Las luces parpadearon con inquietud y velocidad, y en cuanto la puerta del departamento se cerró, las luces se fundieron. Estaba cansado y confundido, desde el día en que conocí a Sasuke toda mi vida había cambiado, había tenido un rumbo aterrador y extraño.
— ¿Naruto? — Hablo Deidara— ¿estás bien? —pregunto al verme aterrado.
Impulsivamente lo abrace, sentí las ganas de llorar, pero me obligue a no hacerlo y aunque quisiera el miedo que permanecía en mi pecho lo mantenía atrapado.
—Perdón por preocuparte. —Dijo el mayor.
—Y por cuidarnos. —Expreso Gaara —nos dejamos llevar por los juegos de Sai y Itachi.
Levante la vista y sonreí levemente, eso ya o importaba, los tres habíamos pasado por lo mismo y ahora solo podíamos apoyarnos el uno al otro para seguir adelante.
—¿Has estado bien con ese tal Sasuke? —pregunto el rubio mayor con autoridad.
—¿Eh?
—También llevas el brazalete. —explico el peli rojo, señalando mi muñeca.
—No es tan malo como parece. —Conteste— ¿Qué paso con Itachi y Sai?
Gaara giro la cabeza algo molesto.
—La noche en la que celebramos tu cumpleaños, Sai entro por la ventana a pesar de que la había cerrado, bueno… el resto ya lo debes saber.
<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<SAI Y GAARA>>>>>>>>>>>>>>>>>
Dormía plácidamente en la comodidad de la cama, la brisa que entraba por la ventana empezaba a despertarme, estaba desesperado por el calor, no hace mucho había tomado una ducha caliente, así que me destape un poco, pero el frio de la brisa había congelado gran parte de mi cuerpo. Me gire quedando boca arriba, estaba pensado en levantarme y cerrar a ventana al escuchar las cortina moverse por la fuerte brisa. Pero en cuanto abrí los ojos, me encontré con un chico sobre mí. Me miraba con inquietud y lujuria, lo que provoco que me estremeciera, sus oscuros ojos no dejaban de mirarme, mi cuerpo permanecía paralizado, a pesar de que deseaba empujarlo. …l se acercó a mi oído, le dio una pequeña amida y entonces susurro:
—al fin despierta la princesita.
—¿Quién eres y como entraste?
—mi nombre no importa. Que lo sepas no cambiara lo que pasara. —Explico sujetándome del cabello— que te parece si jugamos un rato?
—suéltame y lárgate. —me queje.
—después de divertirnos un rato. —contesto quitándose la corbata, con la cual ato mis manos. Aun mi cuerpo permanecía inmóvil, no podía resistirme a su voluntad.
—¿Qué pretendes hacer? —pregunte al sentir sus manos recorrer mi vientre y acariciar mis pezones.
—no seas ansioso ya lo veras.
Sujeto con fuerza mi cabello obligándome llevar mi cabeza hacia atrás. Un pequeño gemido se escapó de mi boca a igual que un notable sonrojo al sentir como sacaba mi miembro y lo lamia sin siquiera pensarlo. Tenía mis manos atadas, pero nada las retenía sobre mi cabeza, simplemente no podía moverlas, como si la fuerza de la gravedad estuviera de su lado. Chupo y lamio mi miembro ofreciéndome placer, por primera vez en mi vida me arrepentía en dormir en bóxer.
—¿Cuan…?
—¿Cuánto más pretendes seguir con eso, es lo que quieres decir? —Dijo Sai— hasta que esté satisfecho. Aunque es muy difícil que un simple humano me complazca, seré algo suave contigo al menos esta primera vez.
—¿esta primera vez? —repetí sintiendo como me obliga a sentarme y quedar frente a él.
Mi respiración empezaba a agitarse, el aun sujetaba con fuerza mi cabello mientras me masturbaba con su mano en un suave vaivén, sus palabras me habían incomodado y un poco choqueado.
—Vamos, sabes lo que tienes que hacer para que no duela.
Me sonroje aún más, con las manos temblorosas y atadas me llene de valor para bajar la cremallera de su pantalón. Se podía ver a erección de su miembro sobre sus boxer.
—¿Qué esperas? Sácalo. —ordeno.
