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Amor Oscuro por yaoistamoon

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Notas del capitulo:

olissss, como estann??? espero que ansiosos porque se acerca la gran fiestaaa *¬* muajajaja...

quiero agradece los mensajitosss!! que aunque fueron poquitos me dieron mucha felicidaddd X3 a: Draco DT (me alegra muchisimo que te hayan gustado las parejas del fic, espero que te haya gustado la trama tambien corazon!! jaja y se que quiza las pparejas puedan confundirse por mis triangulos amorosos pero pretedo que eso lo haga mas interesante);  claudita (gracias por tu mensaje, y que te haya gustado!! :D ya estoy subiendo la contii); shamary (amoooorr, alargue este capi especialmente como compensacion por dejarlo en una parte tan.. CHAN jajajaajjajaja que divinoooo que te haya gustado mi historia, y muchisimas gracias por hacermelo sabeerrr

la contiiii!!! :3

Volvía a su casa, con pesadez fue despojándose del abrigo que se le hacía molesto y cerraba la puerta silenciosamente para no molestar a nadie; escucho el sonido del auto marchándose y las luces de los focos traseros colándose por la ventana.

No sabía que sucedería mañana, no sabía en qué más creer. ¿Cambiaría acaso su forma de pensar sobre esa persona luego de lo sucedido aquella noche?

Pensó en refugiarse en su habitación como siempre o en ir a hablar con su padre, sin tomar en cuenta que esa noche el mismo moreno la tendría reservada para un rubio.

Subió las escaleras a pasos lentos, ciertamente era de madrugada, quizá despertaría a su padre y le comunicaría que…

¿Y eso? Ese sonido al llegar al segundo piso… no podía ser.

Gemidos, sonoros y delirantes; clamores inconscientes que retumbaban inundando la totalidad del pasillo desde la habitación de puertas abiertas.

Tenía los ojos abiertos descomunalmente, no había creído a su padre tan indecente ¿o pensaba que no lo escucharía desde su habitación? Era increíble que no lo hubiera escuchado desde la puerta cuando llego.

Podía oírse al Uchiha suplicando por la pasión desenfrenada del blondo que le arremetía sin piedad con los jadeos y gritos acompañados quienes improvisaban la sonata del ritual apasionado de puro placer.

Se dio la vuelta antes de que su mente fuera corrompida y traumada de por vida, estaba seguro que lo que restaba de la noche no podría conseguir ni mínimamente el sueño por lo que decidió marcharse de allí a todo lo que podía.

Salió disparado de su casa a la contraria sin pensarlo siquiera dos veces.

En la calle una niebla espesa se había levantado acicalando el frio gélido y la pesadumbre de la noche, pero el moreno temía aún más a quedar traumado con solo recordar las suplicas de su padre a su amado rubio quien exclamaba al viento lo delicioso que el moreno era.

Toco la puerta de la casa de Deidara insistentemente, abrazándose a si mismo habiéndose olvidando de su abrigo completamente. Luego un silencio, hasta que se oyó el seguro de la puerta y luego el manojo siendo girado para que la misma cediera y diera paso al rubio medio dormido mientras se frotaba los ojos tanteando espabilarse.

-¿Sasuke? –exclamo extrañado con la voz ronca; vestía nada más que un bóxer ajustado y llevaba el cabello todo revuelto, tembló enseguida en que sintió el frio golpear su cuerpo.

-¿puedo pasar la noche en tu casa? –pregunto apresuradamente.

El rubio lo miro enseguida y vio que apenas estaba abrigado por lo que se hizo a un lado y vio al morenito meterse a toda velocidad.

-¿está todo bien? –pregunto algo preocupado mientras cerraba la puerta; para luego ir hasta el menor y tomar con ambas manos el delicado rostro.

-claro –dijo nervioso por tener al rubio semidesnudo tan cerca de él.

-estas helado –dijo para abrazarlo y tratar de transmitirle algo de su calor corporal.

-Dei –intento llamarlo –me asfixias –advirtió sintiendo como el rubio se estaba durmiendo parado y lo sujetaba como una almohada.

-lo siento –dijo sin detener su acción luego de un largo bostezo -¿Qué sucedió? –pregunto ahora mirándolo fijamente.

-nada, es solo que… -intento formular y un sonrojo abordo sus mejillas –… el señor Namikaze está en casa… –explico tímidamente esperando que Deidara entendiera.

-¿mi tío? –dijo extrañado torciendo un poco la cabeza a un lado.

-si –afirmo mirando al suelo –tú sabes… -susurro.

-¡oh! –exclamo el Namikaze dándose cuenta y riendo un poco por la inocencia del menor –claro, comprendo –y su sonrisa lucia tan reluciente y coqueta ante el dulce morenito que se veía completamente avergonzado mirando al suelo –pero me temo que tendré que acomodarte el sillón pequeño.

-¿no puedo dormir contigo? –pregunto al borde de hacer un puchero, a lo que el rubio volvió a reír.

-lo lamento bebe, es que… -¿Cómo decirle que hasta hacia unos momentos había estado haciendo el amor con Sasori y que el mismo dormía en su cama en ese preciso momento -…

-¿Dei? –escucharon ambos la voz de Sasori desde el descanso de las escaleras.

Al ver al amante del rubio Sasuke se sonrojo aún más notoriamente que cuando intento explicar la situación en su casa; el pelirrojo vestía una camisa de Deidara que le cubría lo necesario y dejaba al aire sus increíbles y largas piernas, el mismo se veía igual de cansado y dormido que el Namikaze, se sorprendió al ver al Uchiha allí.

-Sasuke pasara la noche aquí –explico el rubio a su pelirrojo que asintió para luego formular una sonrisa perversa.

-¿vas a dormir con nosotros? –pregunto traviesamente al haber notado el sonrojo poderoso del moreno; entonces vio la mirada sarcástica del rubio y emitió una risita consecutiva.

-en el sillón estará bien –y miro al suelo esperando que al pelirrojo no se le ocurriera nada más para hacerlo ponerse incómodo.

-si tú quieres –dijo despreocupado alzando ambas manos.

-vamos a traerte unas sábanas –y le hizo una seña a Sasori para que lo dejara solo con Sasuke –escucha… él no sabe nada acerca de lo sucedido con Gaara, no vayas a comentarle nada.

Se veía serio, asintió seguramente y lo vio irse luego tras el pelirrojo a buscar lo requerido para acondicionarle el cómodo sofá; no hacia frio, el aire acondicionado lograba calentar completamente la casa haciendo evidentes la diferencia entre afuera y adentro, todo lo contrario de su hogar donde la diferencia entre adentro y afuera eran delimitadas por el techo y las paredes.

