Hoy es un 14 de agosto. Hace mucho calor. Miré la hora, son las doce y media de la tarde. Estamos los dos bajo el ardiente del sol del verano, en el parque a unas cuadras, es un poco aburrido. Hablábamos porque no había mucho más que hacer, fue entonces cuando mencionaste:
- No me gusta mucho el verano – dijiste mientras acariciabas a un gato.
Sonreíste muy alegre en este día de verano hasta que el gato huyó de ti y corriste para atraparlo mientras el gato cruzaba la calle. Fue entonces que la luz del semáforo cambió a un brillante rojo, un camión apareció de la nada y mientras gritabas te arroyó. La sangre esparcida con tu olor me comenzaba a marear mientras mis lágrimas se deslizaban por mi rostro. Entre la gente que se amontonaba a tú alrededor pude ver a otro chico idéntico a mí: alto, peliblanco y con pecas. Cruzamos nuestras miradas mientras el sonreía y murmuraba algo.
- “esto no es una mentira” – dijo con una sonrisa en ese caluroso día de verano.
Todo desapareció de golpe.
… Narrador…
En un pequeño lugar, miles de relojes giran a distinta hora pero uno se ha detenido. En medio del tic-tac del lugar, un pecoso pasa para manchar el reloj con la sangre ajena desapareciendo del pequeño sitio.
… fin narrador…
Con el tic-tac del reloj desperté en mi cama, sentía haber vivido una gran pesadilla, la duda por ver la hora me asaltó. Era 14 de agosto pasado el medio día.
- ¿sabes? Es un poco extraño – te dije en el parque mientras recordaba el sueño – ayer vi como caminábamos por este mismo parque en un sueño –
De pronto, el gato que acariciabas escapo de ti y corriste para atraparlo, pero la imagen tuya en el sueño me hiso tomar tu mano y detenerte.
- Oye… ¿y si nos vamos ya a casa? – dije asustado.
En cuanto salimos del parque y pisamos la acera, la gente a nuestro alrededor comenzó a gritar mirando al cielo. Fue entonces que unas barras del hierro cayeron del cielo y me empujaste. Cuando volteé para tomar tu mano tu cuerpo había sido atravesado por una de las barras en mi lugar. En el lugar solo se escuchaban los gritos y el eco metálico de las barras que llenaban el ambiente.
En esta escena tan irreal, mientras corría hacia ti el chico con pecas idéntico a mi sonreía a mi lado y volvía a decir.
- “Esto no es mentira” – dijo riendo mientras me empujaba hacia atrás, lejos de ti.
Mientras mi visión desaparecía miré tu rostro y me pareció verte sonreír.
…
Hoy he vuelto a despertar, ya no me importa la hora, solo he corrido hacia ti mientras jugabas en el parque y sin decirte nada te tomé de la mano y te llevé lejos de ahí. Mientras subíamos las escaleras del puente, volví a ver al chico de pecas y cuando volteé hacia ti, resbalaste y rodaste escaleras abajo. Es un odioso día de verano.
… narrador…
En el pequeño lugar, los relojes se van deteniendo uno por uno, mientras el chico de cabello blanco y pecas mancha cada uno con la sangre ajena…
… Fin Narrador…
Ya he perdido el conocimiento incontables veces, en este burlón y caluroso día de verano. Este ciclo lleva repitiéndose por años, ya me di cuenta hace tiempo. Te he visto morir de tantas formas y tantas veces sin poder evitarlo. En este tipo de historias cliché solo debe haber un final. Algo más debe haber después de este día de verano sin final.
Así sin más, volví al momento donde cruzaste la calle tratando de alcanzar al gato. En ese momento te atrapé y salté a la carretera en tu lugar. Mientras sonreía en ese momento el camión me golpeó. En ese momento mi cuerpo destrozado y tus ojos eran un reflejo de la sangre esparcida. El chico de cabello blanco y pecas, idéntico a mí, miraba la escena asustado, como ese chico burlón se ha reído tantas veces, esta vez yo le contestado riendo.
- ¡te lo mereces! –
Mientras te miraba, otro chico idéntico a ti miraba la escena a tu espalda. Tenía el cabello blanco, ojos negros y esa pequeña cicatriz bajo el ojo. Este habría sido otro día normal de verano pero todo termina hoy.
…narrador…
El 14 de agosto, un chico de cabello negro y una cicatriz bajo su ojo despertó llorando y se dijo mientras abrazaba a un gato.
- He vuelto a fallar -