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Amor Oscuro por yaoistamoon

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Notas del capitulo:

lo lei, lo relei y lo reedite xD jaja, asi quedaba lindo y bien hard para mis muñecas amantes de mi naru sadicoo *o* jaja

ame sus mensajitos y quise apresurarme a subir capi ya que mucha gente se va de vacaciones y cuando vuelve ni nota mis actualizaciones, espero que mis corazones que esperaba la actualizacion de mi primer fic lo hayan visto y se hayan sentido a gusto con el contenido :D jaja aunque recibi solo dos mensajitos en ese fic yo se que lo leyeron aunque solo tenga dos opiniones de mis lectores n.n

espero que este capi les guste, no me quedo tan hard pero ya estoy escribiendo el 7 y este si va a tener un poquito mas harddd jaj y rapeee xD

asi que disfrutenlo!!

:3

Caminaba lo más rápido que podía, además de eso, intentaba esconder su temor y nerviosismo, podía escuchar los pasos apresurados detrás de sí y algunas risitas burlonas. No sabía cuánto más podía aguantar esa agonía de vida, no era por ser un cobarde, pero tenía miedo de ser golpeado, ya era suficiente con que lo humillaran constantemente.

-papi te trajo a la escuela Uchiha? –escucho la insoportable voz de Inuzuka, el mejor amigo del capitán del equipo de futbol.

-qué lindo –se burlaba la zorra de Temari –ya era hora te dignaras a usar tus atributos para llamar la atención de algún millonario, tal vez ahora no seas un muerto de hambre.

-qué vergüenza –espetaba Ten-Ten apoyando a su amiga la porrista –¿podrías caer más bajo Uchiha mendigo?

-oye Naruto, tendrás para divertirte en la mansión los días que Gaara te deje solito –reía Rock Lee, el campeo en las competencias de carrera y resistencia –apuesto a que se te abre de piernas con solo frotar dos billetes de diez dólares.

-olvídalo idiota –espetaba el pelirrojo abrazado del brazo de su rubio que los acompañaba con una sonrisa divertida –esa ramera puede ir a un prostíbulo a conseguirse a su propio hombre no va a quitarme al mío.

-no te pongas celoso Gaara, yo sería incapaz de hacerle algo a mi nuevo hermanito –decía cínicamente.

-de vez en cuando no estaría mal un poco de diversión prohibida –reía Kankurou insinuantemente mirando de reojo a Gaara (claro ellos no tienen ninguna relación sanguínea) –no creo que la putita se te oponga.

Así llegaron donde el salón, durante todo el camino los bastardos no dejaban de insinuar y gritarle que era un oportunista fácil y arrastrado que le había hecho un servicio al señor Namikaze por el aventón a lo que el rubio solo respondía con carcajadas. Cuando se sentó en su pupitre, el Namikaze se plantó delante de él sonriéndole maliciosamente.

-es tu padre Naruto, ¿Cómo puedes permitir que digan esas cosas? –le pregunto con unos ojitos que le derretirían el corazón a cualquiera.

-te agrada mi padre no es así? –le pregunto juguetonamente.

-tu padre es un buen hombre –dijo tranquilamente cautivando al rubio que ardía viéndolo desde arriba, como moría por desabrocharse los pantalones y llenar esa carnosa boquita con su…

-es un buen hombre, ¿no es así? A puesto a que te da como te gusta –decía acariciando rudamente el níveo rostro e intentando meter su pulgar en la boca entreabierta del moreno a quien no le había dado tiempo para reaccionar.

Los demás chicos que llegaron al salón lo miraron con lujuria, por lo que molesto el Uchiha intento quitar la mano del rubio de su rostro, pero el otro en un forcejeo saco su pulgar metió el dedo índice y el medio acariciando la dulce lengüita húmeda dándole una sensación de excitación; de esa misma forma lo miraban los demás varones del salón, por lo que el moreno no vio más opción que morderlos con deprecio.

-miserable zorra! –exclamo el rubio lo cual causo una risa burlona por parte de su pelirrojo novio.

-Namikaze, a tu lugar –dijo entrando el profesor Umino al salón con sus libros en mano.

El rubio miro al moreno con rabia, los demás con burla, seguramente nadie querría estar en su lugar ahora mismo. Todos tomaron asiento, el rubio en su lugar detrás del morenito que intentaba a toda costa concentrarse y no hacer caso de los murmullos y las indirectas que sus compañeros gritaba de vez en cuando.

Escuchaba la clase del profesor castaño, a decir verdad, ese profesor era uno de los muchos que lo alababan por ser el mejor alumno de todo el instituto y que no les importaba su posición social, en cambio el profesor de educación física por ejemplo, ese sí que tenía problemas con él por ser becado y no tener dinero ni buena posición social, eso y además de que lo había pillado teniendo relaciones en el cuarto de limpieza con uno de sus alumnos.

Se le hacía un poquito complicado, por su costado podía ver como sus compañeros cabeceaban cuando el profesor explicaba sobre las variables cuantitativas y como aplicarlos en los problemas de estadística y como crear tablas de datos para hacer graficas circulares.

No quiso darles importancia, ellos eran los que reprobaban los exámenes, sin embargo algo más llamo su atención que la voz del profesor. El miserable del dobe detrás de si había con un lápiz comenzaba a rozar la punta contra su blanquecina nuca, “maldito infeliz”, se decía a sí mismo reprimiendo las ganas de levantarse y plantarle una sonora bofetada que le deshiciera la mitad del rostro al rubio.

