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Amor Oscuro por yaoistamoon

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Notas del capitulo:

Mis amores, la tardanza de este capi es por el motivo de que tuve que escribirlo dos veces y creanme que lo mas complicado que hay es tratar de escribir un capi de nuevo intentando que te quede igual de bueno con toda la frustracion encima! :P en fin....

Quiero agradecer desde elfondo de mi corazon todos los mensajitos preciosos que recibi!!!! no he podido contestarlos uno por uno por obvia falta de tiempo y disculparme por lacantidad de fics que no he podido leer TT-TT por l motivo de la facultad devoradora de almasss u.u

 a mis amores que no pude responder sus mensajitos: konata san (muchas gracias por tus mensajes y lamento hacerlos esperar tantooo pero tengo escritas ya dos sorpresas de este mismo fic para unos capis mas adelante que estan cargadas de hardddddd *¬*), claudita (jeje, la preocupacion de naru por el bello pelirojo es un poquito relativo, ya veras porque n.n), raven3001 (que alegria que te gustee!! jeje, ese era mi miedito de no poner donceles jeje, por eso esta historia es exclusiva sin mpreg :D me alegra muchisimo que te agrade asi y las cualidades de los personajes xD), Anónimo (tranqui corazon que no los voy a dejar asi ya tengo redactadas unas sorpresitas para compensarlas por laespera que se van a venir mas adelanteeee)(), sayuri uchiha (que felicidaddd nena!!! jaja, y lo leiste justito cuando ya termine de escribir la conti tengo a muchas personas esperando desde hace rato ya y eso me pone re mal u.u asi que espero no desilucionarlos con lo que se viene, me esforce mucho por ello <3)

Mis bellezass, espero les guste y sepan que tengo adelantadas partes muy fuertes para los capis que se viene xD jaja, y sepan disculpar a la perra facultad por sacarme la inspircion y la energia. Espero este capi compense la espera <3

 

Abría los ojos lentamente, no sabía cuánto tiempo debió de haber pasado; al mirar por la ventana comprobó que era de noche. Seguramente su padre ya debió de haber llegado, se levantó perezoso, se acercó al espejo y noto como se había quedado dormido con la ropa puesta.

Se froto los ojos intentando espabilarse y bostezo profundamente, aun tenia sueño, se rasco la nuca y se dispuso  a buscar a su progenitor; las luces del corredor eran débiles, al pasar el umbral de la puerta miro a cada lado buscando una referencia mas no la encontró. Salió al pasillo y se dirigió a las escaleras, seguramente estaría en la sala o cenando en la cocina.

Cuando estuvo sobre el último escalón, miro a cada lado, la luz del pequeño televisor estaba iluminaba la poco alumbrada sala y sobre el sillón, dormido, estaba su padre; sonrió de lado, se veía algo cómico. Parecía cansado, el volumen del televisor era nulo, a su lado, junto a la pequeña y antigua mesa de vidrio reposaba una tetera que despedía un perfumado aroma a te de jazmín. Sabía cuánto adoraba su padre el té de jazmín.

Lo miro con adoración, luego algo ensombreció su semblante, suspiro pesadamente y se dejó caer en el sillón con tal descuido que logro despertar a aquel magnifico hombre.

-¿Sasuke? –le llamo frotándose los ojos para espabilarse.

-¿otras vez leyendo esa porquería? –pregunto algo brusco.

-mocoso insolente –pronuncio Fugaku como un mantra con toda la calma del mundo, ya no le afectaba en lo más mínimo.

El moreno mayor solo dejo el viejo libro que portaba en manos a un costado de la mesita y se acomodó para sentarse mejor.

-creo que tu se té enfrió –dijo mirando a un costado las imágenes sin sonido que se alumbraban en la pantalla de aquel viejo televisor.

-lo prepare cuando llegue para beber contigo –dijo en voz baja mientras se desperezaba.

-¿día duro?

-así es, el negocio internacional que la empresa esperaba fue exitoso –informo con pesar –hoy trabajamos sin el menor descanso.

-qué alegría –susurro el menor -¿quieres que recaliente el agua? –pregunto viendo la mirada pesada que su padre le dirigía.

-seh –respondió tajante.

Cuando Sasuke se fue con la tetera a la cocina Fugaku tomo el pequeño libro en manos y se aferró a él como si temiese perderlo.

“Sé que lo odias Sasuke”, pensó el moreno abrazando con fuerza el diario de su padre.

Pero, ¿Por qué Sasuke lo odiaba?

Sasuke odiaba todo lo que estuviera relacionado con su sufrimiento, ya que desde pequeño vio la tristeza de Fugaku tras la desaparición de Orochimaru y todas las penurias que debieron pasar por ser un chico tan joven a cargo de un pequeño infante y una gran casa que mantener que por suerte del destino, era propiedad suya.

Desde siempre Sasuke tuvo la idea de que Orochimaru los había abandonado por su causa, Fugaku sabía que no era así.

Mas todo se remontaba aquel extraño día, a tan solo unos días de la misteriosa desaparición del gran Orochimaru Uchiha.

 

 

Flash Back

Apenas había vuelto de su trabajo en la editorial. Su nombre Orochimaru, un bellísimo moreno, de cabello largo y genuinos ojos dorados, se veía cansado, los acosos en el trabajo lo iban por acabar de volver loco; pensaba preocupadamente en la llamada que su hijo había hecho a su trabajo diciendo que volviera tan pronto podía. Se adentró en su casa, dejo su maletín y se despojó del abrigo, era otoño y comenzaba a asomarse el frio.

De repente sintió su corazón paralizar, un sonido intenso llego de pronto a su canal auditivo que hizo abrir sus ojos desmesuradamente.

El llanto de un bebe.

-¿Fugaku? –llamo a su hijo, “no puede ser posible”.

Corrió escaleras arriba con el corazón apretado en su mano, ¿Qué sucedería?

Vio la habitación de su hijo a unos cuantos metros de si, la puerta estaba abierta y de ella manaba una intensa luz que hacía más perecedero el sonido incesante del llanto del bebe, llego jadeante por la carrera y lo que vio lo dejo estupefacto.

Su hijo. Su pequeño niño intentando perdidamente acunar a un pequeño y frágil bebe en brazos para acallar sus lloros; se adentró incrédulo, con la boca desencajada y la mirada desorbitada en esa delicada criaturita que tenía la carita roja por el llanto.

-¿hijo? –le llamo cauteloso, su niño también lloraba.

-padre –sollozo su morenito.

