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Notas del capitulo: DISCLAIMER: Harry Potter y todos sus personajes pertenecen a JK Rowling. No se ha ganado dinero ni se ha violado ningún copyright con este trabajo

Si las palabras están en:
-cursiva- es un pensamiento.
-normal- es dialogo.
*** es separación de escenas

 

Situaciones

Se recostó en la cama en cuanto llego a la habitación, necesitaba dormir con urgencias pues el día había sido agotador. Al salir de la biblioteca se había dado cuenta que Severus no estaba, pero después de buscarlo durante dos horas había decidido volver a las mazmorras. Se desvistió y coloco la ropa en una esquina sin preocuparse siquiera en doblarla, algo muy raro en él.

Cerró los ojos en cuanto su cabeza hizo contacto con la almohada y podría decirse que cayó dormido al instante. En algún momento del sueño, sintió un peso sobre él y, aunque quería seguir durmiendo, fue imposible, ya que las sensaciones que su cuerpo estaba sintiendo le obligaron a abrir finalmente los ojos. Lo último que esperaba era encontrarse con un par de ojos avellanas.

Abrió ligeramente los labios, intentando que algunas palabras saliesen de ellos, pero la sorpresa no le dejó pensar por unos segundos que el otro supo aprovechar. Estaba tan cerca de él que podía sentir su cálido aliento chocar contra sus propios labios. La sorpresa fue rápidamente reemplazada por la exaltación, de forma precipitada dio un brinco, toda su piel hizo contacto con la ajena, y fue en ese momento que noto, para su horror, que se encontraba totalmente desnudo.

James lo vio serpentear bajo su cuerpo, cuando lo vio meter la mano bajo la almohada buscando su varita, dejó caer todo el peso de su cuerpo, durante todo el movimiento no dejó de observar los rosados labios y en un impulso se acercó y los capturó en un beso tímido y tentador que rápidamente se volvió brusco y salvaje. Acarició con su lengua el labio inferior y, cuando el rubio entreabrió los labios, aprovechó para explorar aquella boca con su lengua.

Rápidamente entro en pánico, uso ambas manos para empujar con fuerza, las actividades físicas no eran lo suyo, no lo pudo mover ni un centímetro, pero en cuanto sintió una mano colarse por sus piernas frunció el ceño, se serenó todo lo que pudo y ya con la mente fría lo notó.

Sintió un fuerte dolor en la lengua, como si quisiera arrancársela, instintivamente trató de levantarse y apartar el dolor, Lucius aprovechó ese movimiento y pateó con todas sus fuerzas en los bajos de James. Sus cuerpos se alejaron y el rubio tiró las almohadas en busca de su varita. Se alarmó al no verla, la desesperación lo inundó cuando recordó que su varita seguía guardada en el bolsillo de su túnica, en la otra esquina de la habitación.

Salió de la cama y a medio camino sintió nuevamente un cuerpo contra él, no había absolutamente nada al rededor. Forcejeó, intentando zafarse del abrazo del otro pero James pudo más que él y, sin saber exactamente cómo, acabaron los dos en el suelo. James aprisionó sus brazos con sus manos, y se colocó completamente sobre él. Alzó la mirada y se dio cuenta que la túnica aún estaba a casi cinco metros, suspiró con resignación. Se encontraba a total merced del morocho.

— ¡Suéltame en este instante!

— No lo haré, sólo escúchame.

— ¡No tengo nada que escuchar!

— ¡Prometo que no te haré nada!

— ¡Si claro, así como no me has hecho nada durante los últimos 15 minutos!, por no decir los últimos días.


Estaba encima de él, pero durante los siguientes segundos no hubo ningún movimiento y entonces poco a poco se relajó. Sin embargo en cuanto sintió una dureza presionarse contra su trasero, se tensó de tal manera que una tabla le envidiaría.

Su respiración se agitó y decidió jugar su última carta. Se encontraba totalmente arrinconado.

— Escucha Potter.

— Malfoy yo...

— No, calla y escucha. Sé perfectamente que estás excitado — Hasta puedo sentirlo — Pensó con ironía — Y en la posición en la que estamos, tú tienes las riendas de la situación. Si quieres seguir... hazlo.