Luego se detuvo, el Uchiha escucho como el rubio arrancaba un pedazo de hoja de su cuaderno y supo que escribiría algo para él. Cuando el profesor giro para escribir en la pizarra, el rubio arrojo el papelito que cayó sobre el regazo del moreno; suspiro pesadamente, tenía una mueca resignada, al fin tomo el papelito y lo leyó:

“¿a quién prefieres que te coja a papi o a mí?”, podía notar la burla en sus palabras, con desdeño hizo añicos el papelito y con ello sintió la risa por lo bajo del otro.

-han comprendido? –finalizaba el profesor Iruka con su tema de métodos cuantitativos.

Los alumnos clamaron un tedioso “si” que resonaba en la última silaba alargándola con pesar.

-los trabajos se pueden hacer en parejas? –pregunto rápidamente una chica levantando la mano.

Las insulsas y desesperadas miraban insistentemente al rubio rogando al cielo porque les tocara como compañero.

-eh… sí, claro –dijo con una suave sonrisa –pero los grupos los formare yo.

Y así el profesor fue seleccionando los equipos conforme al nivel de aprendizaje de cada alumno, y cuando estaban acabando, solo quedaban Naruto, Sasuke, Temari y Shikamaru. Maldito sea el destino!, ¿lo pudo haber tocado a Sasuke un compañero peor?

-Naruto con Temari –sentencio el profesor.

La chica exclamo un alarido de completa felicidad, el rubio simplemente blanqueo los ojos, claramente antes de cambiarse de banco, luego de tomar sus cosas, el Namikaze de pasada, tomo unos mechones de cabello morenos y los cincho con fuerza sin que nadie lo viera. A Sasuke le había dolido montones, ¿Cuál era la necesidad de ese miserable de causarle ese daño?, los ojitos azabaches amenazaban con humedecerse pero respirando hondamente lograba calmarse, ya estaba acostumbrado.

Gracias al cielo su nuevo compañero no lo había notado o al menos eso creía el moreno. Lo miro de reojo, a sus compañeros no les gustaba que él los mirara fijamente, a veces los chicos le devolvían la mirada lascivamente y las chicas solo le amenazaban o insultaban, sin embargo él lograba ver en todos un notorio sonrojo.

-tierra llamando a Uchiha –decía su compañero perezosamente.

El moreno sin querer lo miro distraído, se sorprendió al no ver en el chico algún rastro de crueldad en sus ojos, ni molestia, ni sonrojo o lujuria. Ese chico era diferente, ¿Cómo no lo había notado antes? Se vio apenado, el semblante del chico de coleta estaba imperturbable, como si nada de nada le importase.

-lo lamento –se disculpó bajando la mirada.

-¿Por qué te disculpas? –le pregunto con una mueca de indignación.

-… -no supo contestar, no era sencillo decir: “oh, lo siento, te he mirado a los ojos”, se oía estúpido –tu… ¿me estabas llamando?

-si –le dijo sarcásticamente –el trabajo… oye

-¿sí? –le pregunto tranquilamente.

-¿puedo llamarte Sasuke? –le pregunto con la misma expresión estoica con su cabeza recargada en su mano.

No cabía en sus pensamientos, no podía creerlo; “seguramente algo se tramaba”. Estudio sus rasgos y muecas intentando descifrar algo y no vio nada, eso le preocupaba más que nada, el chico no le decía nada en la mirada, no representaba odio ni cariño, ni desdeño, ni amabilidad, nada.

-¿Por qué quieres llamarme por mi nombre? –pregunto directamente sin rodeos, quería salir de dudas –es más… ¿no preferirías insultarme o dejarme haciendo todo el trabajo? –viro su semblante decepcionado, cosa que conmovió al de coleta, entonces Sasuke, si pudo ver algo en él. Disgusto, una expresión que conocía bastante.

-me resulta problemático llamarte por tu apellido cuando a mí no me gusta que me llamen por el mío –dijo cruzándose de brazos, a Sasuke le pareció curioso.

-quieres que te llame por tu nombre? –le pregunto con asombro. El de coleta arrugo el entrecejo con fastidio –creía que me odiabas después de aquel día cuando…

-¿podemos hacer el trabajo? -Interrumpió cansino.

Sabía lo que Sasuke quería decir, se refería a la vez que apareció escrito en el baño de hombres que Sasuke daba orales gratis y se difundió el rumor de que había sido Shikamaru quien lo había hecho. Puras mentiras!! Naruto lo hizo y le echo la culpa luego de amenazarle con que no se acercara jamás al moreno, a decir nunca antes  había visto así a su amigo, se había comportado como una autentica bestia luego de golpear brutalmente a otros alumnos solo por mirar a Sasuke caminar por los pasillos.

Shikamaru era listo, y no solo eso, además era más astuto que todos sus compañeros juntos, veía como desde su puesto junto a la rubia de sus sueños el Namikaze los miraba hastiado por lo que el Nara comenzó una conversación bastante amena con el moreno; de vez en cuando, el mismo lograba sacarle una que otra risita y viceversa, el Uchiha era verdaderamente agradable.

Resolvían los problemas de manera rápida, como un verdadero equipo de genios, reían e intercambiaban bromas, Shikamaru lo disfrutaba hasta que una sola cosa lo hizo sonreír más contento de lo normal… el sonido de un lápiz que acaban de quebrar. Sabía de dónde provenía el sonido, pero haciéndose el desentendido, giro su cabeza hacia todos lados intentando llegar a su objetivo, a los ojos claros que transparentaban la cólera pura. Sasuke también los vio, el rubio los miraba con los dientes apretados y su lápiz partido, sin embargo la insoportable porrista logro llamar su atención.

-Naru cariño, ¿está todo bien? –le pregunto con su irritante tono de voz.

-no –dijo tajante –siento ganas de vomitar.

-¿quieres que llame al profesor? –pregunto la bastarda celestina.