Enseguida el rubio apareció con una montaña de sábanas y unas colchas, cosa que a Sasuke le pareció  excesivo por demás, él estaba comenzando a sentir calor ahí dentro. Lo ayudo a tender y acomodar todo hasta que le dio las buenas noches y las gracias; enseguida sintió el evidente calor que se formó al no estar acostumbrado a tal temperatura por lo que se quitó los pantalones y se acostó a dormir.

“Este día fue el peor”, se dijo pensando en la cantidad de cosas que habían sucedido. Miro la hora y eran las cuatro de la madrugada, seguro le costaría levantarse para la escuela en la mañana.

Se acurruco cómodamente, cerro de a poco sus ojos y se quedó profundamente dormido.

…w29;•*a02;O●•w29;.•w29;჻•w29;.•Oa02;w29;.჻w29;•●•*a02;w29;…

A la mañana siguiente despertó con una extraña invasión a su espacio personal, de hecho, sentía que no podía articular una zona muy común de su cuerpo, los labios para ser más específicos, sintiendo además un inusual calor muy cerca de su rostro.

Al abrir los ojos, pudo divisar una presencia rubia sobre si además de unos ojos azules mirándolo con picardía desde el Angulo donde se encontraba; el imbécil lo estaba besando.

-si despertaste bella durmiente –formulo luego que despego sus labios de los dulces de Sasuke.

Con una mueca de total fastidio el moreno se limpió el beso depositado en sus labios para luego empujar al dobe que lo miraba con deseo.

-¿eres idiota? –formulo molesto.

-buenos días para ti también amorcito –le devolvió para sentarse en un sillón cercano y mirarlo con deseo.

-¡¿Qué tanto ves?!

-¿tienes calor? –pregunto mordiéndose el labio inferior.

-¡¿Qué estupideces dices?! –entonces vio los ojos azules enfocando un objetivo por demás suculento…

Sus blancas piernas desnudas estiradas a lo largo del sofá, por lo que se apresuró a buscar sus pantalones para vestirse inmediatamente bajo la risa del Namikaze.

-¿Por qué tanto griterío? –pregunto llegando Deidara vistiendo un pantalón con el cabello medio acomodado mientras se rascaba el estómago.

-el teme pervertido anda desnudo por ahí –exclamo Naruto con una expresión seria completamente actuada –ya te he dicho mil veces que tengo novio Sasuke, estarme tentando no te servirá de nada –y se marchó a la cocina bajo la mirada furiosa del moreno.

-no le hagas caso –dijo seriamente Deidara viendo a su primo alejarse.

-… -guardo la calma un momento –tengo hambre.

-vamos a desayunar –y paso un brazo por el cuello del moreno para ir juntos a la cocina.

Se sentó en la mesa esperando a que el rubio preparara algo para ambos, en la mesada Naruto encendía un cigarrillo mientras preparaba un café negro para él con algunas galletas integrales de las que tenía Deidara en la alacena y encendía el televisor en el canal de las noticias de la mañana.

-¿comida para conejos Dei? –pregunto irónicamente con el paquete de galletas en la mano.

-sabes que no puedo subir de peso, mi entrenador me lo tiene prohibido –dijo secamente preparando unos hotcakes para Sasuke y el café.

-¿Cómo esta… tu sabes? –pregunto Sasuke mirando hacia todos lados no viendo al pelirrojo.

-no te preocupes, Sasori se fue muy temprano en la mañana –anuncio Deidara aprovechando que estaba de espaldas al moreno para ver de reojo a su primo que lo miraba provocativamente –Gaara está bien.

-¡genial! Iré a verlo –dijo para levantarse pero de inmediato fue detenido por ambos Namikaze.

-¡¡no!! –exclamaron ambos a lo que Sasuke se extrañó desmesuradamente.

-duerme –informo simplemente Naruto para ver la cafetera haciendo ruido.

-se quedara descansando por hoy, será mejor no incomodarlo –agrego Deidara volviendo a los hotcakes que se cocinaban en el sartén.

-b.bien… -vacilo sentándose nuevamente.

>>Se ha informado que durante la noche, un altercado se ha llevado a cabo en la zona vip de un baile de alta categoría, fuentes informan que el enfrentamiento fue protagonizado por el famoso empresario Uchiha Itachi quien era acompañado por su socio más allegado y sus parejas; los mismos agredieron violentamente a los herederos de la fortuna Sora y tal parece que los mismos no pretenden presentar demanda alguna<<

Los tres miraban el noticiero con la boca desencajada, ¿habían oído bien?

-¿puedes creerlo Dei? –cuestionaba Naruto calando de su cigarrillo –ese Itachi está lleno de sorpresas.

-seguramente estaría ebrio –agregaba el peli largo más como una afirmación –aunque era obvio luego de lo sucedido con su socio.

-¿a qué te refieres Deidara? –preguntaba Sasuke bastante curioso.

-ya había sucedido antes un incidente igual con el socio de ese sujeto –explico teniendo en claro que quizá Sasuke ni sabía quién era Itachi Uchiha –lo enviaron a prisión y tuvo que pagar una fianza millonaria, se le prohibió la entrada a ese local y su esposo cayó enfermo de la depresión que le surgió por toda la situación.

Entonces recordó la noche anterior, cuando se encontraban con Suigetsu en el centro de la pista hablando de todo y conociéndose mejor.

 

Flash Back

-tu nombre me suena –le dijo Suigetsu sin detener sus movimientos, en un tono alto para que el moreno lo escuchara –si mal no recuerdo, los chicos me hablaron muy bien de ti.

-¿los chicos? –pregunto creyendo tener una vana idea.

-Haku, Karin, Sai…

-ah, sí! –recordó torpemente haciendo reír al peliblanco –nos conocimos hace poco, que alegría que les haya caído tan bien.

-es una lástima que ese día no pudiera ir y conocerte, me sentía muy mal y mi marido no pudo darse el lujo de faltar a reunirse con sus socios.

Fin del Flash Back

 

-¿Qué fue lo que sucedió esa vez? –pregunto curioso.

-intentaron violar a su esposo –agrego Naruto con una mirada neutral, con ojos vacíos y penetrantes como los de una víbora.

-por Kami… -susurro con los ojos desorbitados.

Por ese motivo había sido la reacción de ambos albinos allí, por eso Suigetsu estaba tan devastado y Mangetsu tan agresivo como Itachi, incluso se había refrenado.

-por ello no paso a mayores, a pesar de que el sujeto se encuentre en coma tras la golpiza que recibió esa noche –dijo Deidara poniendo mermelada en los panqueques del morenito antes de tendérselos junto con el café recién preparado y un té para él.

-me pregunto si mi padre se estará preguntando por mí –dijo inconsciente intentando a toda costa cambiar el tema de conversación.

-lo dudo mucho –respondió juguetón Naruto –mi padre le debe estar dando duro ahora mismo –y completo la burla haciendo un vulgar movimiento de caderas acompañados de una mirada intemperante –apuesto a que tendremos hermanitos –completo carcajeando.

