que lo que a él le parecían minutos había tomado horas estando con Itachi, el tiempo de le había pasado volando. Subió a su habitación y luego del baño se dispuso a dormir, cerró los ojos temiendo no conciliar el sueño pero éste fue más fuerte.

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A la mañana siguiente se despertó jadeando debido a una espantosa pesadilla, en ella una bellísima mujer morena los abandonaba cruelmente haciéndolos a un lado por un hombre de gran porte postura social, también había un niño, era moreno como él pero tenía el cabello más largo amarrado por una coleta baja; el niño se veía frio, inconmovible, luego los tres, la pareja junto con el niño, los encerraba a él y a su padre en una gran mansión y la prendían fuego, podía ver a su padre lejos, como si la casa tuviese más pisos, luego lo veía en un castillo custodiado por un zorro de tamaño colosal lanza llamas, hasta que el sueño finalizo con ese mismo zorro sobre él mismo intentando devorarlo.

¿Sueño simbólico, o solo un vistazo de un posible futuro con una realidad un poco distorsionada? Bueno, cabe mencionar que el zorro tenía el pelaje rojizo, nueve colas y unos extraños ojos color sangre.

Podía sentir la rabia en esa criatura, podía percibir la venganza y los deseos de lujuria, el hambre que despedía en los violentos latidos de su corazón. Sea lo que fuera debía olvidarlo, debía concentrarse en su nueva realidad, aunque aún no comprendía la finalidad de todo ese plan extraño que había maquinado el empresario con el mismo apellido que él.

Luego de una ducha, con su mismo pijama bajo a desayunar olvidando un pequeño detalle. Al llegar a la cocina pudo ver dos hombres besándose apasionadamente, uno de ellos tenía la pijama puesta, el otro un ligero pantalón prestado y su majestuoso y tonificado pecho al descubierto. El morenito casparreo para llamar la atención de ambos hombres que se separaron de inmediato, el moreno mayor no evito sonrojarse e intentar volver a los hot cackes que estaba preparando, mientras el rubio bebía su café calmadamente mirando desde su cómodo lugar el prominente trasero de su vigoroso amante.

-buenos días Sasuke-kun –saludo el rubio.

-buenos días Minato-san y… padre? –le llamo pero el moreno mayor aún estaba algo sonrojado.

-hmn… buenos días hijo –saludo fingiendo tranquilidad.

-por lo que veo les fue muy bien en su cita de ayer no es así? –dijo con la intención de incomodar aún más a su padre lo cual causo mucha gracia en el rubio.

-tu hijo es muy inteligente Fugaku –exclamo riendo el rubio.

-aja, si lo sé –seguía en lo suyo tratando de no prestarles atención.

Acabadas las bromas se dedicaron a seguir su desayuno en silencio.

-saldré hoy padre –anuncio el morenito que estaba poniéndose algo incómodo por las miradas que los mayores se dirigían entre ellos.

-bien –exclamo simplemente, ya habían planeado su día con el rubio el cual no podía dejar de mirar, amaba esos ojos, no podía evitarlo.

Estuvo toda la mañana controlando la ventana por si veía la limusina, no quería que su padre también la viera, cuando la misma llego salió rápidamente.

-arranca rápido –pidió a la chofer que así lo hizo, la misma era una mujer rubia.

Al llegar a la mansión, no se sorprendió al notar que era tal como se la imaginaba. Curiosamente, el peli largo se encontraba allí, esperándolo en la entrada, estaba vestido ligeramente, su cabello estaba amarrado, tenía las manos en los bolsillos y permanecía de piel mirándolo bajar con una expresión tranquila; el moreno menor rogaba porque el otro no recordara el incidente ocurrido en la limusina el día anterior, por lo cual se sonrojo un poco al recordar los besos, los toqueteos y en especial, la bofetada.

-bienvenido –pronuncio sin cambiar su expresión.

-ah… buen día –recalco mirándolo a los ojos como tratando de descifrar sus pensamientos.

-no vas a saludarme? –asomo una sonrisa coqueta.