-descuida, muñeca –le sonrió coquetamente causando una mueca de fastidio en el chico de coleta; ese estúpido rubio sabía muy bien cuanto le gustaba la chica, pero él se las había buscado.

-terminamos Shikamaru –escucho el Namikaze la preciosa voz de su moreno clamando el nombre de su “amigo”.

-¿le decimos al profesor y vamos a la cafetería? –le pregunto amablemente.

Se levantaron bajo la mirada atenta de todos, por dentro, la mitad de esos varones miraba al Nara con admiración, el profesor los miro curioso y a la vez con alegría, la misma que debió evitar demostrar frente a su clase para guardar la compostura de todos.

El salón entero disimulo que los veía salir, todos sabían cómo era Shikamaru, por lo que su nueva amistad con el Uchiha no podía de alguna forma ser blanco de burlas.

…………………

-puedes ir yendo, yo iré al baño primero –dijo Sasuke una vez que salieron del salón, el chico de coleta asintió.

Camino en sentido opuesto al que iba su compañero, iba por los pasillos de manera tranquila y de cierta forma algo contento, pero, ¿Cuánto le duraría?

Entro confiado, no había nadie ahí, estaba solo, se metió a uno de los cubículos, no tardaría demasiado, pues en el ínterin que vaciaba su vejiga pudo escuchar como alguien entraba a los baños; no le dio importancia, pero tampoco escucho como esa persona hacia algo.

Abrió la puerta con cuidado y precaución, temía que fuera el rubio esperando para darle su merecido por lo de hoy, mas no había nadie. Salió mirando hacia todos lados donde el lavamanos y mientras se ponía jabón y lavaba noto algo sobre la fría mesada que llamo bastante su atención.

Un celular. ¿Sería del chico que había entrado?, se secó cuidadosamente las manos, ese teléfono no era uno cualquiera, sino uno de los nuevos, lo estudio un segundo, intentando recordar de quien podía ser, se lo devolvería a su dueño. De repente la pantalla se ilumino con un mensaje, trago pesado al ver de quien era el destinatario, “Itachi”, abrió el mensaje molesto, y no era un texto, sino un video.

La sangre se le había helado al verlo, era él mismo la noche anterior cuando se estaba quitando la ropa interior para entrar a bañarse. No podía creerlo, el miserable lo había filmado, la llamada del mismo moreno pelilargo interrumpió el video, contesto sin pensarlo dos veces.

-¿porque lo has hecho? –pregunto intentando contener lágrimas, se sentía tan humillado y usado.

-solo quería que las personas vieran el lindo cuerpo que me pertenece –decía presuntuoso.

-yo no te pertenezco –dijo intentando ahogar las lágrimas.

-eres mi novio, ¿recuerdas? –dijo tras una risita altanera.

-ya te dije que no quería volver a verte –dijo con la voz algo cortadita por la rabia y la impotencia.

-tendrás que hacerlo si no quieres que alguien vea ese video –dijo de manera amenazante, el morenito apretó los ojos y respiro hondo, quería frenar el llanto –amor? –le llamaba soberbiamente al ver que su pequeño no le contestaba –enviare una limusina a buscarte, ¿sí? –dijo como si pidiera su opinión.

-… -respiraba entrecortado –sí.

Se cortó la llamada, y estallo en llanto. Ya no lo soportaba, desde que había llegado al instituto ese no había sido el mejor de sus días. ¿Qué más podía salir mal? No lograba mantenerse de pie, se apoyó de espaldas a la pared y se dejó deslizar en ella, aún faltaba para que las personas salieran; abrazo sus piernas, y escondió su rostro lastimero entre sus rodillas, sollozó un poco, le dolía mucho que la vida lo tratase de esa manera. Pero descuida Sasuke, que detrás de toda nube oscura se oculta un afeminado y patético arcoíris.

Escucho la puerta abrirse y pensó que debía verse patético, pero no levanto el rostro, se vería peor limpiándose las lágrimas que fingiendo estar cansado o enfermo. Sin embargo, un peculiar aroma a perfume masculino inundo sus sensores olfativos; ese aroma que era el mismo que percibía cuando dicho portador lo acorralaba en los pasillos y se encerraba con él en algún salón vacío para humillarlo e insultarlo u obligarlo a hacer su tarea bajo amenazas. En resumen, cuando su intimidante presencia lo envolvía contra su cuerpo.

Levanto su carita húmeda por las lágrimas, él lo miraba bastante serio. Lo vio acercarse lentamente, sus manos apretadas formaban un puño; con sutileza se agacho hasta donde yacía el sollozante azabache y acerco sus manos en el que las lágrimas cristalinas habían mojado las blancas mejillas para retirarlas cuidadosamente.

-Na.. Naruto? –le llamo sin comprender sus acciones, en sus ojos no veía la misma maldad de siempre; como si no fuera el mismo.

-shhh… -le calmo posando su índice sobre los carnoso labios.

Tener a ese rubio tan enfrente de él, con esa actitud que no podía comprender nublo sus sentidos, se sentía vulnerable y no quería recordar que ese mismo rubio era el causante de la mitad de sus males; veía con anhelo los fuertes brazos del Namikaze como si lo rodearan de una manera tan distinta a como acostumbraba, como si quisiesen contenerlo, quería que lo protegiera y francamente en ese preciso momento no conseguía diferenciar a los malos de los buenos. Itachi y Naruto, ambos criminales del alma, con sus promesas de amor y lujuria que clamaban a gritos sus deseos de corromper su bondad.

¿Qué estaba bien en ese momento, y que no?

El corazón del moreno se aceleró a una intensa velocidad, Naruto no solo era inmensamente atractivo, sino que sentía miedo, miedo de lo que podía pasar. La masculina mano sujeto con delicadeza su mentón y lo alzo suavemente hasta que con toda la sutileza del mundo logro unir ambos labios que se tocaron con timidez.

