Aun en la ducha, mientras el agua caía sobre sus cuerpos estaban Light y Ryuzaki, besándose apasionadamente al tiempo en que las caricias ya se hacían presentes.
-Light-kun…- Se escuchó a Ryuzaki apenas audible pues aún seguía agitado después del beso.
-¿Qué pasa?- pregunto el castaño en el oído de Ryuzaki, de un momento a otro lo acorralo contra la fría pared, sus manos comenzaron a pasearse por donde alcanzaba en el cuerpo del pelinegro.
-Light… van a llegar los demás…- dijo con dificultad, el castaño detuvo todo movimiento y lo miro a los ojos por varios segundos.
-Está bien, entonces déjame frotarte la espalda- Light le dio una leve sonrisa y le dio la vuelta, comenzando con su relajante movimiento por toda la espalda.
-¿Estás enojado?- Pregunto de pronto, Light se acercó más a Ryuzaki dándole ligeramente la vuelta a su cabeza para besarlo.
-No, sólo que el silencio y la única música de fondo el sonido del agua al caer es tranquilizador- Lo volvió a besar por un momento- creo que deberíamos salirnos, ya estamos bastante rato aquí- Así los dos con las toallas ya envueltas en su cintura se fueron a sus respectivas habitaciones.
---------------------------Claude y Alois (Horas antes) -----------------------------
Dentro de un auto en un estacionamiento, estaban Claude y alois, al detener el auto ninguno de ellos hablo nada, el pelinegro estaba con el mismo rostro neutro y con la misma actitud seria, mientras que Alois se encontraba mirando por la ventana con la cabeza apoyada a su mano, totalmente aburrido.
-No lo vuelvas hacer- Claude se atrevió a romper el silencio, había dicho eso aun mirando hacía al frente y las manos en el volante.
-pero si es mi hermano, además el ambiente estaba muy desagradable yo sólo quería animar un poco- dijo el rubio en un tono infantil y mimoso con un tierno puchero y las orejas abajo, aunque Alois sabía que con Claude eso no funcionaba.
-No importa, ya te lo había dicho antes que nadie más puede tocarte aparte de mí- Esta vez volteo mirando a Alois y levantando el tono de voz.
-ajajjajaa no puedo creerlo jaajaja ¡estas celoso! Jajaj- grito Alois para después nuevamente ponerse a reír.
-Por supuesto que no lo estoy, joder, sólo que no me gusta que toquen lo que es mío- acorralo al rubio entre la silla del copiloto y su cuerpo, mirándolo desafiante con esos fríos ojos ámbar- no juegues conmigo Alois, yo puedo causar de una risa a un llanto- dijo acercándose más al rostro de Alois- soy tu amo y puedo hacer lo que quiera contigo- aun con el rostro inexpresivo repentinamente comenzó a besarlo de manera feroz.
-Okey… ya entendí…-dijo con dificultad aun recuperando el aliento. Claude volvió a incorporarse en su asiento y arranco el auto para de esa forma volver a su casa.
------------------------------ Yuuri y Wolfram (Horas antes) ------------------------------------
Al igual que Claude y Alois, habían estado en silencio todo su recorrido sólo que ellos en ese momento estaban caminando, ambos sentían sus cuerpos reaccionar al estar el uno al lado del otro, los nervios se hicieron presente así como el silencio incomodo, llegaron al mismo parque en donde Yuuri se había confesado, sentándose cerca del árbol.
-Es una bonita tarde- dijo Yuuri tratando de romper ese silencio incomodo en el que ya estaban envueltos.
-sí, para ti, pues tú no tienes que estar usando una gorra y un abrigo- dijo a modo de falso enfado, lo que hizo sonreír a Yuuri.
-jejejej bueno es por tu bien, además…- Se detuvo de hablar, ya que en ese momento se acercaba a ellos la persona menos esperada que iría a ver- Hitomi…- Yuuri sorprendido se levantó para saludarla, mientras Wolfram miraba confuso a la chica frente a ellos.
-Hola Yuuri- saludo alegre- que bueno verte por acá- y al decir eso lo abrazo repentinamente, provocando un temblor y un sonrojo en Yuuri.
-S…sí que bueno… ehh Hitomi, te presento a Wolfram un amigo- dijo señalando al rubio que ya tenía cara de pocos amigos.
-Wow se nota que no eres de acá, me llamo Hitomi, gusto en conocerte- al igual que hizo con Yuuri de un momento a otro lo envolvió en sus brazos.