-¿es esto lo que pienso? –pregunto temeroso de la respuesta aun viendo al pequeño infante en brazos de su joven hijo.

-por favor no me juzgues, yo tampoco lo sabía –aclaro desesperado, abrazando al más pequeño.

-ay hijo… –suspiro acercándose al tierno bebe que se veía cansado de llorar.

-no puedo hacer que pare de llorar –dijo limpiando sus propias lágrimas.

-parece que tuviera hambre.

-ni siquiera sé dónde está su biberón –dijo ojeando la pañalera que la madre del niño le había dejado armada.

Cautelosamente el moreno mayor fue donde la cama de su hijo y entre busco la mamila del bebe, vio muchísimas cosas, saco un chupete que le tendió a su niño mientras tanto y bajo a calentar leche para el pequeño.

-vamos –le invito a acompañarlo.

Temerosamente el menor bajo las escaleras con el pequeño en brazos que se había tranquilizado un poco con el chupete en su pequeña boquita, observaba todo el panorama con sus grandes y brillantes ojos azabache tal y como los de sus padres.

-¿fue esa mujer no es así? –pregunto mientras ponía la medida justa de leche en el fogón.

-si padre –dijo con la voz un tanto apagada.

-¿Por qué no te lo había dicho Fugaku? –pregunto algo severo, comprendía el dolor que su hijo sentía al conocer al enterarse de su pequeño de esa manera pero debía actuar como un padre responsable en momento como esos.

-Mikoto… ella… -vacilaba, la verdad dolía más de lo que pensaba –estaba casada padre.

-… -Orochimaru tenía los ojos abiertos a más no poder, esa mujer era una verdadera desgraciada.

-y no es todo… -dijo mirando la inocente carita del más pequeño –tenía un hijo, yo no lo sabía –le confeso a su padre –me dijo que se había mantenido apartada de su marido para poder acabar sus estudios, que es un hombre muy rico que no debe enterarse jamás de él –relato mirando al menor.

-es increíble –dijo retirando la leche tibia y vertiéndola en el biberón que le tendió a su hijo –hay personas que no tienen moral.

-lo sé –susurro dando de comer a su hijo que se veía verdaderamente hambriento.

-descuida Fugaku, recuerda que también yo fui padre a los 18 años, sé muy bien cómo te sientes en estos momentos –dijo poniendo una mano en el hombro contrario en señal de apoyo.

-lo lamento muchísimo padre –dijo el menor bajando su rostro humillado –tú me advertiste y yo…

-ya, descuida –le interrumpió –lo que paso, paso –dijo con una paternal sonrisa –ahora tienes cosas más importantes en las que pensar.

-él es muy pequeño aun –dijo con una sonrisa enternecida viendo al bebe cerrando sus grandes ojitos con sueño.

-¿y cómo se llama?

-Sasuke –respondió ahora más contento y conmocionado.

-Sasuke –susurro –es perfecto, es un niño muy lindo.

-lo es –dijo riendo alegre luego de saber que su padre lo apoyaba, ahora se sentía más tranquilo.

Fin del Flash Back.

 

 

-aquí esta –dijo llegando con la tetera.

-no tardaste nada –advirtió escondiendo el diario detrás de él.

-no estaba tan fría –respondió vertiendo algo del líquido aromático en una de las tacitas y luego en la suya -¿quieres que encienda la estufa? –pregunto con ese vacío en el pecho que laceraba cada vez que su padre tenía ese maldito libro en manos.

-no, así está bien –respondió calentando sus manos con el calor de la taza y su contenido.

-… -quería decir algo, las palabras no salían, quería olvidar ese dolor que devolvía a esa realidad de vez en cuando –por cierto, dejaste al dobe solo aquí –recordó intentando sacar un tema de conversación.

-ah sí, Naruto-kun –clamo con gracia mirando a la nada –él dijo que quería darte la sorpresa para cuando regresaras –informo ahora mirándolo a los ojos –y que te invitaría a cenar o algo así.

-pues si me sorprendió muchísimo –dijo apretando la taza en sus manos, el frio comenzaba a levantarse y era preferible no encender la estufa con la poca leña que tenían, las noches eran realmente heladas.

-por cierto, ¿Dónde andabas? –pregunto curioso.

-ah yo… andaba por ahí –invento rápidamente.

-¿con… algún galán? –pregunto pícaramente.

-¿Qué te hace pensarlo?

-primero que respondiste con otra pregunta –dijo con una ceja alzada para dar una sorbida a su te –segundo, soy tu padre Sasuke.

-es una tontería.

-¿Por qué lo ocultas?

-yo no oculto nada –dijo para luego ser cayado con aquel infernal sonido.

Ese maldito sonido que había estado escuchando desde esa precisa mañana.

¿Cómo lo había olvidado?

¡¡Ese maldito celular!!

Miro algo avergonzado a su padre que estaba cruzado de brazos ante él mientras que el odioso aparato en su bolsillo no dejaba de sonar.

-¿y bien? –pregunto el mayor con malicia -¿no vas a contestar?

Sasuke trago pesado llevando su mano a su bolsillo y tomando el pequeño teléfono, miro la pantalla y corroboro quien le llamaba, aquel cuyo nombre de contacto estaba registrado como “amor”.

-diga –atendió la llamada mirando de reojo a Fugaku quien le miraba triunfal, sabía que tenía razón, su hijo era un baka.

-¿Qué tal bebe? –hablo del otro lado con un tono coqueto.

-¿tú que crees? –respondió furioso algo cohibido –olvide devolverte tu cochino celular.

-no tienes que devolverme nada, es tuyo, lo compre para ti –aclaro riendo.

-¿para qué llamas? –pregunto aún más furioso.

-quería invitarte a salir esta noche.

-mañana tengo que ir al instituto.

-¿a qué hora quieres que pase por ti? –pregunto ignorando lo dicho por el morenito.

-¿acaso me oíste? –pregunto exasperado, podía escuchar la risita de su padre ante él.

-perfecto, pasare por ti en unas dos horas, te quiero delicioso para entonces –finalizo para cortar la llamada.

Sasuke solo suspiro, ¿Cuánto le había durado el secreto? Apenas un par de días.

Tomo la tetera entre sus manos y se dispuso a servir su tacita, las manos le temblaban un poco.

-tengo novio –expreso abruptamente con algo de dificultad.

-ya lo sabía –dijo haciendo que su hijo quedara más pálido de lo que era.

-¿lo sabias? –pregunto con la boca desencajada y el corazón en la mano mientras el mayor tomaba su tacita y bebía un pequeño sorbo del contenido.