-acabo de hacerlo –se defendió.

-sabes a qué me refiero

-quieres otra bofetada? –pregunto con fastidio.

-ya tranquilo, lo dejaremos para después –pronuncio para comenzar a adentrarse en su mansión siendo seguido por Sasuke.

Por dentro todo era aún más majestuoso, los pisos de mármol pulido, las paredes de un color claro luminoso y del techo una increíble araña de cristal, inmensos ventanales de piso a techo, escaleras colosales, columnas de material al estilo griego, entre otras maravillas. Había cuadros, uno de ellos, el más grande en la sala principal tenía la imagen de un imponente hombre de cabello largo azabache, ojos rojos y a su lado, una bellísima mujer de cabello negro, Sasuke lo noto de inmediato, las personas de su sueño; en brazos de la mujer un tierno bebe dormido, su piel lechosa, sus mejillas sonrosadas y una débil felpilla negra en su cabecita.

-lo primero que harás será cambiarte –exclamo sentándose en un sillón de esa misma sala donde Sasuke no podía apartar la mirada del cuadro.

-aja –dijo casi distraído.

-Sasuke –le llamo severo –ya deja de mirar esa cosa –su voz se oía molesta, algo despectiva.

-son tu familia? –pregunto sereno sin poder acatar la orden, ese semblante, esa mujer, su rostro era tan familiar.

-lo era –decía prendiendo un cigarrillo.

El menor no quiso parecer impertinente, creyó que seguramente podía ser algo doloroso para el otro y no quiso preguntar nada más, pensó que si él mismo perdiera a su padre su mundo se desplomaría por completo.

-lo siento mucho –exclamo con algo de tristeza imaginado perder a su padre.

-no lo hagas, no te sientas mal –dijo con una sonrisa como la que nunca había visto.

De inmediato entraron varias personas con un montón de ropa, calzados, entre otras cosas.

-que tiene de malo mi ropa? –pregunto mirándose a sí mismo.

-no puedo presentar a mi novio en sociedad si vistes de esa forma –explico volviendo a su estado de siempre –aunque personalmente, no me molestaría si tienes algo lindo o no llevas nada puesto.

-eres un pervertido! –se exalto molesto –y no voy a vestirme para que un montón de estirados vean de mi lo que no soy.

-oh, sí lo harás cariño, no olvides que somos novios, serás mi prometido, vestirás la ropa más costosa y utilizaras la más fina joyería y todo lo que yo pueda poner en tus manos –agrego de manera arrogante –además, tenemos cosas que aclarar con respecto a nuestras muestras de cariño a-mor-cito –exclamo lo último fingiendo ternura.

-aun no entiendo a qué quieres llegar con todo esto –exclamo

-ya te lo dije –pronuncio duro –lo sabrás pronto.

-no puedo conformarme con eso, tu dijiste que me darías todo lo que pudieras poner en mis manos –espeto.

-hmn… –sonrió pensativo, la astucia del menor lo desarmaba –bien –asentía –por ahora confórmate entonces con el hecho de que no quiero estar solo ante la sociedad, y que necesito una belleza que presentar para que los líderes de mi clan no quieran casarme con cualquier Uchiha que yo no desee para continuar con el dominio de la herencia que legítimamente me pertenece… comprendes ahora?

-amm… si, entonces todo esto es porque mi apellido también es Uchiha no es así? –el otro asintió.

-ah, claro –rio por la lógica del asunto -te pondrás la ropa ahora? –el menor asintió y comenzó a mirar lo que las sirvientas le extendían.

 

Continuara…

Notas finales:

REVIEWSSSS!!! saben que eso me motiva, jaja :D

espero que les guste, este capi tiene de todo pero el siguiente tiene aun mas MUJAJAJAJA (risa malvada), 

y no quiero ser pesada pero... REVIEWWSS, jeje sin presiones :3

que sean felices n.n

todod sabemos que algun dia el yaoi dominara el mundo♥

muchos besitos hasta la proximaa


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