Un pequeño bebe azabache desconocía la vida que habían vivido sus padres y aún más la vida que recorrería. Había nacido en la mansión de Orochimaru. Esa tarde Naruto había perdido la conciencia. Inmediatamente Orochimaru ordeno a intercambiar a su adorado hijo por otro bebe muerto, al cual no dudo quitarle la vida, pero a quien no fue capaz de quitársela a pesar de que no era de su sangre fue al pequeño Menma, fue como un “pequeño” capricho, ya que su amado rubio en verdad deseaba a ese bebe. Así que decidió dejarlo con vida, pero lejos de sus padres ignorando su existencia. Kabuto no dudo en obedecer su orden. Intercambio a los bebes para cuando Naruto despertara pensara que aquel bebe muerto era su pequeño Menma.
Y tal como lo habían planeado, Naruto pensaba que aquel bebe muerto era la unión de su amor con Sasuke. Con fuerzas que no creo tener le rogo a Orochimaru permitirle enterrar a su bebe en un lugar decente. Este se lo negó y Naruto no tuvo más opción que enterrarlo en el jardín de la mansión en donde cembro también un árbol que con los años se había transformado en un gran roble, era un árbol bastante alto con un tronco grueso y fuerte, las hojas de sus árboles eran de un verde puro y sus frutos eran dulces.
Después de despedirse de su hijo duro semanas encerrado en “su” habitación. Ya no peleaba por su cuerpo o por su dignidad, se dejaba tocar por el ojos de serpiente. Ya no tenía un motivo para vivir… Había perdido a Sasuke y con él a su hijo, solo quería que la muerte llegara a él y lo llevara con las personas a las que amaba.
Después de tanto llorar y pedirles a los ángeles que vinieran por él, que lo ayudaran y lo sacaran de aquel sufrimiento se cansó y empezó a orar en vano a los demonios, fuera lo que fuera solo quería que lo ayudaran. Sin recibir lo que por tanto tiempo espero, sintiéndose solo sabía que todo estaba en sus manos así que pondría cartas en el asunto. Si Orochimaru, lo quería, lo tendría… así que empezó el plan de Naruto Uzumaki.
Empezó a “coquetear” con el ojos de serpiente, ya llevaba tiempo en ese lugar así que ya había ideado una estrategia de escape, solo debía ganarse la confianza del maldito que lo hizo suyo ante su voluntad y aunque no quería tuvo que acostarse con él para ganarse su confianza, resistiendo el asco y las náuseas que le provocaba solo ver su rostro excitado cuando lo penetraba. El rubio solo podía repetirse mentalmente el nombre de su amado “muerto”
Cuando Naruto logró escapar se sentía libre, no sabía a donde ir… o a quien acudir… había olvidado a sus amigos…
Cuando huía se detuvo en el mismo lugar en donde recordaba habían dejado a su amado Uchiha.
Se precipitó al sentir unos brazos alrededor de su cintura y en su espalda un fuerte y fornido pecho.
—Creí… Creí que te había perdido…Naruto…
Esas palabras provocaron que los ojos del rubio se llenaran de lágrimas, las cuales recorrieron sus mejillas sin permiso alguno.
—Sasuke… —Susurro Naruto girándose para abrazarlo con todas sus fuerzas.
Sasuke pasaba muy seguido por ese lugar, ya que fue en donde lo encontraron y “perdió” rastro de su rubio, venia en una camioneta negra la cual Naruto no noto al encontrarse sumido en sus recuerdos.
Ya no se encontraba solo. Subieron al auto y después de devorar sus labios y toquetearse como muchas otras veces Naruto tuvo el valor de decirle a Sasuke lo que había pasado con su adorado bebe… El azabache solo se dedicó a besarlo mientras bajaba la silla del auto para mayor comodidad. No les importo las consecuencias de ser vistos en ese lugar, solo se dedicaron miradas y actos con los cuales se decían lo mucho que se amaban y se necesitaban el uno al otro. Nuevamente uno le pertenecía al otro, no solo en alma sino también en cuerpo, después de tanto tiempo al fin volvían a unir sus cuerpos siendo uno solo.
