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Porque todavía te quiero. por Delphy

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Notas del capitulo:

Mochi mochi a tod@s, después de un largo y tormentoso periodo, por fin he vuelto de entre el fuego del infierno y los mortales exámenes de informática para traeros una bonita historia de amor :3

ATENCIÓN: Contiene algo de expoiler è-e Quedáis avisados.

Sin nada más que añadir, os dejo leyendo.

Nos vemos más abajo.

Los personajes aquí utilizados no me pertenecen, son enteramente de Tadatoshi Fujimaki. Si fueran míos les haría hacer yaoi mientras grabo pero como no lo son, me conformo con escribir mis fantasías.

Se encontraba echado en la cama, boca arriba y con el brazo sobre la cara. Acababa de regresar a su casa después de ir a “comer” al departamento de su actual luz, lo que no entraba en sus planes, ni en los del resto del equipo, era que la entrenadora hiciera de las suyas con la comida.

Suspiró pesadamente, ese día había sido muy largo y su cuerpo y mente estaban ya en su límite después del partido que tuvieron contra Toou. Se levantó como pudo y se cambió de ropa mientras en su cara se dibujaba una casi imperceptible sonrisa. Era la primera vez que estaba tan feliz después de un partido, Seirin ganó y Aomine chocó su puño con él después de tanto tiempo. La última vez que lo habían hecho había sido cuando jugaban juntos en Teiko, cuando Aomine todavía disfrutaba jugando baloncesto.

Se sentó en su cama con el pijama ya puesto mientras recordaba aquella época, el cómo Aomine sonreía cada vez que hacía alguna de sus increíbles jugadas o cada vez que le pasaba el balón o cuando se enfrentaba a oponentes que eran más fuertes que él, también de las salidas que hacía la generación de los milagros después de clases o algún que otro fin de semana…  Suspiró y cogió su almohada para abrazarse a ella. Añoraba ese tiempo, era cierto que en Seirin estaba a gusto pero le faltaba algo… O más bien a alguien.

Durante su estancia en Teiko, Aomine Daiki se había declarado a él poco después de que se conocieran y él, totalmente avergonzado  le había dicho que sí.

Le sacó una sonrisa mientras recordaba la manera tan torpe en que lo había hecho.

Flashback

Se encontraba solo en el gimnasio del instituto, sentado en una de las bancas mientras esperaba por el moreno para practicar como lo hacían desde que se conocieron unas semanas atrás. Parece ser que ese día se retrasaría.

Suspiró y se levantó cogiendo un balón de la cesta poniéndose a practicar él solo antes de que se hiciese más tarde. Cuando llegase el moreno ya se pondría a jugar en serio.

Después de un rato practicando, escuchó un estruendo que parecía proceder de fuera del gimnasio, y cuando se giró pudo ver a Aomine cerrando la puerta y con la cara roja. Parecía que hubiese venido de correr una maratón.

-          Aomine-kun, ¿estás bien? Tienes la cara muy roj…

-          ¡Tetsu! ¡Lo siento muchísimo! Llego tarde, de verdad que lo siento- se disculpaba el moreno mientras intentaba coger algo de aire por la carrera que hizo desde su el primer gimnasio hasta el tercero- Hoy la práctica se ha hecho más larga de lo habitual y para colmo me han entretenido de camino, ¡lo siento de veras!

Kuroko se quedó algo desconcertado hasta que, finalmente, no pudo evitar sacar una pequeña carcajada. Aomine, que hasta ese momento había estado con la cabeza agachada, la levantó mirándole  un tanto sorprendido. Era la primera vez que le veía reírse.

-          ¡No te rias, Tetsu! Ya me gustaría verte a ti llegando tarde- le dijo con un pequeño sonrojo  de vergüenza.

-          Lo siento mucho Aomine-kun, pero es que tenías una cara tan graciosa- mientras se reía, Aomine se adelantó y le quitó el balón de las manos lo que hizo que dejara de reírse para mirarle algo sorprendido.

-          Bueno, ya que estoy aquí vamos a jugar un rato, ¿no?- le dijo sonriendo mientras tiraba su mochila a la banca.

