Parte 1:
Sirius quedo en shock al entrar en la sala. Su “novia” estaba con otro en la pose de la animadora. Ninguno se dio cuenta de su presencia, ambos estaban pendientes de llegar al orgasmo, en medio de gemidos, sexo, gritos y nombres, ESE se percato de Sirius. Antes de hacer nada llego a su propio orgasmo y lanzo a la… ESA al suelo de un empujón.
—¡Hey! ¿Qué haces?— se quejo mientras se sobaba. Se paro y pudo darse cuenta de la cara del hombre. Sirius Black estaba en la sala —Mierda…— dijo ella al verla.
Sirius suspiro, siguió caminando y fue a la habitación con un ACCIO trajo todas las cosas de él. Las miniaturizo y guardo en sus bolsillos. Con paso tranquilo bajo las escaleras y se dirigió a la puerta.
—Sirius…— le llamo ella.
—Da igual no eres la primera… además no sirve si él está sentado… ambos deben estar de pie…— comento como si nada, no era la primera que lo engañaban. En realidad era como la sexta u octava vez.
—No es por el sexo… es tu actitud de…— una mano de Sirius la interrumpió.
—Si lo he escuchado antes… esperaba que contigo cambiara… veo que no— con eso dejo las llaves de la casa y salió. No quería aparecerse así que camino hasta el Valle Godric donde vivía James con la pelirroja.
Durante el camino pensaba en lo que había hecho estas semanas, buscaba un regalo perfecto para su ex-novia ya que faltaban 5 días para San Valentín, por eso su actitud. De verdad había puesto todo de su parte para que la relación funcionara. No sirvió de nada…
Tardo toda la tarde en llegar pero al menos el tiempo le sirvió para reflexionar. No estaba bien, estaba destruido pero… ¿Qué más iba a hacer? Trataría de calmarse pero con la fecha que se aproximaba estaría más irritable de lo normal.
Llego y toco a puerta. Escucho los pasos de Lily acercándose para abrir.
—Sirius— dijo sorprendida —¡James pone un plato más en la mesa!— grito para el interior.
Paso la once explicándoles como encontró a Marlene con otro y como literalmente se rindió a estar con alguien. Ya llevaba muchas relaciones donde el terminaba engañado, de verdad estaba arto de todo esto. Hastiado. Enfermo. Cabreado…
Terminada la once se despidió de ellos y se apareció en su casa.
Su Madre estaba conversando con su Padre en la sala. Tenía la sospecha que en realidad las cosas no eran así, que su Madre debería ser una Bruja (metafóricamente hablando) con él y con su hermano. Su Padre un abusador que moriría cuando ellos fueran pequeños.
Pero no era así, tenía unos Padres cariñosos que lo apoyaban y sobre todo a Regulus que salía con Barty, el hijo de Bartemius Crouch, Director del Departamento de Cooperación Mágica Internacional o “DCMI”.
Barty también trabaja en el Ministerio pero trabajaba poco tiempo en los cargos ya que era requerido en la mayoría, razón por la cual algunos querían crear el puesto de Vice-Ministro.
—¿Cómo estas hijo?— pregunto Walburga con una sonrisa, era una mujer hermosa. Tenía un porte elegante, facciones aristocráticas, sus ojos eran grises iguales a los de su Padre, no podía ser de otra forma después de todo eran primos. A Sirius le resultaba a veces perturbador que fueran familia pero se notaba que ambos eran el uno para el otro así que no decía nada.
—Aquí como siempre… ¿Y Reg?— dijo sentándose al lado de su Padre. Este alzo una ceja y siguió leyendo su libro.
—Pues ya sabes… salió con Barty…— suspiro —esperemos que les vaya bien—
—¿Por qué lo dices?—
—Últimamente tienen problemas. Barty pasa mucho tiempo en el Ministerio y Reg casi no lo puede ver— dijo apenada por la situación de su hijo.
—Además hay rumores que muchos chicos y chicas rondan a Barty desde que se puso ese traje a rayas, los lentes rectangulares y el abrigo marrón— comento su Padre.
—Entonces es Barty el que debe llevar zapatillas de diferentes colores— se quedo pensativo —había escuchado algo pero no sabía de quien hablaban— añadió Sirius.
—¡VES!— se escucho a Reg. Este señalaba su familia mientras Barty apenado se mordía el interior de la mejilla.
