Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Pasión por Lizie CoBlack

[Reviews - 12]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola!

Nos vemos en las notas finales *u*

Escrito para el Mini reto: "Graser!lock mormor" del foro I am SHER locked

Disclaimer: estos personajes no son míos, si lo fueran John sería exclusivamente de Sherlock, y quizá de Hamish en algún futuro. El universo de Sherlock Holmes le pertenece Sir Arthur Conan Doyle, y la serie “Sherlock” a la BBC. Yo solo me divierto creando fics.

Advertencias: Posible OoC (muy problable). No beteado. Algunos cliques (creo).

Dedicado a Mashimaro, gracias por tu comentario. 

Motocicleta

*

Antes de Jim, su motocicleta era su vida, era tan hermosa, la cuidaba más que a sí mismo. Prueba de ello eran las muchas peleas que ya había librado para su edad, no es que fuera ni muy grande ni muy chico, no, su edad era la adecuada, tenía 20 años. Tal vez se veía unos años mayor por la composición  de su cuerpo. Era grande, por donde se le viera. De metro ochenta, rubio de ojos fríos y cara adusta, de aquellas personas que cuando ves en la calle transmite el mensaje de ‘aléjate de mi camino’, de ellas ni más ni menos. Su cuerpo esculpido por los años de luchas y vivencias en las calles, donde todo era ganar o perder. Las pandillas eran lo común y las peleas por ellas estaban a la orden del día.  Aún no sabía qué hacía alguien tan fino como Jim con una persona como él, claramente dos mundos de distancia.

Pero helo aquí, manejando a toda máquina por la autopista de la ciudad con Jim sujetó a su cintura como si tuviera miedo de caerse en el proceso, cuando ambos sabían que era su gusto por estar pegado a él y a su cintura, que pareciera un fetiche de Jim, porque de alguna u otra forma siempre termina prendada a ella, y otra vez se encontraba dándose cuenta que eso no le importaba para nada, es más poco a poco se estaba habituando a ello.

Sí, habituándose a Jim.

Él de a poquito se estaba colocando en un lugar muy importante en su rutina de vida, en el vivir diario. En cada momento estaba él, acompañándolo. En las tardes de reparaciones de su chica, es decir, su motocicleta, platicando mientras la arregla y hace refacciones. Aprendiendo Jim en el proceso, aunque imaginaba que sólo era por estar con él, no es algo que aprendería en otra situación. Se veía a él mismo esperándolo en la salida del colegio, recargado en su moto, con un casco extra para la protección de Jim, ignorando olímpicamente a cuanta persona pasa y coqueteaba con él, de ambos sexos, sin sentir alguna clase de emoción, cuando en otro tiempo no hubiera desaprovechado la oportunidad de sexo casual, o al menos un buen besuqueo. Viajando los fines de semana en su moto hacia otras ciudades o comunidades cercas donde pidieran haber tabernas y billares interesantes para pasar el rato, tratando de ser amenas los días sin clases de Jim con su eterno aburrimiento, que por sorprendente que pareciera lo olvidaba, o al menos disimulaba muy bien, cuando se encontraba con su compañía. Como habían hecho horas antes, lo había llevado a un bar cerca del Támesis, en Berkshire.

A veces, ya no se reconocía, no completamente. Seguía siendo él, en esencia, pero ya muchas cosas comenzaron a cambiar con la llegada de ese geniecillo de Jim. Era un torbellino completamente imparable, siempre cambiante, jamás deteniéndose. Sin cansarse de pensar, de moverse. Arrastrando, como una corriente, a todos a su paso, tenías que seguirlo, porque de lo contrario sería una lucha en su contra, una demasiada desgastante cabe resaltar. Sin embrago, si la seguías, si lo dejabas seguir su curso, descubrirías lo poco que muchas de las personas estarían dispuestas a ver, el rápido e inteligente movimiento del cerebro y genio que era Jim Moriarty, y si eras, lo suficientemente, afortunado sólo descubrirías a Jim. Porque seguirlo ya no representaría una carga y tú ya no serías una cosa, un objeto dispuesto a su beneficio. Así las cosas serían más sencillas. Y eso mismo es lo que creía estar haciendo.

Aceleró su motocicleta, para llegar pronto a la próxima gasolinera, obteniendo en respuesta un suave apretón en su cintura y el cuerpo de su acompañante más próximo, ni por un instante piensen que fue una acción premeditada para provocar tales acciones en su compañero, no se atrevan a hacerlo. Sonrió sutilmente al sentir el casco de Jim recargado en su hombro, bien seguía siendo él, sólo que con ligeras modificaciones, como las que constantemente realizaba a su motocicleta, pero jamás cambiándola por completo, y su mecánico, al parecer, era Jim, después de todo, las clases improvisadas de mecánica estaban funcionando. Por insano que parezca, el ser la motocicleta personal de Jim le atraía poderosamente, como todo lo relacionado con ése genio maligno, y lo que más disfrutaba es ser montado por él, claro que sí, ¡oh sí! Un verdadero deleite.