Cuando Naruto murió, vago como alma en pena durante mucho tiempo, se dedicó a seguir a Sasuke de un lugar a otro como su propia sombra, no podía descansar en paz, entonces se dio cuenta que sus rezos si habían dado frutos, cuando Sasuke estuvo a punto de suicidarse dos seres o mejor dicho un solo ser que cumplía dos funciones Hashirama/Madara eran como lo que el creía el dios del cielo y el dios del infierno, había obtenido la ayuda de esos dos y para bien o para mal, le habían permitido volver a vivir, debía buscar por si solo el camino a la nueva vida y Sasuke debía esperarlo.
Naruto siguió un rumbo completamente desconocido para él. Durante su trayectoria un ángel de luz se le presento como su salvador ¡Mentira! Pero eso Naruto no lo sabía, así que lo siguió y sin saber por cuanto tiempo estuvo bajo sus manos (no bajo su cuerpo) manteniendo su control y el de muchas otras personas que buscaban el descanso eterno.
Durante ese tiempo Naruto escuchaba una voz que al principio era como un molesto mosquito, luego eran susurros y con el pasar el tiempo aquel susurro se hacía una voz más clara.
Se había presentado como su dios, pero ese dios no era nada… Literalmente no era nada y a la vez lo era todo, no era ni luz ni oscuridad.
Lo único que podía hacer era escucharlo y siguiendo sus indicaciones logro salir de aquel lugar, había estado en ese lugar casi 20 años… había estado 12 años divagando buscando el camino y 18 años en los cuales tuvo una vida en la tierra.
Menma en cambio había se encontraba en un orfanato, a los cuatro años fue adoptado por una familia y a sus 18 años en el funeral de sus padres se le aparecieron dos personas en un mismo cuerpo Hashirama/Madara, quienes se encargaron de contarle todo respecto a sus padres biológicos, también le dijeron algunas cosas que pasarían en el futuro que le serian de ayuda y de utilidad. Si tienes los movimientos del enemigo, tienes la batalla ganada ¿verdad?
Menma había logrado entrar al cuartel o a los hombres de Orochimaru ganándose su confianza poco a poco, su primer mandato fue asesinar a u una familia. Si hubiera sido necesario para entrar y ganarse la confianza del ojos de serpiente, el azabache no habría dudado en matarlos, pero tenía la opción de salvarlos a escondidas, así que los dejo huir mientras fingía quemar la casa en la que Vivian. De esa forma no quedaría rastro alguno. Si los había asesinado o no, era algo que solo quedaría en sus conciencia.
Se preguntaba si además del parecido físico de sus dos padres los cuales se los presento Hashirama/Madara por medios de fotografías, tenía algún parecido con ellos en su personalidad.
Menma junto a los demás cómplices de Orochimaru se dirigían a Tokio en tres camionetas llenas de armas por si debían atacar de ser necesario, el azabache le había proporcionado la información que el ojos necesitaba, como por ejemplo en donde se encontraban sus padres…
Se detuvieron frente al restaurante bar el Kyubi.
Naruto abrió los ojos con una tranquilidad inmensa la cual le sorprendió, se encontraba mirando el techo color cielo hasta que sintió una mano en su cintura la cual lo apego más a su compañero. Giro su cabeza para mirar al dueño de dicho brazo. Miro el rostro durmiente de Sasuke mientras estés lo seguía apegando a él con cuidado, como si lo fuera a perder… Le trasmitía una tranquilidad y calidez al rubio el cual pensó en quedarse junto a él, pero debía ir a trabajar, así que resignándose un poco lo aparto con cuidado sin irlo a despertar. Se dirigió al baño para darse una ducha. Sabía que tarde o temprano su yo del pasado y Sasuke volverían hacer uno y era algo lo cual no podía ni quería evitar…
Al salir de la ducha se vistió con todo el tiempo del mundo, se colocó una camisa blanca de mangas cortas, unos jeans oscuros, unos zapatos negros y una chaqueta de cuero negra con otoños naranjas. Esa ropa la había encontrado en el armario, por lo que pensó era del Naruto del pasado. Después de todo Vivian juntos… Iban hacer una familia…
Con un suspiro tomo lápiz y papel:
Iré a la mansión Uchiha para recibir mis clases, después iré al trabajo. No te preocupes si no estoy, estaré bien…
Sasuke, hay algo que debo hablar contigo, sobre el Naruto al que amas, sobre el Naruto de mi vida pasada… él no está muerto.