-no me sorprendió en lo más mínimo, ya eres grande, te has desarrollado estupendamente, eres un chico lindo –agrego algo sarcástico – y bueno, Naruto-kun…

-¡¿Qué?! –le corto -¿tú crees que el dobe y yo…?

-¿acaso hay otro chico? –pregunto algo confundido, tal parecía que sus sospechas no eran del todo ciertas.

-claro que no –dijo con la cara completamente roja –el dobe de Naruto jamás fue una opción –y tomo su tacita en mano viendo a su padre algo pensativo.

-pero… -vacilaba confundido -¿y ese celular?

-descuida –dijo mirando a un costado –no pienso aceptarlo –dijo sabiendo lo ofensivo que era aceptar un obsequio así.

-hijo –dijo suspirando hondo y dejando su te a un lado, sentándose derecho y mirándolo de frente –se lo que estás pensando, y no quiero que hagas algo que no quieras por miedo a que a mí me ofenda.

-pero padre…

-ya tienes diecinueve años Sasuke, sé que eres completamente consiente de lo que haces y que yo sea un hombre completamente orgulloso, no significa que tú también tengas que serlo –agrego sonriéndole tranquilamente.

-comprendo –dijo relajando su semblante y dando ahora un sorbo de su te, por dentro se sentía enormemente aliviado.

-¿y bien? –quiso saber el mayor –háblame de él –pidió como era evidente aun así Sasuke no sabía cómo contestaría, el rostro del mayor se veía completamente ansioso de saber todo, quizá algo indiscreto.

-bueno… de hecho aún me gustaría saber a dónde llegara todo esto antes de hacerme ilusiones –dijo algo prudente, ¿de qué manera le diría a su padre que había hecho un trato con un extraño para que no los dejaran en la calle a cambio de hacerse pasar por su novio?

-pero es rico –refuto Fugaku algo serio haciendo a Sasuke tragar pesado -sabes lo que pienso de los hombres ricos –el menor asintió –solo no quiero que salgas lastimado hijo, sabes que las personas hablan y lo maliciosas que pueden llegar a ser.

-lo sé –le sonrió calmado –pero te aseguro que él es bueno –dijo disfrazando un poco su inseguridad, aun no podía asegurar eso sobre Itachi puesto que sus acciones le decían lo contrario.

-eso espero.

-saldré con él esta noche –dijo con una sonrisa algo soñadora, debía admitir que Itachi le sacaba cientos de suspiros y lo dejaba en las nubes.

-que bien –expreso Fugaku con una sonrisa cálida, aunque por dentro pensaba con anhelo “llamare a Minato tan pronto Sasuke se vaya” –hablando de sexo… -Sasuke trago pesado.

-jamás hablamos de sexo –exclamo sin querer imaginar lo que pasaba por la cabeza de ese hombre, viendo como su padre tenía una especie de filo en la mirada.

-¿han llegado a una especie de acuerdo con… tu sabes? –pregunto haciendo a Sasuke ahogarse con su propia saliva.

-n.no sé a qué te refieres –dijo con el rostro completamente colorado.

-¿sabes que deben cuidarse no es así? –pregunto algo serio esta vez.

-c.claro… padre… cielos –suspiro lo último.

-¿se cuidan? –pregunto algo severo.

-aun no…

-¡¡Sasuke!! –exclamo horrorizado.

-aún no hemos hecho nada, ¡por Kami! –grito con el rostro completamente colorado tratando de no imaginar el cuerpo de Itachi desnudo y lo magnifico que seguramente debía ser.

-¿no lo han hecho Sasuke? –pregunto con algo de sorpresa.

-no, aún sigo siendo virgen –respondió con algo de tranquilidad.

-¿él no te da seguridad? –quiso saber algo preocupado.

-no es nada de eso –dijo como mirando a la nada, un poco perdido en sus pensamientos –tan solo… quiero esperar un poco más.

-aww, que chico más dulce –exclamo juguetonamente llevándose su mano al pecho -y seguro esperas a que me pida su bendición para casarse –rio bajo la mirada fulminante de Sasuke quien sabía que se trataba de una broma para hacerlo enfadar.

-no todos somos unos fáciles –refuto viendo retadoramente al moreno mayor que estaba cruzado de brazos –y no pretendo entregarle a un hombre algo tan importante como mi trasero a unos días de salir con él como “otros” –agrego burlonamente.

-así que de eso se trata –exclamo desafiante captando el juego de su hijo –pues bien, te informo mocoso maleducado que mi importante y sagrado trasero no se lo entregue primeramente a Minato luego de salir con él.

-¿a no? –pregunto asombrado notando como su padre ahora hablaba enserio.

-claro que no –dijo con el ánimo de informar a su hijo sobre los peligros y consecuencias de pertenecer a un clan tan poderoso y ancestral –mi virginidad fue vendida al mejor postor.

-¿de que estas hablando? –pregunto con el aliento cortado, francamente eso no se lo esperaba.

-¿Por qué crees que no somos ricos y millonarios a pesar de ser Uchihas tatuados de raza? –pregunto mirándolo algo serio, ya era hora de que lo supiera.

-siempre me lo he preguntado… esta marca que tengo… -vacilaba bajo la mirada seria del mayor.

-tiene sus consecuencias pertenecer a uno de los clanes más poderosos –informo acomodándose en una postura determinante bajo la atención curiosa de Sasuke –ya es hora de que lo sepas.

-quiero saberlo padre… todo.

-sucedió en la época del abuelo de mi padre –comenzó a recitar –cuando los matrimonios arreglados se salían de las manos de las familias más tradicionalistas y casaban a cualquiera con algún heredero de un clan yakuza.

-¿yakuza…? –susurro con algo de temor.

-sucede hasta ahora en los clanes más poderosos e influyentes –informo pensativo –los conejos de ancianos que rigen los clanes al mando del líder heredero pactan uniones de gran conveniencia patrimonial –indico con algo de desprecio –ya sea dinero, propiedades o títulos.

-es increíble pero… ¿Por qué tu…?

-a eso voy –dijo haciendo una pausa –el abuelo de mi padre no quiso eso para su familia por lo que deshizo la unión con esa parte de nuestro clan casándose con una persona de poca influencia social, Kakashi Uchiha había contraído matrimonio con un aldeano hijo de un mercader muy pobre.

-¿y cómo fue que…? Tú sabes, tuvieron hijos.

-el consejo del clan no pudo aceptarlo, secuestraron al pobre aldeano y lo entregaron como esclavo sexual a un clan de yakuzas –dijo con algo de vergüenza –luego hicieron un trato.