Los tres Black presentes en la sala suspiraron, sabían que una pelea se vendría entre ambos. Reg empezó a gritarle a Barty y este se defendía con más gritos. Subieron ambos al segundo piso cuando se escucha romperse nuevamente ESE JARRÓN. Walburga bufo ¿Qué tenían todos contra su jarrón?
Al minuto bajo Barty corriendo y salió de la casa azotando la puerta.
—Siempre lo mismo— se quejo Orion. Y era verdad, Reg y Barty siempre peleaban pero a la semana volvían a reconciliarse. Definitivamente, a su parecer, el trabajo de Barty en el Ministerio solo acarrearía problemas.
—Papa— se escucho a Reg —quiero que me consigas el trabajo de rompedor de maldiciones— se notaba en su cara que era una decisión definitiva.
—De acuerdo— cedió —pero después no lo puedes dejar— advirtió.
—Claro que no… lo ocupare para mi ventaja— sonrió como los antiguos Black y se dirigió a su cuarto.
Sirius pasó el resto de la semana en su casa. Salía con Regulus para que mejorara su humor y así distraerse un poco de lo sucedido hace poco. No tuvo que explicar nada a nadie ya que su Padre lo pudo deducir y pidió a su Madre y hermano que no lo molestaran con preguntas de Marlene.
Sábado 13 de Febrero. Sirius, Regulus y James estaban practicando jugadas de Rugby en una plaza. Barty observaba desde lejos a su… ¿pareja?... En verdad estaba mal por la discusión de hace unos días pero Regulus era muy celoso. Prácticamente nadie lo miraba con dobles intenciones, bufo a la vez que se quitaba un mechón de la frente con el aire, unos suspiros se escucharon. Se dio vuelta y observo a tres mujeres a punto de saltar y comérselo, trago saliva y corrió donde Regulus.
Sirius y James veían la escena de Barty hincado en el suelo suplicándole a Reg que lo perdonara. Reg dudo un momento causando terror en Barty quien se abrazo a la cintura del menor de los Black y nuevamente le pidió disculpas. Regulus ante la escena tuvo que ceder, con una mano le levanto el rostro y agachándose lo beso.
—Parece que ya se reconciliaron— dijo James.
—Me alegro, no sabes lo terrible que es vivir con un hermano que peleo con su pareja—
James asintió. A lo lejos un pelirrojo se acercaba al par corriendo.
—Si…us— decía Arthur.
—¿Qué ocurre?— pregunto Black preocupado.
—No… sabia… vendiste… entradas…— dijo entre cada respiro.
Sirius se quedo pensando y cayó en la cuenta de lo que hablaba Arthur. Las entradas que había conseguido para su cita el 14 con Marlene. Puso una mueca molesta al volver a recordarla.
—Si… aquí están— metió una mano a su bolsillo y saco dos entradas —solo te cobrare una, la otra tómalo como un regalo— Arthur abrió los ojos por la sorpresa y una sonrisa no tardo en aparecerle.
Abrazo a Sirius y le agradeció por todo. Le dejo un saquito con el dinero y corrió para llamar a Molly y decirle que no planeara nada para mañana.
Ya en la noche llego Sirius a su casa. El primer piso estaba en completa oscuridad, camino lentamente y subió las escaleras para llegar a su cuarto. Paso frente a la habitación de Reg, se detuvo dudoso, no sabía si la reconciliación seguía o no. Toco 2 veces con sus nudillos y espero un momento, no le llego la respuesta de los 5 golpes así que Regulus estaba solo.
Abrió y entro llamándolo.
—¿Qué ocurre?— dijo Reg con un libro en su regazo.
—¿Y?— pregunto Sirius mientras se sentaba en la cama del menor.
—Todo bien… no trabajara tanto— se le notaba en los ojos que eso era lo que había buscado desde un principio —y le dije de mi trabajo—
—No tenias— le reprocho —siempre que se pelean, se desquitan con el trabajo del otro—
—No pelearemos mas— Sirius puso los ojos en blanco.
—Deberías dejar de ser celoso— ahora Reg puso los ojos en blancos.
—Bien que te ha servido, ¿no?— Sirius lo fulmino con la mirada —lo siento—
—Siempre tendrás problemas con Barty si no arreglas las cosas— empezó a jugar con la cubrecamas —¿Qué pasara cuando vivan juntos?— Reg abrió los ojos aterrorizado.