-¡cállate dobe! –le grito furioso con la boca llena de mermelada.

-solo digo lo que está sucediendo en este momento, mi padre es un semental ¿Cómo crees que me hicieron a mi sino?

-¿entonces eres así porque el medico te dejo caer de cabeza? –pregunto para hacer reír al peli largo.

-tu calor hace vibrar cada poro de mi piel –bromeo haciendo que el Uchiha frunciera el ceño.

-eres desesperante –espeto rodando los ojos.

-por cierto, ¿no crees que es un poco tarde para comer tan tranquilamente? –advirtió Deidara mirando la hora en su celular.

-¿Qué hora es? –se alarmo de repente –¡tengo que ir a buscar mis cosas a la casa!

-descuida, aún es temprano –le tranquilizo calmadamente Naruto que tomaba su café a lo que el peli largo se inquietó –yo te llevo.

-yo llevare a Sasuke –propuso Deidara de inmediato.

-n.no es.. necesario –inquirió intentando interpretar el estado del peli largo –Dei, ya te he causado muchas molestias.

-así es –se metió Naruto –de cualquier forma es mi deber llevar a mi hermanito a la escuela –y se levantó para dejar su taza en el fregadero y esperar para ir tas el moreno.

-nada de eso, yo voy SOLO –recalco lo último, se acercó al rubio mayor y deposito un beso en su mejilla –gracias por todo Dei.

-salúdame al señor Uchiha –dijo dedicándole una amistosa y bella sonrisa.

-lo hare –respondió para salir de la casa siendo seguido por el indeseable dobe que no le daba paz a su vida -¿acaso es de vital importancia que tengas que seguirme a casa? –pregunto deteniendo su andar a mitad de la calle, divisando el auto del señor Namikaze todavía allí estacionado.

-mi padre está ahí, podría estar siendo violado en este mismo momento teme –dijo formulando una preocupada mueca a la que Sasuke no vio más remedio que bufar.

Al ingresar a la casa todo parecía normal, no había gemidos, ni gritos en el ambiente que les advirtieran peligro; el Uchiha se adentraba sigilosamente como si hubiera entrado a una casa abandonada con el rubio siguiéndolo de atrás, muy cerca de su cuerpo tratando de imitar sus pasos y  movimientos.

De repente sintió como unas manos atrevidas sujetaban su cintura, a lo que giro la cabeza con fastidio para encontrarse con una mueca artista del otro fingiendo temor.

Intento guardar un rotundo golpe para después por lo que siguieron su camino, encontrándose con el objetivo situado en la cocina. La escena era casi lo que esperaban, el rubio arrinconando al moreno contra la mesada de la cocina mientras devoraban con hambre sus labios; el Namikaze con su traje y corbata impecablemente acomodada y el moreno vestido con su ropa más cómoda y un delantal.

Por lo que el Namikaze menor carraspeo para llamar su atención, consiguiéndolo en el acto; separándose ambos al ver a los menores ahí parados cruzados de brazos mirándolos con fastidio.

-hijo –exclamo Fugaku nerviosamente al ver a su pequeño allí parado mirándolo con los ojos entrecerrados –¿Dónde andabas?

-pase la noche en un burdel donde pase inyectándome marihuana y bebiendo merca para luego salir a vender mi cuerpo en las esquinas –dijo con voz neutral, los rubio abrieron los ojos desmesuradamente por el trato que los morenos se tenía, parecían más como hermanos que padre e hijo.

-baka –refunfuño el moreno mayor –la marihuana no se inyecta –le dijo para ir donde su amado y acomodarle la corbata que tenía algo desalineada.

-me importa una reverenda mi…

-¿no ibas por tus cosas teme? –pregunto el rubio menor viendo al morenito con una sonrisita calmada.

-¿y qué sucedió con…? –iba a preguntar Fugaku cuando fue cortado por su hijo.

-se hace tarde para la escuela –exclamo para salir disparado a su habitación.

Subió a toda velocidad, recogiendo sus cosas tan rápido como pudo para luego cambiarse de ropa.

Tomo el celular y lo miro un largo rato pensando que hacer con él; si no lo llevaba seguramente aparecería nuevamente en el baño del instituto como el día anterior. Lo puso en silencio metió en el bolsillo, se colgó la mochila al hombro y salió de su habitación rápidamente.

Al volver a la planta baja noto el ambiente completamente diferente a como lo había dejado hacia unos minutos, los rubios se miraban en una posición enfrentada, desafiante y Fugaku al igual que él observaba confuso aquella postura que ambos Namikaze habían adoptado tan espontáneamente.

Ambos pares de zafiros resplandecientes se veían con desdén, centellaban el cólera pura.

-y.ya me voy… -anuncio Sasuke intentando cortar la tensión del momento, su padre aun miraba a los rubios curioso.

-te llevo –pronuncio Naruto neutral.

-… -Minato no hablo solo se dedicó a afrontar la mirada de su hijo.

Sasuke tampoco respondió, por entonces se lo iba a permitir al muy bastardo con tal de sacarlo de su casa y permitir un momento a solas para que sus padres pudieran platicar sobre lo sucedido.

Así Naruto fue tras Sasuke, y ambos abandonaron la casa. En el camino hasta el auto, el moreno logro sentir la misma tensión en el rubio, no era el mismo, no lo miraba, no le hablaba ni decía tonterías, tampoco lo había tocado de forma liberal, eso le pareció extraño.

Subieron al auto en completo silencio y comenzaron la marcha; el camino era silencioso, ninguno hablaba ¿Pero hasta cuando iban a poder resistir? El silencio era incómodo.

-el silencio es incómodo –anuncio con un tranquilo tono de voz el moreno a lo que el rubio rio por lo bajo.

-¿o es acaso que no te animas a preguntar que paso allá atrás hace un momento? –inquirió astuto.

-supongo que ambos… -susurro captando la mirada interesada del otro -… también sucedió aquel día en la cena.

-lo sé –y volvió la mirada fija al camino –es… un problema que tiene mi padre con respecto a mi madre.

-¿tu madre? –exclamo curioso -… ¿están divorciados?

-mi padre no estaría con tu padre si no fuera así… -dijo con obviedad –lo que sucede con mi madre es un tema más complicado.

-¿Por qué tanto misterio? –el rubio lo miro fugazmente y sonrió de lado.

-de hecho hay más misterio oculto tras la relación de nuestros padres de la que piensas –aclaro sembrando dudas en la mente del moreno.

-hablando de eso… -musito pensativo -¿Dónde está la fotografía que tenías en manos el día de ayer?

-¿Cuál fotografía? –pregunto haciéndose el desentendido.

-la que estamos mi padre, mi abuelo y yo –aclaro con hastío.

-ah, eso… -mascullo –el día que visites mi casa te la devolveré –indico osadamente.