Sasuke no quería percibirlo como algo extraño, ni que el rubio se aprovechaba de su debilidad. Quiso con todas sus fuerzas acariciar con sus labios esa ternura enmascarada que el otro le ofrecía con excelsa actuación; jadeo con dolor al reconocerlo, aun unido a esos labios y conectada su mirada con las transparencias gentiles del rubio, no quiso ver la maldad ahí, no quería ver engaño, sollozo entre el beso nuevamente tras la lacerante mentira que desgarraba su frágil corazón.

Su dulce boquita volvió a buscar la astuta de rubio, queriendo sentir en ella cariño, el mismo que creía jamás seria digno de sentir y lo beso como Itachi lo había hecho cuando se robó su primer beso. Naruto con escrúpulo acariciaba con delicadeza los suaves cabellos azabaches mientras degustaba la miel de su saliva, la exquisitez de sus labios gruesos y la debilidad que ese Uchiha doblegaba ante él; como una clase de arte, los jadeos acompañaban el compás en el que esas bocas danzaban rítmicamente y al moreno le gustaba.

Él estaba siendo tan gentil, tan perceptivo a su dolor. Tembló al sentir su lengua acariciando la suya, el rubio lo sintió y separo el contacto, con sus ojos cerrados y respirando calmadamente rozo la nariz respingada del azabache con la suya, acariciándola y juntando sus frentes; tal vez de alguna forma su corazón intentaba disculparse o seguir engañándose, ni él mismo se comprendía.

Se levantaron al mismo tiempo, ninguno se miraba. Con confusión Sasuke se apartó del rubio e intento salir huyendo, mas nadie se lo impidió; Naruto solo permaneció ahí de pie mirando a un lado, Uchiha lo noto cuando se detuvo en la puerta y miro hacia atrás al ver que no intentaban detenerlo.

Afuera vio a Shikamaru con la porrista rubia, el mismo lo miro con algo de preocupación, por lo que Sasuke le saludo, haciéndole una señal de que se marchaba, el otro le devolvió una señal afirmativa; la rubia solo se puso celosa y le obstruyo la vista por donde el moreno se iba, mientras seguía con su patética e improvisada charla.

Sasuke dio un vistazo hacia atrás y vio como Naruto salía cabizbajo del baño, mientras su fastidioso novio iba a colgarse de su cuello melosamente como una comadreja lo hace de un árbol. Pensó que al rubio le iban más de esos chicos, Gaara tenía una ropa apretada, unos pantalones cortos que dejaban a la vista su envidiable piel blanca y luminosa, además de los ojos delineados y una actitud que iba bien con un chico popular. Gaara era un chico rico, mimado, que vestía con ropa cara y siempre estaba al tanto de las últimas tendencias de la moda y todas esas cosas inútiles que solo a esos chicos engreídos y huecos les interesa.

No quiso pensar más en eso. Él no tenía nada que esos chicos si tuvieran y lo sabía, siempre seria de esa forma; de repente el celular sonó, el maldito aparatejo que el bastardo de Itachi había dejado en el baño para él, lo había guardado inconscientemente en su bolsillo, ¿y si sus compañeros pensaban que lo había robado?

No atendió la llamada, de cualquier forma ya iba saliendo, se suponía que Itachi había comprado a sus profesores ¿no? Le dio vergüenza avisar que se iba, y le dio pena el solo imaginar que mentiría sobre su salud para dar nota de que se iría.

Entro a su salón y recogió sus cosas bajo las insistentes miradas de todos, nadie pronunciaba palabra, tan solo guardo todo y se dispuso a marcharse cuando alguien apareció en la puerta.

Inuzuka y Ten-Ten.

-una limusina espera a alguien afuera –anuncio la castaña y todos sospecharon del azabache que se marchaba.

La clase entera comenzó a reír, “juro que todo esto cambiara algún día”, se prometía saliendo a paso apresurado. No quiso mirar cuando sintió que alguien lo seguía; cuando llego abajo diviso el respectivo vehículo que lo esperaba, entonces volteo y vio a Temari ahí de pie mirando estática a su chofer.

Ino estaba apoyada en el capo de la limusina fumando con las manos en el bolsillo, al ver ahí a la porrista le saludo alegremente. Sasuke miro a su compañera de clase, la chica de piel ligeramente bronceada estaba pálida, pudo describir en sus labios con rouge brillante como la chica formaba un débil y avergonzado “mamá”; sintió lastima por esa porrista que miraba con vergüenza a su madre que la saludaba con una maternal sonrisa.

Vio a Temari irse y la sonrisa resignada de Ino, camino donde la chofer estaba y no la alcanzo, la misma se montó donde su respectivo asiento por lo que el moreno no vio más opción que hacer lo mismo.

-Ino-san… -quiso con todas sus fuerzas decirle algo reconfortante.

-déjalo así Sasuke-kun, son cosas que no tienen importancia –dijo con su corazón de madre completamente herido pero no lo demostraba; ella era fuerte –mejor dime… ¿Cómo te fue en la escuela?

-ah… bien, como siempre –ironizo, la rubia le sonrió y continuaron el resto del camino en silencio.

Luego de varios minutos, Sasuke noto como el camino que la chofer había tomado era diferente al que había tomado la vez que fueron a la mansión Uchiha, observo por la ventanilla, no quiso molestar con preguntas; llegaron donde un monumental edificio, tenía una magnifica apariencia, afuera habían unas letras gigantes que formaba la palabras: UchihasCorp, indicándole así al moreno el lugar donde se encontraban.

Miro a la rubia que lo miraba por el espejo retrovisor.

