Ya terminado todo su trabajo Claude y Alois se fueron a su casa, cuando llegaron solo se podía oír el sonido del viendo chocar con las ventanas, al parecer no había nadie aun, colgaron sus abrigos en los percheros y fueron a la cocina para comer algo, Claude fue el que preparo todo, sirvió lo de la mesa y puso el plato de comida frente al rubio, lo observo un momento y al oler el aroma del huevo en su plato no pudo evitar no correr hacía el baño, Claude quedo por un segundo viendo la dirección en la que se fue Alois, cuando fue a ver lo que le sucedía, se encontró a Alois vomitando.
-¿Te sientes muy mal?- Pregunto Claude, se puso al lado del rubio y comenzó a sobarle la espalda.
-qué asco…- Dijo con una mueca de repulsión en su rostro, se levantó y se lavó la cara, el pelinegro lo guio hasta el sillón.
-¿Quieres que te haga algo más liviano?- Pregunto el mayor, a pesar de su rostro neutro en los ojos de aquel a quien le decían “Demonio” se veía la más pura preocupación.
-no, no quiero nada, tengo mucho asco y nauseas- Alois tenía la cabeza recostada en el respaldo del sillón, con los ojos cerrado y sobándose el estómago.
-probablemente algo te hizo mal, bien pero te iré a dejar a tu cama para que descanses- Claude cargo a Alois “estilo princesa” (no sabía cómo ponerle), con tal acción el rubio sonrió con diversión.
-¡Vaya! Cualquiera diría que te preocupas por mí- le dijo al oído.
-Cállate, si te pasa algo yo tengo el problema con tus hermanos- Alois siguió riéndose débilmente mientras subían las escaleras.
--------------------------------------- Light y Ryuzaki ------------------------------------------
En un hotel ya estaban, Light pensaba que se veía descarado llevar a Ryuzaki a ese lugar, sin embargo lo único que quería era estar a solas con el pelinegro, sin interrupciones ni necesidad de ver la hora. Light estaba a punto de darse cuenta de lo que sentía por Ryuzaki, pero su apariencia no le permitía estar con alguien formalmente, ser fiel, responsable y amoroso, algo en él quiere estar seguro completamente si lo que siente es amor, “Amor”, esa palabra tan complicada para ambos, no estaba en una de sus palabras, para Light el amor no estaba en ninguno de sus planes, era imposible si quería tener a muchas personas bajo su poder y el privilegio de que su palabra sea ley, pero el amor arruinaría todo lo que ha logrado hasta ahora.
Para Ryuzaki el amor en cambio, era un misterio, algo totalmente desconocido, era algo que era diferente al cariño y afecto que sentía por sus hermanos, pasaba muchas horas pensando que podía significar querer estar todo el tiempo con él, pensar día y noche en esa persona, sentir como tu corazón prácticamente explota cuando está cerca, todo esas sensaciones no podía averiguar aun, Wolfram le había dicho que lo que sentía era más allá de una atracción, pero a Ryuzaki también le gustaba sus hermanos, sabía perfectamente que lo que sentía por Light era algo totalmente diferente, algo inusual. Muchas nuevas emociones y sentimientos lo invadían, tantos celos, la pasión, la alegría, el ocupar la mayor parte de su mente, etc.
Ahora se encontraban sentados en la cama al parecer el castaño tenía dinero, pues la habitación era lujosa, todo muy elegante y sensual para una noche, Ryuzaki con la sola mirada inspeccionaba todo el cuarto. Podría sonar ridículo, pero ambos se sentían nerviosos, Light se sentía un estúpido por parecer una niña enamorada, podía tener mucha experiencia con respecto al sexo, pero en ese momento juraría que colapsaría en cualquier momento.
-¿Quieres algo de comer?- Pregunto el castaño para romper el silencio.
-mm… Si, por favor- Respondió bajo, Light busco el teléfono de servicio y mando a pedir algo dulce. Pocos minutos después apareció el hombre con la comida, dándosela de inmediato a Ryuzaki- ¿tú no quieres comer? ¿Quieres de mi pastel?- Pregunto viendo al castaño, mientras este negaba con la cabeza.
Nuevamente comenzaba una tortura para el universitario, veía comer a Ryuzaki, jamás pensó que le excitaría tanto ver comer a una persona, aunque lo malo no era la erección que ahora tenía, si no el aura que poco a poco iba creciendo dentro de él, un impulso de poseerlo en ese instante lo invadió, sonrió con lujuria y maldad mientras se acercaba a Ryuzaki, el pelinegro al darse la vuelta vio que Light estaba muy cerca de su rostro, otra vez veía ese color rojizo en sus ojos, no sabía si era su imaginación o ilusión óptica, pero estaba seguro que nuevamente el castaño estaba raro, él era valiente, sin embargo cuando veía a Light de esa manera un miedo se apoderaba de él, Light vio como Ryuzaki encogía sus peludas orejas de gato y lo miraba con sus grandes ojos negros, fue adelantándose y el otro retrocediendo hasta que choco con el respaldo de la cama, el mayor sonrió con satisfacción, acercándose peligrosamente a su rostro y besarlo de manera salvaje, la falta de aire se hizo presente en Ryuzaki que de inmediato empujo al otro con todas sus fuerzas, lo miraba con sorpresa mientras su respiración seguía agitada, Light frunció las cejas, se acercó para agarrarlo de la cintura con fuerza y besarlo.