-¡¿Qué diablos…?! –iba a refunfuñar cuando noto que habían llegado al instituto y el rubio acababa de apagar el motor -¡esa fotografía es muy importante para mi padre!

-estas hermoso en ella –dijo tomando al moreno de la barbilla y acercando sus bocas.

En ese lapsus de momento todo volvió a transcurrir tan lento como otras tantas veces, sus respiraciones se acompasaban con la contraria y podía sentir su corazón palpitar demasiado deprisa, y sus mejillas levemente coloradas dándole una pizca de inocencia acompañando el calor por sentir sus cuerpos tan cerca con sus labios a punto de besarse, casi se rozaban.

Sus ojos azabaches, apuntando a su boca, ni sus ojos miraban solo sentían el calor y la suavidad del tacto que lo mantenía muy cerca de sus labios en esa exquisita sensación que lo tentaba y lo había hecho olvidar a su amado.

-Naruto… -susurro dándose cuenta de lo basura que estaba siendo, no podía traicionar a su novio.

El rubio alzo una traviesa sonrisa para cuando abrió los labios para devorar los contrarios que se encontraban entreabiertos esperando el sabroso contacto algo los hizo separarse de sopetón.

El celular del moreno sonando con insistencia en su bolsillo, ¿no le había puesto silencio?

El rubio lo miraba de costado interrogándose sobre la procedencia de dicho aparato que su muñequito portaba ahora en manos.

Era un mensaje de texto. Su amado le había dicho que en unas horas enviaría un auto a buscarlo, que el consejo quería que se lo presentaran.

-¿Qué es eso? –pregunto algo severo; al verlo, Sasuke pudo percibir en él un brillo diferente, inusual, afilado y casi tan letal como el de una bestia pendenciera -¿Cómo es que tienes algo así?

-fue un regalo –justifico con algo de temor en su voz, oyendo casi sumisa ¿Qué le estaba pasando ese día?

-¿un regalo de quién? –exigió saber en el mismo estado que a Sasuke le asustaba.

De inmediato abrió la puerta de la camioneta, al rubio no le había dado tiempo de trancar las puertas automáticamente por lo que el moreno aprovecho para bajar antes de ser cazado por la muñeca y salir a paso veloz hasta la entrada; alrededor había mucha gente, el Namikaze no se atrevería a hacerle nada con todos mirando.

Según pudo interpretar por las miradas curiosas que los observaban, a los amigos del rubio se les había hecho extraño que el rubio hubiera llegado con el muerto de hambre que con su despampanante novio.

Vio también los cuchicheos y los murmullos, seguramente ahora estaría en boca de todos; podía ver las miradas maliciosas puestas sobre él, por lo que paso por al lado de todas esas personas con la mirada gacha prendida al suelo. Sabía lo que pensaban.

-¡asquerosa zorra! –escucho gritar a una de las porristas.

-¿no tienes vergüenza ramera? –escucho el grito de otra de ellas.

Apresuro aún más su paso, por lo menos no se les daba por arrojarle piedras o algo parecido, aunque los creía muy capaces de ello. Por lo que se sintió al fin un poco más  resguardado cuando ingreso al interior del instituto, al menos ahí había profesores por lo que sus compañeros lo insultaban un poco más moderadamente.

El camino a su salón le pareció eterno, muchos chicos lo miraban indecentemente muchos le tiraban besos o le decían alguna vulgaridad o grosería a las que él pasaba de largo con su vista siempre fija en el piso.

Una vez en su salón se sentó inmediatamente tratando de hacerse invisible. Sus compañeros entraban uno a uno de a poco o de a pares, la mitad de ellos haciendo comentarios por lo bajo o cuchicheando lo anterior, el resto solo pasaba de él y lo ignoraban.

De inmediato llego el grupo de amigos del rubio, hacían bromas y se mofándose diciendo cosas que Sasuke prefería no prestar atención, solo la única rubia de ellas prefería no decir nada,  la misma que lo había visto subir al auto que su madre servía de chofer; se la veía cabizbaja y lo miraba de reojo con cierta… ¿lastima?

-y aprovechando que el príncipe de la escuela esta indispuesto… -insinuaba Kiba cruelmente refiriéndose a Gaara –¿sabes que a los amantes se les suele hacer regalos muy bonitos? –dijo perversamente apoyándose en el pupitre del moreno -¿Qué te regalo nuestro amigo como pago por tus servicios?

-vete a la mierda idiota –espeto con los dientes apretados.

Sin embargo un pequeño y nada insignificante detalle comenzó a sonar como siempre en los momentos más inoportunos.

Otro mensaje de Itachi. Por lo que el pequeño grupito comenzó a reír a carcajadas hasta que callaron al ver llegar finalmente al Namikaze al salón con una cara de pocos amigos.

-bueno, un celular es un objeto muy útil –bromeo el castaño sin querer detener su diversión a pesar de que los demás tomaron asiento.

-… -el rubio solo lo ignoro y fue a sentarse en su pupitre que se situaba atrás del moreno.

-digo, con él se pueden enviar fotos… videos… y muchas otras cosas más –dijo molestamente haciendo enfadar cada vez más al morenito que estaba por estallar.

-ya déjalo en paz Kiba –escucharon para sorpresa de todos.

El salón entero quedo realmente impresionado por dichas palabras provenientes de tal individuo, estaban mudos; la persona que había hablado no era nada más ni nada menos que la misma Temari. Incluso Shikamaru estaba algo asombrado y orgulloso de su rubia.

-… -el castaño no lo creía, si hacia tan solo ayer que la rubia le había insultado y humillado en el pasillo del instituto -¿Qué dices nena, si bien sabes que no vale nada?

-es suficiente –reitero firme sacando sus cosas del bolso –aprende cuando detenerte.

Sus compañeros la miraron con asombro, sus amigos con sorpresa, Sasuke intentando sacar sus propias conclusiones y el Namikaze sin importancia; de inmediato Shikamaru se sentó en el lugar que estaba junto al pupitre del moreno y le saludo amistosamente, ahora si la mirada del rubio fue otra.

-deberías ponerle silencio antes de que el profesor venga –le dijo al Uchiha que se veía avergonzado.

-… -le daba mucha pena -… no se hacerlo –murmuro bajito; por lo que el Nara le tendió la mano para que se lo diera y le explico de la mejor forma –muchas gracias –dijo como un susurro.

-todos a sus lugares –dijo llegando la profesora Mitarashi.

Las molestias humanas se ubicaron velozmente en sus asientos, a ella ningún mocoso se atrevía a pasarle por encima, ella de hecho… tenía poca paciencia.

Dio una clase teórica muy veloz y les dejo cientos de fuentes bibliográficas como siempre hacia, busco torturarlos un buen rato haciendo preguntas imposibles de responder a las que solo Sasuke y de vez en cuando Shikamaru atinaban a responder bien, apaciguando de a poco a la gran bestia; cuando lo creyó suficiente, se dedicó a hacer mapas conceptuales en el pizarrón. Momento propicio para que el rubio evacuara dudas con respecto a su travieso morenito.