-¿un trato?

-lo obligaron a unirse con una Uchiha de raza y procrear un hijo que siguiera la línea pura, pero ese hijo debía negociar su virginidad a cambio de protección para la pareja de su padre –Sasuke solo alzo la mirada dándose cuenta de lo obvio –Kakashi Uchiha acepto e hizo el trato.

-cielos

-y así sucedió con los demás descendientes de esa línea, mi virginidad también fue negociada cuando era más joven, así como la de mi padre y mi abuelo.

-¿y tú… que diste a cambio?

-… –recordó cuando lo pacto ante el consejo para posteriormente ser devorado por el poderoso hombre de aquel influyente clan –eso es un pacto secreto.

-no tenía idea –dijo realmente sorprendido por la historia, estaba perplejo.

-luego estuvimos a punto de volver a esa rama de la familia –recordó como Orochimaru le había contado cuando era pequeño -la virginidad de mi padre fue entregada a un Namikaze que era unos años mayor que él –dijo reanudando la historia, quería sacarle a Sasuke las dudas sobre su abuelo y contarle un poco más sobre esa historia que a él no le cerraba –pero ese Namikaze, era su novio.

-¿el padre de Minato-san y abuelo de Naruto? –Fugaku asintió algo sorprendido de que Sasuke no hubiera hecho alguna expresión despreciativa –pactaron algo que hasta ahora es un secreto, iban a casarse y el consejo estaba más que de acuerdo con ello, serian quienes organizaran la boda.

-pero luego la traición de ese miserable –agrego el menor con algo de ira.

-así es… -susurro –Sasuke, te estoy contando esto porque no quiero que ignores nada y que seguramente ese hombre que es tu novio debería saber si va a estar contigo.

-¿y porque debería?

-¿no me dijiste que era rico? –reafirmo tras el asentimiento de Sasuke –si no quieres decirme quien es al menos estate advertido si pertenece a un clan poderoso.

-lo estaré.

-bien… -suspiro –ahora, ¿no me dijiste que saldrías con él? –pregunto viendo como el morenito asentía algo pensativo.

Con esos pensamientos en mente, Sasuke se levantó del sillón con la cabeza llena de dudas; fue donde las escaleras, y subió a su habitación.

Estaba completamente confundido por todo aquello, se veía como un autómata con respecto a las acciones que realizaba como despojarse de su ropa lentamente para ir a bañarse.

 

Flash Back

(Momento en el auto cuando iban al restaurante familiar Katón esa misma mañana)

-esto no es nada comparado con lo que tú me estás dando a mí –vio como el menor lo miraba interrogante y el solo suspiro prendiendo el motor.

-¿de qué estás hablando Itachi?

-¿recuerdas a mi tío Izuna y su marido? Te los presente aquella vez en el club –le recordó sin muchas ganas de dar explicaciones, el morenito era demasiado terco e inseguro de sí mismo.

-los recuerdo –pensaba en aquel moreno que era extrañamente parecido con él.

-los ancianos del consejo los unieron en matrimonio por pura conveniencia, ¿recuerdas eso también? –continuo mirando el camino.

-¿sí?

-Sasuke piensa, si tu no estuvieras conmigo yo tendría a mi lado a un chico mimado y prepotente.

-¿Cómo tú? –dijo en son de burla.

-algo así –rio el mayor.

-olvidaba eso…

-¿olvidar que?

-tu plan –“todo esto, es una farsa”

Fin del Flash Back

 

Pensaba en ello mientras el agua caliente resbalaba por su suave piel, cerró los ojos con pesar y hecho la cabeza hacia atrás mojando su cabello y rostro; se sentía algo abatido, elevo sus manos donde su rostro y se froto eliminando el exceso de agua de sus ojos y luego se dispuso a continuar con su baño intentando olvidar aquellas palabras y que la historia de su padre no le afectara tanto.

Minutos después salió del baño con una toalla amarrada a la cintura y otra secándose el cabello; se sentó en la cama pensativo, sacudió su cabeza.

“¿Él lo sabría?”, se preguntó suspirando profundamente.

………………

En el comedor, Fugaku esperaba, hacia unos momentos que había llamado a su amado y a tan solo unos minutos ya escuchaba el toque de la puerta; se levantó algo pensativo y feliz a la vez. Abrió la puerta y ahí estaba, su atractivo y salvaje semental vestido con una chaqueta de cuero internacional, arreglado con su típico peinado de cabellos rubios desorganizados y luciendo una encantadora sonrisa.

-entra –invito el moreno con una pose seductora.

El rubio sonrió coqueto y se adentró echando una mirada hambrienta al delicioso y estrecho cuerpo de su amado, aun al ser un hombre adulto y un poco alto se vía delgado y menos musculoso que el rubio, quien no conociera a los Uchihas pensarían que Fugaku sería el hermano mayor de Sasuke por unos pocos años.

-que travieso eres, aprovechaste que tu hijo no estaría –dijo yendo donde la sala notando el inmenso frio que ahí hacía, “¿Cómo puede estar con esa camiseta manga larga?”, esa majestuosa camiseta que le caía de un hombro por lo desgastada que era, casi como una pijama.

-no quería estar solo esta noche –confeso abrazando a su rubio por detrás haciendo notoria la diferencia de alturas, se aferraba con ansiedad de aquellos esplendidos pectorales.

-¿otra vez nostálgico amor? –pregunto acariciando esas manos que luego se despegaron y le condujeron a los sillones.

-como no tienes idea –respondió dejándose caer sobre su rubio que le abrazo protectoramente.

-¿no te resististe a no leer ese diario de nuevo? –dijo con obviedad.

-lo deje cuando Sasuke se levantó, él lo odia –aseguro viendo a su amado a los ojos, el mismo le acariciaba el cabello con ternura.

-¿al menos le has hablado de…?

-debí suponer que estarías acompañado maldito padre pervertido –escucharon los mayores la voz del morenito menor llegando a la sala.

-ah Sasuke-kun –exclamo el rubio acomodándose en el sillón con el moreno sobre él quien se incorporó y sentó de una forma más apropiada.

-¿esa es mi chaqueta? –pregunto Fugaku viendo a su hijo vestido tan lindo arreglado para su cita.

-amm, ¿me la prestas? –pregunto risueñamente.

-hmn… no –respondió infantilmente haciendo reír a su amado a su lado.

-pero bueno, ¿A dónde vas tan presentable muchacho? –pregunto el Namikaze insinuadoramente.