—Con tu historial ni loco me mudo de casa— Sirius le saco la lengua.
—Sea como sea, en verdad déjalo tranquilo, no estará con nadie más que contigo… se le nota—
—Gracias Sirius— el mencionado alzo una ceja en duda pero lo dejo pasar y salió de la habitación.
14 de Febrero, día de los enamorados. El amor se siente en el aire y Cupido te flecha. (El bebe en pañales con un arco dispara flechas a diestra y siniestra importándole un rábano si las cosas funcionaran a futuro)
Sirius logro en su mayoría evitar el día. No se acerco a las plazas, ni cines, pastelerías, centros comerciales ni nada donde se topara con parejas. Tomo su moto y salió a dar una vuelta por el interior o la costa.
Ya al atardecer se encamino a la casa. Estaba molesto, trato de evitar el día pero sea como sea tuvo que igual topar con parejas amorosas, empalagosas, acurrucándose y mimándose a donde sea que fuera. Molesto fue a la casa de James luego de dejar su moto en el garaje.
Camino por otras calles para evitar en lo que quedaba del día a parejas. Cuando en eso ve a su amigo con la pelirroja, besándose en una banca debajo de una farola.
Enojado con su amigo, la pelirroja, Marlene, el MUNDO. Toma lo primero que ve a la vista. Un fierro y sale gritando contra James.
A James le cortan el momento de la declaración y solo atina a protegerse dejando plantada a Lily. Después haría pagar al chucho pero conociéndolo sabe que no es el momento ya que está dolido por la situación.
Sale corriendo mientras es perseguido por Sirius. Lily queda marcando ocupado en la banca.
Era una escena estúpida pero los amigos hacen cosas estúpidas, ¿por algo son amigos, no?
Después de esa noche Sirius y James se pelearon, así que Sirius se juntaba con Barty y Regulus.
La pareja se encargaba de incluirlo en cada salida informal que podía. Sirius agradecía el esfuerzo pero igual se sentía solo y ahora más que antes, esperaba que con el tiempo James se disculpara. El era una Black y un Black no se disculpa.
Lily no se juntó más con James ya que su querido Rems llego a la ciudad. Se encargaba de enseñarle a Remus donde vivía con sus Padres ya que Petunia se había mudado con Vernon, la ciudad y los lugares que a Remus le gustarían, librerías, pastelerías, parques…
Remus le preguntaba a Lily por el chico que tanto hablaba antes y ella le explico lo ocurrido el 14 de febrero.
—¿Qué tiene eso que ver?—
—Sirius hizo un escándalo, no quiero saber que haría después si nos ve juntos—
—Pero Lily— trataba de hacerla entender Remus mientras caminaban por la calle —tú no sabes si algo más ocurrió—
—No, no se— concedió —pero tampoco tengo tiempo para preocuparme de eso, ahora lo importante eres tu— lo tomo del brazo y adelanto el paso a la pastelería donde últimamente pasaban bastante seguido.
Pasada aproximadamente una semana y media desde el incidente Reg se preguntaba ¿Por qué tenía a Sirius metido en su vida?
—Porque es tu hermano y necesita tu apoyo— respondió Barty. Reg lo miro dudoso —hablaste en voz alta pequeño— explico.
—Como sea… no puedo estarlo cuidando todo el tiempo— bufo —se supone que el haría eso—
—Te cuida a su manera, Reg— Barty le golpeo dulcemente el hombro —Sirius es especial además… ¿Cómo te sentirías si todas las relaciones que tienes terminan con que ella te engaña? ¿Qué te deje “por tu actitud”? Cuando uno sale con alguien lo hace con el conocimiento de todo lo bueno y lo malo… y Marlene digamos que no era perfecta— dijo molesto, siempre le cayó mal esa “trepadora” como le decía.
—A veces me pregunto con quien sales— comento Reg en broma. Barty rodo los ojos —pero tienes razón…—
Sirius escuchaba la conversación detrás de la puerta, subió al segundo piso para invitarlos a un carrera de motocross al interior, después de escuchar como también afectaba a su hermano decidió retirarse sin que ellos se dieran cuenta de su presencia.
Lily y Remus decidieron ir al parque últimamente Remus estaba un poco irritable y Lily aun no sabía el motivo por el cual Remus fue a la ciudad.