-igualmente- dijo Wolfram secamente, alejándola de él disimuladamente.
-Yuuri sobre lo que me dijiste… tu eres un gran amigo…- en eso mira a Wolfram que tenía la mirada verde posada en ella, la que provoco que se sonrojara - “Pero… si me acerco más a Yuuri podre acercarme a su amigo, es realmente hermoso”- pensó descaradamente- ehh… lo siento me quede en blanco por un momento, pero Yuuri deberíamos salir, puedes invitar a tu amigo también así podría conocerte más y tal vez llegar hacer más que amigos- el pelinegro al escuchar eso sintió su corazón latir repentinamente rápido, Wolfram vio como los ojos de Yuuri habían brillado con gran intensidad.
-“Así que tu eres… Yuuri es mío ¿Por qué pones esa cara, Yuuri? Dile que no enclenque”- pensó angustiado Wolfram.
-Sí, sería estupendo, salgamos el otro fin de semana- dijo muy alegre.
-Bien entonces, nos vemos en la universidad, adiós- lo primero que hizo fue ir hacía donde Wolfram y despedirse con un beso en la mejilla, lo que provoco más odio en el rubio, para disimular que sólo quería besar a Wolfram se despidió de la misma forma de Yuuri quien gustoso la correspondió de igual manera.
Wolfram no aguanto más esa situación y dignamente comenzó a marcharse, Yuuri sólo lo siguió sin darse cuenta que el rubio estaba enfadado y triste a la vez. Así siguieron todo su camino hasta cuando escucharon unos gritos detrás de ellos.
-¡Shibuya! ¡Shibuya!- el pelinegro se dio la vuelta junto a Wolfram, ahí vieron a un chico de la misma estatura de Yuuri, con lentes redondos y el pelo algo desordenado de color negro-azulado, Yuuri sonrió al verlo pues era su mejor amigo Murata.
-Murata ¿Qué haces por acá?- pregunto Yuuri, que aunque eran mejores amigos aún no se podían decir por sus nombres.
-ohh, pues venía por aquí cuando te vi y quise llamarte…- su mirada rápidamente se desvió en la figura de Wolfram- Hola, soy Murata Ken el mejor amigo de Shibuya- dijo coquetamente, echando disimuladamente una mirada de arriba hacia abajo al rubio.
-Hola, soy Wolfram- Dijo simplemente, a Murata esa actitud le pareció más interesante que sólo su aspecto.
-Tú no eres de acá ¿Verdad?- Wolfram negó con la cabeza, mientras Yuuri miro con un poco de enfado a Murata que no sacaba los ojos de encima del rubio.
-Murata y ¿sólo viniste para saludarme?- Pregunto en un tono de algo llamado celos, pero que su amigo noto de inmediato.
-Pues sí, pero cambie de opción, no estaría mal pasar a visitar a tus primos ¿O te molesta?- Pregunto en un tono divertido y burlón, Yuuri negó ligeramente con la cabeza- pues bien entonces, bien… ¿en qué íbamos? Aaa sí, se nota que no eres de acá, haciendo calor estas usando ropa de invierno ¿Eres alérgico?- siguió preguntando Murata colocando una mano en la espalda de Wolfram avanzando junto con él.
-mmm algo así…- Respondió dudoso el rubio pues no se le había pasado por la mente que alguien le preguntaría eso.
Light, Ryuzaki, Claude y Alois estaban sentados viendo la televisión, para Claude era hora de descanso y Light tenía clases más tarde por lo que no tenían nada que hacer, momentos más tarde sintieron la puerta abrirse y Yuuri entro con las cejas arrugadas junto a Wolfram y Murata. Todos observaron a Murata que veía fascinado a los otros dos acompañantes.
-Hola, me da gustos volver a verlo primos de Shibuya, veo que trajeron a más primos- pregunto Murata viendo a cada uno de ellos.
-No son nuestros primos, son amigos- dijo Light en un suspiro- él es Ryuzaki y el rubio de allá es Alois, los tres junto con Wolfram son hermanos- Murata abrió grandemente los ojos, pues los tres hermanos eran extremadamente hermosos, cada uno con su toque especial, se hallaba en el paraíso, teniendo a tantos ángeles ahí. Sólo que a los primos se les había olvidado un pequeños detalle- Pero qué… ¿Cómo pueden hacer eso? ¡Sus colas de cosplay se mueven!- dijo sorprendido, pues ahora que se daba cuenta el pelinegro y el rubio de ojos azules tenían oreja y una cola que se movía, igual a la de un gato.