-          Cla-claro- dijo Kuroko con las mejillas algo sonrosadas, amaba ver la sonrisa del moreno, pero eso era algo que jamás admitiría en voz alta. No quería que Aomine le rechazara o le dejara de hablar.

Estuvieron practicando durante largo rato hasta que Kuroko cayó en el suelo derrotado presa del cansancio. Aomine, al verlo en el suelo, solo se podía reír mientras iba a por una botella de Pocari y se la entregaba al pequeño sentándose con él en el suelo.

-          Jajaja, Tetsu tienes tan poco aguante, siempre te gano-le decía mientras bebía de su botella y se secaba el sudor con una toalla.

-          Aomine-kun es demasiado bueno, además yo estuve practicando antes de que tú llegaras- le digo con un puchero mientras se intentaba sentar y bebía de la botella que le había traído.

Se quedaron un rato en silencio mirando las botellas ya vacías, en la sala solo se podía escuchar sus respiraciones, cuando Aomine decidió romperlo.

-          Ne, Tetsu- el aludido le miró- ¿Tú tienes a alguna persona especial? Ya sabes… Si tienes a alguien que… Bueno… Ya me entiendes- miró hacia otro lado mientras se rascaba la nuca algo nervioso y se sonrojaba levemente.

-          ¿Te refieres a que si me gusta alguien?- Aomine asintió a esa pregunta provocando que el menor se sonrojara- Bueno, sí que tengo a alguien, aunque creo que a esa persona no le intereso más allá de la amistad- el moreno le miró durante un rato en pleno silencio. Le había sorprendido la respuesta- Y tú Aomine-kun, ¿tienes a alguien que te guste?

-           Si-sí que hay alguien… Pero no sé si yo también le gusto…- se rascaba la nuca en señal de vergüenza mientras que el peli celeste le miraba de una manera un tanto triste.

-          ¿Y por qué no se lo dices? Seguro que ella te dirá que sí, eres muy popular Aomine-kun.

-          No es ella-dijo en un tono bajo.

-          ¿Eh?

-          No es ella, es ÉL. Me gustas tú Tetsu- Kuroko se quedó entre desconcertado y sorprendido y Aomine, al verle con esa expresión, recapacito acerca de lo que había dicho y se sonrojó violentamente. Se acababa de declarar- Tet-Tetsu verás yo… Yo… No quería decir eso… Yo-

-          ¿Es verdad eso?

-          ¿Eh?

-          Aomine-kun, ¿es cierto lo que has dicho? ¿De veras te gusto?- le miró con las mejillas sonrojadas y con unos ojos esperanzados  que lo cautivaron.

-          Sí, es cierto. Me gustas y mucho Tetsu- cogió la mano del peli celeste y la besó delicadamente mientras veía como su cara se volvía roja como un tomate. Ahora que se había declarado tenía que decirlo todo del tirón y si le rechazaba ya pensaría en algo después- Tetsu, ¿te gustaría ser mi pareja?

-          Aomine-kun yo… Sí, a mí también me gustas- cuando dijo eso último vio como el moreno se sonrojaba y le soltaba la mano. Se quedaron en silencio durante un rato mirándose totalmente avergonzados y algo nerviosos. Aomine desvió la mirada.

-          Entonces tú y yo ahora... Somos pareja, ¿cierto?- Kuroko sonrió ante aquello.

-          Sí, somos pareja- lo dijo con un  tono de felicidad que Aomine no pudo hacer otra cosa que sonreír.

-          Entonces nos vamos a casa ya, que es muy tarde. Y de paso te invitó a un batido de vainilla, ¿te parece bien?- se levantó ayudado al peli celeste y ambos cogieron sus respectivas mochilas dirigiéndose hacia el burguer cogidos de la mano.

Fin del Flashback

Se abrazó aun más a su almohada y enterró la cara en ella. Aún le daba algo de vergüenza recordar aquello porque después de que salieran de comprar su batido Aomine le robó su primer beso con la escusa de saber si estaba buena o no el batido de vainilla.