Cortó un pedazo de papel del borde de su cuaderno y escribió una nota al moreno.

// ¿De dónde sacaste ese celular? // -rodo los ojos y escribió debajo de la misma.

// Me lo obsequio mi padre // -leyó el rubio y no le creyó ni la mitad, sabía que tenían demasiadas cuentas que pagar como para poder costear un teléfono celular como esos.

No le respondió más solo vio como al moreno le llegaba un mensaje a su dichoso aparato, lo vio algo pegado a él leyendo lo que decía por lo cual no alcanzo a ver ni media palabra.

¿Quién le estaría enviando mensajes y acaso… seria la misma persona que le obsequio el teléfono?

La clase se fue volando, Sasuke tomo sus cosas e ignorando a sus compañeros y los comentarios idiotas salió del salón directo al baño; de cierta forma se sentía algo ansioso por ver a Itachi y saber que pronto irían a ver a los ancianos del consejo para presentarlo como era parte del acuerdo. Por dichos motivos quiso verificar que todo estuviera en orden.

Al llegar al baño y corroborar que no hubiera nadie se paró en frente del espejo y comenzó a acomodar su cabello, sonrió inconscientemente, se sentía como una de esas chicas tontas a punto de ver a su enamorado y estaba tan ansioso.

Pero repentinamente escucho la puerta abriéndose y creyó conveniente irse.

-¿ya te vas? –escucho la voz del mejor amigo del dobe –ayer también te fuiste temprano muñeca.

Sasuke lo miro de mala manera, el bastardo no lo intimidaba, aunque el mismo tuviera el mismo físico pronunciado del blondo y fuese un moreno imponente no lo asustaba; estaba parado contra la puerta de brazos cruzados mientras lo miraba de forma provocativa.

-no te interesa –respondió escuetamente.

-ten cuidado como me hablas –advirtió frunciendo el ceño.

Iba a responder de la misma forma hasta que el castaño aflojo su peso sobre la puerta y avanzo lentamente hacia él.

-mejor me voy –decreto secamente e intento pasar por su lado cuando Inuzuka lo sujeto de la muñeca para arrojarlo contra la pared haciéndolo golpearse y quejarse de dolor.

-no me provoques… -mascullo relamiéndose bajo la imagen que el moreno le dejaba.

-aléjate imbécil –hablo desafiante arrinconado contra la pared de mosaicos.

El castaño solo camino decidido hasta él con su mano tanteando su cinturón, lugar tan distintivo en el cual el moreno podía apreciar una clara erección y una mirada de completo deseo a las cuales se estaba comenzando a acostumbrar poco a poco ¿es que el mundo se había puesto de acuerdo para fastidiarlo?

-¿Qué estás haciendo Kiba? –oyeron ambos la voz de Naruto y el castaño quedo helado.

-nada hermano –carcajeo como si todo fuera una simple broma -¿Cómo crees que le haría algo a tu perrita?

-no parece como si no fueras a hacer nada… -dijo con la expresión más fría que ninguno de los presentes jamás creyó ver en aquel rubio de sonrisas zorrunas quien avanzaba como un depredador a sus presas.

-oye, es broma tú lo sabes –reía nervioso el castaño, cuando su amigo se ponía así verdaderamente le daba escalofríos.

-pues la broma se terminó –sentencio el Namikaze encarando al otro con una postura amenazante y fría a la vez, como un maniático serial mientras se acercaba más y más al castaño casi pegando sus cuerpos desafiante.

-Kiba has visto a… -decía entrando repentinamente Kankurou al baño donde sabía que encontraría a su amigo, se detuvo en seco cuando los vio de aquella forma tan sospechosa –¿todo en orden?

-claro –emitió el castaño -¿Qué sucede?

-el entrenador quiere vernos, es sobre el partido de mañana –informo viendo a Sasuke desconcertado en el suelo –mira ya tienes un admirador y todo Namikaze –bromeo para oír la risita nerviosa de Kiba y ver la sonrisa ladina del rubio que se alejaba de su amigo y se dirigía al moreno.

Ambos castaños vieron como el rubio le tendía la mano al Uchiha y lo ayudaba a levantarse para luego sujetarlo de la cintura y besar sus labios con pasión desmedida mirando de reojo a Kiba.

-estás invitado al partido de mañana –dijo con un tono de voz bastante apacible, el mismo que empleaba cuando coqueteaba o salía a conquistar –no hagas planes ¿sí? Te estaré esperando.

El moreno no dijo nada, solo vio como el dobe lo soltaba y salía del baño siendo seguido por sus amigos; exhalo profundo y puso una mano es su pecho, se acercó al lavabo y se mojó un poco el rostro para así salir de una vez del baño.

Fue decidido hasta la salida, ignorando como siempre los comentarios molesto, ya sea por su persona, su ropa, su manera de caminar y demás ridiculeces, al mirar por la gran entrada de vidrio vio el auto con su respectivo chofer afuera y salió cuando afuera vio a alguien mirando muy pensativa en aquella dirección.

-envíale un beso de mi parte –era Temari sentada en un banco de piedra, estaba sola mirando a la rubia chofer que con un cigarro prendido actuaba con su hija indiferente.

Sasuke solo hizo un asentimiento, preguntándose qué había sucedido para que su compañera se viera tan diferente a como acostumbraba, incluso estaba sola, cuando usualmente estaría con su pandilla de idiotas; siguió su camino y saludo a Ino para subirse al auto.

El viaje fue muy tranquilo, apenas cruzaron palabra cuando supo que habían llegado a la gran empresa.

-el señor ha dicho que le espere aquí –hablo la rubia.

-¿y a que se debe? –cuestiono interrogante.

-él no me debe explicaciones a mí –hablo un poco grosera para gusto del morenito, cosa que lo hizo sospechar que en la casa de la rubia algo había ocurrido –llámelo con su teléfono.

El morenito tomo dicho aparato y busco el nombre de su amado en la agenda, como había descubierto por su cuenta y le llamo.

-por lo que veo aprendiste a usarlo –escucho la intensa voz de su moreno.

-investigue por mí mismo –respondió antes de hacer una pausa y recordar porque lo había llamado -… estoy esperándote…

-bajo en un momento –anuncio para colgar.

Al rato vio a la rubia salir, acción que de hecho vio bastante curioso; ella hablaba por su teléfono, y aunque no parecía oír dicha conversación por lo bajo de su tono, podía percibir algo de ira en ella, incluso frustración y molestia.

Sin embargo, algo desvió su atención en otra cosa. Un golpeteo insistente e irritante en la ventanilla del auto.

Eran las chicas, o para ser más precisos, las rubias.

