-Buenos días señor- La luz llega a mis parpados.
-Buenos días-Dije a Armin.
Me levante con pereza, Armin termino de abrir las ventanas y una brisa fresca entro a mi habitación provocándome un escalofrió.
-Como está el chico?-Pregunte tratando de demostrar un tono de voz desinteresado.
-Está bien, insistió en ayudar en la cocina-Me reí.-este chico ya esta metiéndose donde no debe-.
-Déjalo, que haga algo si quiere quedarse aquí-
Me levante y me dirigí al baño.
Al salir, baje al primer piso y me senté en el comedor. De pronto entra corriendo un chico.-Eren-.
-B-buenos di-ias amo-Se inclina mucho para mi gusto.
-Que haces niño?-Le digo tomándole el mentón para que me mire.
Noto como se sonroja y desvía la mirada nervioso.
-Etto…Lo saludo-Me dice con inocencia.
-No te inclines tanto-Le digo parándome y tomándolo del brazo para que se enderezara.
-au, amo, me lastima-No medí la fuerza y al sacar mi mano deje unas notorias marcas que de seguro se transformaran en hematomas.
Me senté nuevamente ignorando por completo su reclamo.
-Me dijeron que estuviste en la cocina- Ni me moleste en pedir disculpa.-Yo no pido disculpas-.
-si amo le prepare desayuno-Dice corriendo a la cocina.
Sonrió por sus ataques infantiles.
Llego con un carrito lleno de comida el cual aparco junto a la mesa y comenzó a colocar la comida sobre la mesa; al terminar se quedo estático junto a mí.
-No te sentaras?-Le pregunto y se sonroja por el sonido de su estomago.
-Puedo?-Asiento y el toma asiento junto a mi lado derecho.
Es primera vez que dejo que un “inferior” se siente junto a mi, pero extrañamente con el me dan ganas de hacerlo.
Comimos en silencio, hasta que eren abrió su boca con el rostro como un libro abierto, se notaba demasiado que le inquietaba algo.
-Amo…Yo…Porque no me mato?-Me rio sin gracia.
-Quieres que lo haga?-Me levanto y tomo un cuchillo.
Me acerco a el y paseo el cuchillo por su mejilla, luego por su cuello, hasta llegar a su hombro y hacer una pequeña incisión.
-Ah…-Se queja levemente.
Tomo su cabello y lo tiro de un lado y me agacho para probar su sangre.
-Delicioso-Se me para de él y giro la silla para tenerlo de frente.
-Te quiero besar-Me miras anhelante.
-Hazlo-Me dices sin desviar la mirada.
Me acerco y roso tus labios, el sabor de tu sangre reina en mi boca y al sentir tus labios me hace querer tomarte y hacerte mío en ese momento.
Muerdo tu labio demandante, te quejas pero no cortas el beso, sigues por que se que también quieres.
Te tomo de la cintura con un brazo y con el otro despejo la mesa para colocarte sobre ella.
Nos separamos juntando nuestras frentes, nuestras respiraciones son irregulares y eso me excita.
Tienes una cara inocente pero sabes lo que viene y no rehúyes.
Deslizo mi chaqueta al suelo y tu enrollas tus brazos en mi cuello; nos besamos con pasión; domino yo y al parecer no te molesta. Deslizo mi mano por tu muslo y la otra la subo por tu espalda para sujetar tu nuca.
Nos distanciamos nuevamente y esta vez me dirijo a tu oreja la cual muerdo y delineo con mi lengua.
-Te poseeré como nadie lo ha hecho- Susurro en su oído.
-Hazlo, amo-.
Esta total mente sometido a mí, subo su polera recorriendo su cuerpo con fuerza, siento sus cicatrices y me enfurece no haber sido yo el que las hiciera.
Un deseo de protegerlo y dañarlo me perturba pero aun así no baja mi excitación. Con mis manos rajo su polera y comienzo a repartir chupones morados por su piel.
-Lo siento señor-Escucho la voz de Armin.
-Que quieres-Respondo de mala gana separándome de Eren que esta sonrojado y con la respiración irregular.
-El señor Irvin lo quiere ver-.-Diablos-. Tomo mi chaqueta del suelo y me acerco al oído de Eren.
-Te salvaste pequeño-Le lamo la oreja recibiendo un quejido excitado.
Salgo del comedor dejando a Eren excitado, y me dirijo a la sala donde me espera Irvin.
-Buenas señor-Digo al verlo observar un cuadro del Teatro de la crueldad de Roberto ferri[1]
-Buenas Levi-Me mira sin la mayor importancia.
-A que debo su visita?-Me siento en uno de los sillones.
-Quiero saber que paso con el chico de Pixis-Se sienta al frente mío.
-Pues, nada que va a pasar-
-Lo dejaste escapar-Se para nervioso.
-Que tiene de malo, el único crimen que tiene es escapar de ese viejo psicópata-Me mira incrédulo.
-Mira si te quieres follar a esa puta es problema tuyo pero ten cuidado con pixis, sabes que tiene poder-.
Como llego se fue dejándome solo con molestia.
Me fui a mi cuarto y pase por fuera del cuarto de Eren, y escuche unos gemiditos.
Abrí la puerta y me encontré con el pequeño tocándose desesperadamente.
-Amo, a-ah!- Se corrió.
Yo lo miraba en estado de éxtasis.
Entre al cuarto y cerre la puerta.
-Quien te dio permiso para tocarte?-
Le pego una bofetada.
-Amo, Perdon…-Sus ojos se cristalizan y comienza a llorar.
Por alguna extraña razón mi corazón se contrajo.
-No quiero que te corras sin mi permiso-El asiente como todo un niño que ha sido retado por una maldad.
-Cada vez que quieras placer me buscaras no importa la hora-Asiente nuevamente.
-Sí que-
-Si amo-Sonrió por el rol que tomo con él.
-Ven aquí-
Se acerca y yo le tomo la mejilla y le doy un beso con delicadeza, pero el se separa con brusquedad. Lo miro con curiosidad, esta rojo y se cubre la boca con ambas manos nervioso.
-Que pasa?-Le coloco un mechón de cabello detrás de las orejas.
-Etto, amo…no…nunca me han tratado con delicadeza-
Una punzada de dolor me llena, me imagino que atrocidades debe de haber pasado este niño.
-Yo te recompensare por eso, solo tienes que hacer lo que yo diga-Le beso la frente y me despido de él.
-Te espero esta noche en mi cuarto-Le digo antes de salir.
-H-hai amo-Dice con la voz alegre pero temblorosa.