-¿no te lo había contado Minato? Él tiene una cita –dijo el Uchiha mayor viendo retadoramente a su hijo que lo miraba con los ojos entrecerrados.

-¿entonces…? –expreso estupefacto con algo de alegría –nuestras sospechas eran correctas… Sasuke-kun y mi Naru

-bueno… M.Minato-san… –le corto algo nervioso Sasuke tras la carcajada de su padre.

-pasaras de ser mi nuevo hijo a ser mi yerno –dijo tomando la mano de su moreno que reía sin control.

-e.es que… n.no… -intentaba formular el menor.

-no amor –le corrigió el Uchiha mayor –nuestras sospechas no eran del todo ciertas.

-¿a no? –dijo viendo a Sasuke que negaba con un escandaloso sonrojo en el rostro –oh, que lastima –susurro algo desilusionado -¿y bien, quien es el afortunado? –quiso saber algo curioso mirando a su amado a su lado.

-un hombre misterioso –dijo algo teatral Fugaku –y le regalo un celular –agrego para luego comenzar a reír junto con el rubio.

Con la cara roja de ira Sasuke se marchó a la entrada y dejo sola a la pareja de patanes que eran esos dos, prefería esperar afuera a su tan anhelada cita. Hacia algo de frio, se abrazó a si mismo cuando una correntada de viento frio soplo con algo de insidia contra su frágil cuerpo, esa ropa no favorecía la temperatura que había, esos gens desgastados que dejaban a la vista algo de piel era casi como un colador para el frio que hacía.

Miraba hacia todos lados, la luz del alumbrado público era lo único que lo iluminaba, ni la luna se hacía presente esa precisa noche por lo que no la sintió mágica, no como otras noches; luego sintió un bullicio de gente, precisamente la pandilla de Deidara que venía desde la esquina de la calle de enfrente que iban tan concentrados hablando que ni lo habían notado. cuando llegaron a la puerta de la casa del rubio, la abrieron con toda confianza dejando vista al dobe de Naruto sentado como un condenado en el sillón frente al televisor con una bolsa de frituras como si nada hubiera sucedido en lugar de estar con Gaara en la habitación.

-estúpido dobe –susurro antes de ver un lujoso auto plateado estacionarse ante sí.

Tal parece que el Namikaze no era el único que le gustaba cambiar de vehículo de vez en cuando, se bajó un chofer, que en esa instancia correspondía a un anciano en lugar de la rubia de Ino y le abrió la puerta; Sasuke se extrañó bastante, pero cuando miro hacia atrás, pudo ver como desde su casa, en la ventana a un lado de la puerta su padre y Minato permanecían como dos viejas chismosas esperando ver quien era la cita del menor.

Les sonrió altivamente a los mayores y se subió al auto que lo aguardaba sintiéndose aliviado de que Itachi no se hubiera bajado a abrirle la puerta como otras veces.

-te tomaste enserio el que te quería ver “delicioso” –expreso el moreno quien le miraba desde su lugar sentado como todo un seductor.

-¿me veo bien? –pregunto coqueto viendo a Itachi como le gustaba verlo, con el cabello desamarrado y esa expresión altanera que lo cautivaba.

-exquisito –respondió como un ronroneo viendo como su morenito se le acercaba para sentarse más cerca de él -¿y mi beso? –demando como todo buen semental.

Como respuesta a ello Sasuke se aproximó un poco más y deposito sobre los labios contrarios un dulce beso como el que había aprendido a dar. Itachi lo degusto con goce, al sentir esos labios inocentes propinándole un gustoso y sabroso beso como saludo, tan puro, tan inofensivo y dulce como solo esos labios podrían besar.

-¿satisfecho? –pregunto traviesamente.

-estas más contento bebe, eso me hace feliz –dijo con una sonrisa viendo el brillo en los ojitos de su pequeño.

-bueno, me saque un gran peso de encima –dijo olvidando por un momento todas las desgracias que habían surgido ese día al haberse quedado con la imagen alegre de su padre con aquel extraño y carismático rubio –le dije a mi padre sobre ti.

-¿y cómo…? –mintió ya sabiendo lo que había sucedido, lo había visto todo como siempre.

-bueno no le dije exactamente todo, pero… le dije que tenía un novio –dijo lo último con un adorable sonrojo adornando sus mejillas.

-eso es bueno cariño –dijo acariciando con ternura la mejilla sonrojada del morenito.

-¿A dónde vamos? –pregunto curioso.

-a bailar –indico viendo como el chofer ponía el auto en marcha.

Al cabo de unos minutos, llegaron a destino; el viaje había sido inmensamente silencioso quizá algo incómodo ya que no tenían el menor tema de conversación. La puerta fue abierta por el anciano, Sasuke sonrió a su novio y se dispuso a bajar para contemplar el local donde su amado lo había llevado.

Se trataba de una gran edificación en forma cilíndrica con una espléndida entrada, sin embargo un pequeño y menor detalle: la inmensa fila de personas esperando para entrar con el frio calándole los huesos.

-mejor vallamos a hacer la fila antes de que llegue más gente –sugirió Sasuke dispuesto a marchar donde el final de la kilométrica cola.

-espera Sasuke –le detuvo el mayor tomándolo del brazo.

-¿me dirás ahora que nunca haces fila o que el local es tuyo? –pregunto inquisitivo mirándolo sarcástico.

-bueno… no exactamente –respondió pensativo –soy cliente vip.

-debí suponerlo –bufo irónico.

-¿crees que te traería a esta hora para hacer fila? –pregunto como si fuese la cosa más obvia y tomo al morenito de la mano para conducirlo donde estaba la entrada de clientes exclusivos.

Sasuke se dejó conducir con la única idea en mente de lo cálida que esa mano era, aun así no pudo evitar pensar en lo incomodo de la situación; Itachi lo llevo donde unos guardias gigantescos permanecían de pie a la par de una puerta y vio al moreno metiéndolos sin siquiera decir “hola”.

¿Tanta influencia tenia Itachi allí?, pero se olvidó de todo pensamiento cuando contemplo lo increíble que ese lugar era por dentro; era el doble de increíble que los lugares a los que Deidara lo llevaba.

La decoración era algo fantástica, casi magistral, mezclaba lo elegante que solo la gente de clase podría exigir en un lugar como ese sin perder el encanto artístico y lo contemporáneo; la música solo podía ser impuesta por el mejor DJ del momento, la barra del lugar con las bebidas acomodadas como parte de la decoración como si formaran arte, las personas tan distintas, los alrededores, las luces ¡todo maldición!