—¿No tiene nada que ver con… bueno eso?— pregunto ya asustada de la situación. Remus la miro sorprendido y negó fervientemente con la cabeza —¿Entonces?—
—Tú sabes que no tengo dinero…— Lily asintió —Y que vivo con mis tíos desde que mis Padres murieron— Lily asintió preocupada, ya se dio una idea y no le agradaba. Remus suspiro y trago saliva —Mi tío me vendió a los Malfoy— Remus espero el grito de Lily pero no escucho nada, cuando la miro se dio cuenta que estaba desmayada.
Remus corrió a la fuente cercana y con las manos transporto un poco de agua que dejo caer suavemente sobre el rostro de Lily.
Ella despertó sobresaltada, busco a Remus con la mirada y se lanzo a su cuello para abrazarlo. Remus necesitaba apoyo en estos momentos. No entendía como su familia lo había podido vender a Malfoy.
—¿Vendido… p-pa-para?— intento preguntar.
—Matrimonio— dijo su sentencia. Lily se mordió el labio para ahogar sus sollozos, su primo estaba en un problema y muy grande. Probablemente ni lo podría ayudar.
—Lo siento mucho— se disculpo Lily. Remus se la quedo mirando contrariado —es mi familia al fin y al cabo—
—También la mía…— dijo Remus.
Siguió un silencio incomodo. Ambos pasaron la mañana en la misma banca del parque intentando buscar una solución al problema de Remus pero vez que Lily tenía una idea, Remus le negaba ya que era improbable o muy peligrosa.
Finalmente Lily le dijo que lo apoyaría en todo lo que fuera posible y estuviera al alcance de sus manos. Conocía algo a Malfoy y no le agradaba, estaba decidida a proteger a su primo de las garras de Lucius.
Paso una semana cuando Reg y Barty fueron invitados a la casa de Severus. Hace bastante que Regulus no veía a su amigo, se llevaba bastante bien con Severus desde la escuela y se mantenían bastante en contacto cuando la acabaron.
Llegaron temprano a petición del propio Severus. Conversaron bastante los tres hasta que llego Tom y se unió a la conversación. Regulus creía que ambos podrían salir ya que se llevaban bastante bien, esperaba que con el tiempo se dieran cuenta ya que a veces podía ver las miradas que Lucius le dirigía a Severus y no le agradaban del todo.
Hablando del diablo… entrada la noche llego Lucius.
—Te digo...— decía Rabastan —las mujeres están cada vez mas locas— todos rieron ante la ocurrencia. Se sabía que muchas lo violaban literalmente en algunas ocasiones, cuando lo asaltaban en alguna calle o salida de alguna fiesta.
Rodolphus se estremeció —ni que me digas… yo salgo con la loca— Barty, Regulus y Tom se llegaron a caer de las sillas de tanto que se reían. Ellos mejor que nadie conocían a Bellatrix Black.
—Tú quisiste salir con ella— comento Regulus.
—Es verdad… yo te lo advertí Rod— decía Tom, recordaba claramente las escenas que le hacia ella para que accediera a salir pero Tom jamás se intereso mas allá de su… ¿locura?
—¡Porque no me detuvieron!— grito con falso dramatismo. Siguieron conversando de las malas decisiones en la vida por parte de Rodolphus. Severus noto que Malfoy estaba muy callado.
—¿Te ocurre algo?— susurro para el rubio.
—Mi Padre me comprometió—
—¡¿QUÉ?!— grito Severus al no creérselo.
Lucius ignoro el grito y continuo —Con un doncel…—
—¿¡DONCEL!?— volvió a gritar llamando ahora claramente la atención de todos pese a que intentaron disimularlo.
—Si…— comento como si nada—
Barty y Regulus se miraron, ellos mejores que nadie sabían la situación de un Doncel… (Por poco ambos Black nacen de su Padre) que era muy delicada y Malfoy lo tomaba tan a la ligera, a Barty no le agrado eso y Regulus lo noto al ver el ceño fruncido de su pareja. Cambio de tema para aligerar el ambiente, con eso evito enterarse de más detalles.
Remus estaba en la antigua habitación de Petunia. Miraba molesto hacia el techo recordando la conversación con su tío, ellos tenían una granja donde Remus literalmente hacia todo el trabajo, el problema presente allí era que no podía dejar que su tío (Todopoderoso) se enterara de su situación porque no le permitiría vivir con ellos, suficiente era aguantarlo sobre todo cuando estaba más débil.