A medio kilómetro encontraron, por fin, la gasolinera. Estacionando su motocicleta espero a que Jim lo soltara, éste con renuencia lo hizo, rió divertido (con un toque de burla incluido) por ese motivo. Obteniendo un bufido disconforme, estando seguro de que al voltearse encontraría un puchero en los labios, rojos y totalmente apetecibles, de su acompañante. Con cuidado bajó, disponiéndose a cargar la gasolina, decidiendo, mientras esperaba, pasar al pequeño establecimiento que había allí a comprar agua y algunas golosinas para el niño de Jim. Cuando salió, una vez realizada sus comparas y pagado la gasolina, no espero encontrarse con tal estampa. Una que hizo secar su boca del deseo.

Montado en su motocicleta seguía Jim, sólo que se había retirado el casco y su cabello se movía con el aire nocturno, libre de gomina, se exponía ante él, un James libre de ataduras y máscaras. Sus ojos se mostraban más oscuros casi negros, dilatados seguramente por la poca luz del recinto, quizá también por una posible excitación, le sonrió gatunamente, al tiempo que se retiraba el corbatín y desabrochaba los primeros botones de su camisa, acariciándose a la par, con el último botón que desabrochó, su pezón el cual trazó con su dedo para después retorcerlo, soltando un gemido ahogado sin un solo sonido, pero que en la mente de Sebastian, producto de la rememoración de su memoria, sonó totalmente erótico como si lo hubiese soltado en su oído, como tanto le gustaba hacerlo para provocarlo más. Se pasó la lengua por sus labios resecos, de la excitación que ése joven genio le estaba causando. Jim repitió la acción pasando su rosada lengua por su labio superior rematando con una ligera mordida en el inferior, haciéndole un sutil movimiento de cabeza llamándolo a su encuentro. Se dio un momento más para apreciar completamente la pose candente que James le ofrecía montado en su querida motocicleta, tratando de observar todo con su retina y almacenarlo para futuras situaciones en su memoria. Avanzó lentamente a la moto, un tanto idiotizado por la sensualidad y provocación de Jim. Cuando por fin subió a la moto, después de guardar toda su compra en el compartimiento que tenía, sintió a Jim rodearle su cintura con los brazos, de nuevo, y acercarse lo más humanamente posible, frotando su miembro, ligeramente erecto, como diciéndole lo mucho que ya quería llegar a su departamento. Arrancó al instante que sintió el casco de Jim en su hombro, emprendiendo la marcha a todo lo que daba por la autopista.

Bendito sea Jim y su sensualidad innata y bendita sea su motocicleta por darle la oportunidad de ver esa estampa.

En menos de lo que espera, y creía soportar, llegaron a su apartamento, o pequeña casa, entrando en el cuarto del garaje, Jim fue el primero en bajar y emprender la marcha a su piso, avanzando a la puerta que comunicaba las dos habitaciones con el garaje.

—Vamos, Sebastian—. Y aunque pareciera una orden, era una petición.

Lo siguió con la mirada en silencio, otorgándole una sonrisa llena de dobles intenciones, una que fue respondida con un contoneo de caderas, un movimiento de su respingón culito que lo llamaba con cada paso. Cuando Jim entró a su piso lo volteó a ver con una mirada llena de deseo, una que prometía una noche de pasión sin descanso, él lo barrió con la mirada y se relamió los labios, claramente aceptando la oferta que ése apetecible cuerpo le ofrecía. Jim le mandó un beso volado antes de cerrar la puerta detrás de él. Dejando su moto bien estacionada en el garaje lo siguió. Su día al parecer terminaría perfecto, pues había pasado el día completo con sus dos amores: su motocicleta y Jim. Aunque con éste último todavía no terminara. 

 

Notas finales:

Gracias por leer.

Me encantaría que si lo leyeron me dejaran un comentario, de que estuvo mal o que necesito mejorar o quizá de lo que les gusto, sean respetuosos eso sí.

El prompt del día de hoy fue: Motocicleta.

Como se habrán dado cuenta mis conceptos de los prompts son muy bizarros, espero no lo sean en demasía y se vayan entendiendo. Las historias parecen no ser continuas pero en el trasfondo de la historia y con sutiliza está implícito que ya llevan algo de tiempo y tienen cierta continuidad. Como el título lo establece, en mi opinión lo que quiero de esta historia es reflejar la pasión que envuelve, porque creo que más que sentimentalismos, si es que los hay en ellos, lo que hay es lujuria, pasión y sexo salvaje, que no sé si pueda ser tan explícito (con toques de violencia) por el reto y foro.

Bien sigo sin beta, perdón por los errores, trato de hacerlos lo mejor que puedo.

El prompt de mañana es:Tatuaje(s)

Nos vemos mañana.

Lizie


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).