-el jefe lo espera en su oficina –anuncio con una mirada dulce.

-… -suspiro pesadamente, como preparándose para lo inevitable –que tengas un buen día Ino-san.

-igualmente Sasuke-kun –respondió viendo como el azabache bajaba del auto.

Vio la limusina partir delante de si, giro su cuerpo y permaneció contemplando la millonaria construcción. Enseguida el teléfono sonó, miro con la pantalla, y noto como el contacto había cambiado de “Itachi” a “Amor”; cortó con rabia y se dispuso a entrar.

La sala de la recepción era enorme y espaciosa, estaba asombrado, la gente entraba y salía a gran velocidad y con impresionante metodismo, hombres y mujeres con trajes y corbatas caminando de un lado a otro con teléfonos en las manos y portafolios en la otra. Escucho un carraspeo intencional, la mujer que se ocupaba de la recepción e información lo miraba con la cabeza descansando en una mano mientras mascaba un chicle, tenía una larga cabellera rubia y unos impresionantes ojos azules, además de unas marquitas al costado de sus mejillas “¿Por qué siento que la conozco?”, la mujer tenía un ajustado traje color naranja y negro bastante apretado para lo que su proporcionada anatomía ofrecía, pechos, caderas y largas piernas.

-¿se le ofrece algo jovencito? –pregunto la mujer de piel trigueña.

-la parecerá cómico –rio nerviosamente esperando que la mujer no lo dejara pasar y lo echara de ahí –eh venido a ver al señor Uchiha –rezaba internamente “por amor a Kami-sama llama a los guardias”; La mujer lo miro, perezosamente y saco una lima para arreglarse las uñas mientras mascaba el chicle –señorita?

-y si vienes a verlo ¿que estas esperando para subir? –le dijo como si fuera la cosa más lógica y común del mundo –último piso, la oficina más grande que encuentres ttebane.

“Miserable zorra”, pensaba Sasuke con una tierna sonrisa en su rostro.

-muchas gracias –dijo haciendo una respetuosa reverencia.

Camino hasta el ascensor que iba lleno de gente bien vestida, unos hablando por sus celulares, otros revisando papeles frenéticamente, otros con expresión de zombis con cafés humeantes en sus manos. Se sentía invisible, presiono el último piso y espero pacientemente viendo como entraba y salían bastantes personas tan iguales a las anteriores.

…………….

Sonó la última parada. Solo dos personas bajaron con él, otros tres iban entrando; camino hasta encontrar su objetivo, la oficina más grande de todas, afuera reparaba una secretaria que se veía bastante ocupada tecleando en la computadora, “¿Por qué diablos estas mujeres son todas iguales?”, como salidas de una película porno, la mujer tenía un traje que se veía bastante ajustado, su cabellera larga pelirroja, unos preciosos ojos aguamarina delineados y un gran y pronunciado busto, su traje era color arena y matices en marrones; alzo la mirada clara contra la oscura de Sasuke y se cruzó de brazos haciendo resaltar sus pechos.

-llegas tarde chico –le dijo autoritaria la pelirroja.

-¿disculpe? –dijo enarcando una ceja; la mujer rodo los ojos y apretó un botón en un aparato extraño que Sasuke no supo reconocer.

-el muchacho está aquí señor –le informo a su jefe sin esperar la menor respuesta.

Enseguida se levantó de su lugar y fue donde la colosal puerta y no tardo en desplegarla para poder entrar siendo seguida por el moreno. Al entrar, Sasuke vio cómo su dizque “noviecito” estaba junto a otras dos secretarias, ambas de cabello largo y físicos privilegiados, una morena de ojos oscuros, piel blanca y traje azul oscuro y otra castaña de ojos oscuros y traje rojo, además de unas curiosas marquitas como pequeños triángulos invertidos en cada pómulo.

Las chicas al ver al azabache menor, no tardaron en hacer una reverencia y salir de ahí junto con la pelirroja. Itachi permanecía de pie, apoyado en su escritorio, cruzado de brazos viendo como Sasuke miraba hacia todos lados con muchísimo asombro y admiración, esa oficina era asombrosa.

-dime que piensas –ordeno orgulloso imaginando como a Sasuke debía sorprenderle tanto lujo y elegancia.

-que eres un maldito Play Boy –respondió tajante, el moreno mayor lo miro interrogante –¿todas esas chicas visten así siempre? –le pregunto algo indignado –es increíble que las obligues a trabajar en esas condiciones, ni siquiera parecen profesionales –dijo con un claro enojo, luego pudo ver la venda en la mano del mayor.

Itachi torció la cabeza y sonrió arrogante, intento caminar donde el menor y robarle un gustoso y sabroso beso, mas el otro no se dejaría así de fácil.

-estas celoso ¿no es así? –dijo intentando tocarlo siquiera pero no lo conseguía, el morenito le escapaba ágilmente.

-ni lo sueñes miserable –espeto con furia.

-aun no le has dado su beso a este miserable –dijo seductor causando un sonrojo en el más joven que hizo juego con su expresión de furia.

-no recuerdo que eso fuera parte del contrato –expreso corriéndole la cara –y aún estoy molesto por lo que dijiste sobre mi padre.

-ah sí, tu padre –dijo como si fuese un chiste.

-¿te parece gracioso no es así? –pregunto exasperado.

-es gracioso como el que parecía un oportunista en el auto del Namikaze fueras tu –recordó volviendo a su escritorio y reclinándose en el cómodo respaldo de su silla.

-¿Cuándo me viste? –pregunto con asombro.

En respuesta a ello, Itachi saco un control remoto que tomo con su mano vendada que desplego de una rendija del techo un televisor pantalla plana ante ellos; Sasuke lo miro acusador, y el mayor dio play al último video suyo que había grabado.