“—Vamos muchacho es lo mejor para un escuálido como tu— una sonrisa maliciosa apareció en su gordo rostro.
—No es lo más conveniente…— trataba de hacerlo entender.
El hombre rio y le paso un brazo por los hombros a Remus, este se removió incomodo.
—Entiende de una vez… que no te puedo mantener… solo eres una boca que alimentar y no… no me agradeces lo suficiente— apretó el agarre.
—Trabajo en tu granja— dijo apretando los dientes. El hombre lo lanzo de su lado.
—¡MIENTES!— grito —tu no haces nada. Lo peor, te enfermas— le señalo en acusación.
—Soy un diamante en bruto— repitió las mismas palabras que decía a todos los que lo conocían.
Su tío lo miro con su tupida ceja alzada, lo observo de arriba abajo. Camino hasta la puerta y cerro.
—¿Diamante en bruto?— le molesto. Remus trago —Deberemos pulirte para encontrar el diamante— con pasos cortos se empezó a acercar a Remus —¿Alguna idea?—”
Remus detuvo esa línea de pensamiento aun le resultaba asqueroso recordar como su tío intento abusar de él.
Podía aun sentir esas gordas manos recorrerlo entero y empezar a arrancarle la ropa, sentía las durezas de sus manos producto del trabajo en el campo, en su pecho descendiendo hasta su entrepierna. Recordaba como su tío le apretó con la rodilla su entrepierna de forma bruta consiguiendo que Remus gritara del dolor.
No era la primera vez que su tío intentaba “enderezarlo” a golpes. Cuando sintió los pasos de su tía detrás de la puerta, ignorando sus gritos y siguiendo hasta la cocina, sabía que pese a todo no podía seguir allí y accedió a lo de Malfoy.
Aun con eso su tío no cedió y le obligo a que Remus le hiciera una paja y luego lo mamara, ya después tuvo que soportar la boca de él sobre su cuerpo. Gracias a la decisión de Malfoy su tío no podía penetrarlo pero eso no le ayudaba a superar lo que tuvo que sentir esas últimas noches allí.
Algunas veces lo despertaba la presencia de su tío en la cama. Como lo toqueteaba cuando trabajaba en el campo. No podia decirle que en realidad Ian no hacia su trabajo y que solo lo hacia ÉL ya que por el físico de Remus no se podría explicar y el tendría que decir de su maldición. Probablemente lo tratara como su puta personal, lo arrendara como una o que lo matara.
Lily sabía que la vida de Remus era complicada en el campo pero no sabía cuánto. Observaba como en algunas noches se removía en su cama y en otras gritaba reclamándole a su tío mientras con sus manos alejaba a un fantasma.
—Podrías… no se salir y divertirte— comento Lily un día.
—¿Para qué haría eso?—
—Digo… después no podrás y creo que es mejor aprovechar el tiempo haciendo algo que tú quieras…— Remus la abrazo y sonrió.
—Te lo agradezco… ¿sabes de alguna fiesta?— pregunto Remus ya buscando su chaqueta.
—¡Remus!— se escandalizo Lily.
—¿No creerás que soy virgen o sí?—
—¿Pero… no eres un Doncel?—
—Lily— dijo aguantando cualquier otro comentario —también yo he podido estar con alguien, no es necesario que me lo metan— se gano un golpe en la cabeza por parte de Lily.
—Ubícate— dijo ella en advertencia.
Remus empezó a salir y acostarse con quien le dio la gana, no era lo mejor pero quería hacer las locuras que nunca se hubiera atrevido y que no podría hacer en un futuro bastante próximo. No iba a muchos lugares dentro de la ciudad ya que tampoco quería que Malfoy se enterara y le creara más problemas. Remus parecía amable pero no significara que lo fuera, al contrario tenía un temperamento bastante explosivo, solo aguantaba a su tío ya que le daba un techo para dormir y como no podía venir donde Lily ya que eran primos lejanos, a su persona le parecía que sería imprudente venir a pedir alojamiento.
Las semanas que Remus pasó en “libertinaje” Lily los aprovecho para salir con James y conversar en algunas ocasiones con Sirius.