Pero… yo no soy él.
Nos vemos esta noche en el bar.
Naruto dejo la nota en la mesa de noche junto a la cama.
Al salir se dirigió a la casa Uchiha como indico en la nota que le dejo a Sasuke, tomo sus clases y cuando fue hora se dirigido a trabajar. Su hermana llegaría al día siguiente, así que esta sería la última vez que se vestiría así. Llevaba un vestido verde con adornos blancos. Con una medio sonrisa se dirigió hacia la mesa de la esquina al ver a alguien leyendo un periódico, se sentía algo incómodo al estar así vestido.
—Sasuke… Has llegado tres horas antes, siempre llegas después de media noche…
—……
— ¿Sasuke?
—Creo que te equivocas. —Dijo el sujeto bajando el periódico— Yo no soy Sasuke.
Naruto retrocedió como instinto al escuchar aquella voz que permanecía en su subconsciente, palideció al ver el rostro de la persona frente a él, que sujetaba el periódico con ambas manos. Estaba a punto de salir a correr cuando dos sujetos vestidos de negro lo sujetaron con fuerza y colocaron en su nariz un trapo con somnífero. Naruto intentó zafarse, pero las fuerza de su cuerpo poco a poco se desvanecían, sus ojos poco a poco se cerraban, hasta caer dormido en los brazos de los hombres que lo sujetaban.
Desafortunadamente los clientes se encontraban en la misma situación. Los subordinados de Orochimaru habían colocado en sus bebidas somnífero para que durmieran y no molestaran en sus planes.
Gaara y Deidara al igual como muchos otros empleados, tenían prohibido beber, por lo que se encontraban atados y amordazados en el suelo de la cocina
Sasuke al entrar al restaurante bar el Kyubi se sorprendió al ver a todos dormidos en el suelo o en las sillas y mesas, a pesar de que estuvieran borrachos le parecía sospechoso y aún más al no ver a sus hermanos adoptivos.
— ¡Aquí están! —Grito Sai llamando a sus dos hermanos desde la cocina.
Itachi y Sasuke lo siguieron, mientras se preparaban para lo que pudiera pasar. Sai desato a Gaara mientras Itachi se dirigía a desatar a Deidara.
— ¡Por tu culpa se lo han llevado! —Grito el pelirrojo siendo desatado por su pareja— ¡¿Porque rayos no estabas aquí cuando él te necesitaba?!
Sasuke solo escucho las quejas del pelirrojo el cual luego se apartó para desatar a los demás empleados indicándoles que debían marcharse del lugar, que el lugar cerraría hasta nuevo aviso y mientras se iban que sacaran a todos esos borrachos. ¿Quién podía hacer Sasuke? No podía dejar de culparse por su incompetencia, cuando su amado rubio lo necesitaba más que nunca lo volva a dejar ir… no podía pensar con claridad, sus pensamientos eran una completa agonía.
— ¡Sasuke! —Grito Itachi— Maldita sea Sasuke… Te he llamado una gran cantidad de veces. Sé que estas preocupado por Naruto, pero debes pensar con la cabeza fría, deja de culparte por algo que sabíamos podía pasar… Al igual que tu estamos preocupados por Naruto, pero debemos tener claras nuestras ideas y no desesperarnos por el momento, perdimos a Naruto otra vez. Y nuevamente lo buscaremos… Y esta vez lo encontraremos nosotros.
