Capítulo 1
Han pasado ya quince años desde la última vez que te vi, desde la última vez que te toque y todavía te recuerdo claramente, pero solo es un recuerdo vago.
Te fuiste diciendo que era lo mejor para ambos y que estaríamos mejor, que regresarías fue tu promesa, una mentira digo yo.
Desperté a las seis de la mañana, hoy iba a ver una junta de trabajo y vendrían unos asociados de Italia y en la noche la boda de mi hermano.
Me sentía cansado, me dirigí al baño, me mire al espejo y traía una gran resaca, “no vuelvo a salir a tomar entre semana” pensé. Tome un baño rápido con agua fría para despertarme bien, al terminar salí y me puse un traje gris, una camisa morada y una corbata, fui a la cocina y tome un licuado, salí de mi departamento en mi convertible y no tarde mucho en llegar a mi trabajo, pensar que se lo tendría que prestar a mi cuñada me daba algo de miedo, pero ya que era su boda lo iba a prestar.
~llegando al trabajo~
-señor Black, los socios de Italia están a punto de llegar-decía mi secretaria-
-sí, la sala de conferencias ¿ya está lista?
-sí señor, por cierto llamo el director Black, dijo que el lunes tiene que ir a Italia para el cumpleaños de su tío y para revisar las instalaciones de allá.
-si-decía algo frio, por primera vez iba a tener unas vacaciones y a mi padre se le ocurre ponerme de director de la empresa-
-su boleto ya está comprado y…
-hágame también una reservación en un hotel y cancele el boleto, voy a tomar un barco y por favor mande a recoger el traje para la boda de mi hermano y ¿está listo el regalo de mi hermano?
-sí, señor, pero…
-está bien, voy a prepararme para la junta.
La mañana transcurrió muy lenta, después de haber terminado la junta los socios me invitaron a la finca donde se hacían las uvas para el vino, luego hubo otras pequeñas juntas, dando las 4:30 salí de mi oficina y me fui a mi casa a cambiarme por un traje negro, al salir de la oficina, mi cuñada me estaba esperando para que le diera las llaves de mi deportivo, porque tenía que haber escogido el azul, porque no escogió otro de los cinco que tengo.
Al darle las llaves se alegró tanto que me abrazo, se subió en el carro y se fue lento al principio pero después acelero, adiós amor decía para mis adentros con una sonrisa.
Tome un taxi para llegar a mi casa, me cambie el traje por uno negro con camisa roja, quien sabe por qué, pero así quería que fuera el color mi cuñada.
Al verme al espejo lucia algo delgado, tengo que comer más pensé, mi cabello estaba un poco largo de color negro, el rojo no me gustaba mucho ya que no me quedaba bien por mis ojos color miel.
La misa no duró mucho, pero lo que dio risa fue que mi hermano se puso a llorar al decir acepto, no lo podía creer, al terminar nos teníamos que dirigir al salón, pensaba irme para preparar mis cosas e irme antes a Italia, pero mi hermano no me lo permitió y tuve que ir también al salón.
-vaya, miren quien se presentó-decía mi amigo Benson- el director general Edward Black-decía riéndose-
-jajajajaja, ya cállate-le decía dándole un golpe en la cabeza-
-¿Qué? Es la verdad, ya no has salido, por cierto, no te imaginas a quien me encontré-decía dándome un codazo-
-¿a quién?
-a la hermana de William, te acuerdas de él, creo que se llamaba Jam…no
-James-dije con la cara seria-
-sí, ¿te sientes bien? Edward te vez blanco, ¡Edward!
De repente la vista me empezó a fallar, veía borroso y al tratar de levantarme me temblaron y ya no supe más.
Al abrir los ojos vi que estaba en una habitación blanca con decoración de color negra y las cortinas blancas, al tratar de levantarme, me volví a marear un poco, después de que se me paso el mareo me levante para tomar mi celular y ¡RAYOS!, me temblaron las piernas y las caderas me dolían, aparte un líquido blanco bajando poco a poco de mis piernas ¿Qué había hecho?
Mi celular empezó a sonar y empecé a gatear hacia mi pantalón que estaba en una silla.
-b…u…bueno-mi voz temblaba-
-hermano, ¿Cómo estás? ¿Ya te sientes mejor? Estoy abajo del departamento de James, él tuvo que salir pero estoy fuera ¿te quieres ir con migo? O te esperas ¿a que regrese James?
¿Qué? Estoy en la casa de James y…..
-ME VOY!!!! ENSEGUIDA BAJO-decía gritando-
-¿Por qué gritas? Bueno te espero.
Aunque me doliera, me puse de pie y me vestí, aunque me caí varias veces porque me dolía mucho la cadera, no quería que mi hermano me viera así, tome una bocanada de aire y me salí del cuarto, no quise mirar nada, ya que si veía algo de él, una foto o lo que sea me sentiría triste y mal.
Salí rápido, ¡RAYOS! De verdad dolía.
-hermanito ¿estás bien?-me decía abrazándome-vamos, sube, al rato le hablo a James para darle las gracias por cuidarte-decía soltándome y abriéndome la puerta de atrás de mi deportivo-gracias por prestarnos tu coche.
-sí, vámonos-decía subiendo y cerrando la puerta del deportivo, lo que más quería era salir de ahí-
-si ¿todavía te sientes mal? ¿Quieres que te lleve al hospital?
-no, solo necesito dormir-dije fríamente-
-está bien.