-Light… mmn…- Ryuzaki trataba de hablar, pero su compañero se lo impedía, al cortar el beso dejando un hilo de saliva, lo quedo mirando fijamente de forma amenazadora.
----------------------- Yuuri, Wolfram y Murata --------------------------------------------
Murata y Wolfram conversaban amenamente mientras caminaban, Yuuri se sentía frustrado al ver como el rubio lo ignoraba y pasaba más tiempo con Murata, pero había algo que realmente le afectaba y era sentirse de esa forma con su mejor amigo, es decir, no era posible que le tuviera una rabia inmensa a su amigo, Wolfram le gustaba, ya se había confesado, incluso tuvieron relaciones y ambos con su primera vez, Wolfram tenía su primera vez, la cual imaginaba que sería con una mujer, aunque hacerlo con un hombre no le disgusto del todo, bueno no estábamos hablando de cualquier hombre era un chico con orejas y cola, además de ser el chico más hermoso en la historia, comenzaba a pensar que sólo le gustaba por ser lindo cosa que si le dijera el rubio lo calcinaría vivo, pero Yuuri pensaba que Wolfram parecía una chica, ya que tenía su cabello rubio y rizado, agregando el cuerpo menudo que este poseía y que no tuviera senos pues eso no le interesaba en lo absoluto, ya que las chicas japonesas no son de cuerpo voluptuosos, las facciones en su cara eran finas, sus manos eran pequeñas, delicadas y suaves, tal vez él sólo tuvo relaciones con él por su parecido con una muchacha, tal vez su confesión no fue del todo cierta, es posible que sólo lo haya hecho para que dejara de ser virgen, de hecho ahora que lo pensaba cuando vio a Hitomi, aun sintió ese sentimiento de siempre lo que quiere decir que un amor no se olvida de la noche a la mañana, además de que ella aun quería ser su amiga eso le daba esperanzas de que pudiera tener alguna posibilidad con ella, su destino no estaba unido a un hombre él quiere andar libremente por la calle con su pareja. Probablemente ya aceptaba las relaciones homosexuales, aunque todavía podía decir que eso no era normal y él lo comprobó, es raro ver a dos miembros reproductores masculinos juntos, por más placentero que pudiera ser eso no era normal.
-jaajaja, Wolfram cuando te sacan una sonrisa puedes ser más lindo de lo que eres- Murata le dijo al rubio, Wolfram tenía una sonrisa muy agradable- Deberías sonreír más ¿No crees?- lo último lo susurro, agarrándolo de la cintura y acercarlo más a él, estaba a punto de probar los labios del hermoso rubio hasta que Yuuri se interpuso entre ellos dos.
-¡¿Qué crees que ibas a hacer?¡- Yuuri al ver lo que Murata estaba por hacer, sin pensarlo dos veces tomo el impulso de interponerse- ¿Acaso se te olvida que yo estoy aquí? “¿Qué es lo que estoy haciendo? Es como si estuviera…”
-Celoso, como no estas mucho con Wolfram yo pensé que no tenían nada, Shibuya-Dijo el de lentes en forma de provocación, sabía bien que a su amigo pelinegro sentía algo por el adonis rubio, pero los prejuicios de Yuuri podían más con su amigo, por eso no estaba mal sacarle un poco de celos.
-No… esto…- Yuuri bajo la mira ¿Por qué tenía que estar celoso? Con Wolfram no eran nada, si tuvieron sexo eso no tenía nada que ver o eso no quisiera decir que ya fueran novios- lo siento si te grite- fue lo único que dijo.
-“Tonto, ¿Cómo puedes desperdiciar a una persona tan maravillosa como Wolfram? Un ángel no lo encuentras en cualquier parte”- Quiso decir Murata, pero quería que Yuuri se diera cuenta solo, aunque decirle alguna indirecta no estaría mal- Shibuya, ven un momento…- Susurro el chico, Yuuri se acercó y le hablo al oído- Si sigues así, hare cualquier cosa para que Wolfram no sufra- Dijo Murata, Yuuri arrugo el entrecejo y lo miro con algo de confusión.
-¿Qué quieres decir?- Pregunto Yuuri, confesaría que su amigo siempre lo confundía.
-Creo… que ya es tarde, bueno adiós Shibuya y… adiós Wolfram, no volveremos a ver- Se despidió con una sonrisa, Yuuri agarro del brazo al rubio y comenzaron a marcharse después de despedirse, Murata los quedo observando divertido- “Shibuya… sólo un poco más y tendrás a una maravilla a tu lado”- Pensó, sonrió divertido y se dio la vuelta para seguir su propio camino. Mientras que el pelinegro y el rubio durante todo la dirección a su casa un silencio profundo se formó, ninguno hablo.
En la casa estaba Claude junto a Alois que ya se sentía mejor, ambos miraban televisión, al rato después llegaron Yuuri y Wolfram, obviamente los otro dos sintieron esa tensión, Alois sonrió divertido y corrió donde su hermano para abrazarlo y saludar. Cuando todos estuvieron ya sentado en el sillón, al rubio de ojos azules se les había antojado comer algo, pero al levantarse los demás sólo sintieron el golpe de Alois al desmayarse, todos corrieron a levantarlo y llevarlo a su habitación, Claude ya comenzaba a preocuparse de sobremanera.