—Perdón por culparte hace un momento… —Dijo Gaara mirando a Sai— La culpa también es mía por no ayudar a mi hermano cuando lo necesitaba. He llamado a Kiba y dice que llegara en unas horas, nos encontraremos aquí, dice que tiene algo importante que decirnos… Es sobre un nuevo miembro.
—Itachi… Gaara… —Pronuncio Sasuke sintiéndose más tranquilo, algo le decía que esta vez sí tendría a su rubio amado. Y con más claridad en su mente hablo: — se dónde está Naruto…
— ¡Espero que no sea una maldita broma! —Grito Deidara— mira Sasuke, me caes como una patada en el culo, pero te respeto porque Naruto te ama y tú lo amas con la misma intensidad. Así que si sabes donde esta habla de una buena vez, porque no podemos dejar que ese maldito de Orochimaru se aproveche de él… Naruto no ha recordado por completo y estoy casi seguro que podría tener una crisis emocional. Así que espabílate, clámate y piensa en cómo ayudar ¿te quedo claro?
—Oh, mi Dei… hacia mucho que no hablabas así… —Expreso el azabache mayor al ver que su rubio amado recordaba.
—No empiecen. —Interrumpió Sasuke— Le coloque un detector a Naruto…por miedo a perderlo. —Dijo señalando la pulsera que tenía Deidara en su muñeca.
— ¿Vez porque te la puse Deidara? —Hablo Itachi.
—Así que podemos encontrar a Naruto… —Susurro el rubio.
— ¡Al fin piensas! —Dijo Gaara apoyando su mano en el hombro de Sasuke.
—Al fin despiertas… —Dijo el ojos de serpiente.
Naruto pestañeaba al tener su vista borrosa, se encontraba en una habitación pequeña y fría, su cuerpo estaba congelado. Intento moverse pero se dio cuenta que estaba atado de pies y manos a una dura cama y completamente desnudo.
Entonces los recuerdos de la cantidad de veces que estuvo con Orochimaru volvieron de forma salvaje a su cabeza, empezó a hiperventilar, sentía que poco a poco se ahogaba, que el aire se reducía al ver la mirada de su acosador, del responsable de sus miserias. Su mirada lujuriosa le provocaba asco. Entonces sintió como su alma se fusionaba con la del Naruto del pasado para finalmente volver a ser uno. De inmediato supo que debía volver a sus técnicas, al menos por ahora.
—Orochimaru… —Dijo de forma “coqueta” o al menos lo más que pudo, con una mezcla de miedo que aduras penas pudo ocultar— ¡Po…Podrías soltarme? Las cadenas me lastiman…
— ¿Para qué escapes como la última vez? —Pregunto acariciando el muslo del menor.
Naruto se tensó ante la caricia del menor, pero debía disimular más que su asco, su miedo, si quería salvar su vida. Porque algo si tenía claro, si él no era de él.
Orochimaru mientras siguiera con vida no permitiría que estuviera con otro… Debía pensar y tener claras sus ventajas para poder zafarse y escapar de nuevo. Sabía que Sasuke vendría a buscarlo junto a los demás. En su pasado el creyó que su amado estaba muerto, pero ahora sabia perfectamente que este no lo dejaría de buscar hasta el día de su muerte.
—De…Detente para que podamos hacerlo en una posición más cómoda… —Se obligó a decir Naruto, intentando mantenerse fuerte, claro y tranquilo sin quitar su azulada mirada de la del mayor.
—Hmm…
— ¿Qué sucede? Vamos Orochimaru, suéltame… así será más cómodo para los dos. Qui… Quiero sentirte dentro de mi…Déjame cabalgarte… —Expreso sin lograr ocultar su miedo y nerviosismo.
¡Maldita sea, esto me está costando demasiado! ¡Pero quiero estar lejos de él! Yo sé que puedo… Lo hice en el pasado… Y poder hacerlo nuevamente.
Orochimaru sonrió elevando sus manos hasta el miembro dormido del rubio para acariciarlo de arriba abajo y despertarlo.
¡Necesito convencerlo! Pero aun así… No creo poder escapar de esta ¡Sasuke por favor ayúdame!