James y Sirius se habían perdonado mutuamente después de que Barty les gritara a ambos diciendo que eran “INMADUROS, IRRESPONSABLES E ¡IDIOTAS!” así que inmediatamente James fue en busca de su pelirroja y le pidió disculpas explicándole la situación de Sirius y el porqué actuó así. Lily con todo el asunto con Remus, entendió y le perdono. Empezaron nuevamente a salir, James en un momento obligo a Sirius a acompañarlos para que le pidiera perdón a Lily.
A dos semanas del perdón y relación formal de novios entre James y Lily, estaban con Sirius en una plaza cuando Lily ve pasar a Remus rápidamente sin notar a nadie e importándole bien poco si chocaba con alguna persona. Ella sabía que por decisión del Patriarca de los Malfoy era necesario hacerse un chequeo completo con un Medimago. Lily apoyo a Remus pensando que estaría preocupado por lo de su maldición pero Remus demostró que no le importaba mayoritariamente eso ya que… estaba en un principio de depresión donde le daba lo mismo la mayoría de las cosas.
El motivo por el cual Remus estaba así debería ser otro y bastante más preocupante. Sin pensarlo dos veces, Lily se paro y fue tras Remus, ahora ella dejando plantada a su novio y al amigo de este.
Lily tuvo que correr varias calles para alcanzarlo. Cuando lo hizo se abrazo a su cintura.
—¿Qué ocurrió?—
—Soy fértil…— respondió en un susurro.
—Eso ya lo sabíamos… eres un Doncel, ¿recuerdas?— Remus negó.
—Soy demasiado fértil y… y… n-no… q-quie-ero t-tener u-un… h… hijo de-de Mal-l…foy— recién en ese momento Lily entendió la gravedad del asunto. Ambos lloraron en medio de la calle.
Lily después de aquello intento subirle el ánimo a Remus lo cual le fue bastante difícil. James le informo de una fiesta en donde asistirían varias personas. Lily dudo pero James explico que no era una típica fiesta al contrario, habían números de humor, cantos, karaoke, teatro y bastante comida (directamente proporcional con el licor) con eso ella acepto, mas por Remus que el por querer ir.
Sirius no recordaba nada de la fiesta junto con la mayoría que asistió. Alguien le había echado algo a la comida lo cual puso en un estado similar a la “ebriedad” o al estar “drogado” a la mayoría, el único al parecer que recordaba por extraño que parezca era Peter pero el al otro día tenía que viajar a Estados Unidos juntos con sus Padres por una reunión familiar. Estaban sin recordar, algo le decía a Sirius que fue la mejor fiesta de su vida.
James había despertado en su casa junto a Lily, en un principio se asusto ya que aun recordaba las veces en la que su pelirroja lo había cacheteado. Alarmado se levanto rápidamente de la cama.
—¡James!— chillo Lily al verlo totalmente desnudo.
—¡Lily!— grito y la vio —Lily…— dijo en un susurro al darse cuenta que ella estaba vestida.
—¿Qué ocurrió?—
—No recuerdo nada—
Ambos después estaban silenciosos en la habitación, a medida que pasaba el tiempo se empezaron a acercar, terminando por hacer lo que “¿no?” hicieron en la noche.
Barty había ido con Regulus a la fiesta junto con casi toda la ciudad. Querían divertirse y les pareció la ocasión perfecta. Bailaron, gritaron, comieron, se besaron, tuvieron sexo en el baño y se toquetearon en público. No, si fue LA fiesta. En un momento se percato de la presencia de Sirius y lo vio bailando bien pegado a otra persona, no estaba seguro del color de pelo pero se inclinaría mas por rubio o castaño claro ya que las luces no ayudaban en nada. Contento va donde Regulus y le hace disfrutar la mejor noche de su vida, pensando que Sirius encontraría a alguien quien en verdad le apoyaría y por sobre todo no le dejaría.
La semana de la boda se acerca. Remus está muy nervioso y se siente asfixiado en la casa de los Padres de Lily por ese motivo sale muy seguido. Lily preocupándose de Remus deja de lado a su novio y lo acompaña durante el tiempo que pueda.
—Vamos a comer— dijo Remus.
—Rems… hemos ido todos estos días… sé que es la ansiedad y el nerviosismo pero por favor… ¿Podemos ir a otro lugar?— termino con un puchero.
—Bien— cedió Remus.