Se dejó caer en su cama suspirando, no todo en su relación fue de color rosa. En su segundo torneo Daiki cambió drásticamente, se volvió más frio y le costaba hablar  con él. Pero todo cambió cuando ganaron el segundo torneo, cuando fue a buscarlo aquel día lluvioso porque se fue en mitad práctica; en aquél momento se dio cuenta que su relación ya había muerto.

Volvió a suspirar y dirigió su mirada a la mesita de noche. Ahí estaba el primer regalo que le hizo, un pequeño puma de peluche y, al lado, su móvil. Cuando lo vio se le vino a la mente una idea un poco loca. Lo cogió y miró la hora, eran las 00:30 de la madrugada. Se sentó y empezó a escribir, decidido, un mensaje a Aomine. Tiró el móvil a su lado, sin esperar a que el mayor le contestara pero lo hizo. Al poco rato el aparato comenzó a vibrar con la respuesta del moreno.

Para: Tetsu

De: Aomine Daiki

No te preocupes Tetsu, no estaba durmiendo aún.

Mañana no tengo nada que hacer por la tarde.

Si te viene bien podemos quedar a partir de las 6 o así.

Ya me contaras que es lo que estás planeando para enviarme un mensaje a estas horas.

Saludos

Se quedó sorprendido, más porque le respondiera que por la hora que era. Sonrió y envió otro mensaje confirmando la hora para después meterse en la cama para poder descansar. Mañana tendría entrenamiento y, después de eso, podría ver a Aomine. Tenía pensado pedirle un favor que, lo más seguro era que no se lo hiciera pero tenía que insistir. Al poco rato se quedó completamente dormido.

La mañana se le pasó algo rápida entre las clases y la práctica. Estaba ansioso porque llegara ya la hora en la que se reuniera con el moreno.

Después de la práctica, se fueron con Alex a ver un partido de su próximo contrincante que, por lo que pudieron ver, eran bastante buenos. Cuando terminó, Kuroko se fue corriendo a la estación para poder llegar a su destino a tiempo.

Cuando llegó a su destino pudo ver a Aomine parado cerca de una farola mirando hacia todos lados, seguramente buscándole. Se paró a unos pocos metros de él con el corazón latiéndole a mil por hora, era la primera vez que iba a estar con él a solas después de mucho. Suspiró para poder calmarse y se colocó a su  lado sin que se diera cuenta.

-          Aomine-kun, tiempo sin verte- le dijo con su inexpresiva cara de siempre dándole un susto al moreno.

-          ¡Tetsu, bastardo! Deja de aparecer así de la nada- le dijo Daiki con la mano en el pecho, realmente no esperaba que apareciera así de repente- Dejando eso de lado, ¿para que se supone que me has llamado?- el peli celeste se quedó mirándole durante unos segundos con una expresión más seria de lo normal.

-          Aomine-kun, quería pedirte un favor- el moreno le miraba en señal de que continuara. Inspiró aire para calmarse y volvió a mirarle- Necesito que me enseñes a tirar.

-          ¿Eh? ¿Por qué?

-          Porque mis tiros no son buenos y quiero que me enseñes- le dijo mientras caminaba hacia un parque cercano seguido por el moreno.

Una vez llegaron ahí, Kuroko se sacó un balón de baloncesto de su mochila e hizo un tiro que, como era natural, falló. Lo recogió y se dirigió hacia donde estaba el mayor.

-          Bueno, ¿cómo lo ves?

-          ¿¡Y yo que sé!?- le gritó molesto- ¿Me arrastras hasta aquí solo para enseñarme un tiro tan malo? Además, yo en ningún momento te he dicho que fuera a enseñarte- le miró realmente molesto. Cuando recibió el mensaje, automáticamente pensó que quería arreglar las cosas con él, que volviesen a ser amigos por lo menos pero solo quería verlo para que le enseñase a tirar, ¿cómo no molestarse con eso? – De todas formas, ¿por qué me lo pides a mí? Se lo podrías pedir a Bakagami-

-          ¡No, quiero que me enseñes tú! Quiero… hacerlo contigo… como antes…- ocultó su mirada detrás de su flequillo. Tenía los ojos algo húmedos, tenía ganas de llorar pero no lo haría porque se había dicho a él mismo que nunca más volvería a llorar- Por favor Aomine-kun, quiero pasar más tiempo contigo- dijo eso último en un susurro mientras el moreno le miraba muy serio.