-Esto…- Light no supo cómo responder así mismo los demás, Yuuri agarro a Murata del brazo y se lo llevo a la cocina.
-Murata… esto va a sonar no tan creíble, pero hace tiempo atrás nosotros encontramos tres gatos, bueno ellos se metieron a robar a nuestra casa, yo los quise conservar y se me ocurrió la brillante idea de dormir con ellos, grave error por supuesto, que al otro día esos mismo gatos eran humanos- Dijo nervioso Yuuri, tratando de calmarse para que su amigo entienda mejor.
-jejejje que buena broma Shibuya, estas aprendiendo- Dijo en modo de burla y golpeando ligeramente la espalda del pelinegro.
-no, no es una broma, por eso ellos tiene orejas y cola, porque ellos son mitad gato y mitad humano, sé que es imposible pero es cierto- Murata no cabía más en su asombro, ¿Gatos-humanos? ¿Quién podría creerse eso?- es cierto Murata, por eso Wolfram andaba con gorra y abrigo, si lo llegan a descubrir trataran de investigarlos y los usaran como experimentos.
-jajaa por favor Yuuri, esto no es una película, pero te creo- El pelinegro suspiro profundo, ambos salieron de la cocina y llegaron en donde ya estaban los demás, Murata miraba dudoso a los tres hermanos pues se le hacía difícil creer sobre ellos. Ambos amigos fueron a sentarse al sillón, Murata se sentó al lado de Wolfram.
-“Supongamos que es cierto, eso quiere decir que no sólo son ángeles, si no también gatos, que maúllan como tiernos felinos mimados, hare la prueba y se cómo hacerlo”- Murata alzo el brazo haciendo como si se rascara la cabeza, en eso agarro la suave cola de Wolfram y la tironeo un poco.
-¡¡Nyaaa!!- Grito el rubio, provocando que todo los miraran sorprendidos, Wolfram enrojeció hasta no poder y dio vuelta su cabeza mirando amenazadoramente a Murata, quien ya había retrocedido por lo que había hecho- ¿Por qué demonios hiciste eso?- pregunto levantándose del sillón, yendo en dirección en donde estaba Murata.
-Yo… sólo quería saber si era verdad que ustedes eran gatos-humanos… por favor cualquiera hubiera hecho eso en mi lugar, no es normal ver a humanos con orejas y cola de gato, de verdad- dijo asustado, mientras los demás aun procesaban aquel maullido de Wolfram que había hecho enrojecer también a Yuuri y algo a Light que no negaba que el rubio de ojos verde fuera hermoso y sexy.
-¡Hump! Si no te mato ahora, sólo es porque me tiraste la cola a mí y no a mis hermanos, pero si lo vuelves hacer, juro que te mato con mis propias manos- se dio la vuelta con los brazos cruzados y con el ceño fruncido, sentándose fuertemente con un sonrojo que aun pertenecía en su cara.
-Lo lamento… “Definitivamente es el que más me gusta, fiera…”- Dijo Murata sentándose al otro lado y acomodando sus lentes, viendo a Wolfram a través del reflejo de sus lentes con una sonrisa pervertida, que no paso en alto por Yuuri que miraba atentamente cada movimiento de Murata.
Tranquilamente estaban todos bebiendo algo y comiendo algunas cosas, mientras miraban una película, faltaba poco para que Light se valla a la universidad así que comenzó a arreglarse, mientras se ponía su camisa sintió él y los demás sonar el timbre de la casa, el que se atinó a abrir fue el mismo Light que al ver a la persona del otro lado de la puerta, se la cerro de inmediato en plena cara, giro mirando a todos con un rostro sorprendido.
-¿Quién es?- pregunto Claude mirando seriamente al castaño.
-Misa está afuera, de seguro va a querer pasar, tienen que tapar sus orejas y sus colas ahora- Dijo Light yéndose directo donde Ryuzaki para colocarle una gorra, pero este corrió la cabeza esquivando el movimiento del castaño.
-Va ser raro que los tres estemos abrigado, es mejor irnos a nuestras habitaciones, vamos chicos- Ryuzaki sin ninguna expresión o más bien ocultando su enojo, agarro de las manos a sus dos hermanos y juntos subieron las escaleras, dejando a todos los demás esperando la entrada de la rubia.