Los labios y lengua del mayor recorrieron el cuello, pecho y miembro del menor quien intentaba no caer en la desesperación.
¡…l es Sasuke! ¡…l es Sasuke! ¡…l es Sasuke! — Intentaba convencerse Naruto. Puedo hacerlo como muchas veces con Sasuke… …l es Sasuke…
—Orochimaru aah… —Intento fingir placer el menor, necesitaba convencerlo de que le gustaba lo que hacía, así de esa forma esperaba que lo soltara y si solo podía noquearlo entonces eso le bastaba si podía salvarse por unas horas. — Sigue así…
El ojos de serpiente mordió un poco el miembro del menor quien no pudo evitar emitir un pequeño pero audible quejido. Orochimaru coloco una almohada debajo de Naruto para levantar sus caderas y de esta forma ser más cómodo penetrarlo. El rubio mostro su miedo a través de sus ojos azules, sabía que iba a doler ¡y mucho! Ni siquiera se había tomado la molestia de prepararlo. Cerro sus ojos y puños con fuerza por lo que pudiera pasar, pero tres golpes se escucharon en la puerta
— ¡Maldita sea estoy ocupado! —Grito mirando al rubio— Esta noche te are tener un hijo mío. —dijo lo último en un susurro haciendo que Naruto abría los ojos por la sorpresa
— ¡Pero señor, nos están atacando! —Grito el muchacho al otro lado de la puerta. Inmediatamente Orochimaru se levantó, se acomodó la ropa y abrió la puerta
— ¿Cómo que nos están atacando? Habla claro Menma.
—Bueno… Más exactamente sus hombres están muriendo… —Dijo mirando a través de la puerta a su rubio padre. Su táctica de apartar a su “jefe” de su progenitor había funcionado— Están cayendo al suelo muertos por envenenamiento.
¿Acaso escuche bien? —Se preguntaba Naruto— ¿Había escuchado a Orochimaru llamar a ese chico de ojos azules con la misma intensidad que él y de cabello azabache, Menma? Ciertamente tenía un gran parecido con Sasuke, pero… su hijo había muerto ya hace más de cincuenta años…
Orochimaru le entrego una llave a Menma quien ahora era su mano derecha, ya que Kabuto en ese tiempo no existía. Le ordeno al azabache llevar a su amado rubio a un sótano del cual solo ellos dos conocían, ya que este estaba oculto por si algo sucedía.
—Escucha Menma. Quiero que lo arres a la cama de mi habitación y me esperes ahí.
Ciertamente eso le pareció raro, pues Orochimaru prefería salvarse a sí mismo que a cualquier otro, pero supuso que su obsesión con Naruto era grande…
Se dirigió al rubio para desatarlo mientras ese se cubría y lo miraba extrañado.
— Tu… ¿Porque te llamas Menma? —Pregunto Naruto interesado.
—Porque ese es el nombre que quisiste darle a tu hijo.
— ¿Qué?
—Luego te lo explicare. —Afirmo pasándole una bata la cual Naruto no demoro en colocarse. — Ahora debemos escapar.
— ¿Tú fuiste quien enveneno a los ayudantes de Orochimaru?
—Algo así…
—Lo sabía. —Dijo una voz que provenía de la puerta. Orochimaru les apuntaba con una pistola mientras sonreía victorioso. — Siempre supe que eras tú. A pesar de que Naruto nunca me hablo de su hijo mientras lo tenía en su vientre en sus sueños deseaba su libertad o al menos la de su hijo. Así que se la di. Te engañe haciéndote pensar que él bebe muerto que recibiste era el tuyo, cuando no lo era ¿Pero y eso que importa? Ahora no solo puedo abastecerme de ti príncipe… Sino también de tu hermoso hijo. Lástima que se parezca al maldito de Sasuke. Pero ya no solo tendré al padre, también tendré al hijo. —Rio— ¿creíste que podrías engañarme Menma?
¡Maldita sea! El azabache se quejaba mentalmente al saber que había bajado la guardia.