-escojamos una mesa –debió gritarle debido a lo alto de la música, llevándolo donde una zona elevada sobre unos escalones donde los lugares se encontraban.

-la que esté más cerca de la pista –pidió con el mismo volumen de voz viendo ansioso el tumulto de personas que se movían frenéticamente sin importarles nada, ni perder la cordura o la elegancia.

Fueron donde una de las mesas que Itachi eligió y enseguida una mesera se acercó.

-¿Qué les sirvo? –pregunto casi como un grito.

-¿no es algo pronto para tomar? –pregunto el morenito mirándolo incrédulo.

-bien –dijo el mayor rodando los ojos –pediré algo suave… –dijo para luego mirar a la chica –un licor con vodka.

La chica rio por el pedido del mayor y Sasuke abrió los ojos para mirar a su amado que le sonreía despreocupadamente, luego se quitó la chaqueta de su padre notando la diferencia de temperatura que adentro hacia con respecto al frio de afuera. El mayor vio con deleite la camiseta ajustada, sin magas en color negro que su pequeño portaba enmarcando su delicioso cuerpo; con mucho calor Itachi procedió a hacer lo mismo enseñando una vestimenta similar que hacia resaltar los increíbles y trabajados deltoides, los bíceps y tríceps musculosos moldeando esos brazos por los que los hombres solo podían sentir envidia.

-aquí está su pedido –dijo la chica llegando con el referido vaso que tendió al mayor para retirarse y dejando más privacidad a la lida parejita.

-deberías probarlo –dijo el mayor bebiendo su trago como si fuera agua.

-quizá luego –dijo viendo como su amado terminaba –ahora quiero bailar –exigió algo impaciente viendo como su amado empinaba el vaso y se levantaba.

Cuando el menor se levantó, enseguida fue cazado de la cintura por su semental que lo conducía hacia la pista, así esquivando a las demás personas que parecían devorar a Sasuke con los ojos fueron al centro donde había mayor espacio y comenzaron a moverse al compás de los movimientos provocativos que eran incitados por el ritmo de dicha música; estaban casi pegados, Sasuke reía por los intentos pervertidos de Itachi por tocarlo pero con los movimientos expertos del menor y la costumbre de evitar ser violado en plena danza lograba evadir los toques inapropiados incluso de varios alrededor.

Se movían con un ritmo desenfrenado, uno contra el otro y volvían locos a quienes se encontraban alrededor y los miraban con dentera; ver a ese morenito moviendo las caderas era un deleite, además del ardiente peli largo a su lado moviéndose a la par.

Luego en un momento el rito cambio y se volvió más frenético, Sasuke  parecía emocionado con todo aquello contemplando como Deidara no era el único que sabía cómo bailar con gran estilo, sino como Itachi sabía exactamente cómo hacerlo pasar un buen rato por lo que siguió con esmero el ritmo impuesto por el DJ que animaba el ambiente en conjunto de esos ardientes morenos que se movían como poseídos por el pecado y el calor del cuerpo contrario.

Exquisito. Así veían desde la barra unos hombres al bello morenito que se movía delirante a la cadencia errática; con que hambre se devoraban el cuerpo estrecho del menor viendo lo sensual que era su ritmo, tan provocativo y furioso.

Luego vieron con odio al mayor, al moreno que lo daba vuelta y lo animaba a bailar de espaldas a su cuerpo, intenso, el ambiente se volvía más y más espeso conforme el más joven meneaba su cintura contra el cuerpo de su acompañante que se aferraba por sus caderas y le rozaba el cuello con los labios.

¿Cuánto estuvieron así?

Segundos.

Minutos.

Una hora.

Al rato dos.

Luego tres.

Después cuatro, a unas horas que habían llegado el mayor ya estaba exhausto intentando al fin detener sus movimientos, el menor seguía eufórico.

Quería a toda costa animar a su compañero a que no se detuviera, pero no sabía cuánto había estado Itachi ese día en actividad, ignoraba todas las vueltas que debió dar luego de que lo dejo solo en el restaurante y su cuerpo ya no le permitía más esfuerzo.

Así Sasuke resignado se dejó arrastrar a la mesa que compartían, su moreno cansado se dejó caer en la silla y tratar de clamar un poco su ritmo.

-¿pido algo? –pregunto el menor.

-lo que sea –dijo disimulando su expresión de cansancio extremo.

Sasuke hizo un gesto a una mesera que los veía y la misma se acercó, pidió un energizante para Itachi y aguardaron su regreso.

-gracias –dijo Sasuke recibiendo la lata y ver a la chica alejarse.

-¿una lata? –dijo extrañado viendo como Sasuke la abría.

-así es –respondió bebiendo un trago pequeño y dándosela.

Sonrió un poco, los dulces labios de su morenito habían bebido del mismo lado donde ahora él bebía, empino la lata de una y luego hizo fondo blanco.

-¿Uchiha? –escucharon los morenos tras ellos y se giraron rápidamente.

-¿Mangetsu? –expreso extrañado el moreno mayor viendo ahí a su amigo y socio con una sonrisa ladina y su bellísimo esposo a un lado -¿Suigetsu?

-buenas noches Itachi-san –respondió el peliblanco menor y luego miro con sorpresa al lindo morenito que lo acompañaba y se fijó en el gran parecido que entre ellos había.

-supongo que aún no han sido presentados –dijo Itachi levantándose –Sasuke él es Suigetsu, el esposo de Mangetsu –presento al peliblanco menor –Suigetsu él es mi prometido, Sasuke Uchiha.

-mucho gusto –dijo educadamente Sasuke levantándose y tendiéndole la mano al respectivo joven.

-el gusto es todo mío –respondió el mismo aceptando su mano.

-¿Qué están haciendo aquí?

-eso es porque mi marido… -iba a aclarar el peliblanco menor cuando fue interrumpido.

-chicos, ¿Por qué no van a la pista y así se conocen mejor? –sugirió el peliblanco mayor en una faceta algo seria, Sasuke vio cómo su novio tenía la misma expresión.

-¿ustedes no van? –pregunto el morenito viendo al mayor.

-los alcanzamos en un momento –respondió Itachi sin despegar la vista de su amigo.

-anda Sasuke, dejemos a esos aburridos –respondió Suigetsu tomando la mano del morenito y llevándolo a la pista.

Desde cualquier ángulo esas dos delicias se veían tan sugerentes; como dos manjares agarraditos de las manos, haciendo que los pervertidos se relamieran imaginándolos en eróticas fantasías tentándolos de las maneras más sucias.