-holaaaaa Sasuke-kuuun –saludaba efusivamente Dariana quien golpeaba insistentemente el vidrio de la ventanilla mientras su prima mascando chicle la veía cruzada de brazos haciendo resaltar sus pronunciados pechos.

Bajo de inmediato al notar que la rubia no iba a dejar de golpear el vidrio, cuando estuvo frente a ellas, se sintió sofocado siendo abrazado por la misma chica que por la diferencia de estaturas debía agacharse un poquito para estrangularlo en sus magnánimas glándulas mamarias y su extrañamente soberana fuerza ¿Qué clase de chicas eran esas? Sasuke podía jurar que esa chica podía ganarle en una pulseada.

-p.pod..drias… -intentaba formular ¿desde cuándo se había vuelto tan tartamudo? Qué tontería –n.no… res.sp…

-¡¡te extrañamos taaaanto Sasuke-kuuunnn!! –exclamaba la rubia que en un intento de demostrarle su gran cariño y aprecio provocaba la falta de aire en el moreno.

-ehh… Dari, lo estas dejando azul –advirtió Neruko con una expresión neutral aun en la misma posición.

-¿Qué está sucediendo? –hablo algo severa Ino que guardaba su celular en el bolsillo del pantalón.

-relájate Yamanaka-san –dijo despreocupada Neruko mientras que Dariana la miraba con ojitos de cachorro aun abrazando a Sasuke con todo el poder de sus brazos –solo vinimos a saludar al teme.

-suéltalo Dariana –ordeno Ino viendo como el morenito luchaba por zafarse y lo vio caer al suelo inhalando grandes bocanadas de aire -¿estás bien chico?

-s.si… -formulaba alzando su pulgar y forzando una sonrisita que tranquilizara a la rubia –descuida.

-que amargada eres –volvió a hablar la rubia mientras su prima veía algo perdida al Uchiha en el suelo tratando de recuperarse.

-tu prima debería aprender a moderar su fuerza –reitero severa -¿Qué pasaría si…?

-no seas negativa –hablo haciendo un ademan -¿y si quieres, serias tan amable de no involucrar tus conflictos domésticos en el trabajo? Nos amargas la vida con ese carácter.

-no hables estupideces –espeto retadoramente, iban a comenzar a arrojarse golpes en cualquier momento hasta que…

-las quiero a todas en sus puestos ahora mismo –era Itachi, y se veía algo serio –no podemos perder más tiempo –hablo y subió a la limusina… sin… saludar a Sasuke –anda, no podrán esperarnos más tiempo –incito viéndolo desde el interior del vehículo.

-¿eh…? –emitió Neruko -¿ni un besito ni…?

-¡oíste al jefe niña! –grito la chofer subiendo a su asiento y el morenito algo anonadado  se miró con ambas rubias.

-podemos comer juntos más tarde –hablo con su dulce y suave tono de voz, ambas chicas sonrieron relucientemente –lamento mucho no poder quedarme.

-claro que siiii Sasu-chaaaann –dijo Dariana pronta para estrechar al Uchiha entre su cuerpo y su descomunal fuerza cuando fue retenida por su prima.

-sí, sí, luego podrás estrujarlo Dari –hablo jalándola para arrastrarla de vuelta a la empresa -¡nos vemos Sasuke-teme!

-¡nos vemos luego! –grito a las chicas para subir al auto con su amado que si quiera lo miraba.

El silencio era molesto, el peli largo solo permanecía de brazos cruzados mientras miraba al frente cuando la rubia comenzó la marcha; él tampoco hablo, Itachi le había pasado por al lado cuando subió al auto y ni siquiera le pidió un beso ni le dijo “hola”.

-no es necesario que des demasiados detalles acerca de ti –hablo en tono neutral, y sin embargo el menor lo sintió tan diferente, tan distante –y descuida, solo son un montón de viejos andropáusicos que no tienen nada más interesante en su vida para hacer que molestar a las personas ocupadas –ok, eso último se había oído algo irritado.

-… -aun miraba hacia afuera, ¿estaría Itachi molesto por algo? En todo caso el que debería estar molesto era él, por lo sucedido la noche anterior.

-y tampoco permitas que te intimiden –retomo las sugerencias algo exasperando –es seguro que traten de alejarte si es que tienen algún candidato..

-¿mejor? –completo con un tono lacónico, algo huraño para gusto del mayor.

-… -lo observaba esperando que lo mirara, y aun así el menor seguía mirando hacia afuera.

-… -noto el repentino silencio y entonces corroboro sus sospechas, algo lo aquejaba.

-¿Por qué Namikaze te llevo al instituto? –pregunto de repente llamando la total atención del menor.

-¿disculpa? –se veía atónito.

-responde.

-¿y después de lo de ayer pretendes hacerme una escena de celos? ¡¿Estas demente?! –le encaro furiosamente -¡es asunto mío con quien suba a un auto y con quien no!

-eres mi novio –le recordó recelosamente –y no me gusta cómo te mira –advirtió severo.

-soy tu novio, no tu pertenencia –recalco –y ¿sabes? Se cuidarme solo.

-¿Por qué fuiste con ese idiota, que estaba haciendo en tu casa a esa hora? –interrogo insistente.

-dormí en casa de Deidara –le hizo saber temerariamente a pesar de la expresión ofuscada del otro.

-¡¿es una broma?! –salto de sus cabales rabioso.

-donde pase la noche también es asunto mío –dijo aun viéndose un algo temeroso, los ojos de Itachi casi tomaban una tonalidad rojiza y tenía los puños fuertemente apretados.

-¿te acostaste con ese bastardo? –pregunto intentando tomar aire y no saltar contra su dulce muñequito que comenzaba a alejarse un poco de él con bastante temor.

-¡¿Quién diablos me crees?! –pregunto empujándolo bastante molesto olvidando el temor –yo no soy un cualquiera.

-… -y mantuvo el contacto visual un leve momento antes de mirar hacia afuera –como digas.

-¿dudas de mi acaso? –pregunto irritado viendo como el peli largo miraba hacia afuera.

-no es de ti de quien dudo.

-hemos llegado –anuncio Ino enseguida.

 

………………….

 

Se encontraban ambos a la par en una gran habitación estilo oriental, arrodillados sobre una pulcra alfombra esperando la llegada de los ancianos que no tardaron mucho en hacer acto de aparición.

Sasuke se veía nervioso, a su lado Itachi se veía como un lobo esperando el momento propicio para saltar a atacar un grupo de viejos zorros audaces; su mirada fría le transmitía algo de seguridad, él tenía la cabeza baja, aun recordando las advertencias de su amado, no podía evitar temer un poco toda esa situación tan molesta, por su parte los ancianos se veían arrogantes y pretenciosos, de cierta forma fastidiados por lo que acontecería, irritados y aborrecidos.