Lo mire con enojo al escucharlo y tragando algo de saliva saque su miembro, lo acaricia con miedo de arriba abajo mientras el mayor aun me masturbaba. Ya no podía contenerme más, sentía el deseo de eyacular.
Acerque mis labios con temor a la punta de su miembro y abriendo la boca empecé a lamerlo y a chuparlo mientras mantenía los ojos cerrados con fuerza.
El mayor me sujeto con más fuerza del cabello, obligándome a meter su miembro en mi boca, me había paralizado y eyaculado, penetraba mi boca una y otra vez con brusquedad, casi no podía respirar, mis ojos estaban húmedos, sentía como me ahogaba con su hombredad.
—Eres más pervertido de lo que pensaba. —Comento acariciando la cabeza de mi miembro.
Me aparte sorprendido y tosiendo al sentir que me ahogaba con su semen. Escupí un poco mientras el cubría mi cuerpo.
—tendrás que tragártelo a la próxima si no quieres sufrir. —comento sujetando mis manos atadas y colocándolas alrededor de su cuello.
—¿la próxima vez? —repetí, sintiendo s respiración muy cerca de mí. ¿Quién eres?
—mejor cállate y relájate. —ordeno levantándome y sentándose a la cama para empezar a bajarme con cuidado penetrándome con suavidad.
—Agh… E-espera. ¿Qué haces? —pregunte cerrando los ojos con fuerza.
Bajaba mi cuerpo con lentitud hasta que finalmente introdujo todo su miembro en mi interior.
—¿Es tu primera vez? La estreches de tu culo lo delata.
—¿Acaso crees que me acuesto con todos? Esto no es porque yo quise, lo has hecho por tu cuenta. Ngh…
—Entonces are que disfrutes tu primera vez.
—¿Acostumbras atacar a la gente mientras duermen?
—eres el primero, os demás caen rendidos a mis pies.
—que engreído. ¡¡Aaghh!! —Gemí al sentir que me envestía con fuerza.
—maldito violador…
El mayor sonrió sujetándome de las caderas para subirme y bajarme con rudeza, provocando que su miembro entrara y saliera de mi interior con brusquedad.
—sé que deseas más. Así que muévete. —dijo soltándome provocando que su miembro entrara más en mi interior.
No podía retener los gemidos que salían de mi boca, sabía que estaba mal, pero mi cuerpo se movió ante mi voluntad, empecé a cabalgarlo cada vez más rápido, es como si me hubiera hipnotizado, a pesar de que era consciente de lo que hacía.
¿Naruto? —Pensé al escucharlo gritar— ¿que estará pasando con mis hermanos…
No sé cuánto tiempo había pasado en realidad, pero aún me encontraba bajo sus juegos, me había embestido de muchas maneras hasta volver a la primera posición, sujeto con fuerza mi cabello y me obligo a llevar mi cabeza para atrás mientras gemí una y otra vez.
—Ya…ya no aguanto más ¡¡aahh!! —gemí con fuerza al sentir como clavaba sus colmillos en mi cuello. No podía identificar el dolor por el placer que embargaba mi cuerpo.
—Delicioso… —dijo lamiendo la herida y las lágrimas que recorrían mis mejillas. En ese momento Naruto abrió la puerta de la habitación.
—Naruto… —susurre.
>>>>>>>>>>>>>>FIN SAI Y GAARA<<<<<<<<<<<<
>>>>>>>>>>>>>>ITACHI Y DEIDARA<<<<<<<<<<
Acaba de salir del baño con una toalla en mi cintura, me sentía muy fresco y aun no tenía sueño así que encendí el radio para escuchar algo de música mientras buscaba mi ropa.
—perderás el tiempo vistiéndote. —dijo una vos tras de mí—porque te dejare completamente desnudo debajo de mí cuerpo.
Me gire con una camisa la cual empezaba abotonar, había un chido de cabello largo y recogido en una coleta baja, tenía los ojos oscuros y tez blanca. Me tomo del brazo y jalo hacia él, quitándome la toalla que cubría mi hombredad. Lo aparte con fuerza pero caí sobre la cama y el no dudo en colocarse sobre mí, tomo mis brazos para que no pudiera golpearlo.