El corazón de James empezó a bombear, su ingle pegó otro tirón que sintió muy agradable.

— Pero déjame decirte que si lo haces, para mí, esto no será otra cosa más que una violación.

Lo sintió tensarse sobre él, aquella presión en su trasero fue disminuyendo. Sonrió para sus adentros, había tocado el botón correcto.

James se fue levantando, el rubio en cambio decidió quedarse quieto, a la espera de que algo sucediera. Cuando sintió que le giraban lo observo directamente a los ojos, fue llevado de regreso a la cama, su ceja se arqueo al verlo acostarse junto a él, sus labios fueron tomados de nuevo, pero esta vez de manera lenta, suave, seductora y gentil. Se acomodó sobre el pecho de James y le hizo suaves caricias, podía sentir los dedos de su acompañante en su espalda baja.

Sin saber cómo, lentamente se fue relajando, pestañeo un par de veces y finalmente se quedó dormido, la calidez de los firmes brazos que lo atrapaban en la cama fueron su única manta en aquella fría noche de invierno.

***

— ¡Lucius! ¡Despierta!

— ¡¿Qué?! — Exclamó exaltado, pegó un brinco y vio un par de ojos negros que brillaban con curiosidad.

— Es que no despertabas.

— Estaba durmiendo muy bien — Sintió un ligero dolor al hablar, le dolían los labios, al pasarse la lengua encima todos los recuerdos de la noche regresaron a su mente. Saltó fuera de la cama y noto que no le dolía en ningún lugar aparte de los labios. Sintió un gran alivio.

Invocó un tempus y al ver la hora salió disparado al baño, se alistó tan rápido como pudo. Severus actuaba raro, demasiado pensativo, se detuvo un momento y recordó que su amigo no había estado la noche anterior en la habitación. No pudo evitar pensar con sorna que todo el mundo había conspirado en su contra.

Como era tarde no le dio tiempo de ir a desayunar, entro a clases de DCAO donde al igual que Severus se la pasó divagado. Por primera vez se había preocupado, no por lo acelerado que se ponía su corazón al pensar en la noche pasada, sino porque su amigo había estado a punto de explotar su caldero. A la hora de almorzar no se sintió listo para enfrentar aquellos ojos avellanas, por eso, cuando Severus le pidió que le acompañará a la enfermería no dudo ni un segundo en aceptar.

Pensó en decirle lo que había sucedido, en pedirle un consejo, en sacarse aquella sensación de su pecho, pero optó por guardárselo para sí, nunca nadie sabría qué había pasado esa noche, esa noche era suya, suya y de James, el único testigo serían los recuerdos.

Entraron a la enfermería y luego de que revisaran a Severus, Pomfrey le ordenó subirse a la camilla.

— Los jóvenes de ahora, nunca se preocupan por su salud. Tome esta poción, en cuestión de minutos quedará profundamente dormido, además le proporcionará unos nutrientes que necesita con urgencia.

— Ammm, podría darme una a mí también — Pidió amablemente recibiendo a cambió una mirada asesina.

— Usted mejor vaya a comer, no necesita de ninguna poción, además su compañero necesita descansar, le agradeceré que se retire.

— Amargada — Murmuró en cuanto estuvo fuera de la enfermería.
Caminó en dirección al gran comedor, decidiendo que él no le tenía miedo a ningún Gryffindor idiota. Entro con paso firme y se sentó en medio de Parkinson y Greengrass, su vista se posó sobre aquel asaltante de camas, sintió la tensión acumularse en sus hombros, pero no desvió la mirada en ningún momento.

***

Caminó despacio por los pasillos, estaba tan metido en sus pensamientos que no noto a un morocho que se apoyaba en la pared justo al final del pasillo. Pasó a la par y sintió como su brazo era agarrado con fuerza. Fue entonces que se percató.

— Suéltame — bramó, asegurándose que sus ojos mostrasen toda la frialdad posible. Agarró con fuerza su varita, por si necesitaba usarla.

— No hasta poder hablar contigo.