-          Mejor pídeselo a otra persona, yo no soy la más indicada para enseñarte nada, Tetsu. Nos vemos- dicho esto se dio la vuelta para irse pero se paró al notar como el peli celeste le agarraba del brazo. Se giró para mirarle y se sorprendió, estaba llorando.

-          ¿Qué es lo que tengo que hacer para que te quedes conmigo? Aomine-kun, yo…- se trababa por culpa de las lágrimas- Yo… yo quiero estar contigo Aomine-kun, no como amigos sino como algo más, aún te quiero ¿sabes? No quiero que me dejes- se soltó del agarre y se limpió las lágrimas como pudo mientras el moreno le miraba realmente sorprendido. No se esperaba eso, que le dijese que aún le quería cuando se portó tan egoístamente con él.

-          Tetsu por  favor, no me mientas, yo-

-          ¡No estoy mintiendo! Es verdad que todavía estoy enamorado de ti, desde siempre. Nunca he podido olvidarte, ni siquiera lo he intentado pero- le miró directamente a los ojos con las lágrimas aún corriendo por sus mejillas- si tú no me quieres lo entenderé- dijo eso último con un hilillo de voz, cosa que hizo que Aomine lo atrajera contra su pecho y lo abrazara protectoramente.

-          Eres idiota Tetsu, claro que te sigo queriendo, más que a nadie en el mundo. Así que, por favor, no llores más- Kuroko, al escuchar eso, también le abrazó enterrando su cara en el pecho mientras notaba como le acariciaba sus cabellos tiernamente para que se calmara.

Se quedaron un rato abrazos mientras Aomine intentaba calmar al pequeño acariciándole sus cabellos y parte de su espalda. Cuando notó que su respiración ya se había normalizado, rompió el abrazo para mirarle directamente a los ojos y limpiarle alguna que otra lágrima que caía por sus rojas mejillas.

-          Escúchame bien Tetsu, nunca más te voy a volver a dejar, ¿entiendes?- Kuroko asintió acariciando las manos que estaban en su cara- Bien, quiero que sepas que a partir de ahora me perteneces y no voy a dejar que nadie te toque- le besó primero una mejilla y luego otra- Ni que te hagan llorar- le besó esta vez la frente- Tú eres mío- y le besó en los labios, primero suavemente para, a los segundos, volverse uno apasionado en el que sus lenguas jugaban en la boca ajena. Se separaron por falta de aire, momento Aomine aprovechó para rodearle la cintura y pegar su frente con la de él- Espero que me hayas entendido, porque no pienso repetirlo- Kuroko soltó una pequeña risita y asintió sonriendo.

-          Aomine-kun, ha veces dices y haces cosas muy vergonzosas. No me lo esperaba de ti- dicho esto se separó de él para coger su mochila y guardar el balón- Ya es muy tarde, ¿por qué no te vienes a mi casa?- le tendió la mano para que la cogiera, cosa que el moreno hizo sin vacilar y enredó sus dedos en los de él, no sin antes asentir a la pregunta que le hizo antes con una sonrisa picarona mientras se alejaban de aquel parque de la misma forma que lo hicieron cuando empezaron a salir. 

Notas finales:

*sale de detrás de un arbusto corriendo por todas partes* ¿Qué? ¿Os ha gustado o más bien no? ¿He echo a Aomine muy cursi? A mi impresión un poco... Pero lo adoro igualmente, debo de decir que AMO a esta pareja y he disfrutado mucho escribiendo :3 Espero que vosot@s, mis queridos lectores, también hayaís disfrutado leyendola, mi seria muy feliz si asi fuera.

En fin, sin más me despido pero no sin antes deciros: Espero vuestros reviews (ya sean críticas, lechugazos, huevos podridos,Aomines sin camisetas, etc etc etc)

Saludos desde Wonderland


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