—¿Quién rayos eres?
—Itachi Uchiha. —contesto lamiendo mis pezones y acariciando mi miembro.
—¿Qué crees que haces, maldito bastardo?
—algo que disfrutaras. —contesto besando todo mi cuerpo mientras intentaba reusarme, estaba sorprendido al ver como un chico, más que un desconocido recorría mi cuerpo con su lengua, con sus labios…
—¿acaso piensas violarme? —pregunte entre jadeos.
—que inteligente eres. Pero al parecer tu cuerpo desea que lo haga.
—¿acaso eres idiota? Eres tu quien lo desea, mi cuerpo solo reacciona a tus actos. No soy una piedra.
El mayor rio bajamente.
Cada rose, cada caricia, cada acción que desarrollaba provocaba que mi cuerpo se calentara aún más, incluso cando me obligo hacerle sexo oral me excitaba. ¿Acaso era masoquista?
—Agghh mngh… —me queje tomándome su semen.
—me excita escucharte gemir. —contesto separando mis piernas y acostándome en la cama de nuevo.
—¿en verdad piensas llegar tan lejos? —pregunte con la respiración agitada mientras el besaba mi cuello. ¿No eres normal verdad? Tus ojos han cambiado de color…
—En verdad eres sorprendente. ¿Acaso no me temes? —pregunto penetrándome de golpe.
—¡¡Aaaghh!! ¿Acaso eso te aria feliz? —pregunte.
El mayor no contesto, solo dedico a penetrarme con fuerza, podía escuchar a Naruto gritar, pero mi cuerpo no reaccionaba ante mi temores, seguramente mis hermanos pasaban por lo mismo…
Habrá pasado alrededor de seis horas, me sentía exhausto, me había penetrado en una gran cantidad de posiciones incluso mucha nos la conocía, ya estaba exhausto estaba a mi limite, había eyaculado una gran cantidad de veces y el mayor solo como tres, la última posición fue igual a la primera, ya estaba lo suficientemente humillado, lo había dejado hacer todo lo que había querido porque sabía que no podría reusarme a pesar de utilizar toda mi fuerza.
—¡¡Ahh!! —gemí encorvándome al sentir su semen en mi interior, en ese momento mi hermano menor entro a la habitación, no supe que decir o que hacer ase que desvié mi mirada.
>>>>>>>>>>>>>>>>FIN DEIDARA & ITACHI<<<<<<<<<<<<<<<<
Los tres desviamos la mirada con un notable sonrojo, habíamos recordado aquel suceso.
—empaquen sus cosas, nos mudaremos. —dijo el mayor.
—¿mudarnos a dónde? —pregunto Gaara.
—hable con nuestro padre, le pedí que si podíamos ir a vivir con él. Pero con una condición.
—¿Qué condición? —pregunte.
—debemos trabajar en su restaurante bar. —contesto.
— ¿Qué pasara con el instituto? —pregunte.
—dijo que tendríamos nuestra clases en casa.
—una clase personalizada. —dijo Gaara.
—así es. Nos iremos esta misma noche. —Dijo Deidara— así que empaquen sus cosas, nos iremos e una hora.
Una hora después nos encontrábamos de camino a la casa de nuestro padrastro, solamente sabíamos su nombre >Fugaku< no sabíamos nada más de él, ni de sus hijos. Nos bajamos de taxi al llegar, era una casa adinerada realmente grande, nos imaginábamos algo más normal no una mansión rodeada de árboles y arbustos alejada de las demás, la única manera en la que podíamos movilizarnos era por medio de automóviles.
—Al fin llegan —dijo un sujeto mayor de cabello negro y tez blanca con un corte casi hasta os hombros, junto a una mujer joven de cabello negro y largo la cual sonreía con sinceridad.
Entramos a la casa y hablamos en el salón principal sobre nuestra vida, solo de las cosas como nuestro estudio, amigos y nuestro futuro. Luego de eso nos enseñaron la habitación de cada uno, estaba en el tercer piso y más que una habitación parecía un gran salón.
—A partir de mañana empezaran a trabajar en la cafetería bar. —dijo Fugaku Uchiha entregándonos la dirección.