Así ambos fueron a las tiendas a comprar ropa para los próximos cumpleaños a los que asistiría Lily, Remus le daba sus opiniones al conjunto que escogía para sus “amigas”, terminaron comprando cosas para ambos. No regresaron a la casa sin antes pasar por una librería.
Salidas a la biblioteca o andar en bici, ver una película, eran los panoramas que tenían.
En la casa de los Black, James estaba malhumorado ya que hace muchos días no había podido ver a su novia. Estaba muy preocupado ya que las pocas veces que se topo con ella por la calle iba con un joven por acompañante, las dudas no tardaron en instalarse en el joven Potter.
—¿Y si se aburrió de mi?— pregunto angustiado.
—James…— le llamo Walburga —¿Recuerdas que ocurrió porque Lily no sabía la verdad en Febrero?— Potter asintió —si sigues así les ocurría lo mismo—
—Es verdad, ya podrán hablar tranquilamente… solo espera— comento Orion mientras aun seguía leyendo su diario.
—Escuchaste Prongs… tranquilízate— bufo Sirius recordando cómo se ponía James ves que los veía a ambos —no hacen nasa, solo se acompañan—
—¡Porque no me has dejado seguirles! Quizás después de eso se besan ¡Y yo no sé!— miro a Sirius —y todo podría ser tu culpa— le entero un dedo en el pecho —¿Si pierdo a mi pelirroja… que será de mi?— los Black suspiraron.
—Entiende… ni se han besado…— volvió a añadir Sirius.
—¡BESOS!— grito alarmado.
—Mierda…— susurro Sirius. Sus Padres lo vieron molesto de que metiera otra vez la pata.
—¿Pero que ven?— pregunto Orion por primera vez. Walburga sabía que si su esposo se integraba a la conversación era porque la daría por finalizada EN ESTA CASA lo que quedara de vida de James Potter.
—El parece deprimido y Lily lo acompaña a varias partes— respondió Sirius. James solo se calentaba la cabeza.
—¿Nada de besos, ni ese tipo?— volvió a preguntar.
—Solo lo que haríamos James y yo por la calle— resumió Sirius.
—¡ENTONCES!— grito molesto Orion. Todo lo vieron asustados, pocas veces se alteraba ese hombre pero cuando lo hacía… cuidado.
—¿Qué?— pregunto James.
—Debe tener un problema y Evans lo está ayudando, tal como haría uno de ustedes por el otro— levanto la mano en señal de silencio —el que lo lleve a varios lugares significa que no es de aquí— añadió para dar por finalizada esa conversación.
—¿De verdad lo cree?— volvió a insistir Potter.
Orion señalo la puerta pero James no se movió de allí. Con un movimiento de varita Sirius y su amigo se encontraban en la puerta de su casa.
—Cabreaste a mi Padre— dijo molesto Sirius.
—Perdón— decía mientras se mordía la lengua y se despeinaba el pelo con una mano.
—Pa peor…— dijo en un gruñido —no puedo volver a casa o Papa me echara a patadas—
—Reg te puede ayudar—
—Viajo con Barty— suspiro —Quien como ellos…— James asintió dándole la razón.
—Nos podrían dar consejos… sabes cómo es Barty— ahora Sirius asintió dándole la razón a James.
Barty era el único de sus amigos que tenía los pies sobre la tierra y pensaba con claridad, sin decir que pensaba antes de actuar. Te daba buenos consejos, te escuchaba y apoyaba con cualquier problema, era el amigo ideal en esos aspectos. El único problema eran las constantes peleas (que no eran tan seguidas ahora) con Regulus y las reconciliaciones de ambos.
—Además el chico no se ve malo… me recuerda a Barty pero más dulce—
—Toda la razón… no se… me da la sensación de… de…—
—Protegerlo— termino Sirius por él.
—No sé si tanto pero si… cuidarlo no estaría mal—
Terminaron ambos durmiendo en casa de los Padres de James. Sirius no podía volver en unos días a la casa y James en una semana mínimo. Ambos estaban solos ya que no se sabía mucho de la pelirroja, pasaron los días jugando Quidditch o a las cartas, también algunos viajes al “Londres Muggle”. Hace bastante tiempo se había eliminado esa diferencia de mundos. Los Magos y Brujas evitaban realizar magia en público y realizar magia en sí, los Muggles habían evolucionado mucho tecnológicamente hablando, lo que facilitaba más la vida que la magia en algunos aspectos, razón por la cual algunos magos dejaban de hacer magia.