La escena fuera de su casa, luego de que saludo a Deidara y se subió en el auto con el importante y poderoso empresario, “¿realmente parecía todo lo que le habían dicho desde esa mañana?”, bajo la mirada apenado, Itachi lo miraba con ternura, realmente nunca sabia como actuar frente a su pequeño y lo terminaba haciendo de la peor forma que se le ocurría.

-la verdad es que me dio envidia –confeso.

-¿Por qué me filmaste Itachi? –pregunto serio y conciso.

El pelilargo tomo un CD que tenía escrito sobre él, “aspirante a stripper”, el morenito lo miro con la boca desencajada y se sintió en su máximo nivel de rabia, apretó los dientes, entrecerró los ojos y corrió donde el otro reposaba con una expresión desafiante.

Se arrojó sobre el mayor quien alejaba su mano con el dichoso CD, Sasuke sobre él intentaba manoteárselo, perecían dos hermanos peleando por la última rebanada de pastel o su juguete preferido. Sasuke forcejeaba e Itachi lo alejaba, por lo que el morenito no vio otra más que subirse sobre el regazo del mayor e intentar alcanzar el disco que veía tan cerca y a la vez tan lejos, manoteaba el maldito objeto y ya estaba casi, lo único que no había notado, era que estaba con ambas piernas en cada costado del mayor y sus pechos pegados uno con el otro.

-señor Uchiha, las chicas y yo… -decía entrando una de las secretarias que enmudeció al ver la escena.

Era la morena, su rostro pálido adquirió unas sutiles tonalidades rojizas, los morenos la miraron, Sasuke estudio sus facciones sin comprender el porqué de su expresión, “¿es que esa chica está bien?, parece que tuviera fiebre, ¿Por qué me mira tanto?”, poso sus manitos cansadas de forcejear sobre los hombros de Itachi, quien tenía una expresión completamente tranquila.

-¿Susaki? –llamo a la chica que miraba al suelo.

-eh… yo… bueno.. las chicas… -balbuceaba insultándose mentalmente por no haber llegado cuando los morenos estuvieran en la mejor parte “Lemon del bueno, Su”.

-Susaki, ¿ya le has preguntado ttebane? –llegaba preguntando la rubia que Sasuke había visto abajo primeramente –por Kami-sama! –se detuvo un instante y los miro con una expresión pervertida –no, no, ustedes continúen nosotras esperamos –dijo la rubia mirándolos desde su lugar con las manos en la cintura.

-mande? –cuando Sasuke eh Itachi se miraron, una correntada eléctrica de parte de ambos cuerpos los alejo como un relámpago, disparando al más joven a tres metros de distancia del mayor.

Sasuke con el rostro completamente rojo y abochornado lo miraba con ambas manos cubriendo su boca que no cabía en su asombro, “¿cómo había sucedido?”, se preguntaba mirando al mayor con los ojos bien abiertos. Las muchachas tenían una pequeña sonrisita y mentalmente ambas gritaban “¡¡es tan cute!!”, y sin embargo lo miraban tan tranquilas; Itachi por su parte, tomo unas hojas de su mesa y disimulo ojearlas solo para disimular ante Sasuke su erección, ya que sin haberlo predispuesto, el morenito se había frotado fuertemente sobre su miembro viril causando un empalme en él.

La inocencia de Sasuke le jugaba peligrosamente en contra, haberlo tenido tan cerca sintiendo su dulce aroma y el calor de su cuerpo, su frágil anatomía ejerciendo fricción contra su rudo y portentoso cuerpo habían sido aptas para excitarlo lo suficiente.

Las chicas se sonrieron juguetonamente mientras que por esa misma puerta iba entrando otra rubia, con el cabello un poco más oscuro que la anterior y una media coleta, los mismos ojos azules pero delineados, su traje era violeta y negro y no tenía esas marquitas que la otra si tenía.

-¿Por qué tardan tanto, hmn? –preguntaba la chica –jefe, ¿tiene fiebre? –pregunto yendo donde el moreno mayor y viendo al otro más pequeño -¿ese niño también se siente mal? –la expresión de la rubia se veía preocupada, las otras secretarias se golpearon la frente.

-descuida Dariana, aquí todo el mundo está más que bien ttebane –corrigió la primera rubia.

-chicas que venían a preguntar? –insistió Itachi a las chicas que parecían no querer irse y no comprender las indirectas.

-¿señor Uchiha que va a querer para almorzar? –entro preguntando la pelirroja que no veía a sus compañeras salir y se dispuso a ir ella misma.

-eso… –se quedó pensativo, solo quería que las chicas se fueran –lo que Sasuke quiera.

-awww –exclamaron la primera rubia y la morena completamente enternecidas, la segunda rubia no comprendía mientras que la chica restante rodaba los ojos con resignación.

-Sasuke-kun, ¿quieres que te llevemos a la cocina para que elijas que comerás con el señor Itachi? –preguntaba la primera rubia tomándolo de la muñeca.

-ah, claro… -contesto un tanto vacilante.

Las chicas lo jalaron fuera de la oficina, la pelirroja simplemente fue donde su escritorio y se dispuso a continuar con su trabajo, las otras tres, las dos rubias y la morena lo condujeron al ascensor. Escuchaba como entre ellas balbuceaban cosas extrañas, la verdad nunca había tenido un buen trato con individuos de dicho género, en primer lugar por el trauma de su madre que lo había abandonado y en segundo lugar por las chicas que lo maltrataban en el instituto.

Sintió como alguien jugueteaba con sus cabellos y un agradable cosquilleo causado por unas largas uñas rozando su cuero cabelludo, al mirar, pudo ver a la segunda rubia sonriéndole cálidamente; esa chica no tenía todas las de ser muy despierta e inteligente, pero se veía muy agradable.