-sean bienvenidos –hablo uno de los ancianos –antes de comenzar nos gustaría…

-¡basta de payasadas! –corto el moreno mayor bruscamente –soy un hombre ocupado.

-Uchiha-san…

-si me retienen más tiempo de lo estipulado, me marchare de aquí inmediatamente, así que comiencen con esta tontería de una buena vez.

-como guste –hablo otro de los ancianos que se veía en extremo irritado por la actitud atrevida de aquel insolente moreno.

-como nuevo líder del clan Uchiha Itachi, queremos saber si estas completamente seguro de tu elección al haberte juntado con… este… jovencito –decía otro de los ancianos, el cabecilla mirando a Sasuke de arriba abajo.

-Sasuke es la persona que amo.

-Itachi-san, comprendemos los sentimientos que tienes sobre este joven, pero antes que nada nos gustaría que te tomaras un poco de tiempo más para pensar en…

-soy un Uchiha tatuado de raza –interrumpió Sasuke para sorpresa de todos, dejando a los ancianos estupefactos, mudos, y a Itachi con las palabras en la boca recordando cómo le había dicho que no hablara más de la cuenta ni diera muchos detalles sobre él, la había cagado.

-¿Cómo dices jovencito? –hablo uno de los ancianos a lo que los otros alzaron una sonrisita ladina.

–jamás nos hablaste sobre un Uchiha tatuado de raza Itachi-san –completo otro.

-¿Cómo dices que te llamas muchachito?

-mi nombre es Sasuke Uchiha –dijo viendo la mirada asombrada de los ancianos y los murmullos que entre ellos formulaban como si se hablaran en secreto.

-¿Sasuke… Uchiha…? –hablo uno de ellos desconcertados -¿eres hijo de Fugaku y nieto de Orochimaru Uchiha?

-lo soy –afirmo firme el menor.

-niño… ¿puedes darnos una prueba de…? –los ancianos estaban tan sorprendidos que apenas podían formular las palabras correctamente, y con lo que pensaban correr a la calle al jovencito luego de convencer al nuevo líder del clan, esto era aún mejor de lo que pensaban.

Sin pronunciar palabra alguna y rechistar, Sasuke se paró de donde estaba, ni siquiera tuvo el valor de mirar a Itachi que aún no había tenido la oportunidad de pronunciar una queja ni nada similar; bajo la mirada de los ancianos e Itachi que observaba de costado sin la menor intención, se desprendió el pantalón y bajo un poco junto con la ropa interior para que los allí presentes pudieran apreciar aquella marca tan característica en su zona púbica, sin vergüenza alguna.

La expresión de asombro de los ancianos era desconcertante, él lo había comprobado y respaldado todas sus palabras anteriores; los vio continuar con los murmullos entre ellos y la secretaría para acomodarse la ropa y volver a su lugar.

-solicitamos unos minutos para discutirlo con el permiso del líder del clan –hablo arrogantemente uno de los viejos, tono en el que Sasuke pudo reconocer algo de burla.

En respuesta a ello Itachi solo se limitó a asentir levemente con la expresión neutral y distante, cosa que le daba a Sasuke la sensación de que había algo que no debía haber hecho.

Cuando los ancianos se fueron, los dejaron allí solos sumidos en una gran incógnita.

-¿era necesario? –pregunto fríamente el moreno mayor.

-nunca me dijiste que eras el líder del clan –contrarresto con la mirada retadora.

-te dije que me lo dejaras a mí.

-ya estoy cansado Itachi, que las personas se dirijan a mi como si yo no valiera nada –dijo viéndose algo frágil y herido.

-el problema es que ahora para ellos vales más de lo que quisieras –le hizo saber preocupado.

-¿Por qué lo dices, es que ahora soy digno de ser el prometido del gran líder del clan? –lanzo sarcástico.

-no es lo que tú piensas…

Sin embargo antes de que el mayor quisiera continuar su aclaración los ancianos entraron nuevamente, pero esta vez se veían con unas expresiones un tanto… diferentes por así decirlo, que la primera vez que entraron, quizá con algo de “entusiasmo” reflejado en sus brillantes ojos codiciosos.

-lo discutimos –anuncio el cabecilla –tendrán nuestra bendición para realizar su tan esperada unión.

-aunque, confiamos febrilmente Itachi-san que es enteramente consiente de lo que requiere su prometido para que pueda desposarse con el líder de nuestro clan.

-les aseguro que ese requisito será cumplido al pie de la letra.

-¿de qué requisito está hablando Itachi? –pregunto imprudentemente Sasuke.

-supongo que como un Uchiha de tu… “ramo” de la familia –dijo de manera irónica uno de los ancianos destilando veneno –deberías ser consciente de que estamos hablando.

-de mi virginidad –recordó para sorpresa de Itachi.

-así es –afirmo el cabecilla de grupo ponzoñoso -para poder ser digno de una unión tan importante como lo es con un líder del clan en indispensable que llegues puro al altar.

-comprendo.

-¿Cuándo se hará público? –pregunto el mismo anciano.

-en un mes –anuncio.

¿Un mes? Era algo pronto para ello, y todas las cuestiones de lo que ello implicaría comenzaron a atestar la cabeza del morenito.

Solo reacciono cuando se despidieron con una reverencia y salieron de allí hasta el auto que aguardaba.

-¿Itachi…? –quiso dialogar con él, evacuar sus dudas de inmediato, antes de que sus preocupación se volviera viral.

-vamos a casa –respondió sabiendo de ante mano sus inquietudes.

Tomo la mano de su pequeño, y marcho al auto para tan pronto llegar a la tan esplendorosa mansión de los Uchihas a la que Sasuke solo había ido una vez.

-¿quieres ver una película? –dijo sonriente el mayor para vacilación del otro; no se lo esperaba, hacia tan solo momentos él estaba muy extraño y lo creía enojado.

-dijiste que iríamos a casa –espeto confuso.

-esta es tu casa amor –dijo acariciando la mejilla sonrosada y bajando del auto.

Fue tras él sin rechistar, quizá una película podría calmar sus nervios o de otra forma tomaría el ejemplo de su amado y comenzaría a fumar.

El increíble palacio era igual de majestuoso que la primera vez que había ido, los sirvientes recibieron a su señor en la entrada e ingresaron a un salón de paredes cálidas y ambiente acogedor.

Las luces entonaban con lo acogedor que esa habitación resultaba, era como una sala de estar y una biblioteca, no estaba muy seguro; había fotografías, era muchas y poseía una gran biblioteca repleta de libros que abarcaban una pared entera que iba hasta el techo.

La sala estaba adornada con varios trofeos, sillones que se percibían en extremo cómodos y un gran plasma fijo a una pared ante los sillones. También había un mini bar; la decoración incluso lo había dejado boquiabierto.

-espérame aquí un momento mientras me cambio –dijo el mayor para dejar al menor solo –por favor ponte cómodo.