El día de la boda llego. Lily obviamente no pudo acompañar a Remus ya que Malfoy no lo permitiría.
Regulus recibió una invitación a la boda para sorpresa suya.
—Quizás sea por un beneficio a futuro o apariencia… sabes cómo son— comento Barty desde la cama. Estaba con fiebre, mareos, dolores de cabeza y vomito, sin contar la picazón en el cuerpo por la enfermedad del Grifo. Le venía a las personas cuando se topaban con el pelaje del animal y tenían las defensas bajas, algunos decían que eran parásitos presentes y otros solo una alteración de la magia, la minoría solo “mala suerte”.
Sea como sea, la enfermedad lo tenía en cama.
—Si lo dices así… tengo que ir— Barty asintió —no quiero dejarte solo—
—Tranquilo Regulus yo lo cuido— dijo la Madre de Barty entrando en la habitación. Regulus alterno la mirada entre ambos —No me moveré hasta que regreses, lo prometo— Regulus le sonrió y con una inclinación de cabeza hacia ella, un bezo en la frente a Barty desapareció para aparecer en su casa y arreglarse para la boda.
Remus se sentía humillado, tenía que ponerse un traje blanco. BLANCO. ¡¡¡BLANCO!!!... como si fuera una PUTA NOVIA. Gruño al verlo y estuvo a solo segundos de rasgarlo o incinerarlo pero un elfo que apareció se lo impidió.
—Joven…— se escucho la voz a su espalda. Remus giro y se sorprendió de ver a un elfo aun al servicio de una familia —el joven Malfoy me envió para ayudarle—
—¿Cómo te llamas?— pregunto Remus ignorando la orden de su “futuro ESPOSO”.
—Dobby, joven amo— respondió el elfo con una reverencia.
—¿Puedes responderme una duda?— el elfo asintió —Si yo me caso con Lucius tendré el derecho de liberarte?— el elfo abrió los ojos entre la felicidad y el miedo.
Estupefacto asintió —si… a… amo… pero… ¿Por qué querría liberar a Dobby?—
—Porque no me parece justo que estés al servicio de Lucius…—
—Pero si el joven amo me libera no podre ayudarle…— Remus abrió los ojos ante eso —si el joven amo acepta, yo lo cuidare hasta que encuentre la forma de librarse de él— a Remus se le humedecieron los ojos y abrazo al elfo —Gracias— musito.
La boda fue como cualquier otra en el aspecto que se casaron y toda la formalidad del asunto. La diferencia era la decoración extravagante y la falta de sentimientos amorosos entro los novi… esposos.
“—Esta noche cobrare mi dinero—”
Fueron las palabras que le dijo Lucius al oído cuando en la boda en vez de besarlo en la boca lo beso en la mejilla.
El resto de la celebración Remus lo paso tenso debido a las palabras que rondaban en su cabeza. Lo peor fue ver a su tío en medio de la gente, le sonrió y lo repaso por última vez. Con pasos tambaleante debido seguramente a la copa que tenía en la mano llego donde Remus y lo abrazo.
—Te echare de menos Sobrino— dijo viéndolo.
—Yo no…—
—Yo extrañare ese culo de campeonato y esto— con un movimiento disimulado le apretó su miembro demasiado brusco. Remus salto y ahogo un quejido ante el dolor —Adiós sobrino— lo beso en el mismo lugar que Malfoy y desapareció de allí.
Al irse sintió la mirada de Malfoy sobre él. Se veía la duda en su rostro pero lo ignoro y siguió hablando con los presentes.
Logro escabullirse de la “fiesta” y desapareció al interior de la mansión.
—Joven amo— se dio la vuelta y vio a Dobby. Observo que Dobby lo miraba nervioso a él y al rededor.
—¿Qué pasa?—
—No debería dejar a su esposo, eso no deben hacer los Donceles—
—¿Qué hacen?—
—¿El amo no lo sabe?— Remus negó —Los Donceles deben comportarse como la señora de la casa…—
—Me estás diciendo que debo “hacer de mujer”— enfatizo —pero siendo hombre— Dobby asintió —esto es una mierda— Dobby salto y le cubrió la boca.
—Los Donceles no deben decir eso o serán castigados—
—Imagino que si no hago algo como corresponde seré castigado— Dobby nuevamente asintió.
Continuara...