-me gusta mucho tu cabello –dijo risueña modelando sus blancos y parejos dientes tras sus femeninos labios con rouge color uva.

-gracias –respondió mirando a la mujer que lo pasaba un poco de altura debido a sus tacones altos.

-¿no eres muy hablador no es así teme-chan? –pregunto la primera rubia algo atrevida, Sasuke solo la miro entrecerrando sus ojos a lo que la misma chica le hecho la lengua.

-quieta usuratonkachi –dijo la única morena.

-eres una dobe –le siguió la pelea el moreno, la segunda rubia rio y la morena lo miro con complicidad, la primera rubia hizo un puchero –pero… no sé porque, tú me recuerdas a alguien –se quedó medio pensativo mirándola fijamente.

-si no supiera que estas con el jefe pensaría que eres un pervertido –dijo ella alzando una sonrisa zorruna.

-¡¿Qué?! Tu… ¿estas con el jefe? –pregunto sorprendida la otra rubia a la que recién le había caído la ficha, en respuesta a ello las otras chicas se golpearon la frente nuevamente.

-claro Dari, ayer te contamos que el novio del jefe iba a venir hoy –le recordó la primera rubia.

-que despistada Neruko, ¿olvidaste que yo no te estaba prestando atención? –le decía como si fuera la cosa más evidente del mundo.

-ay! Querida prima –expreso para luego abrazarse a la rubia que recibió el abrazo gustosa sin comprender el motivo aparente y por qué Neru le acariciaba la cabeza tan lastimosamente –a veces olvido que eres rubia.

La morena negó con la cabeza intentando resignarse con humildad a la dura realidad que la rodeaba, Sasuke tan solo rio, esas chicas eran realmente cómicas; aún estaba bajando por el ascensor, “realmente eran demasiados pisos”, luego subió un chico peli rosa y unos impresionantes ojos jade que no dejaba de mirar a Sasuke con insistencia, el morenito se sonrojo.

-algunos te verían como el chico más afortunado de todos –le dijo para llamar su atención.

-¿disculpe? –no comprendió la menor insinuación, “¿Qué diablos intentaba ese pervertido?”.

-un chico tan insípido y simple como tú, rodeado de semejantes bellezas –dijo mirando a la segunda rubia a  la que sonrió coqueto y ella devolvió la sonrisa gentil y algo torpe.

-oh chicas… ¿alguien escucho una mosquita muerta por aquí? –menciono la primera rubia mirando hacia todos lados, Sasuke no había prestado la menor atención al insulto de ese estúpido pelos de chicle.

-piérdete Saruko –espeto la morena mirándolo con desprecio y algo de frialdad.

-¿tu si sabias que Sasuke es el novio del jefe? –pregunto con emoción la segunda rubia; el chico peli rosa se quedó boquiabierto, bastante sorprendido. Las otras chicas no sabían que decir para callar a la rubia.

-¿el jefe tiene novio? –pregunto desencajado.

-claro… -las chicas la miraban como si gritaran con su mirada “no le digas nada” –es él –dijo señalando a Sasuke.

El sujeto miro al morenito con una expresión de desdén, cuando sonó el timbre de su piso abandono el ascensor sin pronunciar una sola palabra. La morena y la primera rubia se miraban entre ellas, Sasuke no le dio importancia, “la costumbre”, mientras que la segunda rubia volvía a jugar con los cabellos azabaches de Sasuke como lo había hecho anteriormente.

En un instante, el sonido de una campanita les anuncio que habían llegado a piso, el más bajo de todos en el nivel subterráneo y sin embargo era un ambiente realmente iluminado, “esa sería una larga mañana y aún faltaban tres horas para el almuerzo”.

……………………

Ya había pasado el tiempo volando, Itachi estaba en su oficina se veía más tranquilo, pues en seguida Sasuke se había marchado con las muchachas él no tuvo el menor problema de solucionar su “pequeño” inconveniente.

Se encontraba ojeando unos papeles que le había sido enviado por el consejo de ancianos del clan, él ya se suponía debía estar al menos prometido con otro Uchiha tatuado de raza. Suspiro profundo, presentar a Sasuke en sociedad y con el detalle de su aparente “suegro”, no le seria para nada simple; sin embargo el mejor lugar para hacerlo sería la fiesta por la sociedad de las empresas Uchiha-Namikaze, que no sería dentro de poco y ya estaba impaciente.

Tomo del cajón de su escritorio un álbum que no era demasiado grande, allí estaban  plasmadas las uniones más importantes que habían sido realizadas y formadas por los miembros más importantes, desde sus ancestros hasta reposar en la fotografía de sus padres, tras ellos la pareja conformada por su tío Izuna y el codicioso y materialista del Senju con quien lo habían obligado a casarse, en fin, luego de ellos se suponía debían ir su primo y su respectiva pareja pero al renuncia al prometerse con una chica sin clase como Rin, el mismo había sido desheredado, por ellos él debía de ocupar ese lugar, él y su amado Sasuke.

Suspiro nuevamente con anhelo imaginándolos a ambos vestidos con los tan clásicos trajes ceremoniales, los mismos que se habían confeccionado para ser usados generación tras generación cuando dos Uchihas de alcurnia contraían matrimonio; imaginaba a Sasuke en el tan tradicional kimono blanco, soñaba con verlo con una refulgente sonrisa, con brillo en su mirada y en sus pensamientos solo vio una expresión de tristeza, “no puedo obligarlo”, pensaba por un lado, “claro que sí”, refutaba luego por el otro.

Sintió como tocaban la puerta, ese sonido lo saco de sus cavilaciones, guardo el álbum con rapidez y ordeno más o menos su escritorio.