No era tan tonto como para no darse el lujo de contemplar dicho estar, se acercó a los trofeos y lo miro tan cerca como pudo sin retirarlos de su sitio; esas personas debían ser sin duda fuertes amantes de las artes marciales, el esgrima, entre otros cuyo nombre admitía desconocer.

La biblioteca se veía igual de asombrosa, en ella habían tantos libros que podría volverse loco, con temas tan diversos que no creía poder acabar de leerlos en lo que durara su vida, esas personas de debían ser sin duda muy cultas.

Y las fotografías, con ambos progenitores igualmente tan felices y orgullosos de aquel dulce ejemplar de hijo que se veían tan alegres de abrazar y posar durante cada toma; esas personas debían ser sin duda una muy buena familia.

Pero… ¿realmente había sido esa realidad la que se reflejaba en sus ojos?

Ese trio se veía tan alegre, tan perfectos, sus sonrisas tan frescas y puras en los diversos escenarios cada uno más exótico que el anterior. Se tomó la libertad de tomar una de las fotografías en sus manos; en ella, el dulce pequeñito de resplandecientes ojos azabaches y largo cabello negro iba en la espalda de su padre mientras reían alegremente y a su lado una dulce mujer sonreía alegremente.

-¿Cómo pudo Itachi hablar tan mal de su familia aquella vez? –susurro para si completamente distraído.

-¿te diviertes? –escucho su voz y accidentalmente dejo caer la fotografía al suelo haciendo añicos el portarretratos con marco de plata y guardas de oro.

-l.lo lamento tanto… -exclamo casi como una súplica arrojándose a recoger los despojos de aquel recuerdo, completamente culpable del daño que había causado –lo siento Itachi, no fue mi intensión –musitaba buscando desesperadamente disculparse.

-¡déjalo Sasuke! –se apresuró yendo donde su morenito se incrustaba accidentalmente unos trozos de cristal en los dedos dando un alarido de dolor -¿es que acaso eres tonto? –lo miro a los ojos furiosamente mientras sujetaba su muñeca.

-no fue mi intensión –intentaba justificarse con la mirada fija al suelo.

Sasuke se sentía horrible, hacia tan poco que el moreno había pedido a sus padres y él como un idiota rompía quizá uno de los recuerdos más valiosos que tenía, por ello comprendía su enojo, le dolía como lo sujetaba de la muñeca y no sabía a donde lo llevaba pero tenía derecho a…

¿Qué estaba haciendo? Era un baño. Había abierto el botiquín y sacado una pequeña pinza con la que a la luz le sacaba los vidrios enterrados en sus dedos.

-¿Cómo pudiste lastimarte de esta forma? –pregunto irritado –imagina si pudiste haber contraído una infección.

-¿c.como? –decía viendo como luego de haber retirado todos los vidrios ponía su mano bajo un chorro parsimonioso de agua de la pileta.

-eres un insensato baka –seguía bufando.

-no te enfades por favor, lo repondré tan pronto pueda –decía apresuradamente para aplacar los ánimos del mayor.

-no hablo del retrato, eso es algo sin importancia –corregía secando cuidadosamente la dulce mano de su morenito y buscando un vendaje –no tienes que reponer nada.

-¿nani?

-no vuelvas a hacer algo como eso Sasuke, pudiste haberte desangrado –dijo golpeando juguetonamente la frente del menor con dos dedos.

-ok –dijo para que ambos volvieran a la sala –lamento lo de la foto.

-ya deja de disculparte –suplico cansino tomando el dichoso retrato en el suelo mientras el morenito se sentaba en uno de los sillones que el mayor le había indicado.

-tu familia se veía muy bonita –confeso algo celoso con una sonrisita tímida –tu mamá es muy hermosa.

-hmn –expreso como si nada viendo a la mujer y luego a su morenito –háblame de tu madre –pidió de repente viendo como la mirada del otro se transformaba y su sonrisa desaparecía.

-yo no tengo una madre –dijo mirándolo con ojos fríos y carentes de sentimiento.

-¿ella falleció? –pregunto enseguida.

-no –respondió negando con la cabeza –solo deje de tener una madre cuando nos abandonó a mí y a mi padre.

-¿nunca supiste nada de ella?

-solo que es muy feliz con su familia rica y mi medio hermano –recordó con disgusto para encarar a su amado que lo miraba curioso.

-¿tienes un medio hermano Sasuke?

-mi padre me dijo que ella tenía un hijo –conto mirando al suelo con desilusión –supongo que a él si lo quería.

-¿y nunca la has visto, ni siquiera sabes cómo es?

-¿Por qué tan curioso Itachi? No, no sé cómo es, nunca me intereso saberlo, esa señora ya no es mi mamá, mi padre lo es y por eso él lo más importante que tengo en la vida –busco finalizar dicha conversación –él intento mostrarme una fotografía suya durante mucho tiempo pero no quiero ponerle una identidad a la mujer que atormenta mis pesadillas, donde me abandona una y otra vez, sucesivamente y siempre acabándome preguntándome porqué –relataba fríamente subiendo cada vez más su tono de voz.

-Sasuke…

-por eso… te digo que debes estar agradecido de haber tenido a tu madre, tu tuviste una, tú y cientos y miles de personas, así como mi hermano… él también tuvo una madre, en especial esa que debió ser mi madre también –finalizo para suspirar profundamente –ya no quiero hablar más de esto, mejor vayamos a mirar la película.

-claro bebe –pronuncio para ir a sentarse a su lado y permanecer un largo rato mirándolo y tomar su mano para besarla.

Sasuke solo lo dejo hacerlo, sin decir nada, para luego verlo tomar el control remoto y encender el plasma y activar una película que estaba en espera.

“El conjuro”, había escuchado de esa película, la estrenaron el año pasado y no pudo ir a verla con Deidara al cine cuando el mismo lo invito porque tenía un examen que rendir.

Tan pronto el mayor puso “play”, él busco recostarse contra su fornido pecho buscando contención.

-la película es de terror –se excusó torpemente.

-tranquilo, yo te protejo –dijo rodeándolo con un brazo sabiendo que en realidad la película no causaba temor en su pequeño, sino que todo lo dicho anteriormente atormentaba su frágil corazón y lo hacían querer desfallecer en lágrimas.

 

Continuara…

 

Notas finales:

PORFIIIIISSSS, dejen reviewss n3n espero que les haya gustadoooo!!!!!!! lo hice con mucha dedicacion xD jajaja, recuerdn que quedan dos capis para la fiesta que lo cambiara TODOOO jajajaja y va a estar re intensa, eso si, recuerden que mi tardanza es debido a la facu que se veulve cada vez mas pesada y sofocante pero yo voy a poner todo de mi para apurarme a actualizar este fic y los otros que van RE lentos. Dejen reviewssss, plisss <3

jaja, muchos besitossss y que pasen hermosoo :3


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