Fueron al centro, en el mismo lugar donde Itachi había estado con Sasuke momentos antes. Los dos menores comenzaron a moverse como solo ellos sabían, de la manera más experta y tentadora sin intenciones.

-tu nombre me suena –le dijo Suigetsu sin detener sus movimientos, en un tono alto para que el moreno lo escuchara –si mal no recuerdo, los chicos me hablaron muy bien de ti.

-¿los chicos? –pregunto creyendo tener una vana idea.

-Haku, Karin, Sai…

-ah, sí! –recordó torpemente haciendo reír al peliblanco –nos conocimos hace poco, que alegría que les haya caído tan bien.

-es una lástima que ese día no pudiera ir y conocerte, me sentía muy mal y mi marido no pudo darse el lujo de faltar a reunirse con sus socios.

-bueno ahora nos estamos conociendo –dijo el moreno riendo.

-también sé que te invitaron al club Razengan.

-lo hicieron.

-tal vez lo sabías, que en tres semanas harán una presentación, ¿iras verdad? Los chicos y yo estaríamos encantados que fueras con nosotros.

-por supuesto –dijo Sasuke conmovido por la amabilidad de ese chico quien se veía inmensamente sincero.

-genial –respondió haciendo ahora sus movimientos más vividos e intensos junto con los de Sasuke quienes se veían poseídos por esa diva nocturna y eran iluminados por el escandaloso ritmo que bailaban las luces de neón sobre sus cuerpos.

Desde la barra, el mismo grupo de hombres que había codiciado a Sasuke momentos antes los contemplaba con deseo, más aun viéndolos bailar tan pegados y de esa forma tan desenfrenada.

Mientras tanto, desde la pista los chicos bailaban y reían mientras platicaban de cosas sin sentido, la estaban pasando verdaderamente bien y eso era genial para el morenito que no tenía amigos y tanto había perdido las esperanzas de hacerlos.

Se estaban entendiendo perfectamente, cualquiera podría decir que ese sería el comienzo de una gran amistad.

Mas cuando los jóvenes no lo esperaban, dos hombres rubios de cabello crespo se acercaron a ellos; tal parecían eran gemelos idénticos se veían atractivos, altos, masculinos y sexys, los menores se sonrieron cómicos por la situación.

-valla, si nos hemos encontrado un par ángeles perdidos en este limbo de tempestad –dijo uno de los sujetos al otro, los menores rieron por su ocurrencia.

-eso veo hermano –agrego el otro coqueto mirando al peliblanco y sonriéndole coqueto –¿porque no nos acompañan unos tragos, y nos cuentan que tal es el paraíso?

Los muchachos se miraron y se hicieron una mueca cómplice, acabando de darse cuenta que sin quererlo habían atraído la atención de un par de galanes.

-venimos acompañados –dijo el peli blanco con una teatral mueca de pena –lo sentimos mucho -Sasuke solo rio cómico.

-kami, es una lástima –dijo el primero de esos hombres siguiendo lo teatral del menor cautivado por la bella risa de ese morenito ante él.

-que afortunado deben ser sus acompañantes –sugirió el que coqueteaba con el albino, haciendo sonrojar a ambos chicos.

-¿pero, no nos negaran un baile o sí? –pregunto el primer rubio, los menores se miraron y luego voltearon a ver a sus hombres quienes se encontraban tan enfrascados en su conversación que ni los habían notado.

-bueno… ¿tú que dices Sasuke? –pregunto Suigetsu al morenito.

-no le veo el problema –dijo viendo de reojo como su moreno ni lo había notado, y se suponía lo había sacado a divertirse.

Los hermanos se sonrieron victoriosos y procedieron a tomar uno a cada chico. De esa forma, habían comenzado a bailar con mucha conmoción; la pasaban bien en verdad, los chicos disfrutaban la companía de cada rubio que era igual de carismático que su idéntico e intentando a toda costa encantar con sus palabras a los menores con los que bailaban. Más allá de eso, no se veían como pervertidos o peor, sino bastante amigables.

Se les daba bien el estilo de la música, esos rubios sí que sabían moverse a la par con sus parejas momentáneas, y cuando el ritmo cambio a uno más intenso, no se privaron de sujetar de las estrechas caderas que volvía locos a más de la mitad allí presente. No lo consideraron como un toque atrevido, el meneo se revirtió tan errático y no resplandeció nada fuera de lo usual.

El calor aumentaba progresivo, la euforia y esa sensación extraña en el aire que los rodeaba y el curioso humo que respiraban.

Ni sabían cuánto habían pasado, todo salía muy bien, los rubios no se abstenían de contar chistes y hacer gracias a los menores quienes reían por las absurdas ocurrencias de los mismos y fue un momento grato.

¿Cómo pudo todo pasar tan velozmente? ¿Cómo no lo vieron venir?

-¿te había dicho lo bello que eres morenito? –pregunto esta vez algo atrevido uno de los rubios al oído de Sasuke, haciéndolo molestarse un poco mas logro disimularlo.

-eres muy amable pero…

-¿vienes con un hombre rico no es así? –esa pregunta lo había desconcertado, se habría dado cuenta por su forma de vestir que él no era rico ni nada parecido –yo podría hacerte gozar mejor que él, dime quien es y veras.

-¿a qué se refiere? –pregunto intentando no sacar conclusiones erradas.

-oh, por favor no tienes nada de qué preocuparte, yo también soy rico te pagare el doble de lo que él te paga.

Era el colmo que ese idiota le insinuara algo como eso, intento forcejear un poco y alejarse de ese mismo sujeto pero el mismo parecía no querer dejarlo ir y peor que eso, no se veía conforme.

-¡ya te dije que no soy una zorra imbécil! –escucho gritar a Suigetsu y empujar a su acompañante rubio que lo veía con hambre.

-tal parece que todo esto comienza a volverse complicado –dijo uno de los hermanos y se lanzó sobre los labios de Sasuke para devorarlos.

Su hermano había hecho lo mismo con el peli blanco pero no tuvo la misma suerte, ya que el albino supo dar buena pelea y esquivar esos labios canallas que querían viciar su tan marcada boca.

Sasuke se sintió corrompido, intentando a toda costa separarse de aquel contacto y sin embargo no pudo conseguirlo; el sujeto degustaba con gula sus tan dulces labios al borde de morderlos y buscar extraer de ellos el elixir del erotismo con el que seducía y tentaba. No podía hacer más que intentar resistirse, pero la lengua atrevida del otro se colaba al interior de su boca y agasajaba su cavidad con ansia.