-adelante.

-¿estás muy ocupado? –entro preguntando Sasuke con algo de timidez.

-¿Por qué preguntas? –lo miro curioso.

-es que… las chicas olvidaron que habíamos ido a la cocina a ordenar el almuerzo –dijo con una expresión algo avergonzada viendo la mirada irónica del mayor.

-¿te sugirieron que fuéramos a almorzar fuera de casualidad? –pregunto ya conociendo la respuesta, esas chicas eran astutas y él lo sabía.

-¿Cómo lo sabes? –preguntaba asombrado, “¿las chicas se lo habrían dicho?”.

-oh… simple intuición –bufo con una sonrisa coqueta.

-bien, si no puedes no interesa, yo no como hasta llegar a casa –decía yendo hasta su mochila que reposaba sobre el sillón que se encontraba en esa misma oficina.

-hmn! –bufo marcial –debí suponerlo.

El morenito volvió su mirada y poso las manos en sus caderas, tenia un ojo entrecerrado y una ceja alzada, lo miraba interrogante y al mismo tiempo intentando adelantar la evidente burla.

-dime… ¿Qué debiste suponer? –pregunto sin más.

-que no tenías para comer al mediodía.

-eres un miserable, yo como a las tres de la tarde cuando vuelvo a casa, así que ya debería irme despidiendo –dijo exhausto –mi parte aquí termino.

-no pasaste ni la mitad de la mañana conmigo, ni sentado en mi escritorio como mi precioso trofeo –elucido con arrogancia.

-yo preparo el almuerzo para mi padre, ¿sabes? –lo miro acusador.

-seguramente tu padre vaya a comer con su nueva conquista –deducía con la mayor de las maldades tecleando su portátil.

-¡¿Cuál es tu problema con mi padre?! –exigió saber enfurecido.

-… -el mayor lo miro atentamente, en su expresión no se podía leer nada –am… no lo sé –dijo alzando los hombros.

-mi padre lo es todo para mí, te agradecería que…

-exacto –le interrumpió queriendo evitar el molestoso discurso.

-… -lo miraba entre interrogante y hastiado.

-supongo que ese es el problema.

-explícate por favor.

-… -suspiro cansino –ese hombre lo es todo para ti, ¿no lo comprendes?

-claro que lo comprendo, acabo de decírtelo –dijo con una mueca de obviedad.

-yo quiero serlo todo para ti Sasuke –dijo haciendo a un lado su trabajo y levantándose de su asiento hasta donde se encontraba el menor.

-estás loco –espeto avergonzado viendo como el mayor avanzaba hacia él.

-aun no lo has comprendido, ¿no es así? –pregunto sujetándolo con cuidado de los hombros.

Ambos corazones palpitaban con locura, ambos órganos elementales del sistema cardiovascular suplicaban al sistema nervioso el salir de su puesto en el mediastino y martillar el esternón hasta romperlo y fundirse el uno con el otro. El tacto de Itachi contra su frágil cuerpo lo hacía estremecerse con violencia como si quisiera convulsionar su cuerpo mediante sentidos y conexiones tan burdas como eran sus miradas.

Ambos oscuros ónices querían sentir como el mundo a su alrededor desaparecía como en su primera unión de bocas deseosas y apasionadas, como aquel primer instante en la puerta de su casa, donde ese moreno mayor era un simple desconocido para él, cuando tan solo era su ángel oscuro en el medio de la noche.

Su blanca mano buscaba aquella misma imagen, con timidez sus dedos llegaron donde la coleta del mayor y liberaron los largos cabellos azabaches que se deslizaron salvajemente donde era su debido lugar; entonces sintió su corazón palpitar más fuerte aun, exclamo un jadeo que era fusionado como un suspiro como una expresión de asombro y las palabras no salían.

El mayor no lo dejaría, las manos viriles buscaron el punto más frágil y sensible del menor, dándole un punto táctico donde apoyarse cuando profesara eso que tantas ganas tenía de hacer desde el primer instante en que lo vio en aquel restaurante.

Cuánto añoraba esos labios. Con qué desespero busco esa cavidad que lo recibió con tanto gusto y entusiasmo con el mismo que jamás había recibido a nadie.

Ni esa misma mañana cuando beso al capitán del equipo de futbol, ni la pecaminosa y tentadora boca del rubio lo había llenado de esa sensación de felicidad y… esa sensación… la otra que no supo reconocer pero que hacía temblar su cuerpo entero, que le daban esas ganas profundas de salir corriendo al fin del mundo de la mano de ese mismo hombre que lo proclamaba con… esa sensación… ¿apasionada? Seria eso, él no quería eso.

Se aferró con locura del cuello del peli largo, el mismo se asió de la grácil cintura haciendo la distancia de sus cuerpos completamente nula; ninguno pensaba, solo el sonido del fax los hizo separarse y dejar entre ellos la unión de una secuencia delgado de sicalíptica saliva.

-¿quieres ir a cenar? –invito jadeante el mayor intentando buscar la mirada de Sasuke que aún mantenía sus ojitos cerrados.

-… -respiraba con dificultad –si… -contesto con sus ojitos aun cerrados.

 

Continuara…

Notas finales:

se lo que piensan y las chicas no van ahacer muchas apariciones, esta es una historia propiamente yaoi es solo para endulzar el ambiente ya que sasu sufre mucho por parte de las feminas xD jaja y queria poner varios personajes en este capii :D

diganme que piensan porfavorrr!!! y al que les guste las chicas y escribe historias yuri o hentai se las puedo ceder si me avisan porfavor n3n no tengo ningun inconveniente

REVIEWWSS plisssss

haganme felizzz♥

anden hermosooooo

muchos besos

 


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