Si, Uchiha. En el salón nos hablaron de sus hijos, Itachi, Sai y Sasuke. Todos habíamos visto un gran recuadro que colgaba en la pared del salón, en cuanto lo vimos los tres palidecimos ya que habíamos entrado a la boca del lobo, le pedimos a Fugaku que no le hablara de nosotros a sus hijos, el no pregunto el porqué, no era de su interés.
Ya habían pasado seis meses desde que nos fuimos a vivir a la casa Uchiha, y desde ese día no habíamos vuelto a ver a nuestros acosadores, en cambio conocí a mi hermana perdida, sí. Una chica de cabello rubio y largo el cual siempre mantenía recogido en dos coletas, una cada lado de su cabeza. Tenía los ojos azules y al igual que yo, y tres marcas en cada una de sus mejillas. Cuando nos vimos fue una gran sorpresa para los dos, así que investigamos hasta que finalmente descubrimos que éramos hermanos, a los cuales nos separaron al nacer, pero la vida nos había dado la oportunidad de reencontrarnos.
—¡Naruto! —grito mi hermana obligándome entrar a vestíbulo. Había llegado tarde por culpa de mis hermanos, no me habían esperado para salir juntos. Nos solíamos rotar el trabajo, a veces era el mesero y a veces era el barman, hoy sería el barman.
— ¿Qué pasa Naruko?
—necesito que me hagas un favor…
—tengo que trabajar…
—solo ser por tres días Naruto… mi jefe no me dio permiso y necesito viajar esta misma noche para una entrevista.
Mire los ojos brillantes de mi hermana, era solo un poco más baja que yo y bastante voluptuosa.
—¡¡gracias Naruto!! —grito mi hermana dejándome su ropa en los brazos— te debo una.
—¡espera! No puedo…
Mi hermana me había dejado en aprietos, ni siquiera había aceptado.
Me había dejado su traje de Maid en brazos, un sostén relleno y una película que solo formaban do coletas rubias.
Con duda me coloque el vestido naranja bordado de amarillo, junto a unas botas que me llegaban casi hasta las rodillas, el sostén falso me pareció increíble ya que parecía que mi pecho fuera de verdad ¿Cuántas personas utilizaran esto? Por ultimo me coloque la película y me mire al espejo arrepentido.
—maldición… no debí colocarme esto. —susurre avergonzado.
—Naruto, llevas mucho tiempo vistiéndote, los clientes espe… —pronuncio Gaara abriendo la puerta del vestíbulo— lo siento Naruto, me equivoque de vestíbulo. —dijo sonrojado el peli rojo cerrando la puerta.
Me sentí un poco aliviado al saber que pude engañarlo.
—Lo siento Naruko, pero no puedo… —pensé quitándome la peluca.
—Espera, este es el vestíbulo de hombres… —dijo Gaara abriendo la perta nuevamente ¿Naruto…que haces vestido así?
—es… es un mal entendido, puedo explicarlo…
—lo explicaras después ahora debes atender a los clientes. —Indico Gaara sacándome del vestíbulo. Me coloque con rapidez la película, mientras intentaba convencerlo de que me dejara cambiarme.
—lo aras después, ahora atiende a los clientes. —explico colocando llave a la puerta para que no pudiera entrar.
¡¡¡Naruko!!! —grite mentalmente.
Camine por todo el bar sonrojado a sentir la mirada lujuria de todos los hombres, por suerte pensarían que era Naruko así que es me aliviaba un poco.
—¡oye maldito pervertido! —exprese girándome al sentir que alguien tocaba mi trasero.
—¿Qué sucede Naruko? —dijo uno de los clientes. — quiero que me traigas lo de siempre.
—¿lo de siempre? —repetí apretando los puños. ¿Acaso mi hermana era acosada por estos hombres?
—sí. Una cerveza, y tu compañía.
Después de atender a muchas personas me dirigí a la última mesa, me sentía enojado y avergonzado, muchos hombres me habían tocado levemente e insinuado de una forma asquerosa.
—buenas noches… ¿se le ofrece algo de tomar? —pregunte mirando al chico que leía un periódico.
—un café y a ti—contesto paralizando mi cuerpo y bajando el periódico, aunque no lo había escuchado por un largo tiempo, reconocí s voz de inmediato…
—Sasuke…