Entonces ya nada tuvo sentido. Pero la culpa, quien no daba tregua a la escena que presenciaba con desprecio, el ver esa boca, asaltada con impertinencia por un desconocido que no lo creía más que una burda ramera; cuan infeliz se sintió entonces. Cuan traicionera y débil excusa de ser humano que solo sabía dejarse asaltar de esa forma tan mundana por hombres que solo ardían por su exterior.

¿Por qué todo debía pasar de esa forma tan lenta? O mejor aún ¿Por qué cada vez que buscaba alegrías todo terminaba de esa forma tan inesperada e indeseable?

Perdido en sus cavilaciones, apenas pudo presenciar cuando fue apartado con brusquedad de ese contacto que lo usurpaba y veía al perpetrador caer con violencia al suelo donde un moreno encendido en rabia pura lo atestaba con una lluvia de merecidos golpes.

Y pensar que se había quejado de la lenta transición temporal en el los segundos se hacían eternos, seguramente no habría esperado ver lo que veía. Aquella horripilante imagen donde las cosas se volvían más intensas y su amado novio violentaba al rubio que lo había besado tan deliberadamente sin dejarle una chance para defenderse; su hermano se encontraba en la misma, en el suelo siendo retenido por el socio de su moreno.

A su alrededor todos los miraban como si presenciaran la escena más bárbara, con el Uchiha mayor sobre ese pobre rubio destrozando su atractivo rostro con los ojos inyectados en sangre envenenada y su amigo peli blanco reteniendo con golpes al otro rubio en el suelo quien le miraba con terror.

También vio a Suigetsu llorar suplicándole a su marido que le dejara ir, sujetándolo del brazo derramando amargas lágrimas con completa preocupación y temor pero el albino mayor no le prestaba atención, solo empujaba con fiereza al rubio cuando intentaba levantarse hasta azotar su cabeza y cuerpo contra el suelo.

No pudo reaccionar, los gritos de las personas y el llanto de su nuevo amigo sonaban como ecos en sus oídos, los sonidos de fondo se oían además distorsionados y sintió la necesidad de vomitar mas lo retuvo.

Apretó los ojos fuertemente, su respiración se aceleraba y de pronto sintió un impulso que lo hizo inducirse a la escena que estaba aconteciendo y a la que él estaba siendo participe ajeno. Avanzo de su puesto estático y se arrojo sobre Itachi deteniendo de inmediato sus constantes reacciones violentas contra aquel sujeto que ahora permanecía casi inconsciente en el suelo.

-¡déjalo Itachi! –exclamo en un alarido alarmado.

En respuesta el moreno freno de repente y lo empujo algo agresivo, acción que el menor prefirió ignorar por momentos y vio a su novio sujetar al sujeto de las solapas de la camisa y formular una advertencia.

De inmediato Mangetsu soltó al otro y ambos se huyeron tan lejos y veloces como la condición les permitía.

Lo siguiente que sintió, no se lo espero en ningún momento. El estallido de una bofetada en una mejilla muy cercana sin ser la suya, mas precisamente la del socio de su novio aportada por su mismo esposo que lo fulminaba con la mirada iracunda y aguada.

-¡¡me prometiste no volver a hacerlo!! –grito Suigetsu a su marido que lo miraba anonadado.

-amor… -intento formular torpemente viendo como el otro se alejaba reteniendo el llanto que se asomaba con las lagunas saladas que se habían acumulado en sus ojos -… ¡espera! –le grito para ir tras él.

Mientras tanto Itachi permanecía impávido aguardando la próxima reacción de Sasuke ante él, quien lo miraba completamente iracundo; enseguida lo vio acercarse furiosamente a él y levantar su blanca y delicada mano a la altura de su mejilla y espero el merecido sopapo… pero nunca llego.

Él solo permanecía con la mano alzada incapaz de ejecutar dicha reprimenda.

Lo vio mirarlo con odio y luego darse la vuelta para irse donde su abrigo y marcharse fuera de su vista. A su alrededor las personas intentaban ignorarlo, nadie se atrevería a tomar represalias con el gran Itachi Uchiha por lo que no vio motivo para preocuparse.

Muy tranquilamente comenzó a marchar tras Sasuke, fue por su abrigo y lo siguió hasta afuera del lugar. Allí, cerca de la calle, su bellísimo morenito esperaba un taxi que lo llevara a su casa; se acercó tranquilamente.

-solo dime una cosa –pronuncio cuando estuvo cerca del enfurecido morenito -¿con que dinero piensas pagar el viaje a tu casa?

-… -simplemente refunfuño y se dio la media vuelta para comenzar a caminar muy lejos de él –buscare una parada de ómnibus.

-Sasuke escúchame –le detuvo cuando le vio a unos metros suyo, de espalda a él  mirando en dirección al camino que había tomado.

-¿vas  a justificar el acto de salvajismo que acabas de interpretar hace tan solo unos momentos allí dentro? –cuestiono fríamente sin mirarle.

-… -no supo que decir, simplemente no fue él en ese momento; estaba descontrolado, no se reconocía –no.

-Suigetsu estaba destrozado –dijo en el mismo tono gélido e inquisidor.

-lo estaba –reafirmo –hace tan solo unos meses fue retirada la demanda sobre Mangetsu por una golpiza que le dio a un bastardo que toco a su esposo.

-que conveniente –ironizo.

-no tienes idea Sasuke, lo que fue verte en brazos de ese hombre –expreso desde el fondo de su corazón -… Sasuke… -susurro su nombre dulcemente.

-¿y si lo asesinabas? –dijo dejando helado al otro, su voz se oía quebradiza; se dio la vuelta rabioso encarándolo con ojos de furia -¡hubieras ido a la cárcel imbécil!

-… -vio ese dije de dolor muy profundo en su mirada que disfrazaba de ira e impotencia.

-¡¿acaso entiendes la gravedad del asunto?!

-vamos al auto –pidió suavemente.

-¡no iré a ningún maldito lado contigo! –y se dio la vuelta para marcharse.

Por lo que no viendo más inconveniente se apresuró a alcanzarlo y frenar su andar iracundo y detenerlo envolviendo su delgado y esbelto cuerpo con un cálido abrazo de sujeción.

 

Continuara…

 

 

Notas finales:

Espero les haya gustadooo, no lo corte en un momento super... Chan! para que no se angustien n.n voy a hacer todo lo que este en mis manos para actualizar ya los fics que me faltan actualizar y subir esta conti :D

Que pasen hermoso, y no olviden decir que les parecio!!

Muchos besitossss <3


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