— Te estoy escuchando, no hace falta que me andes toqueteando — soltó mientras se soltaba del agarre y formaba un rictus de asco con sus labios —. Así que apúrate y acabemos con esto. ¿Qué es exactamente lo que quieres?, sin rodeos, háblame claro.

— Bien, si así lo quieres — Soltó un largo suspiro —. Acuéstate conmigo.

— ¿Cómo? — Lucius parpadeó un par de veces, y sacando su sonrisa más altanera respondió — Escucha Potter, yo jamás me acostaría contigo, preferiría morir antes de acostarme contigo. Eres demasiado poca cosa pa...

— Corta con tus idioteces — dijo avanzando un paso en dirección al rubio, quien instintivamente retrocedió

—. Sólo será un acostón, no te estoy pidiendo nada más. No es como si te estuvieras guardando para alguien o fueras virgen.

— Se nota que no eres más que un sucio traidor a la sangre — Escupió —. Yo no ando acostándome con cualquier idiota que se me cruce, y si quieres una respuesta, acertaste a las dos fundamentales.

James abrió los ojos al máximo, ¿En serio el rubio era...?, recordó por un breve segundo aquella rosada entrada con la que había estado fantaseando, tan pura. Ser el primero... el primero de Lucius Malfoy, sintió un ligero tirón nuevamente, aunque toda excitación se fue al fregadero cuando las palabras volvieron a sonar en su cabeza guardando para alguien más.

Apretó el agarre de su brazo — Escucha Malfoy, sin importar qué, te acostarás conmigo, no es una petición, mucho menos un ruego, te estoy avisando que planeo llevarte a la cama, así que prepárate, porque no me daré por vencido.

Por supuesto que así sería, sería el primero en la vida del arrogante rubio frente a él y... y también sería el único. Sus ojos brillaron y la claridad llego a su mente.

— Escucha Malfoy — Siseó lento y suave. Letal. Se acercó a su rostro hasta estar a centímetros de distancia —, tú vas a ser para mí. Te guste o no la idea.

Sin nada más que agregar siguió caminando fuera de la vista del Slytherin, nunca nadie sabría, que la sonrisa más honesta de su vida sería producto de aquel prepotente rubio.

Se quedó parado durante un breve momento, no estaba asustado del Gryffindor, pero cuando se acercó a su rostro, tuvo el enorme deseo de que le besara, que reclamará sus labios. Sintió la necesidad de estar entre sus brazos. Y eso, lo había dejado fuera de combate.

***

— Entonces vas a confesar o no — dijo Remus.

— No molesten, además no hay nada que confesar — cortó.

— Si no hay nada que confesar porque no nos dices dónde estuviste anoche.

— Porque no eres mi novia para estar dándote explicaciones — Sonrió burlón.

— O vamos Sirius, cuéntanos — dijo Lily. Peter asintió con la cabeza un par de veces.

¿Qué esperan que les diga?, fíjense que pase toda la noche con Quejicus, que prácticamente lo secuestre y lo retuve en una habitación secreta — Sonrió tontamente, Remus y Lily se observaron por un breve momento.

— Si no quieres decirnos quien es, bueno, tus motivos tendrás. Pero si te hace tan feliz para poner esa expresión, debe ser alguien grandioso.

Sirius quedó desconcertado — ¿Qué expresión?, no sé a qué se refieren.

…l no estaba sonriendo de ninguna forma especial, aún así sus amigos sonreían como el gato que acababa de atrapar a un ratón, y en esta ocasión, el ratón resultaba ser él.

***

Entró a las mazmorras y recordó que nuevamente Severus dormiría fuera, la poción debía estar haciendo un muy buen trabajo, tal vez debería tomarse una también, de esa manera, si su acosador entraba en su cuarto y se aprovechaba de él, no se daría cuenta, al menos hasta levantarse la mañana siguiente.

Para ver claro, basta con cambiar la dirección de la mirada.

 

 

Notas finales: Primero que nada quiero agradecerle a mi querida beta Kiuk (eres increíble), sé que no lees esta pareja, pero igual te dedico este capítulo a ti. También a ti Mell que siempre me ayudas con mi ortografía :) Espero les haya gustado tanto como a mí. Yo estoy feliz, ¡actualice a tiempo!

Nos leemos.

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